ÉTICA DE EPICTETO

Rocha Becerril Anahí

Grupo: 674
 OBJETIVO

El objeto que tiene esta investigación es aprender

y dar a conocer al filósofo Epicteto. Comenzando
con saber quien fue, y su importancia que tiene en
la Filosofía, a demás de las enseñanzas que dejó a
sus oyentes en sus famosas “Pláticas”.
 Antecedentes,
Contexto histórico
DE MUSONIO RUFO A EPICTETO

Cayo Musonio Rufo

Muerto en el 81 d.C., hijo de Musonio Capitón,

originario de Etruria de Bolsena.
En el año 30 es desterrado por Nerón en Asia
Menor.
Año 60, regresa a Roma y nuevamente es
expulsado con motivo de la conjura de Pisón.
Movidos por la fama de su sabiduría y su
constancia en la persecución, allí acuden de todas
partes gentes a escucharle.
Fue revocado su destierro, tal vez por Galba.
Nueva expulsión de Roma y retorno bajo Tito, su
amigo.
Especial o exclusivamente se dedicó a la enseñanza oral.
Su discípulo más notable fue el esclavo Epicteto, a quien inició en el
estoicismo este predicador de filosofía y religión estoica de la época.

Epicteto en sus pláticas guarda un devoto recuerdo de aquellas lecciones

que para él fueron impresionantes que le esforzaron y le revelaron el
verdadero camino de la libertad.
 EPICTETO

Esclavo nacido en Hierópolis (Frigia) hacia el año 50. 

Según C. Martha, el nombre Epicteto no sería su nombre propio
si no un adjetivo que significa esclavo.
Th. Colardeau sostiene que tal término designaría una parte de la
Frigia, para distinguir una región más reciente que había sido
añadida a un país más antiguo o adquirida por éste, y que los
esclavos en la antigüedad recibían a menudo el nombre de su
país de origen.
Simplicio da cuenta de él como flojo y con una cojera que databa
de sus primeros años de vida.
Cuenta la leyenda por boca de Celso, cómo el amo de Epicteto
fue causa de la cojera de aquél.
Según Suidas, la invalidez de Epicteto se debía al reumatismo.
Los azares de los mercados de esclavos lo condujeron a Roma donde lo compró Epafrodito.
No se sabe qué oficio desempeñaría Epicteto en casa de su amo; tal vez, la de preceptor de los hijos de
éste.

No se sabe cuando Epicteto comenzó por su parte a profesar la filosofía. Lo seguro es que debía de ser ya
famoso hacia el 93 ó 94.
Epicteto se retira a Grecia y abre una escuela en Nicópolis, Epiro. 

     Enseñó durante muchos años, entre sus oyentes se hallaba el futuro emperador Adriano, y Arriano,
político e historiador quien vive hasta el reinado de Marco Aurelio.

De sus últimos años de vida y magisterio nos queda el testimonio vivo de las Pláticas. Su muerte debió
ocurrir hacia el año 120 ó 130 aproximadamente.

Las Pláticas debieron ser publicadas tras su muerte, ya que Marco Aurelio cuenta en sus Meditaciones lo
agradecido que estaba con su maestro Rústico por haberle prestado la obra.
Contenidos éticos y
morales.
 La principal preocupación de Epicteto fue la ética y la moral, común en
los estoicos. Pretendía enseñar a los hombres la manera correcta de vivir,
cada uno debe tener control sobre sí mismo, cada uno es lo que ha elegido.
Según Epicteto tenemos la facultad de elegir entre el bien y el mal y
nuestro Destino está en nuestras manos.
El objetivo del Manual de Epicteto no es otro que la enseñanza moral y
ética al hombre para llevar una buena vida. Enumera una serie de
reglas que todo hombre debería seguir para ser una persona correcta y
feliz y que en ningún momento se vea afectada por lo “externo”.
 Saber lo que puedes controlar y lo que no.
La felicidad y la libertad comienzan con la clara comprensión de un
principio: algunas cosas están bajo
nuestro control y otras no. Sólo tras haber hecho frente
a esta regla serán posibles la tranquilidad interior y la eficacia exterior.
Bajo control están las opiniones, las aspiraciones,
los deseos y las cosas que nos repelen. Fuera de control, hay cosas como
el tipo de cuerpo que tenemos, el haber nacido en la riqueza , la forma
en que nos ven los demás y nuestra posición en la sociedad.
 Ocúpate de tus propios asuntos
Presta atención únicamente a tus verdaderas preocupaciones y da por
sentado que lo que pertenece a los demás es asunto suyo y no tuyo. Si
obras así, serás impermeable a la coacción y nadie te podrá retener.
Serás auténticamente libre y eficaz, pues darás buen uso a tus
esfuerzos en lugar de malgastarlos criticando u oponiéndote a los
demás.
 El deseo reclama ser satisfecho.
Nuestros deseos y aversiones son soberanos veleidosos que reclaman
satisfacción. El deseo nos ordena correr y cogerer lo que queremos. La
aversión insiste en que evitemos las cosas que nos repelen.
El deseo y la aversión, aunque poderosos, no son más que hábitos. Y
podemos ejercitarnos en tener mejores hábitos. Restringe el hábito de verte
rechazado por todas esas cosas que escapan a tu control y céntrate, en
cambio, en las cosas nocivas que sí puedes combatir.
 Armoniza tus actos con la vida tal como realmente es
No intentes establecer tus propias normas. Compórtate siempre, en todos
los asuntos, grandes y públicos o pequeños y privados, de acuerdo con las
leyes de la naturaleza. La armonía entre tu voluntad y la naturaleza
debería ser tu ideal supremo.
 Crea tu propio mérito
No dependas nunca de la admiración de los demás. No tiene ningún valor.
El mérito personal no puede proceder de una fuente externa. No lo
encontrarás en las relaciones personales, ni en la estima de los demás.
 Céntrate en tu deber principal
Hay un momento y un lugar para la diversión y el entretenimiento, pero
no deberías permitir nunca que éstos pasaran por encima de tus
auténticos propósitos.
 Tu voluntad está siempre bajo tu poder
En verdad nada te detiene. Nada te retiene realmente, puesto que tu
voluntad está siempre bajo tu control. Tu voluntad no tiene por qué
verse afectada por ningún incidente, a no ser que tú lo permitas.
 Ocúpate de lo que tienes, no hay nada que perder
En verdad nada nos puede ser arrebatado. No hay nada que perder. La
paz interior comienza cuando dejamos de decir, a propósito de las
cosas, «lo he perdido», y en su lugar decimos «ha regresado al lugar de
donde vino».
 La buena vida es la vida de la serenidad interior
El signo más claro de una vida superior es la serenidad. El progreso moral tiene
como resultado liberarse de la confusión interior. Puedes dejar de preocuparte
por esto y aquello.
 Conforma tus deseos y expectativas a la realidad
Para bien o para mal, la vida y la naturaleza se rigen por leyes que no podemos
cambiar. Cuanto antes lo aceptemos, más tranquilos estaremos. Si lo que buscas
es la
libertad, no desees ni rehúyas nada que dependa de los demás, o siempre serás
un esclavo desvalido.Comprende en qué consiste realmente la libertad y cómo
se alcanza. La libertad no es el derecho o la capacidad de hacer lo que te venga
en gana. La libertad viene de comprender los límites de tu propio poder y los
límites
Naturales establecidos por la divina providencia.
 Evita adoptar los puntos de vista negativos de los demás.
Los puntos de vista y los problemas de los demás pueden ser contagiosos.
No cometas sabotaje contra ti mismo inconscientemente adoptando actitudes
negativas e improductivas fruto de tu trato con terceros.
 Interpreta siempre bien el papel que te han asignado.
Somos como los actores de una obra. La voluntad divina nos ha asignado
papeles en la vida sin consultarnos nada. Aunque no podemos controlar el
papel que se nos asigna, nuestro afán debe ser interpretar el papel asignado
tan bien como sea posible y abstenernos de quejarnos del mismo. Sea donde
fuere y en cualesquiera circunstancias, ofrece una actuación impecable.
 El manual de Epicteto es extenso, pero en todas las normas que
propone, abarca extensamente la ética al igual que la moral
para llegar a una vida plena.
 Finalmente, se nos explica que sean cuales sean las reglas
morales que nos propongamos debemos respetarlas como si
fuesen leyes, sólo así lograremos hallar la felicidad.
 Conclusión.
 Las enseñanzas de Epicteto fueon precisas y no solo te ayudan a
querer llevar un mejor modo de vida sino quede igual forma te
guían a lo largo de este proceso. Esto no garantiza la felicidad
absoluta pero si se llevan a cabo constantemente te acercarías
bastante a ella. A pesar de que Epicteto no tuvo una vida fácil, supo
reponerse a ello y dejar lecciones de vida eficientes.