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Sociedad y Economía de la Nueva Nación

Integró: Humberto Domínguez Chávez


UNAM CCH Azcapotzalco, noviembre 2002

Al inicio de la vida
independiente, nuestro país
contaba con
aproximadamente 5.5
millones de habitantes, que
aumentaría a 6.5 para 1820
y alcanzaría los 8 millones
en 1860. La población se
distribuía en 30 ciudades,
Ciudad de México
95 villas, 4,682 pueblos,
3,749 haciendas, 6,684
San Miguel
ranchos, 206 reales de
minas y 165 misiones; se
agregaba una población de
aproximadamente 100 mil
habitantes dispersos en los
amplios territorios del
remoto norte
Mexquitic
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La Población y su Distribución en el País
La población se encontraba concentrada en la región central, que
integraba 4.5 millones de habitantes de 5.5 existentes, para
principios del siglo XIX; al inicio de la vida independiente esta
población creció a cinco millones y, para 1840, de 8 millones de
población total en el país, se concentraban en el centro 5.5 millones
de habitantes. Las provincias de México, Puebla, Jalisco, Guanajuato
y Oaxaca contaban con una población que oscilaba entre 500 mil y un
millón de personas cada una

En el sureste Yucatán contaba con una población de medio millón de habitantes y, sólo
por su extensión, San Luis Potosí superaba los 300 mil habitantes, mientras que el resto
de las provincias no alcanzaba los 150 mil pobladores; del territorio que se convertiría en
el Norte Perdido, únicamente Nuevo México llegaba a una población de 40 mil habitantes.
La capital del país contaba con una población de 160 mil habitantes, alcanzando los 200
mil para 1850; Puebla, Guanajuato, Guadalajara y Morelia eran las ciudades que le seguían
en importancia; para 1855 las tres primeras superaban los 60 mil habitantes, mientras
que el resto de las ciudades y villas contaban con una población que oscilaba entre 3 y 12
mil pobladores; llegando a los 20 mil algunos de estos centros como Querétaro,
Aguascalientes y Colima. En el sureste las concentraciones se localizaban en Valladolid,
Izamal, Tekax y Mérida, que pasaba de los 10 mil habitantes en 1821 y crecería hasta 23
mil para 1859. San Cristobal tenía 7 mil, Tuxtla y Comitán se acercaban a los 5 mil y
San Miguel
Villahermosa pasó de los 3 a los 5 mil habitantes Integró: Humberto Domínguez Chávez, UNAM CCH Azcapotzalco, noviembre 2002
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El Norte Despoblado
En la región norte actual, la mayoría de las capitales de
provincia y una veintena de centros de población
oscilaban entre 3 y 12 mil habitantes; el caso de
Zacatecas y San Luis Potosí era especial, ya que con el
auge minero la primera concentraba 30 mil habitantes
para 1803, que se reducirían a 15 mil a finales del siglo
XIX; mientras que la segunda pasaría de 12 mil
habitantes a principios del siglo a 30 mil para 1850. En la
región del Norte Perdido las poblaciones eran pequeñas
con misiones y presidios; en la costa sobresalían San
Diego, San Luis, San Carlos de Monterrey y San
Francisco, con poblaciones de 1000 a 1500 habitantes. Zacatecas por Thomas Egerton

Nuevo México contaba con importantes centros como Santa Fe


con 3600 habitantes, Albuquerque con 6 mil y Taos que
alcanzaba una población de 9 mil habitantes. Texas tuvo una
acelerada colonización anglosajona desde la cesión por España
del este de la Louisiana y la Florida a fines del siglo XVIII; para
1821 se multiplicaron los asentamientos en la llanura costera del
Golfo de México en Corpus Christi, Goliat, Matagorda,
Harrisburg y Velasco, y en los ramales principales de los ríos
San Antonio, Béjar, Nacogdoches, y San Felipe en el interior
Santa Fe de Nuevo México
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La Economía Regional
La población rural estaba repartida en haciendas, ranchos,

minerales, pueblos de indios y misiones. Las haciendas

pasaban de 3,500, superando las cinco mil para 1859. Se

incrementó el número de los ranchos y centros mineros, no

así los pueblos de indios y las misiones; que a partir de la

independencia se vieron afectados por los gobiernos

liberales, que eran contrarios a la propiedad comunal e

impulsaban la disminución del clero misional y la afectación de

los bienes eclesiásticos dedicados a estas misiones


Zacatecas
Yucatán Tabasco y Chiapas contaban con un buen número de
haciendas y ranchos. En la Alta California y Nuevo México
el incentivo económico fue el comercio de pieles y la
explotación minera; en Texas existían condiciones para los
desarrollos agrícolas de tipo plantación, que dependían de la
mano de obra esclava. La concentración poblacional en la
región del centro, el aislamiento del sureste y el
despoblamiento del norte, particularmente de la Alta
California, Nuevo México y Texas, con un amplio territorio
desprotegido y muy distante del centro, ofrecía
dificultades enormes para los dirigentes de la nueva nación
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Indios, Mestizos y Criollos
La sociedad mexicana estaba compuesta por una gran diversidad étnica,
con variadas y múltiples culturas, y que presentaban grandes
contrastes socioeconómicos. Dentro de este mosaico social la condición
de propietarios, con relación a las fuentes de producción, dependía de
su condición étnica, ya que la rígida estructura social, de índole
estamental por medio de las castas, se basaba en privilegios y
restricciones e inmunidad de clase, lo que propició una desigualdad con
prolongada supervivencia durante todo el siglo XIX
Indígena en el cultivo de la grana cochinilla

Para 1821 existían un millón de criollos, 30 mil españoles, 3.5


millones de indígenas y 2 millones de integrantes de castas o
mezclas étnicas. Los españoles y criollos mantenían
preponderancia social, política y económica. Con la independencia
y la posterior expulsión de los peninsulares, este grupo fue
sustituido por numerosos extranjeros de diversas nacionalidades,
y los criollos escalaron rápidamente los vacíos dejados por los
españoles. Desde el punto de vista etnohistórico el mestizo
representaría al mexicano, pues tendría las mayores
oportunidades de prosperar con la educación, la política y el
ejercicio del comercio Anastasio Bustamante
Las comunidades indígenas tendrían que enfrentar diversas formas de gobierno, sin que ninguna se
preocupara de su existencia y bienestar; su destino estaba marcado hacia la integración y la
pérdida de su identidad étnica, o bien, mediante su marginación en las selvas y las montañas en
zonas de refugio, al margen del desarrollo nacional
Mestizo Integró: Humberto Domínguez Chávez, UNAM CCH Azcapotzalco, noviembre 2002
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Los Grupos Sociales y sus Actividades Económicas
Se puede agrupar a la clase alta como la
población económicamente acomodada, que
integraba a los terratenientes que eran
dueños de haciendas, los propietarios de
minas y de propiedades urbanas, los
acaudalados comerciantes, los pocos
industriales de textiles, a los que se
sumaban los políticos y los eclesiásticos de
los más altos cargos. Integraban la clase
media los propietarios y comerciantes de
fincas y comercios, los empleados
particulares y burócratas, los oficiales de
menor rango del ejército, el bajo clero y
los profesionistas como abogados, médicos
y profesores. La populosa clase baja se
componía de trabajadores de minas y
textiles, los artesanos de pequeños
talleres, los empleados domésticos, los
vendedores, arrieros y soldados, la
inmensa población rural de peones
acasillados, el amplio sector campesino que
labraba la tierra para consumo familiar y
un estrato miserable de habitantes de las
ciudades y villas, integrado por vagos,
mendigos y raterillos Integró: Humberto Domínguez Chávez, UNAM CCH Azcapotzalco, noviembre 2002
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Las Comunicaciones, la Economía y los Extranjeros


México inicia su vida independiente en la primera mitad del siglo XIX con una
fuerte depresión económica que afectó notablemente las posibilidades de
construcción de infraestructura y limitó la amplitud de la red de vías de transporte,
necesaria para facilitar la reactivación económica como nación. A partir de 1822 las
comunicaciones y los transportes dependían de la Secretaría de Relaciones
Exteriores; y posteriormente, hasta 1853, del Ministerio de Fomento, Colonización,
Industria y Comercio . Para el transporte, la ruta México–Veracruz seguía
dependiendo de la actividad que llevaban a cabo los tamemes y diligencias. Debido a
que eran comunes los asaltos, resultaron necesarias fuerzas de protección que
acompañaran a los viajeros, lo que a la larga urgió la necesidad de otorgar
concesiones ferroviarias para desarrollar este medio de transporte básico. La
introducción de las rutas ferroviarias del país se inició en 1837, con la concesión a
Francisco de Arillaga para construir la primera línea férrea de México a Veracruz
Para 1850 la población extranjera mayoritaria en el país era de

origen francés e inglés, y oscilaba entre tres y cinco mil inmigrantes

respectivamente; con cifras más modestas se encontraban

establecidos alemanes, norteamericanos y españoles recién llegados.

De esta múltiple y variada inmigración artistas y escritores dejaron

numerosos testimonios de sus viajes en nuestro territorio; sus

motivaciones eran variadas y tenían relación con la explotación de los


Zacatecas por Carl Nebel 1838
recursos naturales del país y sus posibilidades comerciales
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Las Desigualdades Sociales


Resulta significativo en los testimonios de la época, la referencia a una
enorme desigualdad social, haciéndose patente la riqueza ostentosa de
una minoría y la miseria de amplios grupos populares; muestran
diferencias sociales en la habitación, el consumo y el disfrute de la vida
cotidiana. Un personaje llamó la atención de nacionales y extranjeros, el
lépero; se trataba de personas sin nada de valor, que buscaban su
supervivencia timando, robando y mendigando en las ciudades; vestían
andrajos y mostraban una audacia notable

En el campo se describen las


haciendas con su casco o casa
principal; estaban amuebladas al
estilo europeo, que contrastaba
con las casuchas de adobe y zacate
de los peones, que estaban
América en el siglo XVIII
amuebladas con petates, huacales
y loza de barro

El vestuario también separaba a los amos que vestían trajes de cuero


finamente elaborados, y el de los peones que consistía de calzones de
manta. Se señala reiteradamente que la pereza, la embriaguez y la
inconstancia fueron los principales vicios, manifiestos en las múltiples
fiestas con jarabes, sones y fandangos, con mas propensión en los grupos
populares, lo que representó un obstáculo serio para el desarrollo económico
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Educación, Seguridad Social y la Iglesia
Bajo el sistema de gobierno republicano que
predominó al caer el frágil imperio de
Iturbide, que se deseaba por varios que
fuera representativo y popular, era
menester la creación de un sistema
educativo nacional, que formara a las nuevas
generaciones con una conciencia ciudadana y
de responsabilidad social
Un asunto pendiente radicaba en la
Dentro de las propuestas no
separación de la iglesia y el Estado, que
faltaron ideas y proyectos para
desde finales del siglo XVIII buscó la
aumentar el número de propietarios
corona española; con la conjura de La
de medianos recursos; las
Profesa, el clero se aseguró la
soluciones que se daban insistían en
la afectación de los bienes del exclusividad de la religión católica, como

clero, aunado con las propuestas de una de las Tres Garantías de los

fraccionar los grandes latifundios. acuerdos de independencia.


En el ámbito de la seguridad social Para 1822 se organizaba la iglesia en México con 10 diócesis u obispados, después de
para los trabajadores en los
la anexión de Chiapas a la República. España presionó al Vaticano para que no renovara
obrajes y minas, era muy
las diócesis y, para 1826, murió el último obispo. Sería hasta 1831, cuando se
importante la idea de la caridad
reanudaran las relaciones con España y el Vaticano, que se renovarían las diócesis
cristiana, que partía de algunos
mexicanas; sin embargo, entre 1821 y 1830 se redujo el número de ministros de culto
patrones para con sus trabajadores
de 9,439 a 7,019 Integró: Humberto Domínguez Chávez, UNAM CCH Azcapotzalco, noviembre 2002
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El Conflicto Estado-Iglesia y la Crisis Económica
El conflicto entre la iglesia y el Estado se inició cuando el gobierno
reclamó el derecho de conservar el Patronato Eclesiástico, que había
sido una concesión del papado a la corona española y que ahora
reclamaba el Estado, para mediatizar el poder interno del clero y de las
políticas de la Santa Sede en los intereses nacionales; al respecto,
desde marzo de 1822, una Junta Diocesana declaró, a nombre del clero
mexicano, la inexistencia del patronato

Otro de los problemas que debían superarse para organizar la nación,


consistía en la bancarrota de la economía; que se había iniciado desde
1808 con la invasión napoleónica por alzas en las contribuciones,
préstamos y donaciones a la corona, carestía e irregularidad del tráfico
exterior y, para rematar, la guerra de insurgencia durante una década;
que había afectado la economía del centro del país, que era en donde se
concentraban las principales actividades productivas

La crítica situación económica se agudizaba debido a la escasez de


capitales, por su salida entre 1808 y 1829; por la circulación reducida de
bienes de consumo y de producción, por la desarticulación de los mercados
regionales y la falta de poder adquisitivo en medio de la guerra; a lo que
debía añadirse los frecuentes y violentos cambios políticos y las
invasiones extranjeras que caracterizarían el período. Todo ello desquició
la hacienda pública, trastornó la recuperación económica y repercutió en
la estabilidad política y el mantenimiento del orden social Integró: Humberto Domínguez Chávez, UNAM CCH Azcapotzalco, noviembre 2002
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Las Actividades Económicas
Era claro que el principal problema económico consistía en la falta de capital y de crédito
para poder activar los sectores de producción y el comercio. El capital circulante no era
mayor a 20 millones, incluyendo los préstamos e inversiones de la iglesia, que se habían
mermado significativamente desde la aplicación de la liquidación de los préstamos e
hipotecas, para remitirlos a España, como parte de las reformas borbónicas. La iglesia se
había descapitalizado y nuevos agentes ocuparon su lugar en el capital financiero; el
comercio fue el campo más propicio para hacer fortuna, sus establecimientos adquirieron
el carácter de empresas bancarias y sus dueños se convirtieron en propietarios de
haciendas y minas, además de controlar el comercio interior y exterior. Entre las casas
comerciales más importantes de la época tenemos a las de las familias: Iturbide, Escandón,
Pacheco, Bringas, Mier y Terán, Jecker, Forbes, Mannigan y Macintosh

Junto a la ganadería y la agroindustria, la agricultura era el sector más


importante de la producción. Antes de 1810 su valor anual se
aproximaba a los 140 millones, pero después de 1821 apenas alcanzaba
los 70 millones; las cosechas habían quedado reducidas a la mitad, su
producción dependía de un temporal inestable de lluvias, faltaba
maquinaria y técnicas de abonos; los peones requerían instrucción y era
necesario corregir la injusta distribución de la tierra y la
sobreexplotación de los peones acasillados. El latifundismo crecía y se
fortalecería con los principios del individualismo liberal que se
impondría para finales del siglo, mientras que las comunidades indígenas
iban desapareciendo o al menos marginándose en regiones de refugio Integró: Humberto Domínguez Chávez, UNAM CCH Azcapotzalco, noviembre 2002
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La Agricultura y la Minería
La mayor parte de la producción de
cereales, con predominio del maíz era
para el autoconsumo. Puebla,
Guanajuato, Michoacán y Jalisco, en la
región central, los producían con

Sistema de producción de la grana cochinilla abundancia; de igual manera era grande


la producción en Oaxaca, Veracruz y la
región del sureste, en donde también
se producía el añil, la grana cochinilla,
la vainilla, el cacao, los tintes vegetales
y las maderas finas; otros productos
importantes de la economía rural eran
el azúcar, aceite, algodón y el pulque

La minería, de gran prestigió en la producción de plata, sufrió una caída considerable,


ya que de su promedio anual de 25 millones antes de 1810, únicamente alcanzaba seis
millones para 1821. Su recuperación dependía de factores económicos para poder
recuperar minas inundadas, además de poder explotar nuevas vetas del mineral con
nuevas tecnologías; se requería además reconstruir caminos, desarrollar casas para
el beneficio del mineral y su acuñación, además de puertos de exportación, para lo
cual era necesario contar con grandes inversiones; al respecto, entre 1823 y 1830 se
formaron varias compañías con capital inglés y francés, e incluso, algunos alemanes Diagrama de los tiros de una mina
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incursionaron en la exploración
Los Obrajes y el Comercio Sociedad y Economía en el México Independiente: 13

La industria de transformación se vio afectada con la guerra de independencia,


ya que su producción de 60 millones anuales en 1810, no alcanzaba la mitad
para 1821. Su desarticulación continuaría hasta finales del siglo, debido a su
transición de taller artesanal a fábrica. La situación se debía a la salida del
país de numerosos propietarios de origen español, el atraso tecnológico, y la
escasez de mano de obra calificada. La creación del Banco de Avío significó el
arranque de la recuperación, con la creación de 14 nuevas industrias; esta
institución crediticia se fortalecería en 1842, con la creación de la Dirección
General para la Industria Nacional , siendo beneficiado el sector textil, las
ramas de alimentos, bebidas, piel, cigarros, cerámica, vidrio y ferreterías
Agroindustria del henequen

El comercio interno y externo se vio afectado, desde antes de la


guerra de independencia, por problemas de circulación. Las
aduanas en el comercio exterior y las alcabalas en el interior se
convirtieron en mecanismos para asegurar los recursos a la
administración pública, encareciendo el tráfico por los impuestos;
aunado a lo anterior, un problema claro era la falta de vías de
comunicación, ya que las existentes consistían de caminos de
herradura para recuas de mulas. Además, era endémico el
bandolerismo en el interior del país. En el tráfico exterior la
marina inglesa y francesa sustituyeron a la española, quedando el
país en franca desventaja por carecer de una marina mercante. La
hacienda pública para 1820 ya tenía un déficit de 200 mil pesos y,
para el año siguiente, de cuatro millones; debido al excesivo gasto La tecnología existente en los talleres artesanales
del ministerio de guerra, que absorbía el 70% del gasto público; el
país estaba en manos de una milicia corrupta y ambiciosa Integró: Humberto Domínguez Chávez, UNAM CCH Azcapotzalco, noviembre 2002
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Referencias
•Aguilar Díaz Jovita, “Estampas del Siglo XIX”, en: Imagen Cultura, 25 de mayo de 2002,
http://www.imagenzac.com.mx/2002/05/25/cultura1.htm
•Evolucion, “Siglo XIX”, ICA, http://www.fundacion-ica.org.mx/EVOLUCION/sxix.htm
•García Díaz Tarcicio, “Sociedad y Economía”, en: México y su Historia, T. 6 “1821-1855 El Dilema
de la Organización Nacional, México”, UTHEA, 1984, pp. 763-792
•México Desconocido, “Siglo XIX”,
http://www.mexicodesconocido.com.mx/espanol/historia/siglo_xix/

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