Está en la página 1de 2

A TI MI AMOR No quiero hacerte perder tu tiempo, pues se bien que nunca nadie te ha detenido, tampoco quiero obligar tu regreso,

pues ni yo misma te veo volviendo. No quiero perdones, pues yo s que no son sinceros, no quiero lastimas, porque yo s que ni tu ni yo las merecemos. Quiero empezar a hablarte claro, que la nube obscura que colg sobre m finalmente pueda alejarla, que las circunstancias que, no te miento, aun me agobian, de una vez por todas se vayan a la tumba. Quiero decirte las tristezas que en m, un da vivieron, y que si las estoy recordando, es por el umbral donde me encuentro. No es que quiera hacer mi vida ms triste, es que ellas regresaron sin permiso. En mi comenzaba a vivir la ilusin de nuevo, los pesares de aquellos das, se volvieron menos que neblinas, comenc a pensar que ya no poda existir ni gota de recuerdo, o que si lo haca, con sonrer las alejaba. Entonces un da record la devocin que me hiciste sentir. Lealtad, comprensin, agona en ocasiones, pero, sobre todo, ese amor tan inmenso que ni yo misma cre sentir por alguien que no fuese sangre de mi sangre. Amor diferente, apasionado y entregado. Ese amor, al que le entregue cada pedazo mo y de mi alma, al que le entregue lo que no pens entrgale a nadie, al que solo le di lo mejor de m, ese amor que, a pesar de todo, me dej tan vaca, destrozada y sin ganas de rer, sin ganas de ser yo, sin ganas de sentir, sin ganas de vivir. Un farsante en ocasiones, pues, a pesar de todo, aun creo que algunos de los te amo si fueron sinceros, an creo que me quisiste aunque sea un poco, an creo que mis caricias tocaron tu alma, an creo, que en algn momento, as fue Hoy te digo ADIOS mi amor, un ADIOS permanente pues ya no quiero vivir en la sombra de este recuerdo, ya no quiero que mi alma siga atada a un amor que no fue correspondido, a un amor que no es para m.

Adis, adis para siempre, vete con el aire que da con da sec mis lgrimas, vete con el tiempo que me ayuda a sanar las heridas, vete con los recuerdos que un da me hicieron sonrer, vete cario, que ya no voy a abrirte mi alma nunca ms, y que Dios sea testigo, de que ni tu ni yo, volvamos a toparnos, o que si lo hacemos, pasemos desapercibidos.

También podría gustarte