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Se busca una mujer por Charles Bukowski. -Oh, muy bien. Pero hace tanto calor.

muy bien. Pero hace tanto calor. Este tiempo es demasiado.


-Sí, hace la vida difícil.
Edna bajaba por la calle con su bolsa de la compra, cuando pasó a la altura del automóvil. -Bueno, señor Lighthill...
Había algo escrito en la ventanilla lateral: -Llámame Joe, a secas.
SE BUSCA UNA MUJER. -Bueno, Joe, ja, ja, ja, me siento como una tonta. ¿Sabes por qué he llamado?
Se paró. Era un cartón pegado a la ventanilla, con alguna especie de anuncio. -Viste mi anuncio.
En su mayor parte estaba escrito a máquina. Edna no podía leerlo desde el lugar de la acera -Bueno, quiero decir, ja, ja, ja. ¿Qué es lo que te pasa? ¿No puedes conseguir una mujer?
en que se encontraba. Sólo podía ver las letras grandes: -Creo que no. Edna, dime. ¿Dónde están?
SE BUSCA UNA MUJER. -¿Las mujeres?
Era un coche nuevo y de los caros. Edna cruzó la hierba y se acercó a leer la parte -Sí.
mecanografiada: Hombre de 49 años. Divorciado. Busca una mujer con fines -Oh, pues en todas partes, ya sabes.
matrimoniales. Que tenga entre 35 y 44 años. Me gusta la televisión y los films. La buena -¿Dónde? Dime. ¿Dónde?
comida. Soy contable y tengo el trabajo bien asegurado. Tengo dinero en el banco. Me -Bueno, en la iglesia, por ejemplo. Hay mujeres en la iglesia.
gustan las mujeres algo rellenas. -No me gusta la iglesia.
Edna tenía 37 años y estaba algo rellena. Había un número de teléfono. También había tres -Oh.
fotos del caballero que buscaba una mujer. Parecía rico y elegante, con su traje y corbata. -Escucha. ¿Por qué no te vienes aquí, Edna?
También parecía algo estúpido y un poco cruel. Y hecho de madera, pensó Edna, hecho de -¿Quieres decir allí, a tu casa?
madera... -Sí. Tengo un buen apartamento. Podemos tomarnos una copa, conversar.
Siguió su camino, con una pequeña sonrisa. También sentía una especie de repulsión. Pero Sin compromiso.
cuando llegó a su apartamento ya se había olvidado por completo de todo. Fue varias horas -Es tarde.
más tarde, sentada en la bañera, cuando empezó a pensar en él otra vez, y esta vez pensó en -No es tan tarde. Escucha, viste mi anuncio y llamaste. Debes estar interesada.
lo solo, en lo terriblemente solo que debía encontrarse para haber llegado a hacer una cosa -Bueno, es que...
así: -Tienes miedo, eso es lo que te pasa. Tienes miedo.
SE BUSCA UNA MUJER. -No, yo no tengo miedo.
Se lo imaginó llegando a la casa, encontrándose las facturas del gas y del teléfono en el -Entonces vente, Edna.
buzón, desnudándose, tomando un baño, la televisión encendida. -Bueno, es que...
Después leería el periódico de la tarde. Luego entraría en la cocina a hacerse la cena. Allí, -Vamos.
quieto, mirando como se fríe el pan, en calzoncillos. Luego cogería la comida y la llevaría a -Bueno, de acuerdo. Estaré allí en quince minutos.
una mesa, se la comería. Le podía ver bebiéndose su café. Luego más televisión. Y quizás Era en el último piso de un moderno complejo de apartamentos. Apartamento 17.
un solitario bote de cerveza antes de acostarse. Debía haber millones de hombres como él La piscina reflejaba las luces. Edna llamó. La puerta se abrió y allí estaba el señor Lighthill.
en toda América. Con una calvicie incipiente; la nariz afilada con pelos saliéndole de los orificios; la camisa
Edna salió de la bañera, se secó, se vistió y salió del apartamento. El coche seguía allí. abierta por el cuello.
Apuntó su nombre, Joe Lighthill, y el número de teléfono. Leyó de nuevo toda la parte -Entra, Edna...
mecanografiada. «Films». Era un término muy culto. La gente decía «películas» Ella pasó y la puerta se cerró detrás. Edna se había puesto un vestido de seda azul. No se
normalmente. Se busca una mujer. El anuncio era bastante atrevido. Por lo menos había había puesto medias. Iba en sandalias y fumando un cigarrillo.
mostrado ser original al escribirlo. -Siéntate. Te serviré algo de beber.
Cuando Edna volvió a casa se tomó tres tazas de café antes de marcar el número. El Era un sitio bonito. Todo estaba decorado en azul y verde, y además estaba muy limpio.
teléfono sonó cuatro veces. «¿Hola?» Contestó él. Pudo oír al señor Lighthill canturreando sordamente mientras preparaba las bebidas...
-¿Señor Lighthill? Parecía relajado y eso la tranquilizó.
-¿Sí? El señor Lighthill -Joe- salió con las bebidas. Le alcanzó a Edna la suya y fue a sentarse a
-Es que vi su anuncio. Su anuncio en el coche... una silla en el lado opuesto de la habitación.
-Ah, sí. -Sí -dijo él-, hace calor, un calor infernal. Pero yo tengo aire acondicionado. ¿Te has dado
-Me llamo Edna. cuenta?
-¿Cómo estás, Edna? -Sí, ya lo noté. Está muy bien.
-Bebe algo. -¿Las orgías sexuales?
-Oh, sí. -Sí, ya sabes, una orgía es el lugar más solitario del mundo. Esas orgías... Me sentía
Edna probó un trago. Estaba bueno, un poco fuerte, pero sabía bien. Vio a Joe inclinar la desesperado... Esas pollas deslizándose dentro y fuera...
cabeza hacia atrás al beber. Tenía una gruesa papada. Y sus pantalones eran demasiado Perdóname...
holgados. Parecían ser varias tallas más grandes. Le daban a sus piernas un aspecto cómico, -No pasa nada.
ridículo. -Bueno, esas pollas deslizándose dentro y fuera, piernas enredadas, los dedos trabajando,
-Llevas un vestido muy bonito, Edna. hurgando por todos lados, bocas, todo el mundo babeando, y sudando, y una ciega
-¿Te gusta? determinación a hacerlo... como sea.
-Oh, sí, te cae muy bien. Parece cómodo, muy cómodo. -No sé mucho acerca de esas cosas, Joe -dijo Edna.
Edna no dijo nada. Y Joe tampoco. Y allí estaban, sentados, mirándose el uno al otro, -Yo creo que, sin amor, el sexo no es nada. Las cosas sólo pueden tener un significado
bebiéndose sus vasos. cuando existe algún sentimiento entre los participantes.
¿Por qué no habla?, pensó Edna. Se supone que es él quien debe empezar la conversación. -¿Quieres decir que a cada uno le debe gustar el otro?
Verdaderamente tenía algo de madera... -Eso ayuda bastante.
Edna terminó su bebida. -¿Supón que ambos se casen. Supón que tienen que seguir juntos, por cuestiones
-Deja que te sirva otro -dijo Joe. económicas, niños, cualquier cosa?
-No. Me tengo que ir ya. -Las orgías no arreglarán nada.
-Oh, vamos -dijo él-; déjame que te sirva otro trago. Necesitamos beber algo para soltarnos. -¿Y entonces qué?
-Está bien, pero después de éste me voy. -Bueno, no sé. Tal vez el swap.
Joe se llevó los vasos a la cocina. Esta vez no canturreó. Salió, le dio a -¿El swap?
Edna su vaso y volvió a sentarse en la silla al lado opuesto de la habitación. -Sí, ya sabes, cuando dos parejas se conocen muy bien y entonces hacen intercambio de
La bebida era ahora más fuerte. componentes. Los sentimientos, al fin y al cabo, tienen una oportunidad. Por ejemplo,
-Sabes -dijo-, soy bastante bueno en el sexo. digamos que a mí siempre me ha gustado la mujer de Mike. Me viene gustando desde hace
Edna bebió su vaso y no contestó nada. meses. La he visto pasear por la habitación. Me gustan sus movimientos, llaman mi
-¿Qué tal eres tú en la cuestión sexual? -preguntó Joe. atención. Me imagino, ya sabes, lo que va con esos movimientos. La he visto furiosa, la he
-Nunca lo he hecho. visto borracha, la he visto sobria. Y entonces, el swap. Estás en la cama con ella, y por fin
-Deberías hacerlo, sabes, así te darías cuenta de quién eres y qué eres. la estás conociendo. Existe la posibilidad de que sea algo real. Por supuesto, Mike se está
-¿Tú crees que todo eso es verdad? Quiero decir, yo lo he leído en los periódicos, no sé qué tirando a tu mujer en la otra habitación. Muy bien, buena suerte, Mike, piensas, y espero
pensar. Yo no lo he hecho nunca pero he visto fotos que seas tan buen amante como yo.
-dijo Edna. -¿Y funciona bien?
-Por supuesto que es verdad, deberías hacerlo. -Bueno, no sé... Los swaps pueden traer problemas... a la larga. Tiene que estar todo muy
-Tal vez no sea muy buena para estas cosas -dijo Edna-. Tal vez es por eso que estoy sola. hablado... bien hablado y con tiempo. Y aún así puede haber gente que no sepa bastante, no
-Se tomó un buen trago del vaso. importa cuánto se haya hablado...
-Cada uno de nosotros, al fin y al cabo, siempre solos -dijo Joe. -¿Tú sabes bastante, Joe?
-¿Qué quieres decir? -Bueno, estos swaps... Creo que pueden ser buenos para algunos... Tal vez para muchos.
-Quiero decir que, no importe cómo vaya la cuestión sexual, o el amor, o ambos, llega un Pero me temo que conmigo no funcionan. Soy bastante mojigato. Joe acabó su bebida.
día en que todo se acaba. Edna se bebió de un trago el resto de la suya y se levantó.
-Eso es triste -dijo Edna. -Escucha, Joe, me tengo que ir...
-Sí, claro. Así llega un día en que todo se pasa. Y entonces, o se corta o todo se convierte en Joe cruzó la habitación hacia ella. Parecía un elefante mientras se acercaba, con esos
una tregua infernal: Dos personas viviendo juntas sin el menor sentimiento entre ellas. Creo pantalones. Vio sus grandes orejas. Entonces la agarró y comenzó a besarla. Su mal aliento
que es mucho mejor vivir solo que eso. arrastraba todas las bebidas; era un olor agrio. Parte de su boca no hacía contacto. Era
-¿Tú te divorciaste de tu mujer, Joe? fuerte pero su fuerza no era real. Ella apartó su cabeza pero él la siguió agarrando.
-No, ella se divorció de mí. SE BUSCA UNA MUJER.
-Y qué es lo que fue mal? -Déjame, Joe! Estás yendo muy de prisa, Joe! Deja que me vaya!
-Las orgías sexuales. -¿Por qué viniste aquí, zorra?
La intentó besar otra vez y lo consiguió. Era horrible. Edna subió la rodilla bruscamente. Y Estados Unidos, dedicándose a trabajos temporales que iba dejando y permaneciendo en
le alcanzó de lleno. El se llevó las manos a las partes y cayó al suelo. pensiones baratas.
-Dios, Dios... ¿Por qué has tenido que hacerme esto? Me has querido asesinar... Auuggh!
Rodó por el suelo gimiendo. Comenzando los años 50, Bukowski comenzó a trabajar como cartero en Los Ángeles, en el
Su trasero, pensó ella, tiene un trasero tan horrible. servicio postal de los Estados Unidos, en el que permaneció tres años. En 1955 lo
Le dejó tirado en el suelo y bajó corriendo las escaleras. El aire estaba limpio allá fuera. hospitalizaron con una úlcera sangrante muy grave. Cuando salió del hospital, comenzó a
Mientras bajaba, pudo oír gente hablando, pudo oír sus televisores. Su casa no estaba muy escribir poesía. En 1957, se casó con la escritora y poeta Barbara Frye, pero se divorciaron
lejos. Sintió que necesitaba darse otro baño, quitarse su vestido de seda azul y lavarse bien más tarde, en 1959. Frye dudaba a menudo de la habilidad de Bukowski como poeta. Una
todo el cuerpo. Hacía calor. Más tarde, salió de la bañera, se secó y se colocó unos rulos vez divorciados, Bukowski continuó bebiendo y escribiendo poesía.
rosados en el pelo. Decidió no volver a verle más.

Charles Bukowski, nacido con el nombre de Heinrich Karl Bukowski (Andernach, 16 de Años 60 [editar]Antes de que empezaran los 60, volvió a la oficina de correos en Los
agosto de 1920 - Los Ángeles, 9 de marzo de 1994), fue un escritor y poeta estadounidense. Ángeles, donde continuó trabajando una década. En 1964, tuvo una hija, Marina Louise
Bukowski, nacida de su relación con su novia Frances Smith. Más tarde, Bukowski vivió en
A menudo fue erróneamente asociado con los escritores de la Generación Beat, debido a Tucson un periodo breve de tiempo, donde entabló amistad con Jon Webb y Gypsy Lou,
sus similitudes de estilo y actitud. La escritura de Bukowski está fuertemente influida con que le influyeron a publicar y vivir de su literatura.
la atmósfera de la ciudad donde pasó la mayor parte de su vida, Los Ángeles en los Estados
Unidos. Bukowski fue un autor prolífico, escribió más de cincuenta libros, incontables Gracias a Webb comenzó a publicar algunos poemas en la revista de literatura "The
relatos cortos y multitud de poemas. A menudo es mencionado como influencia de autores Outsider". Bajo "Loujon Press" publicaron "It Catches my Heart In Its Hand" en 1963, y "A
contemporáneos y su estilo es frecuentemente imitado. Murió de leucemia en 1994, a la Crucifix in a Deathhand" dos años más tarde. Fue cuando Bukowski conoció a Franz
edad de 73 años. Hoy en día es considerado uno de los escritores estadounidense más Douskey, amigo de Jon Webb, a quien solía visitar regularmente en su pequeña casa de Elm
influyentes y símbolo del "realismo sucio" y la literatura independiente. Street que también servía como centro de publicación. Webb, Bukowski y Douskey pasaron
Infancia y juventud [editar]Nació en 1920 en la localidad alemana de Andernach. Su madre un tiempo juntos en Nueva Orleans.
Katharina Fett, era alemana nativa, mientras que su padre era de ascendencia americana y
polaca. Se casaron un mes antes de que Charles naciera. Comenzando 1967, Bukowski escribió la columna “Notes of A Dirty Old Man” para el
periódico independiente de Los Ángeles "Open City". Cuando "Open City" fue cerrado en
Con el hundimiento de la economía alemana después de la Primera Guerra Mundial, la 1969, la columna se trasladó a Los Angeles Free Press.
familia se mudaría a Baltimore en 1923. Para que sonara más americano, sus padres
comenzaron a llamarle "Henry". Más tarde se trasladarían a un suburbio de Los Ángeles.
Durante su niñez, su padre, que frecuentemente estaba en paro, maltrataba a Bukowski
(hechos que él mismo relata en multitud de poemas y relatos, y en la novela "La senda del
Perdedor"). Además, no fue muy bien aceptado en el colegio de pequeño (tenía marcas por
la cara debidas al acné, lo cual hacía mayor el rechazo sufrido).[4] Junto con su timidez,
hizo que se refugiara en la lectura en la primera etapa de su vida.

Tras graduarse en el Instituto de Secundaria de Los Ángeles cursó estudios de arte,


periodismo y literatura en la Universidad de Los Ángeles durante dos años.

Primeras publicaciones [editar]A los 24, su relato corto "Aftermath of a Lengthy Rejection
Slip" fue publicado en Story Magazine. Dos años más tarde le publicarían otro relato "20
Tanks From Kasseldown", esta vez en otro medio. Fue cuando Bukowski se desilusionó
con el proceso de publicación por lo cual dejó de escribir durante una década. Durante este
tiempo estuvo viviendo en Los Ángeles, aunque también pasó un tiempo vagando por los

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