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Emoción y cognición en

terapia cognitiva
Emoción y cognición en terapia
cognitiva

▪ Existe una interdependencia entre nuestras emociones, nuestras cogniciones y


nuestra conducta. No es la situación en sí la que cuenta para la terapia cognitiva,
sino la interpretación que la persona hace de ella.
▪ Los pacientes con trastorno de pánico se asustan de ciertas sensaciones corporales
que son normales. Sufren porque están convencidos de que les espera la muerte, el
descontrol o la locura. Sufren por lo que piensan que les ocurre.
▪ Si pienso que voy a enfrentar un peligro surgirá la angustia. Y a la inversa, si induzco
a alguien un estado de ánimo negativo por medio de una música deprimente, las
ideas negativas que pueblan en esa persona se harán mas negativas.
▪ No todo sufrimiento humano es producto de una visión sesgada de la realidad. La
depresión es frecuente porque es común que enfrentemos sucesos negativos. Sin
embargo atrás de hechos incuestionablemente negativos suele agazaparse ideas
distorsionadas.
▪ Una función de la terapia cognitiva es ayudar al paciente a identificar
estas ideas que acompañan fugazmente las emociones dolorosas.
▪ Las emociones funciones como señales que advierten la presencia de
estos pensamientos. Una vez identificadas, terapeuta y paciente
examinan y debaten las ideas. Este debate introduce flexibilidad en
modo de pensar muy rígido.
▪ El objetivo no es que el paciente piense de manera positiva, sino que
adquiera una visión flexible de la realidad, que reconozca que toda
situación puede ser interpretada de modos distintos
Conclusión

▪ La relación entre cognición y emoción es central en las terapias


cognitivas. Su objetivo es reducir el sufrimiento asociado a modos
disfuncionales de representarnos nuestra realidad, y a afrontar mejor
el dolor generado por las limitaciones propias de nuestra existencia.

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