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Gemelos Superlindos nº 1 （Spanish Version） Free Novel
ÍNDICE
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Caoítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
1
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
2
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
3
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77
Capítulo 78
Capítulo 79
Capítulo 80
Capítulo 81
Capítulo 82
Capítulo 83
Capítulo 84
Capítulo 85
Capítulo 86
Capítulo 87
Capítulo 88
Capítulo 89
Capítulo 90
Capítulo 91
Capítulo 92
Capítulo 93
Capítulo 94
4
Capítulo 95
Capítulo 96
Capítulo 97
Capítulo 98
Capítulo 99
Capítulo 100
Capítulo 101
Capítulo 102
Capítulo 103
Capítulo 104
Capítulo 105
Capítulo 106
Capítulo 107
Capítulo 108
Capítulo 109
Capítulo 110
Capítulo 111
Capítulo 112
Capítulo 113
Capítulo 114
Capítulo 115
Capítulo 116
Capítulo 117
Capítulo 118
5
Capítulo 119
Capítulo 120
Capítulo 121
Capítulo 122
Capítulo 123
Capítulo 124
Capítulo 125
Capítulo 126
Capítulo 127
Capítulo 128
Capítulo 129
Capítulo 130
Capítulo 131
Capítulo 132
Capítulo 133
Capítulo 134
Capítulo 135
Capítulo 136
Capítulo 137
Capítulo 138
Capítulo 139
Capítulo 140
Capítulo 141
Capítulo 142
6
Capítulo 143
Capítulo 144
Capítulo 145
Capítulo 146
Capítulo 147
Capítulo 148
Capítulo 149
Capítulo 150
Capítulo 151
Capítulo 152
Capítulo 153
Capítulo 154
Capítulo 155
Capítulo 156
Capítulo 157
Capítulo 158
Capítulo 159
Capítulo 160
Capítulo 161
7
8
Capítulo 1
“Ah, ¿por qué me duele tanto?”
En la madrugada
La luz intensa despertó a Clarie Willlson y ella
abrió enseguida los ojos con un terrible dolor de cabeza.
Se dio cuenta de que estaba en una habitación
desconocida. Movió sus miradas hacia abajo y vio las ropas
esparcidas en el suelo.
Se quedó con los ojos sorprendidos, luego puso
una mano en su nuca y se esforzó para recordar lo que pa-
só la noche anterior.
Alguien le golpeó y se desmayó. Entonces, no pu-
do acordarse nada de lo de la noche anterior.
En ese momento, no llevaba nada. El dolor corporal le
recordó lo que pasó.
Cualquiera que sea inocente o no, sabría lo que había
sucedido.
Clarie soportó el dolor de su cuerpo y cogió la
manta para tapar a sí misma.
En el aire todavía flotaba un olor que le recordaba a
Claire lo que se produjo la noche anterior.
El día anterior, oyó al azar que su madrastra insultaba a
su madre y se puso furiosa. Como venganza a ella, empujó
a su her manastro y él se cayó del balcón.
Posterior mente, fue golpeada por la madrastra y
su hija.
9
Cuando estaba despierta, ya estaba en este ho-
tel.
Clarie se levantó de la cama enojada y rápida-
mente recogió su ropa. De repente, un reloj cayó de la ca-
ma.
En el respaldo de la silla que estaba al lado de la
cama, había una chaqueta de hombre ...
Clarie arrojó enojada el reloj contra la pared. Él le
había quitado su inocencia, ahora que usó un reloj para
compensarle,¿en serio?
¡Vaya hombre!
Caminó hacia el baño. Su rostro hinchado se reflejó en
el espejo.
Tenía las ojeras con un color bien oscuro y sus ojos es-
taban hinchados. En ese momento, incluso le era difícil pa-
ra abrir los ojos.
Mirando su rostro herido, Clarie recordó la escena de
que la madrastra y su hija la golpeaba sin piedad el día an-
terior, y sentía tanto miedo como odio a las dos mujeres.
Pero, ¿quién le había hecho todo esto, ya que ella te-
nía hinchada y herida la cara?
Clarie tomó una ducha lavándose su cuerpo de mane-
ra detenida. Después de un buen rato, se marchó del lava-
bo débilmente y se fue del hotel.
Diez minutos después, se abrió la puerta de otra
habitación y salió una joven encantadora.
Ella se dirigió a prisa hacia la habitación de don-
de salía Clarie, sacó una tarjeta de su bolso y abrió la puer-
10
ta con ella.
Mirando la cama desordenada, se echó a reír con mala
intención.
Luego, levantó con fuerza la manta y vio las manchas
de sangre en la sábana. Ella apretó los dientes y dijo: "Bue-
no, ella era una muchacha inocente. Entonces, aunque en
estos dos años sale con Bryant, no ha pasado nada entre
los dos, ¿de verdad? ¡Qué bien! Si Bryant supiera que Cla-
rie ya no era su propia ángelita, definitivamente rompería
con ella. "
Justo cuando Alice estaba a punto de tomar fotos
de la habitación con su teléfono para compartirlas con su
madre, alguien llamó a la puerta.
Alice se asustó, caminó hacia la puerta sospechando, y
miró afuera a través de la mirilla .
"¿Quién es? ¿Para qué viene?", Alice preguntó valién-
dose de valores.
"Vengo para darte las gracias en nombre de mi Joven
Maestro por salvarle la vida", dijo el hombre respetuosa-
mente.
Alice se quedó atónita. Después de oír sus palabras,
inmediatamente le abrió la puerta.
El hombre hizo un gesto a los dos guardaespaldas de
negro detrás de él, y los dos entraron inmediatamente en la
habitación.
"Oye, ¿qué estáis haciendo?" Alice estaba tan asusta-
da que su rostro se puso pálido.
11
"Tranquila, tranquila. Primero, necesitamos confir mar si
nuestro Joven Maestro realmente pasó la noche en esta ha-
bitación", le dijo el hombre de manera educada.
"¿El Joven Maestro?", Alice se volvió un poco pasma-
da.
En este momento, dos guardaespaldas salieron rápida-
mente. Uno de ellos sostenía una chaqueta de traje y el
otro, un reloj de pulsera.
El joven los tomó y los miró, luego respetuosamente le
dio a Alice una tarjeta de identificación: "Ya tienes la tarjeta
de identificación de nuestro Joven Maestro. ¡Felicidades! El
Joven Maestro te ayudará a cumplir cualquier deseo".
"¿Quién es el Joven Maestro?" Alice dudaba de
sus palabras, pero extendió su mano para aceptar la tarjeta
de identificación.
"¡Dempsey Wilson!" El hombre pronunció el
nombre con claridad.
¡Alice se puso atónita!
12
Capítulo 2
Cinco años después
En la clase económica de un vuelod inter nacional de
Estados Unidos al País Z, algunas chicas sostenían sus telé-
fonos y secretamente tomaban fotos de dos bebés lindos.
El niño llevaba una camisa pequeña a cuadros y unos
pantalones vaqueros grises. Debajo de su flequillo negro
estaba un par de ojos vivaces como joyas. Además, tenía
tanto una nariz alta como los finos labios preciosos de color
rojo.
A su lado, estaba una niña mona de la misma edad,
her mosa y delicada como una muñeca. Tenía el cabello lar-
go y negro, que llegaba hasta la cintura. Un flequillo espe-
so cubría su frente blanca. Encima de su pelo estaba una
horquilla de gemas brillantes. Además, tenía unos ojos pa-
recidos a los cristales. Era tan guapa como el niño. Los dos
parecían los peluches más bonitas del mundo. La pequeña
estaban chupando un caramelo en palito. Era tan linda que
nadie quería mover su mirada de ella.
"Oye, deja de tomar fotos de nosotros. ¡Si no, me
enojaré!" Al darse cuenta de que las chicas estaban sacan-
do fotos en secreto, el niño inmediatamente trató de per-
suadirlas con un tono serio.
Al oír sus palabras, las chicas, que tenían 20 años, in-
mediatamente se sintieron avergonzadas y apagaron la cá-
mara con la cara sonrojada.
13
"Oh, Dios mío. ¡Qué lindos y her mosos son ellos! Me
gustaría tener un bébe mono como ellos."
"¡Ni soñarlo!".
Junto a los bebés lindos, una joven estaban dor mida,
apoyada en el respaldo de una silla.
La niña tenía la piel blanca como la nieve y una cara
pequeña y preciosa. Su cabello largo llegaba hasta la cintu-
ra había sido tirado hacia un lado y atado en una coleta.
Llevaba una camiseta negra holgada y unos vaqueros cor-
tos de color blanco. Parecía que era una chica inocente.
"Her mano, ¿despertamos a Mamá? Es que todavía no
ha almorzado", le preguntó la niña al niño sentado a su la-
do mientras le miraba.
"Deja que Mamá duer ma un poco más, ya que todavía
nos queda mucho tiempo para llegar al destino". El niño
era mayor que la niña. Aunque todavía era pequeño, se
comportaba como un adulto. Su par de her mosos ojos
grandes emitían una sabiduría incongruente con su edad.
Él era más sereno, a direrencia de la niña ingenua y adora-
ble que estaba a su lado.
"Pobrecita. No ha dor mido en toda la noche por el tra-
bajo". En la linda carita de la niña, había una pizca de afec-
to.
"Emma, no hagas enojar a nuestra madre más, ¿de
acuerdo?" Frank acarició la cabecita de su her mana mien-
tras la aconsejaba como un pequeño adulto.
"¡De acuerdo! De ahora en adelante, observaré las ór-
denes de Mamá" La carita tier na de Emma inmediatamente
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Gemelos Superlindos nº 1 （Spanish Version） Free Novel

“Ah, ¿por qué me duele tanto?”

La luz intensa despertó a Clarie Willlson y ella

abrió enseguida los ojos con un terrible dolor de cabeza.

Se dio cuenta de que estaba en una habitación

desconocida. Movió sus miradas hacia abajo y vio las ropas

Se quedó con los ojos sorprendidos, luego puso

una mano en su nuca y se esforzó para recordar lo que pa-

Alguien le golpeó y se desmayó. Entonces, no pu-

do acordarse nada de lo de la noche anterior.

En ese momento, no llevaba nada. El dolor corporal le

recordó lo que pasó.

Cualquiera que sea inocente o no, sabría lo que había

Clarie soportó el dolor de su cuerpo y cogió la

manta para tapar a sí misma.

En el aire todavía flotaba un olor que le recordaba a

Claire lo que se produjo la noche anterior.

El día anterior, oyó al azar que su madrastra insultaba a

su madre y se puso furiosa. Como venganza a ella, empujó

a su her manastro y él se cayó del balcón.

Posterior mente, fue golpeada por la madrastra y

Cuando estaba despierta, ya estaba en este ho-

Clarie se levantó de la cama enojada y rápida-

mente recogió su ropa. De repente, un reloj cayó de la ca-

En el respaldo de la silla que estaba al lado de la

cama, había una chaqueta de hombre ...

Clarie arrojó enojada el reloj contra la pared. Él le

había quitado su inocencia, ahora que usó un reloj para

Caminó hacia el baño. Su rostro hinchado se reflejó en

taban hinchados. En ese momento, incluso le era difícil pa-

ra abrir los ojos.

Mirando su rostro herido, Clarie recordó la escena de

que la madrastra y su hija la golpeaba sin piedad el día an-

terior, y sentía tanto miedo como odio a las dos mujeres.

Pero, ¿quién le había hecho todo esto, ya que ella te-

nía hinchada y herida la cara?

Clarie tomó una ducha lavándose su cuerpo de mane-

ra detenida. Después de un buen rato, se marchó del lava-

bo débilmente y se fue del hotel.

Diez minutos después, se abrió la puerta de otra

habitación y salió una joven encantadora.

Ella se dirigió a prisa hacia la habitación de don-

de salía Clarie, sacó una tarjeta de su bolso y abrió la puer-

Mirando la cama desordenada, se echó a reír con mala

Luego, levantó con fuerza la manta y vio las manchas

de sangre en la sábana. Ella apretó los dientes y dijo: "Bue-

no, ella era una muchacha inocente. Entonces, aunque en

estos dos años sale con Bryant, no ha pasado nada entre

rie ya no era su propia ángelita, definitivamente rompería

con ella. "

Justo cuando Alice estaba a punto de tomar fotos

de la habitación con su teléfono para compartirlas con su

madre, alguien llamó a la puerta.

Alice se asustó, caminó hacia la puerta sospechando, y

miró afuera a través de la mirilla .

"¿Quién es? ¿Para qué viene?", Alice preguntó valién-

"Vengo para darte las gracias en nombre de mi Joven

Maestro por salvarle la vida", dijo el hombre respetuosa-

Alice se quedó atónita. Después de oír sus palabras,

inmediatamente le abrió la puerta.

El hombre hizo un gesto a los dos guardaespaldas de

negro detrás de él, y los dos entraron inmediatamente en la

"Oye, ¿qué estáis haciendo?" Alice estaba tan asusta-