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LOS SENTIDOS

LA VISTA

EL SENTIDO DE LA VISTA: Es
uno de los sentidos más
evolucionados. Nos permite captar
e interpretar información visual
sobre luz, color, forma, distancia,
posición o movimiento. Su órgano
receptor es el globo ocular (ojo) y
se encuentra alojado en las
cavidades orbitarias.
El ojo humano, en concreto, mide 2,54 cm de ancho y 2,3 cm de alto, y a pesar de su
tamaño reducido, cuenta con diversas partes con funciones muy concretas.

La primera capa es la esclerótica y


tiene como función mantener la
forma del ojo junto con la córnea,
que es por donde pasa la luz para
llegar al ojo.

La segunda capa es la coroides,


donde se encuentran los vasos
sanguíneos. A su vez, esta capa se
divide en dos partes: el cuerpo
ciliar y el iris. El cuerpo ciliar es
un área muscular unida al
cristalino, cuya función es contraer
y relajar los músculos para enfocar
la vista
El iris es la parte de color del ojo.
El iris se encuentra alrededor de
la pupila, y se ajusta dependiente
de la luz de ambiente. El iris a su
vez está formado por dos
músculos que son el dilatador y
el esfínter. El dilatador hace que
el iris sea más pequeño, de
manera que la pupila será más
grande ya que deja entrar más
luz, por el contrario, el esfínter
hace lo contrario que el dilatador,
deja entrar menos luz, de manera
que hace que el iris sea más
grande y la pupila mas pequeña.
La capa central es la retina. Esta contiene
células denominadas bastones que
permiten ver cuando hay poca luz, y
los conos que hace que podamos ver en
color y con más detalle.
Por último, y detrás del ojo, podemos En el interior del globo ocular hay dos
encontrar el nervio óptico, que envía secciones que contienen unos líquidos
señales eléctricas al cerebro. llamados humor vítreo y humor acuoso
EL OLFATO
El olfato se trata de un sentido
puramente químico, que reside en el
techo de nuestras fosas nasales, justo
entre nuestros ojos. El ser humano
puede diferenciar entre más de 10.000
olores diferentes.
El olfato nos aporta distintas funciones,
como son la de poder percibir alimentos
en mal estado, su calidad nutritiva,
reconocer la humedad y el humo en
nuestro medio ambiente, reconocer un
territorio, el hecho de poder recordar a
personas, momentos o lugares y hasta
nos ayuda, sin saberlo, a elegir a nuestra
pareja.
La mucosa olfatoria era llamada antiguamente como
la pituitaria El epitelio olfativo, que reside en la parte
más elevada de nuestro hueso etmoides, recoge las
partículas aromáticas que entran en nuestra fosa nasal,
tanto a través de las narinas (orificios nasales), como de
las coanas (orificios posteriores que comunican con la
faringe)

Se estima que disponemos entre 20 y


30 millones de células olfativas y se
sabe al día de hoy, que tienen
capacidad regenerativa.
El sistema de turbulencias que produce el aire
dentro de las fosas nasales, es capaz de
calentarlo y humedecerlo, elevando las
partículas odoríferas a la zona olfativa.

Para este fin, es necesario que las fosas nasales


posean una anatomía en buen estado y una
humedad de la mucosa en buenas condiciones.
Las partículas olorosas tienen que llegar al
techo de las fosas nasales y tienen que ser
solubles en agua para poder integrarse en el
moco transparente que envuelve nuestra nariz.
Los alimentos y bebidas frias huelen mucho
menos por su menor capacidad de evaporación.
Una vez que las partículas llegan a nuestra
primera neurona olfativa, el estímulo químico
se transforma en un estímulo eléctrico,
conducido por los axones hasta el bulbo
olfatorio. Los axones han atravesado la lámina
cribosa, una estructura micro perforada, que
comunica nuestra nariz con el cerebro.

Los axones terminan en unas estructuras


llamadas glomérulos olfatorios, responsables
de la amplificación de la señal eléctrica.
Desde los glomérulos olfatorios, la
información es conducida hasta el sistema
límbico, el hipotálamo y hasta la corteza
cerebral, tanto temporal como frontal.
El nervio olfatorio es nuestro primer par
craneal, de los doce que consta nuestro
cuerpo humano.

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