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LA CONFIANZA

Francis Fukuyama

En su libro de 1996 Confianza: la naturaleza humana y la reconstitución


del orden social, el politólogo de Stanford Francis Fukuyama describió la
diferencia entre sociedades de alta y baja confianza. En una nación o
comunidad con una cultura de poca confianza, las personas toman todo
tipo de medidas adicionales para compensar esa falta de confianza. A
menudo, las personas utilizan el sistema legal como sustituto de la
confianza, pero ese enfoque es una alternativa lenta y costosa a la
colaboración basada en la confianza. “La desconfianza generalizada, en
otras palabras, impone una especie de impuesto a todas las formas de
actividad económica, un impuesto que las sociedades de alta confianza no
tienen que pagar”
LA SITUACIÓN DEL HOMBRE EN EL FIN DE LA HISTORIA

Ya no habrá conflictos por sistemas políticos y dotrinas económicas (el


fascismo, el socialismo, el marginalismo) ; mas bien los conflictos serán
culturales (lo islámico , lo occidental, lo oriental, lo confuciano.
La competencia económica internacional será expresada en términos
culturales, ya que este influye en el orden internacional; la abstracción
que hace la economía actual estudiando a un sujeto egoísta, racional y
maximizado de su utilidad esta errada; es mejor recoger la cooperación
social.
LA SOLUCIÓN DEL VEINTE POR CIENTO
Podemos considerar que la economía neoclásica postula que los seres
humanos somos «individuos racionales que maximizan la utilidad».
(correcto en el 80% de los casos) es decir, que tratan de conseguir la
mayor cantidad posible de cosas que consideran útiles , individuos
racionales pero egoístas, que buscan su propio bienestar tratando de
maximizar el beneficio propio anteponiéndolo al beneficio de los demás .
Pero existe otro veinte por ciento acerca del comportamiento
humano. La vida económica está profundamente arraigada en la vida
social y no se la puede entender si se la separa de las costumbres, de las
actitudes morales y los hábitos de la sociedad en que se desarrolla.
ESCALA Y CONFIANZA
• En una sociedad con un alto nivel de confianza, el entorno laboral puede
organizarse con mayor flexibilidad basándose en el grupo y delegando
responsabilidades a niveles inferiores. El trabajador suele encontrar más
satisfacción si toman en cuenta su aporte o ideas. El sistema de fabricación
ajustada o flexible de Toyota, que consiste en la sistematización del trabajo
organizado colectivamente, ha generado también enormes mejoras en la
productividad, con lo que se comprueba que eficacia y comunidad pueden
coexistir.
• Asimismo, las economías de sociedades con un nivel de confianza
relativamente bajo —como Taiwan, Hong Kong, Francia e Italia—, se han
poblado de empresas familiares. En estos países, el hecho de que las familias
desconfiaran de quienes no fueran parientes retrasó y en algunos casos impidió
el surgimiento de empresas modernas gestionadas profesionalmente.
EL LENGUAJE DEL BIEN Y DEL MAL

Desde la infancia hemos sido formados con ciertos hábitos morales (ethos), se suman a
estos las religiones y los sistemas éticos tradicionales que determinaran nuestra
cultura(ethos cultural); determinados códigos éticos tienden a promover mas
ampliamente la confianza que otros, con énfasis en la caridad, benevolencia,
honestidad, en general, dirigirse hacia la comunidad.
La cultura es «un hábito ético heredado». Un hábito ético puede ser una idea o un valor,
como, por ejemplo, la idea de que la carne de cerdo es sucia o que las vacas son
sagradas; pero también puede consistir en una relación social de hecho, como lo es la
tradición japonesa de que el primer hijo varón herede la totalidad de los bienes paternos.

Las elecciones realizadas bajo la influencia de la cultura se deben a la costumbre.


Puesto que la cultura es un hábito ético, cambia muy lentamente, mucho más que las
ideas.
CONCLUSION

• Las normas, pautas, obligaciones morales, éticas, hábitos; en conjunto dan forma a la
sociedad, una comunidad basada en la confianza mutua y no el individualismo; Así
también el trabajo flexible e igualitario con relaciones de confianza entre colegas y
gerentes es la gran plataforma, donde el capital humano: además de habilidades y
conocimientos, tiene que tener la capacidad de asociarse entre si, conformando capital
social. Sin embargo, los economistas y gestores de las sociedades con alto nivel de
confianza pueden crear organizaciones muy grandes sin apoyo estatal, reemplazando el
criterio desventaja comparativa de lo económico a lo social (capital social); El
discurso económico actual necesita recuperar esa parte del discurso de la economía
clásica pasado por alto, el individuo no persigue solo su utilidad, es también un ser
social, colectivo con orientación grupal. Considerar a la vez que la variedad de culturas
en el mundo no permite la estandarización o universalización de criterios y políticas

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