humano, el profesional de la salud posee necesidades básicas para cumplir con sus patrones de calidad y debe tener mas condiciones apropiadas de vida digna que le permitan realizar su labor al tiempo que su motivación en su relación personal con otros se incremente. Debe aunar su deseo de ejercer la profesión con excelencia, lo que demanda actualización permanente, tiempo de dedicación oportuna a nuevas técnicas, adquirir experiencias , todo lo anterior incide en la relación con el paciente. Como pilar de esa relación emerge el respeto a la autonomía, relacionada con la aceptación de dictámenes, estudios diagnósticos y tratamiento. Los pacientes tienen que ser apreciados por el equipo de profesionales y respetados por las decisiones que tomen ,tanto si poseen una integridad mental como si no la poseen, porque la han delegado a familiares o abogados. Puesto que en muchas circunstancias, la familia del enfermo, desea estar al tanto de la situación clínica del mismo, el paciente por si mismo posee el derecho a la comunicación que sea pertinente respecto a su estado y pronóstico. Sin duda el personal de salud debe tener en cuenta los valores de cada paciente, su situación familiar afectiva, su espiritualidad ligada no a aspectos religiosos, su enfrentamiento a situaciones similares en el pasado, su trayectoria dentro de la comunidad, su deseo de vivir, es decir, para entender al paciente. Para apreciar este punto en su justo contexto, se requiere de una gran dosis de sensibilidad social, de una gran tolerancia al deseo que pacientes y familiares temen de imponer ciertos patrones de acción. La tendencia actual, indica que es el paciente quien deberá dirigir su tratamiento, es el enfermo quien debe orientar su manejo, puesto que es él quien constituye la razón de ser de la institución. Hay que tener en cuenta que lo universal es la vida humana pero lo particular es la vida propia de cada individuo y las condiciones en que esta se desarrolla. El respeto de la vida humana comienza precisamente por la puesta en claro de las condiciones específicas, gracias a las cuales se establecen espacios reales que contribuyen positivamente a que la vida de los seres humanos se haga posible y cada vez con mayor dignidad. La vida del ser humano se desarrolla hasta el último momento en las relaciones interpersonales. Son ellas las que le proporcionan el sentido de pertinencia, si bien el sufrimiento humano puede ser interpretado como parte del dolor físico, el sufrimiento afecta todas las esferas del ser humano, no solamente las físicas. Es decir que la persona puede sufrir ante ese corte que la enfermedad impone con relación al futuro y por ende a los planes que la persona. Tiene con relación a su hogar, a su vida efectiva, critica; trascendental, espiritual, religiosa, económica y política y paralelamente por el detrimento que sufran sus habilidades técnicas o artísticas por la enfermedad. Para sentir dolor, se requiere de conexiones nerviosas intactas entre los órganos periféricos y el sistema nervioso central, específicamente la corteza ella es la que regula en ultima instancia el sufrimiento de la persona con relación a una enfermedad determinada. Es razonable acercarse al enfermo tratando de conocer con exactitud las razones por las cuales la enfermedad le puede hacer sufrir en estas esferas y de paso para darle los potenciales motivos por los que dentro del curso de la misma y de su tratamiento, es probable que se agreguen otros motivos de sufrimiento. Deshumanización: Se puede hablar de deshumanización, cuando en cualquiera de los momentos de vedad que requiriendo o deseando acceder a determinado servicio de atención en salud encuentra o puede sentir que está siendo objeto de un trato inapropiado, discriminatorio, indigno, humillante o incluso denigrante. La deshumanización de la atención se limita a dos aspectos: 1. Depende directamente de esa interacción humana entre paciente y medico durante el encuentro clínico. 2. Independiente de los dos, considerando algunas situaciones que se viven dentro de cualquier modelo de prestación de servicios de salud, para ofrecer soluciones prácticas. Encuentro clínico: En aquellas situaciones que puedan presentarse, durante ese momento de verdad que constituye el encuentro clínico, en este momento, tanto el medico como el paciente deben establecer un dialogo apropiado dentro del cual existe claridad sobre potenciales aspectos que pueden inferir en la relación que entre dos seres humanos se lleva acabo con una sola perspectiva: Permitir la restauración de la salud del enfermo así afectado. El que diga que la falta de tiempo incide en la prestación del servicio de salud, puede ser importante. Sin embargo también es claro que la percepción del enfermo con relación al medico en esos minutos no depende del tiempo estrictamente, depende del tono de voz, de la dirección, de la mirada, de breves preguntas de contenido social, familiar o amistoso, del poder que el médico le otorga cuando le pide una opinión o cuando solicite su consentimiento, de la forma como se le pregunta, como se le explican los conceptos que la enfermedad le merece al medico, las potenciales complicaciones de la enfermedad o del tratamiento. Por otro lado, los avances de la ciencia médica y la biotecnología que han permitido controlar enfermedades antes mortales, prolongar significativamente la expectativa de vida y convertir muchas de las enfermedades terminales en crónicas, han comprometido nuestra capacidad para comprender la muerte como inevitable y natural y la han convertido en reto en un enemigo contra el cual se debe luchar a cualquier costo, físico, emocional, económico y aún a costa del mismo ser humano y su dignidad. La enfermedad y la muerte considerados como un fracaso y una derrota de la ciencia y del profesional de la medicina, han conducido a nuestra sociedad a instrumentar? A manipular?. La muerte y la practica es un encarnizamiento terapéutico, que desintegra al paciente en su unidad bio-psicosocial y espiritual, lo reducen a un organismo al que hay que mantener funcionando y que se limita a cuidar un cuerpo, mientras propiciamos la muerte social y psicológica de las personas, ignorando su identidad y su dignidad humana. La calidad de vida, significa la calidad de la existencia de los seres humanos concretos y reales y en las condiciones específicas en las que existen. Si bien la calidad de vida y el morir con dignidad son conceptos subjetivos muy personales y dinámicos que se modifican permanentemente según las condiciones cambiantes que imponen el progreso de la enfermedad, debe buscarse una aproximación de termino calidad. Debemos resaltar que el enfermo es una persona que vive hasta el final de sus días, es alguien que vive intensamente, su etapa final es de una gran vitalidad afectiva y espiritual en la cual el paciente debe afrontar la mayor de las crisis de su vida a sí como lograr la culminación de su ser. Es una etapa de mucho sufrimiento, pero para muchos pacientes este momento es importante para revisar su vida, ponerse en paz con uno mismo, reparar sus relaciones, cumplir algunos de sus anhelos concretar su sentido de trascendencia y afianzar su espiritualidad. Para que el paciente pueda cumplir con sus propósitos y desarrollar sus compromisos vitales, debe ser asistido integralmente, incrementar al máximo su potencial, permitirle conservar su independencia, respetar su autonomía y responder a sus necesidades como personas y a las necesidades especiales que les impone la enfermedad y la muerte. La ciencia, la tecnología, los conocimientos, las habilidades del personal de salud, se centran en el alivio de los síntomas y el sufrimiento producido por la enfermedad, en conservar al máximo el potencial del enfermo y buscar básicamente. * Incrementar al máximo el potencial de cada paciente en forma individual y dentro de la familia. *Estimular la mejoría y el saneamiento de las relaciones del paciente. *Incrementar la comunicación. *Controlar el dolor y los síntomas que acompañan la enfermedad. *Proporcionar soporte familiar. Gran parte del sufrimiento del paciente puede ser aliviado, el dolor y otros síntomas son quizás el aspecto que mas deteriora la calidad de vida del paciente y su dignidad, mientras el paciente no sea aliviado difícilmente podrá mantener sus funciones intelectuales y podrá desarrollarse en sus aspecto emocionales y espirituales, no podrá cumplir con las últimas tareas de su vida y solo deseará la muerte. El sufrimiento inútil impide vivir al paciente y lo lleva a la desesperación con riesgo, inclusive de perder fortaleza espiritual. Es necesario responder a las necesidades del paciente de conservar su conciencia, su autodominio y autonomía y no caer en la sumisión absoluta, voluntad y dominio. La información confiable y veraz es indispensable, es la base para que el paciente Pueda tomar sus propias decisiones, es respetar su necesidad de confianza en quienes le rodean, especialmente del médico en quien el paciente ha depositado su cuerpo y su vida, un paciente engañado no puede colaborar en el cuidado de si mismo ni responder responsablemente, es obligación del médico, ser cauto, prudente y respetuoso y establecer un dialogo confiado, que le permita obtener la información que requiere, debe ser informado hostamente y consultado respecto a las acciones a seguir, se trata de su vida, de su cuerpo, de su tolerancia hacia el sufrimiento de sus recursos psicológicos y espirituales. La vida del ser humano se desarrolla hasta el último momento en las relaciones interpersonales, son ellas las que le proporcionan el sentido de pertinencia de ser amado, de protección, de seguridad, son las que le permiten aliviar su ansiedad, por lo tanto el paciente debe: -Ser asistido emocionalmente, recibir alivio de sus temores y ansiedad, ayudarle a manejar los sentimientos intensos que acompañan la proximidad de la muerte.
-Permitirle estar en contacto humano
significativo.
-Permanecer en una ambiente familiar,
confiable y seguro que permita mantener un sentido de identidad y de pertenencia -Mantener sus pertenencias preferidas. -Respetar sus rutinas hábitos, sus horarios, costumbres y permitirle elegir. -Ser ayudado a sanar y reparar sus relaciones con los seres significativos. Permitirle terminar sus asuntos pendientes y poner en orden el futuro de sus seres queridos. -Favorecer la reivindicación de su vida, alimentarse de su pasado e identificar lo que deja a los demás. -Favorecer las despedidas reales o simbólicas. -Proporcionarle asistencia espiritual. -Respetar el momento de su muerte, no solicitarle esfuerzos que ya no puede o no quiere hacer, darle permiso de dejar de luchar, de morir en paz. Tanto en la vida como en el momento de morir, el paciente no debe ser obligado a aceptar prácticas religiosas que le son ajeas, al paciente se le debe permitir sin restricciones, acceder a las ayudas espirituales que necesite. El paciente es único tanto en la vida como en el proceso de morir, su proceso de enfermar, su personalidad, sus relaciones familiares, sus temores y necesidades hacen de él una experiencia única e irrepetible. El cuidado debe ser personalizado e integral, el profesional de la salud, debe asistir al paciente a pesar de sus dificultades personales, debe aprender a convivir y conciliar con el equipo de salud, debe tener una disponibilidad que permita responder a las necesidades físicas y emocionales del paciente, los pacientes no solo requieren de profesionales sensibles y comprensivos, sino altamente especializados y con una formación ética especial.