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El Maguey en la Cultura Nahua

Título: El mecuate de las maravillas. El maguey entre los nahuas del posclásico.

Introducción.

El maguey es sin duda alguna una planta muy versátil que ha provisto de muchas
bondades a los pueblos mesoamericanos que tuvieron acceso a esta planta que
lleva existiendo en nuestro planeta desde hace aproximadamente 10 millones de
años, de los cuales hace tan sólo 6,000 años comenzó a ser aprovechada por los
habitantes de mesoamérica1. El maguey es una planta como ninguna otra lo ha
sido antes en la historia de la humanidad, ya que todas y cada una de sus partes
fue aprovechada por los habitantes de mesoamérica, principalmente en la cultura
nahua, quienes, a pesar de que los grupos nahuas que habitaron la cuenca
lacustre y la región del altiplano de manera general, la relación que estos tenían
con el maguey no era del todo homogénea, ya que todos tenían una visión distinta
para poder relacionarse con esta planta que José de Acosta catalogó como el
“árbol de las maravillas", quien, a propósito escribió algo al respecto en 1590:

“El árbol de las maravillas es el maguey, de que los nuevos o chapetones


(como en Indias los llaman), suelen escribir milagros, de que da agua y
vino, y aceite y vinagre, y miel, y arrope e hilo, y aguja, y otras cien cosas.
Él es un árbol que en la Nueva España estiman mucho los indios, y en su
ordinario tienen en su habitación alguno o algunos de este genero para
ayuda en su vida, y en los campos se da y se cultivan. Tiene una hojas
anchas y groseras, y el cabo de ellas es una punta aguda y recia, que sirve
para prender o asir como alfileres, o para coser, y esta es la aguja: sacan
de la aguja cierta hebra e hilo. El tronco, que es grueso, cuando está tierno
le cortan y queda una concavidad grande, donde sube la sustancia de la
raíz, y es un licor que se bebe como agua, y es fresco y dulce; este mismo,
cocido, se hace como vino, y dejándolo acedar se vuelve vinagre; y
apurándolo más al fuego es como miel; y a medio cocer sirve de arrope, y
es de buen sabor y sano, y a mi parecer es mejor que arrope de uvas. Así
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van cociendo estas y otras diferencias de aquel jugo o licor, el cual se da en
mucha cuantidad, porque por algún tiempo sacan algunas azumbres de
ello. Hay este árbol también en el Pirú, más no le aprovechan como en la
Nueva España. El palo de este árbol es fofo y sirve para conservar el fuego,
porque como mecha de arcabuz tiene el fuego, y le guarda mucho tiempo, y
de esto he visto servirse de él los indios en el Pirú”. 2

El maguey fue adoptado por los pueblos mesoamericanos que lo tuvieron a su


alcance, quienes llegaron a exportar las propiedades del maguey más allá de las
fronteras de la misma Mesoamérica. Los nahuas tuvieron una relación muy
especial con el maguey, ya que utilizaron cada una de las partes de la planta para
fines prácticos y utilitarios, así como también para fines de índole mágico-religioso.
El autosacrificio era una actividad común entre las culturas nahuas, la cual se
realizaba con las espinas del maguey, es decir, con los extremos puntiagudos que
brotan de las pencas de esta planta. Las partes del maguey fueron empleadas
como elementos constructivos por los nahuas, sobre todo las pencas y los quiotes,
que eran utilizados para cubrir los techos de las viviendas 3. Es de suponer que, al
tratarse de un elemento imperecedero, este tipo de materiales eran empleados
solo por las clases macehuales dentro de la sociedad nahua, es decir, las clases
populares, ya que los pillis, es decir, las élites, acostumbraban a vivir en acrópolis
cuyo acceso era restringido al grueso poblacional 4.

Un elemento que caracteriza mucho al maguey y que sin dudas no puede quedar
al margen de esta investigación es el tema del octli, es decir, del pulque, así como
también de los otros fermentos que produce esta planta y que fueron
aprovechados por los nahuas desde fechas no definidas. Se tiene registro
arqueológico que muestra vasijas de barro procedentes del centro de México con
motivos ligados al maguey y al pulque que datan del preclásico tardío 5.
Posteriormente, durante todo el periodo clásico y el posclásico, el maguey tuvo
una relación simbiótica con los nahuas que se dedicaron a cultivarla, ya que los
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agricultores se dedicaban a esparcir las semillas que se producían en las flores
que brotaban del quiote, y a sembrar los mecuates 6 que nacían de las raíces y las
pencas más bajas del maguey. Estos mismos agricultores, durante siglos
perfeccionaron la manera de raspar, capar y tlachicar al maguey para que este
pudiera producir aguamiel sin comprometer la vida útil del propio maguey. Fueron
siglos de intervención y de interacción humana los que ayudaron a determinar la
cantidad de meses necesarios para dejar reposar a un maguey que se va a
dedicar a producir aguamiel. Por lo general se le deja de 3 a 12 meses 7. Mientras
más tiempo haya de reposo, se produce mejor aguamiel, pero es menor la
cantidad producida que el maguey logra producir.

El maguey fue tan importante para los nahuas que incluso sus productos eran
mandados a traer desde otras partes de Mesoamérica, ya fuera por parte del
comercio o por parte del tributo de guerra. Esto fue visto durante la época del
imperio tepaneca cuya capital fue Azcapotzalco, y posteriormente en la época de
la triple alianza, donde diversas regiones tributaban productos del maguey a
Tenochtitlan, Tlacopan y Texcoco. Según la Matricula de Tributos, a Tenochtitlan
llegaban productos desde Oaxaca y el Valle del Mezquital, tales como mantas y
fibras de ixtle, así como también otros productos alimenticios derivados del
maguey8. Estos productos debían ser lo suficientemente resistentes e
imperecederos para aguantar el viaje desde sus lugares de origen hasta las
capitales de la triple alianza.

Finalmente, no podemos dejar de lado el aspecto mágico-religioso y ritual en el


que estaba inmerso el maguey y sus derivados. Los nahuas, por un lado, sentían
una particular apreciación por el pulque, ya que consideraban como algo divino las
propiedades embriagadoras de esta bebida 9, y por el otro lado, las espinas del
maguey eran usadas para los rituales de autosacrificio que realizaban tanto los
sacerdotes como la población en general. Es muy probable que las espinas del
maguey hayan sido los objetos predilectos de los macehuales para realizar sus
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rituales de autosacrificio, ya que los miembros de la clase pilli usaban punzones
de pedernal, obsidiana, jade, entre otros 10. Ciertamente, a pesar de existir
punzones de diferentes materiales, como el hueso, los punzones predilectos eran
las espinas del maguey.

Desarrollo.

 Breve historia del maguey.

El maguey (agave salmiana) es una planta de la familia de las cactáceas y de las


suculentas que aparece en el registro fósil aproximadamente hace 10 millones de
años en lo que actualmente corresponde al continente americano 11. Por su
datación de los ejemplares más antiguos hallados en Norte y Centroamérica, el
contexto histórico de la aparición del maguey correspondería al Mioceno, escala
temporal geológica correspondiente al periodo Neógeno, la cual a su vez
corresponde al periodo Cuaternario. El Mioceno corresponde a un periodo en el
que los bosques y las selvas de clima cálido y húmedo habían comenzado a
desaparecer para dar paso a las estepas y sabanas de climas secos y áridos. La
aparición del maguey fue previa a la última glaciación que sufrió el planeta, es
decir, a la llamada glaciación de Würm que marcó al periodo pleistoceno, la cual
comenzó hace 3 millones de años y terminó hace 11,000 años
aproximadamente12. El humano moderno, es decir, el Homo Sapiens Sapiens,
apareció aproximadamente hace 120,000 años. Este dato es relevante porque
cuando el ser humano llegó a Mesoamérica entre 26,000 y 15,000 años
aproximadamente, debemos entender que ya eran humanos modernos y no de
ningún otro género de homínido13.

Se tiene registro que el maguey comenzó a ser utilizado por el humano hace 6,000
años, aunque muy probablemente esta planta fue de las primeras en ser
cultivadas y domesticadas por el ser humano cuando este se sedentarizó 14. Los

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registros más antiguos de uso del maguey en el altiplano central corresponden a
cuevas en su mayoría, tal como la cueva de Cuanalan y la cueva de Huapacalco,
así como también en lugares como Metepec y Yautepec. Un elemento muy
importante y característico del maguey es su uso para la producción de pulque y
aguamiel. No es posible saber con certeza desde hace cuando el ser humano
comenzó a extraer pulque y aguamiel del maguey, pero tenemos constancia
arqueológica del uso del octli desde finales del preclásico en el centro de México 15.
Es muy interesante este aspecto del origen del pulque ya que para que el
aguamiel surja se tienen que extraer las pencas nacen del corazón del maguey,
aquellas que están destinadas a convertirse en el quiote. Estas pencas deben ser
retiradas en un momento muy específico, y definitivamente antes de que se
conviertan en un quiote. En algún momento tuvo que haber aguamiel en estado
natural, y este tuvo que haber sido encontrado y consumido por los humanos. Es
de suponer que los habitantes de Mesoamérica realizaron una experimentación
con el maguey con la finalidad de repetir el fenómeno de la aparición del aguamiel,
de tal manera que sometieron al maguey a diferentes procesos y procedimientos
hasta perfeccionar la técnica de extracción de aguamiel.

 Los mitos del maguey.

El maguey ha estado inmerso en mitos que explican desde el origen de la planta


misma, así como también mitos que explican el origen del pulque y mitos que
explican el empleo y la necesidad de los autosacrificios con puntas de maguey.
Uno de los mitos más conocidos es aquel donde Quetzalcóatl, haciendo uso de su
advocación de Ehecatl, obtuvo el visto bueno de otros dioses para raptar a la
diosa Mayahuel. La abuela de Mayahuel y sus hermanas las tzitzimimeh salieron a
buscar a Mayahuel. Ehecatl-Quetzalcóatl al saber de esto, se convirtió a sí mismo
y a Mayahuel en árboles para ocultarse de las tzitzimimeh, pero estas terminaron
encontrándolos y despedazaron el árbol correspondiente a Mayahuel.
Posteriormente, Ehecatl-Quetzalcóatl procedió a reunir los trozos del árbol roto,
los sembró, y de ahí nació el maguey.

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“…los dioses dijeron entre sí: He aquí que el hombre estará aína triste si no
le hacemos nosotros algo para regocijarle y a fin de que tome gusto en vivir
en la tierra y nos alabe y nos cante y nos dance. Lo que he oído por el dios
Ehecatl, dios del aire, en su corazón pensaba dónde podría encontrar un
licor para entregar al hombre para hacerle alegrarse. Pensando en lo cual,
le vino a la memoria la diosa virgen llamada Mayahuel, y se fue en seguida
a donde estaban ellas, a las que encontró dormidas. Y despertó a la virgen
y le dijo, a la cual guardaba una diosa su abuela Cicímitl [Tzitzímitl]: Te
vengo a buscar para llevarte al mudo. En lo que ella convino enseguida, y
así descendieron ambos, llevándola él sobre sus espaldas.

Y tan pronto como llegaron a la tierra se mudaron ambos en un árbol que


tiene dos ramas, la una se llama quetzalhuéxotl, que era la de Ehecatl, y la
otra xochicuáhuitl, que era la de la virgen. Mientras su abuela dormía.
Cuando hubo despertado y no encontró a su nieta, apellidó en seguida a
otras diosas que se llamaban cicimime [tzitzimime]. Y descendieron todas a
la tierra a buscar a Ehecatl, y a esta razón las ramas se desgajaron las dos,
la una de la otra. Y la de la virgen fue reconocida por la diosa vieja, la cual
la tomó y, rompiéndola, entregó a cada una de las otras diosas un trozo, y
lo comieron.

Pero la rama de Ehecatl no la rompieron, sino la dejaron allí. La que tan


luego como las diosas subieron al cielo, se retornó a su primera forma de
Ehecatl, el cual reunió los huesos de la virgen, los enterró y de ahí salió un
árbol que ellos llaman metl, del cual hacen los indios el vino que beben y
[con] que se embriagan”16.

En otro mito relacionado al mito de los soles, podemos encontrar un fragmento


donde tras el sacrifico de Tecuciztecatl y Nanahuatzin, todos los dioses
procedieron a sacrificarse a ellos mismos, excepto uno que tuvo miedo: Xólotl.
Este dios decidió huir y esconderse en la forma de diversas plantas y animales

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que él iba inventando, tal como lo fue el maíz, el maguey y el ajolote. Finalmente,
Tlahuizcalpantecuhtli lo encuentra y lo sacrifica.

“Un dios hubo, sin embargo, que, como la fama cuenta, se resistía a morir.
Era Xólotl, que decía: "¡Oh dioses, que yo no muera!" Y entre tanto lloraba,
lloraba tanto que los ojos se le inflamaron, se le hincharon los párpados. Y
cuando a él llegó la Muerte, él se lanzó a huir corriendo ante ella. Se
escabulló y fue a refugiarse entre las matas del maíz verde. Allí tomó el
aspecto y la forma de una caña, en caña doble se convirtió, de las que
tienen doble tallo, y se llama por esto Doble-Labrador. Pero, visto entre las
matas, otra vez se echó a huir frente a su perseguidor, y se fue a meter
entre los magueyes, y también se convirtió en maguey de doble corazón,
por lo cual se llama Doble-Maguey. Pero aun allí fue visto y de nuevo huyó
y se fue a meter en el agua, y se convirtió en ajolote: pero al fin allí le
atraparon y le dieron muerte”17.

Un aspecto mitológico más donde se hace mención del maguey es aquél que
involucra a los hijos de Patecatl y Mayahuel, es decir, los Centzon Totochtin, o los
400 conejos. El mito refiere que estas deidades menores están asociadas con el
pulque y los borrachos, de tal forma que cada vez que alguien ingiere pulque,
alguna de estas deidades entra en el cuerpo del consumidor y lo posee. Sus
colores característicos son el negro y el rojo y se les relaciona con el sueño, el
despertar, con la ofuscación, con la lucidez y en algunos casos hasta con la
muerte18. Hay versiones de este mito donde se afirma que el conejo fue el primer
bebedor de pulque. El conejo, por su parte, también está relacionado con la luna.
Algo muy interesante al respecto es que los nahuas representaban a la luna como
una vasija de pulque con un conejo dentro de ella 19. Justamente por este tipo de
atributos, al conejo se le consideraba un ser viejo y sabio. Como dato adicional, la
especie de conejo predominante en Mesoamérica es aquella que actualmente
conocemos como Sylvilagus Floridanus.

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 El maguey y los nahuas.

El maguey tuvo una relación simbiótica con los pueblos nahuas del altiplano
central debido a todos los usos que estos pueblos le daban a esta planta en
particular. Sabemos que esta planta era muy importante para los nahuas, sin
embargo, cada pueblo nahua tenía una relación particular con el maguey, sus
atributos y sus derivados. Tan sólo, en México-Tenochtitlan se tenía la prohibición
de beber pulque de manera desmesurada. Se tenía impuesto un límite, el cual era
4 jarros. Sin embargo, las personas mayores de 52 años podían consumir todo el
maguey que desearan20. Por otra parte, las personas que eran encontradas
borrachas eran ejecutadas. A pesar de esta clase de imposiciones que tenían los
tenochcas al consumo del pulque, los demás pueblos nahuas de la cuenca
lacustre y del altiplano central no aplicaban este tipo de normativas.
Presumiblemente los Estados adscritos a la triple alianza, es decir, Tlacopan y
Texcoco, seguían las mismas normativas que los mexicas respecto al pulque. Sin
embargo, en las festividades el Estado se encargaba de repartir pulque a toda la
población, ya que solamente durante ciertas festividades era lícito consumir
pulque en cantidades no convencionales21.

Por otra parte, había muchos productos derivados del maguey que la triple alianza
reclamaba de los pueblos que tenía como tributarios. En la Matricula de Tributos
se pueden apreciar muchos artículos derivados del maguey que debían tributarse
hacia las capitales de la triple alianza. Aparte de los derivados del maguey como lo
eran las espinas, las pencas, las fibras, las mantas y las vestimentas, también
había regiones que debían tributar la así llamada miel de maguey, tales como lo
eran Actopan, Tepatepec, Ixmiquilpan, Texcatepec, Mixquiahuala, Atenco,
Tlahuelilpan, Tetepango, Ajacuba, Tequixquiac, Xalpa, Tlapanaloyan, Hueypoxtla
y Acayuca22. Aparte de estos sitios, también se traían objetos y bienes derivados
del maguey de lugares aún más lejanos, tal como Oaxaca, la costa del Golfo y el
Valle del Mezquital23.
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Aparte de los usos mágico-religiosos y rituales como lo son el autosacrificio con
las espinas del maguey (uitzia mechichihual en náhuatl), el maguey en sí mismo
también era utilizado como ofrenda y como ajuar funerario de miembros
pertenecientes a la clase social macehualli, es decir, de los antiguos habitantes de
las tierras comunales calpulli24. Se han encontrado vestigios arqueológicos de
pencas (mema en náhuatl), espinas y mezontetes (mezontetl) dentro de estos
contextos arqueológicos anteriormente mencionados 25. Muy posiblemente también
eran agregados a los ajuares funerarios otras partes del maguey, como las flores
(quiotl xóchitl), sin embargo, debido a la su naturaleza perecedera no se han
conservado26.

 Usos prácticos y cotidianos del maguey.

El maguey fungía como materia prima y complemento para diversos contextos de


la vida cotidiana de los nahuas. El maguey suplía muchas necesidades de aspecto
alimenticio, constructivo, agrícola, de producción de tejidos y fibras, de usos
ornamentales y de uso doméstico, y por supuesto, en el aspecto de la bebida 27.
Todas las partes del maguey tenían alguna utilidad y nada podía desperdiciarse
de manera justificada. Incluso cualquier residuo o parásito es aprovechado de
manera óptima.

Las flores eran empleadas en un guiso conocido como gualumbo 28. Las semillas
podían ser empleadas como adornos corporales, juguetes para niños y para ser
empleados en sonajas29. Del quiote se producía un jugo de sabor dulce, así como
también tortillas, aljabas para flechas, canales para colectar agua de lluvia,
pequeños puentes sobre riachuelos, de sus fibras se podían elaborar tocados
femeninos, y si se asaba se conseguía un postre que actualmente es conocido
como quiote asado30. De las espinas se conseguían agujas con hilo incluido,

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clavos y los ya mencionados instrumentos de autosacrificio 31. De la penca se
podía conseguir abono, fibras para hilos, cordeles y tejidos, papel, mezcal dulce,
gusanos blancos, techos a modo de tejado, combustible, recipientes para comida,
estropajos, escobetas, cunas para niños pequeños, servían como base para
adornos de pluma y oro y como fibras para arcos florales 32. De la piña se
conseguía un saborizante para los tamales, abono, combustible, sal de gusano,
recipientes para agua, aguamiel y un postre conocido como piña horneada 33. Del
aguamiel en sí mismo también se podían obtener otras bebidas y otros recursos
valorados por los antiguos nahuas, por ejemplo, si el aguamiel se fermentaba se
podía obtener vinagre y pulque, si se concentraba se podían conseguir mieles,
azucares y jarabes, así como también se podía utilizar como bebida ritual, para
saborizar tamales y preparar atoles 34. Del pulque también se obtienen otros usos
aparte del habitual uso como bebida recreativa o como bebida ritual, ya que los
residuos del pulque podían servir para alimentar aves de corral (guajolotes en este
particular caso), e incluso se podía emplear como condimento 35. Las raíces
gozaban de una rica presencia de gusanos rojos (chinicuiles), se podían elaborar
cepillos y escobas, canastas, y jabón para limpiar la ropa 36. El meyolote, es decir,
la cavidad realizada en el corazón del maguey para extraer el aguamiel podía ser
utilizado para preparar algunos guisos37. El mezontete servía como recipiente para
guardar objetos pequeños y como banco para sentarse 38. Finalmente, los usos de
la planta completa servían como marca para delimitar terrenos, para deslindar
terrenos, para formar y proteger terrazas y también se usaban como cercas
protectoras39.

Como se podrán dar cuenta, muchos de estos usos todavía siguen vigentes hoy
en día, y es que el maguey fue una planta con la que los seres humanos que

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habitaron Mesoamérica lograron entablar una relación simbiótica, lograron obtener
el máximo aprovechamiento de una planta que era abundante en su entorno.
Hasta el día de hoy, este tipo de relación sigue vigente, principalmente por las
razones de la producción de aguamiel y pulque.

 Usos mágico-religiosos del maguey.

El uso mágico-religioso y ritual del maguey y sus derivados se puede reducir al


aguamiel, al pulque y a las espinas del maguey. Muy aparte de las pencas y otros
elementos que forman parte del maguey que se usaban como ofrendas y ajuares
funerarios, los elementos y derivados del maguey que verdaderamente tenían un
significado y uso ritual y mágico-religioso era el pulque, el aguamiel y las
espinas40. El caso del pulque y del aguamiel residía en sus propiedades
embriagantes, por las cuales estas bebidas eran de uso ritual. En el caso de
México-Tenochtitlan se realizaban fiestas y celebraciones donde se podían beber
cantidades no convencionales de pulque. Esto, a pesar de que esto también se
realizaba en las demás comunidades nahuas, es relevante mencionarlo respecto a
la comunidad tenochca debido a que en esta se aplicaba una restricción al
pulque41.

Las espinas del maguey eran empleadas para el autosacrificio. Es cierto que
también existían otros materiales para realizar este tipo de prácticas, tales como
punzones de obsidiana, de pedernal, de jade, de hueso de diversos animales,
incluyendo espinas de raya, pero a pesar de esto, se sabe que las espinas del
maguey eran el punzante predilecto para hacer los rituales de autosacrificio, sobre
todo por la clase macehualli. Los miembros de la élite pilli eran quiens con mayor
frecuencia usaban los punzones de pedernal, jade y obsidiana, entre otras cosas
consideradas de lujo, aunque no hay vestigio o evidencia de que descartaran
totalmente las espinas del maguey42.

 El pulque.

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E

 El octli prohibido.

Conclusión.

Cuando hablamos del maguey no podemos quedarnos con la primera impresión


que podamos tener acerca de esta maravillosa e impresionante planta. Hablar del
maguey conlleva tener en cuenta todas las relaciones de parentesco que tiene
esta planta con los antiguos pueblos que habitaron Mesoamérica. La relación de
simbiosis que existía entre los pueblos nahuas y el maguey, y como estos
aprovechaban todos los atributos del maguey a cambio de propagarlo y
reproducirlo. El maguey es una planta llena de historia porque fue una planta que
nació en una época bastante agreste, tuvo que ceder terreno y sobrevivir a una
glaciación, para finalmente presenciar la llegada del humano moderno al territorio
que actualmente denominamos como Mesoamérica. Fue de las primeras plantas
en interactuar con los seres humanos, y una de las primeras en otorgarle todas las
bondades que estaban a su alcance, sin embargo, sus máximos regalos: el
aguamiel y el pulque, le convertirían en una planta mística, no solamente por sus
facultades embriagantes, sino por actuar como un facilitador en la comunicación
entre los dioses y sus adoradores.

Sin lugar a dudas estamos ante una planta que gozó de muchísima influencia no
sólo en la cultura nahua, sino a nivel general en Mesoamérica, naturalmente por
detrás del maíz y la calabaza, aunque nada debe envidiarles porque del maguey
no sólo se bebe, sino que también se come. Muestra de ello son los gabazos
masticados que se han hallado a lo largo de Tenochtitlan y Tlatelolco. El maguey
es una de las cactáceas de mayor distribución a lo largo del territorio mexicano.
Una planta con un corazón tan grande que florece en lo alto del cielo. Sin duda
alguna es una planta cuyo cuidado y procesos para producir aguamiel y recolectar
chinicuiles son más un arte que un proceso en sí mismo. El maguey es una planta
más antigua que el ser humano, sin embargo, pareciera que siempre estuvo a la
espera de los antiguos nahuas, con quienes entabló una relación particular, ya que
aparte de ser el conducto para hablar con los dioses, también sirvió como fuente
de alimento, herramientas y materiales constructivos. Y cuando no se dedicaba a
eso, se le dejaban piedras en el mezontete para dejarlo capón.

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