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Este documento explora las relaciones entre el Antiguo y Nuevo Testamento, y cómo Dios llamó a Abraham y a otros por su pura gracia soberana para probarlos. Se enfoca específicamente en cómo Abraham fue escogido y justificado por la gracia de Dios para ser el padre de la fe, no por sus propias obras.
Este documento explora las relaciones entre el Antiguo y Nuevo Testamento, y cómo Dios llamó a Abraham y a otros por su pura gracia soberana para probarlos. Se enfoca específicamente en cómo Abraham fue escogido y justificado por la gracia de Dios para ser el padre de la fe, no por sus propias obras.
Este documento explora las relaciones entre el Antiguo y Nuevo Testamento, y cómo Dios llamó a Abraham y a otros por su pura gracia soberana para probarlos. Se enfoca específicamente en cómo Abraham fue escogido y justificado por la gracia de Dios para ser el padre de la fe, no por sus propias obras.
nos corroboramos lo que dijo san Agustín: "el Nuevo Testamento se encuentra latente (implícito) en el Antiguo y el Antiguo se halla patente (explícito) en el Nuevo." IV. LA VOCACIÓN
El enfoque de este estudio sobre Abraham
y los otros en el futuro es el de mostrarnos que Dios opera en pura gracia soberana. Desde el llamamiento en gracia nos pone a prueba. ABRAHAM
I. ABRAHAM, ESCOGIDO POR LA PURA
GRACIA DE DIOS PARA SER PADRE DE LA FE. "¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene que de qué glorificarse, pero no para con Dios." (Romanos 4:1,2)