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INTRODUCCIÓN

1. Concepto de apego.

Una de las características más especiales del ser humano y que le permiten alcanzar tan alto
grado de especialización dentro del reino animal es su extensa etapa de inmadurez, durante la
cual tiene tiempo suficiente para aprender y desarrollar todas esas capacidades y habilidades que
tan especiales nos hacen. La gran desventaja que tiene este fenómeno es que desde que
nacemos hasta que nos desarrollamos lo suficiente para valernos por nosotros mismos se sucede
un relativo gran período de tiempo durante el cual estamos expuestos sin protección (entiéndase
medios propios de autosuficiencia) a todos los peligros que el mundo nos depara. Por eso cobra
nuestro ambiente, nuestro entorno social, nuestros cuidadores, que nos proporcionaran todos los
recursos y medios necesarios para nuestro desarrollo que no podemos obtener por nosotros
mismos a la vez que nos protegerán de los peligros y nos prevendrán de los riesgos que nosotros
aún no conocemos y contra los que no podríamos enfrentarnos aunque lo hiciéramos. Es por lo
tanto lógico y necesario que exista una relación muy estrecha entre un recién nacido y su o sus
cuidadores principales (madre, padre, …), que predisponga a éste para permanecer bajo el
cuidado de aquéllos.

Se conoce comúnmente el apego como la afición o inclinación hacia alguien o algo (DRAE), pero
esta definición no llega a comprender todos los ámbitos de interés para la psicología. Diversos
autores han estudiado las relaciones entre los infantes y sus figuras de apego (Bowlby, Ainsworth,
Sroufe y Waters, Yela), dando unas definiciones más amplias y matizadas de la conducta de
apego. Así según Bowlby la conducta de apego sería “aquella conducta que reduce la distancia de
las personas u objetos que suministrarían protección”, o para Ainsworth, que son aquellas
conductas que favorecen ante todo la cercanía con una persona determinada. Así, el vínculo de
apego tiene tres características principales normales: es una relación emocional perdurable con
una persona en específico (la figura de apego será en los primeros años de vida el cuidador
principal, ya sea madre, padre u otro diferente); dicha relación produce seguridad, sosiego,
consuelo, agrado y placer; y la pérdida, o amenaza de pérdida, de la persona evoca una intensa
angustia. La principal función que tiene la conducta de apego es la de ser una conducta
adaptativa, prácticamente imprescindible para la supervivencia del ser humano inmaduro, que le
crea una atracción instintiva hacia ciertos elementos cercanos, familiares, que muy probablemente
le proporcionarán protección y alimento. Estas figuras de apego le permitirán conocer el mundo
que le rodea, proporcionándole el soporte necesario para una experiencia positiva de la realidad,
así como serán el primer contacto con relaciones personales que tenga, teniendo esto último gran
importancia posteriormente ya que se ha observado la fuerte influencia que tienen los primeros
años de vida, las primeras experiencias personales, en el desarrollo de la personalidad adulta,
existiendo semejanzas entre las primeras formas de interacción y relación con sus equivalentes
adultas.

2. Desarrollo de la conducta de apego

Este vínculo no se establece en el momento del nacimiento sino que se consolida hacia el
segundo año de vida, aunque es partir del octavo mes cuando el bebé empieza a dirigir las
conductas de apego a una figura específica, que es normalmente la madre pero que en general es
hacia su cuidador principal. No es algo que aparezca espontáneamente, sino que es fruto de una
experiancia relacional. Esta conducta, claramente manifiesta durante los primeros años de vida,
seguirá existiendo a lo largo de la vida, no desaparecen las relaciones de apego con los
cuidadores principales aunque puedan cambiar o mostrarse intermitentemente y éstas no se
enfocarán exclusivamente a las figuras de los cuidadores principales sino que podrán mostrarse
hacia otros individuos, o incluso centros o sociedades, externos al ámbito familiar.
3. Tipificación y evaluación de las conductas de apego

La Dra. Mary Ainsworth y su grupo de colabores colabores describieron tres tipos de diferentes de
apego (incluyendo una serie de subtipos para cada uno de ellos más específicos) a raíz de la
aplicación de un procedimiento llamado “situación extraña” a diferentes parejas cuidador principal-
niño. Los tres tipos de apego según Ainsworth y cols. son:
– Tipo 1: apego seguro. A su vez se divide en 4 subtipos diferentes (B1, B2, B3 y B4).
– Tipo 2: apego inseguro evitativo. Se divide en 2 subtipos (A1 y A2).
– Tipo 3: apego apego inseguro ambivalente. Se divide en 2 subtipos (C1 y C2)

Situación Extraña
El procedimiento creado por Ainsworth, Blehar, Waters y Wall (1978) denominado "situación
extraña" , tiene el objetivo de evaluar la manera en que los niños utilizaban a los adultos como
fuente de seguridad, desde la cual podían explorar su ambiente; también la forma en que
reaccionaban ante la presencia de extraños, y su reacción en los momentos de separación y
reunión con la madre. La prueba consta de ocho episodios, un primer episodio introductorio de 1
minuto de duración, y 7 episodios de 3 minutos de duración. La duración total aproximada del
experimento es de 20 minutos. Durante esta situación el niño es enfrentado a estímulos y
situaciones que son cada vez más estresantes que se basan en la presencia o no de la figura de
apego o de una persona extraña. Previamente a su aplicación, se proporciona la información
adecuada sobre la situación e instrucciones precisas sobre la misma tanto a la madre como a la
"persona extraña”. La secuencia completa de la interacción es videograbada (dos videocámaras
graban el experimento) a través de un cuarto de Gessell (habitación acondicionada para permitir la
observación con personas, diseñada por el psicólogo americano Arnold Gessel) y se desarrolla en
un sala compuesta por una zona de juego con elementos apropiados para la edad del niño
(alfombra y juguetes) y dos sillas (una para la figura de apego y otra para la persona extraña. Para
determinar el tipo de apego que se da se registran una serie de comportamientos (11 en total) en
función de su frecuencia de aparición.

La estructura de la “situación extraña” es la siguiente:


Episodio 1 (1 min.): entran en la sala figura de apego (FA), bebé y experimentador (que en nuestro
caso también sera la persona extraña).
Episodio 2 (3 min.): FA y bebé. El bebé se instala, explora y juega. La FA lo atiende sólo si es
necesario.
Episodio 3 (3 min.): FA, bebé y extraña. Presentación de la extraña, juega con el bebé en el último
minuto.
Episodio 4 (3 min.): extraña y bebé. La FA deja al niño con la extraña. Primera separación.
Episodio 5 (3 min.): FA y bebé. Regresa la FA y se va la extraña. Primera reunión.
Episodio 6 (3 min.): Bebé. La FA deja solo al bebé. Segunda separación.
Episodio 7 (3 min.): extraña y bebé. La extraña entra y permanece con el bebé, lo atiende sólo
cuando es necesario.
Episodio 8 (3 min.): FA y bebé. La FA regresa y la extraña sale con cuidado. Segunda reunión.

Apego seguro
Un relación de apego seguro está asociada a una sensibilidad materna (paterna u otras), la
percepción adecuada a la realidad, interpretación correcta y existencia de una respuesta
apropiada a las señales del niño. Teniendo la seguridad de que su figura de apego estará cuando
la necesite y podrá recurrir a ella cuando tenga algún problema, el niño explora tranquilamente su
alrededor y experimenta sin necesidad de tener que necesitar continuamente de la presencia de la
figura de apego
Apego inseguro evitativo
Ésta es la primera de las conductas de apego no adaptativas. Este tipo de apego se caracteriza
por una independencia e indiferencia del niño hacia la figura de apego, que normalmente no se
angustia durante los períodos de separación y nos busca el contacto con la madre o incluso lo
evita en los episodios de reunión. Se relaciona este tipo de apego con figuras de apego
relativamente insensibles a las peticiones del niño y/o rechazante y la explicación que daba la dra.
Ainsworth a este tipo de apego es que estos niños comprendían que no podían contar con el
apoyo de su madre y reaccionaban de forma defensiva, adoptando una postura de indiferencia.

Apego inseguro ambivalente


En los casos en los que se daba un apego inseguro ambivalente el niño se muestra muy
dependiente de la figura de apego, apenas explora su alrededor y tiene miedo a alejarse de
aquélla. En períodos de separación muestran gran preocupación por el paradero de la madre pero
cuando vuelve muestran respuestas confusas hacia ella (ambivalentes), alternando y mezclando
conductas de acercamiento y mantenimiento del contacto con conductas de rechazo y evitación.
El estudio de casos de figuras de apego y niños en los que se encontraba este tipo de vínculo se
destacaba la irregularidad e inconsistencia de las respuestas dadas al niño por parte de la figura
de apego.
PRÁCTICA

1. Registro y representación gráfica de las distintas categorías de conducta a evaluar

Sistema de registro
El sistema de registro empleado está basado en el propuesto por Ortíz (1995). En él, el registro de
las categorías de conductas se realiza por intervalos de 15'' (constando entonces cada episodio de
3 minutos de 12 intervalos de 15''). La escala de puntuación de cada categoría de comportamiento
es dicotómica, pudiendo darse los valores 0 ó 1 dependiendo de si esa conducta se da o no en un
intervalo concreto. Sólo se mide si la conducta aparece o no en cada intervalo, no la cantidad de
veces que aparece, si es que lo hace, siendo entonces el valor máximo por episodio que puede
alcanzar cada categoría, 12. A su vez, este frecuencia se valorará como baja, moderada o alta
teniendo en cuenta los criterios de cada una de las categorías.

A) EXPLORACIÓN MANIPULATIVA

Exploración Manipulativa
12

10
Total de puntuación

0
2 3 4 5 6 7 8
Episodios

Se registra una frecuencia de conducta de exploración manipulativa (EM) alta en los episodios 2, 3
y 5; una EM moderada en el episodio 8 y una EM baja en los episodios 4, 6 y 7.
B) LOCOMOCIÓN EXPLORATORIA

Locomoción Exploratoria
6

Total de puntuación
4

0
2 3 4 5 6 7 8
Episodios

No se registra una frecuencia de conducta de locomoción exploratoria (LC) alta en ningún


episodio; se registra una LC moderada en los episodios 2, 3, 5 y 8; y una LC baja en los episodios
4, 6, y 7.

C) BÚSQUEDA DE LA F.A.

Búsqueda de la F.A.
14

12
Total de puntuación

10

0
4 6 7
Episodios

Se registra una frecuencia de conducta de búsqueda de la F.A. (BFA) alta en los episodios 4 y 6; y
una BFA moderada en el episodio 7.
D) BÚSQUEDA DE LA PROXIMIDAD Y DEL CONTACTO HACIA LA F.A.

Búsqueda de la proximidad y del contacto hacia la F.A.


4,5
4
Total de puntuación 3,5
3
2,5
2
1,5
1
0,5
0
2 3 5 8
Episodios

No se registra una frecuencia de conducta de búsqueda de la proximidad y del contacto hacia la


F.A. (CFA) alta en ningún episodio; se registra una CFA moderada en los episodios 2 y 8; y se
registra una CFA baja en los episodios 3 y 5.

E) MANTENIMIENTO DE LA PROXIMIDAD HACIA LA F.A.

Mantenimiento de la proximidad hacia F.A.


1
0,9
0,8
Total de puntuación

0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
2 3 5 8
Episodios

No se registra conducta de mantenimiento de la proximidad hacia la F.A. en ningún episodio de la


experiencia.
F) INTERACCIÓN POSITIVA A DISTANCIA HACIA LA F.A.

Interacción positiva a distancia hacia F.A.


12

10

Total de puntuación
8

0
2 3 5 8
Episodios
Se registra una frecuencia de conducta de interacción positiva a distancia hacia la F.A. (DFA) alta
en los episodios 2, 5 y 8; no se registra DFA en ningún episodio; y se registra DFA baja en el
episodio 2.

G) EVITACIÓN HACIA F.A.

Evitación hacia F.A.


1
0,9
0,8
Total de puntuación

0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
5 8
Episodios

No se registra conducta de evitación hacia la F.A. en ningún episodio de la experiencia.


H) OPOSICIÓN/RECHAZO HACIA F.A.

Oposición/Rechazo hacia F.A.


1
0,9
0,8

Total de puntuación
0,7
0,6
0,5
0,4
0,3
0,2
0,1
0
5 8
Episodios

No se registra conducta de oposición/rechazo hacia la F.A. en ningún episodio de la experiencia.

I1) LLANTO INTENSO I2) LLANTO SUAVE

Llanto intenso Llanto suave


14 10
9
12
8
Total de puntuación
Total de puntuación

10 7

8 6
5
6 4
4 3
2
2
1
0 0
2 3 4 5 6 7 8 3 4 5 6 7 8
Episodios Episodios
Se registra frecuencia de conducta de llanto (Ll.) alta en el episodio 6; se registra una Ll.
moderada en el episodio 7; y se registra una Ll. baja en los episodios 2, 3, 4, 5 y 8.
J) MIEDO HACIA LA EXTRAÑA

Miedo hacia la extraña


7

Total de puntuación
5

0
3 4 7
Episodios

No se registra una frecuencia de conducta de miedo hacia la extraña (M.E.) alta en ningún
episodio; se registra una M.E. moderada en los episodios 4 y 7; y se registra una M.E. baja en el
episodio 3.

K) AFILIACIÓN HACIA LA EXTRAÑA

Afiliación hacia la extraña


10
9
8
Total de puntuación

7
6
5
4
3
2
1
0
3 4 7
Episodios

Se registra una frecuencia de conducta de afiliación a la extraña (A.E.) alta en el episodio 3; se


registra una A.E. moderada en los episodios 4 y 7; y no se registra A.E. en ningún episodio.
2. Diagnóstico

De los patrones de vinculación directamente derivados de la Situación Extraña y descritos por


Ainsworth y sus colaboradores (a saber: apego seguro, apego inseguro evitativo y apego inseguro
ambivalente)(1978), y una vez registrados y analizados los datos obtenidos se aprecia que el
cuadro de características al que más se acerca el caso estudiado es el de un patrón de apego
seguro. Así observamos que el sujeto (la niña) manifiesta una elevada conducta de exploración,
alta manipulativa y moderada locomotora, en presencia de la figura de apego (episodios 2, 3, 5 y
8). También se observa en los episodios de reunión (5 y 8) una clara orientación positiva hacia la
FA, tanto en interacción a distancia como en búsqueda del contacto físico. Estos rasgos son los
que nos indican que nos encontramos con un vínculo de apego seguro.

Pero dentro de este patrón existen 4 subclasificaciones o subtipos, divididos así atendiendo a un
criterio en concreto: la intensidad en la necesidad de contacto físico y de proximidad con la figura
de apego por parte del bebé en los episodios de reunión.
En los datos recogidos sobre el episodio 5 encontramos que la frecuencia de búsqueda de la
proximidad y del contacto hacia la F.A. Es de 2 (baja) pero que por otro lado la frecuencia de
interacción positiva a distancia es de 11 (alta), por lo tanto aun teniendo esa frecuencia baja de
búsqueda debemos considerar en general como una frecuencia de moderada a alta de conductas
procuradoras de la proximidad y contacto, además, vamos a tener en cuenta también que en el
episodio 8 las frecuencias de búsqueda e interacción a distancia fueron 4 (moderada) y 8 (alta)
respectivamente, lo que no deja lugar a dudas de esta valoración.
Siguiendo con los criterios que nos ayudarán a distinguir el subtipo de apego seguro tenemos el
estudio de la conducta de mantenimiento del contacto físico. En nuestro caso tanto en el episodio
5 como en el 8 la frecuencia de esta conducta es baja.
En los casos de las conductas de evitación y rechazo también se registró una frecuencia baja en
ambos episodios.
Los últimos tres criterios a estudiar hacen referencia a la conducta de llanto. En el primero se
refiere a la frecuencia en el episodio 3, en el que fue baja (nula). En el segundo hace referencia a
los episodios 4 y 6 (de separación), en este caso la frecuencia en el 4 fue baja ya que solo se
registró llanto suave con una frecuencia baja pero en el episodio 6 la frecuencia fue alta,
registrándose llanto intenso durante todo el episodio; teniendo en cuenta estos datos deberíamos
considerar la frecuencia media entorno a moderada, pero con el matiz del llanto intenso en el
episodio 6 podría considerarse de moderada a alta. Por último, la frecuencia de conducta de llanto
en los episodios 5 y 8 fue en ambos baja.
Una vez analizados estos datos llegamos a la conclusión que el perfil al que más se adapta este
cuadro es el de un apego seguro B3. Todos los criterios concuerdan, a excepción de la frecuencia
de aparición de la conducta de mantenimiento del contacto físico, que para este subtipo de apego
seguro sería esperada una frecuencia alta, mientras que la frecuencia registrada fue baja. Aun así,
si tenemos en cuenta también las características adicionales de los subtipos, vemos que una de
las características del B3 es la variabilidad de las conductas de búsqueda de la proximidad y de
mantenimiento de contacto, dependiendo de la experiencia en los períodos de separación y
aunque no pusiera esto, tampoco deberíamos despreciar el resto de signos que nos llevan a
pensar que estamos tratando con esta clase de vínculo. De todas formas seguimos encontrando
afinidad con el subtipo B3, véase como ejemplo el tiempo de recuperación y regreso a actividades
de exploración (de moderada a alta) en el episodio de reunión que concuerda con los datos
recogidos en la experiencia.

Por lo tanto, tras analizar los datos recogidos, contrastarlos con los criterios de diagnóstico y
revisar todo el procedimiento, podemos concluir que el vínculo de apego del bebé hacia su figura
de apego es de tipo seguro, subtipo B3.
Jose Juan Morosoli García
1º Grado de Psicología – Grupo 2
Psicología del Desarrollo: Infancia

PRÁCTICA 1
EVALUACIÓN DE LA CALIDAD DEL
APEGO EN LA INFANCIA:
LA SITUACIÓN EXTRAÑA

Universidad de Murcia

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