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de conformidad con los artículos 62.3 y 63.1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos (en adelante “la Convención” o “la Convención Americana”) y con los artículos
30, 32, 38, 59, 60 y 61 del Reglamento de la Corte (en adelante “el Reglamento”), dicta la
presente Sentencia.
Conforme a lo dispuesto en el artículo 72.2 del Reglamento de la Corte Interamericana
que entró en vigor el 24 de marzo de 2009
La petición inicial fue presentada por la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de
Guatemala (ODHAG) y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (en adelante
“CEJIL”)1 ante la Comisión el 13 de septiembre de 19962. El 1 de abril de 2000 el Estado y
los representantes de las presuntas víctimas
pactaron un acuerdo en el marco de una solución amistosa, mediante la cual el Estado
reconoció su responsabilidad internacional y se comprometió a reparar a las presuntas
víctimas
el Estado reconoció su responsabilidad internacional y se comprometió a reparar a las
presuntas víctimas.
el 20 de febrero de 2006 los representantes manifestaron su voluntad de apartarse del
acuerdo de solución amistosa, por lo que se prosiguió con el trámite ante la Comisión. El
14 de marzo de 2008 la Comisión aprobó el Informe de Admisibilidad y Fondo No. 22/08,
en los términos del artículo 50 de la Convención
En el informe de Admisibilidad y Fondo No. 22/08 la Comisión concluyó que el Estado violó
los derechos consagrados en los artículos 3 (Derecho al Reconocimiento de la
Personalidad Jurídica), 4 (Derecho a la Vida), 5 (Derecho a la Integridad Personal), 7
(Derecho a la Libertad Personal), 8.1 (Garantías Judiciales), 17 (Protección a la Familia), 19
(Derechos del Niño), 21 (Derecho a la Propiedad Privada) y 25 (Protección Judicial) de la
Convención, en relación con el artículo 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos) de dicho
instrumento, por los hechos ocurridos en el Parcelamiento de Las Dos Erres, los días 6, 7, 8
y 9 de diciembre de 1982 y la posterior denegación de justicia.
Finalmente, los representantes solicitaron al Tribunal que ordenara al Estado la adopción
de varias medidas de reparación pecuniarias y no pecuniarias, así como el pago de las
costas y gastos del presente caso incurridos tanto a nivel nacional como internacional a
partir del mes de abril del año 2000
El 4 de marzo de 2009 la Comisión y los representantes presentaron sus alegatos sobre el
allanamiento y la excepción preliminar interpuesta por el Estado, de conformidad con el
artículo 38.4 del Reglamento.
VI COMPETENCIA
VII PRUEBA
La Corte considera que las referidas pruebas supervinientes cumplen con los requisitos
formales de admisibilidad estipulados en el artículo 46.3 del Reglamento.
En lo que se refiere a los documentos presentados los días 30 de junio y 7 de julio de 2009
por los representantes, con excepción de los documentos incompletos o ilegibles
señalados en el anexo de la comunicación de esta Secretaría de 3 de julio de 2009, la Corte
los admite como prueba para mejor resolver, y los valorará aplicando las reglas de la sana
crítica y dentro del marco fáctico en estudio.
El 7 de marzo de 2002 el referido Juzgado reiteró las órdenes de captura vigentes contra
siete imputados. Además, el 21 de junio de 2002 resolvió enviar a la Sala Duodécima de la
Corte de Apelaciones el expediente del proceso No.1316- 94, a fin de que se resolviera
respecto de la aplicación de la LRN
En definitiva, a raíz de la tramitación del proceso penal, entre los meses de abril de 2000 y
marzo de 2009 los sindicados han interpuesto alrededor de 33 recursos de amparo, 19
recursos de reposición, 19 reclamos de subsanación, dos solicitudes de enmienda y una
acción de inconstitucionalidad
el derecho de acceso a la justicia debe asegurar, en tiempo razonable, el derecho de las
presuntas víctimas o sus familiares a que se haga todo lo necesario para conocer la verdad
de lo sucedido y se sancione a los eventuales responsables
la Corte considera que no se necesita prueba para demostrar las graves afectaciones a la
integridad psíquica de los familiares de las víctimas ejecutadas
La Corte ha considerado que “la realización de una investigación efectiva es un elemento
fundamental y condicionante para la protección de ciertos derechos que se ven afectados
o anulados por esas situaciones
El mismo Estado reconoció las dificultades para la obtención de justicia a las que se han
enfrentado las presuntas víctimas por el uso indiscriminado de recursos judiciales como el
recurso de amparo.
La Corte considera que en el presente caso, la gravedad de los hechos de la masacre y la
falta de respuesta judicial para esclarecer éstos ha afectado la integridad personal de las
153 presuntas víctimas familiares de las personas fallecidas en la masacre
la Corte consideró oportuno solicitar al Estado y a los representantes que, en sus alegatos
finales escritos, remitieran información sobre la situación actual de las tierras del
Parcelamiento de Las Dos Erres, así como de la decisión y acciones seguidas por el Estado
para devolver las tierras a las presuntas víctimas.