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PRÓLOGO

Si hacemos un breve repaso de la historia del mundo podemos observar que


prácticamente todas las civilizaciones y culturas cuentan con mitos y leyendas propias
que les definen. En algunos casos son relatos en los que se combina lo natural con lo
fantástico, mientras que en otros simplemente se “exageran” hechos reales que
ocurrieron en un lugar o un territorio determinado. Sin embargo, en todos ellos, siempre
se comparte un marcado y muy relevante punto en común: todos los mitos y las
leyendas forman parte y se nutren del patrimonio colectivo y la herencia cultural de un
pueblo, actuando como fiel reflejo de su folklore y de su memoria histórica.

Cualquier mitología es, por tanto, una expresión cultural que va más allá de lo
puramente narrativo (aunque sin perder necesariamente su carácter divulgativo), con los
que se busca dar respuesta -en muchos casos en la forma de alegorías- a preguntas
más o menos complejas que un pueblo o núcleo social se hace a sí mismo sobre
determinados fenómenos para los que no se logra encontrar explicación, ya sean estos
naturales o no, o incluso filosóficos y existenciales.

Del mismo modo, también funcionan en muchos casos como una herramienta simbólica
con la que se abordan una amplia variedad de temáticas como el eterno enfrentamiento
entre lo “bueno” contra lo “malo”, la importancia del ser virtuoso en contraste con las
debilidades del ser humano, o el autoconocimiento y la superación de los obstáculos,
promoviendo en muchos de estos relatos auténticos climas de reflexión que pueden
abarcar los ámbitos más diversos e inesperados.

El presente trabajo recopila una muestra de mitos y leyendas propias del país que son
una pequeña muestra de la riqueza cultural que empapa a nuestro país, y con la que,
en el transcurso de la historia, esta esencia mexicana ha prebalecido.
ÍNDICE
¿Qué son las leyendas?................................................................................................4
La leyenda del Jorullo…………………………………………………………………………5
La leyenda de la llorona…………………………………...………………………………….8
La leyenda de la quemada……………………………………………………………………9
La leyenda del árbol del vampiro…………………………………………………………….11
La leyenda del callejón del beso……………………………………………………………..12
La leyenda del charro viejo…………………………………………………………………...13
La leyenda de la planchada……………………………………………………………………15
¿Qué son los mitos?......................................................................................................16
El mito del Tzintzin……………………………………………………………………………..18
El mito del conejo y la luna …………………………………………………………………...20
El mito del águila, la serpiente y el nopal……………………………………………………21
El mito de la creación del mundo y el hombre (tradición maya)…………………………..22
El mito de Mayahuel……………………………………………………………………….…..23
El mito del quinto sol…………………………………………………………………………...24
El mito de los axules……………………………………………………………………………26
Bibliografía……………………………………………………………………………………….27
¿QUÉ SON LAS LEYENDAS?

Una leyenda es un relato que cuenta hechos humanos o sobrenaturales, que se


transmite de generación en generación de manera oral o escrita dentro de una familia,
clan o pueblo. Las leyendas relatan hechos y sucesos relacionados con la patria, héroes
populares, criaturas imaginarias y ánimas. A pesar de que contienen hechos
sobrenaturales, milagrosos y criaturas ficticias, las leyendas son consideradas por
muchas personas como relatos verídicos, ya que intentan dar explicación a un
fenómeno y suelen estar situadas en un lugar geográfico conocido y en un período
determinado de la historia.

Usualmente las leyendas están relacionadas con la cultura popular tradicional de los
pueblos. Algunas son muy antiguas por lo que fueron mutando a medida que se
transmitían de forma oral. En estos relatos se pueden rastrear los sentimientos más
profundos de una comunidad. En su entorno, su religiosidad y su identidad. Por lo tanto
existen diferentes características que describe las leyendas:

• Tiene su origen en la tradición oral.


• Se transmite de generación en generación.
• Se centra en un personaje principal.
• Se sitúa en un tiempo y lugar específicos.
• Se basa en hechos naturales o sobrenaturales.
• Parte de un hecho o suceso histórico concreto.
• Incluye elementos de la realidad y elementos fantásticos.
• Intenta dar una explicación a un fenómeno.
• Puede ser tomada como una narración verídica.
• Se transforma a través del tiempo y puede tener varias versiones.
• Forma parte de la cultura de los diferentes pueblos.
• Transmite ideas o valores.
• Su principal objetivo es darle sentido a una sociedad o cultura.
LEYENDA DEL JORULLO

En 1759, en la Tierra Caliente de Michoacán, al Occidente del Virreinato de la Nueva


España, apareció un nuevo fenómeno volcánico, alejado de las costas que atrajo la
atención de numerosos científicos, entre geólogos, vulcanólogos y naturalistas que
visitaron el lugar para hacer registros de sus características y evolución. Unos se
interesaron en el proceso de devastación que produjo el volcán en las tierras de la vieja
hacienda de San Pedro Jorullo y sus alrededores, otros en las alteraciones ecológicas y
climáticas y otros más estudiaron el papel de la flora y la fauna en la restauración del
paisaje.

Después de la erupción y durante su etapa de crecimiento, en 1764, el volcán fue


visitado por fray Francisco de Ajofrín, un religioso capuchino a quien se deben las
primeras descripciones científicas y gráficas del Jorullo. Más adelante, fue visitado por
el Intendente de Valladolid José Antonio Riaño y los minerólogos Franz Fisher y Samuel
Schröeder, más adelante por José Mariano Mociño y Alejandro von Humboldt, quienes
hicieron registros y levantaron croquis del cono volcánico y los escurrimientos de lava.

El sitio de Jorullo, hacia el siglo XVIII era un llano llano, incluyendo varios campos altos
cultivados, donde instaló su granja Pedro di Jorullo. El llano fue regado por dos ríos
pequeños, el Cuitimba y el San Pedro, y fue limitado por las montañas integradas por
basalto --las únicas indicaciones de la acción volcánica anterior. Estos campos eran de
entre los más fértiles del país, produciendo cosechas abundantes de la caña de azúcar
y del añil. En el mes de junio de 1759, los cultivadores de la granja comenzaron a ser
perturbados por los ruidos subterráneos extraños de una clase alarmante,
acompañados por los choques frecuentes del terremoto, que continuaron casi un par de
meses; pero cesaron luego enteramente, de modo que calmaran a los habitantes del
lugar en seguridad.
La noche del 29 de septiembre, sin embargo, los ruidos subterráneos fueron renovados
con mayor intensidad que antes, la tierra se sacudió seriamente. Los criados indios que
vivían en el lugar salieron de sus camas en terror, y huyeron a las montañas vecinas.
Por lo tanto mirándolos sobre la granja de su amo, junto a una región de tierra que mide
entre tres y cuatro millas cuadradas, en el medio de las cuales estaba parado, como si
hubiera sido inflada de debajo como una vejiga, surgió lo inimaginable. En pocos
minutos los bordes, que apenas se levantaban 39 pies de la superficie original, alcanzó
una altura de almenos 524 pies.

Los indios que presenciaron este fenómeno extrañados declararon que vieron las
grandes nubes de cenizas, iluminadas por los fuegos volcánicos que brillaban
intensamente debajo de ellos y se levantaron en varias puntas, que las piedras blanco-
calientes fueron lanzadas a una altura inmensa.

Los dos ríos pequeños antedichos se hundieron, sus aguas, en vez de extinguir la
conflagración subterránea, se parecían agregar solamente a su intensidad. Las
cantidades de fango, envolviendo bolas del basalto, entonces fueron lanzadas para
arriba, y la superficie de la tierra elevada se tachonó con los conos pequeños, de los
cuales los volúmenes del vapor denso, cuecen al vapor principalmente, fue emitida,
algunos de los jets a partir los 20 a 30 pies de levantamiento en altura.

A estos conos, los indios llamaron hornos, y muchos de ellos oían un ruido subterráneo
que se asemejaba al del agua que hervía enérgicamente. De en medio de esos hornos
se lanzó encima de seis elevaciones más grandes, el ser más alto 1.640 pies sobre el
nivel del llano, 4.315 sobre nivel del mar, y ahora constituía el volcán principal de
Jorullo. Las cenizas fueron transportadas a las distancias inmensas, algunas de ellas
caían en las casas de Queretaro. El volcán continuó en este estado de actividad
enérgica cerca de cuatro meses; en los años siguientes sus erupciones llegaron a ser
menos frecuentes.
Virtualmente bajo pies del granjero, un volcán era llevado. Pulido y el puñado de otros
testigos huyeron. Por la mañana próxima, cuando él volvió, el cono había crecido a una
altura de 30 pies y " lanzaba fuera de rocas con gran violencia." Durante el día, venido
creció otro 120 pies. Que noche, las bombas incandescentes soplaron más de 1.000
pies para arriba en la oscuridad, y una masa del slaglike de la lava rodó sobre los
campos de maíz de Pulido.

El mundo científico estaba casi según lo atontado como el granjero desgraciado mismo
por el aspecto repentino del volcán. Alrededor del mundo, las erupciones volcánicas son
ordinarias, pero el nacimiento de un volcán enteramente nuevo, marcado por la llegada
en la superficie de la tierra de un respiradero distinto del compartimiento del magma, es
genuino raro. En Norteamérica, solamente dos volcanes nuevos han aparecido en
épocas históricas. Uno de ellos era Jorullo de México occidental, llevado en 1759 unas
50 millas de sureste de la característica de Dionisio Pulido. El segundo, llevado cerca de
183 años más adelante en el campo de Pulido, fue nombrado Paricut3in para una aldea
próxima que destruyó eventual.
LA LEYENDA DE LA LLORONA

Existen diferentes versiones de La Llorona pero el concepto es prácticamente el mismo.


Se trata de una mujer que deambula por la calle buscando a sus hijos. De hecho muy
seguramente te la contaron cuando eras niños con la intención de que obedecieras a
tus padres ya que de lo contrario vendría por ti la llorona. La leyenda cuenta que
durante la conquista del imperio mexica existía una hermosa mujer que terminó
enamorándose de un caballero español llamado Don Nuño de Montes. Tuvieron un
romance durante un tiempo en el que nacieron 2 hijos.

Desgraciadamente y como era de esperarse Don Nuño decide abandonar a Luisa para
casarse con una mujer que si era de la alta sociedad. Y aquí es donde se empieza a
distorsionar un poco la leyenda. Al sentirse traicionada por su amor, Luisa decide tomar
a sus hijos y llevarlos al río para ahogarlos. Obviamente después de hacerlo se dio
cuenta del gravisimo error que había cometido lo que la impulsó a suicidarse.

Se supone que desde entonces La Llorona sale a buscar a sus hijos por las calles de
los pueblos y ciudades en México gritando “¡Ay mis Hijos!”.
Imagina que te contaran esa historia tus papás cuando eras niño y que además hicieran
la observación: “si no te duermes pronto la Llorona vendrá por ti!”. Definitivamente
cualquiera se asustaría. La Llorona es una de las mejores leyendas mexicanas de todos
los tiempos y que existe desde hace siglos en México y se han hecho una gran cantidad
de películas mexicanas como la Llorona de 1960 o la película norteamericana de La
Llorona del 2019 e incluso varias versiones animadas de la misma.
LA LEYENDA DE LA QUEMADA

En México cada ciudad y pueblo tienen leyendas o mitos populares y en la Ciudad de


México no es la excepción. Precisamente en el Centro Histórico de la CDMX hay una
calle llamada Jesús María. Esta calle tiene un oscuro secreto y hay una leyenda
asociada al lugar. sigue leyendo para conocer todos los detalles de esta leyenda.
Cuenta la leyenda que en el siglo XVI un acaudalado español llamado Don Gonzalo
Espinosa vivía con su hija en el Centro Histórico de lo que ahora es la Ciudad de
México.

Don Gonzalo había aumentado exponencialmente su riqueza al llegar a la Nueva


España pero sus tierras, patrimonio y dinero no se comparaba con la belleza de su hija
Beatriz. Beatriz era una joven hermosa de 20 años y desde que llegó a la Nueva
España destacó por su belleza y sus nobles virtudes. Su vida en esta nueva ciudad
pasaba tranquilamente hasta que poco después de su llegada su padre y ella fueron a
una reunión ofrecida por el Virrey Don Luis de Velasco. En esta reunión la joven Beatriz
conoció a quien sería el amor de su vida. El afortunado muchacho se llamaba Martín de
Scúpoli.

El joven italiano Martin estaba aferrado a conquistar a la bella Beatriz por lo que se dice
que cada día se paraba bajo su balcón a desafiar y retar a cualquier hombre que
quisiera tener contacto con ella. Sus celos eran muy fuertes y no permitía que nadie se
le acercara. Beatriz también se encontraba enamorada de Martín, pero ella suponía que
el tan solo se había deslumbrado por su belleza física. Por lo que un día decidió poner a
prueba el amor de su amado, acercando su cara a unos pedazos de carbón
encendidos. Obviamente la muchacha se desfiguró la cara completamente.
Cuando Martín se enteró de lo acontecido, éste fue a verla inmediatamente para
demostrarle que seguía amándola por sobre todas las cosas. Poco después finalmente
se casaron y “la Quemada” vivió ocultando su rostro con un velo pero feliz de saber que
su esposo la amaba por su interior y no por su belleza exterior. La calle del balcón de
Beatriz fue renombrada en honor a ella como “La Calle de la Quemada” y actualmente
se llama Jesús María.
LA LEYENDA EL ÁRBOL DEL VAMPIRO

Cuenta la leyenda que en el año 1880 en la ciudad de Guadalajara empezaron a


aparecer muchos animales muertos y sin sangre por las diferentes calles de la ciudad.
Hasta cierto punto esto era alarmante para los ciudadanos y las autoridades del lugar,
pero todo fue más espeluznante cuando en lugar de animales comenzaron a ver
cuerpos humanos sin vida y sin sangre.

En ese entonces tanto los locales como las autoridades coincidieron que se trataba de
las actividades de un vampiro y se propusieron encontrarlo realizando vigilancias
nocturnas durante varios días, sin lograrlo.

Se dice que durante mucho tiempo no pudieron encontrarlo hasta un poco antes de que
terminara ese año. Una vez atrapado no sabían que hacer con el, hasta que una bruja
les comentó que la única manera de matarlo era utilizando una estaca de madera
obtenida de un árbol.

Después de matarlo con la estaca decidieron enterrarlo en el Panteón de Belén, lo


curioso fue que tiempo después de haber sido enterrado creció un árbol en su misma
lápida. Y bueno la creencia es que si alguien tala el árbol el vampiro volverá para
vengarse de los que lo mataron.
LA LEYENDA DEL CALLEJÓN DEL BESO

La Leyenda del Callejón del Beso es una leyenda mexicana pero de amor. La historia
sucedió en la ciudad de Guanajuato.
La leyenda cuenta la historia de dos enamorados muy al estilo Romeo y Julieta, pero
versión mexicana. Dice la leyenda que Carmen era hija única de un padre bastante
celoso, estricto y algunas veces hasta violento. Pero como cualquier muchacha Carmen
encontraba la manera de escaparse y en una de esas ocasiones conoció al que sería su
enamorado, Carlos.

Después de conocerse se veían de vez en cuando en una iglesia muy cerca de la casa
de Carmen, pero el padre los descubrió y la encerró en su cuarto. La realidad era que el
papá de Carmen quería casarla con un viejo noble español ya que le debía un favor.
Carmen desesperada por ver a su enamorado le pide a su dama de compañía que le
lleve una carta a Carlos donde le explicaba lo que su papá pensaba hacerle.

El balcón del cuarto de Carmen daba a un angosto callejón por lo que Carlos pensó que
si podía entrar a la casa de en frente y subir al balcón podría platicar con su enamorada.
Así que compró la casa y por fin pudieron seguir platicando cada noche.
Desgraciadamente el padre de Carmen los descubrió una de esa noches y le clavó una
daga en el corazón a Carmen. Carlos no pudo vivir con la ausencia de su amor y un día
decidió suicidarse en la Mina de las Valencianas. En la actualidad los turistas y locales
que visitan el Callejón del Beso tienen que darse un beso desde el 3er escalon para
tener felicidad por 7 años. Si por alguna razón pasas de largo sin hacer este acto te
caerá una maldición por 7 años.
LA LEYENDA DEL CHARRO NEGRO

Una de las más famosas leyendas de es la del Charro Negro. La historia es un poco
parecida a la del jinete sin cabeza o incluso a la de Ghostrider. Sigue leyendo para
conocer de que trata. Cuenta la leyenda que el Charro era de una familia humilde. El
Charro era una persona que siempre le gustaba andar bien vestido, pero aunque sus
padres lo querían mucho no le podían comprar lo que el quería.

Desgraciadamente por más que se esforzaba y trabajaba arduamente el dinero parecía


no alcanzarle y el ya estaba harto. Cuando sus padres mueren, su pobreza se
incrementó y en un momento de desesperación invocó al diablo para pedirle toda la
riqueza posible. Y bueno, nadie está seguro de como el Charro logró que Lucifer
acudiera a su llamado. Pero éste le ofreció cantidades impresionantes de dinero y
riqueza y solo pedía una cosa a cambio: su alma. Así que el Charro aceptó y obtuvo lo
que quería.

Lo triste fue que con el paso del tiempo la juventud del Charro también se consumía y
llegó un punto en el que se había cansado de viajes lujosos y de gastar su dinero en
mujeres y bebida. Así que ahora era rico pero estaba completamente solo. Hasta que un
día se le apareció el Diablo para avisarle que la fecha de pago estaba cerca. El Charro
se apanicó y decidió huir a caballo en una de las noches.
Pero el Diablo se dio cuenta y se le apareció para cobrar la deuda inmediatamente. Y
fue así que para cuando se dio cuenta la piel del charro se secó y su carne desapareció.
Quedandose solo con el ajuar encima de sus huesos.

La maldición del Charro es que solo sale del infierno a cobrarle a los deudores del
Diablo y si por alguna razón alguno de ellos acepta tomar la bolsa de dinero del charro
entonces será el afortunado en tomar su lugar. Y es por eso que cuando cae la noche
en los pueblos las mamás meten a sus hijos a las casas porque tienen miedo de que el
Charro Negro ande rondando la terracerías en su caballo.
LA LEYENDA DE LA PLANCHADA

Se dice que en el sistema de salud pública de México, el Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS) alguna vez hubo una enfermera que siempre se destacó por su excelente
servicio con los pacientes, que la querían como uno integrante de su familia por su trato
cálido en los momentos más complicados de salud.

Según la leyenda mexicana, ella era la primera en llegar y la última en irse, también era la que
tenía mayor experiencia y claro, la que se distinguía de todas las demás enfermeras por siempre
tener su uniforme en un buen estado, impecable y con un planchado perfecto, de ahí su apodo
de “la planchada”. El tiempo transcurría y esta cariñosa enfermera cada día se iba ganando el
afecto de más y más pacientes de todas las edades y todos los padecimientos, al grado en que
no querían ser atendidos por nadie que no fuera ella.

No obstante, una mañana al salir de su turno nocturno, la enfermera sufrió un terrible accidente
en el transporte público que terminó con su vida. No tardó mucho tiempo en llegar la noticia al
hospital donde trabajaba. El director del hospital rápidamente buscó algún relevo para atender
la gran demanda que había dejado. Una joven recién egresada fue la elegida para tomar el lugar
de la planchada, sin embargo, en su primer día, al iniciar su recorrido por los primeros pisos del
hospital, se llevó la sorpresa de que todos los pacientes decían que habían sido ya atendidos por
la planchada como siempre, por lo que no necesitaban nada.
La jovencita primero pensó que era una broma, pero al seguir avanzando a los demás pisos, los
pacientes decían lo mismo. Un poco confundida, la enfermera pensó que sería buena idea
buscar un café para tomar un respiro. Al llegar hasta donde estaba la cafetera, al fondo del
pasillo vio pasar a una enfermera de aires brillantes, con caminar lento y un uniforme
perfectamente planchado, en ese instante cayó en cuenta de que el espíritu de la planchada
seguía en el hospital cuidando a sus pacientes.

Desde ese momento en varios hospitales del IMSS a lo largo del país, dicen que la planchada es
una aparición común entre los pasillos de los nosocomios; hasta han llegado a haber relatos de
pacientes que dicen haber sido atendidos por la planchada en algún momento.
¿QUÉ SON LOS MITOS?
Un mito es una narración maravillosa protagonizada por dioses, héroes o personajes
fantásticos, que se desarrolla fuera del tiempo histórico, y explica o da sentido a
determinados fenómenos. La palabra proviene del griego (mythos), que significa relato,
cuento, leyenda. Los mitos forman parte del sistema de creencias de un pueblo o
cultura. Considerados en conjunto, los mitos conforman una mitología.

La mitología sustenta la cosmovisión de una cultura, es decir, el conjunto de relatos y


creencias con los cuales un pueblo ha explicado tradicionalmente su origen y la razón
de ser de todo lo que lo rodea. La función de los mitos es ofrecer explicaciones sobre el
mundo que nos rodea y en consecuencia existen diferentes tipos de mitos:
cosmogónicos, teogónicos, antropogénicos, fundacionales, etiológicos, morales y
escatológicos.

Las explicaciones que ofrecen, fueron tradicionalmente aceptadas por el pueblo, y se


han trasmitido de generación en generación a lo largo de los siglos de manera oral o
escrita. Pero un mito, también puede ser una historia ficticia de elaboración literaria, en
la cual se condensa alguna realidad humana y que tiene determinada significación
universal..
EL MITO DEL TZITZIN
La bella Tzintzin iba diariamente con su cántaro vacío por agua a un manantial. Era tal
su atractivo que los hombres más guapos de la sierra querían conquistarla, pero sabían
que era imposible, ya que su corazón pertenecía al de un joven cazador llamado
Quanícoti. Tzintzin y Quanícoti se veían todas las tardes en el camino al manantial, en
medio de flores y múltiples bellezas naturales.

Allí se decían cosas bonitas. Durante sus encuentros siempre había signos favorables
de la naturaleza, tales como la fragancia de las flores, el colorido de las plantas y los
animales que jugaban entre los árboles. Pero el tiempo transcurría rápidamente sin que
ellos notaran que el Sol iba desapareciendo del firmamento; continuamente se le hacía
tarde a Tzintzin, y sus padres la regañaban.

En uno de sus tantos encuentros de amor, los jóvenes no percibieron el pasar del
tiempo y cuando se dieron cuenta ya estaban los últimos rayos de luz de la tarde.
Tzintzin se angustió, ya que no había ido por agua. Pidió de rodillas al Sol que la
ayudara a encontrar agua en un lugar cercano, pues de lo contrario sus padres se
enojarían mucho. Fue tan sincera la súplica de la buena joven que inmediatamente
apareció un colibrí entre las flores. Tzintzin sabía que era un signo de los dioses, pues
sus movimientos, su porte y su colorido eran características únicas.
A través de los últimos rayos del Sol, pudo ver que del plumaje del pájaro caían gotitas
de agua que parecían diamantes. Ése era el signo que esperaba. Entre las flores
silvestres descubrió un pozo de agua de gran profundidad. Llenó su cántaro y regresó a
su casa. Sus padres estaban sorprendidos de ver la gran cantidad de agua que traía en
su cántaro. Ellos supusieron que Quanícoti le había ayudado a llenarlo. Pero Tzintzin les
explicó que había descubierto una fuente de agua cerca de un conocido camino que la
gente transitaba desde hacía varios años. La noticia se difundió por todos lados. Mucha
gente de comunidades vecinas iba a ver la nueva fuente de agua. Era tal su profundidad
que la llamaron Quiritzícuaro [la gran fuente], y fluía al este del pueblo de Paracho.
EL MITO DEL CONEJO Y LA LUNA

Cuenta la leyenda que el Dios azteca Quetzalcóatl viajó en una ocasión con forma de
hombre por todo el mundo, pero como había caminado mucho durante todo el día
decidió sentarse a descansar. Quetzalcóatl se sentía bastante cansado y sobre todo
hambriento, pero después de un rato siguió caminando hasta que la luna salió y
alumbró el camino. Finalmente decidió sentarse a descansar un poco y observó un
conejo que había salido a buscar comida y tuvieron una conversación:

Quetzalcóatl: ¿Qué estás comiendo?, – le preguntó.


Conejo: Estoy comiendo zacate. ¿Quieres un poco?
Quetzalcóatl: Gracias, pero yo no como zacate.
Conejo: ¿Qué vas a hacer entonces?
Quetzalcóatl: Morirme tal vez de hambre y de sed.

Fue cuando el conejo se acercó al cansado dios y le propuso que se lo comiera a lo que
el dios le respondió:

– Me emocionan tus palabras – le dijo acariciándole la cabeza con suavidad – A partir


de hoy, siempre serás recordado. Te lo mereces por ser tan bueno.

Y entonces Quetzalcóatl lo levanto muy muy alto hasta la luna donde quedó estampada
la figura del conejo.
EL MITO DEL ÁGUILA, LA SERPIENTE Y EL NOPAL

Es uno de los mitos de la historia de México con tal relevancia que sus protagonistas
aparecen en el escudo de la bandera de dicho país. Data de la época prehispánica,
cuando el dios Huitzilopochtli dio un mensaje a los habitantes de Aztlán para que
partieran a buscar una nueva tierra donde vivir. La misma debía ser donde los
pobladores encontraran un águila sobre un nopal devorando a una serpiente.

El llamado divino hizo que los aztecas se movilizaran rumbo a esta tierra prometida, en
una peregrinación que, según los nahuas, duró aproximadamente 165 años. El lugar
donde hallaron la escena descrita por el dios fue Tenochtitlán que, tiempo después, fue
la ciudad más importante del imperio precolombino.

Hoy en día, es uno de los mitos mexicanos largos más arraigados dentro de la cultura
popular, sobre todo en la actual Ciudad de México, localidad asentada sobre las ruinas
de la fabulosa capital imperial.
EL MITO DE LA CREACIÓN DE LA CREACIÓN DEL MUNDO Y DEL HOMBRE
(TRADICIÓN MAYA)

Antes de la existencia de todo, en una noche infinita, se reunieron los creadores,


Hurakán, Corazón del Cielo, y Kukulkán, la Serpiente Emplumada. Luego de conversar
largo rato, decidieron crear el mundo, que surgió a través de la Palabra. Dijeron "tierra"
y se hizo la tierra, dijeron "montaña" y desde las aguas brotaron los montes, y lo mismo
sucedió con los árboles y los ríos.

Kukulkán sintió que tenían que animar los espacios con seres que se movieran. Por
ello, crearon a los animales: venados, jaguares, pumas, búhos, quetzales y serpientes.
Les asignaron dónde vivir y les pidieron hablar, pero no eran capaces, sólo emitían
rugidos, graznidos y aullidos.

Así, surgió la idea del ser humano. Tomaron tierra y los moldearon con dos piernas, dos
brazos y un rostro alargado. Sin embargo, se derritieron y no alcanzaron a proferir
ninguna palabra. Entonces, procedieron a realizar seres de madera que pudieron
moverse y hablar. No obstante, eran criaturas vacías y de corazón ingrato que no
agradecieron haber sido creados.

Hurakán y Kukulkán se enojaron. Enviaron fuertes vientos y tormentas que arrasaron


con todo. Los pocos que lograron sobrevivir, se convirtieron en monos que olvidaron
haber sido humanos. Después, los dioses se retiraron, hasta que un tiempo después
llegaron un coyote, un zorro, un loro y un cuervo para mostrarles granos amarillos que
habían surgido en la tierra. De esta manera, supieron que el maíz sería la carne de la
nueva humanidad que podría iluminar el mundo con su lenguaje.
EL MITO DE MAYAHUEL
Había una vez una joven llamada Mayahuel que vivía junto a su abuela. La chica poseía
una belleza especial, con cabellos muy negros y ojos verdes como un lago quieto. Su
abuela era una tzitzimeme, una estrella caída que en la tierra se había convertido en
hechicera. Trataba a su nieta con mucho rigor, la mandaba a trabajar todo el día y jamás
la dejaba salir.

El gran señor Quetzalcóatl pasó por fuera de su casa y la vio mirando por la ventana.
Impactado por su belleza, la invitó a salir. Se dirigieron juntos al bosque. El dios abrazó
a Mayahuel y, al instante, se convirtieron en un hermoso árbol con ramas bifurcadas.
Por la noche, la abuela descubrió la desaparición de la joven, por lo que convocó a sus
hermanas. Una deslumbrante lluvia de estrellas descendió a la tierra, convirtiéndose en
ancianas. Se pusieron en la búsqueda de la desaparecida y llegaron junto al árbol.

Cuando Mayahuel vio llegar a su abuela, profirió un grito y fue descubierta. El árbol se
separó en dos y su figura fue despedazada por las malvadas mujeres. Mientras tanto, la
mitad del árbol que era Quetzalcóatl permaneció intacta. Observó con tristeza los restos
de la joven y les dio sepultura. Al poco tiempo, allí floreció la más hermosa de las
plantas: el maguey que extiende sus brazos al cielo y entrega a los hombres una bebida
sagrada. En cada uno de los magueyes de la tierra, vive Mayahuel y recuerda su amor
por Quetzalcóatl.
EL MITO DEL QUINTO SOL
Al principio de los tiempos, cuando nada era como lo conocemos ahora, estaban los
dioses mexicas reunidos alrededor del sol. Entonces decidieron hacer al mundo y que
en él habitara el ser humano. En ese momento dieron vida a un ser humano gigantesco
y también crearon a Ocelotonatiuh, el sol hecho de tierra. Aquellas criaturas medían 7
metros de altura. Sus cuerpos eran lentos y sus movimientos muy torpes. Se dice que
se caían con mucha frecuencia y, como ya no podían levantarse, ahí agonizaban y se
morían.

Por ello, después de casi 700 años, los dioses decidieron destruirlo pues se dieron
cuenta que, debido a su tamaño, no era un ser bueno ni inteligente. De esta manera,
Quetzalcóatl, una de las deidades involucradas, dijo que aquella cosa no era digna de
los dioses así que derribó al sol. El sol, como era de tierra, se cayó y con él hubo
numerosos terremotos. Se hicieron hoyos gigantescos que se tragaron a los humanos.

Nadie sobrevivió excepto aquellos que fueron capaces de convertirse en flores y


plantas.
A pesar de que el primer intento resultó un fracaso, los dioses mexicas volvieron a
intentarlo. Aunque, esta vez, crearon a Ehecatonatiuh, sol de viento. Aún así, después
de otros –casi– 700 años, volvieron a destruirlos. Una vez más derribaron al sol. Con
ello se desataron vientos tan fuertes que aniquilaron a todos los hombres pues los
arrojaban contra las montañas y los árboles. Sin embargo, pudieron sobrevivir aquellos
que se convirtieron en monos y simios.
Tiempo después, cuando los dioses volvieron a calmar su ira y desprecio, volvieron a
intentarlo. Esta vez crearon a Atonatiuh, sol de agua. No obstante, después de hacerlo,
las deidades se pelearon entre sí y terminaron por derribar al tercer sol.

Entonces inició un largo periodo de tormentas y lluvia. El diluvio duró cuarenta días y
cuarenta noches en las que todas las cosas se llenaron de agua. Esta vez solo pudieron
sobrevivir aquellos que lograron transformarse en peces. Posteriormente, los dioses
hicieron las paces y reanudaron su labor. Fue así como. a base de fuego, hicieron
a Quiauhtonatiuh, es decir, el Quinto Sol. Sin embargo, como si se tratara de un ciclo
terriblemente interminable, las deidades volvieron a pelearse y, una vez más, hicieron
que sus creaciones se extinguieran.

El fuego del sol cayó sobre la Tierra, emergieron los volcanes y se quemaron todos los
hombres. Pasaron las décadas y quizá siglos hasta que las entidades divinas se
propusieron volver a crear al hombre. Sin embargo, ya no tenían huesos para hacerlo,
solo quedaban cenizas. Intentaron darle vida con eso pero les fue imposible porque los
humanos salían débiles y morían con gran facilidad.

Entonces Quetzalcóatl recordó que Mictlantecuhtli tenía el último hueso existente. Sin
tener otra opción, la Serpiente Emplumada decidió descender al inframundo y pedirle
aquella valiosísima pieza al dios de la muerte. A pesar del poder de Quetzalcóatl, el dios
del inframundo se negó. En ese momento se desató una terrible pelea entre las
deidades y, en medio de la batalla, el hueso se cayó y se rompió en dos.

Después de llegar a un acuerdo, Mictlantecuhtli y Quetzalcóatl decidieron que cada


quien se quedara con una parte del hueso. Fue así como la Serpiente Emplumada
regresó con los otros dioses y entonces surgió el hombre tal cual lo conocemos, un
hombre que ya no necesita de dioses que lo destruyan porque, como nos dijo Nuria, se
destruye a sí mismo.
EL MITO DE LOS AXULES

Los Aluxes son pequeños seres que, de acuerdo a su propio mito, habitan la región de
Veracruz, Chiapas y Yucatán. Son similares a los duendes y no rebasan el metro de
altura. Según la leyenda, algunos de ellos se dedicaban a cuidar las cosechas de sus
amos, protegiendo las tierras por la noche y llamando a la lluvia.

Se dice que todavía protegen, estando ocultos, a muchos pueblos. De acuerdo al mito,
si le das una casa a los aluxes, ellos cuidarán de tu tierra durante siete años.
BIBLIOGRAFÍA
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