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Convirtiendo el veneno en

medicina
 La principal motivación humana, cualquiera sea la condición
material, espiritual, emocional, etc., es ser felices.

 A menudo, no se presenta como una idea fija, pero es el principal


impulso de todo lo que hacemos en nuestra vida.

 Aun así, ese deseo se encuentra con nuestra dificultad para generar
las condiciones necesarias para lograrlo.
 Ante los hechos simples de la vida no es notorio; pero, en
eventos extremos, que requieren de mucha consciencia, para
superar problemas, es cuando se afecta nuestra vida
negativamente.

 Aparecen el enojo, la ira, sentimientos negativos y, aunque


seguimos deseando ser felices, vamos en el sentido opuesto.
 El budismo enseña que somos la causa de nuestros males, y
sentimientos como falta de coraje, temor, duda; que impiden percibir
la raíz de la situación.

 La visión budista de la vida estimula nuestra valentía, serenidad,


claridad de pensamiento, para ver más allá de lo que se presenta de
modo simple.

 Por esa visual, aprendemos vivir con sabiduría y profunda


compasión hacia nuestros semejantes. A esta actitud espiritual el
budismo la llama: convertir el veneno en medicina.
 Por regla general, vivimos en un círculo vicioso, que plantea ciclos negativos
dentro de una oscilación constante que nos quita vitalidad y sabiduría.

 A ese proceso lo conocemos como “los 3 senderos de los deseos mundanos, el


karma y el sufrimiento”.

 Eso ocurre porque actuamos basados en ideas ilusorias que conducen a


conductas erráticas, agravando las situaciones. A eso se refiere “el ciclo
negativo de los impulsos ilusorios, el karma negativo (acción) y el sufrimiento.”
 Para evitar los deseos, muchas escuelas antiguas del budismo, instaban a
luchar contra ellos. Nichiren Daishonin, siempre supo que era imposible vivir
así, dado que muchos deseos son altruistas, inspiradores o desde lo
negativo pueden ser la fuente de nuestro autoconocimiento.

 Ese autoconocimiento nos lleva del deseo mundano, la influencia del karma
y el sufrimiento, a conocer la “verdad de la vida”, a la sabiduría y nuestra
liberación espiritual.

 Nichiren nos enseña que entonar daimoku es como un gran médico capaz de
convertir el veneno en remedio.
 En ese sentido, convertimos el veneno en remedio cuando nos
convencemos de nuestra infinita capacidad para enfrentar y superar
cualquier situación.

 Los problemas nos causan pesar por dudar de dicha capacidad de


superarlos. Eso trae sufrimiento y vivimos a merced de las
circunstancias externas.

 Nuestra fuerza hace que todo cambie por la fuerza del cambio
interior. Eso nos da confianza absoluta en nosotros mismos (FE),
por medio de la influencia de Nam myoho rengue kyo en nuestras
vidas.
 Por ello, el presidente la Soka Gakkai Internacional, Daisaku Ikeda, nos enseña lo
siguiente:

1. “Convertir el veneno en medicina es ‘transformar hasta el peor de los males en el


bien supremo’. Uno no vuelve simplemente al punto cero, sino que realmente gana
con la experiencia que una vez pareció tan dolorosa. En palabras de Nichiren, “El
veneno se convierte en dulce rocío [amrita], el más exquisito de los sabores”.

2. “La práctica budista enseñada por Nichiren, centrada en recitar Nam myoho


rengue kyo es, en cierto sentido, la práctica de afirmar la fe en nuestra Budeidad
inherente. Esta fe nos permite convertir las experiencias difíciles en oportunidades
para profundizar nuestra auto comprensión, fortalecer y desarrollar nuestro coraje y
compasión, crecer en vitalidad y sabiduría y, finalmente, lograr un estado de vida
infinitamente amplio.”

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