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401 Mies JUAN A. MAGARINOS DE MORENTIN CIENCIA ~ POLITICA - SOCIEDAD Aldo Neri ‘Salud y Politica Social Enrique Mari ‘La problemética del castigo, El discurso de Jeremy Bentham y Miche! Foucault EL SIGNO Proxima aparicion: gore: E: Dete Las fuentes teéricas de |: iologia: Diiléctica y Derecho. El proyecto ético-politico hegeliano la semiologia: Pierre-Frangois Moreau Saussure, Peirce, Morris Lautopia, Derecho natural y novela del Estado Raymond Boudon y Frangois Bourricaud Diccionario eritico de Sociologia HACHETTE Para Giovanna ‘con cuya fe y generosidad ‘se construyé este texto ©LIBRERIA HACHETTE Rivadavia 739, Buenos Aires Hecho el depdsito que marca la Ley 11.723 PRIMERA EDICION: Abril de 1983 ISBN: 950-006-031-0 IMPRESO EN ARGENTINA-PRINTED IN ARGENTINA INTRODUCCION Existe hoy dia una extensa bibliografia sobre temas que, con una notable dispersién, si la vemos criticamente, o amplitud, si preferimos retener sus aspectos positivos, pueden encuadrarseen el ambito de la semiologia, Ellose vincula, circularmente, con la extension del concepto de Ienguaje; de lo verbal y su modelizaciOn en la escritura, se pasa a toda manifestacién del individuo destinada a ser interpretada por un receptor que, eventualmente, puede ser el mismo emisor. Asi, se han estudiado y se continiian investi- zando los lenguajes gestuales, las actitudes del cuerpo, su despliegue cine mitico y la combinacién que entre ellos puede producirse. Se trata de ‘manifestaciones perceptuaies que representan algo que es diferente de ellas, ‘mismas; que pueden identificarse por oposiciones de caracteres presentes ¥ ausentes; que se yuxtaponen con una relativa libertad de integracién y, simulténeamente, obedeciendo a determinadas regularidades, ya bien con- vencionales, ya bien determinables con posterioridad a su produccién; que pueden ser interpretadas atribuyéndoseles significaciones especificas;con lo ‘que participan de las caracteristicas fundamentales del signo y por lo tanto se hacen objeto de estudio analizable desde una Teoria General de la Semiolo- ‘ia 0, considerando la adecuacién de los principios generales a su peculiari- dad, desde las respectivas Semiologias Particulares. El concepto de lenguaje abarca también las manifestaciones culturales destinadas a servir de vinculo comunicativo entre los integrantes de una comunidad; comunidad cuya expansion espacial y temporal nunca esta definitivamente agotada, sino que, en cuanto ambito propicio a la propaga- cién de un mensaje, crece o se reduce en virtud de las posibilidades de participacién en el reconocimiento de un mismo cédigo y. a partir de él,en ta generacien de nuevas interpretaciones. Desde esta perspectiva, las diversas Investigaciones tratan de establecer los caracteres linguisticos que hacen de la mésica, la pintura, la arquitectura, la cartografia, el folklore, a politica, la televisi6n, el cine, etc., sistemas capaces de actualizarse en los correspon- dientes rextos 0 propuestas perceptuales destinadasa ser interpretadas como portadoras de algo diferente a su pura manifestaciOn perceptual. Encuanto tales y porque el andlisis muestra elementos minimos identificables por relaciones diferenciales respecte a los restantes que se articulan en cada uno e dichos sistemas; porque, ademds, se presentan en secuencias ya bien lineales, o espaciales, o planares; y porque su relacién con un universo de n EL SIGNO significaciones, que no esté presente pero al cual actualizan, debe ser cum- plida por un receptor conforme a su conocimiento del correspondiente cédigo y a la evaluacion del mismo desde su inmediato contexto cultural, resultan ser objetos de estudio de una disciplina tal que, poseyendo la capacidad de formular enunciados generales relativos a los problemas que plantean las relaciones de sustitucidn y deintegracién, puede adecuarlos alas particularidades que adoptan dichas relaciones al constituir los respectivos mensajes y analizar sus posibilidades de circulacién e intercambio intra e intercomunitario. Tal ciencia, en plena etapa de formacién y en rigurosa biisqueda del espacio epistemolégico que le corresponde en el concierto de Jas restantes disciplinas, es la semiologta. Pero el concepto de lenguaje va mucho més alla. Las mismas institucio- nes culturales de una sociedad que no son mensajes en si mismas sino que estén destinadas a transmitir determinadas secuencias de mensajes, pueden ser consideradas también como discursos significativos. La universidad no s6lo transmite un mensaje formativo e informativo acerca de los contenidos cientificos de sus distintas facultades o departamentos, sino que su propia ‘estructura supone la organizacién de secuencias que nada son por si solas salvo que cumplan la actualizacién del apredizaje ¢ investigacién de los ‘conocimientos a que estén destinadas. Las empresas industriales, comercia- les y de servicios, son textos procedentes de un sistema econémico destina- ddos a la produccién de significaciones que quedan evaluadas en virtud de st porte al bienestar y el progreso del hombre y de la sociedad. Las creencias, os mitos, las religiones son textos en que se dicen las expectativas del individuo en relacion a su trascendencia y que ordenan sus incalculables y angustiantes relaciones con la transitoriedad del entorno fisico, intelectual y emocional. Lo mismo ocurre con las estructuras del poder, las relaciones familiares, la imparticién de la justicia, etc.; cada una de lasinstituciones de la sociedad se manifesta a través de aspectos concretos, perceptibles senso- rial o intelectualmente, que representan valores, fines y necesidades que no son inmediatamente constatables. En cuanto se hace presente un objeto que ‘Ro se agota en si mismo sino que vale en la medida en que es portador de un ausente que no puede concretarse mas que a través de tal representacién, el concepto de lenguaje es aplicable y puede ayudar a establecer relaciones, a desentrafar los mecanismos por los que se hace eficaz, a mostrar su mayor 0 ‘menor adecuacién con respecto al contenido cuya puesta a disposicin de la ‘comunidad constituye la significacién que tiene socialmente asignada. Pero queda lejos de este concepto de lenguaje aquel que se limitabaa a analizarlas, ualidades de lo verbal; se necesita una ciencia que establezca la homogenei- dad y la heterogeneidad entre planos tan distantes; que enuncie las leyes de £508 signos con los que se puede, ya bien nombrar al universo, ya bien poner al universo a disposicién de las necesidades del hombre; que no se desoriente por las urgencias propias de la especializacién que tiende a jerarquizar los objetos y significados de la particular inmediatez de cada disciplina, pero ‘que sepa establecer Ia estructura més profunda que explica las contradicci nes de la apariencia; tal el fin y la utilidad de la semiologia. R INTRODUCCION El lenguaje es s6lo, desde nuestro antropocentrismo, la culminacién de tun proceso que comienza con la comunicacién més rudimentaria que un organismo puede establecer con su entorno. Cuando esta comunicacion se complica, pero no tanto todavia como puede lograr complicarla el hombre, no dudamos en hablar de los lenguajes animales. ¥ el concepto de lenguaje sigue expandiéndose, lo que reafirma la necesidad de la ciencia que dé ‘cuenta de las leyes y operaciones de tal fendmeno y que reconduzca su aparente diversidad a un nicleo de proposiciones rigurosas que satisfagan la necesidad de explicacién y de predicciOn con respecto a su manifestacién y consecuencias. Por todo esto, la bibliografia que desarrolla los problemas del signo, del texto, del discurso y de la significacion ha crecido tan desmesuradamente. Pero no todo es semiologia. La semiologia es el estudio cientifico de las caracteristicas y manifestaciones de la facultad semistica del hombre (y de las restantes especies organicas). . Cientifico; o sea, no literario ni ideol6gico. Ciemtifico en cuanto logra dar raz6n adecuada de cada una de sus proposiciones, integrarlas en un sistema completo y no contradictorio y establecer explicaciones racionales de los, fenémenos semisticos. Desde luego que este objetivo no se ha logrado todavia; existe, incluso, un grave peligro de circularidad en las miltiples exposiciones que procuran anilisis semiol6gicos de textos particulares. Este riesgo proviene de que ‘cada autor se considera con derecho a inaugurar la ciencia de la semiologia, prescindiendo de cuanto se haya escrito previamente. Pero no hay pensa: ‘miento cientifico que, para merecer tal nombre, no deba apoyarse en un ‘pensamiento precedente; y tal pensamiento precedente, con cuya transforma- ‘in se cumple la tarea de la ciencia, debe ser tenido en cuentaexplicitamen- te, Tal el sentido del presente trabajo: retomar el contacto con las fuentes teéricas de la semiologia y recomponer un punto de partida que permita el real progreso de esta disciplina, Con tal objeto se analizaran, tratando de mostrar su fecundidad en funcién de las necesidades de interpretacién actuales, los aspectos mas trascendentes de los escritos de Ferdinand de ‘Saussure, Charles Sanders Peirce y Charles Mortis. La primera parte del trabajo esté dedicada a Saussure. La oposicién lengua vs. lenguaje esté analizada a partir del concepto de que lo natural al hombre radica en la facultad de constiuir sistemas de signos, mientras que la ‘oposicién lengua vs, habla permite establecer las relaciones constitutivas de tun sistema tedrico, instrumento fundamental para l estudio del signo el cual necesariamente estaré referido a un sistema ya sea el de sus propios elemen- tos constitutivos, ya sea aquél articulado por otros signos frente a los cuales cada signo obtiene su acotamiento negativo. De inmediato se desarrolla la conocida propuesta saussuriana de la dualidad interna inherente a todo signo yen especial al linguistico: significante y significado: la reflexion sobre este algoritmo permite ampliarlo de modo que dé cuenta de las relaciones tanto intrasistémicas como intersistémicas que mantienen las dos partes del 1B EL SIGNO iso cone sistem al cual pertnecen ycon el sistema al cual representan 0 traducen se estudia cada una de las seis variantes que conduce sta expansion, A continuacion el trabajo analiza las propuesta de Saussure Teltivasa lo que debe entenderse por valor por signet, lnimportan Gia de este par de corceptos para reconoceraquellscaracteristiasenvirtud de las cuales un sign se adscrbe aun sitema 9 aquellas otras mediante ls due se vincula aun univers dstnto asi mismo. Ambos términos permiten Un anlisis esttco o dindmico, siguiendo al cual, los conceptos desincronia } diacronia aproximan importantes problemas ce naturalzaepistemolog Ca: dsiniendo parcalmente del pensamiento de Saussure, se puedeapreciar Ia utlidad de suspropustasen lo que respecta aa historiadelscieneias) 2 la ubicacin de fos dstntosniveesingfsticosymetalingbisticos, de objeto material y objeto formal, y aus variacionesrelatvasydiscordantes, Final ‘mente se agrupan los concepton relativos a la semiolog que aparccen dispersos a lo largo del Curso y se formula una elemental sistematizacién de ellos con intencion de dejar establecida una base minima pero eencial delo «qe por tal ciscipina deba entendese La segunda part tiene por objeto dentificar los aportes de Ch, S. Peirce a a problematica actual dea semiologia, Pete parte dea logca as como Saussure habia partido dela ingica, El primero serefire ala emitica dando lugar a la difsion de tal temino para identficar nuestra discipina, mientras que el segundo opt por el de semfologia: ese fue preferdo polos éstudiosos europeos. mientras ques anglosajones,en especial americanos, Continvaron unando el de semidice,"Actualments parece efirmarse cst timo, especialmente por influjo de la obra de Thomnas A Sebcok, uno de sus mis destacados cultorescontemparineos,y dea publcacionperidica *Semistia” editada por Ia Asociacton Internacional de Semitic, ineliso Umberto Eco, cuyosestudios han contribuidonotablemente al conocimien- tory profundizacion de esta ciencia, ha ttlado una de sis mis recientes obras'"A Theory of Semiotics" taducida al eastelano como "Teoria de Semiétca General” Nosotros preferimos mantener la propuesta sisi Tiana de semolopia para designar ala clenca general gue tiene por objeto el Estudio dela vida dos sigs enel sno de a vida social conervariacalidad de adjetivo que poser el signifiante verbal semidic yutlizario,en conse- uenea, para califiear a aquellafacultad ya aquelas actuaviones que implica fa presence designos:ydesignar al producto resultante,en cuanto presencia pereptual de secuencias de-signos, como Jemiosts, En lands, casi exepétic, de los textos de Peirce que hemos sleccio- nado para eta segunda parte, se ha transcript la version inglesa de todos los patos utlizados: ello se-debe. en primer fuga a la ificutag en disponer dela obra crginal ya que savo la edicion de Ph. P. Wiener (N.Y. 1958) de diffi! obtencin en la actualidad, no se dispone sino de los “Colcted Papes rene peared ean labor las bibiotecas del mundo hispanice en que puede consults. Tanto senda 4 INTRODUCCION texto inglés hemos propuesto nuestra propia traduccién, sometiendo la valoracién de los matices que nos interesa destacar al contraste del lector critico, El aporte de Peirce consiste fundamentalmente en Ia estructura dindmica queestablece entre las partes del signo y en los sucesivos tratamien- tos @ que somete a dichas partes hasta elaborar su magistral sistema, primero de nueve signos o nueve aspectos en que puede ser considerado todo signo y, posteriormente, de diez signos por las interrelaciones triddicas que establece entre los precedents, En todos los casos hemos procurado, junto al desarrollo teérico que destacase el mencionado caracter dindmico (que anticipa, en la unidad minima, la estructura del cambio que producira la significacion como efecto de unidades més compleas), ejemplificar desde distintos Angulos cada propuesta, tanto para esclarecer conceptos no siem- pre fiilmente accesibles, como para mostrar la eficacia del modelo peit- ceano en el andlisis de fendmenos semiéticos concretos. Finalmente, en la tercera parte se efectéia una lectura critica de las propues- tas de Ch. Morris. Hay mucha diferencia entre cl Morris de 1938, cuando scribe “Foundations of the Theory of Signs", y el de 1946 en que aparece st ‘muy difundida obra “Signs, Language and Behavior” a la que dedicamos preferente atencidn, En la primera, Morris esti mucho mas cerca de las reflexiones de la Received View, mientras que en 1946 adopta definitiva- ‘mente los postulados del conductismo, El temora la objecién de mentalista Ie lleva a teorizaciones que desmerecen frente las formuladasen la primera Epoca. Fl seguimiento de los textos de Morris nos ha conducido a un desarrollo, no s6lo critico en cuanto alanalisisetectuado a partir del mismo, sino en cuanto rechazo de la thayoria de sus planteos que no resisten un riguroso contraste l6gico. Asi, el estudio de las condiciones del signo sirve ppara poner de relieve la necesidad de pensar al signo como una estructura de sustitucién, con todas las dificultades que ello pueda significar, descartando, la yuxtaposicion causalista, itil en el estudio del discurso, pero que contra- dice ala funcién semidtica del signo. Esta falla enel punto de arranque de la teoria conduce a los apriorismos y tautologias con que se trata de establecer una tipologia de los discursos: su anilisis no logra llegar a los discursos a partir de las caracteristieas de los signos, nico camino logico ya que se trata tan slo de una estructura en que se actualizan secuencias de signos sin la intervencidn de tercer elemento alguno, sino que se ve obligado a catalogar- los segin aquello acerca de lo cual se habla, con lo que deja el problema en su punto inicial: ;e6mo caracterizar a los discursosen funcion de los signos que los constituyen? Prefiriendo formular afirmaciones de muy corto aleance, hhemos ensayado una clasificacién que supone la necesidad de tomar en ‘cuenta dos niveles simulténeos de interrelacién que se corresponden con los, dos aspectos estructuradores del signo: significante y significado, segiin Sassure, o representamen e interpretante. segin Peirce. Mucho es lo que queda por elaborar, pero, al menos, hemos tratado de no sobrepasar lo que era légicamente deducible y empiricamente constatable. Justamente, por esta caracteristica de elementalidad que posee el pre- Is EL SIGNO sente trabajo, no hemos considerado conveniente darlo por concluido, sino finalizarlo con una propuesta de investigaciOn. No se ofrecen conclusiones. sino um nuevo prélogo: aquél en que se seBalan puntos a resolver para llegar a tuna minima axiomatizacién de la semiologia y algunos lineamientos meto- dolégicos que nos orientan acerca de cémo cumplir con tal propuesta. Las observaciones y criticas que se nos formulen seran invalorables aportes para ello, Deseo manifestar mi agradecimiento a quienes han sido mis alumnos, durante estos doce afios(1970-1982),en Buenos Aires y en distintas capitales del interior, por su aporte inteligente y su paciencia inagotable, mientras exponia, analizdbamos y discutiamos estos temas. ‘Asimismo agradezco al Dr. Eugenio Pucciarelli las importantes sugeren- cias que me formulé tras la lectura de los originales y que han contribuidoa ajustar y mejorar algunos aspectos del texto. PRIMERA PARTE FERDINAND DE SAUSSURE DESARROLLO Y ACTUALIZACION DE SUS CONCEPTOS |, La Oposicién: Lengua / Lenguaje. La primera preocupacién de Ferdinand de Saussure es diferenciar los cconceptos de “lengua” y'"lenguaje”. A la lengua leatribuye"el primer lugar entre los hechos del lenguaje” (p. 25)',al tiempo que afirma que “la lengua produce la unidad del lenguaje” (p.27), Ambos conceptos venian siendo utilizados corrientemente por la linglistica clésica; no obstante su uso era equivoco. La intervencién cientifica de Saussure tuvo por objeto determinar ciertas caracteristicas estructurales que lograsen delimitar, con el cortespon= diente rigor, los respectivos conceptos de “lengua” y “lenguaje™. En un primer momento considera al lenguaje como oialidad, una de cuyas partes (esencial) es la lengua. Pero cuando desarrolla en qué consiste esta diferenciacién entre totalidad y parte propone nuevos criterios delimi- tadores con calidad epistemoldgica. “EI lenguaje —transcriben sus alum- nos— es multiforme y heterdelito”; la lengua “es, a la vez, un producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones necesarias, adoptadas por el cuetpo social para permitir el ejercicio de esta facultad fentre los individuos” (p. 25). La inicial oposicién diferenciadora todo 1s. parte ha sido reconducida a la de facultad natural vs. producto social, en la medida en que lo social es una intervenci6n en lo natural, Ambito del cual el hombre selecciona determinadas posibilidades comunicativas, fijindolas y jerarquizindolas mediante la atribuciOn de valores y significaciones conven cionalmente aceptados. AA ir estableciendo la diferencia entre lengua y lenguaje, Saussure va construyendo un paradigma cientifico mediante el cual asigna ala linguisti- ca un lugar epistemologico auténomo respecto a otros enfoques posibles de ls fenémenos que analiza y de notable coherencia y exhaustividad. Lo que de tal paradigma puede derivarse no se agota cn modo alguno en los desarrollos saussurianos, como lo demuestran los posteriores enfoques dela lingaistica; del mismo modo continiia sugiriendo nuevas posibilidades para Ferdinand de Saussure, Cours de Linglstigue Générale, Pais, Payot, 19/2, La titan [Losada, de Buenos Aires, ha publicado numerosas ediciones dela versdneastellana de Amado ‘Alonso: Las referencias del texto, indicadas entre paréntesis al final de cadacitasonraducion el autor y remiten ab edicign francesa de 1972 EL SIGNO la identificacton «et euerpo te6rico de esa ciencia, fa semiologla, cuya importancia y extension él pereibié con singular claridad, Ferdinand de Saussure se preocupa por la posible objecién de que, pore! hecho de ser el cjereicio del lenguaje una consecuencia de la “facultad que recibimos de li naturaleza, mientras que la lengua es cosa adquirida y cconvencional”, en a respectiva jerarquizacién de los elementos en estudio, es a lengua la que pareceria que “deberia subordinarse al instinto natural, en lugar de sobreponérsele”. Es un problema, por consiguiente, de jerarquia de conceptos, En el enfoque tradicional, de raigambre romantica, el concepto de “naturaleza™ se encontraba nitidamente privilegiado frente al de "socie- dad”, Pero Saussure, al asentar las pautas fundamentals de la linguistica como ciencia, advierte que tal orden de prioridades necesita ser invertido, Para defender su tesis de que fa lengua produce Ja unidad del lenguaje, se preacupa de demostrar que “no esté probado que la funcién del lengua. tal como se manifiesta cuando hablamos, sea enteramente natural”, Para ello rebate ciertas eonsideraciones positivistas, como la pretensidnde que "nues- tro aparato vocal esté hecho para hablar como nucstras pierras para cami- nar”, 0 reduce la trascendencia universal que se atribuye al deseubrimiento n su ticmpo, sustituye a la 8 Lo convencional y por de las localizaciones eesebrates, teoria qui desacreditada frenologia, mostrando en qué for tanto social relega stun lugar sscundario fa euestiGn del aparato vocal: ¥ cedmo, to que se nuctea en la tercera eireunvolucidn frontal izguierda, “es menos kt Facultad de protert tales 0 cuales sonidos... que la de evocar por un Instrumente, cualynicta que sea, los signos de un Fenguaje regular” ‘que conchiye con una alirmaeiéa que, al independizar una concreta f de un determinado 6rgano, constituye el presupuesto de laexistencia de una facultad de nivel superior 6 més general, cuyas manifestaciones habrin de conducirle a proponer la nueva ciencia de la semiologia: “Todo esto nos Neva a creer que, por encima del funcionamiento de los diversos Srganos, cxiste una facultad mis general, aquella que gobierna a los signos, y que seria Ia facultad lingiistica por excelencia™ (p. 27). Con ello, Saussure esta Poniendo el acento, no sobre determinados signos (Ios del lenguaje verbal) sino sobre cualquier instrumento (0 sea. signos de otros lenguajes) capaces, mediante la correspondiente convencion, de manifestar la capacidad del pensamiento humano para sustimir. Y esa sustitucién que Ch. S. Peitce demarcaré como de “algo por algo”, en una plena generalizacién logica y, en cuanto tal, carente de contenido pero capaz de todo contenido posible, constituye el punto de arranque de la evolucién hacia una ciencia de la semiologia. porlo sultad Oto parrafo, también fundamental, desde nuestra actualidad. para esta~ blecer por qué la lengua produce la unidad del lenguaje y quenos ofrece un ‘onereto aporte para una antropologia semiol6gica, es aqueélen que Saussu- "Charles Sanders Peirce, Speculative Grammar, en Collected Papers, Combridge, Massa chusets, The Belknap Pres of Harvard University Press, 193, paragrafo 2.228 FERDINAND DE SAUSSURE re dice: “No es el lenguaje hablado el que es natural al hombre, sino la facultad de constituir una lengua, es decir, un sistema de signos distintos, correspondientes a ideas distinias” (p. 26). En este punto, ademas de plan- tear la idea de la funcién sustitutiva de los signos (“un systéme de signes distinets correspondants 6 des idées distinctes”), inaugura la hipétesis estruc- tural de que dicha sustitueién se produce entre sistemas diferentes. Junto con ello, se hace presente el concepto metodoldgico de la diferenciacién (Ia cuun- lidad de distincis. que atribuye respectivamente tanto a signos como aideas), la cual acontece, a'su vez, en el interior de cada uno de los correspondientes sistemas, Pero, ademas, el problema se inscribe en una oposicién con la que recupera el nivel antropolégico a que hiciéramos referencia. Al planteat tal facultad superior como lo natural al hombre, esta estableciendlo su cualidad diferencial respecto al restante ambito de lo biotdgico. Dada la extensién y actualidad que tienen los estudios sobre lenguajes comparados y la popula- fidad que han adquirido ciertos simios como Washoe, Koko y Flo’ de quienes disponemos de excelentes informes respecto a comportamientos {ue se interpretan como lenguaje desde enfoques behavioristas o empiristas, resulta particularmente oportuno detener nuestra atencidn en la oposicion propuesta por Saussure y desarollarla para evidenciar el espectro de com- Portamientos que cubre la funcién semidtica general y conocer sus limites logicos. He aqui la primera formulacién de este modelo de oposicién: HUMANIDAD NATURAL ARTIFICIAL Tratemos de ir atribuyendo un contenido a este par de términos El hombre, tomado en un determinado momento de su propia historia ‘encuentra a su mundo circundante constituida como tin universe de signos En virtud de la funcién derivada de su facultad semidtiea, resulta natural para el hombre significar cuanto le rodea, 0 sea. transformar a su universo externo ¢ interno en signos. Mediante esta modificacién de su entorno (al cual el animal, uilizando otra via, se adaptaria), lo transforma en objeto de conocimiento y. asi su intervencién consiste en la elaboracién de unaespeci- fica artficialidad. La prictica de su humanidad en el mundo consiste en elaborar esas veladuras de lo real, mediante las que se aliena definitivamente de lo natural y genera un dimbito especifico a su naturaleza: el mbito de la significacién. El hombre, mediante esta actividad de transformar a lo nat ral en signos, resulta ser naruralmente artificial “Juan Angel Magariios de Morentin,Rugidos,blbuceaslenguajes:conferencia pronun- ida el 19-Vi'-1980 en la Biblioteca Joaquin V. Gonziler: ineita. Pueden consular: Euclid ©. Smith (El), Social Playin Primates (Proceedings ofa Symposium, University Park, Pa., 1977), New York, Academic Pres, 1978 y Fiancne Patterson, Comersatons with @ Gora, en National Geographic, October 1978, ps, 8383 46, entre ots FLSIGNO EI modelo de oposicidn inicial se amplia, por tanto, del siguiente modo: HUMANIDAD NATURAL ARTIFICIAL Fabbracion de su propia 9 ‘ruil Si lo especificamente natural al hombre consiste en claborar st propio nivel de artificialidad, como consecuencia logica se plantea la pregunta acerca de su artficialidad especifica Existe tna posibilidad de respuesta que, por la légica de las oposiciones propuestas, situaria como tal artificialidad a lo biolégico. No obstante, se frataria de una equivocada logica ya que la asignacién de contenides a natural y artificial responde al establecimiento de las respectivas funciones derivadas de la facultad semidtica, y no a deslindar lox contenidos natural y artificial de ka marurateza humana. Decir que lo natural al hombre es o social {y que lo artticial es lo bioldgice es tan sin sentido como el supuesto inverso, Tirel mudelo que desarrollamios, lo biofigiee ocupa un lugar muy diferente: BIOLOGICO. HUMANO ANIMAL NATURAL, ARTIEICIAL Elaboracion de su propia 9 artificialidad : Elinterrogante acerca de a artilicialidad de! hombre permanece, pues, sin respuesta, ya que lo biol6gico se sitda como metalenguaje de humano y animal y lo que estamos buscando es la signfieacion de lo artificial como concepto incluido en lo humano. El caimino correcto sera oponer, mediante la negacién del contenido, la significacion de artificial a ta significacion de natural. Por consiguiente, tendremos: HUMANIDAD, a ARTIFICIAL, Elaboracién NO-ElaBoracién de la propia de la propia artificialidad antificialidad FERDINAND DE SAUSSURE Ahora serd necesario desarrollar en qué consiste esta NO-Elaboracién de su propia artificalidad. Tal expresién se vincula con uno de los conceptos mas utilizados, debatidos y tergiversados de nuestra cultura: el de allena- cin. Este término establece una distancia o ajenidad frente a algo: resulta fundamental establecer la calidad de ese algo frente al que se toma distancia Partiendo de la perspectiva de la funcién semi6tica como natural al hombre, se enriqueve el coneepto de alienacién en tres posibles aspectos. Decir que ¢s natural al hombre elaborar su propia artificialidad, implica decir que el hombre se constituye en humana en la medida en que crea su propia alienacién, o sea, su propia distancia de “lo real”, expresion que lutiizamos, meramente, en el sentido de lo no significarivo. Habria, por tanto, un aspecto de la actividad humana, fundamental para establecer su especificidad diferencial en el ambito de lo biol6gico, a la que puede denomi- narse “alienacién humanizante™. Este seria uno de los aspectos que ningiin experimento conductista ni aseptica observacién empirica habria podido comprobar en lo que se refiere a los pretendidos lenguajes animales. La capacidad de reproduecién de determinados signos. por efecto del aprendi- zaje a que han sido sometidos, no probaria que Washoe ni Koko han cumplido efectivamente esta alienacién (fracaso experimental confirmador de que esa facultad semidtica y lacorrelativa funci6n constituyen lo especi camente natural al hombre, como es la propuesta saussuriana). Por otra parte, la observacién de la capacidad somunicativa de Flo y su manejo de determinadas situaciones en el grupo de chimpaneés en iberiad. observados, por Goodall, tampoco implicarian el empleode dicha facultad semidtica ya {que no es constatable que mediante tales comportamientos se instituya un uuniverso social, oSea, un universo, poracotado que fuera, diferente yaliena- do de lo real Este tipo de alienacién humanizante carece, por consiguiente, de la hhabitual carga peyorativa que se le atribuye a la expresion, Peto cl esquema que estamos deduciendo no ha quedado todavia completo. Es preciso esbo- ar, al menos, cuales sean las posibilidades o formas de esa NO-Elaboracién de la propia artificialidad que se ha seftalado como contenido de lo artificial pertinente al hombre. Es evidente que han de tratarse de restricciones a ia ‘mencionada alienacién; serdn situaciones comportamientos en que hay tuna limitacién, pérdida o deterioro del ejercicio de aquella “facultad de constitu... un sistema de signos distintos correspondientes a ideas distin- tas” caracterizado por Saussure. Si tal facultad es natural, su posible limita cidn provendrd, ya bien de una decision voluntaria en mayoro menor grado ‘ya bien como efecto de perturbaciones psicosomiticas que pueda sufrir. AL brim caso podemos caractrizarlo como “alenacin funcional” segun- lo, como “alienacién real” Con la expresion “alienacién funcional” seesté haciendo referencia aesa porcién de la tarea de propia humanizacién a la que se renuncia en funcién de la comunicacién social. O sea, se alude a los limites de la medida en que se acepta una impersonal alienacién estandarizada, que constituye la base 2 EL SIGKO comin ¢ imprescindible para la organizacion social dela coexistencia Cada coyuntura hist6rico-social supone una herencia de alienacién preestableci- da, en cuya interioridad se trata de encauzar el acontecer social. Todo ser hhumano accede a la vida comunitaria optando entre un nimero determina- do de pautas que le proponen modelos de alienaci6n, mediante los cuales encontrara resuelto el problema de organizar en forma significativa el caos circundante. En losestudios sobre la evolucion de los primates hacia el homo sapiens, hay una etapa denominada homo erectus en que, con un cerebro todavia inferior a los 1.000 em’, logra adquirir una cualidad que multiplica su potencia intelectual y, por tanto, su capacidad para intervenir en cl mundo: es lo que Robert Ardrey confiesa que le sugirié Kenneth Oakley mediante la expresion “la mente social”. En su facil y entretenido estilo manifiesta: “Mientras escribo estos parrafos, eercito la mente social. Aun- que yo puedo insertar una © dos conclusiones originales, dependo de un cconjunto de experiencias reunidas por miles de investigadores cientificos. Sin estas contribuciones, yo soy sencillamente un hombre con un cerebro normal, un cociente de inteligencia bastante alto, una disposicién a la curivsicid. un moderado valor para oponerse a corrientes de moda, yestoes. tote, De mayor importaneks es para mil mente social. Ps la centralita que reteasmite medi que Fetine fas sefales fe otros cerebros™. Esta mente social geneva tna alicnaciOn que configura los pardimetros de seguridad y de esarrallo de toda comunidad, ELixtivido tenuncia en parte a su auténo- ine ddesarrolie para aprovechar ef desarrollo social; y toda renuncia implica tun sacrlieto. Toxlos aecptamas tal sacrificio, como ineludible exigencia para inteprarnos en una sociedad, ademas de que, para cuando adquinmos tonciencta de tal saenicio, el mismo ya esta consumado. Por consiguiente, el hombre, defirkio diferencialmente, como generador de sus propios sig: nos, se debate entre dos polos: generar su propio sistema de signos, con prescindencia de las dificultades ue para la comunicacion ello pueda acarrearle 0 aceptar los estereotipos de grndes parcelas de significacion ‘mediatizadlos por los sistemas de signos que se le proponen,en su aprendiza- Je cultural, como instrumento de la comunicacion intersubjetiva y comuni- taria, La sociedad sanciona tan s6lo una de estas dos actitudes polares: Ia del autista que se niega a integrarse en cl grupo comunitario. Ningiin reproche social se formula, por el contrario, a quienes renuncian a elaborar su cualidad de humanos, aceptando y adecuandose incondicionalmente a la imagen y cédigo que le propone la alienacién funcional. Li tercera forma de alienacién, la alienacién real (“real en cuanto produce una distancia existencial entre el hombre y su capacidad de humani- zacién), supone una pérdida o deterioro en lafacultad de constituir sistemas de signos, Ya bien porque el sistema,en tales individuos, carece dela relativa ‘stabilidad de los conectores que relacionan a los signos que lo constituyen, sobertAtdtey, La evolucén del hombre: La hipéess del cazado, Madi, Alianza 1978p. mu mM FERDINAND DE SAUSSURE impidiendo la produccién de discursos univocos: ya bien porque el sujetoen cuestidn no logea distanciarse y duplicar en lo simbélico el Ambito existen- cial en el cual transcurre su acontecer; casos, ambos, en que Io que se ‘manifiesta lesionado es la fundamental capacidad de generar y estructurar fos correspondientes signos. No logra la sustitucién de lo imaginario por lo simbélico tanto por carecer 0 por haber perdido la posibilidad de producir diferenciaciones en su horizonte semioldgico, como por haber perdido o por cearecer de la posibilidad de adscribir tales diferenciaciones a los homélogos: lugares de su universo de significaciones. Cuando estudiemos la semiética de Ch, Peirce diremos, més técnicamente: por deterioro en la percepcion de represenidmenes 0 en la produccién de interpretantes oen la transformacién del fundamento, operaciones todas implicadas en la funcién semiStica natu- ral al hombre. Tal seria el auténtico demente (y,en cuanto tal.alienado)enel ‘que se manifestarian los distintos aspectos en que puede producirse la pérdi- da de la capacidad de elaborar su propia alienacién humanizante En resumen, el desarrollo completo del modelo derivaclo dela propuesta saussuriana seria el siguiente: HUMANIDAD NATURAL ARTIFICIAL, Elaboracion NO-Elaboracién de la propia de la propia attificialidad artificialidad ALIENACION ALIENACION HUMANIZANTE DESHUMANIZANTE ALIENACION — ALIENACION FUNCIONAL REAL, Tras este esbozo de la distancia tebrica que media entre el universo semidtico y el universo real, regresemos a la diferenciacién lengua vs lenguaje. Desde el punto de vista de la lingbistica estructural, los conceptos que desarrolla Saussure en este primer punto de su Capitulo III, son fundamen- tales para la restante comprensiOn de sus planteos cientificos. El signo lingiistico adquiere la calidad de instancia definida en el interior del sistema de la lengua. El signo lingiiistico no puede pensarse aislado. Constituye el tembate definitivo frente a la linguistica que pretende adscribir a cada signo su propio teferente. La sustitucién, en cuanto funcién constitutiva del signo, 2 EL SIGNO no se produce cosa-a-cosa, sino sistema-a-sistema, Asi como, lingilistica mente, el signo noes, sino que resulta ser por la interrelacién con los dem signos del sistema de la lengua, lo mismo ocurre en el Ambito de la semiolo- gia. Para el conocimiento, ninguna propuesta perceptuales, sino queresulta ser. después de la transformacion semidtica en que la forma implica la doble sustitucién de si misma y de lo representado por el correspondiente concep- 0; de aqui que conocer no consiste en Hlegar a esencia metafisica alguna, sino en producir, como efecto del pensamiento, ladescripcion topoldgica de los lugares de un sistema, los cuales recién quedan delimitados cuando se determinen las leyes de relacidn que vinculan al signo en estudio con el sistema o subsistema correspondiente; y ello debe cumplirse tanto respect al sistema de las formas (que han de ser utilizadas como unidades de un determinado lenguaje) como respecto al sistema del universo a cuyos ele- mentos tales formas sustituyen, Esto es lo que Saussure realiza: no parte de una previa definicién de lengua o lenguaje (en forma que hubiera sido aprioristica y en algtin modo. metafisica), sino que los opone para, mediante la tarea de ir evidenciando. sus relaciones comunes y sus relaciones diferenciales, llegar a poder produ- cilos en cuanto instaneiay internas (explivitimente detinibles) del sistema. de ta cient ef Tigptistiva Pere haste cl moniento, ki labor hia Heide solamente hasta poder musttar Le aterdependencis existente entie esos «lay signos’ lenguaje y lenis. LLlenpye ajiedis neluade en el imbito de ie antropolégico como ta Locultad semuitics dferenctal La lengua conereta un sistema de signos. (euvar matcralichad perceptual es de naturaleza actstica) prevenientes de la Facultad, ermanantemente delimirada, del lenguaje, Se comprende, también tora relacidn saussuriana citada al comienzo de este trabajo, que expresa que “es la lengua la que produce la unidad det lenguaje”. O sea, si bien la lengua conereta los signos provenientes de la facultad del lenguaje, esta ‘area es, simultdneamente, constitutiva del enguaje. Es la misma actitua de la que participa la psicologia de la forma. Gestilticamente, la totalidad precede a las partes, En el enfoque antropoldgico, el lenguaje esa totalidad (facultad) la lengua es tan s6lo una de las delimitaciones posibles (funcién) cen la interioridad del lenguaje. Desde el punto de vista de la lingiistica como ciencia, la lengua es una totalidad especifica (fonética) y son sus leyes las que confieren o no calidad de lenguaje a los conjuntos fonéticos que se propon- gan a su estudio; no todo Io incluido en la actividad verbalizadora es lenguaje, sino s6to aquello que queda organizado en lengua. Para la semio- logia, el enguaje impone sus condiciones fundamentalesa todos los conjun- tos significantes (formas perceptibles sensorialmente) con pretensin significativa, Pero, todavia, es necesario enriquecer las elaciones existentes entre estos signos, para lo cual serd necesario introducir una tercera instancia: el habla, Por eso, en un segundo momento epistemologico, Saussure estudia las relaciones existentes entre lengua y habla. FERDINAND DE SAUSSURE HL La Oposicién: Lengua / Habla, No ofreve una nitida coherencia la reflexién a partir de la cual Saussure clabora esa distinci6n. En una lectura inicial, pareceria que la oposicién, Iengua vs, habla podeia ser reconducida a la mas amplia (y que.semiol6gi ‘mente, ha de ser fundamental) existente entre sistema vs, discursa. Pero el conocido comentario al ambito semantico de la palabra alemana “Rede” elimina esc intenta de correlacién: “Rede corresponde,aproximadamente,a “parole” (habla) pero le aiade el sentido especial de “discours”(discurso)” (p. 31). Luega, en el pensamiento saussuriano, habla y discurso no son homologables La primera caracterizaci6n con que comienza a destindar el ambito dea Fenguit es la de consistir ésta en un “Vineulosocial” enya maturtlera expec ca estaria constituida por el discutidin concepto de “Suma de imigenes verbales almacenadas en todos los individuos” (p. 30) Frente esto el habla queda caracterizada como una “prietica” capa de depositar cse “tesoro (la lengua)...en los sujetos pertenecientes.a una misma, comunidad Asi, aleanza uno de sus fundamentales riterios delimitadores: “Separan- do la lengua del habla, se separa al mismo tiempo: I®) lo que es social de lo ue es individual; 2°) lo que es esencial de lo que esaccesorio y maso menos accidental” (ibidem). La doble observacin aqui formulada mereve vonside- raciones irdependientes. La oposicidn entre lo individual y Jo social, si bien proporciona un principio concepuual de diferenciacién entre habla y lengua, requiereadver- tir, no obstante: a) que lo individual queda debilitado y no podia ser de otto ‘modo tratindose de una consecuencia de la facultad destinada a la comuni- cacion) per la inelusién del habla entre los fendmenos sociales (es una “prictica” social) h) aie lo social dle la lengua no es una “stuma” de las imagenes verbales, sino una articulacion (0 intogeacion en Un sistema Virtual) de! conjunto de los signos lingistivos poseidos comunitariamente, No debe interpreturse esta relacion entre habla y lengua. cuando Saussu> re denomina a la segunda como “producto social”, en cl sentido de una relacidn causallsta, Ello no tendria sentido en un pensador que tuvo una de las mis icidas aproximaciones epistemol6gicas los planos en que transcu re la taree de claboracién de los objetos, formal y material. de una eiencia (anticipando en unos 15 afios lo que el Circulo de Viena, que comenz6 sus reuniones en 1923, habia de tardar en precisir) cuando manifest: "Lejosde preceder el objeto al puntode vista, se diria quees ef puniode vista el que crea al objeto y. por otra parte. nada nos anticipa que una de tales maneras de ‘considerar el hecho en cuestion sea anterior o superior a las otras" (p, 23). En cuanto a la segunda observacién, debe reconocerse que utiliza un débil criterio de diferenciacién cuando acude a los conceptos de “esencial”™ por oposici6n sorio" y “accidental”. Con ello incurre enel criteriode considerar al conocimiento como una esencia a la que seria necesario n EL SIGNO distinguir de los aparentes aecidentes que lo envuelven y ocultan. Eseviden- te, no obstante. que la intencién de Saussure ha sido atribuir ala lengua el valor de esiructura ‘edrica que es preciso construir ya que no se ofrece inmediatamente a la observacién directa, mientras que seflala al habla. justamente. como el nivel observacional y empirico con cuya mera acumula- cidn de datos nunca llegaria a formalizarse la linguistica en cuanto ciencia Pero esta terminologia no se encontraba disponible en el tiempo en que Saussure dictaba sus cursos, siendo posterior claboracién de la Filosofia de la Gencia Como desarrollo de esta primera oposicién entre la lengua como vinculo social y el habla como prictica. Saussure va enunciando nuevas caracteristi- cas diferenciales: LENGUA WARLA No es funeiin dl suena abate producto que el indviduo regis pasi- Es un aco individual de voluntad Nana supene premiaenia sun act individual. de itlipncia Ta eflevin ne nerve ms ve at En el acto del habla son dintingibles a) Las combinaciones mediante las cuales, sujet hablante ui el eigo de a en eva by el mecanismo psicofisico que e permite ‘exteririzat tales combinaciones De tales caracteristicas, destaca esa especifica pasividad del individuo respecto a la lengua; las restantes no hacen més que desarrollar las formas de tal pasividad, Situindose al nivel del sistema de la lengua, en cuanto “sistema gramatical virtualmente existente en cada cerebro”, Saussure atribuye a cada individuo el papel de ser soporte necesario de dicho sistema, Una, no obsiante, de las caracteristicas diferenciales atribuidas a la lengua produce cierta inquietud: es la relativa a la reffexién, la cual no intervendria més que para la actividad de clasificar. Por remisin del mismo Saussure sabemos que tal actividad clasificatoria consiste en las que deno- mina “relaciones sintagméticas” y “relaciones asociativas” (p, 170). Esto ssuscita [a siguiente pregunta: ;Perienecen, dichas relaciones sintagmaticas y aasociativas, a la lengua 0, mds bien, ala lingOlstica, formando parte de su ‘objeto formal? Que el punto de vista constituye el objeto de la linguistica es * FERDINAND DE SAUSSURE tan cierto que el hecho de haber percibido Saussure relaciones como las ‘mencionadas, implica haber adoptado un determinado punto de vista constituyendo és ylas relaciones desde €l percibidas,elelemento fundacio. nal de la Linguistica estructural, Por ello, dicha actividad de clasficar noes tun objeto de conocimiento de los individuos, sino la construcci6n de una actividad teéricamente supuesta que permite conferircoherencia tanto un momento sinerénico de una lengua, como a sus cambios. 0 sea, a su transformacién diacrdniea: e trata, pues, de una identificacién en el émbito teérico de la lingiistica y no de una experiencia de cuyo acontecer pueda ser consciente el protagonista En lo que se refiere a las caracteristicas del habla, Saussure se limita a rmosttatel grado de participacion dela individualidad en elacto ocomporta- ‘miento, ahora si pleramente observacional y constatable. En tal sentido, se Timita a identficr la doble operacin cumplida por dicho individuo: la de “ombinatoriarespecto i las entidades del cOdigo ylarelativa ala exterioriza- cién de les combinaciones disponibles mediante el correspondiente mecanis- imo psicofisico. Ferdinand de Saussure desarrolla extensamente los caracteres de la len- {gua y s6lo incidentalmente se preocupa defijar determinadas caracteristcas del habla, Esto es coherente con la tatalidad de su pensamiento, ya que cle su tarea ai desarrollo de una fingustica del habla..Como toda proposicin Tundamental de una teoria cientifica ello contiene una estructura un tanto circular 0 tautol6gica: mal podria haber una lingtistica del habla si ia Tingdistica, en cuanto ciencia, consiste en la adopcién de un particular punto de vista que crea su objeto. Esta ereacién acontece a parti de los Gatos del habla pero nio consiste en el habla: o a partir de determinados presupuestos tedricos eon los que quedarin ordenados los fendmenos del habla: pero en uno y otf0 caso lo que se constituye es lalengua como sistema tedrico capaz de dar cuenta de las observaciones empiricas correspondien- tes. Conscientede esta dualidad, cuida de dejar bien establecida la respectiva demarcaciSn: "Se puede, en rigor. conservar el nombre de lingstica para ‘cada una de ambas diseiplinas y hablar de una linguistca del habla, Pero sera preciso no confundirla con la linghistica propiamente dicha, aquélla cuyo nico objeto es la lengua. Nos abocaremos Gnicamente aesta itima y si, en el transcurso de nuestras demostraciones, nos proporciona luz el estudio del habla, cuidaremos de no borrar nunca los limites que separan ambos dominios” (ps. 38-39). Los estudios relativos al habla tomaron Consistencia en escuelas que optaron por las tesisempiristas y behavioristas, entre las que destaca la General Semantics que llega, en sus més conspicuos desarrollos, como son los de Alfred Korzybski' 0 S. 1. Hayakawa’, a formular audaces conexiones entre el comportamiento verbal y la salud *Alftea Korzyski, Science and Sanity: 4m imroducton to Non Aristotelian Systems and General Semantics, Lancaster, Science Press Pring, Company, 1933 +5. Hayakawa, £7 lenguje en el pensamiono yen la acciin. México, Uteha, 1967. FL SIGNO fisiolégica, en el caso del primero de estos autores, o a afirmar arbitrarios postulados sobre laética de la semaintica en que se comprobaria la preferibi lidad de la cooperacién sobre el conflicto, como es el caso del segundo autor. La escasa aceptabilidad de semejante propuestaratifica la oportunidad advertencia de Saussure, En cierta forma podria decirse que los intentos de onstitair una linguistica del habia, con rigurosa pretensién ciemtifica, ha ‘conducido al campo de la seméntica, ya bien tratada en la perspectiva de la Tégica, como la llamada “Escuela de Varsovia" (Lesniewski, Kotarbinski y Tarski)’ fijando el segundo de estos autores, Kotarbinski. el trmino “Pra- xiologia™ para referirse a “la ciencia dela accidn eficiente™: ya bien desde la perspectiva generativa, como lo hacen, entre otros, aparte © incluso al margen de Chomsky, Jerrold J. Katz y Jerry A. Fodor’; ya bien, retoman= do el concepto de praxiologia y encuadrando al habla en ios problemas dela ‘comunicacidn, en los estudfios de V, Sanchez de Zavala’ {La actitud adoptada por Saussure hace que, al continuar el desarrollo de las diferencias entre lengua y habla tienda més a completar las relativas a la Jengua que las que configurarian el habla, quedando estas tiltimas como interrogantes cuya formulaci6n puede resultar. no obstante, fructifera par la reflexi6n epistemoldgica. Fn el siguiente cuatro contrastador de caracte- res trataremos de enfrentar enunciados eorrespondientes a ka lengua ¥ al habla. os en que Saussure no los ha enunciado expresa- mente; tales casos podria idemtilicarse porque estan en su forma interroga- nan _ Objto bien dens enelconjonta hee = {Objet inden en clconjuntoetend sco de tos nehon oe lenge (p31), tito de oe hee del Kenge? —Aaels porcindeerindade cea — erence ase mnmocici tedondcuratmagenalnivscsniacen part dl ecto sala? sn concept 31 rEague opi del Carmen Babes Nave La semis conn tera Insc, Mate Gros. 1 "Tadeusz Kotarbinsk, Pravolgical Sentences and Hos They Are Proved. en Logi. Metho- {ology and Philosophy of Science Proceedings ofthe 960 Intemational Congress, Es. Noe Suppes and Tarski), Stanford, California, Stanford University Press 1962 ps. 211 ys * eerold J. Kateand Jey A. Fodor, The Structure of Semantle Theory, ea Readingsinthe Paychology of Language, Ed. L.A, lakobovis and M.S. Miron, Englewood Clifs. New Jersey, Prentice-Hall. 1967; ps. 398 ys. (publcado ongiariamenic en Language. Vol. 3, ‘Apmilune 1963: ps. 170-210, "Victor Santer de Zav Arid, Sipe NXI, 197 Indagaciones pravioliieas sobre la activi ingistica, Ma w FERDINAND DE SAUSSURE LeNawA HABLA Parte si de lempasi, exteriors ind Parte individual de lenguajeexeror al vido (pF inividuo? —pusce individual deh lenguaie, smerior a individoo? 'V=-{Parte social del lengua, interior ab individu? —Findviduo, por sso. no ped crear — Puede cl indviduo cterls0 modi odiiarls (p) i =Séo eve en vita de una especie dere com ndependencia del contato? ‘ontato establecc entre os membros 30. na comunidad =H individu necesita un aprentizaie pe “So pristica, crequire wo aprendiaje? ‘a conocer si fancionanncnt (pM clvsidal ie Pode perder, comervndove la lee va (biden) Se conser sun per bia ip wares independence {Puce estudiar oon Pome abla (p30 Ha senda de a lengua slo es posible jena del habla (ses pos Sinoseinmneuyenotronclementosip 31). ___sble tal cena) la mama depuracion? Lar Tengu ede natusalsra bomogines _—jbl Baba es heterogénea como, sepia 2) ‘Suse. he leu? Es um astoma de ignoe dode fo nico fesenca es faunin d semido ve Tama fem acto. endo fs dos partes sono 0s signos gue ia Cnsttuyen? ‘euamentepsiguca (p32. TFs un objeto de naturale idem) {Cullen son tos signos del habla? :Re- Guieren Ta eaticacon colectivg? Ws up bjs de mauralera concreta conse 1 signs linguists son asocaciones ficadas port consentient elective Ww Son realidades que tienen suusiento en — Cull es la realidad de os ignos del ha- sl cereheo (P22). bli? {Cul es ou har pertinent? Son, por as desir tangbleslaeriuta ——__—Seria imposible fotografia. en todossus puede Tharos mediante imdgenes convene detalles, low actos de habla (biden), ‘ionales (p32. Podemos prescindir de esta Ultima observacién, de mero caricter técnico, que ha quedado contradicha por la evolucion de la propia técnica fotografi- a; si Saussure deja de lado el estudio del habla, lo hace en procura de una pureza metodolégica que, en su momento, se imponia como una exigenci imprescindible para conferir rigor cientifico a su disciplina. El progreso que u EL SIGNO permits registrar Spticamente la descomporiciin de los sonidos el simplemente, superd ta inaprenibedifcultad vom que se enfremabs fonacién de una palabra. por pequeha que si, supone una inna ce mmovimientos musulares extemadamente dics tle comacer represen tar (p32) Las preguntas. no formulas por Saussure, a las que hein dado forma agunos casos, respucstas muy obviaspero-en general sve te eula para Constatar Ta posbiidad de una cienca acerca del habla at como para detctar una serie de problemas y evalua sia semantic, condita, logic, gnerativa praniobgien da debidamente cusnta de lls {Cull eselobjetoalque tiende Sausureal enumerarestoscaractere dela Lengua? Et bjeto de la linghstica no preeniste a propia ingles come segin hemos visto. se encarea de dejar debidamente estableido: por el To: Por exo Saussre no parte de un concepto de lengua dad, sno que sale justamente, en st bfngueda. En a mediad em que loconsiga habré podido, Simltaneament,establecer la exsencia de un ciencia dea linguists, Lo aur es la engua (yen consecucncl, fo que lepusn a ser lossignos lings cos dberd ne paid como clevto de intiaeion desu propio dscura sabia aguello qe se pretend Har a Sabet. No Ty que malintrprtar el sentido de ets observaeibn. texto que utzon pra neg lst del pensamiento de Sas se jamoso Curso, tal eomo nov ha lgadoen aversion de salumnos Chaves Bly Albert Sechehaye. Com independency de las mterpolacione ue pueden proceder de quienes le diron forma, ln exposcton le Snunsre fiditia 9 no pretendeconservarclorden logic dl aesartollodeum tabayo ae invenzacidn, Ones es peso dating ete orden despot coherent deductivo.Agut nos encontramosanteun texto queconsereaun determinado orden de exposicion, Cuando Saussurese eee ala disneion entre fenguay habla fo que hace cs mostraros conclusiones importantes las que ha legado,en tempos y por procesos que pueden ser totalmente distintos,y queen nada afectan ala ubvacion a eomienzo desu teato och sus clases iniroductorias} de tales conclsiones, Peo. tambven lo quetiaceea Valorar la calidad tenia de laestructura cinta que vaa proponeryencso Consist buena parte dela calidad yactusidad que poseesapersamiento: Io cesar rola con cara conciencia de fs problemas epstemologicos que impli: Cala area a que entrena¥, as, simultineamentc-nos enscha ings Teoria de la cena Fscurioso ie padeaca un certodesenfoque respect ala labor cietiiea en disciplina ajenan a st expesialidad. "“Otrasceneas opetan sobre ebjetos duds por aniipado y que pueden considerar. de nmedito, desdediferens tes puntos de vista" (p. 23), Esevidente que entea los cuerpos celeste qc FERDINAND DE SAUSSURE estaban en el firmamento antes de que la astronoraia (osu etapa arqueoldgi- ca: la astrologia) los tomase en consideracin, los astrénomos, al menos en Ta resentida mirada que Saussure lanza en torno, disponian de ellos a su antojo. No considera Saussure que antes de que él consolidase Ia lingiistica también existia el lenguaje y los hechos del habla lo anteceden desde siglos {que comienzan con los interrogantes que hoy se plantean accrea de su posibilidad en el hombre de Neanderthal". O mas bien, tratade demostrar que nlexistencia no le sirve, al menos con los medios de observacion y analisis, de que dispone, para conferirle status de objeto formal de su ciencia; por fes0 rechaza de su campo de estudio a una lingiistica del habla, como a la posibilidad de un registro de los matices de la fonacidn. Sin embargo, entre €1 habla como existencia y los cuerpos celestes como existencias no puede formularse diferencia alguna en cuanto a que ambos no existen para la ciencia hasta que se adopta el especitico punto de vista: el cual,en uno y otro ‘caso habra de transformarlos en los correspondientes objetos formales. La Ciencia, en cuanto produccidn de su propio discurso, tiene una vida que no es ftra que la de los signos mediante los cuales dice a un universo de objetos determinado, sin que tales objetos o tal realidad participe de la vida de dicha Ciencia, Pese a las resonancias organicistas que pueda despertar lo que acaba ‘de manifestarse se trata de uno de los criterios fundamentales de la actual teoria de la ciencia: criterio anticipado por Peirce, aproximadamente en la misma época que lo hizo Saussure: “La trama_y la urdimbre de todo pensamiento y de toda investigacién son los simbolos y... la vida del pensa~ hniento y de la ciencia es la vida inherente a estos simbotos", en uno de los pitrrafos mas citados de la ingente obra del filésofo norteamericano". ‘A Sauissure no le interesa desarrollar las relaciones conceptuales del signo-habla, justamente, porque no va a construir una lingtistica del habla. Et hecho de oponerlo al signo-lengua esa los meros efectos de evidenciar con mayor eficacia la estructura pertinente a este sltimo. “Observese que hemos empezado a hablar de “signo-lenzua” y de “signo- habla". Precisamente, porque lo que ha logrado hacer Saussure ha sido transformara la lengua y al habla en el par de signos correspondientes y asi hhacerlos objeto de conocimiento de su disciplina, Vamos a continuar nues~ {ro anilisis de st texto tratando de reconstruirel desarrollo légico mediante el que se cumple esta transformacién. De misesta decir que Saussure no usa tales expresiones (signo-habla y signo-lengua), pero llega a conferirles un valor tedrico, especialmente ala lengua, que implicitamente los transforma cn tales. Nosotros los utilizamos en las paginas siguientes para diferenciar claramente el nivel existencial y el nivel e6rico en que la lengua (y el habla) pueden situarse, ° Soe hipesis de Brone-Wolpof ver W.W. Howells, Neanderthal: Names, Hypotheses and Scenic Method. en American Anthtopolopst. V. 16, 1974 "ch, S. Peice. Op cit, parigrafo 2220 R ELSIGNO Para proceder al conocimiento de un signo (o sea, de una estructur quic posee un lugar en un determinado sistema y que se define por las relaciones Que, en cuanto tal lugar. guarda con los restantes lugares constitutive del Sistema: valga esta primera aproximacidn al concepto de signa, ya uc los postetiores estudios sobre Peirce y sobre Morris ayudarin a coneeptwalizat= To especificamente) es necesario optar entre dos procedimientos: ose estudis al signo hacia su propia interioridad, o se lo estudia vinculéndolo con otros signos del mismo sistema.Optaremos inicialmente por este segundo provedi- rmiento por ser el que se ajusta al desarrollo que realiza Saussure en est parte de su exposicion. Mis adelante nosadentraremos en el desarrollo de Estructura del signo, Todavia debe advertirse que todo signo se vincula con otros signos, ya bien en la contigiidad imtegradora de un discurso (relaciones Sintagmatieas) 0 ya bien en la simuftaneidad articuladora de un sistema {(relaciones paradigmaticas). En el cuadro siguiente se ha optado por esta Ultima variante, ya que también es tal la intencidn de Saussure en cuanto 10 fgue tiene en vista es la descripcion estructural del sistema de la lengua ‘Alairdas Julien Greimas olrece un modelo elemental de estructura: “La estructura —dice—es el modo de la existencia de la significacién, caracteri- fado por la presencia de la relacidn articulada entre dos semas"” y lo simboliza mediante: A/t(S)/8 Nosotros, en vez de hacerlo entte semas (ya que no tratamos la problema- tica particular de la significacién, lo haremos entre el signo-lengua, por una parte y las terminales de sus posibles relaciones, tal como hemos visto que las propone § SIGNO-LENGUA LENGUA kiimiaciin—aprentisae—deimitaciin —comersactin parcial esiencia merioridad pantatdad ndepentencia { incu de { UIRCHOS DEL INDIVIDUO IMAGEN Y HABLA LENGUAJE CONTRATO TENGUIATE once) EXTERIOR COMUNTTARO INCOR oererem™~ens " Atgiedas Julien Greims Semnrceextructural, Madrid, Gredos, 1973; p. 32 FERDINAND DE SAUS URE El papel que cumplen los elementos terminales de las distintas relacion en que Saussure sitéia a la lengua (“hechos del lenguaje”, “individuo™, NGireuito de asociacién de imagen y concepto”, “habla. “lenguaje exte- rior” y “contrato comunitario”) es el de signos delimitadores, es decir ‘aquellos que no tienen otra funeién que permitir la transformacion de la Tengua en el signo-lenqua pertinente a la ciencia de la lingiistica. Ocupan los lugares del “A"y el “B” en el modelo de Greimas. Los elementos conectores (“delimitaci6n”, “interioridad™., “aprendiza- je", *parcialidad”, “conservacién”, “independencia”. y “existeneia)” atri- buyen un valor a las relaciones que median entre la lengua y sus propios signos de delimitadores, A través de tales valores o leyes de relaci6n intra-sis- témica, Saussure elabora la forma conceptual del signo-lengua. ‘Se llega, asi. una definicion explicira del concepto de lengua tal como ha sido producido por st. pensamiento cientifico: Fy una delimitacién en la imerioridad de tos hechos del lenguaie gue solo toma en cuenta parte de los ‘elementos integrantes del circuito le asociaciOn de imagen ¥ concepto y parte de los hechos constiativas del lenguaje exterior, cuya existencia requiere det ‘acuerdo comunitario y-@ la cual ef individuo accede mediante un aprendizaje Siendo su conservacién independiente del fenémeno del habla ‘Saussure ha ido haciendo explicitos, 0 sca, sacando de la nebulosa de 10 indiferenciado y enuneiando expresamente uno por uno, cada uno de los tlementos con ios que, sin ser lengua, se relaciona la lengua. Hay, todavia, rho obstante, una vaciedad en cuanto a las calidades de las relaciones establecidas. Si bien, con ellas, el fendmeno de la lengua pasa a ocupar el nivel tedrico en cuanto signo-lengua, es tal signo-lengua el que deberd ser Ucfinido explicitamente a continuacién, Y este segundo paso en la tarea esiructuradora de la lingdistica, Saussure lo da sin advertirnos que la exposicidn ha cambiado de plano: aparece entre las caracteristicas que va mencionando como recapitulacin de los earacteres de la lengua, SIGNOLENGUA sicnos.craricos s EL SIGNO Las relaciones ya no se establecen entre la Jengua y otros signos, sino centre el signo-engua (claborado en las anteriores delimitaciones) yl sistema de signos-lengua en el cual queda incluido. Las relaciones que a este efecto tenuncia Saussure se refieren a las cualidades de tal signo-lengua: “homoge- neidad™. “sentido e imagen aciistica”. “asociaciones colectivamente ratifi- cadas” y “realidades mentales y concretas”. El paradigma asi organizado tiene dos expansiones: una hacia el sistema de signos-habla y otra hacia el sis- tema de signos-gréficos (escritura). En ambos casos, ya no esl signo-lengua el que e814 siendo desarrollado, sine! sistema de signos-fengua que, median te estas nucvas relaciones se {ransforma en entidad te6rica propia de la lin- _nbistica y, en cuanto tal, en signo-sistema de signos-lengua. Para este ‘iltimo nivel, respecto al sistema de signos-habla la relacién es de “conocimiento” e “independencia™; respecto al sistema de la escritura lo es de “transferibi- lidad."™ Disponemos, asi, de una nueva definicién explicita, esta vez correspon diente al signo-sistema de signos-lengua: esun conjunto homogéneo de signos- lengua, en cuanto realidades mentales y concretas, de los que importa su senti- do y su imagen actistica y destinados a fijar asociaciones colectivamenteratifi- ccadas. El signo-sistema de signos-lengua es transferible a otros sistemas: de signo-habla y/o de signos-eréficos, siendo cognoscible con independencia de tales otras sistemas. 'X partir de aqui, Saussure puede pasar a referirse a la semiologia en cuanto sistema general de los signos del Ienguaje. Para ello es suficiente con amplize las oposiciones en estudio, hasta abarcar fas relaciones (y fijar la naturaleza de tales relaciones) que vinculan al signe-sistema de los signos-len- ‘gua con los restantes sistemas capaces de servir de soporte a las distintas Tormas de organizacién de “sistemas de signos diferentes” que el hombrees capaz de generar. Aleanza, de este modo, en una nitida derivacion epistemo- Logica, su propio concepto de semiologia: Se puede, pues, concebir una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno de 1a vida social”. a cual “nos ensefiard en qué consisten Jos signos ¥ qué leyes los rigen” {p. 33) Nosotros relegamos su estudio para mis adelante, ya que todavia queda mucho por decir acerca de los signos-lengua. En efecto, tan s6lo se ha analizado su relacién con otros signos, o sea, su estructura exterior; en lo que continiia analizaremos las consecuencias a que conduice la propuesta saus- suriana acerca de su estructura interna, IT. Los signos-lengua en su estructura interna “Es preciso situarse, desde el comienzo, en el terreno de la lengua y tomarla por norma de sodas las restantes manifestaciones del lenguaje” (p. 25). En base a lo estudiado anteriormente, la afirmacién de Saussure exige partir de un conjunto con la calidad de sistema, dentro del cual y s6lo en Virtud del eval quedardin ordenados todos los fenémenos que derivan de la Facultad del Ienguaie FERDINAND DE SAUSSURE Este sistema est4 constituide por elementos de natuealera especifica, fos signos-fengua, ue slo pueden ser definidos en interaccién con el sistema al «que. simulténeamente, estructuran y por el cual resultan estructurados. No hay signos, si no es en funcién de un sistema; tampoco existe sistema mis gue en funcidn de los signos que contiene. El estudio de un tipo especifico de signos (en este momento particular de nuestro trabajo, el estudio de los signos de la lingiiistica) requiere que cuanto de ellos se diga, sea coherente(y constitutivo) respecto a cualquier afirmacién que pueda plantearse acesca de la totalidad del sistema, De aqui las particularidades que atribuye Ferdinand de Saussure al signo-lengua, Debe contener todas las caracteristicas y s6lo aquéllas me= diante cuya expansin pueda produeirse el sistema de la lengua. Y asi la lengua, en ki lingistiea estructural, no serit considerada come cosa. 0 Sea, ‘como fendmeno existente, sino come conocimientotcerea de determsinaslos Por eso, los signos de ki lingdstica (Ios signos-lengua) no son las pala bras, sino un tipo particular de entidades cuyia estructura es preciso elabo- rar. Puede decirse que la palabra es la cosa, mientras que elsigno-lengua es el resultado de pensar cientificamente tal palabra-cosa. Esta reflexidn es fun damental para que podamos situarnos en la perpectiva adoptada por Saus- sure cuando afirma la estructura dual del signo-lengua, constituida por un significante y un significado, Del par significante-significado se habian ocupado ya Aristételes, San Agustin, la escolistica, los gramaticos de Port-Roval, ete. Perosélo captan- do el particular sentido que recibe esta bipolasidad en el pensamiento saussuriano por remosentrentar la problemtica dea lingistica estructural y de la semiologia a que da lugar. No ex un problems complejo, pero tampoco es Facil verlo. Sugiere una de esas iusiones Spticas en que la perspectiva de un eubo, tan pronto se nos aparece en su aspecto eéncavor como en ef convexo. Lo peligroso «s afirmar axpectos relativos a su convert ‘dad cuando lo que se esta pereibiendo essu concavidad y viceversa. La causa principal de ambigtiedad en los signos-lengua esta constituida por su aspec- to significante. ya que el mismo nunca lo es de modo totalmente originario, sino que siempre puede ser considerado como rransportanco el significado de ‘iro significante que pettencce a un nivel “més” originario. Someramente enunciado, la palabra «cielo», en su forma escrita o verbal, es un significan= te. Su significado noes el cielo cuya inmensidad canteenplamosensi campo fo entrevemos sobre los edificios de In ciudad; su significado es vn lugar ‘conceptual que, en ¢l orden de nuestros conocimientos, vulgares o cienti= ficos, ocupa el cielo visible. Pero también el cielo con su falsa coloracién azul cs un signifieante, ya que lo percibimos como forma a la que atribuimos un valor, 0 sea, como forma de la cual pademos afirmar que sabemos lo que es: ¥ tales, como veremos, el sentido fundamental del concepto de significante, Ahora bien. el significado del significante “cielo”, en cuante signo-lengua, wv EL SIGNO es algo que acontece, conceptualmente, en el ambito de la lengua, sin transeredir sus limites; mostrar qué es Io que acontece en el sistema de a lengua y cmo acontece, es el tipo de transformacién a que tenemos que someter la palabra “cielo” para pensarla lingiisticamente, ‘Se acaba de decir que todo significante es siempre ya significado de otro significante “mis” originario, Pero la transformacién de un significado (que Io es de agin significante tomado como inicial) en significante destinado a la produccion de un nuevo significado, no es una operaci6n interna a un finico signo, sino un proceso que involucra, no S6lo dos signos. sino dos sistemas, va que cada tno de tales signos pertenecea un sistema distinto, Por esto, la operacién que en tal caso se cumple bien puede ser considerada como traduccidn: su estudio no puede agotarse, por ello mismo, en el puro mbito de la lingiistica, sino que debe tomar en consideracién las leyes ccorrespondientes a la linguistica ya aquel otro sistema al que pertenece el precedente par significante-significado, Siguiendo nuestro clemental ejem- plo, el significado del significante verbal “cielo” no nos conduce al vielo sino Que es el camino de entrada al infierno de la linguistica. O sea, “cielo” cuanto uno de los signos-lengua, encuentra su significado en el interior de un paradigma perteneciente a la lengua castellana, en el que se articula con “celeste”, “celestial”: 0 en el interior de otro paradigma de la misma lengua que nos permite construir “cielo-s" 0 de otro.que nosimpide decir “ciel-a” eteétera, Fs evidente entonces que el problema de la semintica se plantea. no como problema puramente linguistico, sino como problema de interrelacion entre lugares determinados de sistemas-lengua distintos. Cuando hablamos co- munmente del significado de un término, no solicitamos una respuesta que nos lo ubique en el interior del correspondiente sistema de la lengua (salvo que el significado solieitado sea metalingiistico, pero ello suele ser la texcepcién) sino que la respuesta solicitada habs de encontrarse en otro sistema diferente al lingiistico (sin que deba desorientarnos el hecho de que se nos enunciaré mediante signos-lengua), Nos enfrentamos, por lo tanto, a la equivocidad del concepto desiemifica- do, No debe extrafarnos, ante la muy abundante literatara al respecto que, ro obstante, no ha logrado clarificar e tema adecuadamente. Posiblemente el desarrollo que procederemios a hacer de la famosa propuesta saussuriana, siga el mismo camino: pero, al menos, habri demostrado algunos aspectos def andlisis que no podran dejar de ser tomados en cuenta. ‘Los diceionarios y Ia forma convencional de aprender un idioma extran- jero (memorizando lo que significan interminables listas de palabras) influ- yen en este desenfoque. Los diecionarios, especialmente, cuidan de dar definiciones precisas. Entre quienes han trabajado cl tema, desde un enfoque empirico pero con intencidn de lograr algunas generalizaciones inductiva~ ‘mente vilidas. destacan Alain Rey y Marie-José Rey-Debove"*. El problema ° Atuin Rey. propo del definition en Cabicts Lexicographiques ® 6 1965: p. 68 5. FERDINAND DE SAUSSURE fue asumido por los organismos internacionales: “Antes de la segunda ‘guerra mundial, la International Federation of National Standard Association (1S.A), partiendo de la experiencia lingtiistica tradicional, coleccionaba 0 fijaba en primer lugar los términos —o sea, los significantes— que remitian ulteriormente a sus definiciones, las cuales delimitaban las nociones, Pero tuna experiencia de 25 afios ha lievado a la International Organisation for Standardisation (L.S.0.), sucesora del LS.A., a adoptar, desde 1953, el provedimiento inverso: ir desde las nociones a las definiciones, y desde las Ucfiniciones a los términos" (el afladido, entre guiones, ¢s nuestro). Pero tales definiciones continiian siendo consideradas en su aspecto linguistico. “La definicién —escribe Alain Rey— es una frase corta destinada a cubrir cexactamente y a sugerit lo que se llama el sentido, es decir, el conjunto de valores de empleo de un conjunto de sonidos, de letras, tratese de un ‘nombre’ o de una expresidn. Esta frase esti constituida por una palabra central, que designa una nocidn que engloba la de lo definido (tal et 'género proximo’ de la Idgica) y que esta calificada por otras palabras, cuyo rol Consiste en distinguir el sentido a definir de todos os otros del mismo género (los alumnos de filosofia habsain reconocido la “diferencia especifica’y"™. Las definiciones, aparte de sus caracteristicas logicas y que hacen a su calidad en cuanto tales, deben ser consideradas como enunciados lingUisti- ‘cos acerca de caracteristicas deentidades no lingusticas; 0 sea, generalmente, ‘través de una definicidn, se relaciona un signifieante lingistico con otro Significante de naturaleza no lingdistica, lo cual cumple dicha definicién ‘mediante la descripcién de ciertas calidades de tal significante no linguistic. El concepto de “sentido” suele complicar mis el probleme por cierta supetposicidn con el “significado”. Greimas no logra diferenciarlos adecua- damente, pero adopta una perspectiva totakmente coherente con lo que Yenimos enfocando: “La significacién no es, por tanto, mas que esta trans- posicion de un nivel de lenguaje en otro, de un lenguaje en un lenguaje diferente. y el sentido no es mas que esta posibilidad de rranscodificacion"". ‘{Cual es, entonees, el valor de la expresion de Saussure: “EI signo ico une, no una cosa y un nombre, sino un concepto y una imagen aciistica” (98)? Estudiando los dos pares que contrapone, podemos ubicar del lado del significanve, ya bien al nombre (Io que niega). ya bien ala imagen aetistica (que es lo que afirma); y del lado del significado estarian, ya bien la cosa (con la que niega la relacién), ya bien el concepto (término aceptado de la relacién que plantea). De los cuatro elementos enunciados, tres pueden calificarse como “mate- Ver, también, MarieJose Rey-Debove a definition lexicographigue, en Cahiers Lexeographi- (que mB, 1986: ps 71938 « George Mounin, Los problemas eric de a traductin, Madrid Gredos, 1971: p. 154 fan Rey. Presentation de Dcsiomare en Dichonnate Aiphabetque et Analogue dela Langue Francaise, por Paul Robert (Petit Robert) Pars, SNL, 1972: p. XVI [Agia Juion Geis, Du Son, Paris du Seuil, 1970: p13 w EL SIGNO riales" la cosa, el nombre y la imagen acistica. Solo el cuarto, el eoncepto, Surge a primera vista como abstracto y como tal lo califica el mismo Saussure. Pero, respect a la imagen dedstica también nos dice que la considera como “la huella psiquica de ese sonido, la representacién que nos proporciona el testimonio de nuestros sentidos”, eiminando, asi, la calidad, ‘material de tal sonido, Dejemos de lado el psicologicismo del que se le ha acusado; es un rastro, cen su texto. del paradigma cientifico (en el sentido en que habla Thomas S, Kuhn)" que le es contemporineo. Lo importante es que Saussure esté afirmando la inmaterialidad de las perspectivas componentes que integran las dos caras del signo, tal como él Io define: “El signo linguistico es, pues. tuna entidad psiquiea de dos caras... Proponemos conservar la palabra signo para designar a la totalidad y reemplazar concepto e imagen acistica respectivamente por signifirado y significante” (p. 99). Dentro de aquella inmaterialidad, st limita a afirmar que cl hecho de “Hlamarlo ‘material (al sonido) es 8610... por oposicién al otro término de Ia asociacion, el concep fo, genetalmente mis abstracto” (p. 98). Es importante comprender las dos afiemaciones que este texto implica: 1) El signo, en cuanto tal, es una estructura cuyas Componentes son amas inmateriales; 2)el concepto posee “generalmente” una mayor abstraccion, ‘Asi, side un objeto podemos afirmar su calidad de signo es porque pose cn si la capacidad de establecer (mostrandola) una distancia (ese plus de abstraccidn) entre dos entidades inmateriales ms SIGNIFICANTE SIGNIFICADO s | Eficacia “psiquica”™ Concepto “abstracto™ | s de la imagen acistica__| de una cosa 3S 7 En este esquema (I) encontramos el par significante-significado como legible en dos direcciones: la horizontal y la vertical, En la horizontal, se puede leer el paralelismo directamente pretendide por Saussure: la relacién entre significante y significado se reproduce homologandose en la velacién entre la “eficacia psiquica de la imagen acdstica” yel“concepto abstracto de tuna cost”. Sin embargo, tal homologacion no es significativa, en funcin de la estructura cientifica de la lingtistica, mas que en el nivel de las respectivas definiciones; el superior no hace mas que mostrarnos los dos términos que, como dijimos, ya habian sido frecuentemente diferenciados: el inferior, los reduce a una abreviaciSn a los efectos de su presentacidn simbética. Lo que Aqui interesa es la diferencia especifica que entre ambos plantea Saussure, Hagamos ahora una breve reflexidn: si ponemos una al ladode a otra.» ‘8 Thomas. Kun, a esiucrra dels revoltonescentifias. México. FCB. 19719880, 40 FERDINAND DE SAUSSURE las dos palabras, “‘SIGNIFICANTE-SIGNIFICADO"; €l resultado no es significativo, limiténdose a mostrérnoslas. Lo Gnico vilido significativa- ‘mente es la oposicién de las respectivas definiciones. Y ya estamos, casi sin habernos dado cuenta, realizando la segunda de las lecturas posibles del cesquema, la lectura vertical. Las palabras "SIGNIFICANTE" y “SIGNIFI CADO™ son ambas meros significantes. En cuanto significantes (S) cada tuno de ellos tiene un significado (3) la construccién conceptual y discursiva que los explicita. Leyendo los opuestos en ese segundo nivel captamos inmediatamente su diferencia: uno se refiere a la “imagen actistica” y el otro al “concepto™, elementos que ya sabemos diferenciar, maxime con la expli- caci6n que les agrega Saussure, Pero "SIGNIFICANTE-SIGNIFICADO™ es un enigma silo privamos del nivel definitorio. Entonces, ;por qué hemos podido decir que son dos?, gpor qué no la reiteracion de uno solo? a Nt s SIGNIFICA Yo Presence Ras gitar fone comin 7 + | dena varanteaerates (rin fone) Uierena Lo que aparece ahora en el nive! inferior (s) eso que nos perinite conocer que estamos en presencia de des significantes. Asi pues,al margen y previa a toda otra diferenciaci6n que pueda proponerse, existe una significacion que nos permite diferenciarios como dos entidades linguisticas ‘Sustituyamos ahora en el esquema (I) el nivel del significante (S) (donde figuraba el par: "SIGNIFICANTE-SIGNIFICADO") por el nivel del sig- nificado (s) tal como ha sido producido en el modelo (1): «uy, Presencin de formas peifieas 0 fnéticas comunes y de una turant altenative (gttiea 0 Foetea} diterenial 5 [Eficacia psiquica de la TT Concepto atstracto [imagen acustcao grafea) | deuna cosa TT En el esquema 0 modelo asi configurado nos encontramos con dos posibles significados: “Eficacia psiquica "0 "Concepto abstracto....” del signiicante “Presencia de formas....”. El segundo significado (""Con- cepto abstracto...") no se encuentra lGgicamente conectado con el signifi- cante aqui propuesto (“Presencia de formas...) sino que llegard a ser el significado que corresponda al otro c6digo del cual es traducci6n o transco- ificacién el significante que estamos trabajando. Reordenando el modelo obtenido, tenemos: 4 EL SIGNO 5 | Prosncia de formas grificas 0 fonéticas comune y dung variant alternativa (grticao fonétia) iferencal Eficacia psiquica de Ia imagen (aciistica 0 grafica) ‘Concept absiasto de ua cosa La relacion entre “S” y "s,""constituyeal signo-lengua, porsu estructura interna, en objeto de conocimiento para la ciencia de la linguistica: y especialmente al aspeeto puramente sintdctico de la ciencia de la Linguistica Al sustituir, en ef nivel det significant, las anteriores formas (en nuestro, caso) grificas: "SIGNIFICANTE-SIGNIFIC ADO” por la calidad percep- tual que poseen para poder ser pereibidas y para que li perecpcién sepa identificarlas, nos permite comprender por qué Saussure se muestra un tanto aprensivo con el cardcter material del significante. Slo enla medida en {que la percepci6n juega un papel preponderante, habla de una cierta mat Fialidad. En definitiva la materialidad de un significante radica en la necesi- dad fundamental de ser pereibido: pero tambien se reduce a ello. Su evalua cin Tinguistica comienza después del “hecho ontol6gico o fenomenolégi- 0", como maniliesta Hjelmslev'", momento en el cual la expresién (0 significante) se transforma en “signo de una sustancia de la expresin”. En definitiva, la materialidad del significante no hace referencia al hecho perceptual sino a ciettas calidades diferenciales que s6lo pueden advertirse én tal significante porque ya el sujeto canoce otros significantes respecto a los cuales puede diferenciar el que tiene en presencia. El significante de una lengua lo es por sus diferencias y no por la materialidad de su presencia. Podemos hablar de una variante diferencial a partir de la cual una mera sensacién éptica (0 aciistica) se transforma en Ia expresin de un signo. ‘También por eso, no puede existir un lenguaje con un signo nico: siexistiese uun nico significante, la Gnica calidad que podria poseer seria la de su mmaterialidad, con cuyo exclusivo aporte el pensamiento no podria conocer- lo, ya que el conocimiento es diferenciaci6n respecto de otros, pero ese inico supuesto significante no proveeria de relaciones de diferenciacién y el pensamiento no podria atribuirle ese plus inmaterial que no esté contenido en lo percibido sino que resulta afiadido por el pensamiento al confrontar diversas percepciones, Aquello en que puede percibirse una variante diferen- cial es la expresion que da cuenta de Ia capacidad significativa de un significante y bien puede considerarse como su definicién. Sc hace evidente que, en el anterior esquema (IV), ha quedado aislado et “concepto abstracto de una cosa’ el cual,en principio, parece correspondet con la entidad lingiistica que Saussure denomina “significado”. Louis Hsimslev, Prolégomnes a une Tore du Langage, Pari, de Minuit, 1968: p. 76 42 FERDINAND DE SAUSSURE Al haberlo desconectado, en la provisionalidad de nuestro andlisis, de la estructura significativa que dio cuenta del significante lingtiistico en cuanto tal (S/s,), se hace imprescindible una investigaci6n destinada a mostrar sw propia cualidad significativa. Sabemos os titulos que acreditan a un signifi- ‘ante como parte de la estructura del signo:entonces, cuales la cualidad del significado que lo acredita como para completar dicha estructura? De nuevo la tragica equivocidad del concepto de significado, El “cielo linguistico vel cielo que esta sobre nuestras cabevas, siendo originariamente heterogéneos, jcdmo homogeneizarlos? El significado “5,” constituye la signiticacién lingilistica del significante lingdistico “S”. Luego, el significante correspondiente al significado “3” debera ser buscado en el ambito de lo extralingtifstico. Previsar este aspecto tambien, particular preocupacién de Hjelmsley: “Pareve just que un signo sea signo de algo y que este algo reside, de algiin modo, fuera del signo mismo: asi lt palabra bosque es el signo de un objeto determinado en el paisaje y... este objeto no forma parte del propio Signo" En Ia saussuriana expresién “coneepto abstracto de una casa” no que= ddan rastros de materia lingtistica (salvo la necesaria para pensarlo o comuni- carlo), pero en nuestro concepto del cielo quedan efectivos rastros de nuestra actividad perceptual de elevar los ojos y contemplar la inmensidad del espacio. Y sabemas lo que buscamos cuando tenemos la voluntad de buscar el cielo: lo diferenciamos, por sus caracteristicas perceptuales, de un elelante, de una pared, de una brizna de hierba, del niimero 4, del concepto de metamorfosis, ete. Si podemos hacerlo es porque, en todos estos casos, ‘nos encontramos ante formas con elementos comunes veon variantesdiferen- ciales. Quiere decir que los percibimos ya como significantes, conforme a la definicién anteriormente propuesta. En el Ambito de sus respectivas calida- des diferenciales, tales significantes van dejando la huella psiguica de sus imagenes respectivas. O sea, vamos constituyendo sistemas de variaciones y de correspondencias que establecen un principio de orden en el universo que nos rodea: sistemas en que se interrelacionan conceptos que se corresponden con aquellos significantes Este estudio del significado (“s") en el enfoque de Saussure evideneia la necesidad de encontrar el significant perdido: aquel del que procede tal significado y que, desde luego, no es el significante lingitistico. Talel objeto de estudio especifico de la semiologia.en cuanto ciencia general gae abarque la totalidad de los signos utilizadas o reconocidas como tales par la sociedad Y que, en su parte no lingiistica, abarea todos aquellos conocimientos que son traducidos por el signo linguistico. Llegamos pues al siguiente esquema: Louis Hielmsle. op. ibidem EL SIGNO ™ Presencia de formas graficas © fonéticas comunes y de una va- SIGNIFICANTE. riante alternativa (grafica 0 foné- . tica) diferencial Ce | Eficacia psiquica de la imagen SIGNIFICADO {acistica 0 grafica) LINGUISTIC, SIGNIFICADO 5 | Concepto abstracto de una cosa | oT NGKISTiCO. Presncia de formas (cual : SIGNIFICANTE, luiera sea su cwalidad) con S| clementos vomunes y con No variantes diferenciales LINGUISTICO Con esto han quedado deslindados los contenidos de cada uno de tos elementos del algoritmo saussuriano S/s asi como los lugares que ocupan en la respectiva relacidn, Asimismo se puede comprender claramente que existen dos problemas que deben ser deslindados: uno es el relativo al signo-lengua en cuanto perteneciente al Sistema de signos-lengua (proble- smatica que constituye ala linguistica) y otro es el relativoal signo-lenguaen cuanto mediador con otros Sistemas de signos-no lingisticos (problematica ue, por una parte, define el imbito de la seméntica v, por otra, constituye a la semiologia: segin que, respectivamente, se atienda a la relacidn entre los signos-lengua y los signos-no lingiisticos, 0 ala estructura interna de tales signos-no lingiisticos). Se establece, por consiguiente, un principiode orga- nizacién en el problema de la significacién, al contestar qué es lo que en definitiva une el signo lingtistico. El esquema (V) puede formalizarse, conforme a los simbolos saussuri wp si |S Si} s que, ademas, permite producir, concretando las posibles interrelaciones centre sus cuatro términos, un conjunto ordenado de respuestas a fundamen. tales problemas relativos a la facultad semidtica general y, asi, sistematizar la problematica de la semiologia, Por ello, el anterior algoritmo, desenvuel- to a partir del de Saussure, bien puede considerarse como la representacion del signo en semiologia y lo denominamos “algoritmo fundamental de la semiologia™ “4 FERDINAND DE SAUSSURE En el modele (VI) estin contenidos cuatro signos distintos: s Ss — ademas de poder constatar la necesidad de dar respuesta a los problemas resultantes de la posible vinculacién inmediata entre: S-—+5, :s-— 5, Conviene dejar indicadas, al menos nocionalmente, las variantes que. para el problema de Ia significacién, sugiere el modelo alcanzado. a. variante: S_ « Significante lingtistico a ‘sy * sobre significado linguistico Como dijimos, constituye el Ambito propio de la ciencia de la linguistica estructural. Con él se afirma la existencia de un significado ("s, encuentra cxhaustiva respuesta en el interior de lo puramente linglistico. No hay en él alusi6n a otro universo que no sea el de la lengua. Excluye por lo tanto a la seméntica, la que se deberd considerar imposible de responder dentro del exclusive campo de esta ciencia: no obstante. tampoco debe limitarse a presentar la problematica de la sintaxis exclusivamente; mas bien abarca e incluye los temas puramente formales de la teoria del lenguaje. La pretensién de la lingbistica, mediante el estudio comparativo de los dliversos sistemas de signos-lengua (o sea, las lenguas actuales o hist6ricas), consiste en elaborar un sistema de significados de estricta naturaleza linglis- tica ("s,") capaz de dar cuenta de todas las relaciones diferenciales percibi- bles en los distintos sistemas de significantes linguisticos («5») en los que se materializan (tomando en consideraci6n las adecuadas reservas saussuria- nas) la totalidad de los signos-sistema de signos-lengua cognoscibles. A esta Ia. variante del algaritmo, que consideramos fundamental, de la semiologia, 10 po- demos denominar “signo metalingistico” Un ejemplo de su utilizacién en semiologia aplicada conduce alesclareci- miento de los valores estrictamente linglisticos mediante los cuales, un sujeto parlante organiza las relaciones diferenciales de su propia materia {énica. Es pauta, por tanto, para descubrir las claves de un «idiolecto» en cuanto remodelacién individual de la lengua utilizada en la comunidad a {que un sujeto determinado pertenece; no en cuanto a las significaciones extra-linglisticas que utiliza de modo diferente a como lo determina tal codigo, sino en cuanto a la gramaticalidad que reelabora subjetivamente. Si, Significante no-tinguistico asian: = sobre significado no-tingiistico Con este algoritmo se sefiala la existencia, para el conocimiento, del restante y plural conjunto de signos de naturaleza no lingUistica. Son signos 45 FL SIGNO cuyo significante (“S,") y euyo significado ("3") acontecer ambos en siste- mas que ordenan universos de calidad no lingistica ‘Abarea lo que Saussure seBala como “semiologia™. cs decir, “a escritu- ra, el alfabeto de los sordomudos, los rtos simbolicos, ls formas de cor tesia, las sefiales militares, et. ee.” (p33); pero, ademés, prescindiendo Ge que se trate de formas arificales destinadas la comunienciOn.abarca todo el resto de cuanto el hombre puede conocer por percepcin sensorial 0 ‘mental. El conocimiento del universo, vulgar, ciemifico 0 nético, sta eh Virtud de st pertenencia (son formas coificadas) a sistemas en mayor 0 tenor grado formalizados que nos permiten diferencia al objeto de la petcepeion(°S,") conferries un valor yuna sigificacion("s"), Eseviden= te que esta diferencia radica en una separacién convencional de lo Ings tico, por la calidad especifica del objeto signifcante y por la funcién indeshindable del pensamiento que posre la lengua, Pern, cuanto pueda decirse acerca de estos signos considerados semioligicos podra también decirse dels signoslingbsticos no siendo valida la proposicion inversa por Inespecifcidad delos signos de a lengua); ello fundamenta que la linguistica solo pueda ser acertadamente estudiada ene nterior de la somiologia o, en fas palabras de Saussure: "si por primera ver hemos pocido ssignar la linguistica un lugar en as ciencias elo se debe a que la hemos incluidocn a semiologia” (p. Mi-M): y agrega: “Para nosotros... el problema linguistico és, ante todo, semiolégicoy todos nuestros desarralios encuentran significa Gin en esteimportante hecho, Sise quiere descubrir la verdadera naturale del Tenguaje. hay que empezar por consierarla en aquello que posee en comin con todos los otros sistemas del mismo orden... Con ¢30.'n0 sola ‘mente se aclarar cl problema lingfstico sino que pensames que ai conside rae los nitos, castumbres, et, como signos, estos hechos aparecerin bajo otra luz y se sentiré la necesidad de agruparlos en la semiologia y de explicarls por las leyes de esta ciencia™ (p. 34-35) ‘Atcndicndo al estado actual de desarrollo de los conocimicntos de la lingistiea, dela semiologiae incluso de ls restantes ciencias sociales, hay tres razanes por las que, metodldgicamente, resulta convenient identifica alos signos semiologicos en cuanto na lingsticos y mantenerestaaifiial Giferencia, al mies provisotiamente: 1) por el escaso desarrollo de la Semiologia, lo que la pone en plena dependencia de la lingtistica, Los brienos descos de Sausstre apenas si han comenzado a coneretarse¥,pese 8 todos los desarollosIneraros de la semiologiaen las décacas de 60 y70,cs poco lo que se ha avanzado para dotara de una estructura respetablemente Ermtfica. De aqui que todavia es mas Io que ta lingtisica aporta aa semiologia que fo que ésta proporciona as otra. La condicién fundamental consiste en mantener cada ina de las respectivas calidades debidamente diferenciadas y propugnar una rapid rigorvacin da emiologia, 2) Todo conocimiento no lingistico esta destinado a ser tradveido al sistema de signos-lengua qu bien pueden caifcarse como instrumentos ancesrales de conocimiento, O sea, de una partc tenemos alos signos-lengua como destino 6 FERDINAND DE SAUSSURE final, para el eonocimiento, de los signos-no lingtisticos; y por otra tenemos alos signos-no linguisticos en cuanto entidades del conocimiento plenamen- te significativas con independencia del lenguaje verbal, pero destinadasa ser ‘comunicadas, lo cual, en principio, necesita cumplirse mediante ls signos-len- l2ua (u otro lenguaje formal cuyos simbolos han debido ser explicitados, en la Stapa de propuesta o-aprenclizaje, mediante signos-lengua). Fs comprensible ‘que el hecho de estar constrefidos a tal traduccién no excluye la necesidad de ser conocidos por su estructura interna, antes y al margen de la transfor- imacién que deberia surgir al ser insumidos en la lengua. 3) Los signos-no Tinguisticos constituyen el objeto material del conocimiento de numerosas diseiplinas sociales. La historia, a sociologia, la psicologia, la antropologi a arqueologia, ete tratan acerca de acontecimientos, situaciones, estructt- ras, que aunque dotadas de calidad cultural. no son originariamente linguis- ticas (lo que no quiere decir que no sean originariamente semidticas): para cuando accedemos a st estudio o anilisi ya las encontramos transformadas, cn lenguaje 0 bien Ia primera tarea que debe cumplir el investigador es transformarlas en tal, Por ello, no es inusual que se contaminen con legalida~ des que son propias de lo linguistico, perdiéndose. en ocasiones, su propia legalidad extra-linguistica TE] manejo de esta segunda variante (“S,/s") permite, justamente consi- derarlos en cuanto estructura con legalidad y sistematizacién propia. Por clio. aesta 2a, variante del algoritmo fundamental dela semiologia podemos Uenominatlo “signo metasemiético”. Llestablecimiento de esta divisidn, se la considere provisoria 0 nece- saria, replantea, también, desde otro enfoque, la relacidn entre pensa- ‘ienio « lenguaje. En el pensamiento encontrarian cabida la totalidad de los Sistemas de signos tanto linguisticos como no lingtiisticos. Ahora. cl pensa~ mmiento, ;se constituye en el acto de sraducir los signos-no lingiiisticos en signos-lengua? O bien, cesta ya plenamente constituido cuando cumple el acto de articular signos sean lengua 0 sean no lingtisticos (es decir, por la tarea de relacionae un significante diferencial con su especifico significado también diferencial) sin que deba esperarse su traduccién a lo verbal? ‘Cuando suele preguntarse sobre la prioridad lgica entre pensamiento y Tenguaje se supone una posibilidad de pensamiento no verbal pero se lo considera, por esta carencia de lengua que Io diga, como una indiferencia- ‘Gidn un tanto amorfa. Ello da facil ventaja a quienes rechazan la posibilidad dde tal pensamiento sin lenguaje: porque fuera del lenguaje todo seria una rnebulosa sin contoros. Incluso hay que advertir que ésta es la posicién de Saussure, pata quien “psicologicamente, hecha abstraccidn de su expresion mediante las palabras, nuestro pensamiento no es mas que una masa amorfa c indistinta, Filésofos y linglistas han coincidido siempre en reconocer que, Sin el auxilio de los signos, seriamos incapaces de distinguir las ideas de manera clara y constante. Tomadoen si mismo,el pensamiento escomo una ebulosa donde nada existe necesariamente delimitado. No existen idea: preestablecidas y nada esta diferenciado antes de la aparicién de la lengua” fo. 155). FL S1GNO Aqui Saussure se olvida de la semiologfa que propuso inicialmente (© mejor, como la restringe a sistemas de comunicacién mediante otro ti po de signos, pero de signos ya cadificados y declarados aptos para la co. ‘municacidn, la semiologia no le sirve. Es totalmente cierto que el pensa- miento amorfo no. tal, pero también es cierto que no es necesario recurrit al lenguaje para disponcr de un pensamiento con ideas claras, definidas y constantes. Saussure le teme al platonismo de las “ideas preestablecidas"; ero no es necesafio recurrir a tal platonismo para que el pensamiento Uiferencie y jerarquice el universo. Incluso. es posible especular, desde una perspectiva lgica. que la palabra necesit6 a preexistencia de lo nombrado Y.enel mas rudimentario de los universos culturales (posiblemente aquel al {que aludimos del hombre de Neanderthal) existia un sistema de objetos (°S,") diferenciado y cuya utiidad empirica u orden mitico ("s")estaba ya «stablecido en la relacién que el comportamiento guardaba con esos obje- tos, anmque no se hubiesen diferenciado y sistematizado en lengua las expresiones vocales que babian de yuxtaponérseles, Otro problema es la sobredeterminactin de esos signos-no lingiisticos cuando quedan cubiertos por la palabra; es mas ficil perder la definicion de signos-no inglisticos que de palabras, y uno de los resgos de las culturas ha sido siempre quedarseen la comodidad de las palabras y perder la ereatividad de que transfor- ma alas cosas en signos-no linguisticos. No tratamos de planteat la posibili- dad de una cultura sin lenguaje; constituye e! medio mas apto para la comunicacién que el hombre tiene a su disposicidn y no hay eultura sin comunicacién. Pero pensar y, especialmente, pensar cientificamente requic- re transformar lo real en un oraen de percepciones osignificantes diferen les y someter a critica constante los enunciados, es decir, las formulas del lenguaje, mediante las cuales ¥e establecen tales diferencias y los correlativos valores de sistematizacin que representan. El conocimiento del signo que estamos considerando offece, pues, una directa relacién con el principio epistemoldgico que rige al concepto mismo de Ia ciencia: no se trata solo de razonar sino de establecer la razonabilidad del propio razonamiento. Fsta necesidad de critica del lenguaje se manifiesta en la teorla de la ciencia enunciando asertos tan categSricos como que “el significado de un termine estriba en su método de verificacién™™" y en la perspectiva metafisiea como la necesidad de la filosofia en cuanto “autorreflexion universal... razén. hundida, replegada sobre si misma, accede al rango de razdn, de razon que se comprende y se regula a si misma 3a variante S Significante linguistico 5 sobre significado no-lingitistico Frederick Supe, The Siete of Seif Theories, Chicago, University of ino’ Press, 1974; p. 13. m 7 * Edmund Huser), La filoofia como ciencia etrieta, Buenos Aires, Nova, 1973: p. 130. 48 FERDINAND DE SAUSSURE Esta es la propuesta original saussuriana, En ella cl significante lingais- tico esté visto como un mediador. En efecto, su cualidad significativa intra Linguistica esté utilizada para otra funcién diferente asi misma (y en [a cual consiste la funcidn semidtica por excelencia) consistente en la claboracién significativa extralingdistica. A esta 3a, variante del algoritmo fundamen- tal de la semiologia, lo denominamos “signo mediador En ella se basa su funei6n de sraduccién. Es lo que se denomina, ate diendo al nivel en que acontece el lenguaje, “lenguaje-objeto", frente al ““metalenguaje” que consistiria en la reconduccién del signo-lengua a su especifico sistema linguistico. Esta distincién entre las dos ditecciones posi- bles de un significante hizo factible fa solucién de las famosas paradojas de Russell; en efecto, necesit6 producir una teoria de los tipos sexin la cual “toda clase es de'un tipo mas alto del que lo son sus miembros y todo enunciado averca de otro enunetado.esde un tipo mivalto que aquel sobre el ue se construye™, El metalenguaje, por tanto, saca al significante de su originania luncidn de mediador o traductor del significado perteneciente a otro sistema semidtico, para reconducirlo al significado que pose en su exclusivo sistema lingtistico; el tipo més alto o de mayor nivel de abstrac- ci6n es, légicamente, aquel que se refiere a sus puras cualidades formales, mientras que. fespecto a éste, se considerard un tipo inferior o mis bajo, aque! en que el significante da cuenta de una entidad observacional o mas cconereta. Este iltimo es el papel del lenguaje evando dice al mundo (lengua Je-objeto): aquel tipo ms alto se cumple cuando el lenguaje se dice a si snismo (metalenguaie) El concepto abstracto que Saussure atribuye al significado, en su bifa cial estructura del signo, ("'s") no se vincula naruralmente con el signifi cante lingtistico (*S"), sino que tal conexién es arbitraria y convencional- ‘mente estublecida (p. 100); dicho concepto abstracto procede de un signifi- cante (°S,")al que.a su ve7, atribuye un significado, En esta tercera variante que estamos analizando, es un significante implicito o no manifiesto, Pero al ‘nombrar. nto en una tarea denotativa w ostensiva, como al integrarlo en un discusso (y tal es la funcién posible det signo que estamos analizando), el significanie exiralingdistico subyace;asi,e! significante linguistico sustiruye, cumpliendo la funcion semidtica fundamental de naturaleza metafSrica, al significante extralinguistico, sustitucién que no lo elimina va que, mediante la fuerza de la conveneién lingiistica lo vincula al significado extralinguistic. En esta aperacién radica el papel trascendental del Lenguaje: nos per- mite intercambiar palabras sin necesitar, en cada caso disponer de la cosa nombrada, Una cosa contiene su propio significante y su propio significado: en virtud de ello la reconocemos. Una palabra se utiliza, normaimente, con olvido de su significado linguistico, en sustituciOn de un significante diferen- "JoergenJoergensen. The Development of Logical mpiriciom. cn Founda ol ae Unis ‘of Science. Chicago, The University of Chicago Pres, V1, 197; p. 858 ay EL SIGNO tea ella misma y como portadora del significado que. siéndole ajeno, se le adosa por convencién, Jugando con el absurdo de suprimir el lenguaie. puede comprenderse perfectamente el parrafo que Jonathan Swift dedica al proyecto de uno de los “arbitristas de estudios especulativos™ con quien Gulliver conversa en la Gran Academia de Lagado™. “Era un plan para abolir por completo todas las palabras, cualesquiera que fuesen .. en consectiencia se ide que, siendo las palabras simplemente el nombre de las, cosas, seria mas conveniente que cada persona llevase consigo todas aque las cosas de que fuere necesario hablar en el asunto especial sobre el que habia de discurrie... Muchos de los mas sabios y eruditos se adhirieron al rauevo métado de expresarse por medio de las cosas: lo que presentael inico inconveniente de que cuando el hombre se ocupa de grandes y diversos asuntos se ve obligado, en proporcidn. a llevar a espaldas un gran talego de cosas, a menos que pueda pagar uno o dos robustos criados que le asistan, Yo he visto muchas veces a dos de estos sabios, casi abrumados por el peso de sus fardos, como van nuestros buhoneros, encontrarse en la calle, echar la carga a tierra, abrir los talegos y conversar durante una hora: meter los tulensilios, ayudarse mutuamente a reasumir la carga y despedirse™. Tal la consecuiencia, descrita con ciustica humor por Swift, de pensar que los nombres y las cosas son intercambiables y que es posible renunciar a los significantes linguistics ("S") recurtiendo 3 los areténticas (en cuanto no. sustituidos, ni aducidos) significantes no linguisticos ("S,"). La paradoja del hombre, anticipada en el anilisis de su natural artificialidad. es que su realidad son los lenguajes, los cuales son una traduecién de lo real; cuando. reclama una mayor experiencia de realidad, pide nuevas palabras porque ya no Ie satisface la sustitucién que las viejas palabras le proporcionaban. acerca de lo real Mostrando visualmente la relacién saussuriana, lo que ella conecta es: Con lo que se evidencia, tanto la funcién mediadora de la lengua, como lo que el lenguaje deja implicito cuando se lo utiliza como lenguaje-objeto, Significante no-lingiistica 4a, variant: eee ee Sobre significado lingtiistica % Jonathan Swift Viger de Gulliver, Tercera Pate, Cap. V. 50 FERDINAND DE SAUSSURE Este tipo de estructura es tan curiosa como importante. Sefiala lo que queda en lo extralingtistico después de haber sido nombrado. O sea, el rastro de transformacién operada por la verbalizacidn. Elamor que ha sido ya nombrado como “amor” no es el mismo que cuando era todavia un Ssentimiento inefable (indecible), Ubica, también, en su lugar preciso, el hecho de comportarse ante los acontecimientos o frente a los sentimientos segiin su definici6n verbal o segiin la condensacién de esa definicién que es su nombre; a la visidn del mundo segiin las leyes de los nombres con que lo nombra;a la anteposicién de lo simbético a lo existencial, etc. En definitiva, se estd atribuyendo a los significantes extralinguisticos ("S,") los valores 0 significados linguisticos ("s,") que tienen las palabras que los nombran, A esta 4a. variante del algoritmo fundamental de la semiologia, lo denomina~ mos “signo ideoligico” Esta variante marca cl dmbito del pensimiento ideologico en cuanto por cl mismo se entiende un sistema de significados linguisticos ("s,") en cuya interioridad, preestablecida, se agota la capacidad significativa de todo. significante existencial ("S,"); el tinico tipo de conaciniento que asi puede aleanzarse es un reconocimiento, una especularidad sobre signiticados que tno pertenecen al universo en el que adquiere significacién el significante extralingtistico, sino que pertenecen a un sistema de significaciones que les ¢ totalmente ajeno. También es la estructura que debe tenerse en cuenta cuando se pretende, por ejemplo. transformar una obra literaria en cinematogratfica. Tal proces Consiste en encontrar los significantes extralingiisticos ("S,") (sin que esto ponga en cuestion la existencia de un lenguaje cinematogréfico), 0 sea, las imagenes filmicas, capaces de dar cuenta de las significaciones procedentes de un texto de naturaleza lingbistica ("s,"), El fracaso de semejantes empre- sas ocurre cuando la pretensién del director es encontrar significantes cinematogrificos ("S,") que sustituyan a [os significantes lingtisticos (* el teato literario; lla implica olvidar que cada lenguaye tiene sus proplas caracteristicas para la creatividad y que Estas pertenecen a las leyes inheren- tes a sus significados; es decir, que para encontrar las imagenes adecuadas (°5,") que den cuenta de la tension creativa inherente a un texto literario lo que hay que filmar rio son los adjetivos y los sustantivos (["S") sino la legalidad del lenguaje literario mediante la cual, lo narrado o referido se transforma en estético, lo cual depende exclusivamente del uso-de la signifi caci6n lingiistica con que ha sido utilizado el lenguaje verbal ("s,"). Sil relato carece de esta cualidad sobreafiadida a lo narrado, 0 sea, si ha usado las significaciones linguisticas tal como estan en el cédigo comunitario sin producir ninguna propuesta creadora, entonces da lo mismo que el cineasta s¢ limite a filmar los meros significantes tal como han sido escritos, va que ni tuna ni otra serin, posiblemente, una obra de arte Es justamente la causa por la que nos parecen aberraciones pictéricas las propuestas grificas con que, durante Ia alta edad media, se pretendia visualizar los simbolos, por ejemplo, del Apocalipsis. La fealdad de los st EL SIGNO resultados obtenidos muestra que las expresiones de San Juan, pese a ser poéticamente muy gréficas, no valian como pautas de representacidn icéni- ca, sino que encontraban su plena potencia y belleza en su calidad linguisti- ca. Esto, sin demérito de nuestra valoracion de tales cédices medievales ituminados con esos dibujos: poseen, no solo valor historico sino estético, pero este dltimo caracter procede de la aproximacién a una mentalidad que seguia diferentes caminos en su construccién de lo imaginario y no en el objeto concretamente producido. Cuando, en la pagina 45 se definieron las cuatro variantes que surgian del algoritmo desarrollado a partir de la propuesta de Saussure, se sefial6 tambien la presencia de otros dos problemas relativos, ya noala sustitucién entre significantes y significados, sino a la posibilidad de yuxtaposicién entre dos clases de significantes o das clases de significados pertenecientesa lenguajes diferentes. Debe observarse que, mientras entre un significante y un significado siempre se produce una relacion de sustitucién, ésta ya no puede plantearse cuando los elementos a felacionar son sélo significantes 0 s6l0 significados. Con ellos no podeinos hacer mas que yuxtaponerlos, es decir, situarlos uno al lado del otro para tratar de producir estructuras de discurso, Si los significantes o los significados pertenecen a una misma lengua, el resultado es ya bien un texto, como éte que estamos leyendo 0 coma pereepeién de un paisaje, en el primer caso; ya bien la estructura teérica de tuna ciencia con su pluralidad de conceptos vietualmente activos 0 las, componentes del sentido comin respecto a los conceptos implicitos en la explicacién de un fendmeno cotidiano. Existe un famoso debate entre Carl Gustav Hempel y M. Scriven sobre si existen 0 no leyes de cobertura cientifica para dar explicacién adecuada de un suceso como el siguiente: “Queriendo agarrar el diccionario, usted golpea con la rodillael borde dela, ‘mesa y esto vuelea el tintero: su contenido se escutre sobre la mesa y ensucia la alfombra". Para Scriven es suficiente con aplicar los supuestos que constituyen el sentido comin; para Hempel alli estén implicitas todas las, leyes de las teorias cientificas, biol6gicas, psicolégicas, fisicas y quimicas que, aplicadas al evento, lo explican ®. Se trata, desde la perspectiva semiol6gica que permite el desarrollo que venimos realizando del esquema de Saussure, de la opcién entre das discursos de significados pertenecientes a sistemas tedricos diferentes, Esto nos permite considerar el problema desde una tercera perspectiva, en ver de tratar de justificar que s6lo el semtido comin 0 s6lo las leyes de cobertura son adecuadas para explicarlo: el sen- tido comiin contiene los mismos significados de la estructura tedrica (0 sea, no se trata en rigor, de dos sistemas teéricos diferentes), slo que vulgarizados o desprendidos de las condiciones taxativamente establecidas cen la ciencia, El sentido comin reordena los signifieados cientificos para las, Cat G. Hempel, Aspect of Scenic Explanation and Orher Essays in the Philosophy of Selence, New York, The Free Pres, 1965; p. 340 2 FERDINAND DE SAUSSURE finalidades practicas de la vida cotidiana; con frecuencia no esta suficiente- ‘mente actualizado como para descubrir explicaciones, ya constatadas en la investigacion cientifica y que considera preciosistas, innecesarias 0 ridicu- las. Valga como ejemplo, elementalmente desarrollado, del contacto con la, epistemologia que proporciona la reflexién sobre estos modelos semioldgi- cos. Pasemos al estudio de las yuxtaposiciones entre significantes ossignitica- dos cuando, en vez de pertenecer a un mismo sistema (como en lo que acabamos de ver) pertenecen a sistemas totalmente diferentes. variante: s25,: Yuxtaposicion, en discurso, de los significados extralingiisticos y lin- Riisticos En este momento de nuestro esttidio no tiene importancia cuit de los significados precede a otr0. ni euantos significados de cada tipo se hagan presentes en la totalidad de un discurso. Interesa. en cambio. comprenderel ‘oblema que se plantca admitiendo Ia posibilidad de integrar. en un mismo diseurso, significados provenientes de sistemas diferentes, ‘Veamos un ejemplo en ef cual la falta de identificacién de los distintos sistemas a que pertenecen significaciones tratadas como homogéncas conduce a conclusiones errdneas. En un articulo escrito conjuntamentecon la Dra, Martha Blache’, al analizar las opiniones de los autores hispanoa- rmericanos acerca del papel de laescritura en la transmisidn del folklore, ob- servamos que daban ut tratamiento sin diferenciacién 2 las distintas mani- festaciones que tomaban en cuenta, El debate acerca de la tradicién escrita del folklore se perdia en una marafa de contradicciones que levaban a st a- ceptacién o rechazo sin adecuado fundamento, por mezclar y considerar al ‘mismo nivel los fendmenos estudiados. O sea, se estaba en presencia de un discurso o conjunto de interpretaciones que se podia presentar, con los ins twumentos semiolégicos que estamos analizando como: Sao as eee 18 ydonde el inico nivel tomado en consideracién era a calidad de escritura (el sistema cuyos componentes serian todos “s”, con particularidades indivi- dualizadoras de caracter puramente formal, pero que pertenecerian en todos los easos al sistema de la escritura). Y declamos: “La escritura es un tema complejo porque se presta a diversos niveles de utilizacion y de interpreta~ cidn. Si bien los dos autores citados mencionan casos en que se usa la escritura en la transmisién del comportamiento folklérico, sin embargo en Martha Blache y Juan Angel Magariios de Motentin, Sitesi critica de la Teora del Folklore en Hispanoonérica. Buenos Aires, £8, Teknt, 198 33 ELSIGNO la jemplificacién que ellos presentan nos encontramos que ésta cumple tres, funciones distintas: 1) En las Cartas de Dios y en las Cédulasde San Juan, la epistola o el papel manuscrito son en si mismos objetos folkléricos.....no es, su propésito ser un medio de aprendizaje. 2) En la oracién a San La Muerte y las fOrmulas de ensalmo, la escritura tiene que confluir con otros elementos tales, por ejemplo, el altar, la imagen o el ritual, para constituir el acto Folklorico. .. Aqui. la funcién de la escritura es completar el comportamien- to folklérico, Simultineamente ... puede servir como vehiculo de transmi- sién, 3) En los Autos de los Reyes Magos o los cuadernos de cantores, la escritura es una accidn previa ya que es anterior la leetura al cumplimiento del acto. .. La eseritura cumple, en esta ocasién, la funcién de instrumento de transmisidn y ensefanza, Complementariamente puede poseer valor hist6rico ..” La distribucién de los significados de la escritura en estos tres grupos implicaba modificar la anterior propuesta de interpretacién en otra dotada de la siguiente estructura semioldgica MeN ee Se 8 eee === y otras posibilidades En el discurso te6rico del folklore la diferenciacién entre los signifieados atribuibles a las manifestaciones eseritas es fundamental: efectos de siste- ‘matizar la uncidn que tales manilestaciones cimplen respecto a la transi sién de la tradicién folkt6riea, 6a. variant: ++! Yuxtaposicion, en discurso, de los signiticantes ling y extralingtiisticos. Este esquema sefala la posibilidad de yuxtaponer signiticantes de diversa naturaleza y, por tanto, pertenecientes a distintos lenguajes, para, por st intermedio, producir especificos significados. También indica la necesidad, desde el punto de vista de la metodologia del analiss, de tomar en considera~ cién la pluralidad de elementos que confluyen en la realizacion de un diseurso, ya que ningan fendmeno agota su capacidad significativa a un solo nivel de significantes de naturaleza homéloga, sino que, por el contra: Tio, la pertenencia de tales significantes a niveles diversos exige analizar las particularidades que se han impuesto para integrarlos en una totalidad que resulta, no obstante, significativa Uno de los casos en que se evidencia ia conciencia de tal posibilidad y su utilizacién con finalidades estéticas viene dado por elarte concepial. Tal el caso de algunos paneles de la “Collection: Count Panza, Miki, 196% P Joseph Kosuth, Art concept en VHL 101, n® 3, Automne, 1970: p. 5. 4 FERDINAND DE SAUSSURE titulado “One and Three Chairs” muestra una silla flanqueada, de un lado, por una fotografis, de tamaio poco menor que el natural, de esta misma Silla yal otro lado, por Ia ampliacién de una pagina de diccionario conte- rniends, justantente, la definieion de la palabra “silla” Con esto se propone tun efecto estético como resultado de un discurso perceptual en que se yuxtaponen tres significantes pertenecientes, cada uno de ellos.a un sistema peculiar y diferente al de los demas: la silla, como significante existencial (0 Indicial, en la terminologia de Peirce): la fotografia, como significante formal (0 icénica): y la definicién del diccionario, como significante verbal (esimbdlico). Estos tres signiticantes confluyen a proporcionarnos la totali- dad del concepto de sillt con una apetencia de plenitud que no podria pretender ninguno de ellos por si solo, La formalizacion semiolégica del panel seria la siguiente: S+28,-=: Este tipo de esquemas sirve también part identilicar nuevos significantes, en aquellos casos en que se dispone, tan solo, de un determinado segment de discurso que no basta para eliminar su propia ambigiedad. Supongamos, por ejemplo, [a siguiente situacién: “Una madte le dive a su hijo de seis atoy: —jMuy bien!” La expresion "Muy bien!” Gene la posibilidad. en su utilizacidn habitual. de poser tna significaeidin aprabatoria. iiniea, de reprobacidn o de simple mm Terilla verbal. “iMuy bien!” se presenta, por Lanto, como un significant ver bal Cs ‘actualizada en un momento dado, Pero. sia la situacion anterior le a ‘mos alguna otra citcunstancia, © sea si tomamos en consideracion la presencia de algin otro signifieante de naturaleva normalmente extralin- uistica, es posible determinar la univoeidad de dich expresién Inia made le dice a su hijo se seis afios, el cual acaba de regresar de la escuela con el guardapolvo desgarrado: —jMuy bien!” "Aaui. la signiticacidn resultante se ha hecho univocamente reprobatoria. 0 supongamos que sustituimos el anterior significante existencial por este otro: “Una madre le dice a su hijo de seis ios, el cual acaba de regresar de la escuela con una medalla de premio prendida al guardapolvo: ~"iMuy bien!” ‘Ya significacién resultante se constituye univocamente como aprobato- ria. Supongamos otra variant: “Una madee le dice a st hijo de seis aftos, el cual acaba de regresar de la escuela con una medalla de premio prendida al guardapolvo desgarrado: —iMuy bien!” En este caso, el chico se quedarsi en suspenso sin saber a qué parte de su aspecto debera yuxtaponer lo que st madre le dice: a la medalla 0 al desgarron, Neoesitarsi un nuevo significante producido por la madee para *) ineapa, porsi mismo, de determinar cual de sus posibilidadtes es la ss EL SIGNO obtener univocidad del discurso del que es destinatario: o Jo abrazan 0 lo retan, Formalicemos, elementaliente, las secuencias ificantes de cada S = ambigicdad So=S.= teprobasiin SS, = aprobacion So5,-—5, = ambiatiedad Savino $= Ss = aprobacion Saegee See, = eeprobaciin Restumiendo cuanto venimos desarrollando, podemos constatar la pre- sencia de: Spero de uitizacién meramente meaingtsia s {A) Dos sgnos pros: eeens B) Dos signos impropios: —S- y $+ pero de funcin mediadora (osusitutiva. de dscurso, (©) Dos estructuas peal Hasta aqui hemos seguido la expansion sensiol6gica que se huce posible a partir de la estructura del signo propuesta por Saussure. Quizas, ahora, estemos en mejores condiciones para evaluar la riqueza conceptual que deriva de la citada afirmacién de que la lengua es “un sistema de signos distintos correspondientes a ideas distintas”. También podra comprenderse mejor el cardcter de “arbitrario” que atribuye al signo lingistico, Basica ‘mente la conyencién social legaiza la tinién del significante linguistico ‘con un significado no linguistico (“s")al que nada lo vincula naruralmente, ‘Solo los que acabamos de denominar “signos puros" fijan una necesariedad en la relacidn entre significante y significado; pero no son aptos para ‘cumplir una funcién auténoma de sustitucién respecto a un universo di rente a ellos mismos. También, los esquemas 0 modelos desarrollados permiten comprender el otro cardcter que postula Saussure respecto al significante: su “linealidad” (p. 103). Estaes una caracteristica peculiar de la lengua y Saussure le atribuye la misma importancia que a la arbitrariedad (p. 100). La hemos representado mediante la formalizacién de dos tipos peculiares de discurso: “s = s," y"S == §,"; desde luego que,en la forma hhabitual de la lengua, adoptarin secuencias como: “SS, ) La diferencia, para hacerlos aptos para la representacién de los discursos semiol6gicos con significantes de otras caracteristicas, ha requerido dos ‘modificaciones. La primera, tomar en consideraciGn los discursos sdlo de significados: esto, en el sistema de la lengua carece de sentido pero la semiologia debe dar cuenta también de discursos virtuales, 0 sea, que no estin actualizados pero que se concretan de muy diversas maneras, como cs cl caso mencionado de ia estructura tebrica de las ciencias o la del sentido ccomiin en que se requiere una sucesividad y, en cuanto tal, participan de la sé FERDINAND DE SAUSSURE calidad de discursos) en los correspondientes estadios deduetivos o inducti- vos del razonamiento. La segunda modificacién consiste en la necesidad de admitir secuencias mas complejas que las de la. mera linealidad, Esto, en cuanto ala semiologia, ya fue advertido por el mismo Saussure con respecto “los significantes visuales (sefales maritimas, etc), que pueden presentar complicaciones simulténeas en varias dimensiones” (ibidem): podemos afta- dir, por ejemplo, la pintura, ya quella leczura de un cuadrose propone come simultaneidad en las dos dimensiones del plano, sibien esto ha sido estudia~ do por nosotros en otro trabajo * respecto a la correecién de analizarlo como lenguaje IV. Valor y Significacién. Sincronia y Diacronia. A. Valor y Significacién Tras haber expandido a estructura del signo propuesta por Saussure para dar cabida a la problematica que deberi resolver la semiologia, es preciso regresar al concepto de sisiema. La calidad estructural de su pensa- ‘miento se plasma definitivamente en el anilisis de la organizacién interna del sistema de la lengua, que expandiremos, también, hacia el mbito de la semiologia. Sauscure realiza tal andlisis en base a los conceptos de “valor” y de “significacién”, sus relaciones y el contenido que les atribuye. Sinteticemos, inicialmente, los diversos enunciados que formula respecto ‘a. ambos términos, VALOR SIGNIFICACION Propiedad de una palabra para repre: Le sera apicale este mismo concepro Setar una idea (pensamniento genealiza del valor do) (la admite como une de las aspecios el valor (p. 158) Un elemento de fa signifeacon (n.158).— —Diiutad en dstinguirla dl valor ya ss que esti ajo su dependensia (. 159) Signo mismo, como contapartida de —Identfeasigificacin y significado, co tos U0 sgnos de Ia lena (P. 139), os eos sion de a lengus (p15, —Por a solidardad de os clemenios dela —Totalidad ques cumpleen los limites de lengua, el valor de cada uno no proviene Ia palabra considerada camo un dominio mis que dela presencia simuttinea de los cerrado, exstene por mismo {p. 159), tes. 158), ' constituido por wna cosa devon “Aquel aspacto dl valor de wna palabra Jame susceptible de intercambiarse con que se limita aconsttar que puede “imer- ‘quella euyo valor ests por determinar _eambiarae™ portal ocualconeepto(p. 160) (139) “Juan Angel Magariios de Morentin,Elewadro coma testo: aportesparauna semilogade le intra, Buenos Aires, Te Tiempos, VR FLSIGNO VALOR SIGNIFICACION Esté constitu por cosas semejantes ‘que se pueden comporar con aguella coso tl estd en cuestin (p. 159), Tn sapecio del conionide del pi que sSlosedetrminacon cetera ane ‘leoncurse de aquell qu existe fea de Tip spat del contend dela palabra ‘que sb we determina concerteza mediante i concurso de aguello que exste fuera de tha (p60, ll ims Aico que oss loniaodelouaTina pala st eves, pore echo de foe mar pte de wn sistema ‘Aguel de Gal prinepalineni oe palabra esti revestida.porel hesho de fr rar parte de un sistema tn 160, Ei Vmorde cualquier trmino ed deter rina pot auto que 16 todea (p16), —Comparando dos Tengaas, erin aoH —Koniparando do engas mines con ta minma sgnfcacion pueden no tener ela im ssa vale (p10), mine var Siznifcaciin pdm no tener Rio nay adrian Ue antemar adore emanates al stem fp. 162. Ta relat enieigficaniey signin Go fr cuanto exguema de sign) sible 2a la signficacii, que no ene nada de de inva (162), ‘Nove mis uc unvalordetrminado pot “ustelaciones con otros valores semejantes 3 si ie ces ne exitia(P. 162). iad Jos valores comvensonales pre sentan el aricter de no comfndise const soporte tangle p68) Su soporte no eel sono ens mismo. Sino fas iersncin nas ve permite sting un palabra de todas fs dems Io. 16, De acuerdo al modelo anteriormente desarrollado, se evidencia que Saussure elabora conscientemente las dos direceiones euyo punto de partida sol significante lingiistico " 7 (ies & donde la relacibn $/s, pone de maniliesto la operatividad del concepto de soir icntnae ques i relacion8/s aque describe la operatividad del con- cepto de significacicn No obstante, correlacionando esta interpretaciin ordenadora con la doble columna comparativa en que se rexistran los enunciados saussuria- wohl meidvierten diversos equivecos y contradicciones. Asi por ejemplo, FERDINAND DE SAUSSURE cuando somete al valor a un “principio paradojal”: estar constituido por tuna cosa desemejante susceptible de inrercambiarse con aquélla cuyo valor estd por determinar; y estar constituido por cosas semejantes que se pueden comparar con aquélla cuyo valor esti en cuestién, El rigor légico establece que tal paradoia se efiere a la totalidad del signo, como lo evidencia el modelo de las relaciones del significante recién transcripto; y que los dos aspectos de tal paradoja no confluyen en el valor. sino que, por el contrario, este término sirve para indicar la presencia en el signo del segundo aspecto (la compara- cin de cosas semejantes), mientras que la primera parte (Ia intercambiabili- dad de cosas desemejantes) constituye la definicién del concepto de signift- ado. Asi lo establece en la pagina siguiente y. al hacerlo, aparece la significacién como una parte del valor; pero. entonces, no podria llegar a establecer, como lo hace, al comparar dos lenguas, que “términos con la ‘misma significacin pueden no tener el mismo valor”, locual,en cambio, se comprende claramente cuando se diferencia sin ambigtiedad ia funcién que hhabed de atribuirse respectivamente a valor y significacién. Podriamos decir que hay dos maneras de enfrentar este problema: una atribuye a valor un sentido amplio que abarca a la signficaci6n (en cuanto intercambiabilidad) y al propio valor (en cuanto determinacién por su propio entorno: intrasisté- mico, por consiguiente), interpretacion segin la cual valor queda ambiguo y realmente contradictorio; otra se basa en el sentido estricto del término valor ¥ Jo utiliza para designar la relaci6n invrasistémica que un signo guarda con los restantes signos de su propio sistema; y también confiere al término significacién un sentido estricto consistente en la capacidad que posee todo signo de relacionarse con entidades pertenecientes a otro sistema de signos diferentes al primero, en una relacidn, por tanto, denaturalezaextrasistémi- ca 0 intersisiémica El plan del desarrollo de Saussure sigue esta relativa indefinici6n. Preocup- do fundamentalmente por mostrar a signo linguistico somo foralidad, resiente la claridad analitica que se propone estudiar: “es necesario partir de la totalidad solidaria (constituida por un determinado sonido ¥ un determina do concepto) para obtener, mediante l analisis, los elementos que encierra (p. 157). Los tres parigrafos siguientes abarcan respectivamente al signo “desde cl punto de vista del significado o concepto (§ 2), del significante (§ 3)y del signo total (§4)". AL anatizar el significado o concepto, desarrolla la mayoria de los contenidos diferenciales que hemos ordenado en forma contrastante, relativos al valor y al significado; © sea, ambos aspectos los trata incluidos en el problema del “significado”. Tales equivocos se elimi- nan considerando las relaciones estructurales que confluyen en el signo total, como establecidas entre tres niveles identificables: ei significante, el valor y el significado. En este micleo de proposiciones saussurianas subyace una mecénica epistemologica que no llega a hacerse racionalmente consciente yen ocasio- nes, provoca contradicciones como las que se han sefialado. Efectivamente, Saussure esté utilizando relaciones légicas inherentes a los conceptos de ” EL SIGNO sistema, historia y traduccién, Partiendo de tales relaciones se comprende que “*valor™ es un concepto operative cuando se lo piensa en funcién de la integracién del signo que lo posee en la interioridad de determinado sistema: “significacién” opera, conceptualmente.en funcidn dela relacion de traduc~ cidn entre signos determinados de sistemas diferentes; finalmente, la trans~ Formacién de un signo se produce por la incidencia de relaciones histéricas asimétricas entre los tres aspectos que lo constituyen: transformacién fonéti- cea de los significantes, que puede ir 0 no acompafiada de la transformacién, de los otros dos; transformacién de los valores de tales significantes en la in- terioridad de un sistema, que puede ir o n0 acompafado de la transfor- in de los otros dos; y transformacién de las significaciones, en cuanto estado de la traduceién entre dos sistemas diferentes, que puede it 0 no acompafiada de la transformacién de los otros dos aspectos constitutives. del signo total. Vamos a tratar de desarrollar y ejemplificar estas propuestas fundamentales tanto a la lingiistica como a la semiologi En un momento dado, un sistema linguistico esta constituido por un conjunto de significantes dotado, cada uno de ellos, de un valor que los interrelaciona de modo que constituyen un sistema y de una significacién specifica en virtud de la cual se vineuilan con significantes y valores de otro sistema no-linguistico (dejando en suspenso el problema del metalenguaje, desde cuya perspectiva el sistema linglistico se utiliza para t.aducirlo quel propio sistema linguistico es, lo que garantiza la existencia de una artificial pero igualmente doble existencia de sistemas, uno de los cuales dice al otro), El esquema inicialmente enunciado queda pues interpretado de! siguiente modo’ (5) Valor intasstomico

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