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Clasificación de los materiales con base en la estructura

Como ya se mencionó, el término “estructura” se refiere al arreglo de los átomos de un material; a la estructura a una
escala microscópica se le conoce como “microestructura”. Es posible observar estos arreglos en diferentes escalas,
que van de unas cuantas unidades angstrom a un milímetro. En el capítulo 3 se aprenderá que algunos materiales
pueden ser cristalinos (los átomos del material están ordenados de manera periódica), o amorfos (el arreglo de los
átomos del material no tiene un orden de largo alcance). A los materiales cristalinos que asumen forma de cristal se
les denomina monocristalinos. Otros, que consisten en muchos cristales o granos, son conocidos como policristalinos.
Las características de los cristales o granos (tamaño, forma, etc.) y las de las regiones entre ellos, conocidas como
límites de grano, también afectan las propiedades de los materiales. Estos conceptos se explicarán con detalle en
capítulos posteriores. Al inicio del capítulo se muestra una micrografía de un acero inoxidable.
Efectos ambientales y diversos

Con frecuencia, las relaciones estructura-propiedad de los materiales fabricados con componentes son influidas por el
entorno al que el material está sometido durante su uso. Esto puede incluir la exposición a altas o bajas temperaturas,
esfuerzos cíclicos, impacto súbito, corrosión u oxidación. Estos efectos deben considerarse en el diseño para asegurar que
los componentes no fallen de forma inesperada

Temperatura
Los cambios de temperatura modifican drásticamente las propiedades de los materiales. Los metales y las aleaciones que
se han endurecido por medio de ciertos tratamientos térmicos o técnicas de formación pierden su resistencia cuando se
calientan. Un recordatorio trágico de esta característica es el colapso de las vigas de acero que sostenían las torres del
World Trade Center el 11 de septiembre de 2001. Aunque las torres soportaron el impacto inicial de las colisiones, sus
estructuras de acero se debilitaron por las altas temperaturas provocadas por el fuego, lo que condujo, por último, al
colapso. Las altas temperaturas modifican la estructura de las cerámicas y provocan que los polímeros se fundan o se
carbonicen. En el otro extremo, las temperaturas muy bajas pueden provocar que un metal o un polímero se quiebren o
se resquebrajen, aun cuando las cargas aplicadas sean bajas. Este resquebrajamiento a baja temperatura fue un factor
que provocó que el Titanic se fracturara y se hundiera. De manera similar, el accidente del Challenger en 1986 se debió en
parte al resquebrajamiento de los anillos selladores de caucho. Las razones por las cuales algunos polímeros y materiales
metálicos se vuelven quebradizos son diferentes. Estos conceptos se explicarán en capítulos posteriores.
Corrosión
La mayoría de los metales y polímeros reaccionan con el oxígeno u otros gases, en particular a altas temperaturas. Los
metales y las cerámicas pueden desintegrarse y los polímeros y las cerámicas sin óxido pueden oxidarse. Los materiales
también son atacados por líquidos corrosivos, lo que provoca fallas prematuras. El ingeniero afronta el reto de seleccionar
materiales o recubrimientos que eviten estas reacciones y permitan la operación en entornos extremos. En aplicaciones
espaciales es posible tener que considerar el efecto de la radiación.
Fatiga
En muchas aplicaciones, los componentes deben diseñarse de tal manera que la carga sobre el material no sea suficiente
como para provocar una deformación permanente. Cuando se carga y descarga el material miles de veces, incluso cargas
pequeñas, pueden comenzar a presentarse pequeñas figuras, y el material falla a medida que estsa figuras crecen. A esto se le
conoce como falla por fatiga. Cuando se diseñan componentes de soporte de carga, debe considerarse la posibilidad de
fatiga.
Velocidad de deformación
Como muchas personas, usted puede conocer el hecho de que la Silly Putty®, un plástico basado en silicona (no en silicio),
puede estirarse de forma significativa si se jala de manera lenta (baja velocidad de deformación). Si lo jala rápido (alta
velocidad de deformación) se parte en dos. Puede ocurrir un comportamiento similar con muchos materiales metálicos. Por lo
tanto, en muchas aplicaciones, debe considerarse el nivel y la velocidad de deformación.
En muchos casos, los efectos de la temperatura, la fatiga, el esfuerzo y la corrosión pueden interrelacionarse y otros efectos
externos pueden afectar el desempeño del material Por lo general, el aumento de la temperatura reduce
la resistencia de un material. Los polímeros sólo son
adecuados a bajas temperaturas. Algunos
compuestos, como los de carbono-carbono, las
aleaciones especiales y las cerámicas, tienen
excelentes propiedades a altas temperaturas

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