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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANÍSTICAS Y


SOCIALES

CARRERA:
PSICOLOGÍA CLÍNICA

MATERIA:
PSICOTERAPIA GENERAL

PROFESOR:
IVAN POLI

ALUMNO:
MENDOZA BERMÚDEZ ERICK

TEMA:
EPICTETO

PARALELO:
“B”

PERÍODO:
ABRIL – AGOSTO 2019
Biografía
Epicteto nació alrededor del año 55 d. C. en la ciudad romana de Hierápolis. Pasó su
juventud viviendo en Roma como esclavo de Epafrodito, quien era un rico liberto y
secretario del emperador romano Nerón. Era cojo desde su nacimiento, aunque algunos
historiadores mencionan que podría haber quedado en esta condición por culpa de
Epaphroditus. Aun siendo un simple esclavo, se dedicó a estudiar filosofía estoica bajo
uno de los más grandes maestros estoicos de la época, Gaius Musonius Rufus, antes de
ser exiliado de Nero por sus enseñanzas éticas. Logró obtener su libertad después de que
su maestro fuera ejecutado por el sucesor de Nerón, el emperador Domiciano, y luego
de ser liberado inició a enseñar filosofía en Roma. En el año 93 a.C., el
emperador Domiciano decidió desterrar a todos los filósofos de Roma, razón por la cual
Epicteto decidió viajar a Nicópolis, ciudad ubicada en el noroeste de Grecia. En este
lugar, fundó su propia escuela filosófica, escuela que en poco tiempo adquirió una
buena reputación, atrayendo a muchos romanos de la clase alta. Su vida estuvo rodeada
de gran sencillez, y tenía muy pocas posesiones. De acuerdo con los historiadores, era
un orador poderoso y famoso grandemente reconocido por su conocimiento y sabiduría.
Según algunos informes, era más popular en su época que el mismo Platón, y el
emperador Adriano. Nunca se casó y no tuvo hijos, y durante muchos años vivió solo,
aunque en su vejez adoptó al hijo de un amigo y lo crio como propio.
Epicteto murió alrededor del año 135 a.C. en Nicópolis.

Pensamiento
Epicteto se enfocó principalmente en la ética y llegó a la conclusión lógica de la
tendencia del estoicismo para reducir la filosofía a la Ética. Utilizó el papel del maestro
estoico como un estímulo para que sus alumnos descubrieran la naturaleza invariable e
inviolable de las cosas. Para Epicteto la naturaleza de las cosas se divide en dos
categorías: las cosas que se encuentran sujetas a nuestro poder exclusivo como el juicio,
impulso, deseo, aversión, y aquellas cosas que no lo son como por ejemplo la salud,
riqueza material, fama. Para alcanzar el objetivo final de la ataraxia o estado mental
tranquilo y sereno, pensaba que el filósofo debería concentrarse en aquellas cosas sobre
las que tiene cierto control, y no verse afectado por los objetos externos de nuestra vida
que no podían ser controlados. De esta manera, el estoicismo enseña
el desarrollo del autocontrol y la fortaleza como un medio para superar las emociones
destructivas, a fin de desarrollar un juicio claro y una calma interior, cuyo objetivo
principal era alcanzar la libertad del sufrimiento. También creía en que se debía ejercitar
para alcanzar el carácter y el comportamiento personal ya que la moral no se podía
alcanzar únicamente por casualidad o accidente, sino que era algo que debía trabajarse
día con día. Su pensamiento puede ser considerado como una de las raíces principales
de la psicologíade autocontrol, pues logró ejercer una gran influencia en los pensadores
que le siguieron. Para él, lo más importante es en lo que nos convertimos y el tipo
de vida que llevamos pues una vida feliz y virtuosa son la misma cosa.

Primer concepto fundamental en la construcción de Epicteto es el de la Providencia


divina que gobierna el mundo y que lo dirige según las leyes de la naturaleza
(coincidentes con las de la razón humana) en el mejor de los modos. Dios, padre de los
hombres, lo ha predispuesto todo para su bien material y moral; si el mal interviene en
la vida humana no es culpa de la Providencia, sino del hombre mismo que, olvidando su
origen sublime y su razón (centella divina que debería guiarlo en todas sus acciones), se
deja seducir por falsas apariencias del bien y se somete a los vicios y pasiones.

Con tal proceder, el hombre renuncia a su privilegio, se hunde en la miseria y niega


aquella libertad suprema que Dios ha querido darle sólo a él entre todos los seres del
universo. El hombre es, en efecto, libre, desde el momento que tiene en su poder las
únicas cosas que importan: el uso de su pensamiento, de sus inclinaciones, de su
voluntad, de todo cuanto precisa para preservar por completo su libertad de una primera
cadena de esclavitud, la de las pasiones que turban el espíritu como enfermedades del
alma. En cuanto al segundo vínculo de esclavitud, el de las cosas exteriores, tiene su
origen en una idea errónea: honores, riquezas, salud o nuestro mismo cuerpo no nos
pertenecen; nos han sido dejados en préstamo, en usufructo; en cualquier momento nos
pueden ser exigidos y nosotros debemos estar dispuestos a devolverlos sin demora y sin
pesar.

Por esto el hombre debe aprender a cifrar todos sus gozos y pesares en aquello que, por
ser de naturaleza interior, permanece inalterable, firme y libre de cualquier traba. ¿De
dónde saca el hombre la fuerza para ser prudente, seguro de sí mismo, libre frente a los
demás hombres y a las adversidades de la vida? Se la da Dios, de quien ha recibido con
la razón una partícula inmortal de su omnipotencia. El hombre debe venerar esta
porción divina que hay en él y protegerla del contagio de los sentidos, debe escucharla y
obedecerla en las horas de duda y de tentación: ella es la conciencia que le conduce a
obrar el bien y a vencer serenamente el mal, y la más sólida garantía de su virtud y de su
felicidad.

Otro concepto fundamental que inspira las Disertaciones y que está estrechamente


ligado al precedente es el de la fraternidad humana; todos los hombres, en calidad de
hijos de Dios, son hermanos entre sí, y se deben afecto y ayuda mutuos. Las faltas de
nuestro prójimo deben inspirar en nosotros la comprensión y la piedad; debemos ser
cautos en juzgar y serenos y justos en castigarlas, cuando sea necesario. Y cuando
alguien nos ofenda, pensemos que el vengar la ofensa redundaría sólo en nuestro daño,
porque menguaría nuestra integridad moral; y éste es precisamente el único mal que
puede hacerse a un hombre digno de este nombre.

Aportaciones
Epicteto fundó una filosofía práctica que era dirigida principalmente a encontrar la
forma de vivir mejor, feliz y dignamente, para lograr al mismo tiempo alcanzar
la libertad y la autonomía. Dejó como legado su principio: saber qué es lo que se
puede controlar y lo que puede ser controlado. Enseñó con su teoría que el ser
humano debe de centrarse en lo que puede controlar y desechar el resto de las cosas.
Heredó estos principios a la filosofía que nos dice que las cosas no tienen la capacidad
de herirnos y que las cosas que nos lastimas son meramente porque nosotros decidimos
si tomamos las cosas con calma o si nos hundimos por culpa de la ira. Enseñó también,
que la voluntad del ser humano siempre puede ser controlada. Tuvo una gran influencia
en la psicología cognitiva.

Obras de Epicteto
Algunas de sus obras más importantes son:
Un manual de vida.
Manual de vida.
Manual para la vida feliz.
Enquiridión.
Máximas de Epicteto.
Disertaciones por Arriano.

Manual de vida
Su manual de vida es una exhortación para llevar una vida buena, sus reflexiones y
máximas se mantienen apegadas a la realidad de la existencia para formar un modelo
filosófico de nuestra conducta diaria para lograr una vida feliz y llena de tranquilidad.
Nos habla de cómo debemos de vivir diariamente, la forma correcta de juzgar las cosas
que nos pasan, cómo hablar, cómo reír, la forma correcta de cuidar el cuerpo y la
alimentación. Se centra en el amor y los placeres, los amigos, sociedad y en cómo
enfrentar los accidentes y desgracias.

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