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Marginalidad y contracultura en

“Los subterráneos” de Jack Kerouac

Vicente Marcos
Lit. Occidental IV
Jack Kerouac y la generación
beat
Nació en Lowell (Massachusetts) en 1922.
Estudió en escuelas católicas y posteriormente en
la Universidad de Columbia Recorrió Estados
Unidos trabajando en múltiples empleos. Influido
por las lecturas de, Hemingway, Wolfe y Joyce.
Después de alcanzar el reconocimiento literario,
se retiró a su natal Lowell, se casó y abandonó
toda actividad pública.
“Aullido” De Allen Ginsberg
Rechazaron los valores tradicionales
Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura,
estadounidenses. Cuestionaron la sociedad de hambrientas histéricas desnudas,
consumo y la “Forma americana de vivir”. arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de
un colérico pinchazo,
Regular uso de distintas drogas. Tenían una hípsters con cabezas de ángel ardiendo por la antigua conexión
forma de vida nómada. Influenciados por el celestial con el estrellado dínamo de la maquinaria nocturna,
ritmo del be-bop, Whitman y Rimbaud que pobres y harapientos y ojerosos y drogados pasaron la noche
fumando en la oscuridad sobrenatural de apartamentos de agua fría,
flotando sobre las cimas de las ciudades contemplando jazz,
que desnudaron sus cerebros ante el cielo bajo El y vieron
ángeles mahometanos tambaleándose sobre techos iluminados,
que pasaron por las universidades con radiantes ojos
imperturbables alucinando Arkansas y tragedia en la luz de Blake
entre los maestros de la guerra,
que fueron expulsados de las academias por locos y por publicar
odas obscenas en las ventanas de la calavera,
que se acurrucaron en ropa interior en habitaciones sin afeitar.
“La Generación Beat fue una visión que tuvimos John Clellon
Holmes, yo, y Allen Ginsberg, hacia fines de los años cuarenta, de
una generación de hípsters locos e iluminados, que aparecieron
de pronto y empezaron a errar por los caminos de América,
graves, indiscretos, haciendo dedo, harapientos, beatíficos,
hermosos” “beat quería decir derrotado y marginado, pero a la
vez colmado de una convicción muy intensa”
Jazz y literatura
“Así como el bop descarta el planteamiento melódico para centrar
el interés compositivo sobre los distintos pasajes de las
improvisaciones, del mismo modo la estructura estilística de
Kerouac se basa en una serie ininterrumpida de variaciones sobre
el tema fundamental que hace de perno y sostén de un período”
(Pivano, 14),
Es un vaivén de días y de
Casi todo es relato noches habitadas por el
autobiográfico jazz, el alcohol y las
drogas

Mardou y yo íbamos recostados en el asiento posterior descubierto, comentando las sombras delicadas, tomados de la mano; y ellos delante,
como esos grupos alegres internacionales y jóvenes que pasean por las calles de París, mientras la muchacha de pelo corto conducía
solemnemente, y Adam señalaba; íbamos a visitar a un cierto individuo en Russian Hill que estaba preparando las maletas para el tren de
Nueva York y el vapor que partía para París; en su casa bebimos unas cuantas cervezas, conversamos un poco, luego nos dirigimos a pie con
Buddy Pond a casa de un cierto amigo literato de Adam, un tal Aylward Fulano famoso por sus diálogos en la Current Review, poseedor de
una magnífica biblioteca, y luego, a la vuelta, a visitar al más grande genio de los Estados Unidos, Charles Bernard; en su casa encontramos
ginebra, y un viejo homosexual canoso, y otros, y diversas visitas por el estilo, terminando ya entrada la noche, cuando cometí el primer
gran error de mi vida y de mi amor con Mardou, al negarme a volver a casa con todos los demás a las tres de la madrugada, insistiendo,
aunque por invitación de Charles, en quedarnos hasta el amanecer estudiando sus fotografías pornográficas (homosexuales masculinos) y
escuchando discos de Marlene Dietrich, con Aylward, mientras los demás se iban. (Kerouac, 51)
Vivir al margen del sistema
Un desencanto de la juventud con respecto a las instituciones, que conllevaba el
extrañamiento de muchos jóvenes de una sociedad que ellos no habían hecho y
que, además, no les gustaba (Manuel Brito, 6)

“Todavía no se ha descubierto la manera de poner fuera de combate a un


subterráneo o, para ser más exacto, la manera de ponerlos fuera de combate a
todos ellos, son las personas más invencibles de este mundo y de la nueva
cultura” (Kerouac, 83)

“Los beat tenemos que vivir como vagabundos, vivimos en la miseria de la Playa
o de la calle Market, o de Times Square cuando estamos en Nueva York
(kerouac, 100)
“Su principal idea fue no dejarse alienar por la esquizofrenia de esas organizaciones que
normalmente forman parte de la gran máquina tecnocrática. No obstante, esta actitud de
rechazo a toda forma de organización y clasificación social no se correspondía con un
ideario egoísta, sino con una subjetividad radical que intentó buscar los valores genuinos
de un mundo con valores distorsionados” (Brito, 9).

La esquizofrenia es nuestra enfermedad, la enfermedad de nuestra época, no queremos decir solamente que la
vida moderna nos vuelve locos. No se trata de modo de vida, sino de proceso de producción. No se trata
tampoco de un simple paralelismo, aunque el paralelismo ya sea más exacto, desde el punto de vista del fracaso
de los códigos, por ejemplo, entre los fenómenos de deslizamiento de sentido en los esquizofrénicos y los
mecanismos de discordancia creciente en todos los estratos de la sociedad industrial. De hecho, queremos decir
que el capitalismo, en su proceso de producción, produce una formidable carga esquizofrénica sobre la que
hace caer todo el peso de su represión. (Deleuze, Guattari, 40)
“Y un tipo o polo esquizo-revolucionario que sigue las líneas de fuga del deseo,
pasa el muro y hace pasar los flujos, monta sus máquinas y sus grupos en
fusión, en los enclaves o en la periferia, procediendo a la inversa del
precedente: no soy de los vuestros, desde la eternidad soy de la raza inferior,
soy una bestia, un negro. La gente honesta me dice que no hay que huir, que no
está bien, que es ineficaz, que hay que trabajar para lograr reformas. Mas el
revolucionario sabe que la huida es revolucionaria, con la condición de
arrancar el mantel o de hacer huir un cabo del sistema” (Deleuze, Guattari,
287).
Bibliografía

• Kerouac, Jack. Los subterráneos. Barcelona: Anagrama, 2006.


• Brito, Manuel. Contexto sociohistórico y rebeldía en la generación Beat.
Universidad de La Laguna, 2014.
• Deleuze, Giles y Félix Guattari. El anti Edipo. España: Editorial Paidós.
1985.

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