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Subrayando palabras clave

La clula es la unidad morfolgica y funcional de todo ser vivo. De


hecho, la clula es el elemento de menor tamao que puede
considerarse vivo.
La membrana celular es una estructura laminar formada por
fosfolpidos (con cabeza hidroflica y cola hidrofbica) y protenas
que engloba a las clulas definiendo sus lmites contribuyendo a
mantener el equilibrio entre el interior (medio intracelular) y el
exterior (medio extracelular) de estas.
El citoplasma es la parte del protoplasma que, en una clula eucariota, se encuentra entre el ncleo
celular y la membrana celular. En este se hallan una serie de orgnulos que cumplen funciones
especficas en la vida de la clula.
El ncleo, por su parte, es un orgnulo membranoso que se encuentra en las clulas eucariotas.
Contiene la mayor parte del material gentico celular, organizado en mltiples molculas lineales de
ADN de gran longitud formando complejos con una gran variedad de protenas como las histonas para
formar los cromosomas.


Subrayando ideas importantes o datos
Todo el da, sentados en el patio, en un
banco estaban los cuatro hijos idiotas del
matrimonio Mazzini-Ferraz. Tenan la
lengua entre los labios, los ojos estpidos,
y volvan la cabeza con la boca abierta.
El patio era de tierra, cerrado al oeste por
un cerco de ladrillos. El banco quedaba paralelo a l, a cinco metros, y all se mantenan inmviles, fijos
los ojos en los ladrillos. Como el sol se ocultaba tras el cerco, al declinar los idiotas tenan fiesta. La luz
enceguecedora llamaba su atencin al principio, poco a poco sus ojos se animaban; se rean al fin
estrepitosamente, congestionados por la misma hilaridad ansiosa, mirando el sol con alegra bestial,
como si fuera comida.
Otras veces, alineados en el banco, zumbaban horas enteras, imitando al tranva elctrico. Los ruidos
fuertes sacudan asimismo su inercia, y corran entonces, mordindose la lengua y mugiendo, alrededor
del patio. Pero casi siempre estaban apagados en un sombro letargo de idiotismo, y pasaban todo el da
sentados en su banco, con las piernas colgantes y quietas, empapando de glutinosa saliva el pantaln
De: La gallina degollada, en Cuentos de amor, de locura y muerte, de Horacio Quiroga.

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