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Serie: Las Parábolas de

Jesús.
#12- LA PARABOLA DEL
BUEN SAMARITANO.
Texto: Lucas 10:25-37.
Introduccion:
La parábola del buen samaritano es una
de las parábolas más conocidas de Jesús.
Con ella aprendemos la importancia de
tener un corazón tan lleno de amor y
misericordia, que cuando alguien nos
necesite no nos fijemos en su raza, religión
o su clase social.
El amor nos moverá a la acción, y
amaremos a esa persona como a nosotros
1.- El resumen de la parábola.
La parábola del buen samaritano fue la
respuesta de Jesús a un maestro de la ley que
le preguntó quién era su prójimo.
En lugar de darle la respuesta, Jesús le contó
esa historia para que él mismo reflexionara y la
descubriera.
Un hombre iba por un camino y unos
ladrones lo asaltaron quitándole todo lo que
tenía. Lo hirieron de tal forma que lo dejaron
medio muerto en medio del camino. Por el
camino pasaron otras tres personas.
Paso primero un sacerdote,
luego un Levita, ambos
servidores del templo se
pasaron de largo, pero luego
paso un samaritano.
Sin embargo, el samaritano
sintió misericordia por el
hombre tirado en el camino.
Se detuvo a ayudarlo, vendó sus heridas
y lo llevó a un lugar donde lo cuidó. Antes
de continuar su camino, dejó suficiente
dinero para que otra persona cuidara del
herido.
Jesús le preguntó al maestro de la ley
cuál de los tres demostró ser el prójimo
del herido. «El que hizo misericordia con
él» fue su respuesta. Y Jesús lo animó a
hacer lo mismo, a mostrar misericordia
por su prójimo.
2.- ¿CUÁL ES LA ENSEÑANZA DE LA PARÁBOLA?.
Con esta parábola aprendemos la
importancia de amar y tener compasión
de los demás, sean quienes sean.
El gran mandamiento de amar a Dios
con todo nuestro ser y a nuestro prójimo
como a nosotros mismos, es uno que lleva
a la acción: ¡debe practicarse!
Un amor que no se expresa de forma
concreta, no es amor verdadero, sino una
emoción.
Dios mismo expresó su amor por nosotros
por medio de la acción. Él envió a Jesús para
que, por medio de él, podamos tener el perdón
de nuestros pecados y la vida eterna.
“ Así manifestó Dios su amor entre nosotros:
en que envió a su Hijo unigénito al mundo para
que vivamos por medio de él. En esto consiste
el amor: no en que nosotros hayamos amado a
Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo
para que fuera ofrecido como sacrificio por el
perdón de nuestros pecados.”
(1 Juan 4:9-10)
3.- EL AMOR QUE VIENE DE DIOS ESTÁ LIBRE DE
PREJUICIOS.
 No se fija en la raza, el sexo, la condición social,
o cualquier otra cosa para decidir actuar o no. Es
un amor que traspasa todas las barreras que los
humanos podamos levantar, para alcanzar a todos.
El samaritano no tenía obligación de ayudar al
judío tendido en el camino.
Pero su compasión fue más grande que cualquier
prejuicio. Y así debe ser. Ayudemos a nuestro
prójimo, amemos de forma práctica a quienes lo
necesitan. ¡Mostremos el amor de Dios!
4.- QUIÉN ES MI PRÓJIMO?
En primer lugar, vamos a mirar la escena
de esta historia.
La carretera de Jerusalén a Jericó era
notoriamente peligrosa. Jerusalén está a
800 metros sobre el nivel del mar; el Mar
Muerto, cerca del cual está Jericó, está a
400 metros bajo el nivel del mar; así que,
en menos de 30 kilómetros, la carretera
salva un desnivel de 1.200 metros.
Era una carretera estrecha,
bordeada por rocas, con vueltas y
revueltas que la hacían terreno
propicio para los bandoleros.
Lo llamaban «El Camino Rojo», o
«de la Sangre.»
Cuando Jesús contó esta historia,
hablaba de algo que sucedía con
frecuencia en la carretera de Jerusalén
En segundo lugar, fijémonos en los
personajes.
(a) Tenemos al viajero.
 A menos que tuviera una urgente
necesidad, no fue muy prudente
poniéndose en camino de Jerusalén a
Jericó a solas, y menos si llevaba
mercancías de valor.
 Los viajeros solían ir en caravanas.
Parece ser que este hombre estaba
corriendo un riesgo innecesario.
(b) Tenemos al sacerdote.
 Se apresuró a pasar de largo,vio al
hombre en el suelo, lo ignoró, y siguió su
camino. Sin duda tenía presente que, si
tocaba a un muerto, quedaba siete días en
estado de impureza legal (Números 19: I1).
Eso le impediría cumplir sus deberes en
el templo, y no podía arriesgarse. Las
exigencias rituales estaban por encima de
la caridad. El templo y la liturgia contaban
más para él que la vida de un hombre.
(c) Tenemos al levita.
Este parece que se acercó más al herido
antes de pasar de largo.
A veces los bandidos usaban estrategias
así: uno de ellos se haría el herido; y,
cuando un viajero ingenuo se paraba a
ayudar, los otros bandidos se le echaban
encima y le robaban.
Tal vez el levita tenía la consigna de que
«lo primero es la seguridad.» No valía la
Los levitas, al igual que los
sacerdotes, trabajaban en el
templo. Lo lógico sería que uno
de los dos se detuviera.
 Pero no, el levita también
siguió su camino sin ayudar al
hombre.
(d) Tenemos al Samaritano.
Los samaritanos y los judíos
tenían cierta rivalidad.
Los samaritanos eran
considerados inferiores y herejes.
La audiencia. esperaría que ése
fuera el más despiadado de
todos.
A lo mejor no era samaritano de raza,
porque los judíos no tenían trato con los
samaritanos, y sin embargo parece que
éste era un viajante de comercio al que
conocía bien el mesonero.
En Juan_8:48 los judíos llaman
samaritano a Jesús. Se daba ese nombre a
los herejes y a los que no cumplían la ley
ceremonial. Tal vez este hombre era
samaritano en el sentido de que los judíos
fanáticos le despreciaban.
Notamos dos cosas interesantes
acerca del buen Samaritano.
I) - ¡Tenía buen crédito!
El mesonero estaba dispuesto
a fiarse de él. Tal vez no fuera
muy sano teológicamente,
pero era honrado.
II) Fue el único que estuvo
dispuesto a ayudar.
Puede que fuera hereje, pero
tenía amor en el corazón.
No es tan raro encontrar que
los religiosos están más
interesados en los dogmas que
en la ayuda al necesitado………
En tercer lugar, fijémonos en la
enseñanza de la parábola.
La resp. de Jesús implica tres cosas.
(1) Debemos ayudar al necesitado aunque se
haya metido en líos por su propia culpa o
imprudencia, como era probablemente el caso
del viajero de la parábola.
(2) Cualquier persona de cualquier nación que
está necesitada es nuestro prójimo.
(3) La ayuda debe ser práctica y no
limitarse a sentirlo mucho.
Es posible que a eso sí llegaron el
sacerdote y el levita, pero no hicieron
nada más.
La compasión, para ser real, tiene
que desembocar en obras.
Lo que Jesús le dijo al escriba nos
dice también a nosotros: «Pues, anda;
Conclusion:
Quién es mi prójimo? Jesús respondió
esta pregunta con la parábola del Buen
Samaritano.
No se puso a definirle los límites de la
vecindad, sino que le conto una historia.
 Esa historia hace a cada uno de nosotros
parientes del que está en necesidad.
 Y nos enseña que tal pregunta, tiene un
sabor de egoísmo y que nunca debe existir
en nosotros .
Los hombres saben desde entonces que
donde quiera que encuentran a un
hombre con sangre humana en sus venas
y que necesita ayuda sin hacer caso de
raza, casta, secta o color, han de
considerarlo como prójimo, en vista del
ejemplo del Buen Samaritano.
Todas las disertaciones morales de los siglos,
no han podido sembrar esta lección en el
corazón del mundo como lo ha hecho esta
historia del Evangelio de Cristo.

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