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VIRUS DE LA RABIA

CONTROL Y PREVENCION
Secretaría de Salud – Unidad Local De Saneamiento
QUE ES LA RABIA?
La rabia es una zoonosis mortal que afecta el sistema
nervioso central de animales, especialmente mamíferos,
incluido el ser humano. El agente causal es el virus de la
rabia, el cual pertenece al género Lyssavirus de la familia
Rhabdoviridae, la transmisión al humano se produce casi
exclusivamente por la mordedura de un animal con rabia,
aunque puede suceder por contacto de piel herida y de
mucosa intacta con saliva, secreciones o tejidos
procedentes de animales o humanos con rabia, o por
trasplante de órganos procedentes de individuos
infectados con el virus rábico.
La vigilancia, prevención y control de la rabia es una
prioridad para la salud pública a nivel mundial y
nacional; es por lo que Colombia, como los demás
países de las Américas, se ha comprometido a eliminar
la rabia humana transmitida por perros y a controlar la
rabia humana de origen silvestre del territorio nacional.
En esta tarea se articulan las acciones del Ministerio de
Salud y Protección Social (MSPS), el Instituto Nacional
de Salud (INS), el Ministerio de Agricultura y Desarrollo
Desarrollo rural, el Instituto Colombiano Agropecuario
(ICA), el Ministerio de Ambiente y Desarrollo
Sostenible, las Corporaciones Autónomas Regionales
(CAR) y las Entidades Territoriales de Salud (ETS), de
conformidad a la normatividad vigente; siendo la
vigilancia, prevención y control de la rabia en
humanos, perros y gatos es responsabilidad del Sector
Salud, la de animales de producción es responsabilidad
del sector agropecuario y la responsabilidad de los
animales silvestres es del sector ambiental.
Es responsabilidad del Instituto Nacional de Salud
(INS), a través de la Dirección de Vigilancia y Análisis
del Riesgo en Salud Pública (Subdirección de
Prevención, Vigilancia y Control en Salud Pública) y de
la Dirección de Redes en Salud Pública, elaborar las
recomendaciones para realizar la vigilancia
epidemiológica de este evento y el desarrollo del
componente de vigilancia de la rabia por laboratorio
en el ámbito nacional.
DEFINICION DE CASO
La identificación y notificación oportuna de los casos
de agresiones y contactos con un animal
potencialmente transmisor del virus de la rabia, la
notificación inmediata de los casos probables y
confirmados de rabia humana y en perros y gatos, así
como las estrategias de vigilancia por laboratorio,
hacen parte del proceso de vigilancia integrada de la
rabia.
Las definiciones operativas de caso se encuentran
armonizadas con lo establecido en el Decreto 780 de
2016 y los lineamientos que emita el Ministerio de
Salud y Protección Social para la atención de personas
agredidas por un animal potencialmente transmisor
del virus de la rabia.
DEFINICIÓN DE EXPOSICIÓN AL
VIRUS DE LA RABIA
La exposición al virus de la rabia, es la probabilidad de
penetración y replicación del virus rábico en el organismo
de una persona que ha sufrido una lesión (mordedura,
rasguño o arañazo) por agresión de un animal
potencialmente transmisor del virus de la rabia, o
contacto de piel lesionada o de mucosa con saliva o tejido
de un animal o humano infectado, o presuntamente
infectado, con el virus de la rabia, ya sea de manera
accidental o por prácticas inadecuadas de
bioseguridad en la atención de personas y de
animales rabiosos; visitar cuevas o cavernas con
murciélagos potencialmente infectados por el virus
de la rabia, en laboratorios de diagnóstico de rabia,
investigaciones con el virus de la rabia o de
fabricación de suero antirrábico, entre otros, sin las
debidas medidas de bioseguridad.
1. Exposición Leve (menor probabilidad de transmisión
del virus rábico)
Mordedura única en área cubierta del cuerpo (tronco,
miembro superior o inferior), lamedura de piel lesionada
o arañazo, ocasionada por un animal doméstico no
observable, desconocido o callejero. Esta exposición
requiere de la aplicación de vacuna antirrábica como
único tratamiento específico contra la rabia, además de
la adecuada y oportuna atención de la herida.
2. Exposición grave (alta probabilidad de transmisión
del virus rábico)
Mordedura en cualquier área cubierta o descubierta,
lamedura de mucosa, lamedura de piel lesionada o
arañazo en el cuerpo de una persona, ocasionado por
un animal: - Con rabia confirmada por el laboratorio -
Silvestre o salvaje (se incluyen los grandes roedores
como el chigüiro) -Con signos o síntomas compatibles
con rabia en el momento de la agresión o durante los
diez (10) días de observación y sin vacunar, no
provocado, que a juicio del médico tratante presente
una alta probabilidad de transmitir la rabia.
Mordedura, cualquiera que sea su número, extensión
o profundidad, en cabeza, cara, cuello y dedos;
mordeduras múltiples y lamedura de mucosa causada
por un animal doméstico no observable o callejero.
Contacto directo de piel lesionada (herida abierta,
abrasión o rasguño) o de la mucosa oral o conjuntival,
con saliva, cerebro, cerebelo o médula, provenientes
de una persona o animal, considerados como
sospechosos o que hayan sido confirmados para rabia.
Exposición sin protección de vías respiratorias o
conjuntivas a altas concentraciones de virus rábico
en aerosol en ambientes de laboratorio o
eventualmente en cavernas con altas poblaciones de
murciélagos en los que esté circulando rabia. Estas
exposiciones requieren tratamiento específico
antirrábico con suero y vacuna, además de la
adecuada y oportuna atención de la herida.
3. No exposición
Mordedura en cualquier área cubierta o descubierta del
cuerpo de una persona; lamedura de mucosas; lamedura
de piel lesionada, o arañazo, provocado o no, ocasionado
por un animal doméstico vacunado (perros y gatos), con
certificado de vacunación vigente, observable, sin signos
ni síntomas compatibles con rabia al momento de la
agresión. Cuando no hay exposición no se requiere
tratamiento específico antirrábico (ni suero ni vacuna),
pero es importante prestar la adecuada y oportuna
atención a la herida.
PREVENCIÓN DE LA RABIA
El método más eficiente de evitar la rabia en los
humanos es la prevención de la enfermedad en los
principales transmisores para el hombre (perros y gatos)
mediante la vacunación. Esta medida debe ser
complementada con la regulación sobre la tenencia de
mascotas, el control de animales callejeros, la
esterilización quirúrgica, la información, educación y
comunicación oportuna a la comunidad, y demás
actividades consignadas en el manual técnico y
operativo de rabia.
En cuanto a la rabia silvestre, el Instituto Colombiano
Agropecuario (ICA) recomienda que no se manipulen
animales silvestres mantenidos o no en cautiverio.
Los perros y los gatos deben ser vacunados a los tres
meses de edad, revacunados al cumplir un año de edad
y, posteriormente, cada año. En caso de epizootias es
preferible hacer vacunación masiva, sin tener en
cuenta la fecha de la última vacunación, hasta lograr en
el menor tiempo posible la inmunización del 100% de
la población canina y felina.
La enfermedad de la rabia es producida por un virus
que ataca al sistema nervioso de los mamíferos y
puede contraerse en cualquier época del año.
Es una enfermedad zoonótica; es decir,
puede transmitirse de los animales al hombre. No
existe tratamiento contra la rabia y una vez que se
presentan los síntomas suele ser letal, la prevención
es la mejor herramienta que puedes usar
para mantener protegido a tu mascota.

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