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Capítulo 2:

Desarrollo
Prenatal y Parto
Psicología del Desarrollo
Crecimiento y Desarrollo Prenatal
Se estima que entre 50 y 70 por ciento de los óvulos fertiliza dos se pierden en las dos primeras
semanas
Y quizá 25 por ciento de los su per vivientes desaparezcan por abortos espontáneos durante el
embarazo.
Las mujeres nacen con todos los óvulos, u ovocitos, que tendrán en su vida (unos 400,000),
que suelen “madurar” uno tras otro a lo largo de los años reproductivos.
Un óvulo maduro sobrevive tres días aproximadamente, una vez liberado.
Los espermatozoides del varón, que en un adulto normal se producen a un ritmo de mil
millones diarios, sobreviven hasta dos o tres días después de ser eyaculados en la vagina.
En el periodo de máxima fertilidad en la juventud del varón, unos 300 millones de
espermatozoides se depositan en la vagina en cada coito.
Periodo
Embrionario
Periodo Fetal
Un feto sano alcanza la edad de viabilidad al final del segundo trimestre, o sea,
después de 24 semanas. Ahora tiene 50% de probabilidades de sobrevivir fuera del
útero, a condición de que reciba cuidados intensivos de excelente calidad.
Sin embargo, más de la mitad de los fetos que nacen en este momento presentan
defectos serios.
En cambio, en la vigesimoquinta semana (25) casi el 80% sobreviven (69% sin
problemas serios).
En la vigésimo novena (29) semana sobreviven más de 90% con buenos pronósticos,
siempre que se les proporcione una atención esmerada
Edad de la Madre
Las madres muy jóvenes están más expuestas a abortos espontáneos o a procrear hijos
con defectos congénitos, quizá porque su organismo aún no está maduro.
La tasa de mayor éxito corresponde a las madres de 20 a 30 años.
El envejecimiento lograría hacer que los óvulos se vuelvan defectuosos y afectan al
desarrollo.
El índice del síndrome de Down —que incluye importantes malformaciones físicas y
retraso mental— muestra un incremento sostenido en las mujeres de más de 35 años.
En las mujeres de 45 o más años, el riesgo crece en uno en cada 25 nacimientos, en
comparación con el riesgo de uno en cada 800 nacimientos en las mujeres menores de
35 años.
Nutrición y Salud de la Madre
Si la mujer empieza el embarazo sana y en buenas condiciones físicas, si consume
una dieta balanceada rica en proteínas y en calcio y si aumenta unos 11.3
kilogramos, tendrá mayores probabilidades de dar a luz un niño saludable.
La desnutrición fetal puede deberse a una dieta mal balanceada de la madre y a
deficiencias de vitaminas, proteínas u otras sustancias, lo mismo que a problemas
en los procesos digestivos o del metabolismo global.
Síntomas más son bajo peso al nacer, tamaño más pequeño de la cabeza y tamaño
general menor que el de recién nacidos que han permanecido el mismo tiempo en
el seno materno.
Las mujeres mal alimentadas también sufren más abortos espontáneos, dan a luz
en forma prematura o pierden a su hijo poco después del nacimiento.
Los efectos que la desnutrición tiene en el desarrollo del niño son evidentes en
los países azotados por la hambruna o la guerra.
Estudio de Nutrición en Guatemala
(Pollitt y otros, 1993)
Se obtienen excelentes beneficios con los programas de suplementos alimenticios que se
inician en el momento del nacimiento.
La salud de los niños que los recibieron los suplementos en la infancia y en la niñez
temprana mejoró casi de inmediato.
Años más tarde, los adolescentes y los adultos jóvenes a quienes se les habían suministrado
dichos suplementos desde el nacimiento lograron puntuaciones mucho más elevadas en las
pruebas de conocimientos, de aritmética, de lectura, de vocabulario y de rapidez en el
procesamiento de información que aquellos a quienes no se les han dado complementos
nutricionales antes de los dos años de edad.
La diferencia fue notable en los miembros de las familias más pobres y en los que
recibieron una buena instrucción primaria.
Atención Médica Prenatal
Uno de los mejores indicadores de niños sanos y a término son las cinco o más
visitas prenatales al médico o a un centro de atención médica que comienzan en el
primer trimestre de embarazo.
Teratógenos
Agentes tóxicos de cualquier tipo que causan anomalías o defectos congénitos.
Medicamentos, enfermedades, hormonas, factores hematológicos, radiación —así
como la edad de la madre, la alimentación, el estrés y el tipo de atención prenatal—
intervienen de modo significativo en el desarrollo del embrión y del feto.
Es posible que haya otras drogas y agentes ambientales cuya influencia aún no se
conoce.
¿Es Traumático el Nacimiento? (1/2)
El nacimiento sí es una transición radical del ambiente protegido y seguro del útero
al ambiente externo, mucho menos seguro y más duro.
En los últimos momentos del nacimiento, aumenta mucho la secreción de adrenalina
y noradrenalina, hormonas que contrarrestan el estrés.
La adrenalina también contribuye a compensar cualquier deficiencia inicial de
oxígeno y prepara al recién nacido para respirar por los pulmones.
Las primeras respiraciones son difíciles porque el líquido amniótico presente en los
pulmones debe ser expulsado
¿Es Traumático el Nacimiento? (2/2)
El recién nacido tiene niveles relativamente elevados de un analgésico natural
denominado betaendorfina, que circula por la sangre.
Junto con las hormonas estimulantes, el analgésico hace que los bebés estén muy
alertas y receptivos poco después del nacimiento.
En opinión de muchos expertos, este periodo de mayor alerta, que puede durar una
hora o más, es el momento ideal para que los padres se familiaricen con su hijo
Periodo de Ajuste
Hay cuatro áreas decisivas de ajuste físico: respiración, circula- ción sanguínea,
digestión y regulación de la temperatura.
Antes del nacimiento, la placenta suministra nutrientes, pero ahora el sistema
digestivo del neonato debe empezar a funcionar.
Escala de Apgar (7 a 10 es normal).
Niños Prematuros (1/2)
Los estudios indican que los prematuros sufren más enfermedades en los tres primeros
años de vida, reciben calificaciones más bajas en las pruebas de inteligencia y están un
poco más propensos a problemas de conducta que los niños a término.
Investigaciones más reciente indica que esas dificultades se presentan en menos de una
cuarta parte de los niños prematuros.
Algunos de los problemas posteriores del bebé prematuro provienen de la forma en que se
le trata durante las primeras semanas de vida.
Por la incubadora, a pocos se les amamanta, a pocos se les sostiene en los brazos
mientras se les alimenta, y algunos no pueden succionar durante las primeras semanas.
Se ven privados de las experiencias sociales del amamantamiento que crean en forma
normal un vínculo temprano entre el cuidador y el niño a término.
Niños Prematuros (2/2)
A lo largo de la infancia se observan las consecuencias del escaso contacto inicial atribuibles a la prematurez.
Por lo regular, los progenitores los sostienen menos cerca del cuerpo, los tocan y los miman menos.
Más tarde, tienden a jugar menos que los niños a término y asimilan los estímulos externos con mayor
dificultad.
Pese a ello, muchas de las diferencias con los niños normales desaparecen al final del primer año,
Se alienta a los padres a participar en el cuidado del prematuro.
Usan máscaras y batas, entran en la unidad de cuidados intensivos para colaborar en la alimentación, en el
cambio de pañales y en otras tareas.
Estimulan a su hijo, acariciándolo y hablándole; el resultado es un mayor apego y una atención más
esmerada cuando se lo llevan a casa.
Durante el primer año de vida, algunos de los efectos nocivos de la prematurez pueden compensarse con un
ambiente enriquecido.
Niños de Alto Riesgo (Discapacidades
Físicas)
Estos niños presentan problemas de desarrollo que reducen su capacidad para comunicarse
con sus padres y manifestarles que aprecian sus atenciones.
El resultado: por una parte, niños apáticos, exigentes y confundidos; por otra, cuidadores
demasiado atentos.
A los padres puede resultarles demasiado difícil establecer el apego con un hijo minusválido.
Los padres pasan con frecuencia por un periodo de duelo por el niño “perfecto” que no llegó,
antes de aceptar, cuidar y crear un vínculo emocional con el que les tocó.
En tales casos son de gran utilidad los grupos de apoyo formados por padres con hijos
discapacitados.
Les ayudan a darse cuenta de que no están solos y reciben consejo de otras personas que están pasando
por experiencias parecidas.
Transición a la Paternidad/Maternidad
En algunas sociedades, a los niños se les consideraba un activo económico o un
sostén para los padres en su vejez.
Otras veces se les considera como una obligación o una carga necesaria.
Durante la gestación, la madre puede sentir náuseas, saciedad u hormigueo en los
senos.
A veces se le ve fatigada e hipersensible durante las primeras semanas de la
gestación.
El malestar empeora con otros síntomas: venas varicosas, acidez estomacal, micción
(orinar) frecuente y disnea (la dificultad respiratoria o falta de aire).
Transición de la Madre
Debe aceptar la nueva imagen corporal y el cambio de auto concepto, además de las
reacciones de quienes la rodean.
Algunas se sienten especiales o “alejadas” de sus amigos; otras desean amistad y
protección.
El embarazo se acompaña también de gran incertidumbre ante el porvenir.
A veces la futura madre no tiene planes profesionales firmes para después del
embarazo, se siente insegura de su capacidad para cuidar al hijo, teme que presente
defectos congénitos, le preocupan el aspecto económico o la idea de ser madre.
Rol cambiante del Padre
A los padres les preocupa el futuro tanto como a las madres.
Les inquieta su capacidad para sostener a la nueva familia y cumplir bien su papel de
progenitores.
Desean que el hijo los aprecie y respete, y quieren atender sus exigencias emocionales.
Muchos tratan de dar mayor apoyo emocional a su esposa.
Algo radical se observa entre los nativos de Yucatán (México): el emba razo se “confirma”
cuando el compañero de la futura madre sufre náuseas, diarrea, vómitos o calambres.
En Estados Unidos, los futuros padres muestran los antojos tradicionales de fresas con
crema, además de tener sueños angustiosos y presentar cambios extraños en su deseo sexual
como ocurre con las mujeres.
Normas Culturales
En la actualidad, a la mujer se le alienta a trabajar hasta los últimos días de la
gravidez.
Aceptan con naturalidad el malestar y la fatiga del embarazo y prosiguen su vida
normal.
Las actitudes sociales pueden convertir el embarazo en un periodo de estrés, de
cambio y de ajuste.
Tales conflictos pueden ser más intensos en los progenitores jóvenes, sobre todo en
los que no cuentan con el apoyo de parientes y amigos.
Apego
El apego es un vínculo emotivo entre progenitores e hijo.
Tras el llanto o gorgoteo inicial y de llenar los pulmones, un recién nacido alerta
empieza a tranquilizarse y tiene tiempo para relajarse en el regazo de la madre.
Se dan un estrecho contacto físico, arrullos y caricias.
Muchos niños localizan el seno materno y de inmediato comienzan a mamar.
Al niño le beneficia la lactancia materna.
La madre produce una sustancia llamada calostro, que al parecer contribuye a
limpiar el sistema digestivo del niño y transfiere al recién nacido muchas de las
inmunidades de ella.
Primeras Interacciones
Las primeras interacciones entre el niño y sus progenitores son importantes también desde el punto de vista
psicológico.
En un estudio con 28 madres primerizas, de bajos ingresos y, por lo mismo, de alto riesgo (Klauss y Kennell,
1976), el personal del hospital dio a la mitad de las madres 16 horas adicionales de contacto con su hijo durante
los tres primeros días posteriores al parto.
Los dos grupos de madres y niños fueron examinados después de un mes, de un año y de dos años.
A lo largo del periodo de dos años, las que habían tenido contacto adicional mostraron un apego mucho más
fuerte con su hijo.
El contacto temprano contribuye a comenzar con una buena relación, en especial para las madres adolescentes, de
las que tienen poca o ninguna experiencias con recién nacidos y de las madres de niños prematuros o de alto
riesgo.
También los padres que adoptan niños mucho después de las primeras horas, días o semanas del parto pueden
sentirse muy ligados a ellos.
Primeras Interacciones del Padre
Los padres que participan en el nacimiento de su hijo sienten una atracción casi
inmediata por él, acompañada de sentimientos de alegría, orgullo y mayor
autoestima.
Los padres que comienzan desde el nacimiento una relación con sus hijos seguirán
brindándoles más cuidado directo y jugarán más con ellos.
En un estudio, los bebés cuyos padres colaboraban en su cuidado obtenían
calificaciones más altas en las pruebas de desarrollos motor y mental.
En otro estudio, se comprobó que mostraban mayor sensibilidad social que el grueso
de la población infantil.

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