instantes AZaTECS “hietescheanas de 2001 Aires \dad de Buenos Aires Qudebainstantes instai ‘aeares Directora Ménica B. Cragnolini Nacional de , Jorge E. Dotti, Gregono Kaminsky, Marta Lopez. Gil, Ricardo Maliandi, Maria Josefina Regnasco (Unive Comité de redacci6: Asprea, Gabriela Balearce, Virginia Cano, Pei Galiazo, ‘Teresa Garcia Bravo, Diego Jarak, Rodrigo Paez Canosa, Mariana Sanjurjo Para envio de articulos, colaboraciones y resefias: INSTANTES Y AZARES ~Escrituras nietzscheanas~ M.T. de Alvear 1620, 2° E 1OGOAAF Ciudad A. de Buenos Aires - Argentina Tel/ Fax; (S4-11D 4813-4502 En eragnol@filo.uba.ar fnnice Jonge Lars Enfermedad del en Friedrich intad creadora rieclad © probidad filologicx? l6sofo Dionysos y contramarchas la recepciin del pensamiento de Nietzsche ‘en la Argentina (1880la verdad se cobra al heraldo, Martinez Estrada frente a Nietwsche Sebastidn Abad La metafisica del juego en Astrada, Hericli de Ia flosofia de Nietasche. ally etomega la Risa: Fl joven Ingenieros y Nietzsche Rodrigo Pex Cancsa Nietzsche en el pensamiento de Mariano Antonio Barrenechea Monica B. Cragnolini Maria Teresa Garcia Bravo -Evelyn Galiazo la presencia de Niewsche en la revista Nosotros: Ménica B. Cragnolini La presencia de N del tonico Ana Aspree vusche en Caras y Caretas. El sspethombre 125 3 151 EDITORIAL Instantesy azares ~Fscriturasnietzscheamas- nace de lis cenizas de ~B Perspectivas Nietzscheanas, en un trabajo de des-apropiaci6n del Nietescheanas surgi6 en 1992, ysiguienclo los 10 pas, logr6, con grandes cficutades, parecer la esperanza incierta ~pero también la alegefa~ de todo 1 significa el ejercicio de abandono de un nombre. Es verdad que Nietzsche es el filésofo que mas ha hablaclo en nom- bre propio, pero~siguiendo a Derrida wve del logocentrismo, es lo menos propio. Frent continua transformacién de las miscaras nietzscheanas, y el cambio de firmas (Dionysos-et Crucificado- Caesar), muestran que no hay propiedad posible aqui, porque aun aquello de lo que nos consicleramos mas propietarios, esta ya, desde siempre, des- idnclose (en tanto lleva consigo la propia muerte de su supuesto pro- io, trazo de ausencia en el nombre). che, filosofando en nombre propio, hace visible una confi- ‘que se constituye no desde una propiedad de un si mis- sino desde una im-propieda: