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TESIS JURIDICA PARA OPTAR EL GRADO DE

DOCTOR EN DERECHO

Los plenos casatorios civiles realizados

Alumno: Manuel Darío Cabrera Espinoza Chueca


Unidad de Post Grado de la Universidad Nacional
Mayor de San Marcos
Presentación del Tema y del Problema

- El Poder Judicial ha sido merecedor de un constante desprestigio, debido a su lentitud, ineficiencia, carencias, y además evidencia una falta de
predictibilidad en la forma como resuelven los cas. Sin embargo, se ha considerado la posibilidad de revertir dicha situación y aun, en medio de
estas circunstancias, es posible que se puede aspirar a alcanzar un nivel de seguridad jurídica necesario, no sólo para el bienestar de la
ciudadanía y de los usuarios del servicio de administración de justicia, sino también para convertir al país en una comunidad competitiva a nivel
internacional, en razón de que la falta de seguridad jurídica, no solamente afecta a quienes acuden a la sede jurisdiccional para resolver sus
controversias, sino también, porque colateralmente afecta la imagen del país y en ese contexto afecta diversas actividades productivas, por ello
resulta esencial generar la predictibilidad del proceso decisorio de los casos similares que le han sido puesto en conocimiento de los órganos
jurisdiccionales y para alcanzar dicho estándar, resulta muy importante desarrollar el mecanismo de la jurisprudencia vinculante.

- Una administración de justicia predecible es un estándar importante que genera seguridad jurídica y para ello resulta necesario que se haga
uso todas las herramientas que nuestro ordenamiento regula para obtener un importante caudal de jurisprudencia vinculante. En el caso del
proceso civil se ha diseñado en el Código Procesal Civil una herramienta eficaz que coadyuva a esta aspiración, como es el caso del pleno
casatorio civil que genera precedentes vinculantes, el mismo que ha sido utilizado de manera mínima, por lo que corresponde desarrollar
políticas y posturas para su mayor utilización.
Presentación del Tema y del problema: Encuestas sobre nivel de
corrupción y problemáticas del país

•En el Perú hay organizaciones civiles que han realizado mediciones del nivel de corrupción y ante la pregunta ¿Cuáles son
los tres principales problemas del país en la actualidad? Se ha respondido:
•(Con tarjeta)
•Años 2008 2010 2012
•Delincuencia 36% 41%61%
•Corrupción 37%51%47%
•Desempleo 46%39%31% …..”
 
•Ante la pregunta “….. ¿Cuál le parece el principal problema que enfrenta el Estado y que impide el desarrollo del país?
• 
•Años 2010 2008 2006
•La corrupción 56% 55%49%
•Falta de eficiencia 22%26%25%
•Falta de interés10%6% 9%
•Falta de recursos 5% 7% 10%
•Falta coordinación 5% 5% 5% ….”
•La encuesta completa se puede revisar en http://www.proetica.rg.pe en VII-Encuesta-Nacional-sobre-percepciones-de-la-
corrupción
Planteamiento del tema y del problema.- Encuesta de
percepción de corrupción en instituciones públicas
• Asimismo, ante la pregunta ¿Cuáles son las instituciones más corruptas de nuestro país? (con tarjeta)
• Por Ámbito: Lima Interior
• PODER JUDICIAL 62% 49%
• POLICIA NACIONAL 52% 51%
• CONGRESO 51% 42%..”
• Muchos segmentos de la colectividad se ven perjudicados por el hecho de no contar con un sistema de administración de justicia que
brinde la plena seguridad jurídica de que se va a otorgar la razón a quien corresponde, no obstante que se cuenta con un reclamo
arreglado a justicia, siendo el caso, que la razón fundamental de esta situación de incertidumbre es la emisión de fallos contradictorios
respecto de casos similares.
• Fuente: PROËTICA VII Encuesta Nacional sobre la Percepción de la Corrupción en el Perú (2012)La encuesta completa en
http://idehpucp.pucp.edu.pe/anticorrupcion/barometro global
• Es decir, que el servicio de administración de justicia no solamente es lento e ineficiente, sino que además envía señales de que no es
posible predecir cómo es que las Cortes decidirán sobre una cuestión jurídica específica, no obstante que ya ha conocido casos
similares
• Se ha considerado, que dicha situación no solamente genera un impacto en los justiciables, sino que también genera un daño colateral
en otros sectores de la sociedad, como el de producción. En un artículo de la Revista “Economía y Derecho” cita que, “inclusive un
aumento del 10% en el índice de transparencia e imparcialidad del Poder Judicial de un país implica un aumento de importaciones del
5%, además que se ha confrontado que si los índices de calidad de instituciones del Perú, Argentina, Brasil, Colombia o México, fueran
como el de los países más desarrollados de la Unión Europea, el comercio internacional de estas naciones se expandiría en 30%”.
• Artículo en Revista “Economía y Derecho” Profesores de la Universidad UPC, año 2004, pag. 7
FORMULACION DEL PROBLEMA
. El problema consiste en verificar la posibilidad de cambiar el mencionado orden de cosas, también, en desarrollar en nuestro fuero civil la
posibilidad de transparentar los criterios que generan los precedentes a través de la utilización del mecanismo del pleno casatorio civil, que,
por sus propios alcances, puede generar un panorama distinto, siendo el caso, que el gran problema lo constituye el hecho de su escasa
utilización En consecuencia, resulta necesario contar con una base importante que registre los criterios jurisprudenciales con carácter
vinculante, a fin de que el justiciable tenga la posibilidad de saber, en forma anticipada, cuál sería la decisión que se emitiría con relación a su
pretensión similar. Al respecto, no se puede dejar de tener en cuenta la premisa de que todo criterio jurisprudencial emerge de un análisis de
hechos específico, que se reitera en varias situaciones, como producto de nuestra convivencia, interacciones y relaciones, que se genera por
nuestras necesidades similares, así, muchas personas contratarán para obtener la prestación de servicios que requieran, muchos venderán,
muchos comprarán, muchos solicitarán préstamos, muchos arrendarán un inmueble, muchos incumplirán sus obligaciones, etc. en
consecuencia resulta lógico y congruente que se produzcan controversias similares, a los que se les puede aplicar el mismo criterio, por lo que
no constituiría un peligro ni ninguna ilegitimidad, el hecho de estandarizar las aplicaciones y el análisis de las interpretaciones de la forma
como está regulado dicho contexto fáctico en la norma y determinar su aplicación justa e imparcial. Además, que los plenos casatorios civiles
pueden ser utilizados vinculantemente para varios aspectos, ya que estos Plenos, pueden fijar reglas procesales y además fijar reglas
competenciales, En ese orden de ideas hay que considerar una masificación de esfuerzos, con la finalidad de apoyar en la labor de
recopilación de las líneas jurisprudenciales contradictorias para cuyo efecto, es posible legitimar la participación de los usuarios, quienes, a
través de las Facultades de Derecho, los Colegios Profesionales de Abogados, y otras instituciones, que podrían incorporarse a dicho
esfuerzo,

• JUSTIFICACION DE LA INVESTIGACION

• . Hay un preocupante nivel de desconfianza hacia el Poder Judicial, por cuanto se considera que, en algunos sectores del mismo, se
encuentra ligados a la corrupción, además de que se considera que brinda un servicio deficiente, como se ha dicho, que se grafica en la
dilatación de los procesos, y en la emisión de fallos injustos. En un Manual de Capacitación para operadores de Justicia se precisa que “…El
sistema de administración de justicia es un ámbito de la administración estatal expuesto a prácticas de corrupción extendidas. Se puede
señalar que el sistema de administración de justicia un informe del Consejo Transitorio del Poder Judicial que indica que “……Los principales
actores de la corrupción y su rol en la comisión de actos de corrupción en el sistema de justicia pueden ser: determinados mandos directivos
encargados de diseñar, controlar y mantener las situaciones de irregularidad que propician los actos de corrupción. Jaris Mujica señala que
“…….Sus actos de corrupción consisten, mayoritariamente, en la venta de fallos, agilización o dilatación de los procesos judiciales
Justificación de la investigación
• En este contexto de falta de transparencia, así como las modalidades de corrupción que se propicia por dicha falta de transparencia,
resulta evidente que se ha gestado un clamor de la ciudadanía a fin de que se produzcan posturas a efectos de que la actividad
jurisdiccional, si pueda llegar a ser transparente y más que todo predecible, si se toma en cuenta que los justiciables, con justa razón,
reclaman respecto al hecho de que en sede jurisdiccional se resuelvan los casos de manera contradictoria ante casos similares. Se suma
una situación que proviene de los propios órganos jurisdiccionales, y que se refiere a la errónea percepción por parte de los magistrados
de lo que implica la independencia funcional y jurisdiccional, para fijar su posición presuntamente “autónoma”, se aprecia que ni siquiera
desarrollan mejores razones para desvincularse de un criterio anterior, ya que para estos efectos, se apela a la aparente singularidad de
cada caso.
• Para graficar este contexto de desconfianza podemos tomar en cuenta algunos datos estadísticos, respecto del impacto de esta falta de
predictibilidad del Poder Judicial en el desarrollo económico del país.
• Se ha precisado en un artículo publicado en la Revista de Economía y Derecho por profesores de Derecho de la UPC, en la que se cita
un informe del Banco Mundial que señala que “…en una investigación entre la aplicación de reglas legales y de la actuación impredecible
de las instituciones, es una situación que tiene un impacto negativo en sus decisiones de inversión…”. En otra investigación, citada en
dicha fuente, se indica que “….respecto de la influencia del Poder Judicial en el desarrollo económico en nuestro país, el 80.8% de los
micro y pequeños empresarios, consideró, según una encuesta de Ipsos Apoyo, la necesidad de contar con un respaldo de una institución
que les ayudaría a resolver conflictos con proveedores, clientes u otros empresarios y sólo el 6.6% de ellos había recurrido al Poder
Judicial para solucionar dichos conflictos, segmentándose la opinión en que un 21% de los empresarios entrevistados consideró que el
funcionamiento del Poder Judicial es muy malo, el 41.2% indicó que su funcionamiento es malo, el 18.6% señaló que dicho
funcionamiento es regular y sólo el 6% opinaba que se brindaba un buen servicio, en resumen la nota negativa ascendía a 93.4%.
Además, el 80% de los micro y pequeños empresarios entrevistados, calificaban al Poder Judicial de lento, costoso y parcializado, y en
rubro de medianos y grandes empresarios, un 70% de ellos imputaba al Poder Judicial los mismos calificativos……”.
• Diez Canseco, Luis/Enrique Pasquel “Stare Decisis, intercambios comerciales y predictibilidad: una propuesta para enfrentar la reforma
del Poder Judicial” ,
Justificación de la investigación: Encuesta sobre confianza en el
Poder Judicial
• En otra encuesta, citada en dicho artículo, realizada por el Grupo de Opinión Pública de la Universidad de Lima, por
encargo de Pro Justicia, precisa que “…..entre 71 gerentes de empresas radicadas en Lima, el 84.5% le otorgaba poca
confianza a la Corte Suprema, el 90.2% le otorgaba poca credibilidad a la Corte Superior y el 64.8% le otorgaba poca
credibilidad a los juzgados especializados, mientras el 33.8% señaló que no tenían confianza alguna. A diferencia de lo
que se advierte en países desarrollados, en los que se cuenta con el soporte de instituciones formales, en el Perú la
gran mayoría de empresarios utiliza mecanismos alternativos, con la finalidad de asegurarse el cumplimiento de los
contratos celebrados, es decir la falta de predictibilidad del Poder Judicial, incide en perjuicio de la modernidad…..”. La
razón fundamental de esta situación es la emisión de fallos contradictorios respecto de casos similares, ya que resulta
ser un escenario incierto que encuentra el justiciable antes del inicio de la acción legal, ya que nadie puede garantizarle
o predecirle en forma anticipada un resultado en esos casos, a pesar de que es similar a otros casos ya resueltos
• En un índice de percepción de corrupción (IPC), se acota que “….en donde los 10 primeros países de dicho ranking se
encuentran niveles bajísimos de corrupción en la que se tiene a: Dinamarca, Nueva Zelanda, Suecia, Singapur,
Finlandia, Suiza, Islandia, Holanda, Australia, Canadá (en ese orden) con un score que va de 9.3 a 8.7, el Perú aparece
en el puesto 72 con un IPC del 3.6…..”

• Diez Canseco, Luis/Enrique Pasquel “Stare Decisis, intercambios comerciales y predictibilidad: una propuesta para
enfrentar la reforma del Poder Judicial”
• Citado en dispositiva en una ponencia por CPC Orcides Camps sobre “Experiencias del Sector Privado Internacional”
Justificación de la Investigación: Estadísticas sobre corrupción y
competitividad
. Comex Perú hizo una publicación sobre el índice de percepción de la corrupción en la que señala que “……La organización Transparency
International elabora y publica anualmente el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI, por sus siglas en inglés), el cual es reconocido
como el principal indicador de corrupción en el sector público a nivel mundial. En el CPI 2021, publicado en enero último, se clasificó a 180
países y territorios, con una escala de 0 (muy corrupto) a 100 (libre de corrupción), y se destaca que los niveles de corrupción se
encuentran estancados a nivel mundial, con escaso o ningún progreso en el 86 % de los países evaluados en los últimos diez años. En
cuanto a la región de América, se mantiene un puntaje promedio de 43 sobre 100 por tercer año consecutivo en el CPI 2021, donde se
evaluó a 22 países que no muestran cambios significativos en sus niveles de corrupción. Los países de la región que destacan por su alta
puntuación son Canadá (74), Uruguay (73), Chile (67) y EE. UU. (67), mientras que aquellos con menor puntuación son Venezuela (14),
Haití (20) y Nicaragua (22). Según el CPI 2021, es importante reconocer a dos líderes de Latinoamérica, Uruguay y Chile, que ocuparon los
puestos 18 y 27 en el ranking general, respectivamente. Por su parte, el Perú se ubicó en el puesto 105, con lo que retrocedió 11
posiciones respecto de 2020, y se le otorgó un puntaje de 36, una caída de dos puntos con respecto al año anterior. Cabe resaltar que
nuestro país, en comparación con otros de Latinoamérica, se encuentra clasificado como uno con niveles altos de corrupción. “Índice de
Percepción de Corrupción 2021” publicado por Comex Perú, 18 de Febrero del 2022, Semanario 1108, Actualidad
. La necesidad de contar con un mejor servicio de administración de justicia ha sido identificada como un factor para que el Perú no sea
considerado como un país más competitivo. En un sondeo realizado a 300 empresarios reunidos en la CADE 2010, realizado por IPSOS
Apoyo y publicado por el diario “El Comercio han señalado que, “…..además del crecimiento del PBI como otros factores que le faltan al
Perú para ser un país desarrollado, se ha considerado por el 71% la falta de una Educación pública de calidad, un 40% una mejor
infraestructura, un 40% la falta de un Poder Judicial independiente y justo, dejando atrás otros múltiples factores, por lo tanto, hay la
percepción de la necesidad primordial de contar con un servicio de administración de justicia eficiente y transparente, por lo que una
reforma resulta totalmente legitimada…..”.
. “Índice de percepción de corrupción 2021” Publicado por Comex Perú 18 de febrero del 2022, Semanario 1018, Actualidad
• Encuesta publicada en el Diario El Comercio” edición del 14 de Noviembre del 2010, pag. A20
Objetivo General

Resulta necesario estructurar la gestión de la fluidez y facilitamiento de las convocatorias y desarrollo de Plenos Casatorios
Civiles con la finalidad de obtener un importante número de precedentes vinculantes, que provengan de la atención de los
recursos de casación pendientes de resolver, y superar la exigua producción mínima realizada que impliquen la solución de
controversias similares y reiterantes, a fin de que en el caso se inicie acciones legales, que contenga una pretensión idéntica,
se pueda, válida y obligatoriamente aplicar dichos precedentes en dichos casos. Asimismo, estos precedentes puedan originar
la abreviación de los procesos civiles o la concentración de actos procesales de los referidos procesos por contarse con un
criterio jurisprudencial vinculante, en la que se ha establecido la tipificación correcta del caso, la amparabilidad o no de la
pretensión, la direccionalidad de la probanza, es decir que dé lugar a que los procesos civiles puedan llegar, de manera
simplificada, al estado de dictar sentencia, en donde se analizará la aplicación del precedente vinculante, así como se podría
desarrollar, mediante este mecanismo de los Plenos Casatorios, diversos criterios vinculantes que fijen otros aspectos como la
generación de reglas procesales y reglas competenciales para diversos temas, en la que los justiciables y hasta los propios
órganos jurisdiccionales no tienen la certeza de cuál debe ser el criterio más correcto a aplicarse y que ha dado lugar a que se
emita, por dichas razones, fallos inhibitorios.
Objetivos Específicos
- Es posible la designación de un magistrado supremo a cargo de una Dirección, (Como se asigna un Magistrado Supremo para que dirija la Oficina de Control
Interno), que se encargue exclusivamente de la gestión y convocatoria de los plenos Casatorios civiles, a través del conocimiento y recopilación de líneas
jurisprudenciales contradictorias que hubieran emitido las Salas Civiles de la Corte Suprema respecto de procesos similares, así como en la identificación de los
casos más recurrentes, a fin de que se pueda establecer formalmente, un criterio vinculante de la forma como deben ser resueltos, para cuyo efecto coordinará con
dichas Salas para identificar los casos de recursos de casación en trámite, que ameriten la convocatoria a Pleno Casatorio formulados en procesos con
pretensiones similares. Asimismo, se procederá en los casos de precedentes más reiterantes, en las que, sin detectar líneas jurisprudenciales contrapuestas, se
tratarían de los casos similares más recurrentes que se presentan, y por cuya razón resulta necesaria que sean incluidas en la base de plenos casatorios civiles con
el objeto de que se determine el criterio con el que se debería resolver tanto los casos similares como los casos reiterantes, que genere también la abreviación en la
tramitación de dichos casos.

- Es posible legitimar la participación de los usuarios del servicio de administración de justicia, a través de las Facultades de Derecho, Colegios de Abogados y otras
entidades u organizaciones civiles para desarrollar la labor de apoyo de la recopilación de líneas jurisprudenciales contrapuestas entre las Salas Civiles de la Corte
Suprema, (Que en este caso eventual sería la contraposición jurisprudencial entre la Sala Civil Permanente y la Sala Civil Transitoria) así como en la determinación
de los casos más reiterativos, con el objeto de informar al Magistrado Supremo a cargo de dicha Dirección, a fin de que pueda coordinar con la Sala Civiles
referidas la identificación del recurso casatorio en trámite que requiera analizar dichos temas, a efectos de gestionar la convocatoria del pleno casatorio civil
correspondiente, que ponga coto a los criterios jurisprudenciales contradictorios desarrollados para un mismo tema similar y además se determine el criterio
jurisprudencial correcto para los casos más recurrentes, cuya reiterancia sea notoria, esto con la finalidad de alcanzar también la abreviación en la tramitación de
dichos procesos, conforme a los fines señalados
Artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial

- En nuestro ordenamiento tenemos el Art. 22 de la LOPJ que señala que los principios jurisprudenciales desarrollados en ejecutorias
casatorias, emitidos por las Salas Supremas, en este caso civiles, son de obligatoria observancia. Pero a renglón seguido dicha norma
señala que, en forma excepcional, se ha facultado que cualquier magistrado pueda apartarse de dicho precedente en la medida que
motiven adecuadamente su postura. Por esta razón es plausible considerar que este último extremo de dicha norma enerva el carácter
vinculante de los pronunciamientos de las Salas de la Corte Suprema. El caso es que para algunos magistrados, le resulte dificultoso
tomar en cuenta la existencia de alguna jurisprudencia que ha evaluado una pretensión similar, a la que está calificando, y que si
pretende apartarse de ella, debiera sentir la obligación de desarrollar mejores razones a fin de desligarse de la observancia de dicho
precedente, en razón de que algún litigante hizo presente la existencia de dicha línea jurisprudencial, pero es el caso que, al final, será
la discrecionalidad del magistrado quien determine si tiene la obligación de hacerlo, sin perjuicio de que puede considerar, de manera
subjetiva, que está desarrollando mejores razones, cuando, objetivamente no es así, y en el caso que su criterio si coincida con los
argumentos desarrollados en la ejecutoria suprema, ello no necesariamente implica que haya tomado en cuenta dicho lineamiento, por
cuanto sencillamente puede ser que desconozca de su existencia o que, no obstante conocer de dicho fallo, considerará que no tiene la
necesidad de recurrir a ella En consecuencia, resulta evidente que hay la necesidad de desarrollar un mecanismo mediante el cual se
desarrolle formalmente una base de registro de criterios emitidos en última instancia con la finalidad de que, obligatoriamente, deben ser
aplicados para casos similares y que la única posibilidad de su apartamiento solamente podría ser ejercida por dicha última instancia, y,
cuando advierta, más adelante, que existen mejores razones que no las tuvo en cuenta anteriormente y que deban ser necesariamente
tomados en cuenta y que ello pudiera generar un cambio de postura o criterio, pues sencillamente se tendría que proceder a modificar el
precedente vinculante.
OBJETIVO: PROPUESTA DE SOLUCIÓN PROYECTADA

La propuesta de solución debe partir de la premisa que una comunidad tiene el derecho que le provean de una base de precedentes
jurisprudenciales de obligatoria observancia, para fines de predictibilidad del criterio jurisdiccional a ser aplicado en casos similares, lo que
presupone un marco de aceptación y convencimiento de lo que nos puede aportar los precedentes en cuestiones de predictibilidad, de
seguridad jurídica, aspiraciones que no pueden enervarse por falsas percepciones por parte de algunos operadores judiciales, respecto a
la invocación de la autonomía de sus actividades jurisdiccionales, siendo el caso que, resulta prioritario, que se entienda que no puede
perturbarse o enervarse la necesidad comunitaria de contar con una justicia predecible. Debe considerarse que toda actividad pública,
tiene que estar sometida a un nivel de transparencia, a efectos de que sea permanentemente evaluada por los operadores y usuarios del
mismo, es decir que sea legítimamente fiscalizada. En la actividad de la transparencia aplicada a la administración pública, se encuentra
el deber de las autoridades de realizar sus acciones de manera abierta, pública, ya que gracias a la información real, oportuna y
sistemática acerca de cómo se ejerce la función pública en el quehacer administrativo, ello generaría la posibilidad de detectar la
corrupción, la improvisación, la ineficiencia, la discrecionalidad arbitraria, el abuso en el ejercicio de una función, las irregularidades,
promoviéndose así la participación de la ciudadanía, al permitirse más supervisión y fiscalización de la sociedad. En el caso específico, al
transparentar la actividad jurisdiccional, al momento de emitir sus fallos, ello va a propiciar la reducción de la incertidumbre, puesto que se
posibilita de manera directa, ser testigos de la forma como la Sala Civil de la Corte Suprema, a través de sus magistrados, desarrollan sus
razones al emitir sus fallos y se apreciaría como se elige o se genera el criterio vinculante correcto a ser aplicado, todo este bagaje de
situaciones legítimas, propiciará el incremento de la predictibilidad de las decisiones de los diferentes órganos jurisdiccionales respecto de
casos similares.
La presión social se hace sentir a través de la opinión pública, más aún cuando, se propicia la participación de juristas especializados en
temas específicos, cuyas argumentaciones son parafraseadas, que pueden servir de respaldo a la posición que adopte el órgano
jurisdiccional supremo o promueve el desarrollo de mejores razones, en consecuencia esta participación especializada actúa también
como mecanismo de control de alta efectividad, por ello es que se ha considerado a la transparencia como política de Estado, y por ello
es que se aprecia el desarrollo de diversos marcos reglamentarios que regulan la transparencia en diversas actividades del Estado.
Análisis, interpretación de la información

- En el contexto de los procesos civiles, con relación al tema de la predictibilidad jurisdiccional, que es el único mecanismo normativo que
establece una jurisprudencia civil con carácter vinculante, se encuentra contenido en los denominados “plenos casatorios”, que está
regulado en el Art. 400 del Código Procesal Civil, institución procesal, que ha sido utilizada de manera mínima. Cuando se realizaron las
coordinaciones preliminares para la convocatoria del primer pleno casatorio se acordó, que correspondía a cada Sala Civil Suprema
proponer un tema puntual y sobre líneas jurisprudenciales contradictorias, por cuya razón se propuso, además, que dichos Plenos no se
hagan en función de procesos fenecidos, sino, en atención a un proceso en actual trámite casatorio, que era, a entender de dicha
Instancia, la voluntad objetiva del Art. 400 del CPC, conforme lo comentó y analizó uno de los magistrados supremos intervinientes de
dicho Pleno. que “….en el cuarto acápite del Art. 400 del CPC se precisa que El Pleno casatorio será obligatorio cuando se conozca que
otra Sala está interpretando o aplicando una norma en un sentido determinado..”, dicha premisa normativa aparece en la versión original
de dicho artículo, y en la versión modificada ya no aparece ninguna causa que obligue la convocatoria de plenos casatorios civiles, sin
embargo, esto no obsta de que se puedan convocar estos Plenos contrastando la posición jurisprudencial emitida en un proceso similar
fenecido con otro proceso similar en trámite, puesto que la prioritaria labor de sistematización de la jurisprudencia, debe dirigirse a
cotejar los reiterados pronunciamientos que se hayan emitido en un sentido y en otro contradictorio, respecto a casos similares. resulta
necesario que exista un área que se dedique, de manera exclusiva, a gestionar la convocatoria de los plenos casatorios, encargándose
de realizar las coordinaciones y gestiones para su implementación, más aún, resulta importante que se detecte los casos que cuenten
con pronunciamientos contradictorios entre las Salas. Por ello es que resultaría eficaz que un magistrado supremo que no integra
ninguna de dichas salas, es quien se haga cargo de dicha función, puesto que puede complicarse dicha labor si se le asigna dicha
función a las mismas Salas Civiles, por la dificultad que podría darse en que se reconozca la existencia de posturas contradictorias
respecto de un caso similar, o también, por razón de la carga procesal, entre otros factores, que dificultan las convocatorias de estos
Plenos. Pero el caso es que se ha incrementado el clamor de los justiciables y de los operadores del Derecho respecto de la necesidad
de contar con una administración de justicia predecible y para cuyo efecto, es importante generar mecanismos pragmáticos que faciliten
la convocatoria de estos Plenos, a fin de que se unifique el criterio de las jurisprudencias producidas y contenidas en procesos
fenecidos, a través de la atención que se realice respecto de los casos que tengan recurso de casación en trámite
- En el texto del primer pleno casatorio civil se indica que: “..En consecuencia, la sentencia de casación debe tratar de la
ORIENTACION DE LA PROPUESTA: SOLUCION AL PROBLEMA

justicia o legalidad de la solución del caso, pero no debe prescindir de su tarea mediata uniformadora de la jurisprudencia,
pues sólo así el tribunal de casación podrá cumplir la función que le es propia como órgano supremo de justicia, con lo
cual estará favoreciendo la seguridad jurídica… 6.- Como bien se sostiene- (En este extremo se cita al autor Enrique
Bacigalupo) -… la casación constituye, en definitiva, un límite fáctico de la libertad del juez en tanto y en cuanto atribuye
un significado general a una norma aplicable para casos futuros similares. Significado que es necesario para proporcionar
la certeza, previsibilidad e igualdad en la aplicación del Derecho que reclama todo Estado de Derecho…..”. bajo el
supuesto respeto a la independencia del juez, sería imposible que se sienten criterios rectores para la solución uniforme
de casos idénticos o similares, conllevando a que se emitan decisiones contradictorias en perjuicio de los litigantes y
dejando de lado la predictibilidad que se espera en las decisiones de los jueces, evidenciando con ello una clara
afectación a sus deberes de velar por la seguridad jurídica y el respeto al principio de igualdad…..” “…… La casación, en
los sistemas actuales, como el nuestro, tienen por finalidad la interpretación y aplicación correcta de las normas jurídicas y
la uniformidad de la jurisprudencia (Art. 384 del CPC), pero ambas tienen el mismo fundamento: la uniformidad de la
aplicación del derecho en estrecha relación con el principio de seguridad jurídica; pero a su vez la casación y la
jurisprudencia vinculante que nace de ella, constituye una técnica de control de la interpretación y de la aplicación del
derecho de los órganos jurisdiccionales inferiores….”. la importancia y trascendencia para el sistema de justicia civil en el
país de este Pleno Casatorio y la doctrina jurisprudencial vinculante, no puede negarse ni retacearse, pues pretende fines
de relevancia constitucional como la aplicación e interpretación correcta de normas procesales y sustantivas, la
uniformidad de la jurisprudencia, promover y hacer efectivo el derecho a la igualdad de los justiciables, optimizar los
principios de seguridad y certeza jurídica y hacer predecible la alta función de impartir justicia……”. Queda claro que la
propuesta de solución al problema ya ha sido desarrollado en capítulos precedentes que no es otra cosa que facilitar que
el mecanismo de los plenos casatorios civiles se realicen a gran escala y que para su convocatoria, es necesario crear un
organismo articulador que se encargue de coordinar con las Salas Civiles, con el objeto de conocer los temas que están
por calificarse en los recursos de casación en trámite, con la finalidad de que, si se detecta que dicho tema, ha sido objeto
de pronunciamientos anteriores, en casos similares, y que inclusive se ha producido líneas jurisprudenciales
contradictorias, lo cual también es posible identificar si se articula una participación de diversos actores que pueden
colaborar con la recopilación de dichas líneas jurisprudenciales, a fin de que se defina en un pleno casatorio cuál es el
precedente vinculante que en definitiva es el que va ha optar la instancia suprema para dicho caso.
PRIMER PLENO CASATORIO CIVIL
- Corre el escrito de demanda de la cual se emplaza a la Empresa Minera Yanacocha solicitando el pago de una indemnización por daños y perjuicios
proveniente de responsabilidad extracontractual, como pretensión principal por daño material (daño bio ambiental y daño a la salud personal) a
favor de la demandante y sus hijos, y como pretensiones accesorias el pago de un seguro médico y seguro de vida, además del pago de la
descontaminación completa de su vivienda, 2.- Manifiesta que el 2 de junio del año 2000, en circunstancias que el chofer Arturo Blanco Bar conducía
un camión de propiedad de la Empresa Ransa Comercial S.A., estaba trasportando mercurio de propiedad de la Empresa Minera, con destino a la
ciudad de Lima, se produjeron varios derrames los pobladores comenzaron a recoger el mercurio hasta altas horas de la madrugada, empleando
para dicha recolección sus manos e incluso su boca como medio de aspiración. Al guardar el mercurio en sus hogares, sus familiares que recogieron
el mercurio también se intoxicaron debido a los gases que emanaba éste. Al contestar la demanda la Minera sostiene que la causa determinante de
la exposición y elevación del nivel de mercurio en el organismo de los pobladores fue su propia imprudencia. La empresa minera formula denuncia
civil contra Ransa Comercial S.A. por ser la empresa encargada del transporte del mercurio. La parte demandada refiere que los hechos referidos
han sido ocultados por la demandante y formula, entre otros medios de defensa, la excepción de conclusión del proceso por transacción. En primera
instancia se declara infundada la excepción de conclusión del proceso por transacción referido a la demandante, y se declara fundada dicha
excepción referida a los menores hijos de la demandante y fundada la excepción de falta de legitimidad para obrar activa respecto a la pretensión de
indemnización por daño ambiental. Esta resolución es apelada y en Segunda instancia se revoca la resolución que declaraba infundada la excepción
de conclusión del proceso por transacción referido a la demandante, la misma que declaran fundada, y se confirma la excepción de falta de
legitimidad para obrar por la pretensión de daño ambiental. Contra dicha resolución de vista se interpone Recurso de Casación por inaplicación de los
artículos 5 y 1305 del Código Civil, por contravención a las normas que garantizan el debido proceso por cuanto se considera que sólo se puede
proponer la excepción de conclusión del proceso por transacción si es que previamente ha existido un proceso judicial que haya culminado por
transacción, y conforme al inc. 4º del Art. 453 del Código Procesal Civil se requiere la existencia de procesos idénticos para poder amparar la
excepción referida, lo que no se presenta en dicho caso ya que se trata de una transacción que no puso fin a ningún proceso judicial y tampoco fue
homologada Conforme lo acota la sentencia casatoria materia de análisis “……1.- la relatoría de la Sala Civil Permanente de la Corte Suprema de la
República, da cuenta al Presidente de dicha Sala de la existencia de pronunciamientos contradictorios sobre la misma materia entre las dos Salas
Civiles de esta máxima instancia judicial. 3.- Por Resolución de la Presidencia del Poder Judicial, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 400 del
Código Procesal Civil se convoca a Sala Plena para llevar a cabo la vista de la causa del proceso habiendo sido designados vocales ponentes de las
opiniones divergentes de las Salas Supremas…..”
Primer Pleno Casatorio

- Conforme se acota en el capítulo de Consideraciones de este pleno se precisa que “…….2.-El asunto a dilucidarse en este proceso, y que es materia de
divergencia entre las decisiones de las Salas Civiles Permanente y Transitoria de la Corte Suprema se centra en los alcances de la transacción extrajudicial
celebrada bajo el amparo normativo del artículo 1302 del Código Civil, esto es si la transacción extrajudicial puede hacerse valer como excepción procesal…..”

- La Sala Civil Permanente indica que “……la transacción extrajudicial tiene calidad de cosa juzgada, de acuerdo a lo previsto en el artículo 1302 del Código
Civil, al poner fin a algún asunto dudoso o litigioso o evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que está iniciado por lo tanto no se contraviene
los artículos 446º, inciso 10 y 453º inciso 4, del Código Procesal Civil, así como tampoco se vulneran los artículos 5º y 1305 del Código Civil, al estar
transándose la indemnización sobre el daño que sufrió la parte afectada por el derrame de mercurio, por lo que si bien el daño puede ser extra patrimonial,
toda indemnización por sí misma se configura como un derecho patrimonial, respecto al cual sí se puede transigir…….” Por lo tanto dicha Sala Suprema
admite que la transacción extrajudicial puede ser deducida como excepción en un proceso judicial y ser amparada como tal, precisamente por haber evitado
una controversia judicial.

- Asimismo este pleno señala con relación a la otra posición “…….4.- Por su parte la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema considera que solamente se
puede oponer la transacción cuando ha estado en curso otro proceso, es decir que previamente ha tenido que existir un proceso judicial que haya concluido
con la suscripción de una transacción homologada por el juez de la causa para que pueda hacerse valer como excepción, ante la interposición de una nueva
demanda sobre los mismos hechos, al configurarse la identidad requerida por el artículo 453º inciso 4 del Código Procesal Civil, razón por la cual, la
transacción extrajudicial, celebrada bajo los términos del Código Civil, sin que haya existido un proceso judicial, no cumple el requisito del artículo 453.4 del
Código Procesal Civil, ergo, deviene en inamparable como medio de defensa de forma, es decir, no se puede deducir como excepción de forma…..” En
consecuencia, esta Sala precisa que no existe la excepción de transacción extrajudicial, y no puede considerarse que exista, aunque se verifique la
concordancia y la interpretación sistemática que alude la otra Sala.
Primer Pleno Casatorio
• En este pleno se considera que “…..16.- se puede optar por uno de los dos caminos, o el de la aplicación literal de dichos supuestos o el de interpretar
sistemáticamente los mismos dentro del marco constitucional de la tutela jurisdiccional efectiva, así como de los fines del proceso, además del principio de
autonomía de la voluntad, esto es, de buscar la solución a un caso concreto de manera cierta sin dar pie a sucesivos litigios. 17.- Si nos inclinamos por la primera
opción, es decir por la aplicación literal de la norma jurídica procesal, se consideraría que la transacción extrajudicial no puede ser alegada como excepción
procesal, por el contrario, deberá alegarse como defensa de fondo, es decir, como parte de la contestación de la demanda. En cambio, si ponderamos la segunda
alternativa, esto es, de la interpretación sistemática de la norma procesal, arribaremos a la conclusión que se puede alegar la transacción extrajudicial como
defensa de forma y por ende estaría considerada dentro del supuesto por el artículo 446 inciso 10 del Código Procesal Civil…..”. la Sala Plena precisa “……29.-
concluimos que no existe basamento lógico que sirva de obstáculo para que la transacción extrajudicial se oponga como defensa de forma, de lo contrario se
estaría desconociendo sus efectos extintivos, así como su utilidad como medio eficaz para solucionar futuros litigios, además de instrumento para alcanzar la paz y
armonía entre las partes. 30.- No se halla motivo razonable para exigir a las partes a litigar por un alongado tiempo, sabiendo que se concluirá finalmente por el
amparo de la defensa propuesta, cuando bien puede acogerse la misma como excepción procesal, con ello no sólo se estaría actuando en aplicación del principio
de economía procesal sino también se estaría descartando la aplicación literal y por tanto perjudicial, de las normas procesales
• En el fallo de este Pleno es “……declarar infundado el recurso de casación y que constituye doctrina jurisprudencial que la transacción extrajudicial no homologada
judicialmente puede ser opuesta como excepción procesal, conforme a lo regulado por el inciso 10 del artículo 446 e inciso 4 del artículo 453 del Código Procesal
Civil, por interpretación sistemática de dichas normas con las que contiene el Código Civil sobre la transacción…”
• En cambio en el voto en minoría sobre la excepción de conclusión del proceso por transacción extrajudicial se sostiene que “…..5.4.- solamente es oponible
cuando se inicia un segundo proceso idéntico a otro anterior, en donde las mismas partes celebraron una transacción judicial. De tal modo que la transacción
extrajudicial, al no haber sido celebrada dentro de un proceso, no puede configurar proceso idéntico y menos aún puede servir de sustento a la excepción…..”.
Asimismo se indica en dicho voto que “…..el último párrafo del artículo 1302 del CC establece en forma genérica que la transacción tiene autoridad de cosa
juzgada, sin embargo, en el caso de la transacción extrajudicial, tal característica no puede ser equiparada o asimilada al de una sentencia, pues existen
diferencias esenciales entre ambas, como es el hecho, por ejemplo, que una transacción extrajudicial puede ser atacada por adolecer de vicios de voluntad o que
carezca de la fuerza compulsiva que caracteriza a un mandato judicial…...”.
Primer Pleno Casatorio Civil
. A más de 14 años de que fue creada para nuestra legislación en el Código Procesal Civil, y se consideró su convocatoria, por advertirse la existencia
de líneas jurisprudenciales contradictorias emitidas tanto por la Sala Civil Permanente y la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema con relación al
caso que fue materia de este primer Pleno Casatorio. No obstante dicha inactividad, el resultado de este primer Pleno resultó ser muy controversial
respecto a un tema muy específico, y que ha sido materia de análisis de muchos autores, puesto que se consideraba que la posición final iba a ser la
que adoptó la posición en minoría. Entonces ¿Por qué razón la instancia suprema consideró, en este aspecto, que era necesario promover el
mecanismo diseñado en el Art. 400 del Código Procesal Civil tras tantos años de no haberla utilizado? ¿realmente se trataba de un tema más relevante
que los vistos en los años precedentes en la que no se recurrió al uso de dicho mecanismo? ¿Estamos realmente ante un caso tan complejo que
requería hacer uso de dicho mecanismo? ¿Sería diferente la conclusión a la que arribó la Corte Suprema si las partes litigantes fueran otras? Al
margen de estas interrogantes, que en alguna forma buscan hurgar sobre la motivación del órgano jurisdiccional de la utilización del citado mecanismo,
lo importante es que se inició el uso del mismo, aunque algunos autores consideren que del primer pleno casatorio no se puedan extraer premisas
importantes para el desarrollo de algunas instituciones. Se ha parafraseado la argumentación del Pleno, en la que, en algunos extremos, podríamos
evidenciar su aparente predisposición a pretender superar toda restricción legal, que pueda obstruir la consolidación de la tesis de la viabilidad de
plantear la transacción extrajudicial como excepción. Por ejemplo, en su capítulo que analiza la transacción de bienes o derechos de menores, señala
que si bien el art. 447 del Código Civil exigiría una autorización previa para que los padres realicen una transacción extrajudicial en nombre de sus
hijos, pero, se acota, que el numeral 1307 del Código Civil precisa que los representantes de incapaces pueden transigir con aprobación del juez,
siendo el caso que este verbo de “aprobación” permitiría considerar que dicha validación puede darse después de la transacción, como ha ocurrido en
este caso. Pero podría considerarse que la norma mas específica que puede aplicarse al caso sería el art. 448 del Código Civil, mas que el numeral
447 del Código mencionado, y es que en el catálogo de actos del numeral 448 del código substantivo está contemplado el de la transacción de manera
explícita en dicha norma legal se precisa el verso de que “los padres necesitan de autorización judicial para practicar en nombre del menor” una
transacción, lo que nos revela un requisito previo, y que sería una norma más específica para aplicarse al caso, ya que regula el tema cuando son los
padres los que practican la transacción en nombre de sus hijos, y además menciona la necesidad que sean ambos padres los que participen, lo que no
ha ocurrido en este caso, por consiguiente la autorización para transar por parte de los padres en nombre de sus hijos es una actividad previa, que si
bien no aparece la sanción de nulidad de manera explícita, si es que no se realiza de dicha manera, puede ser de aplicación lo dispuesto en el inciso
octavo del artículo 219 del Código Civil. Otro tema que podría llamar la atención, es que se haya invocado la aplicación del principio de economía
procesal, como un argumento que abona al sustento de la tesis de que una transacción extrajudicial pueda dar lugar a una excepción procesal. Si
partimos de dicha premisa, podemos llegar a la conclusión entonces. que no se necesita que se creen mas excepciones procesales, puesto que, en
base a este principio, se las tiene como ya reguladas o tipificadas en la norma. En todo caso si se considera que el principio de economía procesal
permite al operador a realizar atajos al proceso, entonces, porqué en otros pronunciamientos de las Salas Civiles de la Corte Suprema, el peso de las
formalidades imperativas doblega a este principio y anulan actuados, y en otros casos este principio crea excepciones.
Segundo Pleno Casatorio
• El segundo Pleno Casatorio analiza el tema de la forma como debe promoverse la acción de prescripción adquisitiva, y precisa que “…2. en el año 1943
don Rafael Llúncor Castellanos entró en posesión del inmueble en litigio, posesión que le entregó María Eugenia Ízaga de Pardo ya fallecida, en
reconocimiento de los servicios laborales que le prestaba. Acota que en dicho inmueble nacieron sus hijos manteniendo hasta la fecha la posesión del
mismo y conduciéndolo como propietario en forma continua, pacífica, y de buena fe por mas de sesenta años 3. Señalan los accionantes que los que
aparecen como titulares registrales del predio en litigio nunca lo han ocupado. 6. Mediante sentencia se declaró infundada la demanda, dado que de lo
actuado en el proceso acompañado sobre rectificación de área el ahora demandante reconoció que ocupaba el inmueble como inquilino. En relación a la co
demandante Gladys Llúncor Moloche el A quo estableció que en su condición de hija en realidad es una servidora de la posesión y, como tal, conforme al
artículo 897 del Código Civil, no es poseedora y, por tanto, tampoco puede adquirir un bien por prescripción. 7. La sentencia aludida fue apelada
únicamente por la co demandante Gladys Llúncor Moloche en atención a lo cual la Primera Sala Civil declaró nula la sentencia apelada en el extremo que
declaró infundada la demanda interpuesta por Gladys Lluncor, ordenando que el A quo emita nueva sentencia, toda vez que en ella se había determinado
que la apelante tenía la condición de servidora de la posesión, situación que no fue expuesta como fundamento de la contestación de demanda ni fue fijada
como punto controvertido. 8. El juzgado dicta nueva sentencia declarando infundada la demanda, al considerar, que quien ejerce realmente la posesión es
el señor Rafael Lluncor y no su hija co demandante, por haber vivido en calidad de tal, condición que le impide adquirir el predio por prescripción, dado que
no cumple con el requisito de conducirse como propietaria. Además, lo pretendido por los demandantes implicaría crear la singular figura de dos
poseedores en forma paralela y universal de un mismo bien, ambos con derechos independientes, con la facultad de iniciar cada cual por su lado procesos
de prescripción, pretensión que resultaría manifiestamente improcedente 9. Apelada que fuera la citada resolución, confirma la alzada en todos sus
extremos, sustentándose en los mismo fundamentos de la recurrida y acotándose en los mismos fundamentos de la recurrida y acotando que el acto de
posesión, como propietario, debe ser de manera exclusiva y con el carácter de excluyente por lo que no puede concurrir en paralelo otro acto de posesión
también como propietario del otro peticionante…..”
• Se interpone casación que señala “……que la recurrida infringe las reglas del silogismo jurídico y de la inferencia pues se ampara en una sentencia de
casación para establecer que la posesión debe ser exclusiva, cuando ello no se verifica de las premisas del artículo 950 del Código Civil, introduciendo un
requisito ajeno 2. Indica la recurrente que al crearse un nuevo requisito legal transgrede el principio constitucional de no discriminación y vulnera por
omisión el artículo 899 del Código Civil que confiere el estatus de derecho sustantivo a la coposesión…” En sede casatoria se indica que “…. ninguno de los
accionantes (padre e hija) vienen conduciéndose como poseedores a título de propietarios, no se da la figura del litis consorcio necesario, dado que el
primero es poseedor inmediato a título de arrendatario y la segunda no es poseedora sino que se le extiende el derecho de uso del padre, en mérito a lo
cual ocupa el inmueble, …62. Conforme ya se expuso, nada obsta para que dos o más coposeedores homogéneos puedan usucapir, puesto que el
resultado sería una copropiedad. Por lo tanto, la instancia revisora ha incurrido en una evidente interpretación errónea de la norma aludida, dado que de su
texto ni de su interpretación se puede colegir que los coposeedores del mismo rango estén impedidos de usucapir de consuno. 63. El hecho que haya
existido una errónea interpretación de la norma jurídica anotada por el tribunal Ad quem, tal situación no conlleva necesariamente a que se deba casar la
sentencia impugnada, puesto que ello significaría concluir que las preces de la demanda resultan fundadas, es decir que los accionantes si tendrían
derecho a usucapir, lo cual no es cierto, los mismos no se han conducido como poseedores en concepto de propietarios
Segundo Pleno Casatorio
• El Dr. Lama refiere que “…el artículo 899 del vigente Código Civil peruano, reconoce expresamente la posibilidad de que dos o más personas
posean un mismo bien en forma conjunta, tal figura se denomina coposesión, y cada poseedor puede ejercer sobre el bien actos posesorios, con tal
que no signifiquen la exclusión de los demás. No hay coposesión cuando cada uno posee una parte físicamente determinada de un bien divisible,
pues la coposesión en nuestro ordenamiento supone poseer un bien en forma conjunta, por ello hace bien la Corte Suprema cuando hace la
diferencia y señala en el fundamento 28 de la sentencia que …..no existiendo coposesión si el objeto aparece dividido en partes determinadas
materialmente y atribuidas a cada sujeto, porque entonces cada parte asume el significado de objeto de una posesión independiente. En todo caso,
podría decirse que cuando se trata de coposeedores con derechos posesorios homogéneos, estaremos frente a una coposesión propia y cuando los
derechos de posesión de los coposeedores sean de naturaleza distinta, por ejemplo, unos poseen como dueños y otros a título distinto, estaremos
frente a una coposesión impropia. En el primer caso, los coposeedores pueden usucapir el bien que poseen, mientras que en la coposesión
impropia no sería posible la usucapión a favor de los coposeedores……”.
• Resultaría importante que el primer análisis debía focalizarse que el principal demandante (Rafael Llúncor) nunca impugnó la sentencia de primera
instancia y dicha sentencia es anulada parcialmente, dicho fallo en el acotado extremo, tenía la calidad de cosa juzgada. Si esto es así, la
legitimación litis consorcial invocada por la co demandante se vería afectada, ya que su derecho derivaba del principal demandante. Sin embargo,
respecto de su impugnación, obligaba a analizar la situación jurídica de ambos demandantes. Siendo el caso que al Sr. Rafael Llúncor se le ha
considerado que, cuando una propietaria de un área mayor, el año 1943, le entrega una pequeña área de 31 metros cuadrados, en reconocimiento
por sus servicios prestados, le habría transferido un derecho de habitación, ya que dicho bien solamente podría ser utilizada como su morada y 5
décadas después, esto es advertido por los demandados, quienes convencen al Sr. Rafael Llúncor a celebrar un contrato de arrendamiento, y con
ello, prácticamente le hacen renunciar a cualquier expectativa que pudiera tener con respecto al bien y cuando plantea su demanda de Prescripción
adquisitiva invocando que ostentaba la calidad de usucapiense, no se aprecia que haya peticionado la nulidad de dicho contrato de arrendamiento,
ya sea por error de concepto, o lo que considere, y tampoco ha invocado las razones por lo cuáles no debía considerarse dicha transferencia de
dicha área como un derecho de habitación, que vacea de contenido a un derecho de usucapio, si se tiene en cuenta que el área que le fue
transferida, fue, presuntamente, en reconocimiento de sus servicios, lo que implicaría una transferencia del dominio de dicha área, y obviamente
tenía que acreditar que su posesión reunía los requisitos de una usucapio y lo ideal es que si fuere así, hubiera planteado la demanda el solo. Sin
embargo, si nos atenemos a lo promovido, el Sr. Rafael Llúncor, se convirtió en arrendatario y bajo dicha condición no tiene ninguna posibilidad de
ser considerado un usucapiense. La co demandante impugnante, no podría abstraerse a dicho contexto. En este tema se ha señalado que el aporte
arribado no sería suficiente, puesto que se pudo haber analizado una serie de casuística que plantea una coposesión, como el caso específico de
los padres que ocupan un bien conjuntamente con sus hijos y estos crecen y en algunos casos generan una posesión parcial exclusiva del bien, por
lo que el caso de padres que ocupan un bien cuyos hijos crecen no necesariamente ejercen una posesión en forma conjunta y claramente aparece
delimitado el área en que ejercen de manera exclusiva cada posesionario, aunque el área total del inmueble sea pequeño (como en este caso de 31
metros cuadrados). Por lo que se podría considerar que la coposesión ideal y homogénea, es la que ejercen los cónyuges
Tercer Pleno Casatorio
• Conforme describe el Pleno, sobre las diversas etapas del proceso “…….1. Demanda: se solicita se declare el divorcio por la causal de separación
de hecho, ya que se encuentra separado desde el año 1997, no obstante ello, ha venido cumpliendo los requerimientos fundamentales de la familia
con los alimentos, educación e instrucción de los hijos. 3.1. Contestación: La demandada afirma que le insistió al demandante para que estudie
mientras ella se dedicaba al cultivo de café. Es el caso que el actor ingresó para estudiar la carrera magisterial en Juliaca y siempre le enviaba
dinero para sus estudios, pero el actor siempre le pedía más y más. Señala además que el demandante los abandonó para irse con otra mujer,
razón por la cual se vio en la necesidad de interponer demanda de alimentos para ella y sus hijos. Desde entonces el actor jamás se ha preocupado
por sus hijos, nunca los visitó. 3.2 Interpone reconvención para que el demandante la indemnice por el daño moral y personal y le pague por
concepto de indemnización S/. 250,000.00. Como sustento reitera que ella envió dinero a su cónyuge para solventar sus estudios, mientras ella
siguió trabajando en la chacra. El reconvenido siempre la amenazaba con abandonarla y afirmaba que tenía otras mujeres que podían mantenerlo, y
por el temor de que él la abandonara con sus hijos tuvo que prestarse dinero de diversas personas. Agrega que hubo maltratos físicos que
sucedieron continuamente 4. Sentencia de primera instancia: Se declara fundada la demanda de divorcio. Fundada en parte la reconvención sobre
indemnización de daño moral, en consecuencia, ordena el pago de la suma de S/. 10,000.00. porque de los actuados se advierte que consecuencia
de la separación de hecho, la demandada es quien ha sufrido menoscabo en su esfera moral, afectándose sus sentimientos al no continuar vigente
el vínculo matrimonial y mantener una familia. Se ha establecido que el demandante: recibió asistencia económica por parte de su cónyuge a fin de
labrarse un futuro mejor, b) promovió actos de violencia física en agravio de la demandada c) rehuyó el cumplimiento de su obligación alimentaria a
favor de la demandada e hijos. 5. Sentencia de segunda instancia: El demandante interpone apela alegando que fue la demandada quien promovió
la separación, que ésta no apoyó sus estudios en forma exclusiva ya que también lo apoyaron sus padres y que prestó alimentos sin exigencia
judicial. La demandada interpone apelación alegando que debió amparar en su totalidad la pretensión indemnizatoria toda vez que ha cumplido con
los deberes conyugales, además que el demandante contrajo otro compromiso, abandonando el hogar bajo un clima de violencia al haber sustraído
los bienes gananciales, dejándola sola al cuidado de los hijos. La Sala superior confirmó la sentencia, se estableció que la cónyuge perjudicada es
la demandada, pues ésta no motivó la separación de hecho, asumió la tenencia y educación de sus hijos y los testigos reafirman la separación de
los cónyuges por más de 4 años y que la demandada es quien asumió los gastos para la obtención del título docente del demandante. Estos hechos
probados permiten evidenciar la calidad de cónyuge inocente y perjudicada y determinar una indemnización debido a la aflicción de los
sentimientos y frustración del proyecto de vida matrimonial, tratándose de un supuesto de responsabilidad civil familiar de tipo contractual, que
corresponde velar por la estabilidad económica de la cónyuge perjudicada si se tiene en cuenta el abandono moral en que se encuentra la cónyuge
y sus hijos quienes tuvieron que recurrir al Poder Judicial para obtener una pensión alimenticia. En el considerando 6. El demandante interpone
recurso de casación, se sustentó en que se ha aplicado indebidamente el artículo 345-A del Código Civil, toda vez que la reconvención se sustentó
en su presunta infidelidad con otra mujer, lo que no fue acreditado. La Sala Suprema estimó la procedencia excepcional del recurso de casación, a
fin de velar por la adecuada aplicación del artículo 345-A del Código Civil y se convoca a pleno casatorio: porque entre los diversos expedientes
elevados en casación se ha advertido que se en los procesos de divorcio por la causal de separación de hecho, con respecto al tema indemnizatorio
previsto en el artículo 345-A del Código Civil, se resuelve con criterios distintos y hasta contradictorios, no existe consenso respecto de la
determinación del cónyuge perjudicado, las pautas para su probanza, la necesidad o no de que la indemnización a que hubiere lugar sea solicitada
expresamente por la parte afectada…”
TERCER PLENO CASATORIO

Este Pleno en su fundamento 34 señala que “……la naturaleza jurídica de la causal, prima facie, es la de ser una causal objetiva, es decir, que se configura con la
sola comprobación del hecho de la ruptura de la vida en común en forma permanente, por el tiempo establecido en la norma. El artículo 345-A del Código Civil alude
a la indemnización de daños, incluyendo el daño personal, o la adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal a favor del cónyuge más perjudicado con
la separación; en tal situación, el juez debe establecer los hechos que dieron lugar a esa separación, pasando a analizar aspectos subjetivos inculpatorios
únicamente con la finalidad de determinar la procedencia de aquella indemnización y el monto a resarcir. Como podemos concluir, la causal regulada en el inciso 12
del artículo 333 del Código Civil es a la vez de naturaleza objetiva y subjetiva, porque no sólo se configura con la verificación de la separación física permanente y
definitiva de los cónyuges, sino por la intención deliberada de uno o de ambos de no reanudar la vida en común…….”. En el fundamento 39 se precisa sobre la
diferencia con otras causales “……..habiendo definido a la separación de hecho como la interrupción de la cohabitación de los cónyuges por voluntad de uno de
ellos o de ambos, sin alegación de culpa imputable a ninguna de las partes, salvo para la determinación de los efectos o consecuencias de la declaración de
divorcio, la diferencia entre esta causal con las demás contempladas dentro de la categoría del divorcio sanción resulta evidente, desde que la fractura del vínculo
no se declara a consecuencia de la constatación de un actuar doloso o culposo del otro cónyuge (como sería el adulterio, la violencia física o psicológica, la injuria
grave o el atentado contra la vida del cónyuge, entre otros) sino sólo del hecho objetivo de la separación por un tiempo determinado y sin la voluntad de unirse, sin
entrar al análisis de las causas que lo motivaron. En cambio, en el divorcio sanción, las causales son inculpatorias y, por tanto, debe establecerse el factor de
atribución que corresponda a la causal específica en cada caso concreto…..” En el fundamento 50 del Pleno se indica que “…….es necesario precisar que la
referida causal de divorcio, si bien se sustenta en un criterio objetivo, en donde es indiferente la culpabilidad del cónyuge en la separación de hecho; sin embargo,
para la determinación de la indemnización se hace necesario recurrir a ciertos elementos de la culpa o dolo, a fin de identificar al cónyuge más perjudicado y en ese
sentido, será considerado como tal, aquel cónyuge a) que no ha dado motivos para la separación de hecho, b) que a consecuencia de esa separación ha quedado
en una manifiesta situación de menoscabo y desventaja material con respecto al otro cónyuge y a la situación que tenía durante la vigencia del matrimonio, c) que
ha sufrido daño a su persona, incluso el daño moral…..”. 54. Para nuestro sistema normativo la indemnización regulada en el artículo 345-A del Código Civil tiene el
carácter de una obligación legal, la misma que puede ser cumplida de una sola vez en cualquiera de las dos formas siguientes a) el pago de una suma de dinero o
b) la adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal. Se opta por dos soluciones de carácter alternativo pero a la vez con el carácter de excluyentes y
definitivas. Sin embargo, se debe tener en cuenta que en nuestro sistema esta indemnización no sólo comprende la indemnización por el menoscabo material sino
también el daño personal. El título que fundamenta y justifica la obligación indemnizatoria es la misma ley y su finalidad no es resarcir daños, sino corregir y
equilibrar desigualdades económicas resultantes de la ruptura matrimonial…..”
Tercer pleno casatorio
• 58 “La indemnización tiene dos componentes: a) la indemnización por el desequilibrio económico resultante de la ruptura matrimonial, que tiene como objeto velar
por la estabilidad económica del cónyuge más perjudicado y b) el daño personal sufrido por este mismo cónyuge. En cuanto al primer componente, es evidente que
la prestación a imponerse tiene una naturaleza legal indemnizatoria que es la propia norma jurídica la que expresamente establece este concepto. En lo relativo al
segundo componente, el daño personal, evidentemente no tiene en forma directa un contenido patrimonial, pero también se sujeta a la misma naturaleza jurídica de
la indemnización económica, es decir, que es de naturaleza legal 59 Resulta necesario que concurra la relación de causalidad entre el menoscabo económico (y el
daño personal) con la separación de hecho y, en su caso, con el divorcio en sí. No se indemniza cualquier daño o todos los daños producidos en la época de la
separación de hecho, sino aquel daño que sea consecuencia directa de dicha separación o del divorcio en sí……”. Conforme al punto 63 se menciona que “…..Para
los fines de la indemnización resulta importante distinguir entre a) los perjuicios que se originaron con ocasión de la separación de hecho producida lógicamente
mucho antes de la demanda b) de los perjuicios que se produzcan desde la nueva situación jurídica creada con el divorcio mismo (sentencia constitutiva), que tiene
como referente personal la sentencia firme emitida en dicho proceso. En el primer supuesto, la indemnización debe cubrir los perjuicios desde que el apartamiento
de unos de los cónyuges resulta lesivo a la persona y a la situación económica del otro consorte más perjudicado. En el segundo supuesto, con el divorcio declarado
por sentencia firme, el cónyuge puede resultar perjudicado con la pérdida de pensiones o beneficios de seguros o rentas que tengan como requisito la vigencia del
matrimonio, entre otros….”. En el considerando 65 se ha considerado que “…..El menoscabo de la estabilidad económica debe ser constatado por el juez de las
pruebas y lo actuado en el proceso; y no debe ser producto de la conducta de uno de los cónyuges sino que provenga del hecho objetivo del apartamiento fáctico, o
en su caso, del divorcio en sí, con prescindencia de toda forma de culpabilidad. Cosa distinta es que la separación de hecho haya sido causada por uno de los
cónyuges, pero cuya conducta culposa no es presupuesto necesario para que se configure esta causal de divorcio.
•74 se señala que “…..con relación a la indemnización por daño moral, que se haya comprendido dentro del daño a la persona, debe ser fijado también con criterio
equitativo, pero sobre ciertos elementos de convicción, de tal forma que no puede representar un monto simbólico o irrisorio a la manera de un simple reproche a
una conducta, pero tampoco la indemnización o adjudicación puede constituir un enriquecimiento injusto que signifique un cambio de vida para el cónyuge
perjudicado o para su familia. De otro lado, se tendrá en cuenta algunas circunstancias como la edad, estado de salud, posibilidad real de reinsertarse a un trabajo
anterior del cónyuge perjudicado, la dedicación al hogar, y a los hijos menores de edad, el abandono del otro cónyuge a su consorte e hijos al punto de haber tenido
que demandar judicialmente el cumplimiento de sus obligaciones alimentarias, la duración del matrimonio y de vida en común, y aún las condiciones económicas,
sociales y culturales de ambas partes…..”.
Tercer Pleno Casatorio
• 77 se indica que “…..La indemnización o adjudicación se fijará a instancia del consorte más perjudicado o de oficio por el Juez. En el primer caso, la parte
demandante puede considerarse la más perjudicada con la separación de hecho, y en virtud a ello está facultada para acumular en su demanda la pretensión
accesoria, solicitando la indemnización o la adjudicación preferencial de bienes sociales. La parte demandada, también podría considerarse la más perjudicada con
la separación, y en tal sentido podrá reconvenir solicitando cualquiera de aquellos extremos señalados. Después de los actos postulatorios, y en cualquier estado del
proceso, las partes están habilitadas para alegar y solicitar la indemnización, siempre que se garantice a la otra parte el derecho de defensa y el derecho a la
instancia plural. El juez también está habilitado para fijar de oficio en la sentencia una indemnización o adjudicación a favor de uno de los cónyuges, siempre que
éste haya expresado de alguna forma y en el curso del proceso hechos concretos referidos a su condición de cónyuge más perjudicado con la separación de hecho
o con el divorcio en sí. Igualmente, se garantizará al otro cónyuge el derecho de defensa y el derecho a la instancia plural…..”
• 80 El pleno señala “.si no hay pretensión deducida en forma (acumulada en la demanda o en la reconvención), por lo menos debe haber alegación de hechos
concretos de la parte interesada referentes a los perjuicios sufridos, y que la contraparte tenga la oportunidad razonable de contradecirlos, para que el juez pueda
pronunciarse en la sentencia sobre la estabilidad económica del cónyuge afectado. Será suficiente, por ejemplo, que el cónyuge alegue que su consorte lo abandonó
en el hogar conyugal sin causa justificada, con sus hijos menores de edad, y que por esta razón estuvo obligado a demandar el cumplimiento de la obligación
alimentaria en la vía judicial, para que entonces, acreditada esta situación fáctica, el juez deba considerarlo como el cónyuge más perjudicado, y por tanto, fijar una
indemnización o disponer la adjudicación de bienes sociales a su favor……”.
•En el fundamento 87 se acota “….. ¿Hasta qué momento pueden las partes alegar hechos relativos al perjuicio? En principio pueden hacerlo hasta el momento de la
fijación de los puntos controvertidos, con el objeto de que el juez los incorpore dentro de los puntos que van a ser materia de controversia y particularmente de
prueba y de pronunciamiento judicial. No obstante, cabe aún la posibilidad de que las partes puedan alegar tales hechos en cualquier estado del proceso, pero en tal
caso, debe seguirse ciertas reglas mínimas razonables, con el fin de preservar el derecho de defensa, el contradictorio, el derecho a la instancia plural, en suma,
debe respetarse las normas mínimas del debido proceso. En este orden de ideas, si la parte interesada alega aquellos hechos después de la fijación de los puntos
controvertidos, el juez debe correr traslado a la parte contraria para darle la oportunidad de pronunciarse sobre hechos y de presentar la prueba pertinente. Si ya se
llevó a cabo la audiencia de pruebas, la prueba pertinente que ofrezca la parte interesada será de actuación inmediata, con el fin de evitar dilaciones y conductas
maliciosas, sin perjuicio de la prueba de oficio que el juez pueda disponer para identificar al cónyuge más perjudicado y establecer la identidad de los perjuicios si
fuera el caso. De esta forma se garantiza el derecho al debido proceso de ambas partes con relación al tema de los perjuicios…..”. 89 La carga de la prueba
contiene dos reglas: una de distribución de la carga de probar y otra de juicio. La primera regla está dirigida a las partes, y en virtud de la cual se atribuye a ellas que
hechos deben probar, la segunda, es una regla de juicio dirigida al juez que establece cómo debe considerar la probanza de los hechos 90. El juez puede disponer
de oficio la actuación de la prueba pertinente que tiene límites a) se circunscribirá a los hechos alegados por las partes, aun no se haya formulado pretensión
respecto de los perjuicios b) debe respetarse el derecho de defensa de las partes 91- En cuanto al daño moral a los efectos de la carga probatoria, debe
considerarse comprendido dentro del daño a la persona. La parte que alegó el perjuicio puede probar la culpa del otro cónyuge en los hechos que motivaron la
separación de hecho con la finalidad de justificar una mayor indemnización
•En el considerando 93 se ha precisado que “…..Para los efectos de determinar el monto indemnizatorio por la propia naturaleza extrapatrimonial: a) se recurre a la
discrecionalidad del magistrado b) se toma en cuenta el tiempo de separación de hecho c) también el tiempo que desatendió las necesidades básicas de la
demandada e hijos y, d) que subsiste la pensión alimenticia a favor de la demandada.
Tercer pleno casatorio
En el fundamento 97 se menciona que “…..A) Como se tiene anotado, la culpabilidad del cónyuge no es requisito del divorcio remedio; empero, este
elemento subjetivo puede ser tomado en cuenta en la determinación del quantum indemnizatorio. En esta perspectiva, se argumenta que la
demandada es cónyuge inocente, pues no dio motivo a la separación de hecho, por el contrario cumplió con los deberes matrimoniales durante el
periodo de vida en común y asumió la tenencia y educación de los hijos. La sala, al igual que el juzgado, justifica la indemnización en el hecho de
que la demandada es quien asumió los gastos para que el actor obtuviera su título de docente b.) La Sala Superior estima que le corresponde velar
por la estabilidad económica de la consorte perjudicada. Sin embargo, no expone las razones puntuales por los cuales habría existido un
desequilibrio económico, como sería el de: a) relacionar la situación material de un cónyuge respecto del otro y simultáneamente comparar la
situación material resultante del cónyuge que se considera más perjudicado, con la que tenía durante el matrimonio. La sentencia sustenta la
indemnización en la frustración del “proyecto de vida matrimonial”, concepto que como hemos visto es discutible, pero que además la Sala no
precisa cuáles son en concreto las probabilidades de realización que quedan truncas a consecuencia de la frustración del citado proyecto de
vida…….”.

En el fallo del pleno “Se declara infundado el recurso de casación interpuesto por el cónyuge, no casaron y determinaron que constituye precedente
judicial vinculante: 1. En los procesos de familia, como alimentos, divorcio, filiación, violencia familiar, entre otros, el juez tiene facultades tuitivas y,
en consecuencia, se debe flexibilizar algunos principios como iniciativa de parte, congruencia, formalidad, eventualidad, preclusión, acumulación de
pretensiones, en atención a la naturaleza de los conflictos derivados de las relaciones familiares y personales, ofreciendo protección a la parte
perjudicada, ello de conformidad con lo dispuesto en los artículos 41 y 43 de la Constitución Política del Estado. 2. En los procesos sobre divorcio -y
de separación de cuerpos- por la causal de separación de hecho, el juez tiene el deber de velar por la estabilidad económica del cónyuge que
resulte más perjudicado por la separación de hecho así como la de sus hijos, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 345-A del Código Civil.
En consecuencia, a pedido de parte o de oficio señalará una indemnización por daños, el que incluye el daño a la persona, u ordenará la
adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal. El daño moral es indemnizable y se halla comprendido en el daño a la persona. 3.
Respecto a la indemnización por daños o a la adjudicación preferente de bienes de la sociedad. 3.1. A pedido de parte, podrá formularse tal
pretensión en los actos postulatorios. El pedido también es procedente después de los actos postulatorios. 3.2 De oficio, el juez de primera instancia
se pronunciará sobre estos puntos, siempre que la parte interesada haya alegado o expresado de alguna forma hechos concretos referidos a los
perjuicios resultantes de la separación de hecho o del divorcio en sí. Aquellos hechos pueden ser alegados o expresados incluso después de los
actos postulatorios. En estas hipótesis, el juez concederá a la otra parte la oportunidad razonable de pronunciarse sobre aquellos hechos y de
ofrecer la prueba pertinente, los medios probatorios que se ofrezcan serán de actuación inmediata. 3.3. En el estado correspondiente del proceso, y
de ser el caso, el juez debe fijar como parte de los puntos controvertidos los extremos ya mencionados. 3.4. En todo caso el juez se pronunciará
sobre la existencia de la condición de cónyuge más perjudicado de una de las partes según se haya formulado -y probado- la pretensión o la
alegación respectiva, o sobre la inexistencia de aquella condición 3.5 En el trámite señalado, se garantizará el principio de contradicción y el
derecho a la instancia plural.
Tercer Pleno Casatorio
• 4. Para una decisión de oficio o a instancia de parte, sobre la indemnización o adjudicación de bienes, del proceso debe verificarse y establecerse las pruebas,
presunciones e indicios que acrediten la condición del cónyuge más perjudicado a consecuencia de la separación de hecho o del divorcio en sí. El juez apreciará
en el caso concreto, si se ha establecido algunas de las siguientes circunstancias: a) el grado de afectación emocional o psicológica b) la tenencia y custodia de
hecho de sus hijos menores de edad y la dedicación al hogar c) si dicho cónyuge tuvo que demandar alimentos para él y sus hijos menores de edad, ante el
incumplimiento del cónyuge obligado d) si ha quedado en una manifiesta situación económica desventajosa y perjudicial con relación al otro cónyuge y a la
situación que tenía durante el matrimonio, entre otras circunstancias relevantes. 5. El Juez Superior integrará la resolución impugnada de primera instancia
cuando se haya omitido pronunciamiento expreso sobre la existencia o inexistencia del cónyuge más perjudicado, siempre que la fundamentación respectiva
aparezca de alguna forma en la parte considerativa de la sentencia apelada, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 370 del Código Procesal Civil. 6. La
indemnización o la adjudicación de bienes tiene la naturaleza de una obligación legal, cuya finalidad es corregir un evidente desequilibrio económico e
indemnizar el daño a la persona, resultante de la separación de hecho o del divorcio en sí; su fundamento no es la responsabilidad civil contractual o
extracontractual sino la equidad y la solidaridad familiar……”.
• ¿Por qué se tuvo que romper la regla a la que estaba adscrita nuestra legislación de que no procede el divorcio por hecho propio, contemplado en el artículo 335
del Código Civil? Esto solo confirma que muchas veces, se gestan leyes por interés propio. Nuestro parámetro normativo nos describía de que el cónyuge que
causaba el divorcio no tenía ninguna legitimidad por solicitar la disolución del vínculo, así el adúltero, el maltratador verbal y físico y quien había originado el
decaimiento de la relación matrimonial, no podía promover una pretensión de dicha naturaleza, la legitimidad para obrar estaba a favor del cónyuge perjudicado.
Pero, se plantea la premisa de que, si la situación matrimonial se había tornado insostenible, a un nivel configurante de causales de separación o divorcio, y, al
estar afincados al sistema del divorcio sanción, no sería posible formalizar dicha separación si es que el cónyuge perjudicado no lo decidía, se podría considerar
dicha situación ¿cómo algo injusto? Para el legislador ello justificaría la incorporación de una causal de divorcio remedio, ya que no habría motivaciones
razonables por parte del cónyuge perjudicado para que perdure el vínculo formal del matrimonio. En lo fáctico había muchas razones de índole personal, para
que ello ocurriera, en función a que el rompimiento formal del vínculo podría originarle, paradójicamente, según el caso, mayor perjuicio al cónyuge perjudicado,
de índole patrimonial
• El caso es que la razón de que el cónyuge perjudicado no iniciara una acción legal de divorcio es porqué pretendía que se continuara con el vínculo formal, en
algunos casos, era porque albergaba una expectativa de que a pesar, de que se hubiera atentado su dignidad, o haya sido afectado física y moralmente, pudiera
reanudarse la relación conyugal, o pudiera darse otros móviles subjetivos, como el hecho de que podría considerar, que el interés principal del rompimiento del
vínculo, por parte del cónyuge culpable, en muchos casos, era con la finalidad de iniciar una nueva relación conyugal formal, pero sobre la base de un patrimonio
que se había forjado también con el esfuerzo del cónyuge inocente, entre otras razones más personalísimas
• El tema es que, prácticamente, el cónyuge que demanda el divorcio por la causal de separación de hecho es quien realizó el abandono del hogar conyugal, es
decir que se emplaza al cónyuge, quien pudo haber demandado el divorcio por la causal contemplada en el inciso 5 del artículo 333 del Código Civil y, lo más
probable, es que quien demande esta causal de separación de hecho, además de haber generado dicha causal, haya incurrido en más causales de divorcio.
Ahora bien, se debe tener en consideración que la pretensión indemnizatoria en vía reconvencional, no podría impedir a la parte emplazada que reconvenga el
divorcio por otras causales de divorcio, y cada una de ellas también podrían generar su accesoria pretensión indemnizatoria.
Tercer Pleno Casatorio
• Sin embargo, es muy probable que las premisas por las cuáles el legislador concibió dicha causal, dista mucho de la forma como la doctrina
determina su naturaleza jurídica y sus alcances, sin perjuicio de ello, se tiene que aceptar que dicha norma legitimó al cónyuge, quien posiblemente
masacró a su cónyuge, o él que abandonó a sus hijos en el momento que más lo necesitaron, o quien denigró a su familia con adulterios pueda
pedir la disolución del vínculo, es decir que pueda emplazar a quienes no le dieron motivos para entablar una pretensión de divorcio y es por ello
que, a fin de atenuar la falta de equidad de dicha autorización es que se crea (a manera de compensación) la figura de la indemnización, sin
embargo dicha figura fue distorsionada y ahora co existen varias corrientes doctrinarias respecto de la naturaleza jurídica de la indemnización. Es
cierto de que en diversas legislaciones se legisla sobre el divorcio remedio pero el caso es que dicha indemnización no es a favor del cónyuge
perjudicado por alguna causal de divorcio sanción que hubiera incurrido el cónyuge culpable, sino que la indemnización está pensada para
favorecer a aquel cónyuge que, después de hacerse un balance patrimonial, es quien se vea perjudicado económicamente con el divorcio. Es decir,
si hay un cónyuge que es adúltero, que masacra, viola a su cónyuge, consume licor, y estupefacientes y no tiene trabajo y no aporta nada al
matrimonio, más que angustias. dolor y traumas y la cónyuge que trabaja y saca adelante a sus hijos con su trabajo, y es más, se consolida
financieramente y por el hecho de no tener pruebas para demostrar las causales de divorcio incurridas por su cónyuge, por cuanto siempre lo
soportó y nunca lo denunció y consigue el divorcio por la separación de hecho, en este caso, en el balance patrimonial, el más perjudicado
económicamente sería el cónyuge adúltero, maltratador a quien debería indemnizársele, a tenor de las pautas doctrinales expuestas
• Si el cónyuge culpable demanda el divorcio por la causal en cuestión, la parte demandada que es el cónyuge inocente y perjudicado formula
reconvención para que se disponga la indemnización o adjudicación que señala lo dispuesto en el art. 345-A del Código Civil, esto no puede limitar
al cónyuge perjudicado y demandado que pueda reconvenir por el divorcio por causales del divorcio sanción, por ejemplo, invocar el inciso 5 del art.
333 del Código Civil, solicitando el divorcio por la causal de abandono injustificado del hogar conyugal, y esta pretensión no rompería la regla
dispuesta en el párrafo tercero del art.445 del Código Procesal Civil se puede demandar por la causal de adulterio, por la causal de sevicia, por la
causal de conducta deshonrosa y se puede solicitar por cada una de ellas una indemnización, conforme a lo dispuesto en el art. 351 del Código
Civil, sustentado en la reparación del daño moral. En síntesis se debe entender conforme al pleno, que en esta clase de procesos el cónyuge
culpable puede demandar, pero en cuanto a la indemnización, la situación de la invocación de hechos y su probanza se puede retrotraer hasta la
etapa en que ocurrieron los hechos del maltrato moral, del maltrato físico, del aprovechamiento de un cónyuge del otro, del hecho de no haber
aportado para la mantención de los hijos hasta el punto de ser demandado por ello, y ello debe constituir el nexo causal del menoscabo material y
moral que se configura a partir de la separación de hecho que realiza el cónyuge culpable y a la vez al menoscabo material y moral que se produce
cuando se dicta la sentencia constitutiva que declara el divorcio y que todos los perjuicios que puedan demostrarse tienen incidencia en el monto de
la indemnización. En cuanto al menoscabo de un proyecto de vida matrimonial, pueden haber personas que tienen convicción que la decisión que
tomó para contraer matrimonio, fue para establecer una relación iba a ser para siempre y dedicó todos sus esfuerzos para que su matrimonio
funcione y que además considera de suma importancia que sus hijos crezcan en un hogar funcional y si ello no se produce, por culpa del otro
cónyuge, se podría considerar ello como una situación que ha frustrado un proyecto de vida matrimonial y se puede regular ello como una
responsabilidad objetiva indemnizable, al margen del daño moral.
Cuarto Pleno Casatorio
- Conforme se aprecia del texto de este pleno casatorio “…….2. El accionante manifiesta que sus poderdantes son propietarios del inmueble materia del reclamo cuya
titularidad tienen inscrita en los Registros Públicos, señala que sus poderdantes han adquirido el bien inmueble y 3.los demandados tienen la condición de precarios, dado
que antes fue una casa familiar. 5. Admitida a trámite la demanda, los emplazados deducen la excepción de falta de legitimidad para obrar de los demandantes, señalando
que estos han dejado de ser propietarios del inmueble materia del reclamo, por cuanto, a la fecha de interposición de la demanda, los demandados poseen el bien por más
de 40 años. Posesión que se realiza de forma pacífica, pública y como propietarios por lo tanto ha operado la prescripción adquisitiva del inmueble y que los poderdantes del
demandante no han poseído nunca el inmueble, 8. Mediante sentencia del 15 de setiembre de 2010 se declaró fundada la demanda, ordenándose el lanzamiento de los
demandados 9. La sentencia aludida fue apelada por ambos demandados alegándose que la demanda se sustentó en los artículos 1699, 1700 y 1704 del Código Civil
referidos a la conclusión del arrendamiento y que el juez resolvió aplicando dichas normas, incluyendo el artículo 1697 del mismo Código que no fue invocado por el
accionante. Finalmente argumentan que se debió hacer referencia al proceso de usucapión que se sigue ante el mismo juzgado el cual también debió acumularse al proceso
de desalojo. 10. La Sala confirma la alzada en todos sus extremos, acotando que los demandantes han acreditado haber obtenido la titularidad sobre el bien materia del
reclamo al haberlo recibido en anticipo de legítima y en lo que concierne a la usucapión que alegan los demandados, se observa que los documentos que se adjuntan, varios
de ellos aparecen a nombre de terceros, por lo que no habiéndose desvirtuado la precariedad de la posesión resulta viable el desalojo. Dicha resolución es la que viene en
recurso de casación. El pleno describe los fundamentos del recurso de casación “...a) la infracción del inciso 3 del art. 122 del CPC puesto que la demanda de desalojo por
ocupación precaria se planteó usando normas referidas a la conclusión del arrendamiento, no obstante ello, la sentencia de primera instancia lejos de corregir ese error,
incrementó un artículo más, el art. 1697 del Código Civil, sobre este punto la resolución impugnada no hace ninguna referencia, por tal motivo la sentencia no se encuentra
debidamente motivada conforme lo dispone el artículo 122 inciso 3 del Código Procesal Civil, b)La infracción del inciso 3 del artículo 139 de la Constitución Política del
Estado, pues no se han cumplido los plazos respecto a la deducción de la excepción de falta de legitimación para obrar, así como tampoco se les corrió traslado del escrito
de absolución de la citada excepción. Al analizarse dicho recurso casatorio se indica “.19. En lo que concierne a este extremo de la denuncia casatoria, es menester precisar
que en ninguna de las sentencias de mérito se hace alusión alguna- expresa o implícitamente- a los artículos del Código Civil referidos al contrato de arrendamiento que
menciona la recurrente, con lo cual, formalmente, no se puede señalar que dichas normas hayan servido de sustento jurídico a los jueces de mérito para resolver sobre el
fondo de la litis. Respecto a la acumulación, en el Considerando 21 se indica: Al respecto se debe precisar que no resultaba viable dicha acumulación, en primer lugar- desde
un plano netamente formalista- porque la normativa procesal no admite la posibilidad de acumular pretensiones que se tramitan en distintas vías procedimentales – ello
desde el aspecto formal. En segundo lugar (en este caso concreto) porque los demandados nunca solicitaron tal acumulación, ni tampoco reconvinieron, sino que se
limitaron a señalar que estaban siguiendo un proceso de usucapión. Que en este proceso de desalojo no se estaba discutiendo la titularidad de la propiedad, sino cuál de las
partes tenía un título que la legitimara para ejercer el derecho a poseer el bien y que cualquier discusión sobre la propiedad se tenía que ventilar en el proceso más lato
Cuarto Pleno Casatorio
• En el punto 21 del pleno se indica: “…..Queda por determinar si es que era procedente o no la acumulación de los procesos de desalojo con el de
usucapión. Al respecto se debe precisar que no resultaba viable dicha acumulación, en primer lugar- desde un plano netamente formalista- porque
la normativa procesal no admite la posibilidad de acumular pretensiones que se tramitan en distintas vías procedimentales. Los demandados nunca
solicitaron tal acumulación, ni tampoco reconvinieron, sino que se limitaron a señalar que estaban siguiendo un proceso de usucapión…”. Sin
embargo, si como se aprecia, no es posible plantear la acumulación, y además que hay que tener en cuenta que no se le podía exigir a la parte
demandada que en este proceso tenga que reconvenir, ya que, en los procesos sumarísimos, como es la vía procedimental en la que se tramitan
las pretensiones de desalojo por ocupación precaria están prohibidas las reconvenciones, entonces por qué se considera que el demandado incurrió
en dichas presuntas omisiones. En el considerando 29 del pleno en cuestión, que analiza el extremo de la nulidad que se sustenta en el hecho de
que no se le dio la posibilidad de absolver la contestación a la excepción ha señalado que “….resulta necesario exponer que tampoco la
excepcionante alegó en el acto de la audiencia única, que se había incurrido en lo que considera causal de invalidez procesal. Es más, con su
silencio convalidó cualquier eventual agravio que pudo habérsele irrogado, pues recién alegó esta supuesta infracción en su recurso de apelación y
menos aún resulta oportuno alegar dicho vicio en casación, cuando tuvo en oportunidad de alegarlo en la misma audiencia única aludida……”. En
principio, lo que nuestro ordenamiento para la tramitación de las excepciones es que se deduzcan, se corra traslado a la otra parte y sea absuelta,
no regula que se corra traslado de la absolución de una excepción, menos en un proceso sumarísimo, al margen del principio de convalidación
invocado
• En el considerando 44 se precisa que “.Mucho se ha escrito sobre lo que debemos entender por la figura del ocupante precario y a pesar de ello nos
encontramos ante una realidad con posturas divergentes tanto a nivel doctrinario como jurisprudencial.” En el considerando 50 del Pleno se indica
“Nos encontramos ante una legislación no muy precisa, al otorgarle un concepto variado, impreciso y contradictorio, deviniendo en insuficiente para
cubrir todos los supuestos planteados por las partes, generando una jurisprudencia igualmente imprecisa, trasladando falta de predictibilidad en las
decisiones judiciales, debilidades de las cuales buscan aprovecharse, personas inescrupulosas, pretendiendo ostentar la posesión de un inmueble,
por un tiempo prolongado, sin sustento jurídico alguno. Ello se agrava más, cuando observamos que hay una alta incidencia de procesos cuyas
pretensiones se declaran improcedentes, bajo la concepción de que en el desalojo por ocupación precaria, basta que se presente cualquier aspecto
vinculado a la propiedad o cualquier circunstancia que se alegue no puede ser controvertida y decidida en el proceso sumario de desalojo, para que
la jurisdicción la acoja como razón para rechazar la demanda, considerando que previamente tal situación debe ser discutida en un proceso de
trámite más lato. 59. En cuanto al artículo 586 del Código Procesal civil, el sujeto que goza de legitimación para obrar activa no sólo puede ser el
propietario, sino también, el administrador y todo aquel que considere tener derecho a la restitución de un predio, con lo cual cobra fuerza lo dicho
respecto al artículo 585 en cuanto a que el término restitución se debe entender en sentido amplio y no restringido. 59. en cuanto al artículo 586 del
Código Procesal civil, el sujeto que goza de legitimación para obrar activa no sólo puede ser el propietario, sino también, el administrador y todo
aquel que considere tener derecho a la restitución de un predio, con lo cual cobra fuerza lo dicho respecto al artículo 585 en cuanto a que el término
restitución se debe entender en sentido amplio y no restringido. 61. No limitándose únicamente al caso que el propietario cede la posesión de un
inmueble para que otro la use y se la devuelva cuando lo reclame, sino también cuando existe una situación de tolerancia de la posesión de hecho
sin título (hecho o acto alguno) que la ampare, o cuando sobreviene un cambio de la causa, por cesar la vigencia de un acto jurídico o variar los
efectos de los actos o hechos antes existentes, situación que justificaban al demandado al ejercicio del disfrute del derecho a poseer.
Cuarto Pleno Casatorio
• En el fallo se establece como doctrina jurisprudencial: 1. Una persona tendrá la condición de precaria cuando ocupe un inmueble ajeno, sin pago de
renta y sin título para ello, o cuando dicho título no genere ningún efecto de protección para quien lo ostente, frente al reclamante, por haber
extinguido el mismo 2. Cuando se hace alusión a la carencia de título o al fenecimiento del mismo, no se está refiriendo al título de propiedad, sino a
cualquier acto jurídico que le autorice a la parte demandada a ejercer la posesión del bien 3. interpretar el artículo 585 del Código Procesal Civil, que
por restitución del bien se debe entender como entrega de la posesión que protege el artículo 911 del Código Civil, para garantizar al sujeto a quien a
ejercer el pleno disfrute del mismo, sea propietario o no. 4. Conforme al artículo 586 del Código Procesal Civil, el que goza de legitimación para obrar
activa puede ser el propietario, el administrador y todo aquel que se considere tener derecho a la restitución del predio. Para la legitimación pasiva a
todo aquel que ocupa el bien sin acreditar su derecho a permanecer en la posesión, porque nunca lo tuvo o el que tenía feneció
• En el fallo del Pleno se determina los supuestos de posesión precaria: “…5.1.) En los casos de resolución extrajudicial de un contrato, conforme a lo
dispuesto por los artículos 1429 y 1430 del Código Civil por haber fenecido el título que habilitaba al demandado 5.2) Cuando se presente el supuesto
previsto por el artículo 1704 del Código Civil, puesto que con el requerimiento de la conclusión del contrato y devolución del inmueble se pone de
manifiesto la voluntad del arrendador de poner fin al contrato. Dicha comunicación debe ser indubitable, de lo contrario, dará lugar a que la demanda
de desalojo por ocupación precaria se declare infundada. I5.3) Si en el trámite de un proceso de desalojo, el juez de la causa, del análisis de los
hechos y de la valoración de los medios probatorios, advierte la invalidez absoluta y evidente del título posesorio, conforme lo prevé el artículo 220 del
Código Civil, solo analizará dicha situación en la parte considerativa de la sentencia y declarará fundada o infundada la demanda de desalojo por
ocupación precaria, dependiendo de cuál de los títulos presentados por las partes para ejercer la posesión inmediata es el que adolece de nulidad
manifiesta. Este precedente fue modificado por el noveno pleno casatorio civil que señala que el juez si debe pronunciarse en el extremo resolutivo
sobre la declaratoria de nulidad del título posesorio. IV) La enajenación de un bien arrendado, cuyo contrato no estuviera inscrito en los registros
púbicos, convierte en precario al arrendatario, respecto del nuevo dueño, salvo que el adquiriente se hubiere comprometido a respetarlo, conforme a
lo dispuesto por el artículo 1708 del Código Civil v) En los casos en los que el demandado afirme haber realizado edificaciones o modificaciones sobre
el predio materia de desalojo – sea de buena o mala fe- no justifica que se declare la improcedencia de la demanda, bajo el sustento de que
previamente deben ser discutidos dichos argumentos en otro proceso. Por el contrario, lo único que debe verificarse es si el demandante tiene
derecho o no a disfrutar de la posesión que invoca, dejándose a salvo el derecho del demandado VI) La mera alegación del demandado, en el sentido
de haber adquirido el bien por usucapión, no basta para destruir la pretensión de desalojo y declarar la improcedencia de la demanda,
correspondiendo al juez del desalojo valorar las pruebas en la cuales sustenta el demandado su derecho invocado, sin que ello implique que está
facultado para decidir sobre la usucapión; de ampararse, mediante resolución definitiva la demanda de Prescripción adquisitiva, el usucapiente tendrá
expedito su derecho para solicitar la inejecución del mandato de desalojo o en todo caso para solicitar la devolución del inmueble…..”. En el punto 6
se indica “.En los casos descritos, el juez del proceso no podrá expedir una sentencia inhibitoria sino que deberá pronunciarse sobre el fondo. 7.
Cuando ha prescrito el plazo para la pretensión interdictal no podrá optar por recurrir al desalojo para la recuperación de su bien.
Quinto Pleno Casatorio
•la citada demanda tiene como pretensión principal la nulidad por las causales de falta de manifestación de voluntad del agente y adolecer de simulación absoluta respecto
del acto jurídico contenido en el acta de asamblea general extraordinaria de asociados de fecha 10 de octubre de 2004, referida al nombramiento del Comité Eleccionario,
plantea como pretensiones a) se declare la nulidad del acto jurídico contenido en el acta de asamblea general extraordinaria de fecha 2 de octubre del 2005 referida a la
aprobación del otorgamiento de los más amplios poderes y facultades especiales, anota que en el mes de marzo del 2005 tomó conocimiento de que el co demandado
Homero Castillo Alva había inscrito una junta directiva en forma fraudulenta de fecha 10 de octubre de 2004, por cuanto no han participado en las citadas asambleas la gran
mayoría de los asociados que se mencionan en las referidas actas, incurriendo dichos actos en falta de manifestación de voluntad, acarreando la nulidad del acto jurídico
objeto de la demanda, asimismo, sostiene que dichas asambleas no fueron convocadas bajo las normas estatutarias de la asociación, sustentándose la inscripción en
simples declaraciones juradas emitidas por el co demandado Homero Castillo Alva en calidad de presidente de la citada persona jurídica no lucrativa. Al contestar la
demanda refiere que su derecho de oposición debió constar en el acta respectiva en caso hubiera asistido y en su defecto contaba con 60 días para hacerlo valer
judicialmente, por lo que la demanda resulta improcedente, y que no se acredita la inasistencia de los 121 socios que se indican en la demanda, no es requisito de la
convocatoria a la Asamblea la notificación personal, bastando la publicación en el diario oficial , las publicaciones en el local y los llamados por megáfono. El Juzgado de
Puente Piedra declara fundada la demanda, en consecuencia, nulas actas de asamblea general extraordinaria de asociados de fechas 10 de octubre de 2004 y 2 de octubre
del 2005, ordenándose la cancelación de las inscripciones registrales de las mismas. Se ha establecido que en el caso de autos nunca se realizaron las citadas asambleas
generales, conforme a la declaración jurada de Pascual Narvaja Cóndor quien señala que su padre Martín Narvaja Gutiérrez falleció el 15 de junio del 2000, sin embargo
éste aparece incluido en la lista de supuestos asistentes a la referida asamblea presentada a los Registros Públicos por el co demandado Homero Castillo Alva obrante a
folios 16, agrega que otra situación similar se presenta con Justo Solia Leyva quien aparece fallecido el 18 de enero del 2001 a folios 37, sin embargo se le consigna
también en la citada lista. Asimismo se indica que en la acta de asamblea general del 10 de octubre del 2004 según declaración jurada de Homero Castillo Alva habría
participado como Presidente del Comité de ese entonces, Ricardo Palencia Torres, pero de la revisión del libro padrón de la asociación de folios 22 a 29, en ninguna parte
aparece dicha persona, máxime cuando el demandante expresó que éste antes de la celebración de dicha asamblea había transferido el bien inmueble que le confería la
calidad de asociado a favor de Román Poma Mamani, folios 71 a 78. Adicionalmente a ello se han presentado las declaraciones de otros asociados, folios 38 a 57 quienes
sostienen desconocer la existencia de la referida asamblea y que nunca asistieron a ella. La asociación de vivienda formula recurso de apelación alegando que no se ha
valorado la voluntad de 940 socios quienes no han puesto de manifiesto su disconformidad con el contenido en las actas de asamblea general materia de autos, agrega que
en forma tardía el accionante cuestiona la validez de las referidas actas de asamblea. La Sala Civil superior declara nula e insubsistente la sentencia, estableció que, con
relación a la pretensión demandada que se viene tramitando como un proceso de conocimiento, cuyo objeto es la nulidad de acto jurídico, existe una pretensión específica y
una vía procedimental determinadas expresamente por la ley con carácter imperativo para discutir la validez de los acuerdos de una asociación por lo que no procede su
tramitación en una vía distinta pese a la voluntad en contrario de la parte demandante. El incumplimiento de la normativa vigente, artículo 92 del Código Civil afecta de
nulidad todo el proceso por lo que no corresponde adaptar la demanda a la vía procedimental específica, en razón de que el derecho de impugnación judicial de acuerdos
de la parte demandante ha caducado. Se interpone recurso de casación y refiere que la resolución impugnada ha infringido el artículo I del Título Preliminar y el numeral 6
del art. 50 del CPC, referidos a la observancia del debido proceso, por cuanto no se ha apreciado adecuadamente los medios probatorios aportados al proceso, consistentes
en la declaración jurada emitida por 121 asociados de la asociación demandada y las partidas de defunción de los supuestos asistentes a las asambleas. La resolución de
vista inaplica lo dispuesto en los numerales 1 y 5 del artículo 219 del Código Civil por cuanto la simulación absoluta está probada por la ausencia de voluntad de los
asociados que supuestamente celebraron el acto jurídico, contenido en las asambleas cuestionadas en la que no se encontraban presentes algunos de los asociados. La
citada Resolución de vista interpreta erróneamente del artículo 92 del CC por cuanto la pretensión demandada resulta distinta a la impugnación de acuerdos, no pueden
señalarse plazos de caducidad si nunca existieron las asambleas de la citada entidad…….”.
Quinto Pleno Casatorio
En los fundamentos pleno se indica que: “.82 Los actos de la asociación se externalizan si y solo si sus acuerdos provienen de la votación de sus integrantes en el
marco del quórum y la mayoría establecida por sus estatutos y la normativa vigente y es a partir de ello que los terceros pueden llegar a correlacionarse con la
persona jurídica asociativa, pero nunca influyendo en las decisiones que ésta adopta. 84 Esta voluntad colectiva tiene como fundamento a la voluntad de los
integrantes del órgano colegiado, como en el presente caso, de la asamblea general, voluntad que se forma a partir de las reglas del quórum y mayorías establecidos
y que son el resultado del debate interno de los asociados lo que finalmente produce el acuerdo…….”
•En el fundamento 197 que “el plazo de caducidad establece que las acciones impugnatorias deben ejercitarse en un plazo no mayor de 60 días contados a partir de
la fecha del acuerdo, razón por la que su término se indica a partir de la adopción del acuerdo con lo cual el transcurso de los 60 días naturales produce no
solamente la pérdida del derecho de impugnación sino también se origina la imposibilidad de alegarlo vía el ejercicio del derecho de acción. 198. “Esta situación es
consecuencia de la negligencia del legitimado en el ejercicio de sus derechos en la asociación,- así como el asociado tiene derechos, también tiene el deber de
diligencia en el ejercicio de los mecanismos que le ha premunido la normativa vigente
•En el fundamento 245 del Pleno Nos encontramos frente a una norma particular frente a otra que es general, y ello se puede apreciar, desde que la regulación de las
causales de ineficacia del acto jurídico se encuentran en el artículo 219 y 221 del Código Civil, del título IX, referida a la nulidad del acto jurídico, del libro II, que trata
del acto jurídico, y en toda norma que sin señalar la ineficacia estructural, ésta es deducida de conformidad con el artículo V del título preliminar y el numeral 8 el
artículo 219 del Código Civil. En ese sentido, nos encontramos frente a una disposición normativa que establece una regulación general para los vicios estructurales
de los negocios jurídicos y por consiguiente, es de aplicación a todos los libros del Código Civil, Resultando una norma de aplicación particular y por tanto especial,
el artículo 92 de la norma anotada , toda vez que ésta se encuentra ubicada en el título II, referido a la asociación, de la sección segunda, que trata de las personas
jurídicas del libro I.
•En el fundamento 281 del Pleno se analiza el tema de la inexistencia del acto y se ha señalado que “……en cuanto a que nunca han existido las asambleas materia
del presente proceso razón por la cual no pueden establecerse plazos de caducidad, corresponde señalar en primer término que la inexistencia en nuestro
ordenamiento jurídico no se encuentra regulada toda vez que el Código Civil solamente reconoce dos modalidades de invalidez o ineficacia estructural, la nulidad y
anulabilidad y en modo alguno se refiere a la inexistencia como categoría principal o accesoria de ineficacia. Ello es así por cuanto la inexistencia es una categoría
de ineficacia que solo se acepta en los sistemas que no aceptan la nulidad virtual, como es el caso del ordenamiento peruano, no obstante, en el caso que se alegue
la inexistencia del acto jurídico como en el presente proceso, se reitera que deberá entenderse que se están alegando los supuestos de ineficacia estructural
regulados en el libro II del Código Civil, empero la pretensión deberá formularse dentro de los plazos establecidos por el artículo 92 del Código Civil……”.
Quinto Pleno Casatorio
• En el fundamento 82 del Pleno “……Los actos de la asociación solamente se externalizan sí y solo sí se adoptan adecuadamente, es decir si sus
acuerdos provienen de la votación de sus integrantes”. Dicha premisa no podría ocurrir cuando se denuncia la comisión de diversos actos
fraudulentos que implican la inexistencia de dichos votos y la inexistencia de manifestaciones de dichas voluntades, como en este caso, cuando se
señala que no es posible que se haya arribado a un acuerdo, cuando se utiliza el nombre de 2 personas fallecidas y además se utiliza la identidad
de 121 personas, quienes nunca participaron en la formación de dicho acuerdo y cuando además se invoca que el Presidente del Comité electoral
tampoco participó en dicho supuesto acuerdo, ya que, según declaración jurada de Homero Castillo Alva habría participado como Presidente del
Comité de ese entonces, Ricardo Palencia Torres, pero de la revisión del libro padrón de la asociación de folios 22 a 29, en ninguna parte aparece
dicha persona, máxime cuando el demandante expresó que éste antes de la celebración de dicha asamblea había transferido el bien inmueble que
le confería la calidad de asociado a favor de Román Poma Mamani, resultando evidente entonces que el acuerdo nunca ocurrió y si bien es cierto,
tal como lo señala el Pleno, estos hechos pueden tener una sanción penal, pero a nivel del fuero civil también debe tener una respuesta
jurisdiccional justa, puesto que no es posible que a nivel del fuero civil se pueda convalidar la existencia de actos que nunca se han realizado, es
decir, no es posible realizar algún cómputo para el inicio de una acción legal impugnatoria de un acuerdo, ya que el plazo inicial no podría existir, al
no existir un acuerdo. Conforme lo define el fundamento 182 del pleno, la pretensión impugnatoria busca finalmente la ineficacia del acuerdo
adoptado, concordante con lo señalado en el fundamento 201 de este Pleno que señala que la existencia de estos plazos en el artículo 92 del
Código Civil responden a ese derecho de quien se encuentra legitimado por no estar a favor de lo acordado en la asamblea”. Es evidente entonces
que el numeral 92 del Código Civil se refiere a acuerdos adoptados, no puede referirse jamás a presuntos acuerdos que nunca existieron, es decir
no podría darse la situación de un desacuerdo con relación a un acuerdo que nunca se arribó, por consiguiente, cuando se peticiona la nulidad de
un presunto acuerdo que nunca se arribó o se plasmó en un acta, esta pretensión no puede estar bajo los alcances del numeral 92 del Código Civil.
• La acción impugnatoria que detalla el numeral 92 del Código Civil, se refiere a aquella que va dirigida a cuestionar los fundamentos que se esgrime
para sustentar un acuerdo adoptado y que se refiere a los temas cuando se violan normas estatutarias, cuando se haya arribado acuerdos
contrarios a los fines del pacto social, cuando se expulsen asociados, etc., es decir cuando se está cuestionando un acuerdo real que se arribó en el
contexto de una asamblea convocada, El hecho de que alguien se ponga a redactar actas de supuestas asambleas, mediante el cual se consigna
supuestos acuerdos que nunca se arribaron y cuando alguno de los asociados se entera de ello, por pura casualidad, después del día 61 no se le
puede señalar que su derecho a impugnar habría caducado. No se puede considerar que la solución para estos casos es suficiente recurrir a la
aplicación del principio de especialidad, por cuanto lo que está regulado en la acotada norma material se refiere específicamente para el caso de
cuestionamientos de acuerdos arribados en asociaciones. Asimismo, ,con respecto a que los actos jurídicos viciados con inexistencia no es posible
impugnarlos porque no estaría regulada en nuestro ordenamiento jurídico, dicha premisa no es correcta, ya que si es posible solicitar la nulidad de
acuerdos que nunca se arribaron, ello no está regulado en el artículo 92 del Código Civil, igualmente, si existiera una asamblea convocada y en el
acta se consigna firmas de socios fallecidos o se suplantan decenas de socios, también sería posible solicitar su nulidad y no le resultaría aplicable
lo dispuesto en el artículo 92 del Código Civil.
Sexto Pleno Casatorio
• Este pleno trató de un proceso de garantía en la que “….se demandó el pago de S/. 311,915.66 más los intereses compensatorios devengados y
por devengarse, en virtud de una cesión, transferencia de bienes y garantías celebrado entre un Banco y la ejecutante de fecha 3 de octubre del
2005, elevada a escritura pública, cesión que fue puesta en conocimiento y otorgada a favor del Banco Regional del Norte. Mediante escritura de
fecha 8 de mayo de 1998 los demandados constituyeron primera y preferente hipoteca a favor del mencionado banco por la suma de $ 21,000 sobre
un inmueble valorizado en $ 40,478.00, pese a los requerimientos los demandados (cónyuges) no han cumplido con la cancelación del préstamo.
Mediante mandato de ejecución se dispone que los demandados en un plazo de 3 días abonen la suma de 311,915.66 más intereses. La ejecutada
plantea contradicción por extinción de la obligación por fallecimiento del titular obligado, señalando que su difunto esposo tuvo un sobregiro de S/.
2,750.00 y con los intereses se elevó a S/. 32,000 y se les conminó a firmar una hipoteca por $ 21,000, se ha hecho pagos parciales, habiéndose
cancelado la suma de S/. 38,977.99 los que no han sido tomados en cuenta, por inexigibilidad de la obligación. S entencia: El juzgado declara
infundada la contradicción, El fallecimiento de uno de los obligados no determina la extinción de la obligación, los bienes, derechos y obligaciones
que constituyen la herencia se transmiten a los sucesores. La ejecutada reconoce que conjuntamente con su cónyuge firman el pagaré por la suma
de S/. 32,000, el mismo que fue sucesivamente renovado, siendo su última renovación por S/. 23,253.18, 4.3. de las constancias de pago
presentadas por la ejecutada se acredita que el pagaré fue renovado hasta en 40 oportunidades, siendo su último saldo S/. 22,770.08, suma que es
mayor al saldo de capital que se consigna en el saldo deudor, 4.4. la ejecutada ha reconocido el incumplimiento en el pago, y si bien de las
constancias de pagos se aprecia que se incluía el pago por concepto de seguro de desgravamen, debe entenderse que el seguro de desgravamen
se mantiene vigente mientras la parte obligada se encuentre al día, situación que no ha ocurrido en el presente caso. apelada que fue la resolución
de primera instancia, la Sala Especializada en lo Civil confirma la sentencia que declaró infundada la contradicción; del contrato de préstamo
constituyen una hipoteca por la suma de $ 21,000, 5.2. el saldo deudor registra una obligación de $ 22,587.56 al que aplicado la tasa de interés
compensatorio y moratorio pactados por un periodo de 762 días hace el monto materia de cobranza. Se interpone Recurso de casación por
contravención a las normas que garantizan a un debido proceso por infringirse el artículo 139 inciso 5 de la Constitución Política del Estado, en
cuanto existe una insuficiente motivación, pues la supuesta obligación puesta a cobro es demasiado mayor que la expresamente consignada en la
escritura pública, por aplicación indebida del artículo 1099 inciso 2 del Código Civil ya que la obligación determinada debe constar expresamente y
la inaplicación del artículo 1099 del Código Civil, el cual señala que la hipoteca se constituye para garantizar un supuesto préstamo que no existió
sino un sobregiro, se declaró la procedencia del recurso y se convocó a pleno casatorio indicándose que el asunto a dilucidarse; esclarecer si se
incurre en alguna infracción que vulnere el debido proceso, por una falta de motivación, por un pronunciamiento extra petita, por incongruente,…..”
• En el fundamento 31 se señala que “…..El saldo deudor debe contener como mínimo la indicación del capital adeudado, así como la tasa de interés
aplicada, precisando los periodos correspondientes; ello porque el mandato de ejecución se entiende por el capital adeudado. Los intereses
adeudados deben ser liquidadas en la etapa de ejecución de resolución definitiva, conforme lo dispone el artículo 746 del Código Procesal Civil, por
lo que previamente a la admisión de la demanda se puede requerir a la parte actora para que cumpla con presentar el documento de saldo deudor,
donde precise el monto total por capital adeudado, con la deducción de las respectivas amortizaciones, rubro aparte los intereses legales.”
Sexto Pleno Casatorio
•En el fundamento 42 se indica que “el inmueble hipotecado debe responder por los conceptos a que alude el artículo 1107 mencionado, pero siempre dentro del monto del
gravamen. Sin embargo, resulta exigible el cobro de suma mayor por los conceptos señalados solo cuando se reúnan en una sola persona el deudor de la obligación y el
garante hipotecario
• En el fundamento 48 del pleno se desarrolló los cambios de la regulación de las garantías sábanas y se precisa que “Las garantías sábanas otorgadas bajo el imperio del
artículo 172 de la ley de bancos, constituyen acuerdos válidos y exigibles hasta el 10 de marzo del 2002, fecha en la cual entró en vigencia la ley 27682. Por consiguiente,
las obligaciones presentes y futuras, directas e indirectas del deudor o del constituyente de la garantía sábana, nacidas desde la fecha en que esta fue otorgada hasta el 10
de marzo del 2002, quedaron comprendidas dentro de los alcances de la garantía sábana otorgada. Desde el 10 de marzo de 2002, fecha en que entró en vigor la ley
27682, los efectos sábana de las garantías pre existentes devinieron nulos por ser contrarios a una norma de orden público.
•El considerando 52 del pleno señala el primer párrafo del artículo 1243 exige que sea el Banco Central de Reserva el que fije la tasa máxima del interés convencional
compensatorio y moratorio, a fin de evitar que impere la usura…El segundo párrafo señala que cualquier exceso sobre la tasa máxima originará la devolución o la
imputación al capital, a voluntad del deudor. En consecuencia, tal circunstancia no dará lugar a la nulidad del contrato correspondiente ni a la suspensión del pacto de
intereses. Con relación a la capitalización de intereses se indica en el fundamento 53 del Pleno: Conforme al artículo 1250 del mismo cuerpo legal, si es válido el pacto de
capitalización de intereses celebrado por escrito luego de contraída la obligación, siempre que medie no menos de un año de atraso en el pago de los intereses. Aunque no
se encuentra establecido expresamente por la norma aludida, se entiende que únicamente pueden capitalizarse los intereses vencidos no los que están por devengarse.
•Fundamento 54 precisa que “A partir de la denuncia casatoria debe concluirse que ha existido insuficiente motivación en las decisiones de mérito, pues no se ha
considerado los requisitos de la demanda, que en forma incompleta se ha presentado, particularmente en lo relativo a la liquidación del estado de cuenta de saldo deudor,
en donde no se ha precisado cronológicamente los cargos y abonos desde el nacimiento de la obligación hasta la fecha de la liquidación, Este Pleno ha señalado lo
siguiente: le cedió, no el derecho de crédito. El Pagaré no podría haber sido cedido sin el crédito que contiene, sino sería inexistente. Asimismo, la mencionada entidad le
cedió la hipoteca constituida por los ejecutados, la cual al tener la característica de abierta no contiene la obligación. No hay acta de entrega de los pagarés suscritos. No ha
presentado el Pagaré con su demanda. Tanto el A quo como el Ad quem consideran que en una ejecución de garantías, incluso la garantía sea abierta (sábana) basta que
se presente el documento que la contiene como el estado de cuenta de saldo deudor (ambos documentos constituirían el título de ejecución). Sin embargo, deberá
presentarse otro documento que corrobore la existencia de la obligación, pues en un título compuesto debe constar el documento donde obre la garantía y la liquidación del
saldo deudor; además puede presentarse otro documento que acredite que la obligación aún persiste. Solo las liquidaciones de saldo deudor de empresas del sistema
financiero son consideradas títulos ejecutivos, sin embargo, cuando la obligación esté contenida en un título valor, tal liquidación no suple al título valor, en particular porque
los derechos cartulares tienen sus propias reglas, a comenzar por los plazos de prescripción, que no pueden ser soslayadas con la emisión de una liquidación, por lo
demás, hechas como sea. Cuando se está ante una ejecución de una garantía abierta, (que no contiene la obligación) la certeza de la existencia y exigibilidad de la
obligación (que es lo que hace legítima la ejecución) debe provenir de otro documento: un título ejecutivo reconocido como tal por la ley. El único derecho que puede
ejercitar en este proceso es el derecho cartular y no el de la causa de la emisión que no se le cedió. Se evidencia que se ha anualizado la tasa de interés puesta en el
pagaré (2.5% mensual), pero con la regla de interés compuesto y no simple, es decir, ya hay evidencia de anatocismo prohibido; las cantidades liquidadas por intereses son
antojadizas ya que ni siquiera aplicando capitalización de intereses se obtienen tales sumas. FALLO: Fundado el recurso de casación, insubsistente la resolución apelada y
nulo lo actuado debiendo el juez emitir resolución que se pronuncie sobre la procedencia de la ejecución requiriendo a la ejecutante el original del Pagaré protestado, así
como un estado de cuenta de saldo deudor que debe contener cronológicamente detallados los respectivos cargos y abonos desde el nacimiento de la relación obligatoria
hasta la fecha de la liquidación
Sexto Pleno Casatorio
• Precedente primero: Para la procedencia de ejecución de garantías reales en caso de personas ajenas al sistema financiero, a la demanda deberá
acompañarse: documento constitutivo de la garantía real con las formalidades establecidos en los artículos 1098 y 1099 del Código Civil, a.)
Tratándose de una garantía real constituida para asegurar una obligación determinada, no será exigible ningún otro documento, b.) tratándose de
una garantía real constituida para asegurar una obligación determinable, existente o futura, con título ejecutivo u otro documento idóneo que
acredite la obligación que cumpla los requisitos del artículo 689 del CPC II) Estado de cuenta de saldo deudor, suscrito por el acreedor, detallando
cronológicamente los pagos a cuenta, desde el nacimiento de la obligación hasta la fecha de la liquidación del saldo deudor, así como el monto de
los intereses pactados sin contravenir la norma imperativa o intereses legales III) Los documentos indicados en el artículo 720 del CPC Precedente
segundo: Para la procedencia de la ejecución de garantías a favor de empresas que integran el sistema financiero, los mismos requisitos,
tratándose de cuenta corriente, la letra de cambio a la vista protestada. Tratándose de operaciones materializadas en títulos valores, el respectivo
título valor protestado.Tratándose de operaciones distintas a las indicadas, documento que contenga la liquidación de saldo deudor conforme a lo
establecido en el artículo 132 inciso 7 de la ley 26702, detallando cronológicamente los cargos y abonos desde el nacimiento de la relación
obligatoria hasta la fecha de la liquidación del saldo deudor, con expresa indicación de la tasa de intereses Precedente tercero: El juez a efectos de
determinar la procedencia de la ejecución de garantías, debe examinar y dar cuenta en la motivación de su resolución si en el caso I) se cumplen
los requisitos establecidos en los precedentes primero y segundo II) el saldo deudor realizado por la parte ejecutante comprende abonos y cargos o
pagos a cuenta si los hubiere, atendiendo que el pacto de capitalización de intereses solo es lícito en los supuestos indicados en los artículos 1249 y
1250 del Código Civil, esto es cuando se trate de cuentas bancarias, mercantiles y similares o cuando se celebre por escrito el pacto después de
contraída la obligación, siempre que medie no menos de un año de atraso en el pago de los intereses. Precedente cuarto: El juez de considerar que
el estado de cuenta de saldo deudor presenta omisiones de los requisitos ya precisados debe declarar inadmisible la demanda a los efectos de que
el ejecutante presente nuevo estado de cuenta de saldo deudor. Precedente quinto: El juez ejecutor, debe emitir el mandato de ejecución,
disponiendo el pago íntegro de la suma liquidada en el plazo indicado en el artículo 721 del CPC, bajo apercibimiento de proceder al remate judicial
Precedente sexto: El pago dispuesto en el mandato ejecutivo debe ser por suma líquida, conforme al artículo 746 del CPC, salvo los intereses.
Precedente séptimo: El acreedor tan solo podrá ejecutar la hipoteca por el monto de esa garantía. En los supuestos en que la suma exceda el
monto de la garantía real, el ejecutante debe proceder conforme al artículo 724 del CPC (por el saldo deudor tras el remate o, en su caso, la
adjudicación en pago al ejecutante)…..”.
• Los procesos de ejecución se estaban convirtiendo en un procedimiento mecanizado, en la que no era posible invocar, prácticamente ninguna
contradicción, no había ánimo del órgano jurisdiccional, de analizar la veracidad de las liquidaciones de saldos deudores que incluían
capitalizaciones de intereses no pactados, así como la aplicación de cualquier método que propicie el incremento exponencial de la deuda, cuando
se puede considerar que una obligación no es cierta cuando no es veraz, en este caso la liquidación del saldo deudor que se adjunta en la demanda
de ejecución de garantía real no es veraz y por tanto, si la cuantía de la deuda demandada no es cierta, resultaría inexigible El auto de ejecución
debe emitirse por el capital liquidado y la verosimilitud de la liquidación realizada unilateralmente se controvertirá y cabe la posibilidad de que el
deudor pueda formular contradicción por el llenado de un Pagaré de manera contraria a los acuerdos entre las partes y que se exija al acreedor con
prueba documentaria cuales son los montos que realmente entregó y cuáles son los intereses que capitalizó y si dicha capitalización resulta
arreglada a ley
Séptimo Pleno Casatorio
• Se interpone demanda de tercería de propiedad solicitando se deje sin efecto la medida cautelar ordenada sobre bienes de su propiedad. Refiere
que con fecha 26 de mayo del 2004 suscribió con la demandada Desarrollos Siglo XXI SAA una minuta de compra venta por la que se adquirió el
departamento 202 y el estacionamiento N° 202, agrega que como su representada reside en Italia, la compra venta fue elevada a escritura pública
recién el 12 de octubre del 2011, inscribiéndose el título de propiedad en el Registro de Propiedad Inmueble el 3 de mayo del 2012.Añade que, con
posterioridad a dicha venta, la co demandada Jesús Tambini interpuso una demanda de indemnización contra Desarrollos Siglo XXI SAA y en dicho
proceso por resolución N° 2 de fecha 22 de diciembre del 2011, se trabó embargo sobre los inmuebles materia de litis consignando como propietario
a Desarrollos Siglo XXI SAA, título presentado el 10 de febrero del 2012. Jesús Tambini Miranda contesta la demanda señalando que la minuta tiene
fecha 26 de mayo del 2004, no ha sido certificada por Notario Público, no es un documento de fecha cierta y que el embargo fue ejecutado con
anterioridad a la inscripción de la compra venta de la demandante. Se declara fundada la demanda, los principales argumentos: la escritura pública
de fecha 26 de octubre del 2011 es un documento público y por ende de fecha cierta desde que fue otorgada ante notario público de conformidad
con el artículo 235 inciso 2 del Código Procesal Civil. De la copia literal de fojas 29 se advierte que por resolución N° 2 de fecha 22 de diciembre del
2011 se ha ordenado inscribir un embargo en forma de inscripción hasta por la suma de $ 21,500 dólares sobre el inmueble, por lo tanto, la compra
venta de la demandante es de fecha cierta anterior a la ejecución de la medida cautelar, en tal virtud resulta evidente que al momento de ejecutarse
la medida cautelar, los inmuebles sub litis no eran de propiedad de la deudora demandada Desarrollos Siglo XXI sociedad anónima Abierta sino de
la demandante tercerista Miriam Ivonne Hermida Clavijo. La Quinta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima, resuelve confirmar la
sentencia, porque según interpretación del artículo 949 del Código Civil, la transferencia de propiedad en nuestro sistema opera extra
registralmente, es decir, con la sola creación de la relación obligatoria de las partes, en este caso, la minuta de compra venta, respaldada con las
copias de las letras de cambio que acreditan el pago mensual, el impuesto predial pagado el 24 de agosto del 2005 y el impuesto de alcabala
pagado el 31 de agosto del 2005, que convierte a la tercerista en propietaria del inmueble. La codemandada Jesús Tambini Miranda interpone
casación, manifiesta que se han infringido los artículos 2012, 2013 y 2022 del Código Civil. En relación al artículo 2022, señala que la Sala de mérito
interpreta de manera errada, por cuanto al haber operado la transferencia según el artículo 949 del Código Civil, al tercerista le asiste oponer su
derecho, siempre y cuando haya sido inscrito su título en el Registro de Propiedad Inmueble, sin embargo, cuando se dio inicio a la ejecución
forzada de la sentencia, la recurrente solicitó tutela cautelar de embargo en forma de inscripción, que fue concedido; agrega además que dicho
mandato fue inscrito el 10 de febrero del 2012, cuando los inmuebles embargados aparecían inscritos a favor de la Empresa Desarrollos Siglo XXI
(ejecutada),
• En el punto, sobre la justificación del Pleno se indica “se ha advertido que los órganos jurisdiccionales, están resolviendo, en lo concerniente a la
aplicación de la última parte del artículo 2022 del Código Civil con criterios distintos, referidos a si debe o no imponerse la propiedad no inscrita
frente al embargo inscrito. La cuestión de fondo en los procesos de tercería de propiedad no es la probanza del derecho no inscrito, sino, si ese
derecho, es o no oponible al acreedor ejecutante que ha inscrito un embargo a su favor, es decir una cuestión de derecho sustantivo, antes que
procesal. el problema central es la determinación del sentido más apropiado para la segunda parte del artículo 2022 del Código Civil. Conforme a lo
ya expuesto, nos hallamos ante un asunto de oponibilidad de derechos de naturaleza diversa
Séptimo Pleno Casatorio
•.Formulación del problema: ¿El derecho de propiedad no inscrito alegado en un proceso de tercería de propiedad vence al embargo inscrito? Primera ponencia: el
derecho de propiedad no inscrito alegado en un proceso de tercería vence al embargo inscrito, pues al tratarse de derechos de distinta naturaleza (real y personal)
se aplican las disposiciones del Derecho común, que dan prioridad a los derechos reales. Segunda ponencia: El derecho de propiedad no inscrito no es oponible al
embargo inscrito. Deben prevalecer los principios registrales de buena fe y prioridad en el tiempo, toda vez que cuando se inscribió el embargo no aparecía inscrito
el título del tercerista. De acuerdo al artículo 1135 del Código Civil, el principio de prioridad en el tiempo determina la preferencia en el derecho, también se delimita
el problema a una cuestión de oponibilidad (no determinación de existencia) de derechos de naturaleza diversa. La cual según el Código Civil, se debe resolver
aplicando la segunda parte del artículo 2022 del Código Civil
•La opinión de este Alto Tribunal es diferente. No cabe equiparar al embargo con un derecho real. El argumento basado en el inciso 10 del artículo 885 del Código
Civil ha sido criticado incluso por la doctrina defensora del crédito inscrito. Así se argumenta que los derechos pueden ser catalogados como bienes en sentido
propio, de tal manera que no puede técnicamente sostenerse que la propiedad puede recaer sobre derechos. Así las cosas, el embargo, si es concebido como un
derecho, no podría ser catalogado como un bien rigurosamente hablando, por lo que no cabe considerar que tiene rasgos de un derecho real por no tener la calidad
de bien. Si se postula que el embargo es un derecho real, se coloca incorrectamente en la penumbra al rol que, en este problema, cumple el derecho de crédito.
Cuando se enfrentan el embargo y la propiedad no inscrita, no puede quitarse del análisis al crédito. Detrás de todo embargo, existe un crédito necesariamente. El
embargo tiene un papel, a todas luces, secundario o complementario de cara al crédito. No tiene un rol protagónico. En consecuencia, cuando se enfrente al
embargo inscrito a la propiedad no inscrita, es el crédito el que, en verdad, se termina enfrentando al derecho real no inscrito
•Así las cosas, el supuesto de hecho de una norma que resuelve conflicto de derechos debería aludir a, por lo menos tres partes, el transmisor, o causante, común y
los adquirentes o causahabientes enfrentados. Cuando una norma indica que el acreedor puede embargar los bienes del deudor, la misma está haciendo referencia
simple y llanamente a dos partes en el marco del llamado principio de responsabilidad patrimonial. No se refiere a un conflicto entre causahabientes que tienen un
causante común. Obsérvese que cuando se dice que el acreedor puede embargar los bienes que son de su deudor, se hace referencia a dos partes, no a tres,
correspondería en una auténtica norma que regula conflictos de derechos.
•En opinión del colegiado supremo no es posible sostener que la segunda parte del artículo 2022 se traduzca en una laguna, puesto que ello implicaría privar de
sentido a la frase derecho común Es decir la Corte Suprema considera que el término derecho común puede ser entendido apropiadamente acudiendo a otras
normas, pero no para aplicar la integración jurídica, sino la interpretación sistemática, cosa sustancialmente diferente. Así, se tiene que resaltar, que cada vez que el
legislador civil regula conflictos de derecho, y decide dirimir el conflicto en base a criterios registrales, lo hace explícitamente, sin medias tintas…. Si de privilegiar el
registro se trata, el Código Civil lo hace de forma expresa y clara, sin fórmulas vagas o un tanto imprecisas. Así se tienen los ya mentados artículos 1135, 1136,
1584, 1708 y 2023 del Código Civil, donde la política legislativa en favor del registro como medio para dirimir conflictos de derechos es patente o manifiesta. En un
contexto como ese, es evidente que la segunda parte del artículo 2022 del Código Civil desentona por completo. Si en otros casos, el legislador civil, sin dudar,
establece la primacía del registro, ciertamente en este caso expresa haber tomado una posición diferente. La frase derecho común, consecuentemente, sí posee un
sentido, el cual, en virtud de una interpretación sistemática, revela sin lugar a duda razonable, que el legislador civil ha optado por no aplicar el criterio registral en la
solución al conflicto de derechos previsto en la segunda parte del artículo 2022 del Código Civil. En ese sentido tenemos como norma aplicable al caso el artículo
949 del Código Civil, el cual regula el sistema de transmisión de la propiedad inmueble precisando que la sola obligación de enajenar un inmueble, hace al acreedor
propietario de él, salvo disposición legal diferente o pacto en contrario. De acuerdo a esta norma, respecto a la propiedad en nuestro sistema jurídico se puede
afirmar que ésta se adquiere por el solo consentimiento de las partes contratantes (adquirente y transferente) y no necesariamente se exige la entrega de posesión
del bien, menos aún su inscripción en el Registro Público.
Séptimo Pleno Casatorio
• Asimismo, es norma aplicable también el artículo 1219 inciso 1° del Código Civil según el cual es efecto de las obligaciones autorizar al acreedor para
lo siguiente: 1. Emplear las medidas legales a fin de que el deudor le procure aquello a que está obligado, de donde se desprende que a efecto de
satisfacer su acreencia el acreedor solo puede emplear determinadas medidas legales (entre las cuales se encuentran las medidas cautelares) sobre
el patrimonio del deudor, puesto que es el deudor quien debe procurar satisfacer la acreencia, dicho de otro modo, el acreedor solo puede embargar
bienes que son de propiedad de su deudor. esta conclusión se apoya, como se ha visto, en una interpretación sistemática, la misma puede reforzarse
tomando en consideración que la primera parte del artículo 2022 claramente opta por una solución registral, pero en el párrafo siguiente
deliberadamente omite la solución registral, reenviándose al derecho común de modo que éste debe interpretarse al margen de la regulación registral ,
puede afirmarse que el derecho registral es una rama especializada, puesto que gran parte de su normativa no consta en el Código Civil, sino en
reglamentos y leyes especiales, motivo por el cual debe entenderse al derecho común como no incluyente de las reglas registrales que, por ser
especializadas, son ajenas al derecho común De este modo, al no ampararse al criterio registral, no cabe más que concluir que, en el marco del
conflicto de derechos que se presenta en los procesos de tercería de propiedad, la posición del acreedor embargante no puede ser amparada, puesto
que la misma no encuentra otro sustento que no sea el registro público, esto es la aplicación del principio de prioridad registral.
• De este modo, conforme también a la doctrina prevaleciente, al tercerista le corresponde acreditar que su derecho de propiedad data de un momento
anterior a la traba del embargo. En ese caso, su pretensión debe ser amparada. Al no existir una laguna normativa, no cabe, en consecuencia, aplicar
los mecanismos de integración que establece el ordenamiento jurídico. De este modo el principio de apariencia (invocado por la doctrina defensora del
crédito inscrito) no resulta aplicable, ni tampoco las normas que privilegian la inscripción, en base a una analogía No puede negarse que existe un alto
riesgo de que se emplee la tercería de propiedad para concretar objetivos fraudulentos, en perjuicio de los acreedores. Tomando en cuenta que basta
que el tercerista acredite su derecho de propiedad con un documento privado de fecha cierta, no es difícil que tal documento pueda ser producto de
una falsificación o actuar fraudulento. Fundamentalmente, el juez deberá comunicarse con el funcionario o notario público que haya emitido la
certificación, a efectos de establecer la autenticidad de la misma, si fuera el caso. Si el juez a pesar de su actuar de oficio o con la colaboración de las
partes no obtiene la confirmación de la certificación del documento, no deberá estimar la demanda, puesto que sería claro que la certificación adolece
de irregularidades, que, por razones obvias, no pueden servir de sustento a una demanda de tercería
• La segunda parte del artículo 2022 del Código Civil consagra una política legislativa que prefiere la aplicación de un criterio no registral, cosa que no
puede ser obviada por este Supremo Tribunal. Por lo tanto no cabe amparar ninguno de los argumentos del recurso de casación, Decisión: declararon
infundado el recurso de casación. Constituye precedente judicial vinculante 1. En los procesos de tercería de propiedad que involucren bienes inscritos,
debe considerarse, de conformidad con lo dispuesto en la segunda parte del artículo 2022 del Código Civil en concordancia con los artículos 949 y
1219 inciso 1° del Código Civil, que el derecho de propiedad del tercerista es oponible al derecho del acreedor embargante, siempre que dicho derecho
real quede acreditado mediante documento de fecha cierta más antigua que la inscripción del embargo respectivo. 2. El Juez de primera instancia, de
oficio, una vez que sea admitida la demanda, deberá velar por la legalidad de la certificación de fecha cierta del documento que presente el tercerista
Séptimo Pleno Casatorio
• En el voto singular se menciona que “. la tesis que el derecho real debe primar sobre el derecho de crédito no se sostiene. Desde el propio articulado del Código Civil
en algunos casos (artículos 1708 y 2023) el derecho de propiedad cede al derecho de crédito. Si el derecho común opta por una solución en casos similares ¿por qué
en el supuesto del artículo 2022 debe optar por otra? el mensaje que se ofrece al propietario es que su propiedad puede permanecer en la informalidad cuando se
susciten controversias como las aquí presentadas, la solución la debe otorgar los datos que brindan los Registros Públicos; de no ser así se resquebrajaría la propia
razón de ser de esta institución, los mandatos judiciales podrían ser enervados fácilmente y se propiciaría el fraude procesal,
• Sería correcta la posición mayoritaria, si es que se demuestra con documentación de fecha cierta, de que la compra venta de un inmueble se produjo antes de la
inscripción de una medida de embargo en forma de inscripción sobre el inmueble por una deuda contraída por el vendedor frente a un tercero Pero que pasa con
aquellos casos que solamente tienen un contrato de compra venta de inmueble real firmado entre las partes y no han realizado ningún otro acto que corrobore la
veracidad de la fecha de la celebración de dicho contrato , cuya transferencia no se ha llegado a inscribir en los Registros Públicos, En dichos casos, se tendría que
aceptar la premisa de que se tendría que aplicar el principio de prioridad de inscripción en el tiempo por parte del embargo, por más que exista una norma como el
949 del Código Civil En esos casos no le quedaría otra salida al comprador que asumir la obligación para levantar el embargo para repetírselo contra su vendedor.
• Puede darse el caso que la deuda que contrajo es porque el acreedor en su buena fe consideró que tenía un bien con que respaldar y responder por dicha obligación,
cuando realmente ya lo había transferido, ¿cómo queda el acreedor cuando inscribe la medida de embargo y luego se lo levantan?, por cuanto un tercero invoca que
había adquirido el bien, que cuenta con documentación de fecha cierta, que es con antelación a la inscripción de la medida de embargo que pasaría en los casos en
que igualmente se celebra un contrato de compra venta, luego se producen documentos con fecha cierta que respaldan la fecha en que se realizó dicho contrato,
luego el vendedor es demandado por un acreedor, éste logra obtener una medida cautelar de embargo en forma de inscripción sobre el inmueble y dicho caso en vía
de ejecución forzada se lleva adelante el remate del bien inmueble, sin que tenga conocimiento de ello el comprador del inmueble y nadie le avisa del caso, porque
todavía aparece inscrito a nombre del vendedor deudor, el comprador en este caso no obstante que pueda tener un contrato de compra venta con firmas legalizadas
notarialmente, declaraciones juradas de auto avalúo, pagos del impuesto predial y arbitrios pero nunca elevó a escritura pública ya sea por exceso de confianza o
negligencia, ya no tendría oportunidad de promover una demanda de tercería de propiedad que solamente se puede formular hasta antes del remate, ¿Tendría que
promover una acción legal de mejor derecho de propiedad?
• Con relación a lo argumentado en el voto singular, al respecto se debe tener en cuenta, la ubicación de la norma en el contexto normativo, puesto que una cosa es
que lo dispuesto en dicha fórmula legal se encuentre fuera del libro de los Registros Públicos y otra que forme parte de ella, puesto que si ocurre lo segundo,
conforme acontece, lo único que desarrolla dicha norma son los parámetros o restricciones que se fija respecto de las normas que regulan la función registral en el
Código Civil, y por ello es que es claramente una norma de reenvío, Es claro entonces, que ésta sea la razón por la que no puede estar consignada en ninguna otra
parte del Código Civil, que no sea solamente en el libro IX del Código Civil, y no podría estar en otra parte por cuanto produciría diversas antinomias. Con relación ala
audaz postura de que se debe priorizar el efecto de la inscripción registral por cuanto se debe estimular la formalización del derecho de propiedad, resulta evidente
que es solo un anhelo, ya que para que el hecho de que la inscripción registral sea una obligación para los contratos de compra venta de inmuebles, no solo es
necesario variar varios principios y normas del Código Civil respecto de los alcances que le otorga al acuerdo de voluntades, sino que también implicaría la
formalización del espectro inmobiliario a nivel nacional en donde en su gran mayoría es informal y no estamos cerca de ello, además que se trata de aspectos socios
económicos e históricos que no pueden variar con la variación de normas registrales, a fin de considerar que la inscripción registral en los contratos de compra venta
sea un aspecto constitutivo y no solo declarativo del perfeccionamiento de dicho contrato
Octavo Pleno Casatorio
- Conforme lo describe el Pleno: “Karina Choque interpuso demanda contra Johel Salazar, Rocío Zevallos y Martha Matos solicitando se declare
nulidad de escritura pública de compra venta celebrada entre Catalina Jacay y Rocío Zevallos y la nulidad de compra venta celebrada entre Rocío
Zevallos y Martha Matos del predio que fue adquirido por la sociedad de gananciales conformado por Nolberto Choque y Catalina Jacay. Señala la
demandante, que al fallecimiento de su madre, es declarada heredera conjuntamente con su medio hermano Johel Salazar y al fallecimiento de su
padre fue declarada heredera de tal. En el mencionado lote de terreno se ha edificado una casa de dos pisos con el peculio de la sociedad de
gananciales. Valiéndose de que su madre se encontraba muy enferma Johel Salazar hizo que la causante vendiera el predio como si fuera soltera,
aprovechando que no había variado su estado civil en el RENIEC, la venta se hizo a favor de la conviviente de aquél, Rocío Zevallos a un precio
muy bajo, el cual nunca fue entregado a la madre de la demandante, por lo que los actos jurídicos adolecen de simulación absoluta y una finalidad
ilícita Se señala que Martha Matos es cercana a Rocío Zevallos que viven en el mismo domicilio. Contesta la demanda Rocío Zevallos señalando
que la escritura pública fue celebrada ante notario quien comprobó la lucidez mental y voluntad de la vendedora, agrega que no conocía al padre
de la demandante y que desconocía que la vendedora era casada. Contesta la demanda Johel Salazar que el predio fue adquirido por su madre
sin participación o aporte del padre de la demandante y que la construcción fue realizada con el dinero que obtuvo trabajando mediante sentencia
resuelve declarar infundada la demanda. El juez sostiene que existía separación de hecho al momento en que la madre adquirió el predio por lo
que el artículo 215 del Código Civil no es aplicable, siendo entonces un bien adquirido a título propio, no se ha acreditado que la construcción se
haya realizado con dinero de la sociedad conyugal, para realizar el acto no necesitaba que el padre de la demandante participe en la compra
venta mediante sentencia la Sala resuelve confirmar la sentencia que declara infundada la demanda La demandante interpone casación
denunciando la infracción del artículo 315 del Código Civil, señalando que dicha norma requiere la intervención del marido y de la mujer, sin tener
en cuenta que su madre se encontraba casada” Se consideró la necesidad de convocar un pleno en razón de que en los casos de actos de
disposición de bienes de la sociedad de gananciales por uno de los cónyuges. están resolviéndolos con criterios distintos y en alguna
oportunidades están señalando que se tratan de actos nulos y en otros de actos jurídicos ineficaces, siendo necesario dilucidar si es un acto
jurídico nulo, anulable o ineficaz que presupone establecer los alcances del artículo 315 del Código Civil, es decir, la consecuencia jurídica del acto
jurídico, si es o no oponible a la contraparte del cónyuge que interviene en solitario en el acto y establecer la situación del otro co adquiriente
frente al acto de disposición.

• Considera un primer sector de la doctrina que el acto de disposición de un bien social por un solo cónyuge es nulo, por diferentes fundamentos: por
que la voluntad del sujeto constituye la esencia del acto jurídico, la falta de ella hace que el acto no llegue a ser tal. Se trataría de una situación de
consentimiento incompleto que desnaturaliza la esencia del acto jurídico que requiere de una perfecta manifestación de voluntad para consumarse.
La falta o ausencia de consentimiento aparece, como causal de nulidad del acto jurídico conforme al inciso 1° del artículo 219 del Código Civil.
Desde otro ángulo, se opina que si bien el artículo 315 del Código Civil, establece la intervención conjunta de los cónyuges para disponer bienes
sociales, la ausencia de uno de ellos en la celebración del acto, determinaría su nulidad al convertirse en un acto jurídicamente imposible de
consumarse, de conformidad con el artículo 140 inciso 2 y 219 inciso 3 del Código Civil, en razón de que no se ha cumplido la exigencia de la ley
para que se perfeccione jurídicamente, mientras persista esa situación el acto jamás llegará a configurarse. Nuestro ordenamiento jurídico asume el
acto de disposición arbitraria del patrimonio social como contrario al orden público, es decir, como supuesto de nulidad virtual.
Octavo Pleno Casatorio
• Por otro lado, una segunda corriente doctrinaria postula que el acto de disposición de un bien social por parte de uno de los cónyuges, es anulable.
La anulabilidad radica en que la invalidez se produce no tanto por la carencia de algún elemento o que su contenido esté prohibido, sino que pese
haberse formado adecuadamente en su estructura, el acto jurídico viciado resulta inválido relativamente. La tesis que defiende la anulabilidad
determina que un elemento constitutivo necesario para la validez del acto es la co disposición conyugal sobre bienes sociales, lo que implica el
ejercicio de una facultad dominial de los cónyuges, es decir, en los dos consortes reside el poder dispositivo. En el fondo estamos ante un acto de
disposición que dentro de los alcances de sus efectos podría ser considerado ineficaz, en razón de que debiendo concurrir ambos cónyuges para
expresar su voluntad de disposición participa solo uno de ellos. La infracción del artículo 315 del Código Civil sería -según esta teoría- un acto
jurídico con legitimación defectuosa o insuficiente que no implica invalidez, por eso el contrato que celebra un cónyuge sin el asentimiento del otro
cónyuge es perfectamente válido porque no hay ninguna causal de invalidez, pero si existe un problema en los efectos jurídicos del contrato que es
la ausencia de legitimación. Pero la legitimación nada tiene que ver con la falta de manifestación de voluntad de uno de los cónyuges. Al contrario el
cónyuge culpable manifiesta su voluntad frente al tercero pero carece de legitimación. El cónyuge preterido podrá evaluar la conveniencia o no del
acto realizado por el otro cónyuge y si lo encuentra ventajoso para la sociedad de gananciales lo podrá ratificar
• Otro sector de la doctrina, se sostiene por algunos autores que en el artículo 315 del Código Civil hay un supuesto de representación, pero que
resulta ser insuficiente o defectuosa porque se está arrogando el cónyuge que prescinde del otro una representación que plenamente no le
corresponde, ya que al ser la manifestación del dominio del bien uno que le pertenece a ambos cónyuges, expresa un acto que no tiene la totalidad
de la potestad de disposición del bien porque está ausente el concurso volitivo del cónyuge que no participa en el acto de enajenación, razones por
la cuales estos actos no pueden efectuarse. Se puede afirmar que la gestión de los bienes que integran un patrimonio común, corresponde a
ambos, el acto practicado sobre los bienes comunes sin que ambos cónyuges concurran con su consentimiento a la concertación de este resultará,
en principio, ineficaz. Respecto de los supuestos habituales de representación, en el régimen de comunidad de gananciales la actuación del
cónyuge gestor puede ser vista de dos perspectivas: por una parte el cónyuge gestor actuará en interés propio y por otro actuará en representación
del otro cónyuge
• Este supremo Tribunal considera interpretar de manera sistemática el artículo 315 del Código Civil. Frente a los actos de disposición de los bienes
extraordinarios o de trascendencia económica la regla es la intervención conjunta de los cónyuges. Se sustenta en dos pilares: primero la protección
del interés familiar y segundo, el principio de igualdad de los cónyuges. Es por este fundamento que el artículo 315 del Código Civil, norma
imperativa de orden público, exige la intervención conjunta de ambos cónyuges en el acto de disposición. En conclusión la inobservancia del artículo
315 del Código Civil (intervención conjunta), constituye causal de nulidad, en concordancia con lo dispuesto en el inciso 8 del artículo 219 del
Código Civil. Es necesario aplicar el principio de buena fe registral para resolver la situación del tercero adquirente respecto del acto de disposición
realizado por uno de los cónyuge, si el adquirente transfirió a su vez el bien en favor de un tercero y éste último lo inscribe registralmente, es de
aplicación el principio de buena fe pública registral. Dicho tercero, resulta ser ajeno al contrato cuestionado por el cónyuge que no intervino. Ello
significa que la pretensión de nulidad del acto de disposición de un bien social extraordinario por uno solo de los cónyuges, sin el consentimiento del
otro es un contrato nulo, pero no repercute contra aquel tercero, que lo haya adquirido conforme a los requisitos establecidos en el artículo 2014 del
Código Civil.
Octavo Pleno Casatorio
• Calificando el recurso de casación señala que “Se advierte que la Sala Superior ha interpretado erróneamente la parte inicial del artículo 315 del
Código Civil, pues los actos de disposición de los bienes sociales extraordinarios o de trascendencia económica tienen como regla la intervención
conjunta de ambos cónyuges. Esta regla se sostiene en dos pilares: primero la protección del interés familiar y segundo, el principio de igualdad de
los cónyuges y es por este fundamento que el artículo 315 del Código Civil, norma imperativa de orden público, exige la intervención conjunta de
ambos cónyuges en el acto de disposición de un bien extraordinario de la sociedad de gananciales, cuya titularidad reposa en la sociedad
conyugal : norma imperativa en razón de que con ella se protege el interés familiar, tal como lo recoge el artículo 4 de la Constitución Política del
Estado, no siendo sustituible por la voluntad de los particulares, vinculada a los principios esenciales de nuestro ordenamiento social (núcleo
familiar), es decir la inobservancia del requisito previsto en el artículo 315 del Código Civil (intervención conjunta) constituye causal de nulidad,
regulada en el inciso 8) del artículo 219 del Código Civil, norma de remisión del artículo V del Título Preliminar del Código Civil, vale decir, la
consecuencia jurídica aplicable a este supuesto es la nulidad. En referencia a la adquiriente Martha Matos, si bien adquirió el bien en calidad de
tercero, no inscribió su compra ante los registros públicos, no ha acreditado el desembolso efectivo como contraprestación por la adquisición del
predio en comento y el notario público ha dejado constancia que no ha utilizado ningún medio de pago a que se refiere la ley 28194, así como que
quién está en posesión del predio es la demandante por lo que no se encuentra protegida por el principio de buena fe registral regulado en el
artículo 2014 del Código Civil.
• Decisión: declara fundada la casación, casaron la sentencia de vista Revocaron la sentencia de primera instancia reformándola declararon fundada
la demanda, en consecuencia nula la compra venta de fecha 23 de enero del 2012 y nula la compra venta del 15 de setiembre del 2012. Fija como
precedentes. En los casos que un solo cónyuge, sin la intervención del otro, dispone de bienes sociales que pertenecen a la sociedad de
gananciales deberán tener presente lo siguiente: a) El derecho de propiedad es un derecho humano de primera generación, y por tanto la protección
de este derecho exige que se desestime cualquier conducta o artificio con la que se pretenda desconocerlo, afectando los derechos patrimoniales
de una de las partes en el dominio de un bien que les pertenezca en su condición de cónyuge b) Las normas que se aplican para la copropiedad de
los bienes, resultan ser aplicables supletoriamente cuando se trata de la disposición indebida de los derechos que son inherentes a la sociedad de
gananciales c) Las reglas de tutela del derecho de propiedad deben estar orientadas a impedir los casos del ejercicio abusivo de los derechos
inmobiliarios de uno de los cónyuges cuyo comportamiento se impulse para disponer los bienes que pertenecen a la sociedad de gananciales d.) La
actuación conjunta a que se refiere el artículo 315 del Código Civil, constituye la regla para los actos de disposición de bienes sociales e) Para
disponer de los bienes sociales, se requiere que intervengan ambos cónyuges, como elemento constitutivo necesario para la validez del acto
jurídico. El acto de disposición de un bien social realizado por uno de los cónyuges, es nulo por ser contrario a norma imperativa de orden público,
según el inciso 8 del artículo 219 del Código Civil, concordante con el artículo V del Título Preliminar del acotado Código f) Tratándose del caso
referido al cónyuge que dispone del bien social, que actúa en nombre de la sociedad de gananciales excediéndose del poder especial otorgado por
el otro cónyuge, el acto de disposición deberá reputarse ineficaz en virtud al artículo 161 del Código Civil g) Cualquiera de los cónyuges puede
reivindicar el bien que pertenece a la sociedad de gananciales, en el caso de uno de ello hubiera dispuesta de la propiedad común
Octavo Pleno Casatorio
• Si un cónyuge dispone del inmueble que pertenece a la sociedad conyugal y que el mismo pueda constituirse en el lugar de su residencia y de los
hijos, siendo el caso, que dicha transferencia se llega a inscribir y con la finalidad de asegurarse por parte del cónyuge que dispuso el bien, que
dicho inmueble ya no regrese jamás a la sociedad de gananciales, se simula una segunda y tercera venta del inmueble los cuáles se llegan a
inscribir, el cónyuge no interviniente ya no puede hacer nada para recuperar el bien, donde consideró que podía residir conjuntamente con sus hijos,
porque se consideró que la venta del bien social por parte del cónyuge interviniente si tenía un fin lícito. Por consiguiente, era importante poner en
relieve si el inmueble, objeto de disposición, constituía el lugar de residencia de la familia, en cuyo caso no se podría atentar contra el bienestar
material de la familia que es también objeto de protección constitucional en su artículo 24. Asimismo, se ha señalado que resulta ineficaz por cuanto
cabe la posibilidad de la confirmación, es decir todos los filtros de validez del negocio jurídico se devalúan por la necesidad de priorizar la necesidad
de que en este caso pudiera darse la posibilidad de la confirmación. Por qué no considerar que si el otro cónyuge no interviniente está conforme,
anulen el acto, retrotraigan las cosas, celebren uno nuevo, prácticamente lo único que se preserva es que retrotraer las cosas, resultaría engorroso
y que lo mejor sería mantener la figura de la Confirmación
• Puede darse el caso de que el cónyuge participante no tenga una intención lícita, puesto que resulta mas razonable, presumir ello, ya que si el
cónyuge participante hubiera tenido una intención lícita, no habría realizado un acto de disposición del bien conyugal a espaldas de su consorte. no
se puede considerar que resulta más importante garantizar la posibilidad de la confirmación del acto jurídico, cuando por el contrario el hecho que
solamente intervenga un cónyuge, es razonablemente, una alerta de que algo irregular podría estar ocurriendo ya que, de considerarse la validez
del acto, la situación puede llegar a un punto de no retorno o de irreversibilidad.
• Podría considerarse necesario, que en los casos de disposición de un bien de la sociedad de gananciales, en la que intervenga un solo cónyuge y
actúe en representación del otro no interviniente, se podría solicitar la declaración actualizada con firma legalizada notarialmente del cónyuge no
interviniente en la que informe si es que dicho poder sigue vigente o ha sido revocado o extinguido y está por inscribirse dicho acto modificatorio o
extintivo de la representación. Sin perjuicio que la casuística nos puede entregar más casos, pero si tiene que reconsiderarse que en el caso de la
venta de un bien conyugal sin participación del otro, no podemos considerar que lo más importante es defender la subsistencia de dicho acto.
Noveno Pleno Casatorio

• Este Pleno, conforme al capítulo de resumen del proceso, trata de una demanda de otorgamiento de escritura pública de
contrato de compra venta de inmueble, Se emite la sentencia de primera instancia que declara improcedente la demanda,
señalándose que en la partida registral aparece el vendedor con su cónyuge, por lo que el bien pertenece a la sociedad
conyugal, mientras que en el contrato que se pretende formalizar únicamente aparece como parte vendedora el cónyuge y
como parte compradora la cónyuge, que los demandantes no han acreditado que al momento de la celebración del contrato de
compra venta, el cónyuge demandado haya actuado con poder especial para actuar en representación de la otra cónyuge,
evidenciándose la falta de manifestación de voluntad de ésta, y mucho menos han acreditado la existencia de documento
posterior de confirmación del contrato de compra venta para validar la exigencia del otorgamiento de la escritura pública
• Se apela la sentencia. La co demandada que no intervino en el contrato se apersona en segunda instancia e informa sobre la
existencia de un proceso de nulidad del contrato que ahora se pretende formalizar que sigue contra su cónyuge y la
demandante en este proceso. Se emite sentencia de vista que confirma la sentencia que declara improcedente la demanda
señalándose que ambos cónyuges debieron participar en el contrato para consolidar la manifestación de voluntad de la
sociedad conyugal.
Noveno Pleno Casatorio

•En la sentencia de vista se indica que no resulta admisible que la manifestación de voluntad de la cónyuge sea tácita o implícita, no existe prueba que
acredite que la cónyuge haya expresado su voluntad para enajenar el bien, siendo que los indicios de no reclamar el bien no conducen a concluir que
ésta transfirió el bien. Contra la sentencia vista se interpone recurso de casación que denuncia infracción del artículo 141 y 1352 del Código Civil, en tanto
los contratos se perfeccionan con el solo consentimiento y la manifestación puede ser tácita, que es lo que se había producido respecto de la cónyuge ya
que ésta por vía telefónica comunicó que por razones de enfermedad no podía viajar del Callao a Ilo para la firma del contrato de compra venta y lo haría
su esposo. Luego han sido los propios demandados los que entregaron el inmueble y retiraron sus bienes muebles para trasladarlos al Callao, no
habiendo solicitado la restitución del inmueble en ningún momento; y por indebida aplicación e interpretación del artículo 315 del Código Civil, pues se
habría realizado una interpretación literal de la precitada norma, sin tener en cuenta lo establecido en el artículo 141 del Código Civil ya que la
demandada sí ha manifestado su voluntad de vender el inmueble de manera tácita. Al amparo del artículo 392-A del Código Procesal Civil, se concedió
excepcionalmente el recurso de casación por la causal de infracción de los artículos 1549 y 1412 del Código Civil……”
•El pleno en su fundamento 19 se indica: “El Proceso sumarísimo no es sinónimo de proceso sumario y nuestro proceso sumarísimo de otorgamiento de
escritura pública no tiene legalmente impuestas limitaciones en torno a las alegaciones que podrían formular las partes o a los medios probatorios que
podrían aportar en relación al fondo de la controversia, por lo que no es un proceso sumario, sino un proceso plenario rápido, sin perjuicio de las
restricciones impuestas por el artículo 559 del Código Procesal Civil para todos los procesos sumarísimos…..”.
•En el fundamento 36 del pleno se acota que: “….Se advierte que el precitado artículo 220 del Código Civil señala que aquello que el juez puede declarar
de oficio es la nulidad manifiesta, es decir, no cualquier nulidad sino una nulidad especial, una nulidad, podríamos decir cualificada….”. En el fundamento
41 del pleno se indica “….Para este supremo tribunal la nulidad manifiesta es aquélla que resulta evidente, patente, inmediatamente perceptible, en suma,
aquélla que resulta fácil de detectar sea que se desprenda del acto mismo o del examen de algún otro elemento de prueba incorporado al proceso. La
nulidad manifiesta no se circunscribe a algunas o a alguna específica causal de nulidad, sino que se extiende a todas las causales que prevé el artículo
219 del Código Civil siempre que la incursión en alguna causal, cualquiera que ésta sea, resulte fácil de advertir….”. En el fundamento 43 se acota que:
Cierto es que en el proceso sumarísimo no procede la reconvención, no obstante, la nulidad de un negocio jurídico no solo puede hacerse valer vía
acción (reconvención) sino también vía excepción (material) que merecerá pronunciamiento al resolver el fondo de la controversia, además la nulidad
manifiesta constituye una circunstancia que debe ser tomada en cuenta por el juez, aun cuando no haya sido alegada por la parte demandada, es decir,
de oficio”.
Noveno Pleno Casatorio

•En el considerando 44 del Pleno se refiere que: “En el proceso sumarísimo de otorgamiento de escritura pública el control de validez del negocio jurídico
que se pretende formalizar se circunscribirá a la nulidad manifiesta del mismo, circunstancia que podrá ser advertida de oficio por el juez. El análisis de la
nulidad no manifiesta y de la anulabilidad por alegación de la parte demandada, constituye un paso más atrevido que, este supremo tribunal, considera no
posible, dado que la controversia se tornaría demasiado compleja y no permitiría su tramitación en la vía procedimental más corta que ha previsto nuestro
ordenamiento procesal para los procesos civiles de cognición. En el considerando 45 del Pleno se acota que: “…..No obstante, la parte demandada
puede peticionar, en vía de acción, la nulidad (no manifiesta) o la anulabilidad del referido negocio jurídico y, al amparo del artículo 320 del Código
Procesal Civil, puede solicitar la suspensión de la expedición de la sentencia en el proceso de otorgamiento de escritura pública hasta que se resuelva el
proceso de nulidad (no manifiesta) o anulabilidad del negocio jurídico Texto del noveno pleno casatorio civil de la Corte Suprema.
•En el considerando 60 de este pleno se señala que: “Si el juez advierte la posibilidad de fundar su decisión en la nulidad manifiesta del negocio jurídico,
en un momento posterior al saneamiento del proceso, el juez, igualmente, antes de emitir sentencia, comunicará a las partes tal posibilidad, especificando
la causal de nulidad y concediéndoles un plazo igual al que se tuvo para contestar la demanda, para que éstas puedan formular sus posiciones al
respecto y aportar los medios probatorios que juzguen pertinentes, los cuales han de estar referidos únicamente a la posible nulidad manifiesta del
negocio jurídico; y, de ser necesario, el juez fijará fecha para una audiencia complementaria en la que se resolverán las posibles excepciones procesales,
se calificarán y actuarán los posibles medios probatorios (cabe reiterar que las actuaciones estarán referidas únicamente a la pretensión incorporada de
oficio) y se emitirá sentencia Texto del noveno pleno casatorio civil de la Corte Suprema
•En el pleno en su considerando 61 se acota que: “En consecuencia, si la instancia superior advierte una posible nulidad manifiesta, respecto de la cual la
instancia inferior no ha emitido ningún pronunciamiento, se declarará la nulidad de la sentencia apelada, ordenándose que se promueva el contradictorio
entre las partes en la forma antes señalada. En el Pleno en el considerando 62 se precisa que: “……Si el juez considera que el negocio jurídico que se
pretende formalizar es manifiestamente nulo, lo declarará así en la parte resolutiva de la sentencia y declarará, además, infundada la demanda de
otorgamiento de escritura pública. Si el juez considera que el negocio jurídico que se pretende formalizar no es manifiestamente nulo, expresará las
razones de ello en la parte considerativa de la sentencia y en la parte resolutiva únicamente se pronunciará sobre la pretensión de otorgamiento de
escritura pública….”.. Texto del noveno pleno casatorio civil de la Corte Suprema


Noveno Pleno Casatorio

•En el fundamento 65 se indica que: “Corresponde modificar el precedente vinculante contenido en el punto 5.3 del cuarto pleno casatorio civil
(Casación 2195-2011-Ucayali) de fecha 13 de agosto del 2012 debiéndose entender en lo sucesivo que: Si en el trámite de un proceso de desalojo,
el juez advierte la invalidez absoluta y evidente del título posesorio, conforme lo prevé el artículo 220 del Código Civil, previa promoción del
contradictorio entre las partes, declarará dicha situación en la parte resolutiva de la sentencia y, adicionalmente declarará fundada o infundada la
demanda de desalojo, dependiente de cuál de los títulos presentados por las partes es el que adolece de nulidad manifiesta”.
•En el fundamento 89 del Pleno señala que “……Dentro del control de eficacia o exigibilidad en los procesos de otorgamiento de escritura pública,
el juez podrá analizar el ejercicio de la excepción de incumplimiento, la misma que- en tanto excepción material y no procesal- será analizada al
resolver el fondo de la controversia. Pues bien, en caso de advertirse el ejercicio legítimo de una excepción de incumplimiento la demanda será
declarada improcedente por manifiesta falta de interés para obrar, artículo 427.2 del Código Procesal Civil……”. Texto del noveno pleno casatorio
civil de la Corte Suprema
•En el considerando 97 del pleno se refiere que “….En los casos en que el demandado alegue que se ha producido la resolución extrajudicial del
contrato, el juez analizará en la parte considerativa de la sentencia si concurren los requisitos dispuestos por ley, o pactados por las partes, para la
resolución extrajudicial y, de ser así, declarará improcedente la demanda de otorgamiento de escritura pública, sin pronunciarse sobre la resolución
extrajudicial del contrato. Si el juez advierte que no concurren tales requisitos, declarará fundada la demanda de otorgamiento de escritura pública,
sin pronunciarse sobre la resolución extrajudicial del contrato Texto del noveno pleno casatorio civil de la Corte Suprema
•En el fundamento 12 del capítulo del análisis del caso por parte de este pleno se indica que “…..cierto es que en el presente caso se ha concedido
el recurso de casación por infracción de normas de carácter material (artículos 1549 y 1412 del Código Civil), empero, también es cierto que no se
puede soslayar la evidente vulneración del derecho de defensa tanto de la parte demandante (Al no habérsele dado la oportunidad de plantear
argumentos y aportar medios probatorios relativos a las causales de nulidad por las que finalmente se desestimó su demanda), Texto del noveno
pleno casatorio civil de la Corte Supremaresultando de aplicación lo dispuesto en los precitados artículo 171 y 176 del Código Procesal Civil,
careciendo de objeto, por ahora, emitir pronunciamiento sobre una posible afectación de las normas de carácter material de los artículos 1549 y
1412 del Código Civil, por tales consideraciones declararon fundado el recurso de casación, nula la sentencia de vista, insubsistente la sentencia
apelada, nulo todo lo actuado y ordenaron que el a quo reponga la causa al estado que corresponda y proceda conforme a las consideraciones
precedentes
Noveno Pleno Casatorio

• Constituye precedente judicial vinculante: 1. El proceso sumarísimo de otorgamiento de escritura pública es un proceso plenario rápido. En un
proceso de otorgamiento de escritura pública el juez puede declarar de oficio, la nulidad manifiesta del negocio jurídico que se pretende formalizar,
pero, siempre que, previamente haya promovido el contradictorio entre las partes en la forma señalada en el fundamento 60. 2. Si el juez considera
que el negocio jurídico que se pretende formalizar no es manifiestamente nulo, expresará las razones de ello en la parte considerativa de la
sentencia y en la parte resolutiva únicamente se pronunciará sobre la pretensión de otorgamiento de escritura pública. 3. La declaración de oficio de
la nulidad manifiesta de un negocio jurídico puede producirse en cualquier proceso civil de cognición 4. La nulidad manifiesta no se circunscribe a
algunas o a alguna específica causal de nulidad, sino que se extiende a todas las causales que prevé el artículo 219 del Código Civil. 6 Si la
obligación de elevar a escritura pública el negocio jurídico se encuentra supeditada a una condición suspensiva y el demandante no logra acreditar
la verificación del evento puesto como condición, la demanda será declarada improcedente por manifiesta falta de interés para obrar. Si todos los
efectos del negocio jurídico se encuentran sujetos a un plazo suspensivo que aún no ha vencido, la demanda de otorgamiento de escritura pública
será declarada improcedente por manifiesta falta de interés para obrar. Si la obligación de elevar a escritura pública un negocio jurídico, se
encontrara sujeta a un plazo de cumplimiento que aún no ha vencido, estipulado en beneficio del deudor, la demanda será declarada improcedente.
En los procesos de otorgamiento de escritura pública el juez podrá analizar el ejercicio de la excepción de incumplimiento, y de advertirse que la
excepción en cuestión es amparable, la demanda será declarada improcedente por manifiesta falta de interés para obrar. Se procederá del mismo
modo cuando el incumplimiento se invoque como argumento de defensa. En los casos en que el demandado alegue que se ha producido la
resolución extrajudicial del contrato, el juez analizará en la parte considerativa de la sentencia si concurren los requisitos de ley, o pactados por las
partes, para ello, y, de ser así, declarará improcedente la demanda de otorgamiento de escritura pública, sin declarar la resolución del contrato. Si el
juez advierte que no concurren tales requisitos, declarará fundada la demanda de otorgamiento de escritura pública, sin pronunciarse sobre la
resolución extrajudicial del contrato 7. Se modifica la ratio decidendi contenida en el fundamento 39 del primer casatorio civil (casación 1465-2007-
Cajamarca) de fecha 22 de enero del 2008, debiendo entenderse en lo sucesivo que la corte de casación puede advertir una nulidad manifiesta aun
cuando las instancias de mérito no lo hayan advertido en su oportunidad, y aun cuando no haya sido invocada como agravio en el recurso de
casación, en cuyo caso, en decisión motivada y con expresa indicación de la causal de nulidad que podría haberse configurado en la celebración del
negocio jurídico, se declarará la nulidad de la sentencia de vista, la insubsistencia de la sentencia apelada y se ordenará que el juez de primera
instancia, previa promoción del contradictorio entre las partes, emita pronunciamiento sobre la posible nulidad manifiesta. Se modifica el precedente
vinculante contenido en el punto 5.3 del cuarto pleno casatorio civil (Casación 2195-2011-Ucayali) de fecha 13 de agosto del 2012, debiéndose
entender en lo sucesivo que: si en el trámite de un proceso de desalojo, el juez advierte la invalidez absoluta y evidente del título posesorio,
conforme lo prevé el artículo 220 del Código Civil, previa promoción del contradictorio entre las partes, declarará dicha situación en la parte
resolutiva de la sentencia y, adicionalmente, declarará fundada o infundada la demanda de desalojo, dependiendo de cuál de los títulos presentados
por las partes es el que adolece de nulidad manifiesta……”.
Noveno Pleno Casatorio

•En el caso que del proceso específico que originó el pleno, la propia demandada, conforme se describe en el punto 6 del capítulo de “resumen del
proceso” en su apersonamiento en segunda instancia informa sobre la existencia de un proceso judicial de nulidad del contrato que se pretende
formalizar seguida por ella contra su cónyuge y contra la compradora demandante en el proceso de otorgamiento de escritura pública, ante el juzgado
mixto de Ilo, adjuntando a su escrito copia de la demanda de nulidad de acto jurídico, sin embargo dicha información no mereció alguna consideración en
la calificación emitida por el órgano jurisdiccional de dicho nivel ni tampoco por la Corte Suprema. En este Pleno se determina la prevalencia de formar un
incidente de debate contradictorio al interior de un proceso sumarísimo para resolver la posibilidad de ejercer la facultad de declarar de oficio una nulidad
manifiesta del negocio jurídico que se pretende formalizar, aunque exista un proceso judicial en la que se controvierte dicha pretensión, informada por una
de las partes, sin analizarse la posibilidad de que puedan producirse soluciones jurisdiccionales incompatibles o contradictorias.
•la impugnante cuando formula recurso de casación lo sustenta en “……la infracción normativa del artículo 141 del Código Civil concordante con el artículo
1352 del Código Civil cuando se califica la admisibilidad de dicho medio impugnatorio al amparo del artículo 392-A del Código Procesal Civil, concedió
excepcionalmente el recurso de casación por la causal de infracción normativa de los artículos 1549 y 1412 del Código Civil y en la }Resolución del Pleno
se indica que corresponde amparar el recurso de casación por las causales de infracción normativa de los incisos 3 y 14 del artículo 139 de la
Constitución Política del Perú
•Cuando se modifica el precedente vinculante contenido en el punto 5.3 del cuarto pleno casatorio civil (Casación 2195-2011-Ucayali,) conforme al punto 8
del segundo precedente de este pleno, en donde se hace referencia a los casos de desalojos, debiéndose entender que se tratarían de los procesos de
desalojo que se inician en primera instancia, puesto que la mayoría de los procesos de desalojo se tramitan ante los juzgados de paz letrado y se debe
considerar que un juez de paz letrado no podría ejercer la facultad conferida en el artículo 220 del Código Civil, aunque ello no se ha establecido en el
pleno, puesto que los juzgados de paz letrados no tienen competencia para avocarse a pretensiones de nulidad de acto jurídico. El caso es que se ha
considerado en un pleno la posibilidad de ejercer la atribución dispuesta por el artículo 220 del Código Civil, cuando analiza un proceso donde se solicita
la formalización del negocio jurídico de compra venta de inmueble, pero cuya necesidad de análisis puede darse hasta en los procesos de desalojo,
señalando el precedente vinculante modificatorio que es posible declarar la invalidez de un título posesorio. En consecuencia, es posible que un pleno
determine precedentes vinculantes que irradian a procesos con pretensiones diferentes al del caso que originó el Pleno Casatorio, pero que contienen
una situación similar, que sería como actuar con la atribución de declarar la nulidad de oficio de un acto jurídico, en los casos en que esto se presente.
Postura personal con fundamento jurídico

• El inicio de estos plenos obedeció a la premisa de que se consideró que era urgente implementar el ejercicio de este mecanismo, ante la
concurrencia de las denominadas “líneas jurisprudenciales” contradictorias entre lo que resolvía y calificaba la Sala Civil Permanente y la Sala Civil
Transitoria de la Corte Suprema. Se propuso que la realización de tal Pleno Casatorio se realice en atención a un proceso en actual trámite
casatorio en consonancia con la señalado en la primera versión de la norma que precisaba que “..cuando una de las Salas lo solicite, en atención a
la naturaleza de la decisión a tomar en un caso concreto se reunirán los Vocales en Sala Plena para discutirlo y resolverlo..” y también en
congruencia con lo que dispone la acotada norma en su versión modificada y vigente que indica que “..La Sala Suprema Civil puede convocar un
pleno de los magistrados supremos civiles a efectos de que se emita sentencia que constituye o varíe un precedente judicial..”. Se hace necesario
que exista un mecanismo por el cual la convocatoria de plenos casatorios Pudiéndose institucionalizarse al órgano encargado de recopilar los
precedentes contradictorios y gestionar las convocatorias y para ello se puede designar a un magistrado supremo para que se haga cargo de dicha
labor, sobre la base de que tenga acceso de una sumilla de todos los recursos casatorios en trámite a fin de que sea cotejada con ejecutorias
precedentes y en donde pueda advertir una contradicción y se determine la necesidad de la convocatoria de un Pleno casatorio.
• El texto original del art. 400 del CPC señalaba que “El pleno casatorio será obligatorio cuando se conozca que otra Sala está interpretando o
aplicando una norma en un sentido determinado...”. Dicho texto fue modificado por la ley 29364 del 28 de mayo del 2009, que precisa como texto
normativo “….La Sala Suprema Civil puede convocar al pleno de los magistrados supremos civiles a efectos de que se emita sentencia que
constituya o varíe un precedente judicial. Ello implicaría que, de manera implícita, nuestro ordenamiento legal ha indicado que no existiría ningún
motivo por el cual se considere la obligatoriedad de la convocatoria de un pleno casatorio, asimismo también estaría determinado que ya no se
requiere de la concurrencia de líneas jurisprudenciales distintas y contradictorias respecto de un caso similar. Legalmente, ahora no existe ninguna
premisa o presupuesto que nos regule sobre las razones por las cuáles se puede convocar un pleno casatorio y por lo tanto se puede convocar un
pleno casatorio, ya sea ante un vacío legal o normativo, o por validar o no un criterio o línea jurisprudencial reiterante que se está desarrollando
sobre un determinado caso similar, o por haberse presentado líneas jurisprudenciales contradictorias entre las salas civiles de la Corte Suprema
respecto de un caso similar o por las razones atendibles que considere la sala que solicite la convocatoria. Resulta totalmente legítimo que se pueda
organizar la instauración de un ente, al interior del Poder Judicial, que pueda articular la coordinación con las Salas Civiles de la Corte Suprema, a
fin de tomar conocimiento los temas pendientes para resolver en sede casatoria, para poder implementar la labor recopilatoria de precedentes
emitidos para casos similares con apoyo de la sociedad civil (Colegios de Abogados, Facultades de Derecho), quienes podrán alcanzar a este ente
articulador, cuyo Despacho puede estar a cargo de un magistrado supremo, (ya que la labor de generar precedentes vinculantes es tan o más
importante que la que pudiera ejercer un magistrado supremo que presida el sistema de control interno del Poder Judicial. La fundamentación
jurídica para esta postura se concentra en lo dispuesto en el artículo 138 de la Constitución Política del Perú que señala que “La potestad de
administrar justicia emana del pueblo” y en lo dispuesto en el propio artículo 400 del Código Procesal Civil.
Consecuencias de la implementación de la propuesta

• La consecuencia directa de la implementación de la propuesta es contar con una gran cantidad de criterios jurisprudenciales
vinculantes, para casos similares, en la que se determine qué es lo que prioritariamente debe demostrarse en el proceso y como
debe ser la aplicación e interpretación de la norma legal correspondiente al caso, lo que va a permitir que colateralmente se pueda
generar una abreviación de la tramitación de los procesos y/o concentración de etapas procesales, puesto que se tiene una idea de
lo que de manera relevante se debe buscar. Puesto que si una pretensión resulta similar al caso que ha sido abordado por un Pleno
Casatorio, entonces la controversia versaría sobre dicha similitud y la acreditación obvia de los supuestos de hechos del caso que
resulta ser similar al abordado por el Pleno Casatorio que invoca, lo que implicaría que el órgano jurisdiccional tiene claro lo que
exige demostrar y la forma como tendría que calificar dicha pretensión en la sentencia, lo que a su vez determinaría desarrollar un
derrotero procesal más predecible por cuanto ya se sabe lo que se tiene que demostrar
• Otra consecuencia de la implementación de lo señalado está en la generación de una base líneas jurisprudenciales contrapuestas
respecto de un caso similar para determinar el criterio que debe de ser aplicado, si se toma en cuenta, conforme se ha indicado, que
dicha búsqueda no solamente se debe parametrar para los casos en trámite sino, inclusive, de las líneas jurisprudenciales que se
desarrollaron en casos fenecidos y que evidencian una incompatibilidad o contraposición entre ellas.- Este aspecto si implica un
trabajo arduo, por ello es que se ha considerado la participación de organizaciones como Facultades de Derecho, Colegio
Profesionales de Abogados, Organizaciones civiles, como las mencionadas en las informaciones estadísticas que se ha
parafraseado al inicio de este trabajo, etc.
• Una consecuencia importante, también que se puede contar con un Magistrado de la Corte Suprema con dedicación exclusiva para
la convocatoria de Plenos Casatorios, para abarcar diversos temas, para cubrir más temas, quien va a ser retroalimentado por las
organizaciones mencionadas y quien podría determinar los casos similares que hayan sido resueltas de manera contradictoria y
también en la identificación de los casos más recurrentes para los efectos de sustentar debidamente la necesidad de la convocatoria
de un pleno casatorio, en donde se encuentre pendiente de resolver un recurso de casación con pretensión similar. -
Los beneficios que aporta la propuesta

 
• Contar con un mucho mayor número de plenos Casatorios vinculantes debidamente identificados para ser utilizados para
los fines referidos a fin de generar un mayor margen importante de predictibilidad del servicio de Administración de Justicia
• Transparentar el quehacer jurisdiccional de la calificación de los recursos de casación, en cuanto a la forma como se
genera de manera pública el criterio jurisdiccional vinculante, con participación de la ciudadanía en la labor de recopilación
de precedentes emitidos en procesos fenecidos de similar pretensión pero que contienen pronunciamientos distintos y
contrapuestos, así como la participación de los juristas especializados que pueden ilustrar al Colegiado, cuyo pleno se
desarrolla ante una tribuna pública
• Generar la abreviación en la tramitación de los procesos, cuando ya se tiene predeterminado que es lo que se debe
probar, o como es que se debe aplicar la norma en los casos que contengan pretensiones similares que se presenten
• Paralelamente los precedentes vinculantes que se generen para resolver casos similares, puede a su vez generar reglas
procesales a aplicarse en dichos casos y también se puede desarrollar criterios vinculantes con relación a la definición en
temas competenciales, así como también se puede generar premisas vinculantes para la procedencia liminar para el
trámite de recursos Casatorios
• Promover la creación de un mecanismo organizacional permanente para un desarrollo constante de convocatorias de
Plenos Casatorios Civiles, coordinando con las Salas Civiles de la Corte Suprema para la identificación de los casos que
puedan generar estas convocatorias, así como articulando el apoyo y participación de la sociedad civil, que apunta a
transparentar la labor jurisdiccional en dicha instancia.
Conclusiones

• 
1 El Poder Judicial ha sido merecedor de un constante desprestigio, debido a su lentitud, ineficiencia, carencias, a lo
que se suma los casos de corrupción detectados y falta de predictibilidad en la etapa decisoria. Es posible considerar que
se puede aspirar a alcanzar un nivel de seguridad jurídica necesario, no sólo para el bienestar de la ciudadanía, sino
también para convertir al país en una comunidad competitiva a nivel internacional, en razón de que la falta de seguridad
jurídica, no solamente afecta al contexto de quienes acuden a la sede jurisdiccional para resolver sus controversias, sino
también, porque colateralmente afecta la imagen del país y en ese orden afecta diversas actividades productivas. resulta
necesario que se ejercite todas las herramientas que nuestro ordenamiento regula para obtener un importante caudal de
jurisprudencia vinculante. En el caso del proceso civil se ha diseñado en el Código Procesal Civil una herramienta eficaz
que coadyuva a esta aspiración, como es el caso del pleno casatorio civil que genera precedentes vinculantes, el mismo
que ha sido utilizado de manera mínima el 80.8% de los micro y pequeños empresarios, consideró, según una encuesta de
Ipsos Apoyo, la necesidad de contar con un respaldo de una institución que les ayudaría a resolver conflictos con
proveedores, clientes u otros empresarios y sólo el 6.6% de ellos había recurrido al Poder Judicial para solucionar dichos
conflictos, segmentándose la opinión en que un 21% de los empresarios entrevistados consideró que el funcionamiento del
Poder Judicial es muy malo, el 41.2% indicó que su funcionamiento es malo, el 18.6% señaló que dicho funcionamiento es
regular y sólo el 6% opinaba que se brindaba un buen servicio, en resumen la nota negativa ascendía a 93.4%. Además, el
80% de los micro y pequeños empresarios entrevistados, calificaban al Poder Judicial de lento, costoso y parcializado, y en
rubro de medianos y grandes empresarios, un 70% de ellos imputaba al Poder Judicial los mismos calificativos
Conclusiones

2. Es decir la inexistencia de criterios vinculantes contenido en precedentes puede generar un nivel de incertidumbre, que puede dar lugar a que,
inclusive los abogados con experiencia, no puedan ostentar la capacidad de predecir con cierto grado de certeza el resultado de una controversia, por
ello es que se aprecia en las Cortes Superiores un alto índice de impugnaciones, que si bien es cierto muchas de ellas se formulan con un ánimo de
dilatar procesos, muchos de los que formulan estos cuestionamientos tienen la firme convicción de que no se ha actuado de manera imparcial. La idea
es que la situación sea diferente, si es que se contase con un importante conjunto de precedentes vinculantes que permita que las instancias inferiores
y los litigantes se incorporen a un proceso con reglas y criterios predecibles, lo que se verá reflejado también en la celeridad del proceso. Una Encuesta
por encargo de Pro Justicia, precisa que “…..entre 71 gerentes de empresas radicadas en Lima, el 84.5% le otorgaba poca confianza a la Corte
Suprema, el 90.2% le otorgaba poca credibilidad a la Corte Superior y el 64.8% le otorgaba poca credibilidad a los juzgados especializados, mientras el
33.8% señaló que no tenían confianza alguna.
3. Las Salas Civiles de la Corte Suprema apoyados en la postura de su autonomía funcional han desarrollado líneas jurisprudenciales contradictorias
en casos similares, en muchos casos ni siquiera tienen conocimiento de la existencia de una línea jurisprudencial incompatible con la que postulan; en
otros casos, no obstante, que puedan tomar conocimiento de la existencia de una línea jurisprudencial contrariamente a la que van a desarrollar, ello no
los parametra a desarrollar su propio y distinto criterio, y por último algunos considerarán que el caso no es similar aunque lo fuera. Resulta necesario
contar con una base de registro de criterios jurisprudenciales, con carácter vinculante, a fin de que el justiciable tenga la posibilidad, en forma
anticipada, de saber cuál sería la decisión que se emitiría con relación a su pretensión similar, no se puede dejar de tener en cuenta de que el criterio
jurisprudencial emerge de un análisis de hechos que se reitera en varias situaciones como producto de nuestra convivencia, interacciones y relaciones,
que genera, de manera lógica, controversias similares. En un artículo de la Revista “Economía y Derecho” cita que, “inclusive un aumento del 10% en el
índice de transparencia e imparcialidad del Poder Judicial de un país implica un aumento de importaciones del 5%, además que se ha confrontado que
si los índices de calidad de instituciones del Perú, Argentina, Brasil, Colombia o México, fueran como el de los países más desarrollados de la Unión
Europea, el comercio internacional de estas naciones se expandiría en 30%”.
4. Promover la predictibilidad de los fallos judiciales en materia civil de la Corte Suprema, posibilita la transparencia de dicho servicio, genera
estabilidad, produce confianza en el servicio que brindan los órganos jurisdiccionales y coadyuva a la lucha contra la corrupción, inclusive se constituye
en un factor por el cual el país podría tender a ser más competitivo, más transparente, más atractivo para fines de inversión y mercado, resulta
totalmente viable y legítimo que se pueda controlar la existencia de una razonable producción de precedentes, de conocer la calidad argumentativa de
las ejecutorias, de detectar la contradicción que se advierta de la existencia de líneas jurisprudenciales contradictorias para casos similares, la
posibilidad de elegir las mejores razones, las más justas, las más sabias para el elegir el precedente correcto. En el CPI 2021, publicado en enero
último, se clasificó a 180 países y territorios, con una escala de 0 (muy corrupto) a 100 (libre de corrupción), En cuanto a la región de América Los
países de la región que destacan por su alta puntuación son Canadá (74), Uruguay (73), Chile (67) y EE. UU. (67), y aquellos con menor puntuación
son Venezuela (14), Haití (20) y Nicaragua (22) Por su parte, el Perú se ubicó en el puesto 105, con lo que retrocedió 11 posiciones respecto de 2020, y
se le otorgó un puntaje de 36.
5. El primer pleno casatorio se llevó a cabo después 14 años de que fue dispuesto en el Código Procesal Civil, lo que demuestra ya una peculiaridad
inédita en cuanto al uso de instituciones procesales normadas y se consideró su convocatoria, por advertirse la existencia de líneas jurisprudenciales
contradictorias emitidas tanto por la Sala Civil Permanente y la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema en casos similares. No obstante dicha
inactividad, el resultado de este primer Pleno Casatorio resultó ser muy controvertido y resistido para muchos autores, puesto que se consideraba que
la posición final debía ser la que adoptó la posición en minoría, ya que en este caso, conforme a lo señalado en el primer pleno casatorio: “…la Sala
Civil Permanente, por mayoría, consideró que, aplicando sistemáticamente el artículo 446ª inciso 10 y el artículo 453 del Código Procesal Civil, no
existiría impedimento para considerar que una transacción extrajudicial se la pueda invocar como excepción, en razón de que a dicha transacción, por
mandato legal, se le ha acuñado un valor de cosa juzgada y por su parte la Sala Civil Transitoria precisa que la transacción es un modo de extinción de
obligaciones y por cuya razón debe ser invocada como defensa de fondo, ya que no cumple con los requisitos contemplados en el Art. 453 del Código
Procesal Civil para ser considerada como una excepción…”. Es decir, ambas Salas señalan que si resultaría aplicable lo dispuesto en el Art. 446 inc. 10
y Art. 453 del CPC, pero llegan a interpretaciones distintas y excluyentes, a pesar de la poca posibilidad de encontrar alguna dificultad en su aplicación,
ya que una de dichas Salas considera que dichas normas legales no prohíben de manera explícita la configuración de la excepción de transacción
extrajudicial, la misma que se tipificaría a través de una labor de sistematización, en cambio la otra posición indica que la transacción extrajudicial es
sólo una de las formas en que se puede extinguir obligaciones y por lo tanto se trataría de un argumento de fondo, y si en todo caso se le acepta como
excepción, se tendría que admitir que debería existir una excepción para cada una de las formas de extinción de obligaciones.
Conclusiones

6. Al margen de los aspectos ya analizados, lo que se advertiría es que, al parecer, de la primera lectura de la forma como se
gestó la referida controversia argumentativa, es que el tema planteado por las referidas Salas Civiles de la Corte Suprema, se
trataría de una cuestión que ya se encuentra colmada normativamente; en ese contexto, conforme lo señala el texto del Primer
Pleno Casatorio, “….de lo que ya está regulado, se desprende que, conforme lo estipula el artículo 446 inc. 10 del Código
Procesal Civil, solo sería posible proponer la excepción de conclusión del proceso por transacción cuando, conforme a lo
señalado en el Art. 453 inc. 4 del CPC, cuando se inicia un proceso judicial idéntico a otro en que las partes lo culminaron por
transacción. Si bien es cierto que, conforme a lo previsto en el artículo 1302 del Código Civil la transacción extrajudicial puede
decidir un asunto litigioso evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que está iniciado, inclusive a este acto o
contrato se le acuña que tiene valor de cosa juzgada, sin embargo, el numeral 453.4 del CPC, solo reserva el ejercicio de una
excepción en los casos en que se inicie un proceso idéntico a otro concluido y con ello excluye a toda forma de transacción que
se haya celebrado fuera de un proceso judicial. Esto no implica que la transacción extrajudicial no tenga ningún efecto extintivo,
puesto que sí lo tiene, y resulta oponible a la demanda incoada que contenga una pretensión similar, lo que se tomará en cuenta
al momento de resolver el fondo del asunto…..”.
7. Entonces ¿Por qué razón la instancia suprema consideró, en este aspecto, que era necesario promover el mecanismo
diseñado en el Art. 400 del Código Procesal Civil tras tantos años de no haberla utilizado? ¿realmente se trataba de un tema más
relevante que los vistos en los años precedentes en la que no se recurrió al uso de dicho mecanismo? ¿Estamos realmente ante
un caso tan complejo que requería hacer uso de dicho mecanismo? ¿Sería diferente la conclusión a la que arribó la Corte
Suprema si las partes litigantes fueran otras? Al margen de estas interrogantes, que en alguna forma buscan hurgar sobre la
motivación del órgano jurisdiccional de la utilización del citado mecanismo, lo importante es que se inició el uso del mismo,
aunque algunos autores consideren que del primer pleno casatorio no se puedan extraer premisas importantes para el desarrollo
de algunas instituciones.
Conclusiones

8. En cuanto al segundo pleno casatorio se convoca por cuanto se consideraba que dos poseedores no podían solicitar a la vez la declaración de propiedad
por prescripción, pues ésta debe ser exclusiva y con el carácter de excluyente. Ante tal panorama, resultaba necesario establecer pautas para una
interpretación vinculante en el que debían desarrollarse conceptos, tales como la coposesión, el derecho de habitación y la usucapión a fin de determinar si
dos co poseedores pueden demandar la prescripción adquisitiva de dominio respecto de un mismo bien. Aun cuando el recurso de casación fue declarado
infundado, se acuerda establecer, como doctrina jurisprudencial vinculante, que nada impide que dos o más coposeedores homogéneos puedan usucapir,
puesto que el resultado de ser favorable a los pretensores daría lugar a una copropiedad. la que se concluye que una coposesión puede concluir en una
copropiedad. En esta conclusión es importante citar lo que señala el Dr. Lama More “……..No hay coposesión cuando cada uno posee una parte físicamente
determinada de un bien divisible, pues la coposesión en nuestro ordenamiento supone poseer un bien en forma conjunta, por ello hace bien la Corte Suprema
cuando hace la diferencia y señala en el fundamento 28 de la sentencia que …..no existiendo coposesión si el objeto aparece dividido en partes determinadas
materialmente y atribuidas a cada sujeto, porque entonces cada parte asume el significado de objeto de una posesión independiente…..”. Este mismo autor
agrega que “….la norma civil no distingue si los derechos posesorios de cada uno de los que concurren en la posesión de un mismo bien reflejen los mismos o
diferentes derechos, en ambos supuestos estaremos frente a una coposesión. En todo caso, podría decirse que cuando se trata de coposeedores con
derechos posesorios homogéneos, estaremos frente a una coposesión propia y cuando los derechos de posesión de los coposeedores sean de naturaleza
distinta, por ejemplo, unos poseen como dueños y otros a título distinto, estaremos frente a una coposesión impropia. En el primer caso, los coposeedores
pueden usucapir el bien que poseen, mientras que en la coposesión impropia no sería posible la usucapión a favor de los coposeedores……”.
9. En el tercer Pleno Casatorio Civil se analiza la indemnización dispuesta por el ordenamiento para los casos de divorcio por la causal de separación de
hecho, invocado incluso por el cónyuge culpable. Para algunos autores, y este Pleno lo parafrasea señala que “…..la indemnización que regula el art. 345-A del
Código Civil no constituye un supuesto de responsabilidad contractual o extracontractual, que no tiene naturaleza resarcitoria, que es una obligación legal
basada en la solidaridad personal, y que se determina por la existencia de daño a la persona y daño moral, y nos indica los elementos y parámetros que debe
tener ésta, y nos dicen ahora que la indemnización no existe como tal, es decir que el nomen juris es incorrecto, que debe llamarse efecto resarcitorio, además
se nos comenta que la antijuridicidad no existe en estos casos, y que inclusive el daño al proyecto de vida es irrelevante jurídicamente….”. Un aspecto
importante de la implementación de la causal de divorcio que se analiza en el Tercer Pleno Casatorio es lo referido al otorgamiento de la indemnización, en la
que resulta necesario determinar desde cuándo, o mejor dicho desde que época o etapa de la vida conyugal se debe tomar en cuenta las circunstancias
pertinentes para calificar y determinar la denominada categoría de “el cónyuge más perjudicado”, a veces se dice que es a partir desde que se dicta la
sentencia que ampara la causal de separación de hecho aún sea el cónyuge culpable que lo haya promovido, o desde que se interpone la demanda o puede
ser desde que se produjo la separación de hecho
Conclusiones

9 Al respecto este Pleno concluye en sus siguientes fundamentos en su “…….fundamento 50, el cónyuge más perjudicado será considerado a quien no ha dado
motivos para la separación y que como consecuencia de ello ha originado una situación de menoscabo material del cónyuge inocente…..” y conforme al
“…..fundamento 52 puede darse cuando uno de los cónyuges se aleja para evitar seguir siendo maltratado…..”, el tema parecería fluido pero el fundamento 54
señala que “……..la finalidad de la indemnización no es resarcir daños, sino corregir o equilibrar desigualdades económicas resultantes de la ruptura…..” y se
corrobora con el fundamento 55 que señala que “….la finalidad de la indemnización no es cubrir necesidades de subsistencia sino restablecer el mayor perjuicio
sufrido por el cónyuge…”, pero el fundamento 58 agrega “……el daño personal sufrido por este cónyuge perjudicado……” y el fundamento 59 del pleno señala que
“……para establecer la indemnización no es necesario establecer factor de atribución alguno, ni conducta antijurídica, solo que concurra el nexo causal entre el
menoscabo económico con la separación…..”, empero en el fundamento 61 se menciona que “……en el juicio de fundabilidad se puede tener en cuenta algunos
aspectos de la culpa o dolo para determinar la magnitud del perjuicio y graduar el monto de la indemnización……”, que se corrobora con la parte final del punto 62
que señala “……..que se puede alegar y probar la culpa en el apartamiento de uno de los cónyuges a fin de obtener una mejor indemnización…..” y en el
fundamento 63 se precisa que “…….se debe tener en cuenta los perjuicios de la separación de hecho producida desde antes de la demanda que se distinguen de los
perjuicios que se produzcan desde que se dicta la sentencia por esta causal….”. En el fundamento 65 se ha señalado que “…….si la separación se ha producido por
culpa exclusiva del cónyuge que sufre el mayor perjuicio no tendría interés de obrar para solicitar indemnización…..”. y el pleno refiriéndose al caso específico indica
en el argumento 93 que “……el juez fijó la indemnización solo por el daño moral y la Sala superior consideró a la demandada como cónyuge inocente y
perjudicada….” y en el fundamento 96 refiriéndose al caso que motiva el Pleno “……se retrotrae hasta el estado en que la demandada asistía económicamente al
demandante, le pagó sus estudios, a fin de que sea profesional y ello genere un mejor futuro a la familia, lo que no fue compensado y además que el demandante
maltrató muchas veces a la demandada que produce daño moral y daño a la persona…..” y en el fundamento 97 se menciona que “…….la culpabilidad del cónyuge
no es requisito del divorcio remedio, pero puede ser tomado en cuenta para la determinación del monto indemnizatorio, pero también la instancia suprema formula
observaciones al accionar de la Sala Superior por que señala que no se expone las razones puntuales de haber existido desequilibrio económico, que se debió
relacionar la situación material de un cónyuge con respecto del otro y comparar con la situación que tenía el cónyuge más perjudicado durante el matrimonio y que el
concepto de frustración del proyecto de vida matrimonial es discutible, y no se precisa las probabilidades de realización de la persona que quedan truncas respecto
de ello……..” En síntesis se debe entender que en esta clase de procesos el cónyuge culpable puede demandar, pero en cuanto a la indemnización la situación de la
invocación de hechos y su probanza se puede retrotraer hasta la etapa en que ocurrieron los hechos del maltrato moral, del maltrato físico, del aprovechamiento de
un cónyuge del otro, del hecho de no haber aportado para la mantención de los hijos hasta el punto de ser demandado por ello, y ello debe constituir el nexo causal
del menoscabo material y moral que se configura a partir de la separación de hecho que realiza el cónyuge culpable y a la vez al menoscabo material y moral que se
produce cuando se inicia la demanda por la causal en cuestión y cuando se dicta la sentencia constitutiva que declara el divorcio y que todos los perjuicios que
puedan demostrar tienen incidencia en el monto de la indemnización.
10. En el fallo del tercer pleno casatorio civil se determina los siguientes precedentes “……. 1. En los procesos de familia, como en los de alimentos,
divorcio, filiación, violencia familiar, entre otros, el juez tiene facultades tuitivas y, en consecuencia, se debe flexibilizar algunos principios y normas
procesales como los de iniciativa de parte, congruencia, formalidad, eventualidad, preclusión, acumulación de pretensiones, en atención a la naturaleza
de los conflictos que debe solucionar 2. En los procesos sobre divorcio -y de separación de cuerpos- por la causal de separación de hecho, el juez tiene
el deber de velar por la estabilidad económica del cónyuge que resulte más perjudicado por la separación de hecho, así como la de sus hijos, de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 345-A del Código Civil. En consecuencia, a pedido de parte o de oficio señalará una indemnización por
daños, el que incluye el daño a la persona, u ordenará la adjudicación preferente de bienes de la sociedad conyugal, independientemente de la pensión
de alimentos que pudiera corresponderle. El daño moral es indemnizable y se halla comprendido en el daño a la persona. 3. Respecto a la
indemnización por daños o a la adjudicación preferente de bienes de la sociedad. 3.1. A pedido de parte, podrá formularse tal pretensión en los actos
postulatorios, ya sea en la demanda como pretensión accesoria o en la reconvención, según sea el caso, salvo renuncia expresa del interesado. El
pedido también es procedente después de los actos postulatorios. 3.2 De oficio, el juez de primera instancia se pronunciará sobre estos puntos,
siempre que la parte interesada haya alegado o expresado de alguna forma hechos concretos referidos a los perjuicios resultantes de la separación de
hecho o del divorcio en sí. En estas hipótesis, el juez concederá a la otra parte la oportunidad razonable de pronunciarse sobre aquellos hechos y de
ofrecer la prueba pertinente. Si ya se llevó a cabo la audiencia de pruebas, los medios probatorios que se ofrezcan serán de actuación inmediata. 3.3.
En el estado correspondiente del proceso, y de ser el caso, el juez debe fijar como parte de los puntos controvertidos los extremos ya mencionados.
3.4. En todo caso el juez se pronunciará sobre la existencia de la condición de cónyuge más perjudicado de una de las partes según se haya formulado
-y probado- la pretensión o la alegación respectiva, o sobre la inexistencia de aquella condición, si no existiera elementos de convicción necesarios
para ello. 3.5 En el trámite señalado, se garantizará el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva y el debido proceso, particularmente el derecho de
defensa de las partes, el principio de contradicción y el derecho a la instancia plural. 4. Para una decisión de oficio o a instancia de parte sobre la
indemnización o adjudicación de bienes, del proceso debe verificarse y establecerse las pruebas, presunciones e indicios que acrediten la condición del
cónyuge más perjudicado a consecuencia de la separación de hecho o del divorcio en sí. El juez apreciará en el caso concreto, si se ha establecido
algunas de las siguientes circunstancias: a) el grado de afectación emocional o psicológica b) la tenencia y custodia de hecho de sus hijos menores de
edad y la dedicación al hogar c) si dicho cónyuge tuvo que demandar alimentos para él y sus hijos menores de edad, ante el incumplimiento del
cónyuge obligado d) si ha quedado en una manifiesta situación económica desventajosa y perjudicial con relación al otro cónyuge y a la situación que
tenía durante el matrimonio, entre otras circunstancias relevantes. 5. El Juez Superior integrará la resolución impugnada de primera instancia cuando se
haya omitido pronunciamiento expreso sobre la existencia o inexistencia del cónyuge más perjudicado, 6. La indemnización o la adjudicación de bienes
tiene la naturaleza de una obligación legal, cuya finalidad es corregir un evidente desequilibrio económico e indemnizar el daño a la persona, resultante
de la separación de hecho o del divorcio en sí; su fundamento no es la responsabilidad civil contractual o extracontractual sino la equidad y la
solidaridad familiar……”. Estos precedentes revelan que se autoriza al órgano jurisdiccional a que su actividad calificadora, en casos específicos, no se
parametra a los principios de congruencia procesal, de promover pretensiones solamente a instancia de parte y a la preclusión de etapas procesales
Conclusiones

11. En el cuarto pleno casatorio que trata sobre los casos de desalojo por ocupación precaria, se ha señalado que los cuestionamientos que invoque la parte demandada que
implique que sean revisados en otros procesos judiciales, no detendrá el proceso ni dará lugar a que se emita una sentencia inhibitoria, por ello se fija como precedentes vinculantes
los supuestos de posesión precaria, que están definidos en el fundamento 63 del Pleno que señala “….I) En los casos de resolución extrajudicial de un contrato, conforme a lo
dispuesto por los artículos 1429 y 1430 del Código Civil. En estos, se da el supuesto de posesión precaria por haber fenecido el título que habilitaba al demandado, para seguir
poseyendo el inmueble. Para esto, bastará que el juez que conoce del proceso de desalojo, verifique el cumplimiento de la formalidad de resolución prevista por la ley o el contrato,
sin decidir la validez de las condiciones por las que se dio esa resolución. II) También constituirá un caso de título de posesión fenecido, cuando se presente el supuesto previsto por
el artículo 1704 del Código Civil, puesto que con el requerimiento de la conclusión del contrato y devolución del inmueble se pone de manifiesto la voluntad del arrendador de poner
fin al contrato. Dicha comunicación debe ser indubitable, de lo contrario, dará lugar a que la demanda de desalojo por ocupación precaria se declare infundada. Por el contrario, no
constituirá un caso de título fenecido el supuesto contemplado por el artículo 1700 del Código Civil. III) Si en el trámite de un proceso de desalojo, el juez de la causa, del análisis de
los hechos y de la valoración de los medios probatorios aportados por las partes, advierte la invalidez absoluta y evidente del título posesorio, conforme lo prevé el artículo 220 del
Código Civil, solo analizará dicha situación en la parte considerativa de la sentencia, al exponer las razones que justifican su decisión y declarará fundada o infundada la demanda
de desalojo por ocupación precaria, dependiendo de cuál de los títulos presentados por las partes para sustentar su derecho a ejercer la posesión inmediata es el que adolece de
nulidad manifiesta IV) La enajenación de un bien arrendado, cuyo contrato no estuviera inscrito en los registros púbicos, convierte en precario al arrendatario, respecto del nuevo
dueño, salvo que el adquiriente se hubiere comprometido a respetarlo, conforme a lo dispuesto por el artículo 1708 del Código Civil En este caso para que proceda la demanda de
desalojo por precario, se deberá exigir que el demandante haya requerido, en forma previa a la demandada, mediante documento de fecha cierta la devolución del inmueble v) En
los casos en los que el demandado afirme haber realizado edificaciones o modificaciones sobre el predio materia de desalojo – sea de buena o mala fe- no justifica que se declare la
improcedencia de la demanda, bajo el sustento de que previamente deben ser discutidos dichos argumentos en otro proceso. VI) La mera alegación del demandado, en el sentido
de haber adquirido el bien por usucapión, no basta para destruir la pretensión de desalojo y declarar la improcedencia de la demanda, correspondiendo al juez del desalojo valorar
las pruebas en la cuales sustenta el demandado su derecho invocado, sin que ello implique que está facultado para decidir sobre la usucapión; por lo tanto, se limitará a establecer
si, de la valoración de las pruebas surge en él la convicción de, si corresponde o no, declarar el derecho de poseer a favor del demandante o del demandado. Este hecho de
declararse fundada la demanda de desalojo por precario, en nada afecta lo que se vaya a decidir en el otro proceso donde se verifique la pretensión de usucapión; de ampararse,
mediante resolución definitiva la demanda de Prescripción adquisitiva, el usucapiente tendrá expedito su derecho para solicitar la inejecución del mandato de desalojo o en todo
caso para solicitar la devolución del inmueble…..”. Con relación al precedente 1, se debe considerar que un caso de resolución extrajudicial del título posesorio sería la falta de pago
en un contrato de arriendos, es decir que se puede convertir un arrendatario en un ocupante precario. Para el caso del precedente 2, que es específico para el contrato de
arrendamiento se precisa que la conclusión de dicho contrato, a pesar de que la ley señala su continuidad es posible convertir a dicho arrendatario en precario, con un
requerimiento notarial. Para el caso del precedente 3, respecto de la atribución de aplicar la nulidad de oficio del título posesorio, se precisaba que solo se analizara dicha situación
en la parte considerativa pero solamente se pronunciaba respecto de la pretensión de desalojo, pero este precedente fue variado por el Pleno Casatorio noveno que si autoriza al
juez a declarar la nulidad en el extremo del fallo. Para el precedente 4 la venta del bien arrendado, se posibilita convertir al arrendatario en ocupante precario, con un requerimiento
notarial. Para los casos de los precedentes 5 y 6 cuando se realice edificaciones en el bien poseído o se alegue haberlo adquirido por usucapio, dichas situaciones no impiden al
juez resolver sobre el fondo de la pretensión de desalojo por ocupación precaria, dejando a salvo el derecho del poseedor que haga valer dichas situaciones en otro proceso.
11. Para el precedente 4 la venta del bien arrendado, se posibilita convertir al arrendatario en ocupante precario, con un requerimiento notarial. Para los
casos de los precedentes 5 y 6 cuando se realice edificaciones en el bien poseído o se alegue haberlo adquirido por usucapio, dichas situaciones no
impiden al juez resolver sobre el fondo de la pretensión de desalojo por ocupación precaria, dejando a salvo el derecho del poseedor que haga valer
dichas situaciones en otro proceso.
12. El Cuarto Pleno Casatorio en el considerando 50, describe algunas de las razones, que han sido invocadas para el inicio del presente trabajo nos
señala que “…..Nos encontramos ante una legislación no muy precisa, a cuya interpretación no contribuye con mucha precisión la doctrina
anteriormente expuesta, al otorgarle un concepto variado, impreciso y, en no muy pocas oportunidades, contradictorio, deviniendo en insuficiente para
cubrir todos los supuestos planteados por las partes generando una jurisprudencia igualmente imprecisa. Esta situación genera inseguridad jurídica en
nuestra sociedad, debilidad que es aprovechada por quienes, sin justificación jurídica vienen disfrutando de la posesión de un gran número de predios,
provocando un preocupante problema social (con implicancias económicas) que devienen en conflictos, cuya necesaria solución definitiva, por la
jurisdicción civil, generan un alto costo tanto a nuestra sociedad como al Estado, los cuales deben destinar un alto porcentaje de su presupuesto para
atender la solución de dichos conflictos, los que, por experiencia jurisdiccional, se puede afirmar que integra un preocupante y elevado porcentaje, entre
los conflictos que se tramitan en el Poder Judicial; recargando aún más la actividad de los jueces, efecto que se incrementó, debido a que las
indecisiones anteriormente expuestas, generan inseguridad, trasladando falta de predictibilidad en las decisiones judiciales, debilidades de las cuales
buscan aprovecharse, como ya se ha dicho, personas inescrupulosas, pretendiendo ostentar la posesión de un inmueble, por un tiempo prolongado, sin
sustento jurídico alguno. Ello se agrava más, cuando observamos que hay una alta incidencia de procesos cuyas pretensiones se declaran
improcedentes, bajo la concepción de que en el desalojo por ocupación precaria, basta que se presente cualquier aspecto vinculado a la propiedad o
cualquier circunstancia que se alegue no puede ser controvertida y decidida en el proceso sumario de desalojo, para que la jurisdicción la acoja como
razón para rechazar la demanda, considerando que previamente tal situación debe ser discutida en un proceso de trámite más lato, lo cual, desde
luego viene afectando el derecho a una tutela jurisdiccional efectiva, porque con una sentencia que declara improcedente la demanda, mal puede
considerarse que está propendiéndose a la protección del derecho sustantivo afectado y menos que se esté dando solución al conflicto…..”. Es este
análisis que anima el inicio del presente trabajo, de que se advierta que el hecho de no contar con una justicia predecible, es decir que la circunstancia
de no contar con seguridad jurídica, afecta a la sociedad en ámbitos extra jurisdiccionales, en especial en el aspecto económico, en el aspecto
competitivo, en el aspecto de credibilidad en el contexto de inversiones, en un país que no tendría reglas claras, puesto que para un mismo caso se
tiene jurisprudencia abiertamente contradictorio
Conclusiones

13. En el quinto pleno casatorio trata de la interposición de demandas de nulidad de actos jurídicos de acuerdos asociativos, que se interponen después de vencido el plazo regulado
taxativamente en el artículo 92 del Código Civil, lo cual ha producido disímiles pronunciamientos. En el fundamento 198 del pleno se señala que “……..Esta situación es consecuencia
de la negligencia del legitimado ordinario en el ejercicio y defensa de sus derechos en la asociación, máxime si se tiene en cuenta que así como el asociado tiene derechos, también
tiene el deber de diligencia en el ejercicio de los mecanismos que le ha premunido la normativa vigente….” En el fundamento 245 del Pleno se indica que “…..Nos encontramos frente a
una norma particular frente a otra que es general, y ello se puede apreciar, desde que la regulación de las causales de ineficacia del acto jurídico se encuentran en el artículo 219 y 221
del Código Civil, del título IX, referida a la nulidad del acto jurídico, del libro II, que trata del acto jurídico. En ese sentido, nos encontramos frente a una disposición normativa que
establece una regulación general para los vicios estructurales de los negocios jurídicos y por consiguiente, es de aplicación a todos los libros del Código Civil, Resultando una norma de
aplicación particular y por tanto especial, el artículo 92 de la norma anotada , toda vez que ésta se encuentra ubicada en el título II, referido a la asociación, de la sección segunda, que
trata de las personas jurídicas del libro I, referido al derecho de las personas en el supuesto de impugnación de acuerdos de asociación. En atención a los métodos sistemático por
ubicación y teleológico se puede aplicar correctamente el principio de especialidad de la norma, que en nuestro caso es el artículo 92 del Código Civil, de observancia por tanto a todos
los supuestos de hecho similares que son objeto de proceso como el incoado en autos, toda vez que la pretensión de impugnación de acuerdos de asociación, regulada en la norma
antes precisada es de aplicación preferente a las normas generales de ineficacia del negocio jurídico reguladas en el libro II del Código Civil u otras normas que regulan la ineficacia
negocial. El asociado únicamente puede impugnar los acuerdos de la asociación de conformidad con el artículo 92 del Código Civil y no indistintamente en base a los supuestos de
ineficacia estructural estatuidos en el libro II del Código Civil u otras normas……”. En el fundamento 281 del Pleno se analiza el tema de la inexistencia del acto y se ha señalado que
“……en cuanto a que nunca han existido las asambleas materia del presente proceso, razón por la cual no pueden establecerse plazos de caducidad, corresponde señalar en primer
término que la inexistencia en nuestro ordenamiento jurídico no se encuentra regulada toda vez que el Código Civil solamente reconoce dos modalidades de invalidez o ineficacia
estructural, la nulidad y anulabilidad y en modo alguno se refiere a la inexistencia como categoría principal o accesoria de ineficacia. Ello es así por cuanto la inexistencia es una
categoría de ineficacia que solo se acepta en los sistemas que no aceptan la nulidad virtual, como es el caso del ordenamiento peruano….” Resulta evidente que este Pleno solamente
se ha puesto en el contexto de una asamblea debidamente convocada en la que se arriba o se adopta acuerdos, empero dicho acuerdo es cuestionado por un sin número de motivos,
especialmente referido a los temas cuando se violan normas estatutarias, por ejemplo cuando se haya arribado acuerdos contrarios a los fines del pacto social o cuando se expulsen
asociados y no estén de acuerdo con dicho acuerdo o cuando no se ha cumplido con algún requisito de convocatoria, o con algún requisito del quórum correspondiente, pero no se
podría aplicar el indicado plazo en los casos en que no haya existido u ocurrido alguna presunta asamblea, en la que se ha fraguado actas de algo que nunca existió
14. El Sexto pleno casatorio analizó el tema de las liquidaciones de saldo deudor que manejaban las entidades financieras tenía que ser evaluado, puesto que algunos
órganos jurisdiccionales incurrían en un servilismo inaceptable, como estaba sucediendo en este caso. Este Pleno fijó como establece como precedentes: I) Para la
procedencia de ejecución de garantías reales en caso de personas ajenas al sistema financiero, se debe acompañar documento constitutivo de la garantía real con las
formalidades y requisitos de validez establecidos en los artículos 1098 y 1099 del Código Civil, tratándose de una garantía real constituida expresamente para asegurar una
obligación determinada no será exigible ningún otro documento, y tratándose de una garantía real constituida para asegurar una obligación determinable, existente o futura,
se debe adjuntar un documento reconocido por ley como título ejecutivo u otro documento idóneo que acredite la existencia de la obligación II) Estado de cuenta de saldo
deudor, suscrito por el acreedor, detallando cronológicamente los pagos a cuenta, si hubiere, desde el nacimiento de la obligación hasta la fecha de la liquidación del saldo
deudor, así como el monto de los intereses pactados sin contravenir la norma imperativa o intereses legales, si fuere el caso.
Conclusiones

14. Como precedente segundo: Para la procedencia de la ejecución de garantías a favor de empresas que integran el sistema financiero, la demanda de ejecución deberá
acompañar I) Documento constitutivo de la garantía real, tratándose de una garantía real constituida expresamente para asegurar una obligación determinada no será exigible
ningún otro documento. Tratándose de una garantía real constituida para asegurar una obligación existente, determinable o futura, tratándose de cuenta corriente, la letra de cambio
a la vista protestada y tratándose de operaciones materializadas en títulos valores, en particular letras de cambio y pagarés, el respectivo título valor protestado, salvo que contenga
la cláusula -sin protesto- u otra equivalente en el acto de su emisión o aceptación. Tratándose de operaciones distintas a las indicadas, documento que contenga la liquidación de
saldo deudor conforme a lo establecido en el artículo 132 inciso 7 de la ley 26702, suscrito por apoderado de la entidad financiera con facultades para liquidación de operaciones
detallando cronológicamente los cargos y abonos desde el nacimiento de la relación obligatoria hasta la fecha de la liquidación del saldo deudor, con expresa indicación del tipo de
operación así como la tasa y tipos de intereses aplicados para obtener el saldo deudor. Precedente tercero: El juez de la demanda, a efectos de determinar la procedencia de la
ejecución de garantías, debe examinar, evaluar, enjuiciar y dar cuenta expresamente en la motivación de su resolución si en el caso se cumplen los requisitos establecidos en los
precedentes primero y segundo y que el saldo deudor realizado por la parte ejecutante comprende abonos y cargos o pagos a cuenta si los hubiere, atendiendo que el pacto de
capitalización de intereses solo es lícito en los supuestos indicados en los artículos 1249 y 1250 del Código Civil, esto es cuando se trate de cuentas bancarias, mercantiles y
similares o cuando se celebre por escrito un pacto después de contraída la obligación, siempre que medie no menos de un año de atraso en el pago de los intereses. Precedente
cuarto: El juez de considerar que el estado de cuenta de saldo deudor presenta evidentes omisiones de los requisitos y formalidades ya precisadas o tiene notorias inconsistencias
contables debe declarar inadmisible la demanda a efectos de que el ejecutante presente nuevo estado de cuenta de saldo deudor conforme a sus observaciones. Precedente
quinto: El juez ejecutor, una vez determinada la procedencia de la ejecución, debe emitir el mandato de ejecución, disponiendo el pago íntegro de la suma liquidada en el plazo
indicado en el artículo 721 del CPC, bajo apercibimiento de proceder al remate judicial del bien dado en garantía, incluso si aquella suma excede del monto del gravamen
establecido en el acto de constitución de la garantía. Precedente sexto: El pago dispuesto en el mandato ejecutivo debe ser por suma líquida, no pudiendo emitirse mandato
ejecutivo disponiendo el pago de suma dineraria en parte líquida y en parte ilíquida a liquidarse tras el remate judicial o el pedido de adjudicación en pago del ejecutante conforme al
artículo 746 del Código Procesal Civil, salvo en lo atinente a los intereses. Precedente séptimo: El acreedor tan solo podrá ejecutar la hipoteca por el monto de esa garantía, es
decir, que su concesión está limitada al bien o bienes que se especifican al constituir la garantía y que también está limitada a la suma que expresa y claramente se determina en el
correspondiente documento constitutivo de la hipoteca. En los supuestos en que la suma dispuesta en el mandato ejecutivo exceda el monto del gravamen de la garantía real, la
parte ejecutante a fin de asegurar la posibilidad de ejecución debe proceder conforme a lo establecido en el artículo 724 del Código Procesal Civil (por el saldo deudor tras la
realización del remate del bien o, en su caso, la adjudicación en pago al ejecutante)…..”. Los procesos de ejecución se estaban convirtiendo en un procedimiento mecanizado, en la
que no era posible invocar, prácticamente ninguna contradicción, no había ningún ánimo de analizar la coherencia, la veracidad, la consistencia, la razonabilidad, la objetividad de
las liquidaciones de saldos deudores que incluían capitalizaciones de intereses no pactados, así como la aplicación de cualquier método que propicie el incremento exponencial de
cualquier deuda, en este caso de un proceso de ejecución de garantías reales. Si bien es cierto que la situación de observar el monto del saldo deudor, no está expresamente
contemplado en el artículo 722 del Código Procesal Civil, como un mecanismo de contradicción a la ejecución, y que, además, existe jurisprudencia que señalaría que, mediante el
pedido de la inexigibilidad de la obligación, no se podría formular observación alguna a la liquidación del saldo deudor recaudado por la parte ejecutante, ya que este se refería a
otros aspectos. En todo caso este pleno, pondría coto a estos multifacéticos pronunciamientos de diversos órganos jurisdiccionales, respecto de los aspectos que se pueden valorar
a través del filtro de la inexigibilidad de la obligación.
Conclusiones

15. En el séptimo pleno casatorio en la que se analiza sobre la priorización entre un embargo inscrito frente al derecho real de propiedad que se sustenta en un
contrato no inscrito, se llega a la conclusión que este último es prioritario, si es que se demuestra con documentación de fecha cierta, de que la compra venta de
un inmueble se produjo antes de la inscripción de una medida de embargo en forma de inscripción sobre el inmueble por una deuda contraída por el vendedor del
inmueble frente a un tercero, ya que dicho inmueble dejó de formar parte de la esfera patrimonial del vendedor. Empero, conforme se ha planteado en el voto
singular, así como la abundante jurisprudencia que desarrollaban líneas jurisprudenciales contradictorias, citadas en este pleno, la casuística en estos casos es
muy amplia. Así, por ejemplo, que pasa con aquellos casos que solamente tienen un contrato privado de compra venta de inmueble realmente celebrado entre las
partes, pero que no han realizado ningún otro acto que corrobore la veracidad de la fecha de la celebración de dicho contrato puesto que sí existen casos de
compra venta reales de inmuebles, cuya transferencia no se ha llegado a inscribir en los Registros Públicos, por múltiples razones, desidia, exceso de confianza,
negligencia, etc. En dichos casos, se tendría que aceptar la premisa de que se tendría que aplicar el principio de prioridad de inscripción en el tiempo por parte del
embargo, por más que exista una norma como el 949 del Código Civil que señala que la sola obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor
propietario de él. El análisis de este Pleno se centró en determinar que los alcances de lo dispuesto en el artículo 2022 del Código Civil en este caso que señala
lo siguiente “...Para oponer derechos reales sobre inmuebles a quienes también tienen derechos reales sobre los mismos, es preciso que el derecho que se opone
esté inscrito con anterioridad al de aquél a quien se opone. Si se trata de derechos de diferente naturaleza se aplican las disposiciones del derecho común…”. En
ese sentido este Pleno señala que “…..el término derecho común puede ser entendido apropiadamente acudiendo a otras normas, pero no para aplicar la
integración jurídica, sino la interpretación sistemática, cosa sustancialmente diferente. Así, se tiene que resaltar, que cada vez que el legislador civil regula
conflictos de derecho, y decide dirimir el conflicto en base a criterios registrales, lo hace explícitamente, sin medias tintas…. Si de privilegiar el registro se trata, el
Código Civil lo hace de forma expresa y clara, sin fórmulas vagas o un tanto imprecisas. Así se tienen los ya mentados artículos 1135, 1136, 1584, 1708 y 2023 del
Código Civil, donde la política legislativa en favor del registro como medio para dirimir conflictos de derechos es patente o manifiesta. En un contexto como ese, es
evidente que la segunda parte del artículo 2022 del Código Civil desentona por completo. Si en otros casos, el legislador civil, sin dudar, establece la primacía del
registro, ciertamente en este caso expresa haber tomado una posición diferente. La frase derecho común, consecuentemente, sí posee un sentido, el cual, en
virtud de una interpretación sistemática, revela sin lugar a duda razonable, que el legislador civil ha optado por no aplicar el criterio registral en la solución al
conflicto de derechos previsto en la segunda parte del artículo 2022 del Código Civil. En ese sentido tenemos como norma aplicable al caso el artículo 949 del
Código Civil, el cual regula el sistema de transmisión de la propiedad inmueble precisando que la sola obligación de enajenar un inmueble, hace al acreedor
propietario de él…” y por consiguiente se constituye como precedente vinculante, que: En los procesos de tercería de propiedad que involucren bienes inscritos,
debe considerarse, de conformidad con lo dispuesto en la segunda parte del artículo 2022 del Código Civil en concordancia con los artículos 949 y 1219 inciso 1°
del Código Civil, que el derecho de propiedad del tercerista es oponible al derecho del acreedor embargante, siempre que dicho derecho real quede acreditado
mediante documento de fecha cierta más antigua que la inscripción del embargo respectivo…….”
Conclusiones

16. En el octavo pleno casatorio que analizó el tema de la venta de un bien que pertenece a una sociedad de gananciales en la
que solamente interviene uno de los cónyuges se ha adoptado una posición jurisprudencial, frente a líneas jurisprudenciales
incompatibles, respecto a cuál sería la correcta calificación o configuración en el caso. Se ha señalado las razones por las cuáles
no podría ser considerado un caso de nulidad ni de anulabilidad, sino de ineficacia, inclusive se ha llegado a concluir que: “El
negocio jurídico celebrado por uno de los esposos, en el caso del artículo 315, posee los elementos constitutivos indispensables
de validez debido a que ambas partes contratantes han manifestado su libre voluntad de celebrar el negocio jurídico, son sujetos
con capacidad, existe tanto un objeto jurídicamente posible con un fin lícito ya que se pretende transferir la propiedad de un bien
social sobre el cual quien realiza el acto también posee derechos de disponerlo como miembro integrante de la sociedad
matrimonial”, es decir que se ha ponderado que lo más importante que hay que proteger es la manifestación de voluntad de las
partes, en razón de que se ha superado los filtros de la existencia y validez del acto y para ello se ha concluido que además de
que existe unas manifestaciones de libre voluntad para celebrar el negocio y las partes cuentan con capacidad, se considera que
existe un objeto jurídicamente posible con un fin lícito y es en esta última parte en donde debe ponerse atención, por cuanto se
debe considerar que resulta necesario un mayor análisis, un mayor desarrollo del acotado filtro.
17. El noveno pleno analiza el tema de los alcances del artículo 220 del Código Civil, mediante el cual se dispone que es posible
declarar la nulidad manifiesta de un acto jurídico de oficio en un proceso sumarísimo en donde se ventile la pretensión de
otorgamiento de escritura pública de dicho acto, es decir que no requiere de un proceso judicial autónomo en el que se ventile
dicha pretensión, y además se indica que, conforme a lo dispuesto en el tercer punto del segundo precedente vinculante que fija
este pleno casatorio señala que “la declaración de oficio de la nulidad manifiesta de un negocio jurídico puede producirse en
cualquier proceso civil de cognición, siempre que la nulidad manifiesta del referido negocio jurídico guarde relación directa con la
solución de la controversia y que, previamente, se haya promovido el contradictorio entre las partes”
Conclusiones

17. Pero es el caso que en el proceso específico que originó el pleno, la propia demandada, conforme se describe en el punto 6 del capítulo de
“resumen del proceso” en su apersonamiento en segunda instancia informa sobre la existencia de un proceso judicial de nulidad del contrato que se
pretende formalizar seguida por ella contra su cónyuge y contra la compradora demandante en el proceso de otorgamiento de escritura pública, ante el
juzgado mixto de Ilo, adjuntando a su escrito copia de la demanda de nulidad de acto jurídico, sin embargo dicha información no mereció alguna
consideración en la calificación emitida por el órgano jurisdiccional de dicho nivel ni tampoco por la Corte Suprema. El pleno en su fundamento 45
refiere solamente de que “la parte demandada puede peticionar en vía de acción la nulidad (no manifiesta) o la anulabilidad del referido negocio jurídico
y, al amparo el artículo 320 del Código Procesal Civil, puede solicitar la suspensión de la expedición de la sentencia en el proceso de otorgamiento de
escritura pública hasta que se resuelva el proceso de nulidad no manifiesta o anulabilidad del negocio jurídico”. El pleno, en el punto 2 del segundo
precedente vinculante fijado en el fallo, señala que “en un proceso de otorgamiento de escritura pública el juez puede declarar de oficio, la nulidad
manifiesta del negocio jurídico que se pretende formalizar, pero siempre que, previamente, haya promovido el contradictorio entre las partes en la forma
señalada en el fundamento 60” y en este fundamento 60 se describe como se forma y se tramita el incidente del contradictorio precisando que “Si el
juez advierte la posibilidad de fundar su decisión en la nulidad manifiesta del negocio jurídico, en un momento posterior al saneamiento del proceso, el
juez, igualmente, antes de emitir sentencia, comunicará a las partes tal posibilidad, especificando la causal de nulidad y concediéndoles un plazo igual
al que se tuvo para contestar la demanda, para que éstas puedan formular sus posiciones al respecto y aportar los medios probatorios que juzguen
pertinentes, los cuales han de estar referidos únicamente a la posible nulidad manifiesta del negocio jurídico; y, de ser necesario, el juez fijará fecha
para una audiencia complementaria en la que se resolverán las posibles excepciones procesales, se calificarán y actuarán los posibles medios
probatorios (cabe reiterar que las actuaciones estarán referidas únicamente a la pretensión incorporada de oficio) y se emitirá sentencia, salvo que el
juez reserve su decisión por el plazo de ley”. Esto quiere decir que se determina la prevalencia de formar un incidente de debate contradictorio al
interior de un proceso sumarísimo para resolver la posibilidad de ejercer la facultad de declarar de oficio una nulidad manifiesta del negocio jurídico que
se pretende formalizar, aunque exista un proceso judicial en la que se controvierte dicha pretensión, informada por una de las partes, sin analizarse la
posibilidad de que puedan producirse soluciones jurisdiccionales incompatibles o contradictorias.
18. Por otro lado, conforme se describe en los puntos 8 y 9 del capítulo “resumen del proceso”, la impugnante cuando formula recurso de casación lo
sustenta en “la infracción normativa del artículo 141 del Código Civil concordante con el artículo 1352 del Código Civil, en tanto los contratos se
perfeccionan con el solo consentimiento y la manifestación de voluntad puede ser tácita y por indebida aplicación e interpretación del artículo 315 del
Código Civil, pues se habría realizado una interpretación literal de la precitada norma” y cuando se califica la admisibilidad de dicho medio impugnatorio
se indica “Por auto calificatorio del recurso de casación, obrante de fojas 26 a 29, la Sala Civil permanente de la Corte Suprema de Justicia de la
República desestimó las denuncias formuladas por la recurrente, en tanto pretenden lograr un reexamen fáctico y/o probatorio lo cual no resulta viable
en sede de casación, al no constituir una tercera instancia
Conclusiones

18. Sin embargo al amparo del artículo 392-A del Código Procesal Civil, concedió excepcionalmente el recurso de casación por la causal de infracción normativa de los
artículos 1549 y 1412 del Código Civil”, no obstante ello, posteriormente, conforme lo desarrolla el punto 12 del capítulo análisis del caso se indica “Cierto es que en el
presente caso se ha concedido el recurso de casación por infracción de normas de carácter material (artículos 1549 y 1412 del Código Civil), empero, también es cierto que
no se puede soslayar la evidente vulneración del derecho tanto de la parte demandante (al no habérsele dado la oportunidad de plantear argumentos y aportar medios
probatorios relativos a las causales de nulidad por las que finalmente se desestimó la demanda), como de uno de los co demandados (al no habérsele notificado con arreglo
a ley los actos del proceso), más aun si la situación de indefensión de las referidas partes se ha debido a la negligencia del propio órgano jurisdiccional (que no promovió el
contradictorio y que no verificó que los actos de notificación hayan sido regulares), siendo deber de este supremo tribunal, como de todo órgano jurisdiccional, el garantizar el
pleno respeto de los principios y garantías procesales, por lo que, en forma excepcional, corresponde amparar el recurso de casación por las causales de infracción
normativa de los incisos 3 y 14 del artículo 139 de la Constitución Política del Perú”, es decir al final el recurso casatorio no se calificó por las infracciones señaladas en la
resolución que concede su admisión a trámite, que fueron concedidas en virtud a la facultad que concede el artículo 392-A del Código Procesal Civil, ni tampoco por las
infracciones invocadas por la impugnante, sino por infracciones de normas constitucionales referidas al debido proceso, que no estaban contempladas al momento de emitir
la resolución de procedencia del recurso casatorio. En consecuencia, se advierte que el recurso casatorio se resuelve por la violación al derecho de observancia al debido
proceso y tutela jurisdiccional y del derecho de defensa en algún estado del proceso, y para la configuración de dichas infracciones en el indicado fundamento 12 del extremo
“análisis del caso” de Pleno se señala que “también es cierto que no se puede soslayar la evidente vulneración del derecho de defensa tanto de la parte demandante (al no
habérsele dado la oportunidad de plantear argumentos y aportar medios probatorios relativos a las causales de nulidad por las que finalmente se desestimó la demanda)…
más aún si la situación de indefensión de las referidas partes se ha debido a la negligencia del propio órgano jurisdiccional (que no promovió el contradictorio…..”, pero es el
caso que el tema de la incorporación al proceso de la facultad que concede lo dispuesto en el artículo 220 del Código Civil de declaratoria de la nulidad manifiesta del acto
que se pretende formalizar y el contradictorio que se debe promover para controvertir dicho aspecto y resolverlo, recién se han definido en este pleno, es decir no existía
como facultad del juez proceder de dicha manera al momento de tramitar el proceso de otorgamiento de escritura pública, máxime cuando la propia instancia suprema
consideró la necesidad de analizar si se adoptaba la tesis civilista o la tesis procesalista para dilucidar dicho tema, conforme se advierte del fundamento 56 y siguientes del
pleno casatorio en donde se precisa que “la tesis civilista, según el cual, el juez, de oficio, puede declarar la nulidad del negocio jurídico en cualquier estado del proceso y a
nivel de cualquier instancia, incluso a nivel de la Corte Suprema, y sin que sea necesario promover una actividad contradictoria entre las partes del proceso…y la tesis
procesalista que, a su vez, presenta dos manifestaciones: la primera, según la cual, el juez, de oficio, puede apreciar la nulidad del negocio jurídico, con eficacia incidenter
tantum, limitándose a desestimar la demanda y dejando a salvo la posibilidad de que las partes puedan ejercitar la acción de nulidad en un proceso posterior en el que se
observen todas las garantías procesales, mas no puede declarar la nulidad, puesto que contravendría el principio dispositivo y las garantías procesales de las partes; y la
segunda, según la cual, el juez, de oficio, podría declarar la nulidad del negocio jurídico, pero siempre que inserte el cauce contradictorio que permita a las partes debatir
sobre la nulidad, con lo cual la declaración de nulidad podría pasar en autoridad de cosa juzgada”, concordante con el último extremo del fundamento 58 que señala “Es en
mérito a tales razones que este supremo tribunal se adhiere a este último planteamiento”, aunque en el extremo resolutivo del Pleno se declara fundado el recurso de
casación interpuesto por la impugnante que al parecer solamente contenía una pretensión revocatoria.
Conclusiones

19. Conforme obra el punto 8 del segundo precedente vinculante se ha mencionado “Se modifica el precedente vinculante
contenido en el punto 5.3 del cuarto pleno casatorio civil (Casación 2195-2011-Ucayali) de fecha 13 de agosto del 2012
debiéndose entender en lo sucesivo que: Si en el trámite de un proceso de desalojo , el juez advierte la invalidez absoluta y
evidente del título posesorio, conforme lo prevé el artículo 220 del Código Civil, previa promoción del contradictorio entre las
partes, declarará dicha situación en la parte resolutiva de la sentencia y, adicionalmente, declarará fundada o infundada la
demanda de desalojo, dependiendo de cuál de los títulos presentados por las partes es el que adolece de nulidad manifiesta”.
Dicho precedente fue analizado en el fundamento 65 del pleno. Aunque se entiende que el pleno a que se hace referencia se
trataba de un proceso de desalojo por ocupación precario, pero en este punto 8 del segundo precedente de este pleno no se
realiza dicha precisión, solo refiere de los casos de desalojos, debiéndose entender que son aquellos que se tramitan en primera
instancia, conforme a lo normado en el tercer párrafo del artículo 547 del Código Procesal Civil, (puesto que la mayoría de los
procesos de desalojo se tramitan ante los juzgados de paz letrado), y se debe considerar que un juez de paz letrado no puede
ejercer la facultad conferida en el artículo 220 del Código Civil, aunque ello no se ha establecido en el pleno. El caso es que se ha
considerado que en un pleno donde se ha analizado la posibilidad de ejercer la atribución dispuesta por el artículo 220 del Código
en los casos en que se solicite la formalización del negocio jurídico de compra venta de inmueble, lo que no sucede en un
proceso de desalojo, puesto que allí no podría determinarse la formalización de un derecho de propiedad, ya que en algunos
casos de desalojo por ocupación precaria lo que se controvierte es la concurrencia de un mejor derecho de posesión, que no
necesariamente emerge de un derecho de propiedad, si se toma en cuenta el catálogo de accionantes que pueden ejercitar la
acción de desalojo prevista en lo dispuesto en el artículo 586 del Código Procesal Civil, señalando el precedente vinculante
modificatorio que es posible declarar la invalidez de un título posesorio.
Recomendaciones

1. Organizar la implementación de las gestiones que permitan desarrollar una importante cantidad de plenos casatorios civiles,
que provengan de la atención de los recursos de casación pendientes de resolver, que generen criterios jurisprudenciales
vinculantes, que impliquen el reconocimiento de derechos, y solución de controversias recurrentes, a fin de que en el caso se
inicie acciones legales que contenga una pretensión similar, se pueda, válidamente, invocar dicho precedente vinculante y
además aplicarlo en los casos que estén en trámite que contengan similar petitorio, con la finalidad de que puedan originar la
abreviación de los procesos civiles o la concentración de actos procesales por contarse con el criterio jurisprudencial vinculante,
en la que se ha establecido la tipificación correcta del caso, la amparabilidad o no de la pretensión, la direccionalidad de la
probanza, es decir se pueda llegar, de manera simplificada, al estado de dictar sentencia, así como se podría desarrollar criterios
vinculantes que fijen reglas procesales y reglas competenciales para diversos temas.
2. Es posible la designación de un magistrado de la Corte Suprema, a cargo de una Dirección en la Corte Suprema que se
avoque exclusivamente a la gestión y convocatoria de los plenos Casatorios civiles, a través de una coordinación directa con las
salas civiles de dicha instancia a fin de que le informen de los casos que están pendientes de resolver los recursos de casación
interpuestos a efectos de evaluar la necesidad de la convocatoria de un Pleno Casatorio y por cuyo motivo proceda a articular la
labor de recopilación de líneas jurisprudenciales contradictorias que hubieran emitido las salas civiles respecto de procesos
similares, así como en la identificación de los casos más recurrentes, con las organizaciones de la sociedad civil como son los
Colegios Profesionales y las Facultades de Derecho a fin de que se pueda establecer formalmente, un criterio vinculante y
unificador, con el cotejo de sus precedentes.
Recomendaciones

3.Es posible legitimar la participación de los usuarios a través de las Facultades de Derecho, Colegios Profesionales y otras entidades en la
labor de recopilación de líneas jurisprudenciales contradictorias que han emitido las Salas Civiles de la Corte Suprema respecto de casos
similares resueltos, y en la identificación de los casos más recurrentes, a fin de que el magistrado Supremo encargado de las convocatorias de
plenos casatorios coordine con las demás Salas Civiles, que tengan en trámite algún recurso de casación en procesos similares, con el objeto
de gestionar la convocatoria del pleno casatorio civil correspondiente
4. En cuanto al tercer pleno casatorio, al margen de todos estos análisis y comentarios de los autores citados, lo primero que viene a la mente
es ¿Por qué se tuvo que romper la regla a la que estaba adscrita nuestra legislación de que no procede el divorcio por hecho propio
contemplado en el artículo 335 del Código Civil? Esto solo confirma, el rumor o concepto de que en la sede legislativa muchas veces algunos
legisladores gestan leyes por interés propio. Nuestra realidad nos describía de que él que causaba el divorcio no tenía ninguna legitimidad por
solicitar la disolución del vínculo, así el adúltero, el maltratador verbal y físico y quien había originado el decaimiento de la relación matrimonial
no podía promover una pretensión de dicha naturaleza, la legitimidad estaba a favor del cónyuge perjudicado Pero claro existe la premisa de
que, si la situación se había tornado a dicho nivel, ¿qué motivación existía para que perdure la relación matrimonial?. En los fáctico había
muchas razones de índole personal, para que ello ocurriera, en función a que el rompimiento formal del vínculo podría originarle,
paradójicamente, según el caso, mayor perjuicio patrimonial, como dejar de tener beneficios de pólizas de seguro médico, o de pertenecer a un
club, etc., pero el caso es que la razón de que el cónyuge perjudicado (básicamente la cónyuge) no iniciara una acción legal de divorcio es
porque pretendía que se continuara con el vínculo formal, por cuanto consideraba que el interés principal del rompimiento del vínculo, por parte
del cónyuge culpable, en muchos casos, era con la finalidad de iniciar una nueva relación conyugal formal, y aún más, sobre la base de un
patrimonio que se había forjado también con el esfuerzo del cónyuge inocente, entre otras razones más personalísimas, también por el hecho
de que el cónyuge causante ya no quería aportar nada para la sociedad conyugal, ya que se proyectaba para formar un nuevo patrimonio con
otro compromiso formal y siempre sobre la base del patrimonio que ambos habían forjado y no le quedaba otra opción al cónyuge culpable más
que negociar una separación de cuerpos por mutuo acuerdo, es decir, en términos prácticos el cónyuge perjudicado estaba en mejor posición
de liquidar con su cónyuge la sociedad de gananciales, quizá pensando en cómo seguir manteniendo de alguna forma el nivel de vida que tenía
la familia, especialmente los hijos y en el futuro de ellos, entre otros aspectos patrimoniales que no es necesario enumerar.
Recomendaciones

5. Con referencia a lo evaluado en el Tercer Pleno Casatorio se puede considerar que se crea esta causal para que aquel cónyuge, que
posiblemente masacró a su cónyuge y expulsó a sus hijos en el momento que más lo necesitaban pueda estar legitimado de pedir la disolución
del vínculo y este comentario no es una dramatización. Es cierto de que en diversas legislaciones se legisla sobre el divorcio remedio, pero los
más equitativo es que su modalidad sea por acuerdo entre las partes. Es por ello que se cree que para los efectos de intentar legitimar o
compensar la existencia de esta regla es que se regula la posibilidad de una indemnización a favor del cónyuge más perjudicado. El caso es que
dicha indemnización, tal como estaría concebido en nuestro ordenamiento legal, no es a favor del cónyuge perjudicado por alguna causal de
divorcio sanción que hubiera incurrido el cónyuge culpable, sino que la indemnización está pensada para favorecer a aquel cónyuge que, después
de hacerse un balance patrimonial, se vea perjudicado económicamente con este divorcio remedio. Es decir, si hay un cónyuge que es adúltero,
que masacra, viola a su cónyuge, consume licor, y estupefacientes y por consiguiente no tiene trabajo y no aporta nada al matrimonio, más que
angustias. dolor y traumas y la cónyuge que trabaja y saca adelante a sus hijos con su trabajo, consigue el divorcio por la separación de hecho,
en el balance patrimonial, el más perjudicado económicamente sería el cónyuge, adúltero, maltratador y es por ello, que en el tenor de este Pleno
Casatorio se ha tenido que señalar de manera explícita que, en este caso descrito, dicho cónyuge culpable no tendría este derecho, por una
cuestión de falta de interés para obrar.
6. Con referencia al Tercer Pleno Casatorio Civil, se debe considerar, que en el caso de que el cónyuge culpable demanda el divorcio por la causal
de separación de hecho, y la parte demandada, que es el cónyuge inocente y perjudicado, formula reconvención para que se disponga la
indemnización o adjudicación que señala lo dispuesto en el art. 345-A del Código Civil, pero asimismo podría reconvenir con una pretensión
conexa que es solicitar el divorcio por causales del divorcio sanción, por ejemplo, invocar el inciso 5 del art. 333 del Código Civil, solicitando el
divorcio por la causal de abandono injustificado del hogar conyugal, y esta pretensión no rompería la regla dispuesta en el párrafo tercero del
art.445 del Código Procesal Civil que señala que: “La reconvención es procedente si la pretensión contenida en ella fuese conexa con la relación
jurídica invocada en la demanda”. En consecuencia, si sería dable reconvenir por dicha causal, en el caso específico se podría demandar por la
causal de adulterio, por la causal de sevicia, por la causal de conducta deshonrosa y se puede solicitar por cada una de ellas una indemnización,
conforme a lo dispuesto en el art. 351 del Código Civil, sustentado en la reparación del daño moral. Entonces los mismos hechos pueden
sustentar en un mismo proceso la acreditación de causales sanción y los argumentos que se requieren para la indemnización para la pretensión
indemnizatoria en el causal del divorcio remedio.
Recomendaciones

7. Con relación a lo analizado por el Tercer Pleno Casatorio Civil, en el extremo que se parafrasea a un autor y se considera que no puede considerarse la existencia de un
proyecto de vida matrimonial, para fines resarcitorios, debe considerase que pueden haber personas que pueden invocar que tenían la buena fe, la firme convicción de que
su decisión que para contraer matrimonio, iba a ser para siempre, porque realmente desarrolló esos sentimientos, al margen de su formación de valores religiosos en la que
consideró, de orden sagrado, juramentar ante Dios y dedicó todos sus esfuerzos para que su matrimonio funcione y que además consideró de suma importancia que sus
hijos crezcan en un hogar funcional y si ello no se produce, por culpa del otro cónyuge, resultaría clara la configuración de una situación que ha dado lugar a que se frustre
su proyecto de vida matrimonial, inclusive ello puede estar regulado como una responsabilidad objetiva indemnizable, al margen del daño moral, que debe focalizarse en el
hecho de que también hay muchos casos de aquellas personas que, si bien está separada de hecho, tienen la esperanza y la expectativa de reconstruir su relación pero se
frustra su anhelo, en razón de la pretensión del cónyuge culpable, que peticiona la separación, siendo dicho accionante el único culpable del decaimiento matrimonial.
8. Con relación a los precedentes fijados en el cuarto pleno casatorio, respecto del punto I se debe considerar en el caso específico que si la resolución extrajudicial se trata
por la falta de pago de mensualidades de arriendos, no se debe convertir al arrendatario en ocupante precario, puesto que la pretensión de desalojo por falta de pago tiene
una tramitación de 2 instancias, por lo que en este caso los jueces no pueden exigir al arrendador que cumpla con el requerimiento notarial a que se refiere este precedente,
puesto que no tienen ninguna intención de convertir al arrendatario en ocupante precario. Con respecto al precedente II igualmente si se trata de la conclusión de un contrato
de arrendamiento, debe seguir correspondiendo el inicio de una demanda de desalojo por vencimiento de contrato y no se le debe exigir, por parte de los jueces, que para
admitir la demanda se debe presentar el requerimiento notarial, puesto que el arrendador no tendría ningún interés de convertir al arrendatario en ocupante precario. Con
relación al punto III de que el juez puede declarar de oficio la nulidad del acto jurídico que contiene el título posesorio, se debe tener en cuenta que solamente sería aplicable
para los casos de desalojo por ocupación precaria y no a todas las pretensiones de desalojo, como lo indica el noveno pleno casatorio, ya que ellas se inician, por lo general
ante un juez de paz letrado. Con relación al precedente IV, no habría tampoco necesidad de convertir al arrendatario en ocupante precario, en caso de enajenación del bien
arrendado, puesto que por disposición de los dispuesto en el inciso 2 del art. 1708 del Código Civil, la sola transferencia del bien, hace concluir el contrato de arrendamiento,
generalmente no inscrito, y por lo tanto se puede demandar el desalojo por conclusión del arrendamiento. En los casos de los precedentes V y VI, es un gran avance señalar
que la invocación de construcciones en el bien por parte del poseedor y la invocación que está tramitando un procedimiento de prescripción adquisitiva de dominio, no
determinan emitir una sentencia inhibitoria. Solo en el caso del último precedente se debió haber aclarado que si se puede reponer en la posesión del bien al poseedor que
fue desalojado como ocupante precario, pero que después del lanzamiento se convierte en propietario por la usucapio que estaba tramitando, se podría solicitar dicha
reposición en el mismo proceso de desalojo, si se considera que el usucapiente, que fue declarado propietario, antes que se disponga su lanzamiento, puede declararse la
inejecutabilidad de la sentencia, pero como no se ha dispuesto de dicha forma se debe entender que en caso de reposición debe promover una acción judicial. Por último ,
en el tenor de este pleno se precisó en su fundamento 21 que “…..En segundo lugar, en este caso concreto porque los demandados nunca solicitaron tal acumulación, ni
tampoco reconvinieron, sino que se limitaron a señalar que estaban siguiendo un proceso de usucapión ante el mismo juzgado” Sin embargo, hay que tener en cuenta que
no se le podía exigir a la parte demandada que en este proceso tenga que reconvenir, ya que en los procesos sumarísimos, que es la vía procedimental en la que se tramitan
las pretensiones de desalojo por ocupación precaria, están prohibidas las reconvenciones
Recomendaciones

9, Es necesario que se emita una pleno casatorio modificatorio del quinto pleno casatorio civil, puesto que la aplicación del plazo del art. 92 del Código
Civil para peticionar en sede jurisdiccional la nulidad de acuerdos asociativos, ello sería de correcta aplicación, en el contexto de una asamblea
debidamente convocada y con el quórum correspondiente se arriba o se adopta acuerdos, empero dicho acuerdo es cuestionado y hay un sin número de
casos, especialmente referido a los temas cuando se violan normas estatutarias, por ejemplo cuando se haya arribado acuerdos contrarios a los fines del
pacto social o cuando se expulsen asociados y no estén de acuerdo con dicho acuerdo o cuando no se ha cumplido con algún requisito de convocatoria, o
con algún requisito del quórum correspondiente, pero no se podría aplicar el indicado plazo en los casos en que no haya existido u ocurrido alguna
presunta asamblea, en la que se ha fraguado actas en la que se consignan presuntos acuerdos que nunca fueron adoptados, es decir dejan presunta
constancia de algo que nunca existió. En ese caso no se puede computar el plazo señalado en el artículo 92 del Código Civil. Por ello es que en este caso
no se puede considerar que la solución a la controversia de la aplicación de dicha norma específica se debe realizar sobre la base de la aplicación de la
regla del principio de especialidad, ya que no es posible partir de la premisa que todos los presuntos acuerdos que son impugnados judicialmente, no
necesariamente se tratan de acuerdos adoptados o de asambleas presuntamente existentes. La realidad nos muestra que en diversas asociaciones se
incurren en falsificación de actas, con firmas fraguadas, con suplantación de asociados, los mismos que son denunciados penalmente, ello no implica que
recurrir a dicho fuero sea la única solución, como se indica en este pleno, ya que si es posible recurrir a la sede extra penal para peticionar la nulidad de
presuntos acuerdos no adoptados o no existentes
10. En el sexto pleno casatorio que analizó el tema de las denominadas liquidaciones de saldo deudor se puede considerar que una obligación no
solamente debe ser exigible, sino que además debe ser cierta, es decir debe ser una obligación que es veraz, que no solamente abarca a su existencia
sino también a la forma correcta en que haya sido cuantificada. En este caso la liquidación del saldo deudor que se adjunta en la demanda de ejecución
de garantías reales no es veraz y por consiguiente el resultado que enuncia no es cierto y, específicamente, en el aspecto que corresponde a la
proyección del cálculo de los intereses y en ese contexto, determinar si corresponde, cómo en el caso específico, resulte viable capitalizar dichos
intereses. En el caso que fue objeto del pleno, la liquidación no transparente del saldo deudor realizada por el acreedor pretendía que el adeudo se
incrementara en algo más que 1,500% y asimismo, se pretendía que en sede jurisdiccional dicha liquidación sea incuestionable, inatacable, cuando, en
muchos casos, el incremento exponencial del saldo deudor resultaba ilegítimamente sustentable, no obstante ello, el operador judicial, en los casos en
que el acreedor era una entidad financiera, no se le ocurría verificar la forma como se procedió a realizar dicha liquidación. Por consiguiente, era necesario
que se fijen reglas vinculantes que den lugar a transparentar la formó como se liquidó y para ello era necesario obligar la concurrencia de otros elementos,
como se exige en los precedentes de este caso y por consiguiente si de dicha verificación se aprecia que el monto liquidado no contiene un monto cierto,
la obligación cuyo cobro se plantea no podría superar el filtro de la inexigibilidad
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11. En el séptimo pleno casatorio que analizó el tema sobre la prioridad que se le otorga a un contrato de compra venta no inscrito sobre una medida de embargo
inscrito, sobre la base de que bastaba demostrar la data de dicha transferencia con documentación de fecha cierta, también habría que tener en cuenta otra
perspectiva, puesto que puede darse el caso que la deuda que contrajo el vendedor del inmueble, es porque su acreedor, en su buena fe, consideró que tenía un
bien con el cual podía respaldar y responder por dicha obligación, cuando realmente ya lo había transferido, en ese sentido, en el caso que dicho deudor no cumpla
con su obligación y el acreedor, legítimamente, inicia demanda para cobrar la deuda y solicito en dicho proceso en vía cautelar el embargo del bien del deudor ¿cómo
queda el acreedor cuando inscribe la medida de embargo y luego se lo levantan?, por cuanto un tercero invoca que había adquirido el bien, que cuenta con
documentación de fecha cierta, y que ello ocurrió con antelación a la inscripción de la medida de embargo. Pero qué pasa cuando el acreedor obtiene recién la orden
de embargo sobre el bien inmueble que aparece en el registro a nombre de su deudor, después de haberse dictado la sentencia, es decir, en vía de ejecución
forzada, y el deudor en dicho proceso, sabiendo que potencialmente en dicho caso se podría disponer un embargo sobre el inmueble que aparece en el registro
como suyo, y éste oculta la transferencia que realizó al acreedor y al juez, inclusive se lo oculta a quien se lo había transferido por contrato de compra venta no
inscrito, resulta evidente la mala fe del deudor y vendedor del inmueble. En este caso, ha ocurrido un caso similar, sino que el vendedor del inmueble le avisa a su
comprador, después de haber mantenido un proceso judicial con su acreedor que es necesario protocolizar el contrato de compra venta en escritura pública y por ello
es que aparece que dicho perfeccionamiento, (sin inscribirse en los Registros Públicos) se realizó después de varios años y unos pocos meses antes de que se
inscribiera la medida de embargo que solicitara el acreedor del vendedor. Pero que pasaría en los casos en que igualmente se celebra un contrato de compra venta,
luego se producen documentos con fecha cierta que respaldan la fecha en que se realizó dicho contrato, luego el vendedor es demandado por un acreedor, éste
logra obtener una medida cautelar de embargo en forma de inscripción sobre el inmueble y dicho caso en vía de ejecución forzada se lleva adelante el remate del
bien inmueble, sin que tenga conocimiento de ello el comprador del inmueble y nadie le avisa del caso, porque todavía aparece inscrito a nombre del vendedor
deudor, el comprador en este caso, no obstante que pueda tener un contrato de compra venta con firmas legalizadas notarialmente, la posesión del inmueble,
declaraciones juradas de auto avalúo, pagos del impuesto predial y arbitrios con fecha anterior a la inscripción de la medida de embargo que devino luego en remate
del inmueble, pero nunca elevó a escritura pública ya sea por exceso de confianza o negligencia, en dicho caso el comprador del inmueble ya no podría oponer su
derecho, ya que no tendría oportunidad de promover una demanda de tercería de propiedad que solamente se puede formular hasta antes del remate, ¿Tendría que
promover una acción legal de mejor derecho de propiedad? En la que si le aplicarían los principios del derecho común, frente a un caso concluido, donde consta la
buena fe del adjudicatario del remate. Por ello es que algunos magistrados sugirieron que el caso no se resuelva vía pleno casatorio, sino solamente como casación,
en la que se pudo arribar al mismo resultado, en razón de la diversa casuística que genera el caso de la compra venta no inscrita versus la medida de embargo
inscrita en la partida registral de dicho inmueble. El caso es que ningún magistrado de la Corte Suprema debe sentirse en la posición de que no vale la pena fijar
precedentes vinculantes, ya que la casuística la desborda, siempre es importante la convocatoria de plenos casatorios civiles aunque algunos tengan un alcance muy
específico. En este caso, la controversia se centra solamente en la acreditación de la fecha cierta en que se celebró el contrato de compra venta del inmueble.
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12. En el octavo pleno casatorio en donde se analiza el tema del acto de disposición de un bien inmueble que pertenece a una sociedad de gananciales en la que
solamente interviene uno de los cónyuges, se debería tener en cuenta que, conforme al artículo 4 de la Constitución Política el Estado protege a la familia y la
considera como una institución fundamental de la sociedad, nuestro ordenamiento ha dispuesto al instituto de la sociedad de gananciales como parte importante de
ella, así como también ha dispuesto su representatividad conjunta por ambos cónyuges, siendo derecho y deber de los padres no solamente alimentar y educar, sino
también darle seguridad a sus hijos, así como también la familia tiene derecho a su bienestar material, por consiguiente si nos atenemos a lo desarrollado y analizado
por el Pleno, podemos considerar que, si un cónyuge dispone del inmueble que pertenece a la sociedad conyugal y que, además, constituye el lugar de su residencia
y de los hijos, en dicho caso, se debería partir de la premisa de que dicho cónyuge ha obrado de mala fe, más aun en los casos en que para asegurar la transferencia
del bien a favor de terceros, propicia otra transferencia adicional con la finalidad de asegurarse de que dicho inmueble ya no regrese jamás a la sociedad de
gananciales, y evitar que el cónyuge no interviniente pueda recuperar el bien. El caso es que, conforme se ha visto, gran parte de la doctrina considera que la venta de
un bien inmueble que pertenece a la sociedad de gananciales en donde solo ha intervenido un cónyuge si resulta lícito. Asimismo, se ha señalado que el referido acto
de disposición resulta ineficaz al que cabe la posibilidad de la confirmación por parte del cónyuge no interviniente, es decir todos los filtros de validez del negocio
jurídico se devalúan por la necesidad de priorizar la necesidad de que en este caso pueda darse la posibilidad de la confirmación, alineándose todos los elementos de
validez que se exigen en este acto hacia esa finalidad. Por qué no considerar que si el otro cónyuge no interviniente en el acto de disposición, está conforme con el
acto que celebró su cónyuge se debería anular el acto, con la finalidad de que se retrotraigan las cosas, a fin de celebrar uno nuevo, y no partir de la premisa de que
lo mejor sería mantener la figura de la Confirmación. Hay que considerar que, si se ha verificado que se trata del lugar de residencia de la familia y el otro cónyuge no
interviene por cuanto considera que es prioritario asegurar el bienestar material de sus hijos, pero aun así el cónyuge interviniente celebra el acto de disposición, por
cuanto para él, es muy posible que el matrimonio ingresó a un nivel de decaimiento y solamente le interesa recuperar la inversión en dicho inmueble, porqué se tiene
que inferir que en estos casos resulta más importante garantizar la posibilidad de la confirmación del acto jurídico, cuando por el contrario el hecho que solamente
intervenga un cónyuge, nos conduce razonablemente a una alerta de que algo irregular podría estar ocurriendo ya que, de considerarse la validez del acto, la situación
puede llegar a un punto de no retorno o de irreversibilidad, puesto que puede darse el caso que el cónyuge interviniente del negocio jurídico, para asegurarse la
viabilidad del acto, coordina con el adquirente para que este realice nuevas transferencias, en cuyos casos, y hay que ser objetivos, resulta casi improbable la
demostración de la concurrencia de la simulación absoluta, por la ausencia de pruebas. Por ello, si es necesario, que en los casos de disposición de un bien inmueble
que pertenece a una sociedad de gananciales en la que intervenga un solo cónyuge y actúe en representación del otro no interviniente, se podría solicitar la
declaración actualizada con firma legalizada notarialmente del no interviniente en la que informe si es que dicho poder sigue vigente o ha sido revocado o extinguido y
está por inscribirse dicho acto modificatorio o extintivo de la representación. Es necesario considerar que, a veces, la presunción de buena fe que emerge de la
inscripción de un derecho no garantiza de manera absoluta la concurrencia de dicha buena fe, pues para eso se encarga el abuso del derecho, para desnaturalizar
instituciones jurídicas nobles, con la acotación que solamente colocamos el acento en estas observaciones en los casos de disposición de bienes de la sociedad de
gananciales celebrada por uno de los cónyuges. Es decir, se debe tener en claro que es lo que prioritariamente se tiene que proteger.
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13. En el caso del noveno pleno casatorio civil, en la que se trata de un proceso de otorgamiento de escritura pública que se tramita en la vía
sumarísima, si resulta viable hacer uso de la atribución dispuesta en el art. 220 del Código Civil que autoriza a declarar la nulidad de oficio de un acto
jurídico si dicha nulidad es manifiesta. Habiéndose señalado que para ejercer dicha atribución, aun no haya sido peticionado se debe promover en vía
incidental un contradictorio con ofrecimiento de pruebas. El caso es que en dicho proceso la propia demandada, conforme se describe en el punto 6 del
capítulo de “resumen del proceso” en su apersonamiento en segunda instancia, “….informa sobre la existencia de un proceso judicial de nulidad del
contrato que se pretende formalizar seguida por ella contra su cónyuge y contra la compradora demandante en el proceso de otorgamiento de escritura
pública, ante el juzgado mixto de Ilo, adjuntando a su escrito copia de la demanda de nulidad de acto jurídico….”, sin embargo dicha información no
mereció alguna consideración en la calificación emitida por el órgano jurisdiccional de dicho nivel ni tampoco por la Corte Suprema. La situación es que
en dicho noveno pleno casatorio en su fundamento 45 refiere de que “…..la parte demandada puede peticionar en vía de acción la nulidad (no
manifiesta) o la anulabilidad del referido negocio jurídico y, al amparo el artículo 320 del Código Procesal Civil, puede solicitar la suspensión de la
expedición de la sentencia en el proceso de otorgamiento de escritura pública hasta que se resuelva el proceso de nulidad no manifiesta o anulabilidad
del negocio jurídico….”. Sin embargo dicha premisa no se aplicó en el referido Pleno, por consiguiente, habría sido importante que dicha conclusión
hubiera sido fijado como precedente vinculante y analizar su aplicación a este caso, por lo que en una próxima oportunidad podría considerarse, en un
caso similar, de que se aplique dicha suspensión, pero se tiene que aclarar el tema en el sentido de que no solamente puede tratarse de una pretensión
de nulidad no manifiesta y de anulabilidad, puesto que puede haberse demandado en una acción legal que se declare la nulidad manifiesta de un acto
jurídico, como ha ocurrido en este caso y que, de concurrir dicho supuesto, se debe suspender el proceso de otorgamiento de escritura pública hasta
que se dicte sentencia en el proceso de nulidad manifiesta de acto jurídico.

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