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BRILLA TU

SONRISA
Capítulo 201 El rencor
Josie todavía llevaba el vestido tradicional chino
con estampado de flores y se había puesto un
abrigo, ya que era tarde en la noche y hacía
frío.
Cuando percibió que Ryan la miraba,
obviamente se puso nerviosa.
"Ryan...".
"¿Qué quieres?", contestó el joven.
Su voz era fría.
Su madre vaciló antes de hablar. Entonces tragó
saliva y finalmente preguntó: "¿Cómo está Ray?
¿Está bien?".
"Es difícil bajarle la fiebre y existe el riesgo de que
contraiga una infección".
Ryan habló con sinceridad.
Josie se acercó a él, se envolvió nerviosamente
con el abrigo, y le dijo con voz temblorosa: "No
sé si me creerás o no, pero nunca quise lastimar
a ese chico. Solo quería asustar a Wendy para
que te dejara en paz. De verdad, no sabía que
él tenía leucemia. De lo contrario, habría usado
otro método para convencerla en vez de
ordenar que secuestraran al niño".
Ryan se puso de pie sin decir una palabra.
Durante todo este tiempo, él permaneció
inexpresivo. Incluso después de escuchar la
explicación de su madre, el joven se mostró
impasible.
"Ryan...".
"¡Mamá, felicitaciones! ¡Lograste tu objetivo!".
Esa simple frase laceró el corazón de Josie.
Al instante, sus ojos se enrojecieron.
"Ryan, ¿cómo puedes decirme eso? ¡Lo hice por
tu propio bien! ¿Por qué no comprendes cuáles
son realmente mis intenciones? Wendy no te
merece, ni es la mujer adecuada para ti. Quiero
que te cases con alguien que sea excelente en
todos los aspectos. ¿Qué tiene eso de malo?".
La boca de Ryan esbozó una delgada línea.
Lucía frío y distante. "¡Lo que querías era
hacerme perder al amor de mi vida!".
"¡Ryan! Yo…".
"Se hace tarde, mamá. Deberías acostarte".
"Pero, Ryan...".
El joven le lanzó una mirada gélida, se dio la
vuelta y se dirigió sin dudarlo hacia la habitación
de Precious.
Los ojos de Josie se enrojecieron mucho más y se
llenaron de lágrimas.
En realidad, la invadía una profunda sensación
de remordimiento.
Sin embargo, no se arrepentía de haber
destrozado la relación entre su hijo y Wendy.
Simplemente lamentaba el hecho de haber
utilizado al niño para ello y que ahora la vida de
este corriera peligro.
'No debí haber lastimado a un niño inocente.
En cuanto a Wendy...', la mujer pensó en su
interior.
Josie apretó los dientes.
'Nunca permitiré que vuelva a acercarse a
Ryan'.
Esa fue una noche terrible.
La cadena de desafortunados acontecimientos
era incesante.
Mientras Wendy cuidaba de Raymond, los
rumores sobre ella se esparcían por toda la
ciudad.
Después de entrevistar a Eris, los periodistas se
centraron en Cacia y Rubén.
Dado que ellos no tenían un buen servicio de
seguridad, los reporteros penetraron al edificio y
estaban parados en el estrecho pasillo afuera
del apartamento para tratar de obtener una
entrevista.
Una vez que Rubén y Cacia se prepararon,
rápidamente abrieron la puerta.
De inmediato, los reporteros se agolparon en el
umbral.
"Hace mucho frío. Por favor, entren y beban una
taza de té caliente. No se preocupen,
responderemos todas sus preguntas", dijo Cacia
con falsa dulzura.
Al escuchar eso, los reporteros entraron a la
habitación.
Tan pronto como todos se acomodaron en la
sala de estar, los periodistas comenzaron una
lluvia de preguntas.
"Señor Finch, se dice que su hija Wendy tuvo una
aventura de una noche, quedó embarazada
antes de casarse y dio a luz a un niño. Al mismo
tiempo, ella salía con el prometido de Eris, el
señor Brian. ¿Está al tanto de ello?".
"Se dice que Wendy lleva un estilo de vida
disoluto, y que también es la amante de un
hombre. ¿Puede decirnos algo sobre esto?".
"Señor Finch, si usted les dio a Eris y a Wendy la
misma educación, ¿por qué las dos son tan
diferentes?".
"Señor Finch, por favor responda".
"Señor Finch".
Rubén permanecía sentado tranquilamente en
una silla, con una respetuosa expresión para no
reaccionar a las preguntas de los reporteros,
pero cuando escuchó el nombre de Wendy, su
rostro se contrajo.
Realmente le tenía miedo a su hija.
No podía evitar estremecerse al recordar que
ella quiso matarlo con un cuchillo.
Por lo tanto, él se había jurado a sí mismo que
mientras viviera, nunca se cruzaría en el camino
de la muchacha ni la provocaría.
Después de todo, ella contaba con el apoyo
incondicional de Luke.
Sin embargo, Cacia le dijo que Media Cosmo no
hizo ninguna declaración para defender a
Wendy tras lo que Oakley reveló por televisión,
por lo que Rubén creyó que Luke la había
abandonado.
Como resultado, ya no le tenía miedo a la joven.
Odiaba a Wendy con todas sus fuerzas y quería
acabar con ella.
Entonces se enfrentó a los reporteros con la
intención de manchar el nombre de su hija.
"¿Ella dio a luz a un niño antes de casarse? ¡No
sabía nada al respecto! Lo que sí puedo
asegurarles es que hace cuatro años, Wendy
estaba embarazada".
Rápidamente, todos los periodistas se
emocionaron.
Rubén levantó la mano y continuó: "Hace
cuatro años, en la boda de su prima, Wendy
tuvo relaciones sexuales con un joven y quedó
embarazada, pero no sé si dio a luz al niño o no".
"¿No lo sabe?".
"No, no lo sé. Cuando ella tenía alrededor de
ocho meses de embarazo, Brian descubrió que
el bebé no era suyo y por eso rompió la relación,
enfadado. Wendy no pudo aceptarlo, así que
se escapó de casa y nunca regresó".
Los reporteros se sorprendieron. "¿Quiere decir
que Wendy estaba enamorada de Brian?".
"¡Sí! Estuvieron enamorados el uno del otro por
un tiempo".
'¡Dios mío!
¡Esta es una gran noticia!
¡Se trata de la declaración del padre de Eris y
Wendy!
Es mucho más creíble que las palabras de
Oakley', pensaron algunos periodistas.
En cambio, otros aún tenían sus dudas.
"Señor Finch, Wendy es su hija. ¿Por qué nos
cuenta los secretos de su oscuro pasado?
¿Existe algún tipo de rencor entre ustedes dos?".
Al escuchar eso, Cacia pellizcó discretamente a
su esposo.
De inmediato, él se puso lloroso, se cubrió el
rostro con las manos y empezó a sollozar,
mientras los camarógrafos seguían tomando
fotos.
"No me gusta hablar de ello porque Wendy es
mi hija. ¡Mi propia carne y mi sangre! No
obstante, su actitud no deja de
decepcionarme. Su madre falleció cuando era
muy pequeña, de modo que su madrastra y yo
nos esforzamos mucho para criarla e inculcarle
buenos valores, sin esperar nada a cambio.
Todo lo que queríamos era que ella creciera y se
convirtiera en una buena persona, pero como
dije antes, Wendy realmente nos decepcionó".
Rubén continuó sollozando a la misma vez que
hablaba. "Ella siempre fue una niña
problemática, que tenía celos de Eris e insistía en
que su madrastra y yo preferíamos a su
hermana. Admito que somos parciales hacia Eris
ya que ella siempre fue una buena chica.
¡Wendy es todo lo contrario! ¡Tenía solo dieciséis
años cuando se enamoró! Si tuvieran que elegir
entre una hija obediente y sensata, o una hija
rebelde y obstinada, ¿cuál preferirían?".
Los reporteros asintieron como muestra de
comprensión.
Rubén se sorbió la nariz, se secó las lágrimas y
agregó: "Wendy nos odia solo porque amamos
más a Eris. Hace cuatro años, se escapó de
casa y cortó todo contacto con nosotros.
¡Incluso pensamos que estaba muerta y sufrimos
mucho tiempo por eso! Recientemente, Eris nos
dijo que vio a Wendy en el estudio y no lo
creíamos, pues no esperábamos que estuviera
viva.
¡Ella es tan cruel! Además de no tener contacto
con su familia durante varios años, nos trató
peor que a los extraños cuando fuimos a verla.
Más tarde, supe que la razón por la que se
comportó de una forma tan arrogante era
porque tenía el apoyo de una persona muy
influyente".
En ese momento, los reporteros adoptaron una
posición erecta y sus ojos se llenaron de una
intensa curiosidad.
Uno de ellos preguntó: "¿Usted quiere decir que
efectivamente Wendy es la amante de un
hombre?".
Capítulo 202 La crisis de relaciones
públicas
"¡Sí! ¡Wendy es una amante!", confirmó Rubén.
Tan pronto como él dijo eso, los reporteros
comenzaron un fuerte murmullo en la sala de
estar.
El hombre agregó entre sollozos: "Fuimos testigos
de cómo Wendy se convirtió en una chica
rebelde y sufrimos mucho debido a ello. Cacia y
yo queríamos que mi hija dejara el mundo del
espectáculo y se buscara un trabajo normal,
pero ella no quiso escucharnos".
Él comenzó a llorar aún más lastimosamente
mientras hablaba.
Sus sollozos sacudían su delgada y huesuda
complexión.
Su cabello gris también favorecía la imagen de
padre triste que él trataba de reflejar.
Todos los periodistas estaban muy emocionados.
Al ver eso, Cacia resopló y dijo: "Soy la
madrastra de Wendy. Siempre me preocupó el
hecho de que no le agradara a ella y a su
hermana Reese desde que me casé con su
padre, así que las traté mejor que a mi propia
hija. Todos somos seres humanos imperfectos y
pensé que con el paso del tiempo ellas me
aceptarían, pero nunca imaginé...".
La mujer hizo una pausa para crear un efecto
dramático, se secó las lágrimas y continuó con
voz ahogada: "Estábamos tan felices de saber
que Wendy había regresado, que fuimos a verla.
Sin embargo, ella nos trató con crueldad y nos
amenazó para que no arruináramos su plan. Nos
advirtió que no habláramos mal de ella frente a
los medios. Toleramos su actitud cruel hacia
nosotros porque somos sus padres y, si no nos
preocupamos por ella, ¿quién va a hacerlo? No
obstante, esta vez no tenemos otra opción que
actuar. Además, nos enteramos de los
escándalos sobre Wendy y tememos que si ella
sigue por este camino, obsesionada por la fama
y el dinero, hará algo peor en el futuro, por lo
que decidimos sacar la verdad a la luz".
Cacia era una mujer gorda de mediana edad
que, cuando lloraba, parecía ser honesta y
sencilla, lo cual era muy engañoso.
Naturalmente, los reporteros sintieron pena por
esta triste pareja.
Cacia se secó las lágrimas, miró a las cámaras y
dijo: "Quiero decirle algo a Wendy, ¿puedo?".
"¡Sí, por supuesto! ¡Adelante!".
En ese momento, todos se centraron en la mujer.
Con los ojos enrojecidos, ella forzó una leve
sonrisa. "Wendy, querida, olvida todo esto lo
antes posible y no cometas más errores. Tu
padre y yo no soportamos ver cómo te
destruyes. Soy consciente de que nos odias.
Sin embargo, debemos hacer esto por tu propio
bien. Somos una familia, de modo que te
amamos aunque nos malinterpretes o nos odies.
¡Siempre que estés dispuesta a arrepentirte, la
puerta de nuestra casa estará abierta para ti!".
La voz de Cacia era tan emotiva que incluso los
reporteros se sintieron profundamente
conmovidos.
Creían que Wendy tenía mucha suerte de tener
una madrastra tan amable.
'¡Qué desagradecida es Wendy!'.
Estaban muy indignados.
En cuanto la entrevista de Rubén y Cacia se
publicó en las redes, se confirmaron todas las
sospechas sobre los rumores de Wendy y los
internautas se enloquecieron.
Etiquetaron a la muchacha como una mujer
intrigante, materialista y descortés.
Si bien las palabras de Oakley habían
despertado cierta desconfianza sobre la
naturaleza de la joven, ahora las entrevistas
dadas por la propia familia demostraban que
ella no era una buena persona.
Después de todo, entre demasiados rumores,
era difícil distinguir la verdad de la mentira.
'Si Wendy fuera tan agradable como algunos
decían, ¿por qué su familia la calumniaría?
Evidentemente, ella es despreciable'.
En solo un par de horas, muchos internautas
compartieron sus opiniones y Wendy se convirtió
en el principal tema candente.
Además, las noticias que publicó Evie
anteriormente volvieron a ser motivo de
discusión.
De hecho, algunos internautas sintieron pena
por ella.
Pensaban que todo lo que la actriz había dicho
sobre Wendy era verdad y que aun así los
magnates de la industria cinematográfica se
habían unido para expulsarla del mundo del
espectáculo.
Los admiradores de Evie perdieron los estribos.
¡Incluso divulgaron varias historias ridículas!
Dijeron que la aventura de la muchacha con
Wesley era un rumor difundido por Wendy.
Todos comenzaron a maldecirla.
También dejaron comentarios en el sitio web
oficial de Media Cosmo.
Llegaron al punto de exigirle a la compañía que
expulsara a Wendy de la industria del
entretenimiento.
Por lo tanto, ella debía presentar pruebas sólidas
de que todo era una sarta de mentiras.
De lo contrario, no tendría más opción que
renunciar a su carrera como actriz.
Esa noche Roger estaba en Media Cosmo.
Mientras veía las entrevistas de Rubén y Cacia
en la pantalla del televisor, la expresión de su
rostro habitualmente amable se volvió muy
amarga.
El departamento completo de relaciones
públicas de la empresa trabajaba horas extras.
El director de esta área era Randolph Delolmo,
un hombre de mediana edad hábil e ingenioso.
Desde que se estableció Media Cosmo, varios
artistas de la compañía se habían enfrentado a
este tipo de crisis y él era quien los ayudaba a
resolverlas. Varias veces, tuvo que revertir las
situaciones y salvó con éxito la reputación de los
artistas.
Sin embargo, hoy se sentía profundamente
frustrado.
"Randolph, por favor encuentra una forma de
sacar a Wendy de esto", dijo Roger.
El hombre sacudió la cabeza y contestó: "Debes
saber que los escándalos son más difíciles de
resolver que los rumores. Es más, el propio padre
de Wendy confirmó la veracidad de las
acusaciones. ¿Crees que ella puede demostrar
su inocencia?".
"¡Están mintiendo!", replicó el representante de
la muchacha.
Randolph hizo un gesto de impotencia con sus
manos y contestó: "¡Eso no marca la diferencia!
¡Lo importante es que el público ahora cree que
ella es una persona horrible!".
El rostro de Roger se ensombreció y apretó los
puños. "A Wendy le encanta actuar.
¿Realmente no hay forma de solucionar esto?".
El director de relaciones públicas negó con la
cabeza y dijo: "¡Lo siento, pero esta vez es
imposible salvarla!".
Al ver que Roger no estaba satisfecho con la
respuesta, Randolph se acercó, le dio una
palmada en el hombro y trató de confortarlo.
"Eres un excelente representante y nunca
faltarán nuevos talentos de los que ocuparse en
esta empresa. ¿Por qué pierdes tu precioso
tiempo con Wendy? Supongo que es hora de
que te rindas y te olvides de ella".
El rostro de Roger se ensombreció.
'¿Rendirme?
¡Es imposible!', pensó él en su interior.
Conocía a Wendy desde hacía tres años y sabía
qué clase de persona era ella.
No podía permitir que esos escándalos
inventados la perjudicaran.
Roger salió del departamento con su rostro
sombrío.
Se cruzó con Kane, que tampoco se había ido a
casa, y Roger se sorprendió por un momento,
pero asintió con la cabeza para saludarlo.
Se comportó igual que cualquier empleado con
su jefe.
Luego se dio la vuelta y se dispuso a irse.
"¡Espera!".
Kane lo detuvo.
"¿Qué quieres?".
"Vi las noticias sobre Wendy. La empresa
encontrará una solución. No te preocupes".
"¡Gracias!".
Kane sonrió amargamente. Su mano todavía
tenía un vendaje de gasa. Entonces le lanzó una
intensa mirada a Roger y le preguntó: "¿Tienes
que hablarme así?".
Él no dijo nada.
Los dos se miraron en silencio.
Después de un rato, Roger desvió su mirada y
dijo: "Si no tienes nada más que decir, debo
irme. Tengo que ver a Wendy".
"No creo que sea necesario", respondió Kane.
Roger lo miró con desconcierto.
Kane dejó escapar un suspiro y agregó: "Acabo
de hablar con Ryan. Wendy está en casa de los
padres de él porque su hijo tuvo una
emergencia, así que no la encontrarás en La
Maravilla".
'¿Ray tuvo una emergencia?'.
Al pensar en ello, la expresión del rostro de
Roger cambió drásticamente y se dio la vuelta
para irse a toda prisa, sin darle tiempo a Kane
para reaccionar.
"¿Adónde vas?", este último le preguntó.
"¡A ver a Wendy!", respondió Roger.
Capítulo 203 Malas noticias
Había dejado de llover cuando Kane y Roger
llegaron a la casa de los padres de Ryan.
También hacía mucho frío.
Aunque era pasada la medianoche, todas las
luces de la casa estaban encendidas.
Evidentemente, nadie podía dormirse.
Tan pronto como el automóvil se estacionó,
Roger salió y corrió a la sala de estar.
Los empleados habían comenzado a quedarse
dormidos.
Sin embargo, al escuchar la conmoción, el
mayordomo, Webber Domet salió de la
habitación. "Señor Johnson, señor Evans, ¿qué
les trajo aquí?".
"Webber, ¿dónde está Wendy?".
"Ella está en el dormitorio del señor Ryan".
"¿Y Ray? ¿Cómo está?".
El mayordomo suspiró y dijo: "El niño no se
encuentra bien. Tiene una fiebre alta que resulta
difícil de bajar".
Roger se dirigió hacia el dormitorio de Ryan.
Cuando dobló la esquina, vio al joven frente a la
puerta. Estaba apoyado contra la pared con
una expresión sombría.
"Ryan...".
"¿Por qué están aquí?".
Al ver a Roger y Kane, Ryan se enderezó y
adoptó su habitual expresión calmada.
"¿Cómo está Ray?".
"Su fiebre no baja".
"Voy a entrar a verlo".
Cuando Roger estaba a punto de abrir la
puerta, Ryan lo detuvo. "¡Espera!".
Entonces se volvió y le ordenó a Webber: "Dile al
personal de la cocina que prepare algo de
comer".
"En seguida, señor".
Dado que nadie cenó, el personal de la cocina
estaba listo para recibir órdenes y el
mayordomo regresó de inmediato con un tazón
de fideos de ternera humeantes en una
bandeja, un plato ideal para calentarse en esa
noche tan fría.
"Señor Ryan, por favor coma ahora que los
fideos están calientes".
El joven tomó la bandeja pero no comió, sino
que se la dio a Roger y dijo: "Wendy lleva más
de diez horas sin comer. Por favor, convéncela
para que coma".
"Lo intentaré", contestó el representante de la
muchacha.
Después de decir eso, él entró en el dormitorio
con la bandeja en las manos.
En ese momento, Leo ajustaba la velocidad del
goteo. Luego tocó la frente de Raymond y
frunció el ceño.
Wendy estaba sentada en el borde del sofá
junto a la cama, y se inclinaba hacia adelante
mientras sostenía la mano de su hijo con la
mirada apagada. Cualquiera podía percibir la
impotencia en sus ojos.
Roger contempló al niño y vio que estaba muy
pálido, casi del mismo color de la sábana
blanca que tenía la cama.
Al hombre se le oprimió el corazón.
Sostuvo la bandeja con fuerza y caminó hacia
Wendy con pasos lentos y suaves porque no
quería molestar.
"Wendy...".
Cuando ella escuchó la voz de Roger, sus ojos se
iluminaron un poco. Volvió la cabeza y notó la
expresión de preocupación en el rostro de su
representante, así que forzó una sonrisa y lo
saludó: "Hola, Roger".
"¿Cómo está Ray?".
La joven cerró los ojos y no respondió.
Roger miró a Leo, que se inclinó para tocar la
frente de Raymond y dijo: "¡La temperatura no
parece estar tan alta como antes!".
Wendy abrió rápidamente los ojos. "¿En serio?
¡Compruébalo con el termómetro!".
El médico colocó el termómetro en la axila de
Raymond y miró a Roger. "¡Mejorará si baja la
fiebre!".
Roger frunció el ceño y preguntó: "¿Qué
sucede? ¿Por qué Ray tuvo fiebre de repente?
¿Por qué están todos aquí?".
La expresión del rostro de Wendy se volvió
gélida.
Leo hizo todo lo posible por guiñarle un ojo al
hombre, por lo que este entrecerró los ojos y
dejó de hacer preguntas.
Entonces colocó la bandeja sobre la mesa junto
a la muchacha.
"Wendy, Ryan me dijo que no comiste nada.
Necesitas estar fuerte para cuidar de Ray una
vez que él se recupere. Por lo tanto, cómete
esto antes de que se enfríe".
Wendy negó con la cabeza.
"Wendy...".
"Roger, sé que tienes buenas intenciones, pero
no puedo comer. No tengo apetito".
Al escuchar eso, el hombre no quiso obligarla.
A lo largo de los años, vio cómo ella cuidaba de
su hijo y sabía cuánto lo amaba.
¡Raymond era su razón para vivir!
Gracias a él, ella seguía adelante sin importar lo
dura que fuera la vida.
¿Cómo podía comer en un momento como
este en que el niño corría peligro?
Roger notó que los labios de la joven estaban
secos, de modo que sirvió un vaso de agua y le
dijo: "Entiendo que no quieras comer, pero al
menos bebe un poco de agua. Tu rostro está
pálido. Es posible que estés débil cuando Ray se
despierte".
"Roger...".
"¡Bébete el agua!".
Wendy tomó el vaso y bebió unos sorbos.
Al instante, su estómago comenzó a revolverse.
Rápidamente la muchacha colocó el vaso en la
mesita de noche.
Leo sacó el termómetro de la axila de Ray.
Wendy miró al médico con ansiedad.
Este anunció: "Treinta y ocho y medio. ¡La fiebre
cedió un poco!".
Wendy sintió algo de alivio y sujetó la mano de
Raymond con más fuerza.
"Leo, si la temperatura baja, mi hijo va a
recuperarse, ¿verdad?", preguntó ella.
"Teóricamente, sí", respondió Leo.
Aunque esas palabras la reconfortaron, una
súbita sensación de mareo se apoderó de ella y
tuvo que agarrarse al brazo del sofá para
recomponerse.
Luego besó la pequeña mano del niño.
'¡Dios, por favor bendícelo!'.
Wendy comenzó a rezar en su interior para que
bajara la temperatura.
"Iré a ver cómo está Precious", dijo Leo.
"¿Precious? ¿Qué le sucede?", preguntó Roger
confundido.
El médico sonrió con ironía y contestó: "Ella
también tiene fiebre alta".
Después se volvió hacia Wendy y le dijo: "Tómale
la temperatura a Ray un par de veces más. Si
pasa algo, llámame de inmediato".
"Está bien".
Leo salió de la habitación y cerró la puerta al
salir.
"Wendy...".
Sin volverse para mirar a su representante, ella le
preguntó: "¿Por qué viniste a esta hora de la
noche?".
"Tengo malas noticias", respondió el hombre.
Wendy permaneció calmada.
Nada de lo que él iba a decirle podría ser peor
que la situación angustiante por la que ella
atravesaba.
Tras pensarlo un poco, Roger sacó su teléfono,
buscó la entrevista de Rubén y Cacia y se la
mostró a Wendy.
Ella se volvió para mirar la pantalla del
dispositivo.
Escuchó detenidamente las declaraciones y las
preguntas.
Se concentró en cada palabra que se dijo.
El video duró unos minutos.
Roger miró a la joven con preocupación, que se
mostraba indiferente.
"Deben estar maldiciéndome", comentó ella.
"Te convertiste en el principal tema candente.
No obstante, el Departamento de Relaciones
Públicas de la empresa está tratando de resolver
esta crisis".
Wendy continuó impasible.
Llevaba bastante tiempo en la industria y
entendía cómo funcionaba.
Hacía unos años, hubo una estrella femenina
que inicialmente era cantante, y luego se
convirtió en actriz. En dos años, su popularidad
creció y se hizo muy famosa.
Sin embargo, cuando estaba en la cumbre de
su carrera, su madre compartió con los medios
una foto que mostraba el rostro pálido y hosco
de la actriz y dijo que ella tenía antecedentes
de consumo de drogas ilegales.
Más tarde, su tío también calumnió a la
muchacha.
Declaró que esta no se ocupaba de sus padres
a pesar de tener mucho dinero. Además, su
padre inventó otras historias.
Aunque ella fue al hospital para hacerse una
prueba de orina y demostró su inocencia, su
esfuerzo fue inútil.
Al final, las acusaciones de su propia familia
arruinaron completamente su popularidad.
Capítulo 204 Estar preparada
mentalmente
Durante ese tiempo, muchas empresas le dieron
la espalda a la actriz y también dejaron de
transmitir las series de televisión en las que ella
participaba.
Finalmente, sus hermanos menores acudieron a
ayudarla y acusaron a sus padres de querer
dilapidar los bienes de la muchacha.
Luego los medios demostraron que la madre de
la actriz era adicta al juego y había perdido
todos sus ahorros, por lo que había comenzado
a acosar a su hija para que le diera dinero y
seguir apostando. Dado que esta se negó, la
mujer se enfadó y empezó a difundir todos esos
rumores falsos sobre su hija. Las fotos que la
mostraban como drogadicta, en realidad se
tomaron cuando estaba enferma.
Aunque la joven logró demostrar su inocencia,
su popularidad ya no sería lo mismo que antes.
Los labios de Wendy se tensaron al pensar en
ello.
El Departamento de Relaciones Públicas de la
empresa de la actriz era dinámico. Sin embargo,
al final su reputación se arruinó
irremediablemente.
Era obvio que Rubén y Cacia habían seguido el
mismo ejemplo de los padres de esa actriz y que
querían destruir a Wendy de una manera similar.
Ella desvió la mirada.
"Wendy...".
"¿Carter se puso en contacto contigo?",
preguntó la muchacha.
Roger abrió la boca para decir algo, pero
vaciló.
"Adelante, dímelo. Nada puede sorprenderme
ahora".
El hombre sonrió amargamente y asintió.
"Cuando venía para acá, Carter me llamó para
que te dijera que no fueras al estudio por el
momento".
Wendy asintió con la cabeza.
"Wendy...".
"Roger, en este momento mi única
preocupación es Ray. Me ocuparé de mi
trabajo más tarde, así que te pido que no
hablemos de ello ahora".
"Está bien. Entiendo".
La joven comprendía la decisión de Carter.
Después de todo, él era director y no filántropo.
Además, estaba bajo una inmensa presión y
debía asegurarse de que su serie de televisión
tuviera las calificaciones más altas. Por eso no
podía permitirse trabajar con una actriz que
estaba involucrada en tantos escándalos.
Estos rumores se esparcían rápidamente.
Si Carter continuaba trabajando con ella, eso
solo alimentaría la ira del público y boicotearían
su programa.
'La decisión de Carter es muy oportuna.
De cualquier modo la condición de Ray es
crítica y no podré trabajar en esta situación'.
Wendy trató de consolarse.
Pensaba que al menos así no debía pedir
permiso para ausentarse.
Roger salió con la bandeja en las manos.
Ryan se molestó cuando vio que la comida
estaba intacta.
"Dijo que no tenía apetito", explicó el
representante de la muchacha.
El joven asintió levemente. Luego se aclaró la
garganta y preguntó: "¿Está bien?".
Roger negó con la cabeza, angustiado. "Ella no
tiene un buen aspecto".
Al instante, el rostro de Ryan se volvió sombrío.
"¿Qué sucedió? ¡Ray estaba bien durante los
últimos meses! ¿Por qué le dio fiebre de
repente?", preguntó Roger.
'¿Los últimos meses?'.
Ryan se centró en las palabras clave y dijo:
"Sabías que Ray tiene leucemia, ¿verdad?".
Roger se quedó atónito.
'¡Es tan astuto!'. él pensó en su interior.
Bajo la atenta mirada de Ryan, el hombre
respondió honestamente: "Sí. Supe sobre la
enfermedad de Ray desde que lo
diagnosticaron. Con la ayuda de un conocido,
pude obtener el medicamento que el niño ha
estado tomando".
"¿Por qué no me lo dijiste antes?".
El hombre sonrió con amargura y contestó: "Era
la decisión de Wendy. Quería que su hijo tuviera
una vida normal y feliz, al igual que los demás
niños".
Ryan frunció los labios y desvió la mirada.
"¿Qué le sucedió a Ray? No creo que solo tenga
fiebre, pues vi que su cuerpo estaba cubierto de
moretones cuando Wendy le estaba tomando
la temperatura. No quise hacer preguntas para
no molestarla más de lo que ya estaba".
"Hiciste bien en no preguntarle", dijo Ryan.
Roger lo miró confundido.
El joven estaba de pie, en silencio, y tenía un
aspecto triste.
Entonces le contó brevemente al hombre lo que
le había sucedido a Raymond.
La expresión del rostro de Roger cambió en
cuanto escuchó la historia completa.
"Quieres decir que…
Tu madre…".
"¡Sí!".
Roger pensó súbitamente en algo y su rostro se
ensombreció.
Mientras tanto, en el dormitorio de Precious, Leo
le echó un vistazo a la lectura del termómetro.
"¿Ya no tiene fiebre?", preguntó Josie.
El médico agitó el termómetro antes de
guardarlo en la caja, asintió con la cabeza y
dijo: "Sí, su fiebre desapareció".
Definitivamente eso era una buena noticia, en
especial para Josie.
Tocó la frente de su nieta y, al percibir que ya no
estaba caliente, exhaló un suspiro de alivio.
"¡Gracias a Dios, ya no tiene fiebre! ¡Dios la
bendiga!".
Precious siempre tenía estas fiebres, pero solía
estar bien tan pronto como estas desaparecían.
"Leo, ¿cuándo se despertará?".
"Ella está profundamente dormida en este
momento. Debe estar despierta mañana por la
mañana", respondió el médico.
"¡Dios la bendiga!", exclamó la mujer.
Arropó a Precious y, al fijarse en la hora, vio que
eran más de las tres de la madrugada.
Uno tras otro, los sirvientes empezaron a
bostezar.
"Leo, tuvimos mucha suerte de que hubieras
podido venir. Es demasiado tarde, así que le
pediré a un empleado que prepare una
habitación de invitados para que te quedes
aquí esta noche".
Leo estaba realmente muy cansado y
somnoliento.
Bostezó y comenzó a guardar todo en su caja
médica. Luego le hizo un gesto a Josie con la
mano y dijo: "No te molestes. Tengo que ver
cómo se encuentra Ray".
"¿Está bien?", preguntó ella.
Quería asegurarse de que la condición del niño
no fuera tan grave.
"Aún tiene fiebre", contestó Leo.
Al escuchar eso, la mujer se mordió el labio y
preguntó: "¿De verdad su vida corre peligro?".
El hombre afirmó seriamente: "¡Sí!".
De inmediato, el rostro de Josie se puso pálido y
comenzó a inquietarse.
A las tres de la mañana, la fiebre de Raymond
cedió un poco.
Sin embargo, media hora después su
temperatura volvió a subir.
Esta vez, la fiebre volvió con toda su fuerza y, en
menos de diez minutos, su temperatura
ascendió a cuarenta grados centígrados.
Wendy corrió hacia la puerta a trompicones y la
abrió.
Ryan se dirigió rápidamente hacia ella cuando
vio la expresión de pánico en el rostro de su
amada. "¿Qué sucedió?".
Independientemente de su odio hacia Ryan,
ella le tomó la mano y tembló. "¡Es Ray! ¡Su fiebre
volvió y es de cuarenta grados!".
Con el rostro pálido, el joven se volvió hacia la
sala de estar y gritó con todas sus fuerzas: "¡Leo!".
El médico acababa de cerrar los ojos hacía
menos de cinco minutos.
Por lo tanto, se despertó sobresaltado cuando
escuchó el grito de Ryan y casi se cayó del sofá,
pero se recompuso de prisa y corrió hacia el
dormitorio.
"¿Qué pasó?".
"¡La temperatura de Ray subió a cuarenta
grados!".
Leo entró de inmediato a la habitación.
Wendy y Ryan entraron detrás del hombre.
Raymond yacía inquieto en la cama.
Su pálido rostro ahora estaba sonrojado y su
cuerpo temblaba.
Tenía las cejas muy arrugadas y se movía
incómodo de un lado a otro. También estaba
delirando.
Naturalmente, esto se debía a su fiebre alta.
Leo extendió la mano para tocar la frente del
niño.
En ese momento percibió que estaba muy
caliente.
"Leo, ¿qué debemos hacer ahora?".
Con una mirada seria, el médico ordenó:
"¡Tenemos que llevarlo al hospital
inmediatamente!".
Roger les lanzó una mirada y dijo: "¡Preparen
todo! ¡Buscaré el automóvil!". Tan pronto como
dijo eso, salió corriendo de la habitación.
Wendy sintió que se le aflojaban las piernas.
Tuvo que agarrarse al marco de la puerta para
sostenerse.
Miró a Leo con lágrimas en los ojos y dijo: "Dijiste
que Ray estaría bien si la fiebre desaparecía.
¿Qué fue lo que salió mal? ¿Mi hijo se
recuperará?".
Leo miró a Ryan inconscientemente.
"¡No lo mires! ¡Quiero saber la verdad!", exigió la
muchacha.
Leo vaciló un instante, pero decidió decir la
verdad.
"Wendy, creo que debes estar preparada
mentalmente".
Capítulo 205 El padre biológico
'¿Qué?'.
Wendy no conseguía procesar las palabras.
Su mente se quedó completamente en blanco.
De pie, aturdida, miraba los labios de Leo
moverse, pero no escuchaba nada.
Lo único que sentía era un molesto zumbido en
sus oídos.
'¿Mentalmente preparada?
¿Para qué debería estarlo?
¿No dijo Leo que Ray estaría bien siempre que le
desapareciera la fiebre?'.
La chica se sintió mareada de repente y se le
nubló la vista. Ella se balanceó y sus piernas se
doblaron.
"¡Wendy!", gritó Ryan sorprendido mientras corría
para agarrarla y evitar que se cayera. Él se dio
cuenta de que ella tenía los ojos cerrados y su
corazón se llenó de pavor.
"¡Wendy! ¡Wendy! ¡Leo!". Entonces, se volvió
hacia Leo.
"Se ha desmayado por el nivel de ansiedad que
tiene. Tenemos que llevarla al hospital".
Leo envolvió a Raymond con la colcha y lo
cargó en sus brazos. Ryan, por su parte, cargó a
Wendy y salió.
Tan pronto como entraron a la sala de estar,
Josie salió corriendo de la habitación de
Precious con una expresión de pánico en su
rostro.
"¡Ryan! ¡Leo! ¡A Precious le ha vuelto a subir la
fiebre! ¿Qué hacemos?".
"¡Vamos a llevarla al hospital!".
Al final, fueron todos juntos al hospital.
Wendy no estuvo mucho tiempo inconsciente.
De hecho, recobró el sentido antes de llegar.
"¿Ray? Ray...".
"Está aquí".
La chica, en brazos de Ryan, luchó por
incorporarse. El interior del auto estaba oscuro.
Cuando sus ojos se adaptaron a la oscuridad,
vio a Leo con Raymond en sus brazos.
Ryan tomó su mano y la guio hacia este último.
Inconscientemente, Wendy agarró la mano de
Raymond.
Su mano era delgada y pequeña, y estaba
caliente.
Los ojos de Wendy se pusieron rojos y las
lágrimas amenazaron con salir.
¡Deseaba que todo fuera un sueño! Pero no, era
el comienzo de su pesadilla.
Wendy sostuvo la mano de Raymond con fuerza
como si fuera su cuerda de salvamento.
Entonces, apoyó la cabeza en la colcha
mientras su cuerpo comenzaba a temblar
descontroladamente.
Nadie dijo una palabra. Se respiraba tristeza en
el auto.
Una vez que llegaron al Hospital del Bienestar,
un equipo de médicos y enfermeras los recibió.
Leo había llamado con antelación para
explicarles la situación. Raymond fue trasladado
de inmediato en una camilla para que le
realizaran una serie de exámenes.
Wendy estaba tan preocupada que siguió al
médico encargado del niño.
Finalmente, este llegó a una conclusión.
El zumbido volvió a sus oídos y la chica solo logró
captar algunas palabras que decía el hombre.
"Herida... Infectada...
Quimioterapia…
Trasplante de médula ósea...".
"Sugiere que si encontramos la médula ósea
compatible, tiene posibilidad de sobrevivir,
¿verdad?".
El médico asintió con la cabeza: "Sí, correcto. Lo
más importante en este momento es encontrar
un donante de médula ósea. Idealmente,
cualquier persona relacionada con él tiene una
alta probabilidad de ser donante. Así que le
aconsejamos que llame a cualquier persona
que tenga algún parentesco con él a hacerse
las pruebas. Mientras exista la más mínima
posibilidad, lo intentaremos todo".
Ryan frunció el ceño y tomó una decisión.
Entonces, llamó a Luke y dijo: "¡Lleva a Rubén,
Eris y Oakley al hospital ahora mismo!".
"Es inútil", murmuró Wendy, con los ojos
desenfocados. "Rubén y Eris... Ya se comprobó;
no son compatibles.
Reese y yo también nos hicimos las pruebas, y
nada...".
"¡Entonces Oakley! ¡Que lo traigan!".
'¡Sí!
¡Oakley!'.
Wendy parpadeó y, finalmente, se pudo ver un
brillo de esperanza en sus ojos.
Era como una llama antes de apagarse.
Desolada y brillante.
Sin embargo, la sensación de expectación duró
menos de media hora, porque Leo recibió el
informe de la prueba
de paternidad del médico.
Cuando Wendy lo leyó, se le vino el mundo
encima.
El informe decía que Oakley no era el padre
biológico de Raymond.
'¡Oakley no es el padre de Ray!
Eso significa que ha mentido', pensó Wendy con
confusión.
'Rubén y Cacia solo usaron a Oakley para
difamarme.
No fue él quien se acostó conmigo hace cuatro
años.
Entonces, ¿quién es el padre biológico de Ray?'.
La chica estaba desesperada.
Por la mañana, Anson corrió al hospital tan
pronto como recibió la noticia.
Primero fue a ver a Precious. La niña ya no tenía
fiebre, pero aún no había recuperado el
conocimiento.
Después de verificar que estaba bien, preguntó
por Raymond.
"¿Cómo está Ray?".
"Está en la UCI".
Los ojos de Josie se pusieron rojos, y Anson no
pudo evitar regañarla. "Josie, ¿por qué hiciste
algo así?".
"Mi intención no fue hacerle daño. Solo quería
asustar a Wendy para que dejara a Ryan".
Anson estaba enojado y preocupado a la vez.
Asistió a una fiesta el día anterior: el nieto de su
amigo cumplía un mes. Pero nunca pensó que
Josie secuestraría a Raymond en su ausencia.
Ese hecho provocó un auténtico lío. La vida de
un niño pendía de un hilo.
El hombre se paseaba de un lado a otro de la
habitación.
Pero, al cabo de un rato, no pudo soportarlo
más. Su conciencia no estaba tranquila, así que
decidió salir de la habitación.
"Cariño, ¿a dónde vas?".
"Voy a ver a Ray".
Después de dudar un rato, Josie le pidió a la
enfermera que cuidara de Precious. Entonces,
siguió a su esposo. "Te acompaño", dijo ella.
Anson se detuvo y exclamó: "¡No! Ya has hecho
demasiado daño. Wendy debe odiarte. Si te
presentas ante ella, ocasionarás más problemas.
Espérame aquí. No tardo".
"¡No! Voy contigo. Además, todo esto es culpa
mía".
Ella odiaba a Wendy, sí, pero sabía que
Raymond era inocente.
Se sentía culpable por lo que había hecho.
Anson la miró y vaciló. "Está bien, pero no hables
demasiado".
"Bueno".
Justo cuando estaban a punto de irse, Precious
gimió. Luego frunció el ceño y abrió los ojos.
"¡Precious! ¡Te has despertado!". Josie y Anson
corrieron hacia ella.
"Abuela...".
"Sí, cariño, soy yo. Estoy aquí. ¿Te duele algo?
¿Todavía te duele la cabeza?".
La niña negó con la cabeza y, de repente,
recordó lo sucedido.
Sus ojos se abrieron y se incorporó en la cama.
"¿Dónde está Ray?
¿Dónde está? Papá prometió que lo traería".
"Está aquí, en el hospital...".
La pequeña empujó a Josie mientras las
lágrimas caían por sus mejillas regordetas
incontrolablemente. "¡Abuela! ¡No eres buena
persona! Le hiciste daño a Ray. ¡Eres mala!".
"Precious...".
"No quiero verte", gritó y empezó a sollozar con
rabia.
Anson sostuvo a su nieta en sus brazos. "Precious.
Tranquila, pequeña. No te preocupes. Estoy
contigo".
"Abuelo, quiero ver a Ray. ¡Quiero verlo ahora!".
"Pero...".
"¡No hay peros que valgan! ¡Quiero verlo!".
El hombre suspiró y dijo: "Está bien. Mira, justo iba
a verlo con tu abuela. Podemos ir juntos, ¿qué te
parece?".
"¡Sí!".
Raymond estaba en la UCI y no se le permitía la
entrada a nadie, ni siquiera a su familia. Por eso
todo el mundo esperaba en el pasillo.
Llevaban despiertos toda la noche, y se notaba
en sus rostros, especialmente en el de Wendy.
Parecía como si la muerte se hubiera
apoderado de ella y se fuera a desmayar en
cualquier momento.
"¿Qué dijeron los expertos?".
Luke la miró y negó con la cabeza. "Su
diagnóstico es el mismo que el de los médicos
de aquí. Por el momento, solo podemos darle
quimioterapia. Tenemos que esperar al donante
de médula ósea compatible".
'Donante de médula ósea compatible.
¿Y dónde lo vamos a encontrar?'. Todos
estaban perdidos en sus pensamientos.
En ese momento, Roger se enderezó de
repente.
"Roger, ¿qué pasa? ¿Qué estás haciendo?".
Roger estaba experimentando un conjunto de
emociones al mismo tiempo. Este le lanzó una
mirada intensa a Ryan y exclamó: "¡Ryan, eres el
único que puede salvar a Ray!".
Ryan se quedó atónito, al igual que el resto de
personas allí presentes.
Todo el mundo miró a Roger con los ojos
abiertos de par en par.
"¿Qué tonterías estás diciendo, Roger?".
"¡No digo ninguna!".
Roger respiró hondo y finalmente reveló el
secreto que había guardado durante mucho
tiempo.
"Ryan, lo que voy a decir es la verdad. ¡Eres el
padre biológico de Ray!".
Capítulo 206 Soy yo
"¡Ryan, eres el padre biológico de Ray!".
Después de que Roger escupiera estas palabras,
el silencio fue ensordecedor.
Todos los presentes, incluidos Ryan y Wendy,
quedaron atónitos.
Realmente era una noticia difícil de asimilar.
Luego de cinco minutos, nadie había
reaccionado.
Todos seguían en estado de shock.
El silencio era bastante aterrador.
Después de mucho tiempo, una repentina
oleada de pasos en el pasillo hizo que todos se
recompusieran de su conmoción.
Entonces vieron a Anson que llevaba a Precious
en sus brazos, y Josie lo acompañaba.
Ryan se puso rígido.
"¡Roger, explícamelo!".
El rostro de Wendy estaba pálido cuando miró a
su representante y sentía que su cabeza se
tambaleaba, por lo que tuvo que aferrarse a la
pared para estabilizarse. "¡Eso es casi imposible!".
Roger bajó la mirada y dijo: "Lamento haberles
ocultado la verdad durante tanto tiempo".
Anson se acercó con una expresión tranquila y
dijo: "Roger, cuéntanos qué sucedió".
De inmediato, todos miraron a Roger
expectantes.
Él respiró hondo y poco a poco empezó a
contar lo ocurrido.
"Hace tres años, conocí a Wendy en el
Academia de Cine de Nueva York. Ella era la
única china de la clase. Más tarde, nos hicimos
amigos y me enteré de que era madre soltera.
También supe que su hijo era enfermizo y que
debía trabajar muy duro para ganar dinero y
poder mantenerlo...".
Josie, que ya estaba impaciente, espetó: "¡Ve al
grano, Roger!".
Ryan le lanzó a su madre una fría mirada de
fastidio. Luego miró a Roger y dijo: "Continúa".
El hombre asintió y continuó: "En ese momento,
me di cuenta de lo difícil que era la vida para
ella, así que siempre que encontraba un buen
trabajo a tiempo parcial, le avisaba y, poco a
poco, estrechamos nuestra amistad. Un día, me
encontré con Wendy y ella llevaba a Ray en
brazos. Él tenía menos de un año y en cuanto lo
vi, tuve la sensación de que era igual a ti, Ryan,
cuando eras un niño pequeño. Primero pensé
que se trataba de una mera coincidencia, pero
más tarde, supe que Wendy era de la ciudad de
Yoel y que era prima de Rosie.
Una vez, mientras hablábamos, Wendy me
confesó que había asistido a la boda de Rosie y
Kane como una de las damas de honor y que
ahí quedó embarazada".
A medida que hablaba, Roger miró a Luke y le
preguntó: "Luke, ¿recuerdas que te pedí que me
enviaras una muestra del cabello de Ryan y que
no se lo contaras a nadie?".
"¡Sí, lo recuerdo!", afirmó el joven.
Tragó saliva con nerviosismo y dijo: "Entonces
tú...".
Roger asintió con la cabeza. "Cuando enviaron
a Precious a la familia Oliver, me contaste lo que
le había sucedido a Ryan en la boda de Kane.
Para aclarar mis dudas, te pedí que me enviaras
una muestra del cabello de tu hermano y
conseguí cabello de Ray. Luego les hice una
prueba de paternidad".
Al escuchar eso, todos estaban ansiosos por
conocer el resto de la historia.
Roger se volvió para mirar a Ryan y, cuando sus
miradas se encontraron, le dijo lentamente: "La
prueba demostró que eres el padre biológico de
Ray".
La nuez de Adán de Ryan se balanceaba hacia
arriba y hacia abajo, pero no podía decir una
palabra.
Ahora todo tenía sentido.
No era de extrañar que Raymond y Precious
nacieran el mismo día.
Al fin entendía por qué ambos actuaban como
viejos amigos desde el primer momento en que
se conocieron. ¡Eran gemelos!
Además, comprendía por qué el rostro de
Wendy le resultaba tan familiar la primera vez
que la vio.
¡Había visto antes a la muchacha!
Ryan había vivido muchas cosas en sus treinta
años.
Sin embargo, esta era la primera vez que estaba
tan emocionado.
"Wendy...".
"¡De ninguna manera! ¡Es imposible!", objetó ella.
Wendy arañó la pared con sus uñas, lo que
provocó un sonido áspero. Sacudió la cabeza
desesperadamente y agregó: "¡Esto es
imposible! Hace cuatro años, en la boda de mi
prima, Eris me drogó y me dejó inconsciente en
los brazos de un hombre. ¿Cómo es posible que
sea Ryan?".
Semejante idea le resultaba inconcebible.
Era cierto que estaba embarazada de gemelos,
un niño y una niña, pero esta murió tan pronto
como nació. ¡Al menos eso fue lo que le dijeron!
El médico que realizó la cesárea temía que
Wendy se angustiara si no veía a su hija, así que
le tomó una foto a la pequeña.
En la foto, esta se encontraba en la sala de
partos.
El cuerpo de la niña estaba morado y apenas
podía respirar. Aparentemente, estaba muerta.
'¡Es imposible!
¿Cómo podría estar viva aún?
Si eso era verdad, ¿por qué me mintieron?
¡Todavía tengo esa foto!'.
"¡Necesito mi teléfono! ¿Dónde está?".
A pesar de que la muchacha buscó en sus
bolsillos frenéticamente, no pudo encontrar el
dispositivo.
Entonces recordó que cuando Raymond estaba
desaparecido, su teléfono se empapó y ella lo
rompió en pedazos.
"Wendy, ¿por qué necesitas tu teléfono?".
"Tengo la foto de mi hija en WeChat Moments,
pero solo yo puedo verla".
Ryan le entregó su teléfono y dijo: "Inicia sesión
con el mío".
La joven lo tomó rápidamente, ya que estaba
ansiosa por saber la verdad.
De inmediato, buscó el sitio y encontró la foto.
Ella siempre la tuvo desde que se la dieron.
Aunque le costaba mirarla, no se atrevía a
borrarla.
Cada vez que la veía se le oprimía el corazón.
No obstante, Wendy tenía miedo de que si no la
guardaba para verla, se olvidara de cómo era
su hija.
La foto estaba un poco borrosa.
La joven tocó la imagen con un dedo
tembloroso.
Al instante apareció la bebé, en manos de una
enfermera. Debido a que los gemelos nacieron
prematuros, la niña no era más grande que las
manos de la mujer.
Estaba cubierta de hematomas y sangre. Tenía
su piel arrugada y los ojos bien cerrados.
Anson hizo una pregunta de repente.
"¿Esa es la foto de tu hija?".
"Sí, lo es", respondió Wendy.
Precious, que estaba en los brazos de su abuelo,
miró la foto y gritó emocionada: "¡Soy yo!
¡Tomaron la foto cuando era una bebé!".
'¿Qué?'.
Wendy se quedó estupefacta.
Con los ojos llenos de lágrimas, la niña se volvió
hacia la muchacha y gritó: "¡Eres mi mami! ¿Por
qué me abandonaste? ¿No me amas?".
"¡No, no te abandoné!", contestó Wendy.
Sintió un dolor profundo en el corazón al ver a
Precious sollozar, y se quedó sin palabras
mientras la contemplaba. Luego negó con la
cabeza y dijo: "No renuncié a ti. Cuando tenía
ocho meses de embarazo, me patearon varias
veces en el estómago y me arrojaron al mar.
Afortunadamente, las olas me llevaron a la orilla
y unas personas amables me salvaron. Estuve en
coma durante dos semanas y, cuando
desperté, el médico ya me había realizado una
cesárea de urgencia y me dijo que mi hija murió.
Por eso es imposible que yo sea tu madre. El
médico me comunicó que enviaron el cuerpo a
la morgue".
"Cuando trajeron a Precious a nuestra casa,
tenía tres costillas rotas y sus órganos internos
sangraban. El médico dijo que algo pesado la
había golpeado", explicó Ryan con un rostro
sombrío.
'¿Golpeada por algo pesado?'.
Wendy se quedó atónita.
¿Acaso no eran fuertes las patadas que recibió
de Brian y Cacia?
Al pensar en ello, la joven miró a Precious.
Ella también la miraba con ojos llorosos.
En ese momento, Wendy sintió un dolor
abrasador.
Se cubrió la boca con incredulidad.
'¿Realmente esto es posible?
¿Esta es mi hija, la que creí que estaba muerta?'.
Capítulo 207 El donante de médula ósea
Ryan tomó el celular de Wendy y abrió un álbum
de fotos de Precious.
En él había fotos del primer día que estuvo ella
con la familia Oliver.
Estas eran más claras que la que tenía Wendy.
En una de las imágenes, se veía a Precious
envuelta con una manta rosa.
Y al igual que la foto de la hija de Wendy, su piel
estaba arrugada y cubierta de sangre.
Su torso, lleno de hematomas, estaba
descubierto, pues la manta no la cubría por
completo.
Su cara y sus moretones eran los mismos que los
de la hija de Wendy en su fotografía.
Wendy se tapó la boca y sollozó en silencio.
Entonces, miró a Precious de repente.
Esa niña era su hija.
¡Precious era su hija!
Estaba viva.
"¡Mami!", exclamó la pequeña, extendiendo sus
manos para darle un abrazo. Wendy la tomó de
los brazos de Anson temblando.
"¡Mami!".
La niña la abrazó con fuerza y enterró su rostro
en el cuello de la mujer. El calor de su cuerpo
envolvió a la pequeña. Las lágrimas corrían por
sus mejillas mientras sostenía a su hija como si
fuera a desaparecer de nuevo.
"¡Tengo mami! ¡Estoy muy feliz! ¡Por fin tengo
mami!".
Wendy la abrazaba fuertemente en silencio.
Madre e hija se fundieron en un abrazo. Todos se
emocionaron al verlo.
Luke sintió un nudo en la garganta. Le dio una
palmada a Roger en la cabeza y dijo: "¡Eres un
bastardo! ¿Por qué no nos dijiste antes que Ray
es hijo de mi hermano?".
Kane, por su parte, apartó a Luke.
Este último estaba asombrado.
'¡Mierda!
Solo porque sigo soltero, ¿cree que tiene
derecho a intimidarme?'.
"Roger, cuéntanos lo que sabes".
Todos se volvieron de inmediato para mirarlo.
Roger sonrió con amargura y expuso: "Lo supe
después de hacer la prueba de paternidad. Al
regresar, comencé a investigar sobre Wendy.
Descubrí que le practicaron una cesárea en el
People's Hospital. Me comuniqué con el médico
que se la hizo. Este la recordaba con claridad e
insistió en que su hija había muerto. No creo que
estuviera mintiendo".
El rostro de Ryan se ensombreció.
Roger agregó: "Continué investigando y les
pregunté a varias enfermeras, quienes me
confirmaron lo que me había dicho el médico.
Cuando Precious nació, no respiraba. Después
de varios intentos fallidos por resucitarla, la
llevaron a la morgue. Traté de recuperar el
video de vigilancia, pero había pasado mucho
tiempo. Y la información había sido borrada".
Lo único seguro era que Precious y Raymond
eran gemelos. Y Ryan y Wendy eran sus padres
biológicos.
Lo que generaba confusión era que el médico y
las enfermeras dijeron que Precious había
muerto. Sin embargo, cuando la llevaron con la
familia Oliver, respiraba sin ningún problema.
¿Cómo se explica eso?
La persona que envió a la niña a la familia Oliver
debía saber que era hija de Ryan.
'¿Quién diablos es esta persona?'.
Ryan frunció los labios mientras su mente se
llenaba de preguntas.
Junto a él, Josie estaba aturdida.
Entonces, el niño que estaba en la UCI por su
culpa era su nieto.
Un sonido suave se escapó de su boca y sus
piernas se doblaron.
Anson se apresuró a levantarla y le preguntó:
"Josie, ¿estás bien?".
"Si, estoy bien".
La mujer estaba como distraída.
Esperó durante años que sus dos hijos se casaran
y tuvieran hijos. Luke nunca le preocupó porque
era un mujeriego, pero sí se preocupaba por
Ryan.
Hacía tres años, Precious apareció en su puerta
y la hizo muy feliz.
Y ahora, de repente, tenía un nieto.
Definitivamente, Dios bendijo a la familia Oliver.
Pero cuando se le pasó por la cabeza que
Raymond seguía en peligro, quiso golpearse a sí
misma.
Si hubiera sabido que era su nieto, nunca lo
habría secuestrado.
"Cariño...".
Anson la interrumpió dándole una palmada en
el hombro. Él miró a Ryan y dijo: "Lo más
importante ahora es encontrar cuanto antes un
donante de médula ósea compatible".
La expresión de Ryan cambió, y llamó a Leo.
"¡Que un médico comience las pruebas de
médula ósea de inmediato!".
'¡Exacto!
¡Necesitamos que todos se hagan la prueba!',
pensó Wendy mientras la esperanza crecía en su
corazón.
Teniendo en cuenta que Raymond era hijo de
Ryan, la familia Oliver eran posibles donantes.
Wendy oró para sus adentros:
'¡Por favor, Dios, bendice a mi hijo!
Encuentre un donante para Ray'.
Un médico no tardó en acercarse rápidamente.
Este examinó a todos los miembros de la familia
Oliver.
Incluso a Precious.
Sabían que los resultados tomarían tiempo, así
que esperaban ansiosos.
No obstante, gracias a Leo, se revelaron pronto.
Ninguno de ellos, excepto Precious, eran
compatibles.
"¿Precious?".
Preocupada, Josie siguió bombardeando al
médico con preguntas. "¿No es demasiado
pequeña? ¿Se verá perjudicada de alguna
manera?".
Aunque la mujer estaba contenta de tener un
nieto, le preocupaba que la operación fuera a
dañar a Precious.
Después de todo, Raymond acababa de entrar
en su vida, pero a su nieta la conocía desde
hacía tres años. Y, como era lógica, se inclinaba
más hacia ella.
La pequeña intervino: "¡Quiero salvar a mi
hermano!".
Sabía que Wendy era su madre, así que se
aferró a ella, negándose a soltarla. "No me
importa que dañe mi salud, quiero salvar a mi
hermano".
'¡Ray es mi hermano!
¡Mi hermano gemelo!'.
El pecho de Precious se hinchó de orgullo.
Ahora tenía madre y hermano.
"Precious...".
La niña secó las lágrimas de las mejillas de
Wendy con sus manitas. Después le dio un beso
y dijo: "Mami, no dejaré que le pase nada a Ray.
Haré cualquier cosa para salvarlo".
Los ojos de la chica se pusieron rojos. "Gracias,
Precious".
Esta puso una sonrisa de oreja a oreja.
Josie miró al médico con preocupación.
Y este le dijo: "No se preocupe. El trasplante de
médula ósea no tendrá ningún impacto
negativo en la niña. Las células madre del
donante volverán a la normalidad en un día".
Al escucharlo, todos se sintieron aliviados.
Ahora sabían que era posible salvar a Ray sin
lastimar a Precious.
Era la mejor noticia que podían recibir.
El padre de la niña manifestó: "Programe la
operación lo antes posible".
"¡Claro que sí!".
El médico conversó con sus compañeros y
decidieron realizar el trasplante en tres días.
Simultáneamente, llegaron buenas noticias de la
UCI.
Raymond, que estuvo inconsciente toda la
noche, se recuperó de la fiebre.
Capítulo 208 Hermana mayor
"La familia del paciente puede entrar a visitarlo,
pero solo media hora. No más de dos personas
a la vez. ¿Quién quiere entrar?", preguntó la
enfermera.
"¡Yo!", exclamó Precious. "¡Yo quiero! ¡Quiero ver
a Ray!".
Quería ser la que le diera la buena noticia de
que eran gemelos.
Wendy era la que más preocupada estaba.
Ellos decidieron dejar que la niña fuera con su
madre.
A ambas se les permitió ingresar a la UCI
después de que se pusieron trajes esterilizados y
máscaras.
Tan pronto como Wendy entró, las lágrimas
comenzaron a rodar por sus mejillas
nuevamente.
No era una persona que llorara fácilmente, pero
desde el accidente de Raymond, eso cambió.
El niño estaba en la UCI acostado en la cama,
con el cuerpo cubierto de cintura para abajo
con una colcha. Tenía el torso descubierto y una
máscara de oxígeno sobre la boca y la nariz.
Además, le habían puesto una vía intravenosa y
varios tubos en el pecho. Junto a su cama había
todo tipo de equipamiento médico.
Raymond estaba despierto con el rostro pálido.
Al escuchar a alguien entrar, giró hacia Wendy y
Precious. Sus ojos se iluminaron y sonrió
débilmente.
Su madre sonrió, y se dirigió a la cama junta con
Precious.
"Ray...".
"Mami".
Wendy tomó su mano y descubrió que su
temperatura era normal. Se rio y lloró al mismo
tiempo. "Por fin se te ha quitado la fiebre. Me
alegro tanto...".
"Mami".
Debido a la máscara de oxígeno, la voz de Ray
no era clara. Además, estaba muy débil y
hablaba a duras penas. "Lamento... hacer que...
te preocuparas por mí...".
"¡No digas eso!".
"¡Hermano!".
Precious apoyó la cabeza en la barandilla de la
cama y la ladeó. Después lo miró con ojos
brillantes. "¡Hermano! ¡Hermano! ¡Hermano!
¡Hermano!".
Lo llamó varias veces para compensar el tiempo
en que no lo había hecho. Luego sonrió y
exclamó: "¡Hermano! ¡Déjame ser la primera en
decirte que soy tu hermana!".
Raymond frunció el ceño y miró a Wendy
confundido.
Esta sonrió y no dijo nada.
Acto seguido, Precious apoyó la mano en la
barandilla y se sorbió la nariz. "Soy tu hermana.
Me refiero a tu hermana de verdad. ¡Tenemos
los mismos padres!".
Raymond aún tenía el ceño fruncido cuando
preguntó: "Mami, ¿de qué está hablando?".
Wendy asintió.
"Es verdad. Son gemelos. Me acabo de enterar".
La mujer besó la mano de su hijo y exclamó:
"¡Ray! Te vas a poner bien. Precious es
compatible con tu médula ósea. Dentro de tres
días te realizarán el trasplante. Una vez que te
recuperes de la cirugía, podrás correr y saltar
como cualquier niño".
Wendy pensó que su hijo se pondría feliz, pero
no fue así.
De hecho, la expresión de su rostro no transmitía
felicidad. Por el contrario, estaba un poco
aturdido. Entonces, frunció el ceño y los labios.
"Ray, ¿no estás feliz?".
El pequeño ignoró la pregunta: "Entonces, ¿el tío
Ryan es mi padre biológico?".
Wendy se mordió el labio y asintió.
A ella le sorprendió más que a nadie que Ryan
fuera el hombre con el que mantuvo relaciones
sexuales hacía cuatro años.
Para ser honesta, lo que pasó esa noche
cambió su destino.
Por culpa de esa noche, Wendy había sufrido
mucho, emocional y físicamente.
Siempre tendría miedo al intimar con un
hombre.
Se dio cuenta de eso cuando estaba filmando
una escena íntima.
Puso todo de su parte por superarlo, pero era
como un peso que no podía quitarse de
encima. Intentó superar el miedo, pero no lo
consiguió.
Ni siquiera sabía cómo enfrentarse a Ryan.
Luke le contó algo sobre él.
Hacía cuatro años, este drogó a Ryan para que
se relajara. Este no fue consciente de lo que
pasó con ella. Y después de esa noche, el odio
de Ryan hacia las mujeres se profundizó.
Wendy sonrió con amargura.
Parecía que no era la única afectada, pues
Ryan también.
De hecho, los dos fueron víctimas.
Wendy ni siquiera sabía si debía odiarlo o no.
"Mami...".
La mujer volvió a sus sentidos y vio que su hijo
tenía el rostro pálido. "¡Ray! ¿Qué sucede,
cariño? ¿Estás adolorido?", preguntó con
nerviosismo.
"No...".
El niño negó con la cabeza mientras pensaba
en algo. Entonces, sostuvo la mano de su madre
con fuerza y dijo: "No me duele nada".
Sin embargo, parecía como si estuviera
sufriendo.
Wendy lo miró preocupada.
"Mami, te lo prometo. No me duele nada. No te
preocupes. Estoy bien".
La mujer suspiró aliviada al ver que, aunque
estaba pálido, los datos de la máquina de al
lado de su cama no cambiaron radicalmente.
"Si te sientes mal, dímelo a mí o la enfermera,
¿de acuerdo?".
El pequeño asintió con la cabeza, "¡Está bien!".
"No te muevas".
Como era de esperar, Raymond se quedó
quieto.
"¡Hermano! Soy tu hermana. ¿Sabes lo feliz que
me puse al enterarme? Hoy es el día más feliz de
mi vida".
Raymond se rio débilmente y dijo: "¡Ay, qué
tonta!".
Precious hizo un puchero y respondió: "¿Por qué
siempre me llamas tonta? Yo soy inteligente".
"Todavía eres una niña. ¿Cómo puedes decir
que hoy es el día más feliz de tu vida?", expuso
Ray con dificultad.
"¡Estoy muy feliz! ¿No te alegra saber que soy tu
hermana?".
Ray no respondió.
"Hermano...".
"Precious, Ray debe estar cansado".
"¡Bueno!".
La niña bajó la cabeza decepcionada. Tenía la
sensación de que Raymond no estaba tan feliz
como esperaba.
'¿No debería estar contento, ahora que sabe
que tiene una hermana tan adorable?', pensó la
niña mientras se rascaba la cabeza confundida.
Después continuó charlando con Raymond. Ella
hablaba la mayor parte del tiempo, mientras él
escuchaba en silencio.
Las expresiones en sus rostros eran muy
diferentes. Precious charlaba animadamente y
Raymond la miraba con dulzura. Era una escena
muy enternecedora.
Wendy los miró a los dos con ternura.
"Ah, por cierto, mami...".
De repente, Precious tomó la mano de Wendy.
"¡Mami! ¡Mami! ¿Cuántos minutos nació Ray
antes que yo?".
El niño miró a su madre con curiosidad.
Wendy guardó silencio durante un rato.
Si la memoria no le fallaba, el médico le dijo que
el primogénito era...
¡la niña!
Pensando en que ella siempre trató a Raymond
como su hermano mayor, Wendy no pudo evitar
sonreír con amargura.
"Mami, ¿no te acuerdas?".
¡Por supuesto que sí!
Finalmente, la mujer decidió contarles la verdad.
"A ver... Recuerdo que tú naciste un minuto
antes que Ray".
Los niños se quedaron atónitos.
'¿Qué?
¿Está diciendo la verdad?'.
Los dos se miraron. Precious fue la primera en
recuperar el sentido. De repente, saltó de
alegría.
Se rio a carcajadas y aplaudió. "Soy mayor que
tú por un minuto. ¡Soy tu hermana mayor! ¡Esto
es increíble! ¡A partir de ahora, hermano
pequeño, me tienes que llamar hermana
mayor!".
Capítulo 209 Repite la prueba de
paternidad
Raymond frunció el ceño con oposición.
'¿Hermana mayor?'.
Luego se quedó mirándola durante un buen
rato. Se veía claramente lo disgustado que
estaba.
"Ray, ¿por qué me miras así?".
La niña se dio cuenta de que la miraba era de
una manera desagradable.
Su hermano respondió: "Soy yo tu hermano
mayor".
"¡Pero mami dijo que yo nací antes que tú!".
Precious, aparentemente molesta, hizo un
puchero.
"Mami dijo, que le hicieron cesárea".
'Sí, ¿y?'.
La niña se rascó la cabeza confundida.
Raymond respiró hondo y dijo en tono serio: "Si
fue una cesárea, el que estuviera arriba, salió
primero. Si fuera un parto natural, yo habría
nacido primero. Eso prueba que soy mayor que
tú".
Precious no daba crédito.
'¿Cómo es posible?'.
Ella volvió a rascarse la cabeza y argumentó:
"Pero si hubiera sido un parto natural, tal vez
habría nacido yo primero".
"¡Imposible!", exclamó Raymond con rotundidad.
"¿Por qué?".
"Porque eres estúpida y gorda. Estoy seguro de
que no habrías nacido antes que yo".
La niña pensó: 'Si Ray lo dice, puede ser cierto.
Tiene sentido'.
Raymond la engañó.
"Así que sigo siendo tu hermano mayor".
"¡Vale!", asintió ella con tristeza.
Bajo la intensa mirada de Raymond, la niña hizo
un puchero y gritó impotente: "¡Hermano
mayor!".
Él sonrió con aire de suficiencia.
Tan pronto como Precious vio su sonrisa, se
olvidó de su tristeza.
'Da igual si nací primero.
Estoy feliz mientras Ray esté conmigo'.
"¡Hermano!".
"¡Sí!".
"¡Hermano!".
"¡Sí!".
"¡Hermano!".
"¡Sí!".
Los dos niños se sonrieron con adoración.
Wendy sonrió aliviada mientras los miraba.
Pasó media hora rápidamente.
Raymond se veía un poco cansado. Una
enfermera se acercó y dijo cortésmente: "Se
acabó el tiempo. El paciente necesita
descansar. Tienen que marcharse".
Wendy la miró y respondió: "Uy, no me di cuenta
de la hora. Está bien, ya nos vamos".
Precious se mostró reacia a irse.
La enfermera le sonrió gentilmente y le dijo:
"Puedes venir a verlo mañana".
Los ojos de la niña se iluminaron y sonrió feliz.
"¡Vale!".
Luego se volvió para mirar a su hermano: "Ahora
descansa. Vendré a verte mañana. El tío Leo
dijo que la operación es en tres días. Después de
la cirugía, estarás bien y podrás jugar conmigo
como antes".
"¡Estupendo!".
Wendy acarició su cabeza: "No pienses en
nada. Nada es más importante que tu salud,
¿sí?".
Raymond asintió. "Está bien, mami".
"Nos vamos. Pero te prometo que volveremos
mañana".
"¡Está bien!".
Fuera de la UCI, el banco estaba lleno de gente.
Josie y Anson se sentaron uno al lado del otro, y
Luke junto a ellos. Leo tenía que trabajar, así que
se fue. Roger y Kane estaban sentados en el
banco de enfrente.
Ryan era la única persona que estuvo de pie
todo el tiempo.
"Ryan, no has dormido nada en toda la noche.
Debes estar cansado. ¿Por qué no te sientas y
descansas un rato?".
"No estoy cansado".
Luke no lo creyó.
Él tampoco había dormido en toda la noche,
porque estaba muy nervioso. Sin embargo, una
vez que escuchó que Precious iba a ser la
donante, se sintió aliviado. Después de eso, le
costaba mantener los ojos abiertos.
Entonces, se inclinó en la silla y bostezó.
Josie lo fulminó con la mirada.
El hombre no entendía a qué venía eso.
'¿Por qué me mira así?', se preguntó.
"¡Siéntate derecho!", siseó Josie. Al parecer
estaba de mal humor. "¿Por qué hablas tanto?
¡Tranquilízate!".
'¡Carajo!
Está desahogando sus frustraciones en mí '.
Luke soltó con desdén: "¡Mamá! Preocúpate por
ti".
El cuerpo de ella se tensó.
"Mira, todo esto es culpa tuya. No estaríamos
aquí si no hubieras secuestrado a Ray. Es tu
nieto. ¡Tsss! Llevo mucho tiempo junto a Ray y
me consta que guarda rencor. De hecho, ¡es
bastante vengativo! Eres tú el motivo por el cual
está aquí en el hospital, debe odiarte por eso".
La mujer se puso pálida.
Anson miró a Luke y gritó: "¡Cállate!".
Este no les tenía miedo, pues sabía que Ryan lo
respaldaría. Entonces, extendió los brazos y dijo:
"¡Es la verdad! Ray ama más a su mamá más
que a nadie. Mamá lo secuestró para que
Wendy dejara a mi hermano. Si Ray se entera de
eso, no la perdonará jamás. Mamá, llevas toda
la vida deseando tener un nieto. Ahora que por
fin tienes uno, lo lastimas. ¡No esperes a que él te
llame abuela!".
Él dio en el clavo.
Su madre se molestó ante la manera
despiadada en que su propio hijo le había
hablado, y le respondió con los dientes
apretados: "Luke, ¿podrías cerrar la boca?".
"¡Lo siento, no puedo!".
Josie no sabía qué decir.
Lo miró fijamente con los labios fruncidos.
Anson no concebía que intimidara a su esposa,
así que le lanzó a Luke una mirada penetrante.
De joven fue soldado. Su mirada era severa.
"¡Luke! ¡Suficiente!".
'Oh, está bien, si tú lo dices'.
Sacudiendo las piernas, Luke apartó la mirada.
"Cariño, ¿de verdad me va a odiar ese niño?".
El hombre envolvió una mano alrededor de ella
y dijo para tranquilizarla: "No, no lo hará. Solo
tiene tres años. Precious y él son gemelos, estoy
convencido de que comparten las mismas
características. Mira a Precious. No importa lo
enojada que esté, se olvida de todo en cuanto
le compramos algo hermoso o le ofrecemos
buena comida".
Los ojos de la mujer se iluminaron.
Al escuchar eso, Luke intervino: "¡Diablos! ¡Estás
muy equivocado! Ray es muy diferente a su
hermana. Puede que tenga tres años, pero es
un niño inteligente y reflexivo. No es de los que
se dejan engañar fácilmente".
Los ojos de su madre volvieron a oscurecerse.
Esta sorbió su nariz y sus ojos se pusieron rojos.
Apretando los dientes, Anson lo fulminó con la
mirada.
"Cariño...", dijo Josie.
"¡Dime!".
La mujer vaciló y luego dijo: "Me parece un
sueño todo lo que pasó hoy. ¿De verdad crees
que ese niño es nuestro nieto?".
"Yo diría que sí".
"¿Pero y si no lo es?".
Josie estaba preocupada. Entonces, miró a
Ryan y dijo: "Ryan, ven aquí".
Este no se movió y, además, la miró con una
expresión fría y distante. "¿Qué pasa?".
Al verlo, la mujer se sintió triste.
Ryan solía ser inexpresivo, pero después de este
incidente, sintió que su actitud hacia ella era
aún más indiferente.
Josie resopló. "Ryan, lo hice por tu bien".
Su hijo se limitó a apretar los labios.
No estaba de acuerdo con ella.
"Ryan, ¿no tienes ninguna duda? A mí me
parece todo muy surrealista. De todos modos,
tanto tú como Ray están en el hospital. ¿Por qué
no te vuelves a hacer la prueba de
paternidad?".
Capítulo 210 Ella no es una buena mujer
Luego de escuchar a Josie, los ojos de Ryan se
tornaron fríos como un par de témpanos de
hielo.
"Ryan...", dijo ella con voz apagada.
"¡Basta! ¡Eso es imposible!", espetó él con
vehemencia.
"¡Ryan!", insistió ella.
No obstante, temiendo que se pudiera
desencadenar una discusión entre los dos, Luke
rápidamente le tapó la boca a Josie. "¡Mamá,
ya tienes que detener esto! ¿Todavía no es lo
suficientemente claro para ti? ¿Qué pretendes
probar con otra prueba de paternidad?
Precious es una donante compatible, ¿qué más
prueba que esa?".
Apartando la mano de su hijo, Josie aclaró:
"¡Solo estoy siendo cautelosa!".
Con los ojos en blanco, él replicó: "Sé bien qué
es lo que está pasando por esa cabeza tuya. ¡La
cosa es que no puedes aceptar que Wendy sea
la madre de los dos hijos de mi hermano!".
De pronto, la puerta de la UCI se abrió con un
crujido.
Al salir de la sala, Wendy llegó a escuchar las
palabras de Luke.
Entonces, con los labios fruncidos, decidió
quitarse la mascarilla.
A toda prisa, Ryan se le acercó y le dijo:
"Wendy... ¿Cómo está?".
"Ya no tiene fiebre, pero todavía está débil.
Ahora mismo está descansando".
De inmediato, Ryan se fijó en sus ojos
enrojecidos y, apretando la mandíbula, le
preguntó con voz ronca: "¿Tienes hambre?".
Aquella pregunta tomó por sorpresa a Wendy,
quien parpadeó varias veces sin poder decir
nada.
"No has comido nada en más de 24 horas".
"No, no tengo hambre".
Ciertamente, Ryan estaba preocupado por ella.
"He mandado a traer comida, han dejado varios
platillos en la sala".
"¡Dije, no tengo hambre!", espetó ella.
No podía ni siquiera sostenerle la mirada.
Entonces sintió que Precious le apretaba la
mano y, cuando bajó la mirada, vio su carita
tierna llena de expectativa. "¿Qué pasa,
cariño?", le preguntó.
"Mami, tengo hambre. ¿No quisieras comer algo
conmigo?".
"Ehm...".
"Mami, sería la primera vez que comeríamos
juntas como madre e hija... Nos separamos
cuando nací y ahora finalmente nos hemos
encontrado; no me rechazarías, ¿verdad?".
Precious parpadeó sus grandes y hermosos ojos
mientras miraba a Wendy con anhelo evidente.
Eso definitivamente la conmovió mucho.
¿Cómo podía rechazar a su hija?
Así fue como, al fin, accedió.
Poco después se fue con Ryan y Precious a la
habitación.
El lugar estaba repleto de comida para llevar y,
como ninguno había comido nada en toda la
noche, no tardaron en sentarse a comer.
Sentada en su asiento, Wendy tomaba agua
tibia con calma.
Como se trataba de una habitación VIP había
dos cuartos y una sala bastante cómoda.
Ciertamente, no faltaba nada.
Para evitar la tensión del silencio, Luke procedió
a encender la televisión.
Así, todos miraron la pantalla mientras comían.
Precious siguió sirviendo comida en el tazón de
su madre hasta que el cuenco quedó repleto.
"Mami, tienes que comer, estás demasiado
delgada".
Wendy esbozó una pequeña sonrisa y, a
regañadientes, se metió par de bocados a la
boca.
Justo entonces, en las noticias estaban
transmitiendo un reportaje sobre ella.
Durante los últimos dos días, Wendy había sido el
tema del que todos hablaban.
En el reportaje, Rubén y Cacia estaban siendo
entrevistados y ambos confirmaron varios de los
escándalos que involucraban a Wendy.
Hipócritamente, Cacia intentó persuadir a
Wendy de que regresara a casa.
Aunque ya Roger le había mostrado esa
entrevista antes, ella seguía disgustada cuando
los vio diciendo esas cosas.
Fue tal su malestar que tuvo que bajar los
palillos.
Luke, por su parte, casi escupió su arroz y maldijo
airadamente antes de cambiar el canal. "¡Es
que lo que dan es asco!".
De pronto, una luz fría brilló en los ojos de Ryan.
'Parece que Rubén no ha aprendido nada', se
dijo a sí mismo.
'De lo contrario, no habría accedido a hacer
esa entrevista...', pensó.
Roger también dejó los palillos y dijo con
preocupación: "Esta vez las cosas han llegado
demasiado lejos, me temo que será difícil
demostrar la inocencia de Wendy".
Kane asintió e intervino: "Estuve conversando
con la gente de relaciones públicas y ni siquiera
Randolph sabe cómo salvar a Wendy esta vez".
"Quiero que informen a los medios que daremos
una rueda de prensa dentro de cuatro días",
ordenó Ryan a Kane sin dar una pista de lo que
tenía en mente.
'Cuatro días...', pensó Wendy.
'Es perfecto', se dijo a sí misma con un brillo en
los ojos.
Para entonces, la cirugía de Raymond habría
terminado y finalmente podría concentrarse en
resolver esto.
"¡Muy bien!", asintió Kane.
Todo el mundo veía a Ryan como una leyenda
andante.
Mientras estuviera dispuesto a resolver la
situación, nada podría detenerlo.
Sin embargo, justo entonces, Wendy respondió
con frialdad: "¡No, gracias!"
"Wendy...".
Roger quiso decir algo, pero ella lo interrumpió.
"Este es un asunto que solo me atañe a mí, ya
encontraré una manera de solucionarlo por mi
cuenta".
Ryan miró a Luke.
Él entendió la seña rápidamente e intervino:
"Wendy, eso no es así, como actriz representada
por Media Cosmo, la empresa está obligada a
aclarar cualquier malentendido que perjudique
tu imagen. ¿No es así, Kane?".
Mientras hablaba, le guiñó el ojo pícaramente.
"Así es, Wendy, Luke tiene razón. Además,
también estamos preparando una nueva obra
para ti una vez que termine el rodaje de 'The
Story of Concubine Ivanka'. En otras palabras,
con este escándalo no solo quedaría en juego
tu reputación, sino también la de la empresa.
Tenemos que ayudarte".
Con fuerza, Wendy apretó el agarre sobre la
taza, pero no dijo nada.
Parecía que todo ya estaba resuelto y no había
nada por hacer.
Los demás siguieron discutiendo cómo resolver
la situación, pero solo Anson notó la expresión
hosca en el rostro de Josie.
Cuando terminaron de comer, él encontró una
excusa para acercársele.
En el primer piso del área de hospitalizaciones
había una gran área de descanso.
Había sido construida especialmente para que
los pacientes pudieran estirar un poco las
piernas.
Allí el aire era fresco.
La hierba era verde y los árboles, exuberantes.
Después de la fuerte lluvia de anoche, el
ambiente era todavía más agradable y los
alrededores estaban relucientes mientras una
suave fragancia a olivo dulce perfumaba el
lugar cada vez que soplaba la brisa.
Anson y Josie caminaban tomados de la mano
por el camino empedrado.
Ella estaba algo perdida en sus pensamientos y
él no dejaba de mirarla.
"Josie, sentémonos aquí un rato", propuso.
"Vale".
Cuando ella regresó a la realidad, lo vio
señalando un banquito cercano y lo siguió para
sentarse allí.
Luego de analizar su expresión, Anson le palmeó
el hombro suavemente y le preguntó: "¿Todavía
te preocupa que Ray no te perdone?".
"No es eso".
"Entonces, ¿en qué estás pensando?".
"Cariño, ¿viste la entrevista que dieron los padres
de Wendy?".
Anson asintió y luego añadió: "¿Es por eso que
estás así?".
"No es que tenga algo en contra de Wendy,
¿pero no es obvio? Hasta su propio padre salió
en la prensa confirmando sus escándalos.
¿Entonces cómo pueden pensar que ella es una
buena mujer?".
"¿Solo por eso estás así?".
"¡Cariño! ¿No debería estar enojada? ¡Wendy no
es una buena mujer! ¿Cómo puede Ryan estar
con alguien así? ¡No creo que pueda aceptarlo
nunca!".
Impotente, Anson se preguntó para sus
adentros:
'Dios, ¿por qué tiene que ser tan terca? ¿Por qué
no puede verlo con claridad?
Mientras Ryan esté decidido, poco importa lo
que nosotros o nadie piense'.
Sin embargo, el hecho era que Anson apoyaba
a Ryan por completo.
¡El hombre era el director ejecutivo del Grupo
Oliver!
¡No era un tipo cualquiera!
Ryan había enfrentado cualquier tipo de
problemas y había lidiado con cualquier tipo de
gente en el pasado.
Anson no creía que hubiera nadie que pudiera
engañarlo fácilmente.
Además, no solo Ryan sino también Precious,
Luke y hasta Roger hablaban bien de ella y
todos eran miembros de familias respetadas, no
era como si fuera fácil llegar a ganarse su
confianza.
Aun así, a todos parecía agradarles mucho
Wendy.
Eso demostraba que era una chica con un buen
corazón y una naturaleza amable.
"Josie, creo que Wendy es una buena chica; sin
embargo, como ya le tienes el ojo puesto
encima, solo puedes ver sus defectos... Deberías
dejar a un lado tus prejuicios y verla como lo
que realmente es... Quizás pueda agradarte...".
Capítulo 211 Lágrimas genuinas o falsas
Aunque Josie no parecía tener intenciones de
aceptar a Wendy, Anson no flaqueó en sus
intentos por convencerla.
"¿Recuerdas cuando me llevaste a conocer a
tus padres? Ellos tampoco estaban contentos
conmigo en aquel entonces, pensaban que yo
era demasiado mayor para ti... Además, tenía
un hijo que era apenas dos años menor que tú.
Oh, hicieron todo para separarnos...".
Fulminándolo con la mirada, Josie replicó: "¡No
esperaba que guardaras rencor por eso
después de tanto tiempo!".
Pero él solo sonrió y continuó: "No estoy diciendo
esto con rencor, sino como ejemplo para
ayudarte a comprender. En aquel entonces, tus
padres estaban haciendo lo que creían que era
mejor para ti. Para ellos merecías un hombre
que estuviera a tu altura y, claramente, yo no
era eso que estaban buscando".
En ese punto, ya Josie sabía por dónde se venía
encaminando la conversación.
"Tus padres te obligaron a ir a citas a ciegas y en
el momento en que se enteraron de que
estabas embarazada, incluso te presionaron
para que abortaras. Ciertamente, ellos
actuaban pensando que estaban haciendo lo
mejor para ti, pero eso no borra el dolor de lo
que nos hicieron".
Mientras escuchaba, Josie no dijo nada.
Anson, por su parte, añadió: "Entonces trata de
entender, querida. La forma en que te estás
comportando ahora es exactamente igual a
como se comportaron tus padres hace tantos
años... Crees que solo te preocupas por los
intereses de Ryan, pero de hecho, lo estás
alejando de nosotros. Ya le hemos hecho
demasiado daño al pobre muchacho... Ahora
que ha conocido a una chica que realmente le
gusta, no quisiera que una rencilla tonta arruine
nuestra relación con él o su relación con ella. Sé
que no te agrada ella, pero por la felicidad de
Ryan, ¿no crees que deberías dejar de lado lo
que sientes y darte la oportunidad de conocer a
Wendy?".
"Ehm...".
"Lo sé, sé que precisamente por todo lo que le
hemos hecho a Ryan no quieres que sea
lastimado en el amor... Pero no podemos
retenerlo ni impedirle que se enamore o se case
solo por temor, ¿verdad?".
Josie permaneció en silencio.
Por supuesto, más que nadie en el mundo, ella
quería y esperaba que Ryan fuera feliz.
Rodeándola con el brazo, Anson le palmeó el
hombro afectuosamente. "Procura conocer a
Wendy, tienes que confiar en el gusto de nuestro
hijo ahora que ha elegido a su compañera de
por vida".
Al escucharlo, Josie se mordió el labio.
"Debes intentarlo por el bien de Precious y Ray,
nuestros nietos comparten la sangre con esa
chica y un lazo consanguíneo no es cosa de
juego. Precious ni siquiera sabía que Wendy era
su madre, pero aun así fue atraída hacia ella. Tú
mejor que nadie sabes lo mucho que Precious
quería una madre y ahora que su verdadera
mamá apareció, ¿cómo podríamos negarle la
oportunidad de estar con ella?".
"¿Crees que eres el único que se preocupa por
Precious?", replicó Josie mirándolo a los ojos.
"Por supuesto que sé que te preocupas por ella,
la adoras con el alma y prácticamente has sido
quien la ha criado desde el primer día.
Precisamente en honor a ese amor que le
profesas deberías intentar aceptar a su madre".
Anson realmente la conocía bien, pues cada
palabra que dijo llegó directamente al corazón
de Josie.
"¿No quisieras que Ray te llame 'abuela'
también?".
Por supuesto, eso era lo que ella quería.
Él era su nieto después de todo y se angustiaba
de solo pensar en todo lo que Raymond había
tenido que pasar en su corta vida.
"Josie...".
"Cariño, por favor, por lo menos dame un poco
de tiempo para pensarlo".
"¡Vale!", accedió Anson.
Una brillante sonrisa ondeó en sus labios.
Al menos con eso podía estar seguro de que
Josie estaba dispuesta a dar el primer paso.
Mientras tanto, en el apartamento de Eris. Brian
se puso rojo cuando reprodujo el video de
Rubén y Cacia. Tratando de controlar la ira,
masculló arrastrando las palabras: "Explícame
esto, quiero saber qué es lo que está pasando".
Eris se quedó pasmada.
La alegría que había mostrado su expresión
desapareció de un momento al otro.
Había pedido permiso en el trabajo para poder
quedarse descansando en su apartamento.
Esa mañana, cuando Brian la llamó para decirle
que iría a visitarla, sus ojos se iluminaron como
dos perlas y estaba tan contenta que se vistió y
se maquilló especialmente para él.
Sin embargo, lo menos que esperaba era que
viniera para interrogarla o echarle la culpa de
nada.
Ni siquiera tuvo que mirar el video para saber de
lo que se trataba.
Por supuesto, era la entrevista que les habían
hecho a sus padres.
"¿Por esto fue que viniste, Brian?".
"¡Eris! ¿No te parece que me debes una
explicación?".
Ayer, él se había encontrado con Wendy y
después había escuchado a Eris al teléfono
profiriendo amenazas comprometedoras contra
ella.
Sin embargo, cuando la interrogó al respecto,
Eris le explicó que nunca habría hecho nada
para acosar a Wendy y que solo había dicho
eso para molestarla.
'¿Pero qué hay de este video, cómo puede
explicarme esto?', se preguntó internamente
mientras la veía a los ojos.
Después de haber visto ese video, ciertamente
empezaba a reconsiderar la moral de Eris.
'¿Por qué me mira de esa manera?', se preguntó
ella con nerviosismo.
Sabía que ahora Brian empezaría a dudar y no
le tendría la misma confianza que le tenía antes
si no inventaba algo rápidamente
Por fortuna, su mente ágil no tardó en urdir una
excusa.
Así que, agarrándolo por el brazo, le dijo con
lágrimas en los ojos: "Brian, no sé qué fue lo que
pasó, también me quedé anonadada cuando
lo vi esta mañana. Te juro que no sé por qué mis
padres dijeron todas esas cosas sobre Wendy,
cuando los llamé solo me dijeron que todavía le
guardaban rencor por haberme apuñalado...
Brian, mis padres solo querían vengarse de
Wendy por lo que me había hecho, sabes lo
mucho que me quieren, especialmente mi
madre... Ella misma fue testigo de cómo Wendy
me atacó y casi me mata. ¡Oh, la pobre quedó
tan traumada después de eso! Y desde que
supo que Wendy ahora también es actriz y
trabaja conmigo, no ha dejado de mortificarse.
No ha podido dormir en las noches porque
piensa que Wendy se vengará y me hará daño".
Las lágrimas corrían por su rostro, pero ella no las
secó sino que dejó que le empaparan la cara.
Luego, sosteniendo la mano del hombre con
fuerza, añadió: "Brian, mi madre solo quiere
protegerme, no era su intención lastimar a
Wendy. Solo quería que ella abandonara la
industria del entretenimiento. Incluso me ha
dicho que si Wendy aceptara alejarse y dejar de
causarme problemas, la compensaría
económicamente".
Mientras escuchaba la explicación de Eris, la
expresión de Brian no paró de cambiar.
'Esto es muy raro', se dijo.
'No me da lástima verla llorando así'.
Entonces entrecerró la mirada mientras
sopesaba si esas lágrimas serían genuinas o
falsas, Obviamente, ese gesto solo provocó que
Eris entrara en pánico, así que siguió explicando:
"Brian, confía en mí... Te juro que si hubiera
sabido lo que mis padres iban a hacer, no los
habría dejado".
"¡Están arruinando la reputación de Wendy!".
"¡Lo sé, pero ya no pueden retractarse!".
De repente, Brian se puso de pie y espetó con la
tez pálida:
"¡No pienso aceptar esto, ya Wendy ha sufrido
demasiado por mi culpa! ¡No puedo dejar que
esto continúe!".
'¿Qué quiere decir con esto, Dios?', se preguntó
ella, sintiendo que el corazón se le desplomaba.
"¿Qué vas a hacer, Brian?", le preguntó con voz
trémula mientras le agarraba la mano.
Capítulo 212 Mentiras
"¡Daré una declaración pública ante los medios
para arreglar esto!", dijo Brian.
"¿Cómo piensas hacer eso?", inquirió Eris.
Sin vacilar ni por un segundo, Brian respondió:
"Diré la verdad y demostraré la inocencia de
Wendy. ¡Suéltame, Eris!".
'¿Que lo suelte?', se preguntó la mujer.
'¿Para que vaya a decir la verdad?
No, esto no puede estar pasando', pensó.
'Ya mis padres y yo hemos dado unas
declaraciones a los medios para hundir a
Wendy y si Brian suelta la sopa entonces seremos
tachados de mentirosos por el resto de nuestros
días'.
Eris creía que había acorralado a Wendy esta
vez, pero ahora estaba muerta de miedo.
Tenía los ojos enrojecidos y la voz le temblaba.
"Brian, ¿ya no me quieres acaso?".
Al escuchar eso, el hombre se quedó
congelado. "¿De qué demonios estás
hablando?".
'¿En qué momento dije que no la amara?', se
preguntó a sí mismo.
En vez de responderle, la mujer siguió con su
interrogatorio fuera de lugar: "¿Qué piensas
decirles a los medios? ¿Que fui yo quien la
drogó para que quedara embarazada antes del
matrimonio? ¿Les dirás que rompiste con ella
porque yo era la otra? ¿Expondrás a mis padres
delante de todo el mundo solo porque querían
protegerme?".
Un rictus atravesó el rostro de Brian al
escucharla.
"¿Siquiera te has sentado a pensar en las
consecuencias que esto podría tener?".
'No, no lo he hecho', respondió él internamente.
Su primera reacción al ver aquella entrevista
había sido aclarar las cosas para salvar la
reputación de Wendy, pero no lo había
pensado bien.
Eris volvió a agarrar su mano con tanta fuerza
que los nudillos se le pusieron blancos. "Si dices la
verdad ante los medios entonces, destruirás
tanto mi carrera, como mi imagen y la de mi
familia. ¿Eso es lo que quieres, Brian? ¿De
verdad estás dispuesto a destruirme por culpa
de Wendy?".
'¡Por supuesto no!'.
De un momento al otro, el rostro de Brian
cambió.
Abatido, se dejó caer pesadamente sobre el
sofá.
Al verlo, Eris dejó escapar un suspiro de alivio.
Dado que su plan parecía haber funcionado,
corrió a la cocina para prepararle una taza de
té. "Brian, sé que lo que dijeron mis padres no
estuvo bien, pero créeme que si pudiera
retroceder el tiempo y hacer algo para
detenerlos, definitivamente lo habría hecho... Sin
embargo, me temo que ya es demasiado tarde
y no hay nada que podamos hacer", dijo
cuando regresó con el té.
La expresión del hombre se tornó fría de pronto y
su mirada, oscura.
"Si bien lo que hicieron estuvo mal, sus
intenciones no fueron viles... Solo querían que
ella saliera de la industria del entretenimiento
para protegerme... Brian, quizás no te muevas
en esta industria, pero sabes cómo son las cosas;
desde que estás a mi lado nadie se atreve a
meterse conmigo, pero no es el mismo caso con
Wendy. ¿Has olvidado los chismes sobre ella y
Luke?".
Al escuchar eso, el corazón de Brian se sintió
pesado como una piedra.
"¡Aunque dejara el mundo de espectáculo, no
debería ser de esta forma!".
Era muy distinto retirarse por su propia voluntad
a tener que hacerlo obligada por escándalos.
Los comentarios que circulaban en Internet
sobre ella podían considerarse acoso
cibernético.
"Sé que no es justo para ella, pero eso es lo que
ha pasado y no podemos hacer nada para
compensarlo", dijo Eris con impotencia.
De hecho, era una buena actriz, pero no lo
suficiente.
Brian no dejó de mirarla y eso la puso nerviosa.
"¿Qué pasa, cariño?".
"Eris, mírame a los ojos y dime la verdad. ¿Esto no
tiene nada que ver contigo?".
Al ver que ella estaba a punto de hablar, el
hombre dijo con pesadez y firmeza: "¡Piensa bien
lo que vas a decir! Debes saber mejor que nadie
que odio las mentiras y si tienes algo que ver en
esto, entonces te sugiero que me lo digas ya.
Prometo que en honor a nuestra larga relación
podría perdonarte, pero si llego a descubrir que
me has mentido, no me culpes por romper
contigo".
En un segundo, la tez de Eris quedó pálida como
la nieve.
Sabía que eso era una amenaza.
"Brian...".
"Te lo repito, piensa bien lo que vayas a decir".
Eris lo conocía muy bien y sabía que estaba
sospechando.
Sin embargo, si lo admitía, sabía que él no
volvería a confiar en ella.
Así que, movida por el desespero, dijo
obstinadamente: "¡No lo sé! ¡De verdad no sabía
nada!".
De todas formas, su madre era quien lo había
hecho, mientras ella no dijera nada, nadie tenía
por qué saber la verdad.
Con esto en mente, los ojos de Eris se pusieron
rojos y se llenaron de lágrimas.
Apoyada de rodillas contra Brian, empezó a
temblar levemente. "Hemos estado juntos por
años, ¿y alguna vez te he mentido? ¿Cómo
puedes sospechar de mí así?".
El hombre solo rio irónicamente para sus
adentros, pues aunque no quería dudar de ella,
ayer mismo le había mentido.
Era un poco descarado de su parte, a decir
verdad.
Deslizando lentamente su mano por el muslo de
Brian, ella dijo con voz suave y agraviada:
"¿No me conoces acaso? He estado a tu lado
durante años dándote mi amor, ¿por qué te
mentiría entonces?".
Luego le rodeó el cuello con el brazo y lo miró
con lástima.
Ante ese gesto, él se tensó.
No podía soportar la forma en que Eris lo estaba
mirando.
"¡Eris!".
"Brian...", dijo ella alzando la mirada mientras sus
mejillas se sonrojaban.
"Oh, Brian... estamos comprometidos... ¿Por qué
no tenemos un bebé?".
Al escuchar eso, Brian tragó saliva y su manzana
de Adán se balanceó.
La expresión de Eris y lo que acababa de decir
fueron demasiado para él, y ya no podía
aguantarse.
La pasión en los ojos de la mujer brillaba con
desenfreno. "Brian...".
Los dos se conocían muy bien.
Eris sabía perfectamente cuál era la debilidad
de Brian, así que se acurrucó entre sus brazos y
lo miró con ojos anhelantes mientras sentía
como se le aceleraba la respiración.
Como Eris sabía que Brian vendría, se había
vestido especialmente para él y tenía puesto un
fino vestido de seda rojo a pesar de que estaba
haciendo frío.
El contraste entre su piel clara y el color vibrante
del vestido la hacía lucir radiante.
Brian tragó saliva de nuevo, la agarró por la
muñeca y tiró de ella con fuerza. Eris gritó, pero
cuando pudo reaccionar ya él la había
aprisionado contra el sofá.
La taza de té cayó al suelo y se hizo añicos.
No obstante, ninguno de los dos se inmutó.
Él mantuvo los ojos cerrados todo el tiempo.
Por alguna razón se estaba sintiendo raro.
Aunque era a Eris a quien tenía en sus brazos, no
dejaba de pensar en Wendy y eso lo estaba
excitando.
La atmósfera en la sala de estar se inundó de
pasión.
Una vez que terminaron, Eris se cubrió
tímidamente con la cobija.
Entonces se tocó el pubis con la mano y luego
miró a Brian con los ojos bien abiertos. "No usaste
condón, espero que quede embarazada".
"¿No habías dicho que tu carrera estaba en
ciernes y no querías un hijo todavía?", dijo Brian
mientras le acariciaba el pelo. "Será mejor que
te tomes unas pastillas entonces".
"¡No!", replicó ella al instante con una mirada
llena de reproche.
"En ese entonces no estábamos comprometidos
y por eso no quería embarazarme, si daba luz a
un niño, sería un ilegítimo... Pero ahora que la
situación ha cambiado, he decidido que quiero
tener un bebé... ¡Sin duda tú eres más
importante que mi carrera!".
Al escuchar eso, el corazón de Brian se calentó y
la miró fijamente con embeleso.
Capítulo 213 Voy a mantenerte
Brian se quedó en la cama con Eris.
Una vez que oscureció, él comenzó a vestirse y,
cuando estaba a punto de irse, ella le hizo una
invitación.
"Brian, vamos a cenar juntos antes de que te
vayas".
"En realidad, tengo un asunto que arreglar en la
oficina".
Al escuchar eso, la muchacha apretó los puños.
'¿Eso significa que él se fue en medio del
trabajo?
¿Y solo para preguntarme por los escándalos de
Wendy?'.
Eris apretó los dientes con ira.
Levantó la colcha, se levantó de la cama, tomó
un abrigo y se lo puso sobre los hombros. Con su
rostro rebosante de ternura, le dijo: "Te
acompaño a la salida".
"No, gracias. Eso no será necesario".
Entonces Brian le besó la frente y agregó:
"Debes estar agotada. ¿Por qué no te quedas a
descansar?".
Ella se sonrojó y exclamó: "¡Eres tan molesto!".
El joven se rio y dijo: "Bueno, debo trabajar duro
para ganar suficiente dinero y mantener a
nuestra familia".
"¡De acuerdo!".
Eris lo acompañó hasta la puerta.
En cuanto ella vio desaparecer la figura de su
novio, su sonrisa se desvaneció. Cerró la puerta
de un portazo y, al instante, la expresión de su
rostro se transformó en odio.
'¡Wendy!
¡Wendy!
¡Brian tuvo el descaro de amenazarme por tu
culpa!
En el pasado, él nunca había hecho eso.
¡Lo sabía!
¡Te gusta causar problemas!
¡Maldita sea!
Indudablemente debo encontrar una manera
de acabar contigo.
¡Esta vez debe ser para siempre!'.
Después de salir del apartamento, Brian no fue a
la empresa. En lugar de encender el motor de su
automóvil, miró al cielo nocturno, sacó su
teléfono y buscó entre sus contactos el número
de Wendy. Tan pronto como lo encontró, marcó
sin dudarlo.
Esa mañana se preocupó mucho cuando vio las
noticias sobre su exnovia, así que sin pensarlo
dos veces, salió corriendo de la casa para
pelear con Eris.
Sin embargo, después de escucharla, cambió
de parecer.
Estaba de acuerdo con ella en una cosa.
También le agradaba la idea de que Wendy
abandonara la industria del entretenimiento.
Eso les convenía a todos.
Sería incluso mejor para él.
'Si ella renuncia, no tendrá un trabajo con un
sueldo tan alto y dejará de encontrarse con
todos esos hombres ricos de la clase alta.
Así se dará cuenta de que soy su mejor opción.
Al final, ella querrá estar conmigo'.
El joven se sintió excitado con el mero hecho de
pensar en el hermoso rostro y la figura sexy de
Wendy.
Pensaba que había cometido una gran
estupidez en el pasado.
No aprovechó la oportunidad para acostarse
con ella durante los tres años que estuvo
enamorada de él.
Ahora que lo pensaba detenidamente, debía
haber estado loco en aquel entonces.
El teléfono sonó varias veces.
No obstante, nadie respondió.
Brian frunció el ceño.
"¿Por qué no contesta el teléfono? ¿Será debido
a las noticias de hoy?".
Esta podría ser la única explicación.
A pesar de ello, Brian no se rindió y volvió a
marcar.
El tono de llamada era ruidoso.
Mientras tanto, Luke abrió la puerta y llamó:
"¡Ryan!".
Luke le hizo un gesto a su hermano con el
teléfono móvil, señaló el número desconocido
en la pantalla y le indicó que saliera para que
hablara.
Ryan miró a Wendy. Solo habían pasado tres
minutos desde que ella cerró los ojos y se quedó
dormida. Por lo tanto, frunció el ceño y salió de
la sala porque no quería despertarla.
"Wendy recibe llamadas continuamente desde
este número".
El viejo teléfono de Wendy estaba empapado
en agua y se rompió en pedazos, por lo que ya
no se podía usar. Preocupado de que eso fuera
un problema para la chica, Ryan le pidió a su
hermano que le comprara uno nuevo.
Luke acababa de instalar la tarjeta SIM, pero
antes de que pudiera entregarle el nuevo
dispositivo, este empezó a sonar.
Ryan miró casualmente el número desconocido
y, gracias a su excelente memoria fotográfica,
supo a quién pertenecía.
En un instante, sus ojos se oscurecieron.
"Ryan, ¿quién es?", Luke preguntó con
curiosidad.
"No digas una palabra".
"¡Está bien!".
Ryan contestó el teléfono y lo puso en altavoz.
"¡Wendy, finalmente respondiste!", exclamó la
persona al otro lado de la línea.
Luke se sorprendió.
'¡Qué demonios!
¡Es Brian!
¿Por qué llama a Wendy?'.
El joven miró a Ryan y, como de costumbre, él
estaba inexpresivo.
Luke se quedó atónito.
"Wendy, vi las noticias de hoy y me preocupé
mucho por ti. ¿Dónde estás? ¡Iré a verte ahora
mismo!", continuó Brian.
Ryan permaneció en silencio.
Brian pensó que Wendy no decía nada porque
estaba de mal humor y siguió hablando con
notable preocupación. "Sé que lo que sucedió
esta vez te duele mucho, pero Eris es mi
prometida. Perdóname por no poder ponerme
de tu lado y aclarar todo frente a los medios. Sin
embargo, después de pensar un poco en ello
llegué a la conclusión de esto que no es tan
malo, pues la industria del entretenimiento es
muy complicada. Además, eres una mujer joven
y hermosa, de modo que te resultará frecuente
sufrir en ese mundo. Personalmente, creo que
deberías aprovechar esta oportunidad para
abandonarlo.
Soy consciente de que todo esto es culpa mía.
Por eso te digo que, si quieres, estoy dispuesto a
mantenerte por el resto de tu vida".
Al escuchar eso, Luke se sorprendió.
'¡Oh, Dios mío!
¿Qué quiso decir con eso? ¿Acaso quiere que
Wendy sea su amante?'.
En ese momento, Brian volvió a hablar.
"Sé que tu situación actual no es buena, así que
si estás de acuerdo, te transferiré la villa y el auto
de lujo que están a mi nombre".
Era justo lo que Luke sospechaba.
Nunca imaginó que todavía Brian deseara a
Wendy.
'¿Cómo se atreve a querer que Wendy sea su
amante?
¡Oh, Dios mío!'.
De repente, la atmósfera en el pasillo se volvió
gélida.
Mientras temblaba, Luke tragó saliva y miró a su
hermano.
Bajo la luz tenue, este permanecía erguido y
proyectaba una sombra aterradora.
Se burló al escuchar lo que dijo Brian por
teléfono. '¡Maldición! ¿En qué está pensando?'.
La sonrisa de Ryan provocó escalofríos en la
espalda de Luke.
'¡Oh, Dios mío!
Cuando Ryan tiene una expresión fría, no está
tan enojado, ¡pero cuando sonríe así,
seguramente alguien sufrirá un cruel destino!'.
En realidad, Ryan estaba a punto de perder los
estribos.
"Wendy, ¿me escuchas?".
"¡Brian! ¡Cómo te atreves!", replicó Ryan
finalmente.
Después de unos segundos de silencio, Brian
preguntó con voz temblorosa: "¿Tío Ryan?".
"Ya tienes una prometida, pero aún quieres
tener a otra chica como amante. ¿Olvidaste las
normas de la familia Oliver? ¿Necesitas ayuda
para recordarlas?".
"Tío Ryan...".
"Mientras tu padre está gravemente enfermo en
el Estados Unidos, tú estás aquí coqueteando
con mujeres. ¿Te preocupas siquiera por él?".
"Tío Ryan, yo...".
Ryan colgó el teléfono porque ya no quería
continuar hablando con su sobrino. Tenía una
expresión formidable en su rostro.
"¡Luke!".
"¡Sí!", contestó el joven.
Rápidamente, su cuerpo se tensó.
"Escuché que el precio de las acciones de su
compañía volvió a subir", dijo Ryan.
"¡Ah, está bien! ¡Ya entendí!", exclamó Luke.
Se giró para irse y agregó: "Lo haré de
inmediato".
'¡Maldición!
Desde que Ray desapareció, la actitud de
Wendy hacia Ryan ha sido distante y fría, por lo
que él está deprimido. Ahora la llamada de
Brian logró molestarlo aún más.
¡Definitivamente, él busca problemas!'.
Capítulo 214 Lo siento y gracias
Sin el menor atisbo de remordimiento, Ryan
borró el número de teléfono del registro de
llamadas.
Con un par de toques sobre la pantalla estuvo
listo.
Luego, al ver que Luke se estaba yendo, lo
detuvo a toda prisa: "¡Espera!".
"Ryan...".
"No tienes que hacerlo, yo me encargaré".
Con los labios fruncidos, Luke rezó en silencio por
Brian.
'Bueno, bueno, parece que esta vez sí que pisó
la mierda...
Brian se atrevió a molestar a Ryan y ahora
tendrá que vérselas personalmente con él...
¡Oh, pobre tipo, ya es hombre muerto!'.
Aunque Ryan siempre actuaba con indiferencia,
en realidad era vengativo.
En el pasado solía mantener muy buena
relación con Bruce, pero no dudó en desterrarlo
al Estados Unidos tan pronto como se enteró de
que el tipo estaba hablando mal de él.
Obviamente, en esta ocasión, el castigo para
Brian sería mucho más severo.
El hombre se había sobrepasado y había
intentado robarse a la novia de Ryan.
¡Nada más por considerarlo debería darle una
buena lección!
Mientras pensaba, Ryan frunció el ceño, pero
luego sonrió y sacó su teléfono para marcar el
número de Anson.
"¡Papá!".
"¿Qué pasa? ¿Todo bien? ¿Sucede algo?
¿Ray...?".
"Descuida, papá, no pasa nada".
Dejando escapar un suspiro de alivio, Anson
añadió: "¿Entonces por qué me llamas a estas
horas de la noche?".
Ryan, quien estaba sentado en un banquito
cerca de la puerta, tamborileó los dedos en el
respaldo de la silla más cercana. "¡Nada, solo
quería felicitarte porque te convertirás en
bisabuelo!".
Perplejo, Anson parpadeó un par de veces
pensando que había escuchado mal y luego su
ceño se profundizó y preguntó: "¿Quién fue?
¿Brian o Bruce? ¿Cuál de los dos dejó
embarazada a una chica?".
"Ninguno de los dos".
"No estoy entendiendo".
"Pues Brian me quiere robar a mi mujer y quiere
que mi hijo, o sea tu nieto, se convierta en tu
bisnieto, ¿qué te parece?".
Por supuesto, al escuchar semejante
declaración, Anson se quedó frío.
Luego, después de un rato, rugió: "¡Maldita sea!
¿Y qué le hace pensar que se saldrá con la
suya?".
Anson apenas se estaba enterando de que
tenía un nieto.
Y ahora Brian quería robarse a la mujer de Ryan
y convertir al su nieto en su bisnieto.
¡La sola idea era impensable!
"¿Qué se supone que pretende conseguir con
eso?", rugió Anson. "Es cierto que estuvo
involucrado sentimentalmente con Wendy en el
pasado, pero fue él quien rompió con ella.
¿Cómo es que ahora la quiere tener de
regreso? ¿En qué demonios está pensando?
¿No se supone que se había comprometido con
Eris? ¿O es que acaso pretende tener dos
esposas?".
'¡Y lo peor no es eso, sino que quiere robarle la
mujer a su tío!
¡Joder!
¡Es que no lo puedo creer! ¿Qué rayos tiene en
la cabeza ese chico?', pensó con ira el anciano.
"Escúchame bien, Ryan, no te cohíbas por mí, no
tienes que considerar nada, solo enséñale una
lección al idiota ese".
Luego de recibir el beneplácito de su padre,
Ryan colgó de inmediato.
Al hacerlo, se quedó con la mirada perdida en
la distancia.
Luke también permaneció en silencio y lo
contempló con asombro.
'¡Cuán astuto es este hombre!
¡Es todo un as!', pensó.
El padre de Brian había sido expulsado de la
familia Oliver, pero seguía siendo el primogénito
de Anson. Cuando el hombre enfermó, la ira de
su padre se disipó paulatinamente y, dado que
a su hijo no le quedaba mucho tiempo, Anson
procuró arreglar las cosas con él.
No obstante, fue Josie quien lo contuvo de
hacerlo.
A pesar de eso, Anson adoraba a sus nietos,
Brian y Bruce
Pero ahora que escuchaba lo que Brian había
hecho, sabía que ni él ni su padre podrían
regresar nunca al seno de la familia Oliver.
¿Qué ofensas eran tan grandes que no
merecían ser perdonadas?
Pues el parricidio y el robo de una esposa,
claramente.
Y Brian no solo quería robarle la mujer a Ryan,
sino también su hijo. Dada la magnitud de su
agravio, Anson no pensaba interponerse entre
ellos dos si Ryan decidía vengarse.
Así pues, el panorama para Brian no pintaba
nada bien y no tenía salvoconducto posible que
pudiera librarlo de la situación en la que se
había metido.
'¡Es que es impresionante!
¡Ryan es simplemente increíble!', pensó Luke
mientras le asentía.
"Eres un genio, Ryan", dijo por fin.
Sin embargo, la expresión del hombre seguía
perdida en la más profunda indiferencia.
Mientras analizaba el tono y las palabras de
Brian, Ryan se dio cuenta de que aquella no
debía ser la primera vez que le pedía a Wendy
que fuera su amante.
'¡Ese bastardo!
¡Cómo se atreve a codiciar a la madre de mis
hijos!', maldijo con los ojos entrecerrados y una
expresión de muerte en el rostro.
Mientras tanto, en la habitación, Wendy no
podía dormir.
Sus ojos se abrieron de golpe cuando Ryan
entró.
"Lo siento, ¿te desperté?", preguntó él.
"No", respondió ella mientras bajaba la mirada e
intentaba incorporarse.
No obstante, un par de manitos se lo impidieron
y, cuando desvió la mirada, se dio cuenta de la
niña que dormía a su lado.
Mientras se movía cuidadosamente, Precious se
fue acomodando y siguió durmiendo como si
nada.
Era una gélida noche de otoño.
Así que, con toda la delicadeza del mundo,
Wendy la arropó para que no le diera frío.
No obstante, cuando volvió a alzar la mirada y
vio a Ryan, su expresión volvió a tornarse fría y
distante.
Ninguno de los dos dijo una sola palabra.
No era algo que les hubiera pasado antes.
De hecho, esa era la primera vez que estaban
completamente solos desde que supieron la
verdad.
"¡Wendy, lo siento!", dijo él de pronto.
Al escucharlo, ella se quedó tiesa.
Entonces Ryan se acercó al sofá cercano y
tomó asiento a su lado, pero Wendy solo apartó
la mirada. "Sé que hace cuatro años fui yo quien
te lastimó física y mentalmente", confesó con
una sonrisa amarga.
Aquella vez, él no había podido controlarse y se
acercó a ella sin pensar en lo que estaba
haciendo.
Ambos estaban muy ebrios, quizás drogados y
era obvio que el suceso había causado un
trauma en ella porque ahora no podía verlo sin
desviar la mirada o empezar a temblar.
"Y... ¡gracias!", él añadió con cierta vacilación.
Se detuvo un segundo para ver a Precious y
luego continuó: "Gracias por haberme dado a
dos niños maravillosos".
La culpa estaba carcomiendo su corazón.
Hoy Roger le había contado todo lo que Wendy
había tenido que pasar en el País M.
La pobre acababa de dar a luz en las
condiciones más precarias, y no tenía dinero ni
ayuda de ningún tipo, pero aun así se fue al
extranjero con el niño prematuro.
Ryan ni siquiera podía imaginarse cómo debió
haber sido su vida, sola y sin amigos que la
apoyaran.
Lo peor era que...
todo fue su culpa.
Era por eso que estaba en deuda con ella y
estaba comprometido en retribuirles el doble de
lo que les debía.
Sin ánimos de escucharlo, Wendy se dio la
espalda y se recostó del otro lado.
Cuando se enteró de la verdad, ella tenía ocho
meses de embarazo.
Eris y Brian le habían dicho que él no era el
padre del bebé que tenía en su vientre y fue
entonces cuando empezó a odiar al hombre
que la había dejado embarazada.
Pues ese hombre le había arruinado la vida.
Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo,
se acrecentaba el odio hacia Eris y Brian.
Mientras Eris tuviera la intención de lastimarla,
podría encontrar a más hombres para hacerle
daño.
En aquel entonces, Wendy no habría podido
salir ilesa de eso.
Después, cuando supo que Ryan era el padre
de Raymond, se sintió aliviada y un único
pensamiento invadió su mente:
'¡Gracias a Dios que es de él!'.
Estaba feliz de que fuera él y no ese hombre
desagradable, Oakley, pues de solo pensarlo le
daban náuseas.
Sin embargo, ahora no podía olvidar el pánico
que la invadió cuando Raymond desapareció.
¡Y ahora que sabía que la madre de Ryan había
estado involucrada en su desaparición, no
podía evitar estar enojada con él!
Ya era bastante tarde.
Así que Ryan apagó las luces y solo dejó una
lámpara encendida.
Wendy escuchó pasos detrás de ella, pero no se
dio la vuelta.
No sabía cuánto tiempo había pasado.
Poco después, los pasos se fueron
desvaneciendo lentamente en la distancia.
'Supongo que Ryan se va a dormir a la otra
habitación. ¡Gracias a Dios!', pensó mientras
dejaba escapar un suspiro de alivio.
Sin embargo, no llegó a sus oídos el ruido de la
otra puerta abriéndose.
Así que se dio la vuelta para comprobarlo.
Para su sorpresa, Ryan no se había ido sino que
estaba recostado en el sofá junto a su cama.
Parecía que tenía intenciones de dormir allí,
pues se había arropado con su abrigo y había
encontrado la forma de acomodar sus largas
piernas en el cojín.
Cuando él escuchó el ruido en la cama,
enseguida abrió los ojos y la vio observándolo.
"Ya es tarde, tienes que dormir".
Pero ella permaneció en silencio.
Todo estaba en silencio.
La noche de otoñal era tan fría como la luna
que pendía en el cielo.
"¿Acaso pretendes quedarte a dormir aquí?",
preguntó mientras lo veía.
Capítulo 215 Ella se preocupa por él
"¿Acaso pretendes quedarte a dormir aquí?",
preguntó Wendy.
'Hace mucho frío y esta habitación no tiene la
calefacción adecuada, por lo que Ryan puede
resfriarse si continúa durmiendo en el sofá toda
la noche.
Hay una habitación vacía al lado de esta'.
"Si no puedes soportar verme, entonces me iré a
otra parte", respondió el joven con una mirada
maliciosa.
La muchacha se quedó atónita.
'¡Maldición!
¡No es asunto mío!
¡No me interesa si él quiere enfermarse!', pensó
ella en su interior.
Se cubrió la cara con la colcha y dijo con los
dientes apretados: "¡Como quieras!".
Luego se volvió de costado para no tener que
verlo, y rápidamente cerró los ojos para
quedarse dormida.
Con un brillo en la mirada, Ryan esbozó poco a
poco una sonrisa.
Una hora más tarde, Wendy aún no podía
dormirse.
Bastante inquieta, daba constantes vueltas en la
cama.
Sacó los brazos de debajo de la colcha con
frustración y, a los pocos minutos, sintió que se le
enfriaban de manera incómoda.
Se estremeció un poco e inmediatamente volvió
a abrigarse.
Entonces se giró en silencio.
Levantó un poco la cabeza para mirar a Ryan,
que se veía incómodo y lamentable en la
penumbra.
Él estaba acurrucado de lado y respiraba con
regularidad. Parecía haberse quedado dormido
a pesar de que era evidente que tenía frío y que
se sentía incómodo. La chaqueta de su traje se
había caído al suelo y el joven daba la
impresión de que se caería del sofá en cualquier
momento.
Wendy apretó los dientes y exhaló enojada.
'¡Qué necio más testarudo!
Podía estar cómodo en la habitación de al lado,
pero prefirió dormir en ese sofá.
Debió haber tomado al menos la colcha para
cubrirse.
¿Qué quiere demostrar con esa actitud tan
lamentable?
¡Olvídalo!
¡No es asunto mío!
Simplemente voy a ignorarlo'.
Wendy se volvió tercamente de lado y cerró los
ojos.
Puso todo su empeño para quedarse dormida.
Sin embargo, su esfuerzo fue en vano.
Después de cinco minutos, se dio por vencida.
'¡Maldición!
¡No puedo dormirme!'.
Solo podía pensar en que Ryan estaba
lastimosamente acurrucado en el sofá, con su
chaqueta en el suelo.
'¡Maldición!'.
Aunque Wendy sabía que eso era parte de la
estrategia del joven, no podía evitar sentir pena
por él.
Ella se incorporó lenta y silenciosamente y
razonó consigo misma.
'Ray todavía necesita la ayuda de Ryan con
respecto a la operación, así que no me
conviene que él se enferme.
Además, Precious acaba de recuperarse. Si
Ryan se enferma, podría infectarla y ella volvería
a enfermarse.
No quiero que le pase nada a la niña ya que es
mi hija.
Debo pensar en el bienestar de Precious.
¡Eso es!
¡Si hago esto es por Ray y por Precious!'.
Wendy se tranquilizó con esa excusa y se
levantó silenciosamente de la cama. Con sus
pantuflas, se dirigió de puntillas a la otra
habitación, trajo la colcha y se inclinó sobre
Ryan para cubrirlo cuidadosamente.
Mientras lo hacía, accidentalmente le tocó la
mano.
En ese momento, percibió que él tenía los dedos
muy fríos.
Entonces ella se aseguró de abrigarlo bien con
la colcha.
Al ver la chaqueta en el suelo, se inclinó para
recogerla y la colocó sobre el brazo del sofá.
Dado que Wendy no llevaba ropa gruesa,
cuando terminó estaba temblando de frío y se
metió de prisa en la cama. A medida que se
acurrucaba bajo la cálida colcha, dejó escapar
un suspiro de alivio.
Precious murmuró en sueños y se acurrucó en los
brazos de su madre.
Al instante, Wendy sintió que la calidez del
cuerpo de su hija extasiaba su corazón y besó
amorosamente a la niña en la frente.
Luego apagó la lámpara de la mesilla de noche
y finalmente se quedó dormida.
Ryan, que se suponía que estaba dormido, abrió
los ojos en la oscuridad, miró hacia la cama y
esbozó una sonrisa de satisfacción.
De hecho, no estaba somnoliento en absoluto.
Aunque su insomnio mejoró después de conocer
a Wendy, todavía tenía el sueño ligero y no
podía quedarse dormido tan fácilmente.
La muchacha estaba consciente de ello, pero
eso no se le ocurrió.
¡Eso solo podía significar una cosa!
Ella se preocupaba tanto por él que, al verlo
sufrir, se olvidaba de todo.
Ryan se rio en silencio.
Temprano en la mañana, antes de que Wendy
pudiera despertarse, escuchó a alguien susurrar
en la habitación.
Tan pronto como abrió los ojos, vio los ojos
brillantes de Precious.
La niña estaba completamente vestida y
dibujaba algo con un lápiz. Cuando vio a
Wendy despertarse, sonrió y expuso sus
diminutos dientes blancos. "¡Buenos días, mami!".
"¡Buenos días, cariño!".
La joven se sentó en la cama e
inconscientemente miró hacia el sofá, pero
estaba vacío.
"Papá fue al baño a refrescarse", explicó
Precious.
De inmediato, la comisura de la boca de Wendy
se crispó como muestra de fastidio.
'¿Quién dijo que quería saber dónde está
Ryan?', ella pensó.
"Oye…
Precious, ¿qué haces?".
"¡Mami, estoy dibujándote!", contestó la
pequeña.
Entonces tomó el papel y se lo entregó a su
madre. "Mami, ¿te gusta?".
Wendy lo miró y se quedó atónita.
'¡Oh, Dios mío!
¿De verdad soy yo?'.
Los rasgos no eran nítidos y parecía que la figura
tenía pelo por todo el cuerpo. Si Precious no se
lo hubiera dicho de antemano, la muchacha
habría adivinado que se trataba de un mono.
"¿Qué piensas, mami?".
Wendy no podía elogiarla en contra de su
voluntad, pero al ver la mirada expectante de
su hija, le dijo: "Bueno, es muy abstracto".
Precious se rio a carcajadas y aplaudió como si
acabara de recibir un excelente halago. "¡Soy la
mejor! A pesar de que nadie me enseñó a
pintar, puedo hacerlo muy bien. ¡Tengo mucho
talento! Mami, he decidido que quiero asistir a
clases de pintura en el futuro".
Wendy se quedó sin habla.
'No creo que sea una buena idea.
Simplemente harás enojar a tus profesores',
pensó ella para sus adentros.
Las dos charlaron un rato hasta que Ryan salió
del baño. Después de darse una ducha, el
cabello negro del joven aún estaba despeinado
y el agua goteaba de su frente.
Llevaba un suéter gris y un par de pantalones
negros.
Esa ropa informal suavizaba un poco su
apariencia.
Mientras se secaba el cabello con una toalla, le
entregó a Wendy una bolsa de papel.
"¿Qué es?", preguntó ella.
Al instante, posó sus ojos en la bolsa.
"Tu ropa. Le pedí a un empleado que la trajera.
Te sentirás mejor cuando te des una ducha".
"¡Gracias!".
Wendy tomó la bolsa en silencio.
Ninguno de los dos mencionó lo que sucedió la
noche anterior.
"¿Por qué no te duchas entretanto te traigo el
desayuno?", sugirió Ryan.
Luego miró su reloj y continuó: "Leo vino hace un
rato y dijo que tenía que hacerle un chequeo
de rutina a Precious. En cuanto a Ray, su estado
ahora es estable con la ayuda de la medicina y
lo van a sacar hoy de la sala de cuidados
intensivos. Sin embargo, le harán una serie de
pruebas para la operación, que es pasado
mañana".
Al escuchar eso, las lágrimas comenzaron a
brotar de los ojos de Wendy.
'¡Gracias a Dios!
¡Cuánto tiempo esperé por este día!
Finalmente, pudimos encontrar una donante
compatible".
La muchacha contempló a Precious.
La niña era regordeta, de mirada radiante, y sus
mejillas tenían un saludable rubor.
'En cuanto Ray se recupere, él también estará
tan sano como ella'.
"¡Precious, gracias!".
Precious hizo un mohín y dijo: "Mami, ¿de qué
hablas? ¡Estoy tan feliz de poder salvar a mi
hermano!".
Antes, ella no sabía que Raymond estaba
enfermo, así que no entendía por qué tenía que
quedarse en casa todos los días.
Ahora que estaba al tanto de la enfermedad
del niño, comprendía que él siempre era tan
cuidadoso porque no quería lastimarse. De esa
manera podía evitar cualquier tipo de infección.
"Cuando Ray se recupere, iré con él al parque
de diversiones y nos montaremos en la montaña
rusa. También iremos al acuario y tendremos la
oportunidad de jugar todos los juegos que él no
pudo jugar antes".
Wendy le tocó la cabeza a su hija con una
suave sonrisa.
"¡Por supuesto!".
Capítulo 216 Es el destino
Al mediodía, ya le habían hecho varias pruebas
a Precious. Wendy estaba a punto de llevarla a
la habitación para que descansara cuando,
desde lejos, vio a Reese corriendo.
"Reese...".
Ella la abrazó con fuerza. "Reese, ¿qué haces
aquí?".
"¿Cómo tienes el descaro de preguntarme eso?
¿Por qué no me lo dijiste? He estado muy
preocupada los últimos dos días. Te llamé, pero
no contestaste. También intenté comunicarme
al teléfono fijo de La Maravilla, pero no
respondió nadie. No sabía que Ray y tú estaban
aquí hasta que mi jefe llamó al señor Oliver".
'¿Ryan?'.
Wendy miró a Ryan de inmediato.
"Le dije que tú y Ray estaban aquí".
"Wendy, no culpes al señor Oliver. Estaba
preocupada por ustedes dos".
Reese la soltó y la miró de arriba a abajo con
preocupación. "Has perdido peso. ¿Por qué
estás aquí? ¿Te enfermaste por culpa de esos
horribles escándalos?".
Reese apretó los dientes y siseó enojada: "¡Ese
cabrón de Rubén! Solo quiere destruirte. No te
preocupes, no permitiré que se salga con la
suya. Le mostraré a todo el mundo de qué pie
cojea. De esa manera, probaré tu inocencia".
En ese momento, Wendy se dio cuenta de que
había otra persona junto a ella.
Era un hombre, de unos treinta años. Llevaba
una túnica negra con águilas bordadas y botas
negras. Tenía el cabello despeinado. Su rostro
era hermoso, transmitía tranquilidad y
amabilidad.
Tenía la piel muy clara, pero sin parecer
femenino.
Sus cejas eran oscuras como las alas de un
cuervo, y sus ojos agudos como los de un águila.
Emitía un aura imponente, igual que Ryan.
Sin embargo, había diferencias notables entre
los dos.
A simple vista, cualquiera diría que Ryan era una
persona seria e intimidante.
El otro, por su parte, parecía ser gentil y
amigable. Aunque, en el fondo, era sagaz. Se
podía notarlo en sus ojos.
La chica parecía sorprendida mientras
preguntaba: "Reese, ¿quién es este caballero?".
"Uy, lo siento. Olvidé presentártelo. ¡Wendy, este
es mi jefe, Brandon Edwin!". Ella se volvió hacia el
hombre, y la otra agregó: "Señor, esta es mi
hermana, Wendy".
"¡Encantado de conocerte, Wendy!".
"¡Lo mismo digo!", respondió ella.
'Así que este es el famoso Brandon', pensó la
chica asombrada.
Era un hombre muy conocido. Pero como
mantenía un perfil bajo, muy poca gente lo
conocía físicamente.
Wendy y Brandon se saludaron estrechándose la
mano.
Mientras lo hacían, se evaluaron atentamente.
'Tiene la piel blanca y es hermosa.
Sus facciones son exquisitas, y su aura,
encantadora.
Tiene los ojos claros; transmiten inocencia.
No me extraña que Ryan mostrara
preocupación cuando hablé con él por
teléfono'.
"Señor Edwin, he escuchado hablar mucho
sobre usted".
Brandon asintió gentilmente y dijo con una
sonrisa educada: "Yo también. Reese habla de ti
con mucha frecuencia".
"Gracias por cuidar de mi hermana".
"Es un placer".
'¿Qué?'.
Wendy estaba confundida.
Entonces, miró a Reese y descubrió que tenía las
orejas rojas.
La relación entre Reese y Brandon parecía
extraña.
'Mmm, qué interesante. Creo que sé lo que está
pasando'.
La chica sonrió.
"¡Vaya! Mami, este hombre es muy guapo", dijo
Precious con asombro. Luego se acercó a
Brandon y susurró: "Me encanta su ropa".
Él sonrió y le ofreció el colgante de jade que
tenía en el cinturón. El jade era de un color
blanco translúcido. Evidentemente, era muy
costoso.
"Como es la primera vez que nos vemos, te daré
un pequeño obsequio".
La niña se volvió para mirar a su madre.
Esta vaciló: "Bueno, es demasiado caro".
"Es solo una piedra. Acepta el regalo, es
evidente que a la niña le gusta".
Wendy miró a Ryan. Este miró a Precious, asintió
con la cabeza y dijo: "Tómalo".
"Gracias, señor".
La pequeña tomó felizmente el colgante de
jade.
Le gustaba coleccionar cosas brillantes,
principalmente diamantes y piezas de oro. Era la
primera vez que le regalaban un colgante de
jade.
Cuando lo tuvo en sus manos, pensó: 'Es
precioso'.
Reese se dio cuenta de que la niña llamó a
Wendy "mamá". Entonces, entrecerró los ojos
hacia Ryan y su hermana.
Por la forma en que lo hizo, Wendy supo que
debía haber malinterpretado algo.
"Ya que ustedes dos no se han visto en mucho
tiempo, ¿por qué no se ponen al día? Mientras
tanto, el señor Oliver y yo hablaremos de
negocios", sugirió Brandon.
"¡Claro!".
Reese tomó la mano de Wendy
inmediatamente y se la llevó de allí. Era como si
estuviera huyendo de algo. Después de doblar
una esquina, suspiró aliviada al dejar de sentir
esa mirada cariñosa en su espalda.
Su hermana la miró con una leve sonrisa.
Reese se sonrojó. "¿Por qué me miras así?
¡Brandon es solo mi jefe!", exclamó ella a toda
prisa. Wendy, por su parte, lo interpretó como
una confesión, pues Reese se mostró muy
impaciente por dar una explicación.
Entonces, sonrió con picardía. "Yo no dije nada",
comentó.
Su hermana se quedó sin habla.
Wendy se rio entre dientes y la llevó de regreso a
la habitación.
"¡Bueno, dime!".
"¿Qué quieres que te diga?".
Reese se sentó en el sofá con la cara roja como
un tomate. "No tengo nada que ver con él. Es mi
jefe y yo soy su asistenta. En fin, ya está bien de
hablar de mí. ¿Qué te pasa? ¿Qué haces en el
hospital? ¿Te enfermaste?".
"¡Ray, no yo!".
Su hermana se quedó atónita.
En ese instante fue cuando se dio cuenta de
que no había visto a Raymond.
"¿Qué le pasó a Ray?".
Wendy le sirvió un vaso de agua y se sentó a su
lado.
No quería que se preocupara por el pequeño,
pero ahora que estaba con ella, no había forma
de eludir el tema.
Lo que sí hizo fue ocultarle que Josie lo
secuestró. Solo le contó que le habían
diagnosticado leucemia. El niño se hizo daño, lo
cual era peligroso para el estado en el que se
encontraba, y su madre tuvo que llevarlo al
hospital.
Wendy le contó también la historia del padre de
Raymond.
La expresión de Reese cambió drásticamente
mientras trataba de asimilar toda la información.
Cuando su hermana terminó de hablar, la
habitación se sumió en un silencio
ensordecedor.
Reese se quedó petrificada por un momento.
"Reese...".
"¡Espera! ¡Espera! A ver si lo entiendo. Wendy,
¿estás diciendo que Ryan es el padre biológico
de Ray y que Precious es tu hija, y que ella y él
son gemelos? Eris te drogó hace cuatro años. ¿Y
la persona que tuvo sexo contigo esa noche fue
Ryan?".
Su hermana asintió;
ella se sintió abrumada.
'¡Ay, Dios mío!
Menuda trama. Es una locura, incluso para una
telenovela'.
Después de asimilarlo, se puso contenta.
Apartó el vaso, se dio la vuelta y agarró la mano
de Wendy. "¡Wendy! ¡Son buenas noticias".
"¿A qué te refieres?".
"¡Por favor! Dios te favorece. Pensaba que Ryan
era tan atento con tu hijo porque te amaba.
Pero ahora me doy cuenta de que es por el
vínculo que tienen como padre e hijo. Además,
a ti no te gustan mucho los niños, salvo Ray. Sin
embargo, te encanta Precious. Esa es la
conexión madre e hija.
Me alegro que fuera Ryan el hombre con el que
te acostaste hace cuatro años. Y teniendo en
cuenta que Ryan y tú se quieren, la situación se
ha vuelto a tu favor".
"Reese, yo...".
Wendy quería decir algo, pero se detuvo.
"¿Qué ocurre?".
"¡Me siento un poco incómoda!".
"¿Por qué?".
Reese la abrazó felizmente. "¿Por qué te sientes
incómoda? El hombre que te gusta es el padre
de tus hijos. Es el destino".
Afuera, Ryan y Brandon estaban a punto de
entrar en la habitación cuando la escucharon
hablar.
La mirada de Ryan se suavizó.
'¡Sí!
Hice bien en ayudar a Reese.
¡De ahora en adelante tendré que tratarla aún
mejor!'.
Capítulo 217 ¿Tienes algún problema con
eso
Mientras Wendy y Reese seguían charlando,
Ryan tomó a Precious y se la llevó. Luego se
sentó en el banco del pasillo y empezó a hablar
con Brandon.
Aunque se conocían desde hacía muchos años,
solo lo hacían por cuestiones de negocios, lo
cual no era de extrañar, pues ambos eran
hombres muy exitosos en sus respectivos
campos. Sin embargo, dada la relación entre
Wendy y Reese, su relación había tenido un
cambio sutil.
"Señor Edwin, gracias por ayudar a Reese...
Estamos eternamente agradecidos", dijo Ryan
con ojos brillantes y llenos de gratitud.
"Por favor, dime Brandon".
"¡Está bien, Brandon!".
"¡Descuida, Ryan!".
Una nueva cercanía se desarrollaba entre los
dos, así que se miraron y sonrieron
amablemente.
"Soy yo quien debería darte las gracias", arguyó
Brandon poco después.
Al escucharlo, Ryan enseguida arqueó las cejas
sin comprender.
"Después de todo, fuiste tú quien puso a Reese
en mi camino", aclaró con una sonrisa.
Entonces realmente estaba enamorado de ella
y eso era obvio porque le brillaron los ojos
cuando mencionó su nombre.
Después de unos minutos de reflexión, Ryan
respondió: "Reese es la hermana de Wendy, ella
la aprecia mucho y también la sobreprotege un
poco... Deberías saber que la chica ya ha sido
lastimada antes y Wendy no quiere que vuelva
a sufrir por amor".
Pero lo que en realidad quería decir era: 'Si no
vas en serio con ella, entonces mejor mantente
al margen'.
Comprendiendo lo que acababa de decirle,
Brandon sonrió y asintió.
'Parece que he recibido una advertencia...
¡Bueno, siempre hay una primera vez!'.
Mientras se apoyaba contra el banco, Brandon
inconscientemente extendió la mano para tocar
el colgante de jade, pero para su asombro, el
colgante no estaba allí. Segundos después fue
que recordó que se lo había dado a Precious,
Aunque sus movimientos eran elegantes y
dignos, también había frialdad en su mirada. "En
fin, eso es lo que también quería decirte...".
Dicho eso, ambos se sostuvieron la mirada y una
sonrisa amable se esbozó en sus labios.
"Creo que hemos llegado a un consenso
entonces".
"¡Así es!".
Mientras tanto, en la habitación, Reese continuó
persuadiendo a Wendy sin parar.
Pero como ella tenía la mente hecha un
desastre, no podía asimilar nada de lo que su
hermana le estaba diciendo.
"Reese, deja de hablar tanto... Por ahora en
todo lo que puedo pensar es en la recuperación
de Ray... Solo tengo cabeza para eso ahora
mismo. ¿Te parece si lo discutimos después
mejor?".
Al escucharla, Reese dejó escapar un suspiro.
Sí, quizás se había puesto demasiado intensa.
Estaba presionando demasiado a su hermana
mientras atravesaba un momento tan
complicado.
'Ray es la persona más importante de su vida y
sigue en la UCI... ¿Cómo podría pensar en
matrimonio ahora mismo? Lo mínimo que
debería hacer sería consolarla', se dijo a sí
misma.
Así, el silencio se cernió sobre las dos y caras
largas de preocupación se plasmaron en sus
rostros. Poco después, Ryan entró a la
habitación con Precious cargada en el hombro
y Brandon detrás de él.
Inconscientemente, Reese se escondió detrás
de su hermana cuando vio a Brandon entrando
a la habitación.
Wendy, por su parte, se quedó sin habla.
Brandon parecía amable y buena gente, pero
Reese parecía tenerle miedo.
"¿Ya terminaron de ponerse al día?", inquirió
Brandon.
Con las cejas arqueadas, Reese aclaró: "¡Pedí
permiso para venir!".
"Bueno, te quedan cinco minutos de ese
permiso", dijo Brandon mientras revisaba su reloj.
Aturdida, Reese no podía creer lo que estaba
oyendo.
"Wendy...", murmuró.
"No, querida, descuida... no te preocupes por
mí... Te prometo que estaré bien, ve a trabajar...
Todavía faltan dos días para la operación de
Ray".
"Bien, entonces volveré antes de la operación",
respondió Reese a regañadientes.
"¡Muy bien!".
Luego de ponerse de pie, la chica pareció
recordar algo, así que le dijo a su hermana: "Por
cierto, no te preocupes por nada, te prometo
que te ayudaré a esclarecer el escándalo ante
los medios".
Al escucharla, Ryan intervino:
"Me temo que no podemos hacer eso en este
momento".
"¿Por qué no?", replicó Reese, pasmada.
Acercándose, Brandon le dijo con suavidad:
"Me temo que los rumores se han esparcido
como la pólvora en los últimos días y no hay
evidencia concluyente, así que, si intentas
aclarar las cosas, la gente desestimará tus
esfuerzos y te verán como si solo intentaras
salvar la reputación de tu hermana".
Algo insegura, Reese inquirió de todas formas:
"¿Entonces hay que quedarse de brazos
cruzados mientras destrozan a mi hermana por
los medios?".
"No, por supuesto que no". Parado frente a ella,
Brandon escaneó el rostro impasible de Ryan.
"Hasta donde tengo entendido, Media Cosmo
ha comunicado a los medios que darán una
rueda de prensa en el Hotel BH dentro de tres
días".
Luego de escuchar eso, Reese finalmente
pareció comprender.
"Señor Oliver, ¿tiene forma de demostrar la
inocencia de mi hermana?".
Sin afirmar nada concreto, él le respondió: "Me
temo que necesitaremos tu ayuda en la
conferencia de prensa".
"¡Bueno, está bien! Yo por mi parte haré
cualquier cosa para demostrar la inocencia de
Wendy".
Entonces, sintiéndose algo culpable, miró a
Brandon.
"Creo que tendré que pedir el día libre para
asistir a la conferencia de prensa". Y, sin darle
chance a que el hombre pudiera responder,
continuó: "¡Y si no me deja ir voy a tener que
renunciar entonces!".
"¿Acaso he dicho que no?".
Aliviada, ella dejó escapar un suspiro y sonrió
dulcemente.
Luego, mirando de nuevo su reloj, Brandon le
advirtió: "Pero parece que ya has agotado tu
permiso de hoy por dos minutos. Si no regresas
de inmediato a la empresa, no podrás reclamar
tu bonificación de puntualidad este mes".
'¡La recompensa de puntualidad!', pensó Reese,
algo ansiosa.
De inmediato agarró su bolso, se dio la vuelta y
se despidió de su hermana con un abrazo
rápido. "¡Wendy, me tengo que ir! No diré nada
por lo que pasó esta vez, pero por favor
prométeme que no volverá a suceder. Si llegara
a pasar, tienes que avisarme cuanto antes,
¿vale? ¡Lo digo en serio!".
Reconfortada, Wendy le devolvió el abrazo y le
dijo: "Nos vemos, Reese".
"Bien, bien, ya me voy. Regresaré pasado
mañana antes de la operación de Ray".
"¡Vale!".
"Precious, te veré pronto", le dijo a la niña
mientras se despedía con un ademán.
"¡Adiós, tía Reese!", respondió Precious con un
leve asentimiento.
"¡Nos vemos, nos vemos!".
Con una sonrisa, Wendy los miró mientras salían.
'¡Es tan bueno verla así', pensó.
'La pobre había pasado tanto tiempo
deprimida, pero ahora se ve rebosante de
alegría. No podría estar más feliz por ella'.
Esa tarde, Raymond sería trasladado de la UCI.
Ya cuando era casi la hora, Wendy, Ryan y
Precious fueron a esperarlo a la salida de la UCI.
Dada la importancia del momento, incluso Josie,
Anson y Luke se les unieron.
Apoyada contra el umbral, Josie no dejaba de
jugar con sus dedos, luciendo inquieta.
Al fin y al cabo, había sido ella la responsable
del secuestro de Raymond y de que ahora
estuviera en la UCI. Cuando supo que el niño
era su nieto, la culpa la consumió por dentro. ¡Si
tan solo lo hubiera sabido antes!
Anson, por su parte, no se separó de su lado y
procuró consolarla.
"No te preocupes, Ray no te culpará".
A su lado, Luke esperaba sentado en la silla. "No
lo creo, si yo fuera el niño definitivamente
odiaría a los responsables", dijo con un tono
sarcástico.
"Anson...", gimió Josie.
Los ojos pronto se le llenaron de lágrimas y volvió
a deprimirse.
De inmediato, el anciano miró a Luke con furia y
replicó: "No sabes cuándo mantener la boca
cerrada, ¿verdad?".
"¡Has consentido demasiado a mi madre!",
replicó Luke.
"¡Ah, perfecto! ¿Tienes algún problema con
eso?". "¡Ay!".
Anson le dio una patada a Luke en la pierna y el
pobre salió cojeando a esconderse detrás de
Ryan. "¡Papá, me vas a matar!", gritó.
"¡Cállate, canalla!".
"Bueno, ¿pero por qué estás tan molesto?".
Anson quiso replicar, pero las puertas de la UCI
se abrieron justo entonces. Dos enfermeras
empujaban la camilla de Raymond mientras lo
sacaban al pasillo. Nadie se atrevió a decir
nada mientras pasaban.
El niño todavía estaba conectado a una vía
intravenosa y tenía una máscara de oxígeno.
Aunque no llevaba mucho tiempo hospitalizado,
se veía tan delgado y demacrado que daba
pena.
Su carita estaba pálida y sus ojos hundidos y
ensombrecidos. Ciertamente se veía enfermo.
Ray miró a la gente que se apiñaba a su
alrededor sin comprender lo que estaba
pasando. No estaba triste ni feliz y solo cuando
sus ojos se centraron en Wendy y Precious, trató
de sonreír un poco.
"¡Mami! ¡Precious!".
Capítulo 218 Tensión en el ambiente
En la habitación del hospital la atmósfera era
tensa y pesada como el concreto.
Después de que sacaran a Raymond de la UCI,
el niño solo habló con Wendy y Precious e hizo
como si el resto de la familia Oliver no estuviera
allí.
Los ignoró a todos, incluidos a Ryan y a Luke.
Precious no parecía haberse dado cuenta, pero
Wendy sí.
"Ray...".
"Mami, tengo hambre".
"¿Qué te gustaría comer, cariño? Cocinaré lo
que se te antoje".
Mientras pensaba, Raymond arrugó la cara y,
luego de un tiempo, dijo: "Quisiera comer
wantán". Luego de una pequeña pausa, agregó
con un hilillo de voz: "Casi muero de hambre
estos últimos dos días".
Al escuchar eso, el corazón de Wendy se
contrajo y le acarició el pelo suavemente.
"Te haré wantán entonces, iré al supermercado
a comprar los ingredientes".
"¡Genial!".
Raymond había pasado esos últimos dos días
conectado a una vía intravenosa y no había
comido ni bebido nada, todo lo recibía a través
de la vía.
La enfermera le había dado permiso de comer
ahora, pero solo alimentos ligeros y fáciles de
digerir, como el wantán.
Poco después, Wendy se acomodó el bolso
sobre el hombro y se puso la máscara; luego de
confirmar que nadie la reconocería, salió del
hospital.
Cuando se fue, la temperatura en la habitación
pareció descender de repente.
Raymond apretó la mandíbula e ignoró a todos
como venía haciendo.
Los demás se miraron entre ellos sin saber qué
hacer o decir.
Incluso Precious pareció darse cuenta de que
algo no estaba bien y se rascó la cabeza
mientras preguntaba inocentemente: "Ray, ¿por
qué estás tan callado de repente?".
De golpe, los ojos del niño se abrieron y,
tocándole la mejilla, le respondió suavemente:
"Solo estoy cansado".
"Oh, ya veo", dijo la niña, dejando escapar un
suspiro de alivio.
Seguidamente, la habitación volvió a hundirse
en un espeso silencio.
Recostado sobre la cama, Raymond se quedó
mirando a Precious, pero luego de un rato sus
ojos recorrieron la habitación y se posaron sobre
su padre.
Con los labios fruncidos, Ryan dijo: "Luke, lleva a
Precious afuera para que se distraiga un rato".
"¿Qué?".
Luke miró a su hermano con incredulidad y
luego pareció entender lo que estaba pasando.
"¡Oh, vale está bien!".
Caminando hacia la niña, le dijo: "Ven, querida,
vamos a comprar unos bocadillos, ¿te parece?".
"¡No!", replicó ella. "Esperaré los wantán que
hará mamá", añadió, algo ofendida.
Impotente, Luke volvió a intentarlo: "Vale, ¿qué
tal si me acompañas a dar un paseo
entonces?".
Pero Precious no se inmutó.
Quería quedarse con Raymond.
Sin embargo, cuando estuvo a punto de
negarse por segunda vez, Raymond le pinchó la
mano y la niña enseguida se dio la vuelta para
mirarlo. "Ray...".
"¿Sabes? Tengo un poco de sed, ¿podrías
traerme un poco de jugo de naranja?".
'¡Oh, rayos!
¡Parece que Ray necesita mi ayuda!', pensó
Precious.
Se sentía como si le hubiera otorgado una gran
responsabilidad, así que se palmeó el pecho
con entusiasmo y dijo: "¡Por supuesto, ahora
mismo te traigo!".
Así, en un abrir y cerrar de ojos, salió de la
habitación.
Luke incluso tuvo que correr para alcanzarla.
"Tienes algo que decirme, ¿verdad? ¿Por eso
pediste que salieran?", preguntó Ryan con voz
plana.
Acto seguido, Ryan tomó la silla más cercana y
la movió junto a la cama.
"Muy bien, te escucho".
"¡Aléjate de mi mami!", espetó el niño con los
ojos entrecerrados y la mandíbula tensa.
'¿Acaso me está amenazando?', se preguntó
Ryan.
"¿Por qué?", replicó enseguida.
Antes de que Ray supiera que él era su padre,
solían llevarse bien, pero ahora era frío y distante
con él, incluso un tanto hostil.
Dándose la vuelta, el niño miró a Josie y a
Anson. Aunque estaba acostado en aquella
camilla, pálido y con hambre, no lucía débil
pues sus ojos brillaban con vivacidad y fiereza.
"¡Todos ustedes son malos!", espetó con un
mohín mientras intentaba controlar su rabia.
Al escuchar eso, Josie no pudo evitar intervenir,
así que se puso de pie y caminó hasta la camilla
con intenciones de consolar al niño, pero él la
apartó enseguida y la miró con desconfianza.
Así, el gesto de la mujer quedó congelado a
mitad de camino.
Cuanto más miraba la carita de Raymond, más
le recordaba a Ryan cuando era niño,
especialmente su boca y la nariz.
¿Cómo no se había dado cuenta antes?
Avergonzada, retiró la mano y susurró: "Lo siento
en el alma, Ray... Todo fue mi culpa, es cierto...
pero no tenía idea de que...".
Pero antes de que pudiera terminar, el niño la
interrumpió. "¡Tú no eres mi abuela!".
Pálida, Josie no podía creer que la estuviera
rechazando, así que intentó suplicarle:
"Ray...", murmuró.
Pero él solo volvió a apartarla sin vacilar.
Ahora miraba a Ryan y continuó: "Quizás
estemos unidos por la sangre, pero eso no
significa nada. En lo que a mí respecta, no eres
mi padre y ten la seguridad de que no pienso
reclamar ni un centavo de tu familia".
"¡Ray!".
"Realmente aprecio que dejaras que Precious
me donara la médula, pero después de que
salga del hospital, mi madre y yo nos
mudaremos de La Maravilla. ¡No queremos tener
nada que ver contigo después de esto!".
Su semblante era serio como el de un adulto.
Al verlo, Ryan sintió que el cuerpo se le
congelaba.
"Ray, todo esto es mi culpa, yo fui quien te
secuestro, te juro que tu padre no sabía nada al
respecto. ¡No puedes alejarlo así! Él se preocupa
mucho por ti, ni siquiera ha podido dormir desde
que ingresaste en la UCI...", intervino Josie de
nuevo.
"Eso es problema suyo, yo no le pedí que hiciera
eso", respondió el niño sin temor a nada.
Josie abrió la boca como si quisiera decir algo,
pero estaba pasmada y no podía organizar sus
ideas.
"¿Cómo puedes...".
'... ser tan cruel?', terminó en su mente.
Como si le leyera la mente, Anson la agarró por
la manga de la camisa y la contuvo de decir
nada más.
Así, Josie dejó de hablar.
Y fue el anciano quien tomó la palabra esta vez.
Mirando a su nieto con amabilidad, le dijo:
"Pequeño, ¿piensas que no somos buenos con
tu madre?".
La expresión de Raymond era tan madura que
resultaba desconcertante.
Mientras le sostenía la mirada a su abuelo, no lo
negó.
"Mi esposa te raptó para obligar a tu madre a
dejar a Ryan y por eso le debemos una
disculpa".
Mientras reflexionaba, Raymond no dijo nada.
'Finalmente, una persona sensata'.
"Con una disculpa no bastará, esto no
compensará lo que le han hecho a mi mami".
"Es cierto", asintió Anson.
"Pero es un comienzo. Te prometo que haremos
todo lo posible para reparar nuestros errores, si
nos das la oportunidad".
Luego de un momento de vacilación, el niño
pareció tener una idea y se dio la vuelta para
mirar a Ryan con ojos iracundos.
Realmente lo odiaba.
Quizás fuera su padre, pero lo odiaba.
Desde el momento en que lo supo le guardaba
rencor.
Aunque siempre había tenido la idea en la
cabeza de que su madre encontraría a alguien
con quien estar, sin duda no había pensado en
que esa persona sería su padre biológico.
El hecho de que Ryan fuera ese hombre le
hacía hervir la sangre.
Si bien era un niño, era increíble el rencor que
podía acumular.
Aunque su madre nunca había mencionado a
su papá ni había dicho nada malo sobre él,
Raymond siempre lo había odiado.
Desde que tenía memoria, su mamá se partía el
lomo para llegar a fin de mes. Él había nacido
prematuro y por eso tenía el sistema inmune tan
débil; en consecuencia, siempre se enfermaba y
en los tiempos duros, cuando su madre no
conseguía trabajo, apenas se las habían
arreglado para sobrevivir. Vivían en un país
extraño donde no tenían familia ni amigos, no
tenían a nadie en quien confiar, nadie a quien
pedirle dinero prestado.
Muchas veces, cuando él se enfermaba, su
madre no tenía dinero para comprarle las
medicinas y tenía que vender cualquier cosa de
valor, incluso su propia sangre.
¡Hasta había planeado vender un riñón!
Capítulo 219 La frialdad de un niño
En aquel entonces, Wendy ya se había puesto
en contacto con una pequeña clínica para que
le extrajeran uno de sus riñones en cambio de
dinero.
Raymond había escuchado la conversación
entre su madre y el médico, y se enfureció en el
acto. Tuvo que amenazarla con suicidarse para
que la mujer desistiera de la idea.
Aquella noche la abrazó fuerte y lloró como
nunca.
Wendy simplemente no pudo continuar con sus
planes luego de eso.
Desde ese episodio, el odio del niño por su
padre biológico se multiplicó.
De no ser por ese hombre, Wendy nunca lo
habría tenido y no habría llevado esa vida de
penurias y sufrimiento. Por otro lado, si no los
hubiese abandonado, ella no habría tenido que
pasar por todas esas cosas sola.
Era por eso que cuando Raymond supo la
verdad, la buena impresión que había
construido de Ryan se desplomó como una torre
sin cimientos.
"¿Me odias?".
"¡Basta!", espetó el niño con los ojos cerrados tan
fuertemente como si quisiera hacer desaparecer
al hombre frente a él. "¡No quiero escuchar tu
voz!".
Para él, Ryan era el hombre más desagradable
que jamás hubiera conocido.
Ante las fuertes declaraciones de su hijo, el rostro
de Ryan se vino abajo y la tristeza empañó su
corazón, pero sabía que no podía presionar las
cosas. Esperaría lo que fuera necesario.
Sabía que el niño debía estar pasando por un
proceso fuerte y esa montaña rusa emocional
eventualmente se calmaría.
Aunque Raymond y Precious eran gemelos, las
vidas de ambos niños no podían ser más
opuestas.
Precious había crecido en el seno de una familia
adinerada y había disfrutado de todas las
comodidades materiales que se esperarían de
una princesa; a pesar de haber sido una niña
prematura, la habían cuidado bien y había
crecido saludable.
Mientras que, por otro lado, Raymond creció en
la pobreza aguantando las más diversas
penurias junto a su madre.
Ahora, de la noche a la mañana, un hombre
que nunca se preocupó por él y que decía ser
su padre, esperaba que lo aceptara como si
nada.
Con los ojos tristes y el cansancio acumulándose
en su cuerpo, Ryan rodó la silla para marcar
cierta distancia entre él y Raymond. Esperaba
que, dándole espacio, el niño pudiera calmarse.
"Ray, siento mucho lo que tú y tu madre tuvieron
que pasar por mi culpa... Me aceptes o no, te
juro que voy a hacer todo lo que esté en mi
poder para compensárselo a los dos".
Raymond no se inmutó y permaneció acostado
como si no hubiera escuchado nada.
Una vez más, la habitación se sumió en un
incómodo silencio y la tensión en el aire podía
cortarse con un cuchillo.
Por fortuna, Precious y Luke regresaron poco
después y aligeraron el ambiente.
"¡Ray! Te compré jugo de naranja recién
exprimido, tienes que probarlo. Si te gusta, te
volveré a comprar otro mañana".
La chica saltó a la cama para entregarle el jugo
recién exprimido.
Raymond luchó por incorporarse e hizo una
mueca de dolor mientras lo intentaba.
Luke inmediatamente se apresuró a ayudarlo,
pero el niño lo miró con ojos sombríos.
Eso lo dejó impactado.
'¡Oh, vaya!
¡Este niño es demasiado serio!', pensó, mientras
Raymond se acomodaba solo.
Frotándose la nariz, Luke desvió la mirada,
sintiéndose algo avergonzado.
'Mmm, ¿me lo estaré imaginando?
¿Por qué siento que no le agrado mucho a
Ray?'.
"¿Qué tal está el jugo de naranja? ¿Está
sabroso?".
"¡Sí, está muy rico y dulce!".
Al escuchar eso, los ojos de Precious se
iluminaron.
"¿Y por qué no te compraste uno tú?".
Algo avergonzada, la pequeña se rascó la
cabeza y explicó: "Se me olvidó...".
Había estado tan preocupada por llevarle el
jugo a su hermano que se le había olvidado
comprar uno para ella misma.
"¡Oh, eres una tontita olvidadiza!".
Tratando de incorporarse, Raymond le pasó el
vaso y le mostró la pajita. "¡Toma un poco, está
rico!".
Luego de probar su primer sobro, Precious
exclamó alegremente: "¡Vaya, de verdad está
muy dulce! ¡Me encanta!".
"Bebe más entonces".
"No, Ray, mejor tómatelo tú, yo ya no tengo
sed".
Ella mintió claramente diciendo que no tenía
sed, pero sus ojos seguían fijos en el vaso de
jugo.
"Como todavía no estoy recuperado por
completo, ni puedo tomarme todo esto yo solo",
le explicó su hermano amablemente.
"¿En serio?".
"¿Alguna vez te he mentido?", preguntó
Raymond con cara seria.
'No, no lo has hecho', pensó Precious.
Mientras le entregaba el jugo de naranja,
Raymond le dijo: "Toma y me dejas un poco,
¿vale?".
"¡Vale! ¡Por supuesto!".
Dichosa, la niña agarró el vaso y sorbió con
embeleso.
Él, por su parte, la miró tiernamente.
Ahora todo el mundo estaba más tranquilo
luego de presenciar aquella escena.
Los niños eran simplemente adorables.
"Ray, mira esto", dijo Luke con una sonrisa
mientras sacaba algo detrás de él. "Ve lo que te
traje, ¿te gusta?".
El niño miró su mano con desinterés.
Se trataba de un cubo mágico.
Raymond le echó un vistazo rápido y luego
desvió la mirada con evidente indiferencia.
"Oh...", murmuró Luke, evidentemente
decepcionado. "¿No te gustó?".
"Ray, mira el cubo mágico que te compró el tío
Luke, él dice que es tu juguete favorito y que te
mantendrá ocupado y distraído mientras estés
aquí".
"¿Quién dijo que me gustan los cubos
mágicos?", replicó el niño con desdén.
Precious se quedó pasmado.
Luke también estaba atónito. "¿No te gusta?
Pero recuerdo que cuando estábamos en La
Maravilla...". Él recordaba claramente que el
niño había estado jugando de lo más
entretenido con Ryan y su cubo mágico, así que
pensó en comprarle uno.
"Es solo un juego tonto para persuadir a los
niños".
Luke se quedó boquiabierto al escucharlo.
¡Aquel niño lo estaba humillando como si fuera
un adulto!
Así que, en tono triste, respondió: "Ray, no tienes
que ser tan distante, mírame a los ojos y
respóndeme una cosa: ¿Soy bueno contigo?
¿Te trato bien? No me puedes tratar mal solo
porque mi madre te hizo daño, eso hiere, Ray".
"Pues te lo mereces", respondió Raymond sin
siquiera levantar los párpados.
"¿Qué? ¿Por qué?".
"¡Porque eres un Oliver!".
Luke no podía creerlo.
'¿Me odia solo porque mi apellido es Oliver?
¡Un momento!'.
Entonces, le recordó: "Pero el apellido de
Precious también es Oliver. ¿Por qué no la odias
a ella, eh?".
El niño tomó el vaso de jugo de las manos de su
hermana y su expresión se suavizó mientras
saboreaba su dulzura. Sin embargo, lo que dijo
después solo destiló amargura:
"¿Precious...? ¿De verdad crees que te puedes
comparar con ella?".
Al escuchar eso, Luke se quedó pasmado y se
sumió en un silencio sepulcral.
'¡Joder!
¡Mi corazón está destrozado!'.
Cerca del hospital había un supermercado, así
que Wendy no tardó en regresar con carne
magra fresca y envoltorios de wantán.
Sin embargo, tan pronto como entró en la
habitación se pudo dar cuenta de que algo no
andaba bien.
Ellos se miraban entre sí, pero nadie decía nada.
El ambiente era demasiado raro.
"¿Qué pasa?", preguntó.
"¡Mami, qué alegría que hayas regresado!". En
un segundo, el rostro frío y serio de Raymond se
transformó en uno brillante y alegre. Entonces,
mientras se tocaba el estómago, añadió: "Mami,
me muero de hambre, creo que podría
comerme un elefante".
"Vale, ahora mismo te prepararé tus wantán".
"¡Genial!".
Sin perder el tiempo, Wendy se fue
directamente a la cocina.
Y, tan pronto como se alejó, la sonrisa en el
rostro del niño se apagó como un rayo de sol
que se oculta tras una nube.
Luke no podía estar más anonadado.
'¡Vaya, este niño podría llegar a ser un buen
actor!'.
Poco después se escuchó el ruido del grifo en la
cocina y el cuchillo sobre la tabla.
"Se está haciendo tarde...", dijo Raymond
mientras miraba a todos a su alrededor.
El significado tras sus palabras era bastante
claro.
Quería que ellos se fueran.
Josie se sintió particularmente atacada porque
la echara de esa manera tan brusca, pero aun
así se puso de pie y anunció: "Muy bien,
entonces vendremos mañana en la mañana".
"No hay necesidad, estoy bien".
Cuando la mujer escuchó eso, se quedó sin
palabras y no supo qué decir.
Aclarándose la garganta, Anson decidió
intervenir y dijo: "Bueno, Luke, vámonos".
Pero Luke no quería irse.
Hacía mucho tiempo que no había comido
nada preparado por Wendy.
Y, honestamente, su comida era tan sabrosa
que se le hacía agua la boca de solo pensarlo.
Así que, acercándose a Raymond con una
sonrisa, sugirió: "¿Qué tal si me quedo a comer
un bol de wantán, Ray?".
En un segundo, los ojos del niño se tornaron
gélidos: "Tienes un estómago demasiado
grande, Luke, a mi mamá no le daría tiempo de
hacer tantos wantanes".
Al escuchar eso, Luke quiso llorar.
'¿Qué? ¡Me siento humillado!'.
Capítulo 220 Si eso es lo que quiere Ryan
Josie y Anson salieron de la habitación.
Luke, que iba detrás de ellos, dejó escapar un
suspiro mientras sostenía el cubo mágico en sus
manos.
"¡Ese pequeño ingrato! ¡Siempre fui amable con
él!
¿Y cómo me trata? ¡Se niega a darme algunas
de sus wantanes!
¡Es irritante! Si él fuera tan fácil de tratar como
Precious, ¡unos pocos bocadillos serían de gran
ayuda en un instante!".
Josie se cansó de la diatriba del joven y le dijo:
"Solo cállate, ¿quieres?".
"¡Genial! ¡Mi propia madre me odia! ¡No te
preocupes! Ya no te impondré mi presencia. Me
marcho", replicó él.
Entonces hizo tintinear las llaves de su auto
dramáticamente y se alejó sin mirar atrás.
'Mmm.
Necesito una buena comida lo antes posible.
Luego iré a un bar.
Desde que Ryan conoció a Wendy, dediqué
todo mi tiempo a ayudarlo a conquistar a la
chica.
¡No he estado con una mujer en dos meses!
¡Oh, Dios!
¡Definitivamente eso es un récord personal!'.
Luke llamó a Kane y a Roger para invitarlos a
beber. Kane estuvo de acuerdo sin dudarlo.
Roger, en cambio, cuando supo que el otro
estaría allí, ofreció una excusa poco
convincente de que ya tenía planes.
En cuanto él colgó, Luke miró su teléfono,
confundido.
'¡Tú te lo pierdes!
¿Quién rechazaría una bebida gratis?
Bueno, así habrá más para Kane y para mí'.
Finalmente arrancó el automóvil y se marchó.
Josie y Anson también decidieron irse.
Llegaron a su automóvil en silencio.
Cuando el conductor los vio acercarse,
encendió el motor de vehículo.
Este se puso en marcha tan pronto como la
pareja se acomodó en el asiento trasero.
El viaje a casa fue tenso y silencioso, hasta que
Anson notó que su mujer no se veía bien, de
modo que le tomó la mano y la estrechó entre
sus brazos.
"¿Qué haces? El conductor...".
"Eres mi esposa. Creo que puedo abrazarte
cuando quiera", objetó el hombre.
Al escuchar eso, el conductor levantó
discretamente la partición.
Quería darles algo de privacidad.
La expresión del rostro de Josie se suavizó.
Entonces se apoyó contra el pecho de su
marido y murmuró: "No me siento muy bien".
"Lo sé. Es por Ray, ¿verdad?".
Con los ojos enrojecidos, la mujer contestó: "Solo
tiene tres años. ¿Cómo puede ser tan... ¡cruel!
¡Incluso vengativo! Lo intentamos todo y aun así
no olvidó su odio. ¿Escuchaste lo que nos dijo?
¡No sé dónde pudo haber adquirido esa clase
de comportamiento!".
Aunque no lo dijo en voz alta, Josie culpaba a
Wendy por la educación de Ray.
Anson le dio una palmada en la espalda y
comentó: "Creo que es un buen chico. Tiene
una clara distinción entre amor y odio. Además,
es muy maduro para su edad, educado y...".
"No creo que educado sea la palabra correcta
para describir su actitud esta noche",
interrumpió Josie, poniendo los ojos en blanco.
"Bueno, eres demasiado dura con él. Piénsalo. Si
te secuestraran, ¿saludarías al responsable con
una sonrisa? A pesar de que Ray nos trató con
rudeza, lo hizo de una manera decente y
civilizada, lo que es excepcional si me
preguntas".
Josie guardó silencio.
El hombre agregó: "Dijiste que no sabías de
dónde el niño adquirió su actitud vengativa.
Diría que probablemente heredó ese rasgo de
Ryan, pues nuestro hijo siempre ha sido así
también y, aparte de algunas características
faciales, Ray es indiscutiblemente una versión en
miniatura de su padre".
Todo era cierto.
Por lo tanto, Josie no podía decir nada al
respecto.
De cierto modo eso la hacía sentir aliviada.
"Si Ray te hubiera perdonado inmediatamente y
nos hubiera aceptado como sus abuelos solo
porque somos ricos, ¿te sentirías feliz?", dijo
Anson.
La mujer se estremeció al oír eso.
Si ese hubiera sido el caso, entonces el niño sería
una persona realmente horrible.
"Es bueno que nos odie en este momento. No
debemos enojarnos por eso", continuó el
hombre.
"En realidad no estoy enojada. Solo creo que...".
Anson interrumpió: "Piensas que Ray debería ser
ingenuo simplemente porque tiene tres años y
que Wendy lo incitó para que nos odiara,
¿verdad?".
Josie no respondió.
Eso era exactamente lo que pensaba.
Su esposo continuó: "Desde que ingresaron a
Ray en la sala de cuidados intensivos, Wendy lo
visitó una sola vez y Precious estaba con ella. ¡La
muchacha no es tan estúpida como para
hablar mal de nosotros frente a nuestra nieta!".
Las palabras del hombre realmente tenían
sentido.
Al pensar en ello, Josie se sintió más aliviada.
No obstante, miró a su marido, le pellizcó el
brazo con fuerza y replicó: "¿Por qué siempre
estás del lado de Wendy?".
'¡Sabes que esa joven no me agrada!', ella
protestó en su interior.
"¡Lo hago por nuestro hijo!", contestó Anson.
Luego tomó la mano de la mujer y agregó: "¿No
crees que Luke tenía razón? ¡Durante quince
años, Ryan se sumergió ciegamente en sus
responsabilidades! Incluso olvidé cómo era su
sonrisa. Le resultaba difícil encontrar una mujer
que le gustara de verdad, ¡y de repente
aparece Wendy, que también es la madre de
Precious! ¡Cosas así no pasan todos los días!
Tienen mucha suerte de haberse encontrado".
Josie se rio entre dientes.
Su esposo le devolvió la sonrisa y dijo: "Si Wendy
puede hacer feliz a Ryan, voy a aceptarla. Solo
para que conste, creo que todos los escándalos
sobre ella fueron una auténtica patraña, y
aunque fueran ciertos, continuaría apoyando
esa relación".
Josie se enderezó en el asiento y exclamó:
"¡Qué!".
"¡Cálmate, cariño! Nos mantendremos atentos
en relación a Wendy, ¿de acuerdo?".
"Está bien", respondió ella.
Estaban en pleno otoño, por lo que anochecía
bastante temprano.
El ocaso sorprendió a Brian en la empresa.
El joven tenía un asunto serio que resolver.
Su familia era propietaria del Hotel Vienna
Chain, una cadena de hoteles de cinco estrellas
que se encontraban en casi todas las grandes
ciudades del país.
El día anterior, un cliente suyo se quejó de malas
condiciones sanitarias en una de las
instalaciones.
El hombre tenía fobia a los gérmenes e insistió en
que el personal le cambiara las sábanas a su
llegada. Sin embargo, debajo de estas encontró
un ratón muerto.
El conflicto era fácil de resolver.
Todo dependía de que se llegara a un acuerdo
en privado con el cliente.
No obstante, este no estaba dispuesto a
mantener el asunto en secreto y publicó las
fotos del roedor muerto en las redes.
Súbitamente, otras personas comenzaron a
compartir sus malas experiencias en el Hotel
Vienna Chain, como por ejemplo, la vez que
vieron a la moza de limpieza limpiando el
inodoro con una toalla de baño.
Otro dijo que un hombre desnudo irrumpió en la
habitación de una mujer.
Algunas personas insistieron en que sus
habitaciones estaban infestadas de chinches.
En cuanto empezaron las historias degradantes,
no hubo forma de detenerlas.
Ahora la situación estaba completamente fuera
de control.
Muchos periodistas pululaban en los alrededores
de la empresa, buscando una entrevista con el
representante.
Naturalmente, Brian estaba muy enojado.
Sus incesantes rugidos retumbaban en la sala de
reuniones.
"¿Cómo demonios ocurrió eso? ¡Un hotel de
cinco estrellas debe estar impecable! ¿Cómo
acabó un ratón muerto bajo las sábanas?
¡Incluso llevaba un tiempo ahí! ¿No se limpió la
habitación? ¡Contéstenme, maldita sea!".
El gerente mantuvo la cabeza gacha y no dijo
nada.
Después de un rato, un empleado habló en voz
baja: "Señor Oliver, lo más importante en este
momento es solucionar este asunto, ya que este
empeora a cada minuto. ¡Si no se resuelve
rápidamente, me temo que será la ruina de
nuestra empresa!".
'¿Solucionarlo?
¿Crearon un maldito lío y ahora me piden que
me ocupe de ello?'.
En ese momento, la ira de Brian rebasó los límites
de su tolerancia.

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