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C T A

N D U
C O A L
IM I N
C R
Psicología viene del griego psique, psicológico y
logos, tratado, es el estudio o tratado de lo
psicológ ico. Para los antiguos griegos, lo psíquico o
lo anímico era, sin más, lo propio del ser corpóreo
con alma, es decir, con principio de vida de
cualquier clase.
Se define como la disciplina académica, profesión y
ciencia, que trata del estudio de los procesos
mentales y de la conducta del hombre y de los
animales, estudiando el comportamiento humano.
La psicopatología es el estudio de la conducta
anormal o del desorden mental, de ig ual
manera, alude al estudio de las causas y
procesos sig nificativos en el desarrollo de los
trastornos mentales.

La conducta anormal se refiere tanto a los rasg os


de la personalidad de un individuo como a su
conducta externa o inclusive a ambas. S e refiere
también a conductas específicas como las fobias
o patrones más patológ icos como la
esquizofrenia. Hace referencia a problemas
crónicos permanentes o aquellos como la
intoxicación por drog as.
La conducta desadaptada incluye cualquier
tipo de conducta que dé lugar a
consecuencias indispensables para el
individuo o grupo, es decir, no solo incluye
desórdenes del tipo de psicosis o neurosis,
sino también patrones de conducta
individuales o grupales como pueden ser la
práctica de negocios poco éticos, el
prejuicio racial y la apatía.

La psicología y su correlación con otras


ciencias. La conducta se forma a partir de un
conjunto complejo de factores biológicos,
antropológicos, sociológicos y psicológicos,
la psicología se relaciona íntimamente con
las ciencias biológicas y sociales.
Con respecto a la biología, esta es la ciencia de la vida. Es el
estudio de cómo crecen los org anismos vivientes, como
reproducen su especie y experimentan otros procesos vitales.
Las ciencias biológicas que más se relacionan con la
psicología son:
Fisiología: Se encarga del estudio del funcionamiento de
los org anismos vivos y sus partes.
Neurología: Estudia específicamente el cerebro y el
sistema nervioso, así como los padecimientos que estos
presentan.
Embriología: Estudia el crecimiento y desarrollo de
los org anismos antes de nacer.
Genética de la conducta: Estudia el impacto que tiene la
herencia en la conducta y en los rasgos normales y
anormales.
Endocrinolog ía: Parte de la biolog ía y de la
medicina que estudia el desarrollo, las
funciones y enfermedades de las g lándulas
endocrinas.

De la misma manera, la psicología se


relaciona con diversas ciencias sociales tales
como:

Antropología: Es el estudio de la evolución


física del g énero humano, los oríg enes de los
g rupos raciales y el desarrollo de las
civilizaciones. Al estudiar culturas muy
diferentes (Particularmente las primitivas) le
han proporcionado a la psicología muchos
datos importantes para entender la influencia
S ociolog ía: Estudia las leyes del
funcionamiento y desarrollo de todo tipo de
grupos (social, político, económico,
religioso), estudia g rupos informales e
instituciones formales, haciendo hincapié
en las características observables de la
estructura de los grupos y su
funcionamiento, y no en los miembros
individuales. La sociología le ha ayudado a
la psicología a entender no solo la conducta
del g rupo, sino las influencias sociales en
la conducta de los individuos.
Los psicólogos, sociólogos y antropólogos han
encontrado que pueden ayudarse muy
sig nificativamente unos a otros. A consecuencia de
esto se ha formado la disciplina conocida como la
“ciencia de la conducta”. Esta combate
principalmente el problema de hacer
g eneralizaciones validas sobre la conducta humana
en muchas situaciones.
El funcionamiento psicológico anormal, se le atribuye
a ag entes físicos como los defectos org ánicos del
cerebro o a algún tipo de desequilibrio químico del
cuerpo. Esta orientación médica es común entre los
psiquiatras, médicos especializados en el proceso de
desórdenes mentales; a ellos les corresponde
prescribir formas de tratamiento físico como drogas o
choques electro convulsivo.
Existe otro extremo que considera que la
conducta se funda en la experiencia,
especialmente en la social, y pone de
relieve factores psicológicos y sociales
en la psicopatolog ía.
La investig ación pura se dirig e a develar
las pautas fundamentales de la
legalidad conductual. Aspira a revelar
las relaciones existentes entre clases de
variables que se pueden g eneralizar,
más allá del conjunto orig inal de
observaciones, a una amplia variedad de
org anismos entre los cuales se
encuentra también el hombre.
Existen 3 temas principales respecto a la explicación
sobre los trastornos psicológicos recurrentes a lo
largo de la historia: el místico, el científico y el
humanista.

· Las explicaciones místicas de los trastornos


psicológicos consideran a la conducta anormal como
el producto de posesiones del demonio o de
espíritus demoniacos.

· El modelo científico busca causas naturales


como desequilibrios biológicos, procesos
inadecuados de aprendizaje o de estrés
emocional.

· La explicación humanista ve a los trastornos


La tensión entre estos tres modelos ha existido
a lo larg o de la historia; en alg unas épocas ha
dominado uno u otro pero los tres han
coexistido durante sig los. Aun en el mundo
científico de hoy, los modelos humanista y
místico tienen seguidores.
La psicología anormal a través de la historia:
Edad prehistórica. La conducta anormal considerada como posesión demoniaca.

No existen registros sobre las ideas concernientes a los trastornos psicológicos en la era prehistórica, pero existe
evidencias arqueológica misteriosa que data del 8000 a. C, durante la edad de piedra, cráneos con agujeros
taladrados. Además existe evidencia de que el hueso cicatrizaba cerca de los agujeros, lo que parece indicar que
el procedimiento era quirúrgico y que la gente sobrevivía a él.
Esta cirugía recibía el nombre de trepanación, era realizada como una forma de tratamiento de los
trastornos psicológicos. Teorizan que los individuos de la prehistoria pensaban que los espíritus diabólicos
que estaban atrapados dentro de la cabeza causaban la conducta anormal, y que la liberación de estos
espíritus haría que la persona regresara a la normalidad.
Otra interpretación es que la cirugía se utilizaba como tratamiento médico.
Esta práctica de la trepanación no término en la edad de piedra. También se practicó desde la antigüedad hasta
el siglo XVIII, con diversos propósitos que iban de lo mágico a lo médico.
Otra práctica que se usaba en la antigüedad era el alejamiento de los espíritus demoniacos por medio del
ritual del exorcismo; aunque era considerado como una cura a partir del conjuro de espíritus, los
procedimientos implicados en el exorcismo se asemejan más a una tortura para nuestros ojos
contemporáneos. A la persona poseída se le podía dejar hambrienta, azotarla, golpearla, y se le trataba de
otras formas extremas con la intención de alejar a los espíritus diabólicos. A algunos se les obligaba a
beber cosas desagradables e inclusive algunos eran ejecutados, ya que se les consideraba una carga y una
amenaza para sus vecinos.
Si una persona con un trastorno
mental diag nosticado como se
realiza en la actualidad hubiera
vivido en una época o en una cultura
donde se aplicara el exorcismo,
quizá sus síntomas habrían sido
interpretados como sig nos de
posesión demoniaca.
Grecia y Roma antiguas. El surgimiento del modelo científico.
A pesar de que sus teorías pueden parecer extrañas ahora, los primeros filósofos de Grecia establecieron los
fundamentos de un método sistemático para comprender los trastornos psicológicos, Hipócrates, a quien
muchos consideran el fundador de la medicina moderna, no solo se interesó en las enfermedades físicas sino
también en los problemas psicológicos. Consideraba que existían cuatro fluidos corporales importantes que
influían en la salud física y mental, la bilis negra, la bilis amarilla, la flema y la sangre.
El exceso de alguno de estos fluidos podría causar cambios en la conducta y provocaría que una persona se
sintiese deprimida, y un exceso de bilis amarilla provocaría que una persona se mostrase ansiosa e irritable,
demasiada flema resultaría en una tendencia a la calma, que quizá rayaría en indiferencia, la abundancia de
sangre causaría que una persona experimentara un estado de ánimo inestable.

Entonces, el tratamiento de un trastorno psicológico incluía eliminar del


cuerpo el exceso de fluido por medio de métodos como la sangría, la
purga (excreción forzada), la administración de eméticos (sustancias
que provocan nausea) y el establecimiento de un equilibrio más
saludable por medio de una nutrición adecuada.
Aunque parezca extraño, la clasificación de Hipócrates de los cuatro
tipos de fluidos resurgió en las explicaciones modernas de los tipos
de personalidad (colérico, flemático, sanguíneo, melancólico)
Las perspectivas de Hipócrates dominaron el pensamiento médico
sobre el tema de los trastornos psicológicos por más de quinientos
años. Sin embargo, estas perspectivas fueron opacadas por las
creencias más populares de la posesión espiritual y el tratamiento
cruel de las personas psicológ icamente perturbadas.
Desarrollo y fundamentos físico – biológicos de la conducta.
Una forma sencilla de definir la conducta es como la manera de comportarse de
una persona, y entre otras cosas, guarda una estrecha relación con las
funciones neurobiológicas de los organismos, en particular de los humanos.
El sistema nervioso.
Está formado por partes del organismo que responden a la entrada sensorial, integran, inician y controlan
la salida de conducta, y constituyen la base de varios procesos mentales como el pensamiento, la
memoria y el aprendizaje. En esencia, el sistema nervioso consiste en dos subsistemas: el central y el
periférico.
Sistema nervioso central: Está formado por el cerebro y la medula espinal. Su función es correlacionar e
integrar; es decir, hacer que funcionen conjuntamente las diferentes partes del cuerpo.
S istema nervioso periférico:
Consiste en fibras nerviosas que conectan al sistema nervioso centr4al con las células que son sensibles a
los estímulos (células receptoras) y con los músculos y glándulas (células efectoras), que realizan las
acciones de adaptación del organismo.
La respuesta de todo sistema nervioso ante el estímulo se ajusta a un patrón fundamental. Primero es recogido
el estímulo por los receptores apropiados (por ejemplo, el estímulo del tacto de recoger por células especiales
de la piel). Luego, esta información se releva por las células nerviosas sensoriales a la medula espinal y
después al cerebro. Ahí se procesa la información y si se le juzga apropiado, se selecciona una respuesta
motora particular.
Esta decisión se envía entonces, a través de las células nerviosas motoras, a los efectores apropiados que
emitirán la respuesta conductual.
Siguiendo con el tema, la unidad estructural básica del sistema nervioso es la neurona, esta no está aislada,
sino que tienen muchas interconexiones, al espacio entre neuronas se le conocía como sinapsis, como dato
extra y para imaginar la magnitud y complejidad del sistema, en el cerebro cada persona tiene una red de
aproximadamente diez millones de neuronas.
La organización de las neuronas no es tan caótica frecuentemente, un grupo de axones (fibras nerviosas como se
les conoce comúnmente) se reúnen en haces que tienen lugares de origen y destinos comunes. En el sistema
nervioso central tales formas se conocen como tractos nerviosos o vías. Cuando estos haces conectan al sistema
nervioso central con otras partes del cuerpo se les llama troncos nerviosos o simplemente nervios y, como ya
hemos visto, contienen fibras sensoriales y motoras.
También hay ciertas áreas del cerebro llamadas núcleos, en donde los
cuerpos celulares se concentran.
Aunque este panorama general del sistema nervioso es muy breve y simplificado,
señala la razón de que se influya la fisiología en el estudio de la psicología ya que
de no ser por el sistema nervioso, el organismo no podría vivir y muchos menos
responder. El sistema nervioso es la cuerda que le da movimiento al organismo.
La conducta y la fisiolog ía del cerebro.
Al hablar de relaciones cerebro – conducta es importante pensar en la conducta como un continuo que va de los
más bajo hasta lo más alto, o las funciones de orden bajo y las de orden alto. Las funciones de orden bajo
requieren poco análisis o planeación y el individuo no puede controlarlas fácilmente. Por ejemplo, la percepción
de un objeto redondo y la transmisión de señales a los pulmones para controlar la respiración. Las funciones
de orden alto incluyen el juicio y la planeación, y pueden ser controladas a voluntad. Determinar la mejor ruta
para llevar a su destino es una conducta de orden alto, como también lo son leer y cantar.
Estas funciones de orden alto son posibles debido a las actividades de las estructuras que se encuentran dentro
de la corteza cerebral, cubierta delgada de tejido neural que rodea la superficie externa del cerebro. Las
funciones de orden bajo o más automáticas, se llevan a cabo por las estructuras que están por debajo de la
corteza cerebral.
El crimen intrig a al ser humano.
En ocasiones nos atrae, en otras nos causa repulsión, y en algunas otras nos
provoca ambas reacciones. A veces incluso nos causa gracia, como cuando
leemos que dos hombres disfrazados, uno del “Hombre-araña” y el otro de
“Batman”, fueron arrestados después de una riña en Times S quare en 2014
Al parecer, nadie sufrió lesiones de gravedad en el caso (aunque quizás algunos
niños quedaron decepcionados de que sus héroes no hubieran actuado tan
noblemente como se esperaba), pero es probable que los afectados hayan
sufrido tensión emocional, además de tener que enfrentar los inconvenientes
que implica ser víctima de un delito
Los delitos pueden provocar miedo, en especial cuando pensamos que lo que le
sucedió a una víctima podría ocurrirnos a nosotros o a alguno de nuestros seres
queridos. Las noticias sobre el secuestro de un niño, o incluso un intento de
secuestro, ponen a los padres de familia en estado de alerta máxima. Los delitos
también causan indignación, como cuando un miembro querido de una
comunidad es brutalmente asesinado, o cuando una persona o un animal son
víctimas de abuso despiadado
¿Qué es un crimen o delito? Legalmente, se define como la acción o la omisión
de actuar en contra de la ley que así lo prohíbe o lo ordena, y para lo cual
existe un rango de posibles sanciones tras la sentencia condenatoria. Por lo
tanto, el comportamiento criminal es aquella conducta que infringe el código
penal
Para que una persona sea sentenciada por un delito, debe haber actuado
intencionalmente y sin justificación ni excusa. Por ejemplo, incluso un
homicidio intencional puede estar justificado en ciertas circunstancias, como
cuando se realiza en defensa de la propia vida
Aunque el crimen suele despertar un gran interés, comprender por qué ocurre y qué se debe hacer al respecto
siempre ha significado un problema. Funcionarios públicos, políticos, expertos en diversos campos y muchas
personas del público en general continúan sugiriendo soluciones simples e incompletas para combatir el
crimen, en particular los crímenes violentos o los delitos callejeros: desplegar a más oficiales de la policía,
instalar videocámaras y avanzados equipos de vigilancia, profesores armados y más armas, candados más
seguros, clases de autodefensa, sanciones más severas, procesos más rápidos de encarcelamiento o la pena
capital.

Algunos de estos métodos podrían ser eficaces en el corto plazo, pero el problema general del crimen
persistiría.
Las soluciones que atacan lo que creemos que son las causas primordiales del crimen —como reducir la
desigualdad económica, mejorar las oportunidades de acceso a la educación u ofrecer tratamiento para
combatir el abuso de sustancias tóxicas— tienen mérito innegable, pero requieren de compromiso, energía y
recursos financieros públicos
El comportamiento criminal se considera un fenómeno muy complejo, y en ocasiones difícil de entender. Nuestro
enfoque es la perspectiva psicológica, aunque también describiremos otros puntos de vista. Sin embargo, es
importante destacar que no existe una explicación psicológica universal del crimen, al igual que sucede con las
explicaciones que brindan la sociología, la antropología, la psiquiatría, la economía o la historia. De hecho, es
poco probable que la sociología, la psicología o cualquier otra disciplina puedan formular “verdades” básicas
sobre el crimen sin la ayuda de otros campos de conocimiento y de diversas investigaciones bien diseñadas. La
criminología
— e l estudio científico del crimen— necesita toda la ayuda interdisciplinaria que pueda obtener para
explicar y controlar el comportamiento criminal.
Teorías del crimen.
Quienes creen en un mundo justo quizá piensen que un ladrón merecía una pena severa y que las víctimas no
protegieron su propiedad adecuadamente. Puesto que desde su punto de vista el mundo es un lugar justo, tal
vez piensen que una esposa golpeada provocó el maltrato. El hombre que envió un depósito de $500 para
luego reclamar una ganancia de un millón de dólares debería saberlo por experiencia: si algo parece
demasiado bueno para ser verdad, entonces seguramente no lo es.
El objetivo primordial de las teorías del crimen es identificar las causas o los precursores del comportamiento
criminal. Algunas teorías son amplias y generales, mientras que otras son estrechas y específicas. Básicamente,
las teorías del comportamiento criminal son enunciados que resumen un conjunto de hallazgos de
investigación. Y quizás (más importante) brindan orientación para futuras investigaciones. Sin embargo, si un
componente de una teoría es falseado o carece de fundamento, la teoría no necesariamente se rechaza de
forma rotunda, sino que puede modificarse o volverse a someter a prueba. Además, cada teoría del crimen
tiene implicaciones para las políticas públicas o para las decisiones que se toman en una sociedad con la
finalidad de prevenir el crimen.
Criminolog ía sociológ ica.
La criminología sociológica posee una rica tradición para examinar la relación entre la criminalidad y las
variables demográficas y grupales. Variables como edad, raza, género, estatus socioeconómico e identidad
étnico-cultural han demostrado tener relaciones significativas con ciertas categorías y patrones delictivos. Por
ejemplo, la criminología sociológica nos ha permitido concluir que los jóvenes, como grupo, están
sobrerrepresentados en los delitos no violentos contra la propiedad. Los varones jóvenes afroamericanos que
crecieron en entornos en desventaja están sobrerrepresentados como autores, pero también como víctimas de
homicidios.
Psicolog ia criminológ ica.
La psicología es la ciencia del comportamiento y de los procesos mentales. Por lo tanto, la psicología
criminológica es la ciencia del comportamiento y de los procesos mentales de quienes cometen
delitos.
Mientras que la criminología sociológica se enfoca primordialmente en los grupos y en la sociedad como un
todo, y en cómo influyen en la actividad delictiva, la psicología criminológica se enfoca en el
comportamiento criminal de los individuos; es decir, cómo se genera ese comportamiento, cómo se
provoca, se mantiene y se modifica
En la psicología del crimen, se consideran tanto las influencias sociales y de la personalidad sobre el
comportamiento criminal, como los procesos mentales que median ese comportamiento. La personalidad se
refiere a todas las influencias biológicas, los rasgos psicológicos y las características cognitivas del ser
humano que los psicólogos han identificado como importantes en la medicación y el control del
comportamiento.
Enfoque cog nitivo:
Las cogniciones se refieren a las actitudes, las creencias, los valores y los pensamientos que tienen las
personas con respecto al entorno social, las interrelaciones, la naturaleza humana y sobre sí mismas. En el
caso de los asesinos seriales, esas cogniciones a menudo están distorsionadas. Las creencias de que a los
niños se les debe disciplinar físicamente y con severidad, o que las víctimas en realidad no resultan dañadas
por un fraude o un delito contra la propiedad, son buenos ejemplos de cogniciones que pueden conducir a
actividad delictiva. Los prejuicios también son una cognición que implica distorsiones de la realidad social.
Éstos incluyen generalizaciones erróneas y simplificaciones exageradas
Enfoque biológ ico o neurológ ico.
El enfoque biológico a menudo se centra en la agresión y el comportamiento violento. Por ejemplo, los
neurólogos interesados en la criminología estudian hasta qué grado los daños, las deficiencias o las
anormalidades del cerebro podrían relacionarse con la conducta antisocial, en particular con el
comportamiento violento. Es probable que un traumatismo craneoencefálico (TCE), como el que alguien
podría sufrir en un accidente automovilístico, genere cambios en la personalidad, incluyendo un aumento
en la conducta agresiva
Enfoque de desarrollo:
Descubrir cómo se inicia y progresa el comportamiento criminal es sumamente importante. El enfoque de
desarrollo examina los cambios y las influencias a lo largo de la vida de una persona que podrían contribuir
a desencadenar el comportamiento antisocial o criminal; esos cambios e influencias comúnmente se
denominan “factores de riesgo”. Algunos ejemplos son nutrición deficiente, pérdida de alguno de los
padres, fracaso escolar muy temprano en la vida o habitar en una vivienda poco digna. Sin embargo, el
enfoque de desarrollo también busca “factores de protección”, o influencias que brindan a los individuos
una defensa frente a los factores de riesgo. Un adulto comprensivo que funja como mentor o el hecho de
contar con buenas habilidades sociales son ejemplos de factores de protección
Enfoque de los rasg os:
En el pasado, los psicólogos suponían que podían comprender mejor el comportamiento humano
buscando las disposiciones o los rasgos estables y consistentes de la personalidad que ejercen efectos
profundos y generalizados sobre la conducta. Un rasgo o una disposición es una tendencia
relativamente estable y duradera a comportarse de un modo particular, y que distingue a una persona
de otra. Por ejemplo, un individuo puede ser extrovertido y mostrar una tendencia consistente a
socializar y a conocer a otros individuos, mientras que otra persona quizá sea tímida e introvertida y
demuestre una tendencia a socializar sólo con amigos muy cercanos
Las teorías de los rasgos sostienen que la gente muestra un comportamiento consistente a lo largo del
tiempo y en distintos lugares, y que ese comportamiento caracteriza a la personalidad. Por consiguiente,
muchos psicólogos dedicados al estudio de la criminalidad suponían que deberían buscar los rasgos o las
variables de la personalidad subyacentes en el comportamiento criminal. Prestaban menos atención al
entorno o a la situación de la persona bajo estudio. Se pensaba que, una vez que se identificaran las
variables de la personalidad, sería posible determinar y predecir cuáles individuos tenían mayor
probabilidad de involucrarse en el comportamiento criminal.

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