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Ven,sígueme

D y C 27 - 28
La Santa Cena me ayuda a recordar a
Jesucristo.
D y C 27: 1 - 2

1 Escucha la voz de Jesucristo, tu Señor, tu Dios y tu


Redentor, cuya palabra es aviva y poderosa.

2 Porque he aquí, te digo que no importa lo que


comáis o bebáis al tomar el asacramento, si es que lo
hacéis con la mira puesta únicamente en mi bgloria,
recordando ante el Padre mi cuerpo que fue
sacrificado por vosotros, y mi csangre que se derramó
para la dremisión de vuestros pecados.
La Santa Cena me ayuda a recordar a
Jesucristo.
D y C 27: 1 - 2

¿En qué distracciones se podrían concentrar nuestros


ojos o nuestra mente durante la Santa Cena?

¿Qué podemos hacer para centrar nuestra atención


en el Salvador al participar de la Santa Cena?

¿De qué manera nos ayudará eso


a seguirlo a Él cada día?
La armadura de Dios me ayuda a resistir el mal.

D y C 27: 15 - 18
15 Por tanto, alzad vuestros corazones y
regocijaos, y ceñid vuestros lomos y tomad
sobre vosotros toda mi aarmadura, para que
podáis resistir el día malo, después de haber
hecho todo, a fin de que podáis bpersistir.
16 Seguid firmes, pues, estando aceñidos
 vuestros lomos con la bverdad, llevando
puesta la ccoraza de la drectitud y calzados
vuestros pies con la preparación del evangelio
de epaz, el cual he mandado a mis fángeles
 que os entreguen;
La armadura de Dios me ayuda a resistir el mal.

D y C 27: 15 - 18
17 tomando el escudo de la fe con el
cual podréis apagar todos los adardos
 encendidos de los malvados;
18 y tomad el yelmo de la salvación, así
como la espada de mi Espíritu, que
derramaré sobre vosotros, y mi palabra
que os revelaré; y estad de acuerdo en
todo lo que me pidiereis y sed fieles
hasta que yo venga, y seréis a
arrebatados, para que donde yo estoy
vosotros btambién estéis. Amén.
“Nos vestimos con la armadura
de Dios cada día al…”.
El Padre Celestial me guía por medio del
Espíritu Santo.
D y C 28: 1-7, 15
1 He aquí, Oliver, te digo que se te concederá que la iglesia te oiga en cualquier cosa que les 
enseñes por el Consolador, tocante a las revelaciones y los mandamientos que he dado.
2 Pero he aquí, de cierto, de cierto te digo, que nadie será nombrado para recibir mandamientos
y revelaciones en esta iglesia sino mi siervo José Smith, hijo, porque los recibe así como Moisés.
3 Y tú has de ser obediente a las cosas que le dé, tal como Aarón, para declarar fielmente a la
iglesia los mandamientos y las revelaciones con poder y autoridad.
4 Y si en cualquier ocasión el Consolador te inspira a hablar o enseñar, o en todo tiempo por vía
de mandamiento a la iglesia, puedes hacerlo.
5 Pero no has de escribir por vía de mandamiento, sino por sabiduría;
6 y no has de mandar al que te es por cabeza, y por cabeza de la iglesia;
7 porque yo le he dado las llaves de los misterios, y de las revelaciones selladas, hasta que les
nombre a otro en su lugar.
15 Y te será indicado, desde el tiempo de tu salida hasta el de tu regreso, lo que has de hacer.
El Padre Celestial me guía por medio del
Espíritu Santo.
D y C 28: 1-7, 15
¡ Muchas gracias!

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