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En una subestación existen varios punto en donde se puede producir

un incendio. Estos lugares pueden ser: Edificio de tablero, trincheras


de cables, interruptores, transformadores de corriente y
transformadores de potenciales y principalmente en los
transformadores de potencia, por lo cual se hace necesario contar
con protecciones contra incendio, localizadas en diversas zonas clave
de la subestación.
En las instalaciones eléctricas se pueden utilizar diferentes métodos
de protección contra incendio, entre los cuales se tienen los
siguientes:

1. Separación adecuada entre transformadores.


2. Muros separadores, no combustibles, entre transformadores.
3. Fosas.
4. Sistemas fijos, a base de polvo químico seco.
5. Sistemas fijos, a base de halón.
6. Sistemas fijos, a base de dióxido de carbono.
7. Sistemas fijos, a base de agua pulverizada.

La instalación de un sistema contra incendio en una subestación se


puede considerar repartido en dos zonas principales:
(A) Área de la subestación, menos la zona de los transformadores.
(B) Área de los bancos de transformadores.
En el primer caso, se utiliza una serie de extinguidores portátiles,
cargados con dióxido de carbono a presión, que se reparten y fijan
sobre diversas columnas de las estructuras de las áreas de alta y
baja tensión, así como dentro del edificio principal de tableros. La
cantidad de estas unidades es variable y depende del área que
abarque la subestación en cuestión.

En el segundo caso, que trata de la protección de los transformadores


de potencia, se encuentra el área más peligrosa por la gran cantidad
de aceite que contienen os tanques de éstos.

En caso de un cortocircuito, la energía desarrollada por éste, gasifica


el aceite interno produciendo una onda de presión, o bien, un arco
que por sí mismo puede reventar el tanque, originando un chorro de
aceite en combustión. A continuación del chorro de aceite, se produce
el vaciado de todo el aceite en proceso de combustión
Para reducir al máximo los efectos anteriores, primero se considera
que la duración del cortocircuito es muy breve, por la rapidez con que
actúa la protección eléctrica del sistema, y segundo, una vez que
cesa el proceso de arqueo, continúa ardiendo el aceite, tanto el que
sigue escurriendo como el que ya está depositado en el suelo. Para
eliminar este incendio, se puede utilizar cualquiera de los métodos
señalados anteriormente.

Se Considera que una separación entre transformadores de 8 metros


como mínimo, es suficiente para evitar la propagación del fuego a los
demás aparatos. Esta distancia debe crecer a medida que aumente la
capacidad de los transformadores.
Este sistema de protección consiste en la instalación de muros de
material no combustible entre los transformadores, como puede verse
en la figura, con el fin de proteger del incendio a otras unidades
adyacente al transformador que se esté quemando. En la primero
figura se muestra el caso en que se requieren los muros divisorios, y
en la segunda, se fijan las dimensiones y la separación entre dichos
muros.
Capacidad del Cantidad de Distancia libre entre Necesidades de
transformador transformadores transformadores muro

Mayor 12m No
30MVA 2 o más
Menor 12m Sí

Mayor 12m No
50MVA 2 o más
Menor 12m Sí

Mayor 12m No
100MVA o más 2 o más
Menor 12m Sí

Los muros deben tener una altura que sobrepaso en 1.5 metros a la
altura de la tapa del transformador. La longitud horizontal debe
sobresalir unos 60 centímetros de la longitud horizontal del
transformador, incluyendo los radiadores.
Otro método es la construcción de una fosa debajo de cada
transformador, de un volumen igual al del aceite encerrado en el
tanque. El fondo de la fosa debe estar en contacto directo con la
tierra, para que el agua de la lluvia sea absorbida por ésta, mientras
que el aceite no. La fosa se llena de piedras que tienen la función de
enfriar el aceite incendiado y ahogar la combustión, apagando el
incendio. Dicha fosa no debe tener drenaje para evitar contaminar con
aceite la red de drenaje. En caso de llenarse de aceite la fosa, y una
vez apagado el incendio, se extrae con una bomba. Este es un
sistema contra incendio muy utilizado en Europa, por lo económico.

Este sistema consiste en un recipiente que


almacena polvo, una red de tuberías provistas de
toberas a través de las cuales se descarga el
polvo, impulsado por la presión de un gas inerte,
sobre la zona que se trata de proteger.
El polvo es un compuesto de partículas formadas por una
combinación de bicarbonato de sodio, de potasio y de fosfato de
amonio, mezclados con un material especial que evita la formación de
grumos.

Este sistema no debe utilizarse en aquellas partes de un equipo


eléctrico que sean delicadas, ya que los residuos del polvo pueden
afectarla.

Además de los sistemas fijos que se están


mencionando, conviene instalar un sistema portátil
formado por un carro, sobre el cual se monta un
extinguidor de polvo químico con 68 kilogramos de
capacidad, y que se utiliza para combatir fuegos
menores fuera del alcance del sistema fijo. Conviene
instalar un carro por cada dos transformadores.
Consiste en un recipiente que contiene el agente extinguidor, halón
presurizado con nitrógeno. La expulsión del halón se efectúa por
medio de las toberas de descarga, localizadas sobre la zona de
riesgo.

El halón es un hidrocarburo
halogenado, con una densidad de
unas 5 veces mayor que la del aire,
es incoloro, inodoro, inhibe la
combustión, no es conductor
eléctrico, no es tóxico y no deja
residuos sobre las superficies que
actúa. Su pode de extinción es de
unas tres veces mayor que el del
dióxido de carbono y puede ser
utilizado en áreas cerradas, siempre
que la concentración no exceda de
un 10%.
Las instalaciones fijas de dióxido de carbono
consisten en un tanque de almacenamiento y en
una red de tuberías rematadas en una serie de
toberas, dirigidas hacia los aparatos que se trata
de proteger.

En dióxido de carbono es un gas incoloro, inodoro


e inerte con densidad 50% mayor que la del aire.
No conduce la electricidad. Al pasar del líquido a
gas se expande 450 veces, enfriando y sofocando
el incendio. No deja residuos en las superficies. El
mismo gas produce la presión de descarga en las
toberas. No se debe usar en áreas cerradas donde
exista personal, para evitar el peligro de asfixia.
Es el sistema más utilizado para la protección de
transformadores. Consiste en una red de tuberías en
cuyos extremos se instalan una serie de rociadores,
cuya descarga de agua finamente pulverizada
abarca toda la superficie de cada transformador. El
agua se suministra por medio de una cisterna y una
bomba, o bien, por medio de una instalación
hidroneumática.

El agua, como agente de extinción de incendios, se viene usando


desde hace mucho tiempo, debido a sus propiedades de enfriamiento
y sofocación, dilución y emulsión. A continuación se amplían estos
conceptos.
Extinción por enfriamiento. Por su alto calor específico, el agua
tiene gran capacidad de enfriamiento. Al entrar en contacto con un
material en combustión, absorbe calor por la transformación del agua
en vapor. Al dividirse la masa líquida en partículas finas, se aumenta
y se facilita la evaporación. Por otro lado, conviene que las partículas
sean lo suficientemente pesadas para que al ser proyectadas puedan
vencer la resistencia del aire, la gravedad y el tiro térmico del aire
cerca del incendio.

Extinción por sofocamiento. Esto sucede cuando las partículas de


agua son transformadas en vapor, aumentando su volumen
aproximadamente unas 1700veces. El gran volumen generado,
desplaza un volumen igual del aire que rodea al fuego, sofocándolo.

Extinción por emulsión. La emulsión se produce cuando el agua


pulverizada es arrojada con fuerza contra una superficie de aceite u
otro material viscoso, produciéndose una emulación aceite-agua.

La emulsión con líquidos de baja viscosidad es breve y se mantiene


mientras el agua se sigue aplicando, lo que a su vez produce vapor
de agua, sobre la superficie del líquido inflamado.
Extinción por disolución. Este sistema de extinción sólo se produce
en el caso en que los materiales inflamables sean solubles en el
agua, cosa que no ocurre en el caso de incendio del aceite de un
aparato eléctrico.

Por lo que respecta al suministro de agua, las opciones más usadas


en subestaciones son:

1. Tanque hidroneumático de operación automática.


2. Cisterna y unidad de bombeo con motor diesel de operación
automática.

El primero caso forma un sistema sumamente seguro, simple, y


requiere poco mantenimiento, además de no requerir arranques
periódicos para tener el sistema a punto de operación

El segundo caso requiere tener buena vigilancia en la existencia de


combustible del motor diesel y la carga de los acumuladores, y hacer
pruebas frecuentes para asegurar la disponibilidad del equipo en los
caso de emergencia. Además se requiere una reserva de agua
mucho mayor que se almacena en un tanque abierto o cisterna.

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