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BALANCE DE

BLANCOS
¿QUÉ ES EL BALANCE DE BLANCOS?

El balance de blancos (White balance o WB) es la forma que


tenemos de equilibrar una imagen en cuanto a la dominante de color.
Lo ideal es que esta dominante sea neutra, es decir, blanca, lo que en
la vida real equivale aproximadamente a la luz de las horas centrales
del día o a la luz del flash, que también se considera neutra.
Cada tipo de luz y cada momento del día, aunque no siempre
sea evidente a primera vista, tiene una dominante de color, lo
que también conocemos como temperatura de color. La
temperatura de color se mide en grados kelvin, y se clasifican
en temperaturas más cálidas (atardeceres, por ejemplo),
temperaturas más frías (días nublados) o neutras (ya hemos
comentado que son las horas intermedias del día).
¿CÓMO SE AJUSTA EL BALANCE DE BLANCOS?

Y dirás: «Vale. Muy bien, pero ¿cómo se hace?» Pues es muy sencillo, compensando
unos y otros. Es decir, si tienes una escena demasiado cálida, habrá que añadirle un
poco de frío y, si en cambio, tienes una imagen demasiado fría, deberás añadirle algo
de calor. Así de sencillo. Y esto es lo que hace el balance de blancos automático de tu
cámara.
Ahora me preguntarás «¿Y cómo sé qué tono va a ser predominante para poderlo
corregir?» La respuesta es fácil: Puedes dejar que la propia cámara se encargue de
detectar que un cierto color está dominando la foto excesivamente y que ella misma se
encargue de contraatacarlo. Si quieres que la cámara gestione esta tarea por ti, entra en
el ajuste de Balance de Blancos y elige la opción de «Balance de Blancos
Automático» (también conocido como «AWB»).
Como las máquinas no son perfectas, a veces la cámara no es capaz
de detectar un cierto exceso de tonos y, por consiguiente, no lo puede
corregir. Ahí entras tú (eres el fotógrafo ¿lo olvidabas?) 😉
Básicamente vas a hacer lo siguiente: vas a disparar un foto de prueba
y la vas a mirar detenidamente, si la encuentras correcta y neutra
genial, pero si ves un cierto exceso hacia un lado en tonos azules o
hacia el otro en tonos rojos, tendrás que seleccionar manualmente uno
de los distintos modos semiautomáticos de Balances de Blancos que
tu cámara pone a tu disposición
El gráfico muestra más o menos todas las opciones que nos ofrecen las cámaras
para ajustar el balance de blancos de forma semiautomática (también
llamados presets). De izquierda a derecha tendríamos las luces de tungsteno
(las de interior), el siguiente símbolo corresponde a la luz fluorescente, el
siguiente al flash, el sol a la luz de mediodía, la nube a un día nublado y, por
último, el emoticono de sombra. Estos son ideales para escenas en las que un
tipo de luz domina claramente.
¿QUÉ ES EL FORMATO RAW?
RAW quiere decir «crudo» en inglés. Por lo tanto, se trata de un
formato con el cual conservamos la foto cruda, sin procesar, como si
no la hubiésemos tomado aún. Cuando disparas una foto en el formato
habitual JPG la cámara graba la imagen en la tarjeta de memoria de
manera definitiva (con los ajustes que ella considera) y no admite
cambios posteriormente, o tal vez sí pero muy pocos. En cambio, si
disparas la foto en formato RAW estás «conservando» de alguna
manera la escena dentro de la tarjeta de memoria y así mantienes la
posibilidad de terminar de tomar la foto posteriormente, en tu
ordenador.
En cambio, cuando disparas con el formato RAW, la cámara
registra no sólo los datos de la imagen sino todos los posibles
valores, dejando la foto de alguna manera «abierta» a cualquier
cambio posteriormente. Imagina, por ejemplo, que disparas la foto
con unos valores de exposición y balance de blancos determinados,
pero posteriormente cambias de opinión y quieres modificar esos
valores a otros, pero no puedes disparar la foto nuevamente porque
ya estás en casa en frente de tu ordenador.
Las imágenes RAW son por lo tanto una especie de
«negativo», un fichero fuente del cual puedes obtener la
imagen final que siempre será JPG.
Porque no nos engañemos,
por muchos detractores que haya de la edición o el retoque fo
tográfico
, es el último paso de una fotografía, donde podemos aportar
nuestra visión como artistas. Porque cuando hacemos una
fotografía, la hemos imaginado de una forma en nuestra
mente y la cámara, no siempre es capaz de capturar justo lo
que queremos.
POR QUÉ? ¿QUÉ VENTAJAS ME APORTA EL FORMATO
RAW?
•Calidad de imagen: El formato RAW no comprime la foto
como lo hace el JPG. Con una foto RAW puedes tener la
seguridad de captar TODA la calidad e información posible.
•Permite cambios posteriores, ajustes, mejoras: Con el formato
RAW puedes cambiar casi todo en la foto. Excepto detalles como
el encuadre, la disposición de los objetos/sujeto, etcétera, lo
demás casi todo lo puedes cambiar más tarde. Puedes darle a la
foto más exposición (luz), cambiarle el balance de blancos, darle
más calidez o más frío, cambiarle la saturación, etcétera.

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