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Universidad de San Carlos

de Guatemala
CUNPROGRESO

DERECHO CIVIL IV

M. A. ROBERTO GALINDO CATALÁN


Repasando…
Acto Jurídico Hecho Jurídico
Definición Es la manifestación de voluntad para crear relaciones de tipo legal, a Es un acto que genera consecuencias jurídicas.
través de la creación, modificación o extinción de un derecho.

Tipos  Positivos y negativos.  Natural.


 Unilaterales y bilaterales.  Humano.
 Entre vivos o de última voluntad.  Simples.
 Onerosos y gratuitos.  Complejos.
 Formales y no formales.  Positivos.
 Principales y accesorios.  Negativos.
 Patrimoniales y extra patrimoniales.  Simultáneos.
 Sucesivos.

Ejemplo  Contratos.  Desastres naturales.


 Matrimonios civiles.  Un choque de auto.
 Adopciones.  Robo.
 Incumplimiento de pago.
Nociones generales del negocio jurídico
contractual
1. Definición del contrato civil: es el negocio jurídico por excelencia, es decir, el contrato es el
negocio jurídico por antonomasia.
El artículo 1517 del Código Civil expresa: Hay contrato cuando dos o más personas convienen en crear,
modificar o extinguir una obligación.
Podemos deducir de este concepto legislativo dos notas características:
a) En el contrato hay siempre un consentimiento común de dos o más personas, el contrato existe desde que
varias personas consienten;
b) El contrato tiene siempre como consecuencia la creación de una obligación que tiene fuerza ley entre las
partes contratantes.
La vasta regulación del contrato se articula, en el Código Civil en el libro V, en dos series de normas: una primera
serie contempla los contratos en general (arts. 1251-1318 y arts. 1517-1628); una segunda serie regula por el
contrario, “los contratos en particular”, o sea aquellos contratos, que tienen en el código Civil o en otras leyes,
una disciplina particular, específica de aquellos determinados tipos de contratos (compraventa, arrendamiento,
mandato, donación, entre otros).

Esta segunda serie de normas se ubican en el libro V segunda parte del Código Civil, a continuación de las
normas sobre los contratos en general (arts. 1674 al 2169)
Autonomía de la voluntad

López y López, afirma que, el significado institucional esencial del contrato consiste “en ser un acto de
autonomía, por tanto un acto de autorregulación de los intereses de los particulares”; es decir autonomía
privada contractual es igual a autolegislación o autodisciplina de los propios intereses, cuyas referencias
constitucionales también son sabidas, en este sentido los artículo 39 y 43 de la Constitución Política de
la república de Guatemala, lo que supone necesariamente, la libertad de iniciativa privada en el campo
económico y la libertad de los individuos para constituirse en agentes económicos.
Entonces, la autonomía de la voluntad, en efecto es la posibilidad de dos o más personas de quedar
jurídicamente obligadas por su propia iniciativa, significa el reconocimiento del poder creador de la
autonomía de la voluntad.

La autonomía de la voluntad, es el poder de dictarse uno a sí mismo la ley o precepto, el poder de


gobernarse a sí mismo. La autonomía de la voluntad es interpretada como la libertad de crear,
modificar o extinguir relaciones contractuales, estipular o pactar sin más límites que los fijados por la
ley.

El contrato reposa casi exclusivamente* en el sacrosanto principio de la autonomía de la voluntad,


elevado a rango de fuente creadora de reglas jurídicas.

*ver artículos 1271 C. C.


Elementos del negocio jurídico

1. Consentimiento: Es un concepto jurídico que hace referencia a la exteriorización de la voluntad entre


dos o varias personas para aceptar derechos y obligaciones. Es un elemento necesario para que se
puedan celebrar un Negocio Jurídico y para que ésta sea la base del Negocio Jurídico es debe cumplir
con algunos parámetros: a) La persona debe actuar de manera racional y consciente, con la capacidad
que exige la ley; b) No debe existir ninguna clase de vicio; c) Debe manifestarse, exteriorizarse; y, c)
La manifestación debe concordar con la voluntad interna.
2. Voluntad: es la capacidad de los seres humanos que les mueve a hacer cosas de manera intencionada.
Es la capacidad de decidir propia de un ser dotado de inteligencia y capaz de autodeterminarse a sí
mismo desde ideas. Es el deseo y ánimo de hacer algo. Ej. De realizar una compraventa.
3. Capacidad: El código civil en su artículo 1254, estipula que: “Toda persona es legalmente capaz para
hacer declaración de voluntad en un negocio jurídico, salvo a quienes la ley declare específicamente
incapaces”
4. Objeto lícito: El Código Civil afirma que pueden ser objeto de contrato todas las cosas que
no están fuera del comercio de los hombres. El objeto del contrato es equivalente a la
prestación, pues por un lado, es el elemento corpóreo, la sustancia, la cosa, lo material e ir el
otro, es la conducta que en un momento determinado se exige al obligado y esa conducta
siempre será de un dar, un hacer o un no hacer. (art 1319 cc).
Ineficacia del negocio jurídico

A. Antecedentes…
B. NULIDAD ABSOLUTA DEL CONTRATO: es la sanción más fuerte que se puede imponer al
contrato, en cuanto que supone que este ab initio no produce ningún efecto que le es propio, sin
necesidad de una declaración judicial en ese sentido.
En efecto, la nulidad supone la privación de efectos desde un principio a los actos jurídicos.
Ello puede deberse a la falta de sus elementos esenciales del contrato (capacidad
contractual, consentimiento, causa y objeto, a lo que habría que añadirse la falta de forma
cuando es un requisito ad substantiam), que es lo que en ocasiones se examina desde le perfil
de la ineficacia, como la violación de un mandato o prohibición legal.
La nulidad es un defecto estructural del contrato, porque deriva de una irregularidad en su
formación. Es también una ineficacia radical o automática en el sentido que se produce ipso
jure y sin necesidad de que se ejercite ninguna acción por parte de los interesados, estando
incluso el juez facultado para declararla de oficio. Ver Art. 1301 CC
Por ello decimos que la nulidad, es en esencia, una sanción que impone el ordenamiento a
una apariencia de contrato que no reúne las condiciones de validez necesarias que la ley
exige para su perfección.
Ej. Ver arts. 1577, 1687, 1729, 1862, 2122, 2175 CC
B.1 Caracteres:
a) No precisa declaración judicial, ni una previa impugnación del contrato, ya que opera
ipso jure.

b) Cuando, de hecho, haya surgido cierta apariencia negocial, podrá ser útil y aún
prácticamente necesario, ante la resistencia de quien sostenga la validez, solicitar la
intervención judicial. Estará legitimado para ello cualquier interesado, haya sido o no
parte del contrato, y aun el causante de la nulidad. Incluso podrá apreciarse de oficio por
los tribunales en ciertos casos. La sentencia será meramente declarativa.
c) El contrato nulo, no produce efecto alguno. Por ello mismo las atribuciones patrimoniales
eventuales realizadas de acuerdo con un contrato nulo deben deshacerse, volviendo las cosas a
la situación que tendrían, si el contrato nunca se hubiere celebrado.

d) La nulidad es definitiva. El paso del tiempo no la sana; es decir la acción para hacerla valer
puede ejercitarse en cualquier tiempo, sin que prescriba ni caduque.
B.2 Causas de nulidad:

B.2.1 Cuando falta alguno de los elementos constitutivos o requisitos esenciales del contrato:
capacidad contractual, consentimiento que no adolezca de vicio y objeto lícito (arts. 1251 y
1301) Y por inobservancia de la forma cuando lo exige la ley
B.2.2 En situación de cotitularidad: en los actos de disposición al faltar el consentimiento
unánime de los copartícipes.

B.2.3 La ilicitud de alguno de los elementos del contrato: como el objeto, arts. 1251, 1539,
1568, 2158, 2163; la causa, arts. 1616, 2148, 2124 del código civil.

B.2.4 La vulneración de los límites que los artículos 1271 al 1301 imponen a la autonomía de
la voluntad: La ley, entendida como norma imperativa, el orden público y la moral. Es decir,
su ineficacia es intrínseca al propio contrato, y ello porque el contrato va contra lo dispuesto
en la ley.
La anulabilidad o nulidad relativa

La anulabilidad, es un supuesto de invalidez de mucha menor gravedad que la nulidad. Por tanto, en
principio su régimen jurídico se separa notoriamente del propio de la nulidad que desarrollamos
anteriormente.
La anulabilidad o nulidad relativa, es un tipo de ineficacia contractual que depende del ejercicio de la
acción correspondiente por la persona legitimada para ello, produciendo hasta entonces el contrato sus
efectos típicos o normales.
En consecuencia, el contrato anulable tiene eficacia hasta que el interesado obtenga la sentencia de
anulación. Ello significa que se trata de un contrato provisionalmente válido, pero cuya anulabilidad
está pendiente de la voluntad del titular del derecho a impugnarlo.
En todo caso, y sin poner en duda su plena eficacia provisional, nótese que se trata siempre de un
negocio viciado ab origine: vicio de origen que como factum histórico no es borrado ni por la
caducidad de la acción de impugnación ni por la confirmación que eventualmente sobrevengan. Es más
bien en el plano de la eficacia en el que debe hablarse de su carácter claudicante o amenazado.
Amenazado por la posibilidad de que se ejercite la acción de impugnación, que nace precisamente de la
naturaleza viciada del negocio.
El artículo 1303 del código civil establece: “el negocio jurídico es anulable:
1º. Por incapacidad relativa de las partes o de una de ellas;
2º. Por vicios del consentimiento.
Podemos observar que este precepto no indica de forma expresa cuándo hay “nulidad
relativa”, como lo hizo con la nulidad absoluta el artículo 1301. simplemente ésta se despende
de la naturaleza del acto anulable.
Caracteres

a) Se trata de un contrato que está en una situación indecisa y transitoria, cuya validez
depende de que quien está legitimado pida la anulación.

b) Tiene su origen en defectos estructurales del contrato, que podemos considerar de menor
entidad desde le punto de vista de los intereses generales, art. 1303 del código civil, es
decir, la anulabilidad se traduce en una imperfección menos trascendente que la nulidad
propiamente dicha.
c) El contrato anulable, produce todos sus efectos hasta que no sea declarada dicha nulidad, se dice
entonces, que tiene eficacia claudicante o provisional, en el sentido de que los efectos cesarán y se tendrá
por no existentes ab initio si la nulidad relativa se declara judicialmente, art. 1309 del código civil.
d) Se concibe esta nulidad para la protección o tutela legal de denominados intereses concretos y
determinados, cuyos titulares son los únicos facultados para el ejercicio de la acción, que son como
vemos, el que padece la incapacidad relativa (limitación de la capacidad de obrar), el error, dolo,
simulación relativa, el que sufre la intimidación. Arts. 1255, 1257, 1303, 1310 C. C. un ejemplo de esto lo
constituye los contratos usurarios regulados en el artículo 1542 del CC.
e) El contrato anulable puede ser revalidable por confirmación art. 1304 CC

f) A diferencia de la acción para demandar la nulidad absoluta, que no tiene límite de tiempo,
la anulabilidad sí tiene períodos específicos, que es de dos años contados des el día en que se
contrajo la obligación, salvo los casos en que la ley fije términos distintos, art. 1312 y 1313
CC.
La seguridad jurídica exige que la situación claudicante del contrato anulable, y en particular
de los desplazamientos patrimoniales efectivamente producido en su cumplimiento, no dure
indefinidamente, sino que a la posibilidad de hacer valer la causa de anulación se le señale
plazo relativamente breve de ejercicio.
En ese contexto, el numeral 7 párrafo fina (libro V) de la exposición de motivos del Código
Civil afirma: “esta acción de anulabilidad no puede ejercerla más que la parte cuyo
consentimiento está viciado o quien resultare directamente perjudicado, pues tan sólo tiende a
proteger intereses particulares. También queda borrado el vicio por el transcurso del tiempo,
pues si dentro de dos años contados desde el día en que se contrajo la obligación, no se
ejercita la acción de nulidad el acto queda confirmado por prescripción”
Causa de anulabilidad

Partimos de la base de un contrato inicialmente válido, pero que a petición de las partes puede
convertirse en ineficaz, cuando concurran las causas a que se refieren los artículos 1257 y
1303 del código civil, cuando afirman que por incapacidad relativa de las partes o de una de
ellas y por vicios del consentimiento los contratos pueden ser anulados. Los vicios del
consentimiento pueden ser el error, el dolo, la violencia, la intimidación
a) Los vicios de la voluntad, fundamentalmente, el error, la violencia, la intimidación y el
dolo, el error en los motivos comunes a las partes, siempre que reúnan los requisitos
exigidos legalmente, que hemos tenido ocasión de estudiar.

b) Los contratos celebrados por menores e incapaces (defectos de capacidad o falta de


autorización judicial)
En resumen, la anulabilidad deriva de la falta de plena capacidad de obrar, o de la
existencia de vicios de la voluntad, vendría a constituir una ineficacia provocada,
sobrevenida y estructural
Diferencias entre la nulidad y la anulabilidad

a) La diferencia entre nulidad y anulabilidad no puede rastrearse con base en los efecto
positivos del ejercicio de la correspondiente acción, sino resaltando las consecuencias de
la falta de ejercicio de la acción.
en efecto, la falta de ejercicio de la anulabilidad (supongamos, por transcurso del plazo de
caducidad) conlleva, por el contrario, que la pervivencia fáctica del contrato anulable se asume
por el ordenamiento jurídico, que lo convalida (lo hace válido), por considerar que las causas
de anulabilidad no atentan contra el orden público contractual, sino contra los intereses de un
particular (el contratante que sufrió el error, el dolo…). Por tanto, si el contratante no procura
su propia indemnidad ejercitando la acción anulatoria del contrato, el principio de seguridad
jurídica comportará la sanación de la causa de anulabilidad.
Mientras que en la nulidad, se predica un contrato nulo desde su origen y de forma
automática, por lo que no puede hablarse en ningún momento de producción de efectos
jurídicos. En efecto, la nulidad se produce automáticamente por la misma fuerza de la norma y
sin necesidad que exista una previa declaración judicial.
b) La legitimidad activa, difiere en ambas instituciones. Mientras que en la nulidad absoluta
la legitimación activa para el ejercicio de la acción es muy amplia (se reconoce a favor de los
que celebraron el contrato, sucesores y terceros interesados en que se declare la nulidad), en la
anulabilidad únicamente están legitimadas activamente para el ejercicio de la acción las
partes contratantes, esto es, los obligados principal o subsidiariamente, en virtud de ellos.
c) Las causas o supuestos que originan cada una son distintas.

d) Los plazos en que puede hacerse valer son diferentes. Por una parte la nulidad es
imprescriptible y la anulabilidad tiene plazos específicos para cada supuesto (art. 1312, 1313
CC)
e) La posibilidad de subsanación únicamente es aplicable a la anulabilidad y no a la nulidad
(art. 1304 cc). En definitiva las causas de anulabilidad son disponibles para las partes (Juan
puede válidamente y conforme con derecho renunciar al ejercicio de la anulabilidad y e el
único legitimado) y, por tanto, sanables. Las causas de nulidad, por el contrario son de derecho
necesario y de carácter absolutamente indispensables, por atentar contra el orden público
contractual.
f) La posibilidad que el órgano jurisdiccional aprecia la nulidad es ex officio, sólo puede
acontecer en la nulidad absoluta, (en virtud que la acción de nulidad no es imprescindible
ejercitarla siempre, porque el vicio va insito en el mismo contrato) y no en la anulabilidad.
Efecto de la nulidad y anulabilidad

1. La ineficacia contractual:
el principal efecto, que podemos considerar típico, de estas dos figuras es que el
contrato no produce ninguna consecuencia que le es propia; lo que en la nulidad ipso jure y
desde el principio, y en la anulabilidad a instancias de parte y una vez que es decretada por la
autoridad judicial por medio de una sentencia declarativa de nulidad del contrato. Las partes
no están vinculadas, ni se puede derivar ninguna protección dirigida al cumplimiento de la
obligación.
2.El efecto recuperatorio:
El artículo 1314 del Código Civil dispone: “las partes deben restituirse
recíprocamente lo que han recibido o percibido como consecuencia del negocio anulado”. El
artículo 1315 regula “en los casos en que ambas partes han percibido frutos, productos o
intereses, será compensables hasta la fecha de la notificación de la demanda de nulidad, y
desde esa fecha serán restituibles”
La devolución ha de ser in natura o en forma específica, si a una de las partes le
fuere imposible la restitución de la cosa, según el artículo 1317 del Código Civil, la restitución
de la cosa, se cumplirá entregando otra de igual especie, calidad y valor, o devolviendo el
precio que tenía al momento de la celebración del contrato.
La rescisión

Doctrinariamente, se le conoce como una ineficacia funcional, que trata de impedir que un
contrato regularmente formado contribuya a obtener un resultado contrario a derecho, por estar
realizado de manera que puede resultar en un resultado (sic) lesivo, evitándose mediante el
ejercicio de ésta acción las consecuencias injustas que se pueden producir en el ámbito
patrimonial del ejercitante.
El artículo 1579 del código civil regula: “los contratos válidamente celebrados, pendientes de
cumplimiento, pueden rescindirse por mutuo consentimiento o por declaración judicial en los
casos que establece este código”.
Claramente, por tanto, la rescisión supone la invalidez, operando tan solo sobre la eficacia del
contrato, a la que se destruirá o reducirá en atención a las particulares circunstancias
concurrentes.
La rescisión se distingue, legal y teóricamente, con facilidad de las nulidad y de la
anulabilidad del contrato: la rescisión propone un contrato inicialmente válido, mientras que
la nulidad y la anulabilidad implican la invalidez inicial del contrato a que estén referidas.
Caracteres: las principales características de la rescisión son:
a) Su principal nota característica es, la existencia de un perjuicio y su finalidad es la
reparación de tal perjuicio causado. Esto significa que su principal función es la de
reparar intereses que pueden resultar lesionados dentro de la relación negocial porque se
viole un principio sustancial de justicia real o equidad.
b) Los contratos que pueden ser rescindidos están formados regularmente, no adolecen de
un defecto o vicio, pero sus efectos pueden dañar concretos intereses estimados por el
legislador. Se diferencia pues, de la nulidad o la anulabilidad, en que éstas se basan en
defectos estructurales del contrato.
c) El contrato así celebrado es inicialmente eficaz hasta que no sea rescindido, para lo que requiere el
ejercicio de la acción correspondiente por los legitimados para ello. Esto significa que la rescisión no
ocurre por causas originarias, sino que sobreviene a la celebración del contrato.

d) En ausencia de un plazo específico, se fija el legal de un año, a partir de la fecha de la celebración del
contrato, según el artículo 1585 del código civil que indica “la acción para pedir la rescisión dura un año,
contado desde la fecha de la celebración del contrato, salvo que la ley fije otro término en casos
especiales”
Clases de rescisión :
a) Voluntaria o consensual (mutuo disenso): Debe entenderse que los contratantes tienen la
posibilidad de celebrar un nuevo contrato encaminado a privar de efectos al contrato
inicialmente concluido. Pues bien, ese contrato que tiene por objetivo poner fin a una relación
obligatoria preexistente se conoce habitualmente con el nombre de mutuo disenso o rescisión
voluntaria. Se quiere expresar con ese término que los contratantes están de acuerdo en romper
el consenso inicialmente existente, es decir, están de acuerdo en disentir donde antes habían
consentido. Ver arts. 1579, 1584, 1578 y 1851 del código civil
b) Rescisión judicial: este tipo de rescisión constituye una forma de extinguirse los contratos,
de terminarse su eficacia, de manera unilateral y en virtud de una permisión legal, ante
determinadas circunstancias (por motivo de perjuicio económico o lesión patrimonial), que
prevé, faculta para ello, atribuyéndole una acción, al que por ellos sufrió un determinado
perjuicio económico que no tiene otra manera de neutralizar.
Supone esto, que la rescisión judicial se refiere a la extinción de los contratos válidamente
celebrados que pueden rescindirse en los casos establecidos en la ley, artículos 229 inciso 3º.
Del código procesal civil y mercantil; 1766, 1844, 1847, 1875, 1906, 1930, 1940, 2008, 2129
del código civil, pero que produciendo perjuicio a una de las partes o a un tercero, podrá ser
declarado ineficaz a petición del perjudicado.
c) Rescisión fortuita o forzosa: ésta se presenta, por la imposibilidad de cumplimiento debida
a caso fortuito: artículos 1768, inciso 4º., 1769, 1930 inciso 7º., del código civil.
Imposibilidad de cumplimiento por causas ajenas a la voluntad del obligado: artículos 1717
inciso 5º, 2019 del código civil
Resolución del contrato por incumplimiento

Es la facultad que se encuentra implícita en las relaciones recíprocas o sinalagmáticas de no


cumplir las obligaciones cuando la otra parte no ha cumplido con las que le incumbe, según lo
que se había pactado (configurándose así el incumplimiento como un paso previo para la
entrada en el juego de la resolución), liberándose de esta manera la parte que solicita la
resolución de cumplir con los efectos consignados que le competen, sin que ello le haga
incurrir en responsabilidad, al contrario, podrá pedírsela a quien incumplió primeramente.
El código civil admite la resolución como medio de extinción de las obligaciones y la califica
de “efecto de la condición resolutoria a que (el convenido) está sujeto”, así lo señala
literalmente la exposición de motivos del código civil en el numeral 42, párrafo 3º (libro V).

La condición resolutoria puede ser no sólo expresa, sino también tácita, pues como es sabido
en los contratos bilaterales si una de las partes no cumple, la otra puede pedir el cumplimiento
de lo convenido o la resolución del contrato.
A la luz de lo expuesto, el artículo 1278 del código civil regula: “la condición resolutoria
expresa, opera de pleno derecho” . Es decir resuelve (extingue) el contrato sin necesidad de
declaración judicial. Así lo reitera el artículo 1581 del mismo código: “la condición
resolutoria convenida por los contratantes deja sin efecto el contrato desde el momento en que
se realiza sin necesidad de declaración judicial”

La razón del precepto es clara, si uno de los contratantes no quiere o no puede cumplir, más
vale aceptar tal realidad y permitir al otro que dé por resuelto el contrato: reconocerle una
facultad resolutoria del contrato con base en el cumplimiento de la otra parte. Tan lógica es la
regla que el código civil entiende que debe considerarse implícita en la obligaciones
recíprocas.
Los casos de resolución contemplados en nuestro código civil son los estipulados en los
artículos: 1800, 1801, 1802, 1834, 1836, 1838, 1940,2128.
Características de la resolución:
a) Se trata de un instrumento exclusivo de las relaciones obligatorias sinalagmáticas .

b) De un medio de protección y defensa de una de las partes; su presupuesto es el


incumplimiento grave o imputable de la prestación debida.

c) Como regla general opera ex tunc, es decir, sus efectos se retrotraen al momento de la
celebración del contrato, lo que obliga a las partes a la restitución de las prestaciones debidas.
Requisitos de ejercicio de la facultad resolutoria:
a) Que el reclamante o demandante haya cumplido con su obligación o que acredite que se
encuentra en condiciones de hacerlo.
b) Que la otra parte no cumpla o no haya cumplido cuando le incumbe, aunque su
incumplimiento no sea total, sino parcial. En definitiva, se trata de que el incumplimiento
parcial o total haya frustrado de forma relevante las legítimas expectativas del
contratante que reclama la resolución.
c) Que se encuentren las parte ligadas por un contrato bilateral, eso es, por una relación
sinalagmática, en la que la prestación de una, tenga como causa la prestación de la otra.

d) Que la obligación cuyo incumplimiento fundamenta el ejercicio de la facultad resolutoria


sea exigible.

e) Que la frustración del contrato dimanante del incumplimiento sea patente o, al menos,
acreditable.
La revocación

Es una declaración de voluntad, acto jurídico unilateral por el que se deja sin efecto otro cuya
existencia o subsistencia depende de la misma voluntad.
La revocación deriva de la decisión del otorgante de privar de eficacia, eliminando en todo o
en parte, un contrato válidamente constituido (el revocado) mediante una nueva declaración de
voluntad (denominada revocatoria), consistente en nuevo contrato a su vez, o por sentencia
judicial, como consecuencia de que su naturaleza jurídica sea revocada
La doctrina sostiene que sólo puede hablarse de revocación en negocios jurídicos unilaterales
(testamentos) y aquellos que tengan causa gratuita (donación inter vivos y mortis causa). En
ambos casos, la ineficacia se produce por una declaración unilateral, que se cumplan los
presupuestos previstos legalmente para que el acto de revocar sea válido.
Clasificación:
1) La revocación unilateral: tiene por regla general, carácter extrajudicial. Consiste en la
facultad otorgada por la ley a un sujeto de derecho para retirar la autorización o entrega
de algo al otro contratante.
Casos de revocación unilateral en el código civil:
a) En el contrato de mandato, artículos 1699, 1704, 1717 inciso 3º., 1718, 1719, 1720
b) En el contrato de donación, artículos 1866, 1867, 1868, 1869, 1870, 1871, 1872, 1873.
c) En el contrato de comodato, artículo 1963
d) En el contrato de depósito, artículo 1974
2. La revocación judicial o revocación por fraude a acreedores ( acción pauliana): la
doctrina define la acción pauliana como la facultad que el ordenamiento jurídico concede
a todo acreedor para proceder por derecho propio a impugnar los actos válidamente
celebrados por el deudor que, por su carácter fraudulento, produzcan un perjuicio y éste
no pueda cobrar de otro modo lo que se le deba.
La acción pauliana, tiene como finalidad la reparación del perjuicio que causa al acreedor la
situación provocada por un acto del deudor que disminuye su patrimonio en forma tal que
resulta insuficiente para la íntegra satisfacción del crédito.
En la acción pauliana, intervienen al menos tres sujetos, el deudor, que realiza los actos de
disposición de sus bienes; el acreedor, perjudicado por los actos del deudor; el tercero, que
adquiere bienes o derechos del deudor. La acción se dirige por el acreedor contra el deudor y
el tercero para dejar sin efecto el acto realizado en la medida en que éste produce o puede
producir al acreedor un perjuicio.
La acción pauliana, está contenida en el artículo 1290 del código civil: “todo acreedor puede
pedir la revocación de los negocios celebrados por el deudor en perjuicio o fraude de sus
derechos. Solo los acreedores cuyos créditos sean anteriores al negocio impugnado, pueden
ejercitar la acción revocatoria” . El carácter perjudicial y fraudulento del acto debe probarse
por el acreedor.

La acción revocatoria caduca en un año, contado desde la celebración del negocio o desde la
fecha en que se verificó el pago o que se hizo la renuncia del derecho, art. 1300 código civil.
Contratos preparatorios
Contrato de promesa

Citando al doctor Vladimir Osman Aguilar, La exposición de motivos del código civil
guatemalteco, indica: “se acepta que la promesa de celebrar un contrato futuro constituye un
contrato de promesa y puede referirse a cualquier contrato cuya naturaleza lo permita. Casi
todos los contratos, dice De Castro, citado por Castán pueden ser objeto de la promesa; y en
la práctica, los más corrientes son la venta, el arrendamiento, la constitución de derechos
reales, el compromiso y la constitución de sociedad (Castán, tomo IV, pág. 29)”
El contrato de promesa se refiere a un contrato preparatorio o precontrato, es decir, un contrato
perfecto en sí mismo, pero que no es la compraventa, sino aquel cuyo contenido obligatorio
consiste en celebrarse ex post, lo que se traduce en una adquisición preferente.

El artículo 1674 del código civil proclama: “se puede asumir por contrato la obligación de
celebrar un contrato futuro. La promesa de contrato debe otorgarse en la forma exigida por la
ley para el contrato que se promete celebrar”
Caracteres:
1. Se trata de un contrato preliminar o preparatorio: este contrato, tiene por finalidad la
celebración de un contrato futuro. Esto es, el objeto y fin del contrato de promesa. El artículo
1679 del código civil preceptúa: “la promesa bilateral de contrato obliga a ambas partes y les
da el derecho a exigir la celebración del contrato prometido de entero acuerdo con lo
estipulado”
2. Es un contrato formal: el artículo 1575 del código civil requiere que consten por escrito
los contratos que tengan un valor mayor de trescientos quetzales y que los contrato que deban
inscribirse o anotarse en los registros, cualquiera que sea su valor, deberán formalizarse en
escritura pública, según los artículos 1576 y 1577 de la misma norma.

El segundo párrafo del artículo 1674 del código civil orden aque: “La promesa de contrato
debe otorgarse en la forma exigida por la ley para el contrato que se promete celebrar”; y
además el artículo 1680, determina que cuando la promesa se refiere a la enajenación de
inmuebles o derechos reales sobre los mismo, el contrato debe inscribirse en el Registro de la
Propiedad, lo que guarda una estrecha relación con lo estipulado en la parte final de inciso 2º.
del artículo 1125 del mismo cuerpo legal.
3. La aceptación del contrato de promesa debe ser expresa: en efecto, el artículo 1678
establece: “la aceptación del optante debe ser expresa y no puede ceder a otro su derecho de
opción, sino estuviere expresamente facultado por el promitente”.
4. El plazo de contrato de promesa si trata de inmuebles no puede exceder de dos años, y
si se trata de otros bienes un año: nuestro código civil señala que el plazo del contrato de
promesa si se trata de bienes inmuebles o derechos reales sobre los mismos n puede exceder de
dos años y que si el objeto del contrato definitivos son otros bienes, el plazo no puede exceder
de un año (art. 1681). Bajo ningún punto de vista las partes pueden pactar plazos más
largos a los señalados.
5. En el contrato de promesa es frecuente fijar una cláusula de indemnización: por la
misma naturaleza de este contrato, en el tráfico jurídico es normal que se fije o pacte una
cláusula de indemnización, cláusula penal o pena convencional con el objeto de hacerla
efectiva en caso de incumplimiento de la obligación. También suele pactarse arras de
retractación.

El artículo 1685 del código civil dispone: “cuando en la promesa se conviene el pago de una
multa sin expresar que este pago es sin perjuicio del cumplimiento del contrato, pagada la
multa cesa la obligación de celebrar el contrato prometido”
Ver artículos: 1436, 1441, 1442 del código civil
Modalidades del contrato de promesa
De acuerdo a lo establecido en el artículo 1675 del código civil, el contrato de promesa puede ser bilateral o
unilateral, asignándole caracteres distintos a cada modalidad.

1. El contrato de promesa bilateral: es bilateral, si ambas partes se obligan recíprocamente (art. 1587 CC)
Respecto del contrato de promesa bilateral, la exposición de motivos de nuestro código civil enuncia: “siendo
la promesa un contrato perfecto, obliga a ambas partes cuando es bilateral, de manera que los contratantes
se obligan recíprocamente a la celebración del contrato futuro y cualquiera de ellos puede requerir al otro el
debido cumplimiento o la indemnización de daños y perjuicios.”
2. El contrato de promesa unilateral o la opción del contrato: de
acuerdo con la exposición de motivos del código civil, “la promesa unilateral, que es la
estipulación que una persona hace a favor de otra, sin que ésta contraiga ningún compromiso,
otorgándole la facultad de adquirir una cosa o un derecho, establece el contrato de opción,
aunque también puede constituirse la opción como pacto accesorio de otro contrato. La
aceptación del optante debe ser expresa y, por tratarse de un derecho personal, no se admite
la cesión, a no ser que la acepte el promitente.”
La opción del contrato es, a su vez, un convenio en virtud del cual una persona concede a otra
durante un tiempo determinado, la posibilidad de celebrar un contrato en le futuro,
recogiéndose los requisitos indispensables para su existencia, como serían, por ejemplo, la
cosa y el precio cuando se trate de un opción de compra. Ver artículo 1677 CC.
Diferencia entre la promesa y la opción:
A la luz de lo considerado, podemos afirmar que el contrato de promesa y la opción son
figuras distintas: la opción, es un contrato perfecto, en el que el beneficiario tiene la libertad
de exigir o no la producción de efectos, mientras que el concedente no puede exigir la
realización del contrato futuro. En la opción, la iniciativa corresponde siempre al beneficiario.
Efectos del contrato de promesa:
1. En caso de cumplimiento: el efecto del contrato de promesa es obligar a las partes a la
celebración del contrato definitivo, en virtud de ello, al celebrarse el contrato prometido, se
cumplen con las obligaciones acordadas en el contrato de promesa y, por ende, éste se agota y
deja de surtir efectos.
2. En el supuesto de incumplimiento del contrato: la exposición de motivos del código civil
nos indica: “vencido el plazo convencional o el legal de dos años, cualquiera de las partes
puede requerir el otorgamiento del contrato o demandar judicialmente al remiso, para que el
juez proceda, en su rebeldía, o el otorgamiento de la escritura en su caso, pero si la naturaleza
del contrato ofrecido no lo permite, o si el demandante lo prefiere, podrá pedir el pago de
daños y perjuicios.”
Es necesario puntualizar que si el optante o beneficiario le solicita al promitente el otorgamiento del
contrato prometido y éste incumple su obligación y se niega a celebrar el contrato prometido, el optante
puede:
a) En el caso de haber pactado la multa, exigirle el pago de daños y perjuicios derivados del
incumplimiento contractual;

b) Exigir la devolución de las arras;

c) Exigir el cumplimiento de la obligación, es decir, la celebración del contrato proyectado, por lo


tanto se debe acudir al órgano jurisdiccional competente en un procedimiento ejecutivo, el
otorgamiento del contrato prometido, como obligación especial de escriturar, de acuerdo a lo
establecido en el artículo 338 del código procesal civil y mercantil, más la multa contractual, si así
lo hubieren pactado.
La acción para demandar la obligación de escriturar, caduca en tres meses después del
vencimiento del plazo de la promesa, según lo regulado en el artículo 1684 del código civil.

Creemos que no proceden soluciones generales, sino que deberá atenderse en cada caso a
la intención de las partes, optando por la solución más justa, exigiendo el cumplimiento
de la obligación o la indemnización.
Contrato de Servicios*
Contrato de mandato

En la exposición de motivos del código civil se expresa: “la importancia que tiene este
contrato y la seguridad que debe prestar principalmente al mandate, obliga a sostener el
mismo sistema del código civil derogado, consistente en exigir que el poderdante mencione
expresamente las facultades que confiere a su mandatario, cuando se trate de actos de
disposición y que se otorgue en forma solemne, con las excepciones que establece el artículo
1687. y aún se exige poder especial y no simplemente cláusula especial para aquellos actos
personalísimos del mandante que deben quedar plenamente garantizados, con excepción del
testamento o la donación por causa de muerte, modificación o revocación de dichas
disposiciones”
El artículo 1686 del código civil establece: “por el mandato, una persona encomienda a otra
la realización de uno o más actos o negocios. El mandato puede otorgar con representación o
sin ella. En el mandato con representación, el mandatario obra en nombre del mandante y
los negocios que realice dentro de las facultades que se le hayan conferido, obligan
directamente al representado. En el mandato sin representación, el mandatario obra en
nombre propio, sin que los terceros tenga acción directa contra el mandante.”
Caracteres:
1. El mandato presenta la existencia de un encargo que una persona hace a otra: el
mandante otorga una gestión o encomienda al mandatario para que lo represente en un
contrato determinado, según lo pactado en el contrato. El fin y objeto del mandato lo
constituye la actuación futura del mandatario.

2. El mandatario actúa siempre por cuenta del mandante: esto es de acuerdo a las
estipulaciones contenida en el contrato de mandato. Por lo tanto, los efecto ya sean
económicos o jurídicos de los actos que el mandatario realiza, se refleja sobre el
patrimonio del mandante.
3. Se trata de un contrato que instaura una relación de confianza: ello significa que se
trata de un contrato intuitu personae, la confianza que existe entre las partes es carácter
esencial de este contrato. Derivado de esta característica las partes no pueden ceder sus
derechos derivados del mandato a terceros (el mandatario no puede sustituir el mandato,
si no tiene facultad especial) arts. 1702, y 1722 al 1725 del CC
4. El código civil lo configura naturalmente gratuito: el mandatario generalmente no
percibe retribución, salvo pacto en contrario. Solo será gratuito, si así se conviene por las
partes y el mandatario lo acepta expresamente. Art. 1689 CC

5. Es un contrato formal: el mandato es solemne, en virtud que requiere como requisito


esencial para su validez y eficacia, que se otorgue en escritura pública, según el artículo
1687 del código civil, de no cumplirse con este elemento esencial, se configura la
nulidad absoluta del mismo.
Otro requisito formal de cumplimiento obligatorio, es la inscripción del testimonio de este
contrato en el Registro de Poderes y Mandatos del Archivo General de Protocolos y, en su caso
en el Registro Mercantil. Arts. 1704 del CC; 189 de la LOJ; y 338 inciso 1 del CoCo.
Sin embargo, el artículo 1687 del CC contempla supuestos en los que permite que algunos
contratos de mandato pueden otorgase en una forma que no sea la escritura pública.
También es necesario mencionar otros supuestos contenidos en los artículos 67, 165, 427 del
CoCo; artículo 189 de la LOJ y el 323 del Código de Trabajo.
Aceptación del mandato:
Para la validez y eficacia del contrato de mandato es indispensable o esencial contra con la
aceptación del mandatario. Toda vez, que no queda vinculado ante su mandato, si no acepta el
mismo.
La aceptación del mandatario puede constar expresamente en el propio documento en que se
otorga el mandato o en un documento posterior, aun puede ser tácita, de acuerdo a lo regulado
en los artículos 1252 y 1687 del CC. La aceptación tácita, resulta del ejercicio del mismo o de
la realización del mandatario de los actos objeto del mandato.
Clases de mandatos:
1. Mandato general:
comprende indiferenciadamente todos los asuntos del mandante, art. 1690 CC “el mandato es
general o especial. El general comprende todos los negocios del poderdante…” por
consiguiente, el mandato general se otorga a fin de que el mandatario atienda todos los
negocios del poderdante y autoriza al mandatario para la administración de los bienes del
mandante.
2. Mandato especial:
Comprende solamente las representación de unos asuntos determinados. Art. 1690 CC “el
mandato general o especial (…) y el especial se contra a uno o más asuntos determinados.”
En este mandato, es el mandante quien en ejercicio de su autonomía de la voluntad otorga y
determina las facultades que le otorga al mandatario en relación al asunto que le encarga. Arts.
85, 1692, 1860 CC
Un supuesto distinto al mandato general, especial, son las cláusulas o facultades especiales
que, según el código civil y la ley del Organismo Judicial, necesita el mandatario general o
especial o el mandatario judicial, para ejecutar determinados actos. En estas cláusulas
especiales, nuestra normativa persigue que en el contrato de mandato, ya sea general, especial,
se alude concretamente determinados actos, a efecto de que se faculte al mandatario para
realizarlos en nombre o representación del mandatario. Es fundamental que el mandante
otorgue expresamente estas facultades a su mandatario para la validez y eficacia del contrato a
celebrar.
Según el artículo 1693 del Código Civil, el mandatario necesita cláusula especial para
enajenar, hipotecar, afianzar, transigir, gravar o disponer de cualquier otro modo de la
propiedad del mandante y para otros actos que la ley requiera.
Otros supuestos o catos en que el código civil exige cláusula especial, se encuentra en los
artículos 29, 1384, 1700, 1707 y 2152 numeral 4º. y 30 de la ley del organismo judicial.
3. Mandato Judicial:
El artículo 190 de la ley del organismo judicial, regula que el mandatario judicial necesita facultad especial para:
 a)Prestar confesión y declaración de parte
 b) Reconocer y desconocer parientes
 c) Reconocer firmas
 d) Someter los asuntos a la decisión de arbitrios, nombrarlos o proponerlos
 e) denunciar delito y acusar criminalmente.
 f) Iniciar o aceptar la separación o el divorcio, para asistir a las juntas de reconciliación y
 resolver lo más favorable a su poderdante y para intervenir en juicio de nulidad de
 matrimonio.
 g) prorrogar competencia
 h) Allanarse y desistir del juicio. de los ocursos recursos incidentes excepciones y de las
 recusaciones así como para renunciarlos
 i) Celebra: transacciones y convenios con relación a litigio.
 j) Condonar obligaciones y conceder esperas y quitas
 k) solicitar o aceptar adjudicaciones de bienes en pago
 l) Otorgar perdón en los delitos privados
 m) Aprobar liquidaciones y cuentas
 n) Sustituir el mandato total o parcialmente. reservándose o no su ejercicio y otorgar los
 mandatos especiales para los que estuviera facultado

Contrato de sociedad

La exposición de motivos de nuestro código civil expresa: “Este contrato tiene carácter
preparatorio porque se constituye la sociedad y se forma la persona jurídica para que actúe
como tal y celebre los contratos que exige el desenvolvimiento de los actos o negocios que se
han determinado en la escritura constitutiva de la misma.
El artículo 1728 del código civil preceptúa: “la sociedad es un contrato por el cual dos o más
personas convienen en poner en común bienes o servicios para ejercer una actividad
económica y dividirse las ganancias”
Caracteres:
1. La sociedad es un contrato oneroso: el artículo 1590 del C.C. indica: “es contrato
oneroso aquel en que se estipulan provechos y gravámenes recíprocos; y gratuito, aquel
en que el provecho es solamente de una de las partes”

2. La sociedad es un contrato conmutativo: esta característica deriva en atención a que


las prestaciones de las partes son ciertas desde que se celebra el contrato.
3. Es un contrato plurilateral: Da origen a derechos y obligaciones recíprocos
(aportación, participación en ganancias) Pero las obligaciones de los socios surgen con la
propia sociedad, que será quien pueda reclamar en caso de incumplimiento.

4. Es normalmente duradero o de tracto sucesivo: porque no se agota ni consume por el


cumplimiento de una o varias prestaciones determinadas, como los contratos
instantáneos sino que está destinado a desplegar efectos reiterados y escalonados durante
un periodo de tiempo más o menos largo.
5. La sociedad es un contrato formal: de conformidad con el artículo 1729 del CC debe
formalizarse en escritura pública e inscribirse en el REPEJU y la omisión de estas
formalidades, implica la omisión de requisitos esenciales o fundamentales en este
contrato, que tiene como consecuencia jurídica, que sea calificada como una “sociedad
de hecho”
6. La puesta en común de dinero, bienes o industria: los socios deben realizar una
contribución común, es decir debe aportar dinero, bienes, o industria. La expresión
“poner en común” implica que todos los socios deben aportar algo y colaborar para la
consecución del fin social.
la sociedad al momento de adquirir la personalidad jurídica, será el titular del fondo social
o común. El patrimonio social es un patrimonio separado o autónomo del personal de cada
socio y afecto a un fin: precisamente la consecución de un fin social.
7. La responsabilidad de los socios es ilimitada: el artículo 1742 del CC regula “que las
obligaciones sociales, cuando no sean suficientes los bienes de la sociedad, se cubrirán
con los bienes propios de cada socio.
8. Pacto leonino: el artículo 1732 del CC indica “son nulas y se tienen por no puestas las
cláusulas del contrato de sociedad en que se estipule que alguno de los socios no
participará en las ganancias o que la parte del capital o bienes que aporte estarán libres
de responsabilidad o riesgo”
Diferencia entre la sociedad civil y la sociedad mercantil
a) Tradicionalmente se ha distinguido entre sociedad civil y sociedad mercantil con base en un
criterio meramente formal. Así, cualquier sociedad constituida con arreglo al código de
comercio (escritura e inscripción en el Registro Mercantil) es una sociedad mercantil. De
igual forma una sociedad constituida de acuerdo al código civil en inscrita en le REPEJU es
una sociedad civil.
b) En cuanto a la transmisión de las acciones en la sociedad civil deberá realizarse con
autorización expresa de los otros socios, mientras que en la sociedad mercantil salvo casos
excepcionales, dicha autorización no es obligatoria.

c) Los cónyuges en la sociedad civil no pueden constituir ésta a menos que cuenten con la
concurrencia de un tercero, en cambio sí podrán constituir sociedad mercantil sin
requerimientos adicionales.
d) La forma de identificación, al respecto, el Código Civil (art. 1741) indica que la razón o
forma social se formará con el nombre y apellido de uno o más socios y agregando las
palabras “sociedad civil”, mientras que en el ámbito mercantil la forma de identificación de la
sociedad dependerá del tipo que se pretenda establecer.
Contratos traslativos de dominio
Contrato de compraventa

De entre todos los contratos, compraventa es el más frecuente en la vida cotidiana, por lo que
tradicionalmente se le ha considerado el “contrato tipo” por antonomasia y parte de sus
preceptos se aplican en principio (y con las precisas adaptaciones), a los demás contratos en
que existen prestaciones recíprocas; de allí el que sea el más profusamente regulados en
nuestro Código Civil con alrededor de cincuenta y cuatro artículos.
Definición:
por el contrato de compraventa el vendedor transfiere la propiedad de una cosa y se
compromete a entregarla, y el comprador se obliga a pagar el precio en dinero. Art. 1790 CC
Caracteres:
1. Es un contrato bilateral: es un contrato generador de obligaciones recíprocas. Así el
vendedor está obligado a la entrega y saneamiento de la cosa vendida, de acuerdo con el
artículo 1809 del CC y el comprador a pagar el precio. Es decir, ambos contratantes tienen
obligaciones que cumplir y tales obligaciones se interrelacionan.
2. Es un contrato consensual: las partes dejan perfecto el contrato desde el momento en que
convienen en la cosa y en el precio, aunque no se haya entregado ni la una ni el otro, pero a
pesar de la perfección por sólo el consentimiento, queda pendiente la entrega que consuma las
obligaciones de los contratantes.
3. Es un contrato traslativo de dominio: esta característica representa un efecto natural del
contrato de compraventa, pues transmite la propiedad de un bien al comprador y por
consiguiente sirve de título para la transmisión de la propiedad como resulta del artículo 1790
del CC.
4. Es un contrato oneroso: se establecen gravámenes y derechos recíprocos, en virtud de que
así como el vendedor tiene la obligación de entregar el bien en propiedad al comprador, tiene
también el derecho de recibir de éste el precio en dinero igualmente, a la obligación del
comprador de pagar el precio en dinero, está vinculado el derecho que él tiene a que se le
transmita la propiedad del bien y se le entregue ésta
Prohibiciones:
a) El marido no puede comprar de su mujer, ni ésta de aquel, aunque haya separación de
bienes. Art. 1792 CC

b) Los jueces, abogados, funcionario, empleados judiciales y representantes de las partes,


tienen prohibición de adquirir los bienes objeto del proceso en que han intervenido. Art.
1793 inciso 3 CC
c) Auxiliares judiciales del juez, como los depositarios judiciales, interventores, síndicos y
liquidadores, no pueden comprar los bienes que tienen a su cargo. Art. 1793 inciso 2 CC.
385 CPCYM
d) Administradores: quienes administran bienes ajenos, no pueden comprar bienes que tienen
bajo su cuidado. Art. 1793 inciso 1, 267, 336 inciso 1, y 337 CC.

d) Notarios: tienen prohibición de comprar los bienes cuya venta se realiza con su
intervención, art. 1793 inciso 4 CC

e) Mandatarios: no podrá comprar por sí ni por interpósita persona los bienes del mandante,
sin el consentimiento expreso de éste. Art. 1710 CC
f) Albacea: los bienes de la testamentaria, mientras no estén aprobadas las cuentas de su
gestión. Art. 1793 inciso 6 CC

Con estas prohibiciones se trata de evitar el abuso de confianza que supondría aprovecharse de
la situación favorable que ocupan las personas citadas en relación a los bienes.
El bien vendido, como elemento del contrato de compraventa:
Vendida una cosa expresando su especie y calidad, el comprador tiene derecho de que se
resuelva el contrato, si la cosa no resulta de la especie y calidad convenidas. Cuando se
hubiere expresado el uso que se va a dar a la cosa, la calidad debe corresponder a su uso. Art.
1801 CC
También puede ser objeto de la compraventa los derechos, en el sentido restringido de los que
no recaen directamente sobre un bien corporal. En este sentido, el artículo 1806 del CC
dispone: “se puede vender un derecho hereditario, sin especificar los bienes de que se
compone; y en tal caso, el vendedor sólo responderá de su calidad de heredero. El vendedor
deberá pagar al comprador las cosas de la herencia, de las que se hubiere aprovechado y a su
vez, el comprador, satisfacer al vendedor las deudas y cargos que en razón de la herencia
hubiere pagado.
El precio, como elemento del contrato de compraventa:
Es un elemento esencial de éste contrato y ha de ser cierto, como impone el artículo 1796 del
CC “no hay compraventa si los contratantes no convienen en el precio o en la manera de
determinarlo, pueden convenir en que el precio lo fije un tercero, y si éste no quiere o no
puede hacerlo, el contrato quedará sin efecto.”
 El precio, además de ser cierto, ha de ser pecuniario: dinero o signo que lo represente. Art.
1853 CC.

 A falta de pacto se entenderá que el precio será pagadero al contado, en el lugar y


momento en que se hace entrega de la cosa. Art. 1825 CC
Contrato de Permuta

Definición:
Es el intercambio de bien por otro bien, el contrato impone pues, una conducta de cambio; una
prestación de mutua transferencia de una cosa por otra.
El código civil en su artículo 1852 establece: “la permuta es un contrato por el cual cada uno
de los contratantes transmite la propiedad de una cosa a cambio de la propiedad de otra. Cada
permutante es vendedor de la cosa que da y comprador de la cosa que recibe en cambio y cada
una de las cosas, es el precio de la otra. Este contrato se rige por lo mismos principios de la
compraventa, en lo que fuere aplicables.
Caracteres:
1. La permuta es un contrato de naturaleza consensual:
este contrato se entiende celebrado desde le momento en que las partes se han obligado a
transmitirse las respectivas cosas objeto del contrato. Es pues un contrato que, como tal, se
perfecciona por el mero y simple consentimiento, formado éste, el contrato queda perfecto y
deviene obligatorio para las partes.
2. Es un contrato sinalagmático:
En virtud de que genera obligaciones, plenamente admisibles para ambas partes contratantes.

3. Es un contrato de intercambio de cosas:


En la permuta cada partes es, a su vez, comprador de una cosa y vendedor de otra y en donde
cada cosa es el precio de la otra.
4. Es oneroso:
Dado que la prestación de cada una de las partes es causa de la correspondiente
contraprestación.

5. Es un contrato traslativo de domino:


Pues su consumación en la entrega de la cosa, supone la transmisión de la propiedad de lo
permutado.
6. Es típico y autónomo:
La permuta no se trata de una especie de compraventa, sino de un contrato in se y per se. Venta
y permuta son especies autónomas y recíprocamente independientes de un concepto superior y
más amplio que comprende a ambas: el cambio. El código civil confirma la autonomía de la
permuta al deducir su regulación específica.
Permuta con sobreprecio:
Se reputa como tal, cuando uno de los acreedores, además de entregar un bien, se compromete
a entregar también una cantidad de dinero. Vrg. Dayana entrega a Jardeny una escultura y a
cambio le promete una motocicleta, más cinco mil quetzales.
El artículo 1853 refiere “si la cosa que se entrega se ha de pagar parte en dinero y parte en
otros bienes, el contrato será de permuta siempre que la porción estipulada no llegue a la mitad
del precio”
Contrato de donación

Definición:
Es la transmisión voluntaria de un bien o conjunto de ellos que realiza una persona, donante, a
favor de otra, sin recibir nada como contraprestación. La donación es un contrato en virtud del
cual se adquiere directamente el dominio.
Caracteres:

1. Es un contrato traslativo de dominio:


En virtud que es un contrato mediante del cual se adquiere directamente el dominio, que
implica el empobrecimiento del donante y el enriquecimiento del donatario.
2. Es un contrato con causa gratuita:
Este contrato, presenta una intención de hacer una liberalidad (animus donandi) en el sentido
de que una parte se empobrece con la intención de enriquecer a la otra.
Sin embargo, también es importante aclarar, que la gratuidad y el espíritu de liberalidad, no
siempre son absolutos en virtud que existen donaciones onerosas o con carga, en las cuales el
donatario a fin de enriquecerse, debe realizar una prestación, cuantitativamente menor. Arts.
1855 y 1856 CC
3. Toda donación debe ser estimada:
El artículo 1863 del código civil y el artículo 22 de la ley de herencias, legados y donaciones,
requieren que toda donación sea estimada, es decir, que se le asigne un valor al bien donado.

4. Es un contrato formal (solemne):


Cuando la donación esté referida a bienes inmuebles, el contrato debe constar necesariamente
en escritura pública.
5. Es un contrato que se puede revocar:
Teniendo en cuenta su carácter de atribución patrimonial sin contraprestación, faculta al
donante para recuperar lo donado en algunos supuestos, que están plenamente
predeterminados o tasados en el código civil. Art. 1866 CC
La revocación de la donación:
1. Revocación por ingratitud: consiste en la conducta del donatario contraria al donante,
permite a éste revocar la donación realizada. Se trata de una sanción civil, que por lo
tanto, está tipificada y para que la revocación sea posible la conducta del donatario debe
ajustarse a alguno de los tipos previstos en la ley.
La revocación de la donación debe hacer constar en escritura pública, artículo 1869 del CC.
2 Legitimación y plazo para el ejercicio de la acción de revocación:
Está legitimado para el ejercicio de la acción de revocación el donante, y solo se puede hacer
valer contra el donatario y en vida de éste, pero si al haberse iniciado la acción, el donatario
fallece, ésta podrá continuarse contra sus herederos art. 1867 CC

La facultad de revocar la donación por causa de ingratitud, dura seis meses contados desde que
el donante tuvo conocimiento del hecho que la motiva, según el artículo 1874 CC
3. Efectos de la revocación:
De manera general, determina la ineficacia sobrevenida de la donación, comporta la
restitución al donante de los bienes donados, o del valor que éstos tenían al tiempo de la
donación si hubiesen sido enajenados, quedando a salvo los derechos de terceros adquirientes
de buena fe.
En cuanto a la devolución de los bienes donados, el artículo 1877 del CC regula que si ello no
fuere posible, el donatario debe devolver el valor que hayan tenido al tiempo de hacerse la
donación.
4. Oposición a la revocación:
Según lo dispone el artículo 1870 del CC, el donatario o sus herederos podrá oponerse a la
revocación que haga el donante, contradiciendo las causas que éste invoque, para que
judicialmente se decida sobre el mérito de ellas. Esta acción se debe plantear en la vía
ordinaria, dentro de los sesenta días siguientes a la notificación de la revocación y en caso
contrario, queda consumada la misma. Art. 1871 CC
Clases de donaciones:
1. Donaciones remuneratoria:
Se realiza atendiendo a los méritos de una persona o bien por los servicios prestados al
donante, siempre que no constituyan deudas exigibles. Las donaciones remuneratorias se
realizan porque se ha recibido una prestación.
El artículo 1856 del CC alude “la donación entre vivos también puede ser remuneratoria y
onerosa, pero en este último caso, sólo constituye donación el exceso que hubiere en el precio
de la cosa, deducidos los gravámenes o cargas” se dona el exceso
Es relevante señalar que las donaciones remuneratorias no son revocables de acuerdo al
artículo 1872 del CC “no son revocables las donaciones remuneratorias, las que se hacen con
motivo de matrimonio que se ha efectuado y los obsequios que se acostumbran por razones
sociales o de piedad”
2. Donaciones condicionales:
Es un deber impuesto al donatario de forma accesoria, a la libertad que recibe, que debe
cumplir para obtener precisamente esa liberalidad. Muchas veces lo que persigue el donante es
obtener además del enriquecimiento del donatario, un provecho que puede redundar en un
beneficio propio del donatario, del donante o de un tercero, como cuando impone la obligación
de conservar determinada edificación o la de prestar alimentos a determinadas personas.
3. Donaciones por causa de muerte o mortis causa:
Este tipo de donación, surte sus efectos por muerte del donante y las hace participar de la
naturaleza de disposiciones de última voluntad.
La donación por causa de muerte, es aquella en que se contempla la futura muerte del donante
y se señala un destino específico a la cosa objeto de la donación.
El mecanismo convencional de la donación mortis causa, y por consiguiente, la necesidad de
aceptación del donatario antes del fallecimiento del donante constituye una garantía de futuro
para éste: le asegura que tras su muerte objeto de la donación será querido y adquirido por
aquel, que en el momento del otorgamiento de la liberalidad manifestó su consentimiento. Sin
embargo, el artículo 1858 de CC dispone “si el donante muere antes que el donatario haya
aceptado la donación, puede éste, sin embargo, aceptarla y los herederos del donante están
obligados a entregar la cosa donada”
4. Donaciones entre vivos:
Es un contrato por el cual una persona transfiere a otra la propiedad de un cosa, a título
gratuito y ésta última debe aceptarlo.
Diferencia entre la donación por causa de muerte y entre vivos
La exposición de motivos del código civil realiza la siguiente observación: la nota diferencia
entre ambas especies, de donación la expresa un fallo del Tribunal Supremo de España, citado
por Castán Tobeñas, “la donación por causa de muerte, dice, se hace por causa de muerte o
peligro mortal, sin intención de perder el donante la cosa ni su libre disposición en caso de
vivir, al igual que sucede con las disposiciones testamentarias, mientras que las donaciones
inter vivos son las que se hacen sin ésta consideración, por pura bondad del donante y
merecimiento del que recibe.
5. Donación con prohibición de hipotecar o enajenar:
Al respecto, el artículo 838, inciso 2º. del código civil permite que en la donación se imponga
al donatario la prohibición de hipotecar el inmueble donado, no obstante, dicha condición no
podrá exceder de un plazo de cinco años esto último poniendo a salvo el derecho de
disposición del bien por parte del donatario, luego de un tiempo prudencial.
Contrato de mutuo

Definición:
De acuerdo a lo establecido en el artículo 1942 del código civil, por el contrato de mutuo, una
persona entrega a otra dinero u otra cosas fungibles, con el cargo de que se le devuelva igual
cantidad de la misma especie y calidad.
El préstamo mutuo o simple préstamo es, en una sociedad crediticia como la actual, el contrato
de financiación por excelencia
Caracteres:
1. Consensualidad:
Queda perfecto el contrato por el consentimiento de las partes, ningún concepto limita o
prohíbe el carácter consensual del mutuo. Obviamente configurado como contrato consensual
surgen obligaciones para ambas partes, pero la del prestatario (la de devolver) queda
causalmente sujeta al cumplimiento de la del prestamista (la de entrega)
2. Gratuidad y onerosidad:
La exposición de motivos del código civil expresa: “fue un contrato gratuito y para hacerlo
oneroso era necesario que las partes lo estipularan expresamente. Actualmente la legislación
se inspira en el principio contrario y así lo hemos establecido en el artículo 1946 “Salvo
pacto en contrario, el deudor pagará intereses al acreedor y, a falta de convenio, se presumirá
que las partes aceptaron el interés legal” El interés es la compensación que recibe el acreedor
por la privación del dinero u otra cosa fungible que entregue al deudor”
3. Temporalidad:
Una de las características del mutuo, es su temporalidad. Es decir la relación jurídica
contractual surgida de un contrato de préstamo mutuo tiene a permanecer en el tiempo; carece
de sentido tomar a préstamo una determinada cantidad de dinero que se devuelve
inmediatamente.
Para ello el artículo 1950 del CC señala “si en el contrato no se ha fijado plazo para la
restitución de lo prestado, se entenderá que es de seis meses si el mutuo consiste en dinero; y
si lo prestado fueren cereales u otros productos agrícolas, la devolución se hará en la próxima
cosecha de los mismos o semejantes frutos o productos”
4. Contrato bilateral:
En virtud de la consensualidad del contrato, nacen del mismo, obligaciones principales para
ambas partes, el mutuante debe entregar la cosa mutuada al mutuario y éste queda obligado a
restituirla al vencimiento del plazo y a pagar interés.
Efectos del contrato de mutuo:
 Respecto al acreedor o mutuante:
Surge un derecho personal o de crédito en contra del deudor o mutuario, para obligarse a la
restitución de la cosa mutuada.
El mutuante tiene responsabilidad hacia el mutuario, por la mala calidad, vicios ocultos y
saneamiento por evicción de la cosa. En este sentido el artículo 1944 del CC regula “el
mutuante el responsable de los daños que sufra el mutuario por la mala calidad o vicios ocultos
de la cosa prestada, si conoció los defectos y no le dio el aviso oportunamente”
 Respecto al deudor o mutuario:
Adquiere la propiedad de las cosas objetos del mismo, por lo que la entrega material de las
cosas mutuadas al mutuario, no sólo transfiere su tenencia o posesión, sino que opera como
una verdadera tradición, trasladando el dominio al mutuario. Por consiguiente su principal
obligación es restituir la cosa mutuada, en el término convenido.
Contratos de cesión de uso o goce
Contrato de arrendamiento

Se ubica dentro de los contratos de uso o disfrute, entiendo por ello que una persona cede a
otra un bien no consumible para que la goce o use y la devuelva a la finalización del contrato,
bien a cambio de una contraprestación.
El arrendamiento, es el contrato por el cual una de las partes se obliga a dar el uso o goce de
una cosa por cierto tiempo, a otra que se obliga a pagar por ese uso o goce un precio
determinado. Todos los bienes fungibles pueden ser objeto de este contrato, excepto aquellos
que la ley prohíbe arrendar y los derechos estrictamente personales. La renta o precio, debe
consistir en dinero o en cualquier otra cosa equivalente con tal que sea cierta y determinada.
Caracteres
 Es un contrato consensual

 Es un contrato bilateral y oneroso

 Es un contrato conmutativo

 Es un contrato que tiene por objeto exclusivo transmitir el temporal goce o disfrute de un bien

 Se trata de un contrato temporal


Requisitos:
1. El precio:
Se denomina renta o alquiler y es la contraprestación que se paga al arrendatario , por el uso o
goce de la cosa arrendada.
2. Tiempo determinado:
De acuerdo al artículo 1880 del código civil, requiere que el arrendamiento tenga una duración
determinada, excluyendo con ello que sea a perpetuidad o de vigencia indefinida. El plazo
será acordado por las partes, de acuerdo a lo establecido en el artículo 1886 del mismo código.
Por otra parte, el artículo 1887 del CC regula un supuesto distinto al acuerdo expreso del plazo
de duración del contrato indicado en el artículo 1886 y esta se denomina tácita reconducción
la que indica “vencido el plazo del arrendamiento, si el arrendatario no devuelve la cosa y el
arrendador no la reclama y, en cambio, recibe la renta del período siguiente, sin hacer reserva
alguna, se entenderá prorrogado el contrato en las mismas condiciones, pero por plazo
indeterminado.
Elementos del contrato:
a) Sujetos:
Se llama arrendador al que se obliga a ceder el uso del bien y arrendatario al que la usa o
disfruta a cambio de un precio. Art. 1880 CC.

b) Objeto:
Los bienes fungibles que se consumen no pueden ser materia de este contrato Art. 1880 CC.
Pueden ser objeto de este contrato un bien mueble, inmueble o incorpóreo, también una
universalidad como una industria. Ver art. 655 CoCo.
3. Forma:
El artículo 1125 del CC inciso 6º indica “existe obligación de inscribir el contrato de
arrendamiento, cuando así lo solicite uno de los contratantes, y obligatoriamente cuando se
suscriba por más de tres años o que se haya anticipado la renta por más de un año
Obligaciones y derechos del arrendador:
 Entrega del bien:
Está obligado a entregar el bien objeto del arrendamiento en estado de servir al objeto del
arrendamiento.

 Goce pacífico del bien:


Debe mantener al arrendatario en el goce y uso pacífico del arrendamiento durante todo el
tiempo de contrato; el arrendador tiene obligación de abstenerse de perturbar el uso de las
facultades del arrendatario, a no ser por causa de reparaciones urgentes e indispensables. Arts.
1901 CC.
 Reparación del bien:
Corresponde al arrendador hacer en el bien las reparaciones necesarias para conservarla en el
estado para servir al uso al que está destinada
Obligaciones y derechos del arrendatario:
 Pago del precio:
Corresponde a éste el pago de precio o renta convenida en el lugar y tiempo fijados en el
contrato; si no se hubiere dispuesto nada al respecto, la renta se pagará vencida y con la simple
presentación de un recibo firmado por el arrendador o su representante legal.

 Consignación:
Cuando sin causa justificada, el arrendante se niegue a recibir el pago del arrendamiento, en la
forma, lugar y tiempo convenidos, el arrendatario tiene la facultad de consignar dicha
cantidad, para evitar caer en mora y en consecuencia perder los beneficios de los que goza.
 Límites al goce y uso del bien:
Debe hacer un uso adecuado del mismo, u obtener los rendimientos o frutos conforme a su
naturaleza, en el caso de que se hubiera cedido también el goce, sin que pueda alterar su forma
y destino. Art. 1907 inciso 1 CC

 Devolver el bien:
Surge al momento de concluir el plazo del arrendamiento o al rescindirse el contrato, la
devolución la tiene que realizar tal como recibió el bien, presumiéndose que lo recibió en buen
estado.
Las mejoras:
1 Necesarias:
Se refiere a las reparaciones que le corresponde realizar al arrendador, como parte de su
obligación de conservar la cosa en estado de servir al arrendatario, pues precisamente estas
obras necesarias tienen por objeto impedir la destrucción o deterioro de la cosa arrendada.
2. Útiles o de recreo:
Son las que lleva a cabo voluntariamente el arrendatario. Si bien es cierto tiene la libertad de
realizar en la cosa arrendada mejoras útiles, esta facultad tiene límites: a) el mantener sin
cambio la forma de la cosa; b) que no puede exigir al arrendante el reembolso de lo invertido
en ellas.
Arrendamiento de inmuebles ubicados en áreas de reserva territorial del Estado:
El artículo 5 de la Ley Reguladora de las áreas de reservas territoriales del Estado de
Guatemala, especifica: “El Estado podrá dar en arrendamiento inmuebles ubicados dentro de
las áreas de reserva territorial del Estado a personas naturales o jurídicas; para el caso de las
últimas que se encuentren legalmente constituidas en Guatemala”
 Plazo del arrendamiento de inmuebles en áreas de reserva territorial del Estado:
En las zonas de reserva territorial del Estado, la concesión mediante arrendamiento se
efectuará de acuerdo a los siguientes plazos:
a) Cuando el destino del área sea para vivienda, reforestación, desarrollo sostenible del medio
ambiente, recreación, industria, comercio, ganaderos, agrícolas, apícolas y explotación de
salinas, el plazo de arrendamiento no podrá ser mayor a 30 años, mismos que podrán ser
prorrogables.
b) Cuando el destino sea para construcción de hoteles, centros de recreación, sociales,
deportivos o estudios de investigación científica, el plazo de arrendamiento podrá ser hasta
treinta años, que podrán ser prorrogables.
El plazo del arrendamiento se computará a partir de la fecha de la resolución respectiva, que
emitirá la jefatura de la Oficina de Control de Áreas de Reserva del Estado (OCRET)
Contrato de Comodato

Este contrato, también es conocido como préstamo de uso, es el contrato por el que una de las
partes (comodante) entrega a otra (comodatario) un bien no fungible para que haga uso de él
por cierto tiempo y se lo devuelva; siendo un contrato esencialmente gratuito. Ver art. 1957
CC
La exposición de motivos del Código Civil resalta: “el carácter esencia de este contrato es la
gratuidad, de manera que si se fijara un precio por el uso de la cosa no fungible que se presta,
el comodato quedaría desnaturalizado y convertido en otra figura jurídica”
Caracteres:
1. Es un contrato real

2. Es un contrato gratuito

3. Es un contrato de duración limitada


Elementos:
1. Sujetos:
El comodante, ha de tener la facultad de disposición de uso del bien que por el contrato
transfiere, por lo que puede ser un propietario o usufructuario; el comodatario, es la persona a
quien se le otorga la facultad de usar gratuitamente la cosa conforme al uso pactado.
2. El objeto:
No pueden ser objeto del comodato, los bienes fungibles, que debe entenderse como
consumibles. Sin embargo, no existe inconveniente en que puedan darse en comodato tales
cosas siempre que el uso al que se destine no sea su consumación; como ocurriría cuando se
prestan alimentos para que figuren en una representación teatral, sin que sean consumidos,
igualmente pueden recaer sobre un bien mueble.
3. Plazo y destino:
El plazo del contrato, puede ser fijado expresamente por las partes o tácitamente, cuando la
cosa se ha prestado para un determinado servicio, en cuyo supuesto el plazo se extingue al
cumplirse el fin establecido.
El destino o uso que el comodatario dará a la cosa debe ser también convenido en el contrato,
pero si no lo fuere, el comodatario únicamente podrá emplearla en el uso señalado por su
naturaleza. Art. 1964 inciso 2 CC.

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