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del Matrimonio
El matrimonio exitoso y feliz es un arte y
una tarea.
El marido está acostumbrado a los negocios, la industria, los sueldos, los hechos, etc., y
encuentra la razón de la vida en tales cosas “externas”; mientras que ella instintivamente
espera sentir su razón de ser por tener el hogar, los niños y la seguridad del amor y
cuidado del esposo. Esta diferencia de exteriorizar e interiorizar a veces se expresa por la
lógica del hombre y el sentimentalismo de la mujer.
La tendencia del esposo de ser agresivo también afecta su relación con la
E esposa.
Ella normalmente desea ser conquistada pero con suavidad y fortaleza. Lo
interesante del hombre, aun siendo el agresor, es que es vulnerable a
cualquier amenaza a su capacidad o reto a su imagen varonil.
Por último, hay una diferencia entre los matrimonios en la manera de mirar al
F sexo opuesto.
Los hombres tienden a ver a las mujeres como a mujeres, ósea, en su forma
física. Por eso su evaluación de las mujeres es a corto plazo.
La mujer tiende a mirar a los hombres en términos de maridos, o sea, de tener
relaciones a largo plazo.
4- Papeles en el matrimonio
Uno de los primeros ajustes que encara la pareja cuando se casan es el de aceptar su nuevo estado de
esposo y esposa. ¿Cómo es ser esposo y tomar las riendas de un hogar, dirigiendo las múltiples
decisiones cotidianas? ¿Cómo es ser cabeza del hogar? ¿Cómo debe sentirse como esposa? ¿Sumisa?
¿Obediente? ¿Contenta y cumplida? Sin duda esta es la primera etapa que la pareja tiene que superar.
El ajuste requiere papeles masculinos y femeninos, de ser compañeros en una íntima unión y de
comenzar a actuar como un equipo.
Pablo enseña que debe existir una línea de autoridad en el hogar que comienza con Cristo, pasa al varón y
de él a la mujer (1 Corintios 11:2-12.)
El punto es que en Cristo los dos comparten una vida especial que les provee mayores posibilidades de
poder actuar como el mismo Señor que vino a servir en vez de ser servido. Son responsables el uno al otro
para cumplir sus papeles como ya están bíblicamente establecidos.
También el sometimiento muto da oportunidad para el ejercicio de los dones que cada uno tiene. Es decir,
que a cada uno se le debe permitir funcionar al máximo de sus capacidades en reconocimiento de los
dones que el Señor mismo les dio cuando les salvó (1 Corintios 12:7-12; 1 Pedro 4:10.) Si la esposa tiene
mayor capacidad en la administración de fondos o del negocio, sería sabio tomarlo en cuenta en la división
de responsabilidades en el hogar.
5- La intimidad en el matrimonio
Se define la intimidad como la “amistad, cercanía, comunión,
familiaridad, lo que pertenece al ser más interno, (y) relaciones sexuales”. En el
hogar, la intimidad está estrechamente ligada a la disminución de nuestra soledad, la satisfacción de
nuestra “hambre del corazón” y la participación en el maravilloso proceso de llenar la necesidad del otro.
La intimidad es algo que puede crecer, pero también es algo que se puede
perder; o aún peor, morir. es diferente para cada uno. En todos los matrimonios
experimentamos ciclos de acercamiento y de enfriamiento (o separación).
Algunas personas no pueden tolerar la cercanía de la otra persona, ni pueden
compartir sus pensamientos, ni su cuerpo, sino solo por períodos breves. Sin
embargo, casi todos deseamos más intimidad de la que hemos encontrado
hasta ahora.
Sugerencias que contribuirán al crecimiento de la intimidad .
(1) expresiones orales de amor; El misterio de la idea de Pablo en Efesios 5:21, de que los dos se
(2) expresiones físicas (o mejor dicho, sometan, el uno al otro, se explica por el hecho de vivir
abiertas o tangibles) de amor; y fomentando siempre un respeto mutuo y de tomarse en cuenta en
las decisiones y en el manejo del hogar. La cooperación es un
(3) la atracción física. espíritu de edificación, honor, y de preferencia para con el otro;
en fin, es ver al compañero de la vida sumamente feliz en el
cumplimiento de su papel como cónyuge y pariente.
Claves de Compañerismo.