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Los ángeles durante la

pasión y muerte de cristo


Mateo 26:36-38 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus
discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro y
Separación de a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en
Dios por el gran manera. Entonces Él les dijo: Mi alma está muy triste hasta la muerte;
pecado. quedaos aquí, y velad conmigo.

1. Tu pueblo te ha rechazado.
2. Tu discípulo te traicionará.
Los susurros de
3. Un discípulo te abandonará.
Satanás
4. Tres de tus mejores discípulos fracasaron en su
ayuda.

En la suprema crisis, cuando el corazón y el alma se quebraban bajo el peso


Gabriel del pecado, Gabriel fue enviado a fortalecer al divino Sufriente, y animarlo
a avanzar por el sendero manchado de sangre.
Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que habían de venir sobre Él, salió y les dijo:
Juan 18:4,5 ¿A quién buscáis? Le respondieron: A Jesús de Nazaret. Jesús les dijo: Yo soy. Y
Judas, el que le entregaba, también estaba con ellos.

Cuando pronunció las palabras “Yo soy”, inmediatamente le rodearon los


ángeles, y esa multitud tuvo plena evidencia de que Cristo contaba con el poder
de Dios.

Pedro defiende a O ¿piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y Él me daría más de doce
Jesús Mateo legiones de ángeles?
26:53,54 Cuando estas palabras fueron dichas, el rostro de los ángeles se animó.
Deseaban en ese preciso momento rodear a su Comandante y dispersar la turba
enfurecida. Pero otra vez la tristeza los embargó cuando Jesús agregó:
¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así
se haga?

Fue difícil para los ángeles soportar la escena. Hubieran querido libertar a
El Maltrato de
Jesús,... pero los ángeles en comando no se lo permitían... Jesús sabía que
Jesús
los ángeles estaban presenciando su humillación. Entre los ángeles había
conmoción; hubieran ido a su rescate inmediatamente, pero el ángel en comando
no se los permitió.
Los mundos no caídos miraban la escena con asombro, incapaces de comprender
la degradación que el pecado había traído. Legiones de malos ángeles
controlaban a los príncipes y sacerdotes, y mediante ellos, daban voz a las
sugerencias de Satanás para que, ofreciendo soborno y falsedad, tentaran al
En presencia de
pueblo y lo persuadieran a rechazar al Hijo de Dios y a elegir un ladrón y
ángeles malignos.
asesino en su lugar. ¡Qué escena para que Dios y los ángeles presenciaran! El
unigénito Hijo de Dios, la Majestad del cielo, el Rey de gloria, burlado, insultado,
rechazado y crucificado por aquellos a quienes había venido a salvar, quienes se
habían entregado al control de Satanás. Los ángeles que estaban presenciando
la escena, notaron las convicciones de Pilato, y registraron su simpatía por
Jesús...

Pilato anhelaba librar a Jesús. Pero vio que no podría hacerlo y conservar su
Sacrificar todo por
puesto y sus honores. Antes que perder su poder mundanal, prefirió
un alma inocente.
sacrificar una vida inocente...

A los ángeles celestiales no se les permitió ayudar al angustiado espíritu del


Cristo vive la Hijo de Dios. Fue en aquella terrible hora de tinieblas, en que el rostro de su
consecuencia del Padre se ocultó mientras le rodeaban legiones de malos ángeles y los pecados
pecado. del mundo estaban sobre él, cuando sus labios profirieron estas palabras: “Dios
mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”
Cuando Cristo exclamó: “Consumado es”, los mundos no caídos
quedaron asegurados. Para ellos la batalla había sido peleada y la
Cristo vive la victoria conseguida. Satanás no tendría lugar en los afectos del
consecuencia del universo. Cualquier sentimiento de pena o simpatía que pudieran
pecado. haber tenido por Satanás se extinguió en sus corazones.

El plan de
salvación también
fue para los
ángeles.

La seguridad de los ángeles también depende de los sufrimientos


del Hijo de Dios; por eso le ofrecen honor y gloria. Es mediante la
eficacia de la cruz, que los ángeles son guardados contra la
apostasía. Sin la cruz, no estarían más seguros que lo que
estaban los ángeles antes de la caída de Satanás.

Cristo, mediante su vida y su muerte, ha contestado para siempre la pregunta acerca del
carácter de Dios, de su esencia de amor y luz. Esta fue la pregunta que agitó el cielo, y fue
el comienzo de la rebelión de Satanás contra Dios. El cambio o abolición de las leyes de su
gobierno en las cortes celestiales, era la demanda que se requería como evidencia de su
amor.

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