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¿Qué es una fábula?

Una fábula es un texto literario corto. Puede estar escrita tanto en prosa como
en verso y suele estar protagonizada por animales.

El objetivo de la fábula es educar, sobre todo a niños y niñas. Para ello se muestran, a través de
situaciones imaginarias, las costumbres, los defectos o las virtudes de las personas.

Esta enseñanza está resumida al final del relato en una moraleja: una frase o idea que invita a
reflexionar.
Félix María Samaniego

Félix María Samaniego fue un escritor alavés famoso por sus fábulas morales.
Están escritas para gustar a niños y niñas y todas contienen una moraleja que nos
transmite un mensaje educativo.

En 1784 se publicaron en Madrid las fábulas de Samaniego en una obra titulada


Fábulas morales. Eran 9 libros con 157 fábulas.

Aquí encontrarás seis de sus fábulas más conocidas: El cuervo y el zorro, La cigarra y la hormiga, La
lechera, Las ranas que pedían rey, La gallina de los huevos de oro y el cazador y el perro.

¡Esperamos que te gusten!


El cuervo y el zorro

Estaba el señor Cuervo, muy ufano y contento, en la


rama de un árbol con un queso en el pico. Pero un
Zorro muy astuto, atraído por aquel fascinante olor, le
dijo estas palabras, si mal no recuerdo:

—¡Señor Cuervo, mi amo, tenga usted muy buenos días! Os veo en muy buena forma, hermoso, elegante
y rebosando gallardía. Yo no suelo gastar elogios, siempre digo lo que pienso, y viéndolo así le juro al
cielo que al escuchar su bello canto los dioses le harán dueño de vastos imperios.
El cuervo y el zorro

Al oír este discurso tan halagüeño y sentirse el pájaro


alabado, ¡ay!, el Cuervo, llevado por la vanidad, quiso
cantar bien alto. Y al abrir su negro pico, dejó caer el
queso.

El Zorro, avispado, apresó el manjar en un momento, y tras una fuerte carcajada, le dijo al Cuervo, que
miraba descontento:

—Señor bobo, a falta de otro alimento, comeos mis alabanzas hasta quedar bien lleno, que mientras usted
las digiere, yo le hincaré el diente a este sabroso queso.
El cuervo y el zorro

Debate

¿Cuál crees que es la moraleja de esta fábula? ¿Qué nos quiere enseñar el autor acerca de las
personas?
La cigarra y la hormiga

Nuestra amiga la Cigarra se pasó el verano entero canta que te


canta, sin parar ni un momento. Tanto cantaba que no encontró
tiempo para buscar provisiones para el invierno.

Cuando llegó el frío tuvo que dejar de cantar y resguardarse


calentita en su pequeño hogar. Pero el hambre acuciaba y no
tenía alimento: ni una mosca, ni un gusano, ni trigo, ni centeno.

Tenía por vecina a una hacendosa Hormiga y con el estómago rugiendo fue a tocar a su puerta:
La cigarra y la hormiga

—Doña Hormiga, buenos días —saludó con mucho


respeto—. Veo que en vuestro granero abundan las
provisiones. Prestadme alguna cosa para sobrevivir este
invierno. Esta triste Cigarra, tan alegre en otro tiempo,
nunca ha hecho daño a nadie y ahora necesita sustento. No
dudéis en prestarme, que fielmente prometo pagaros con
ganancias lo que tengáis a bien cederme.
La cigarra y la hormiga

Pero la codiciosa Hormiga respondió con osadía y escondió a la


espalda las llaves del granero.

—¡Ja! ¡Yo prestar lo que gano trabajando con tanto esfuerzo! Dime,
holgazana, ¿qué has estado haciendo durante el buen tiempo?

—Pues yo, —dijo la cigarra —, a todo paseante le he cantado alegremente, sin parar ni un momento.

—¡Ah! Con que cantabas mientras yo me partía el lomo trabajando. Pues ahora que yo como, tú canta,
Cigarra, canta.
La cigarra y la hormiga

Debate

¿Qué crees que el autor nos quiere decir con esta fábula? ¿Crees que la hormiga ha actuado bien?
La lechera

Llevaba en la cabeza una lechera el cántaro al


mercado. Iba alegre, tan sencilla, con aquel aire
tan risueño, que le iba contando a la gente:

—¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!

No necesitaba más compañía que su pensamiento, y así marchaba sola la feliz Lechera mientras echaba
sus cuentas:
La lechera

«Esta leche vendida me dará tanto dinero que compraré


una cesta llena de huevos. De los huevos sacaré cien pollos
que crecerán en el verano. Del importe que consiga con la
venta de tanto pollo podré comprarme un cochino que
engordaré con bellota, castaña y salvado. Me lo llevaré al
mercado, sacaré por él sin duda buen dinero. Con eso
podré comprar una vaca y un ternero que salte y corra por
el campo hasta el monte cercano.»
La lechera

Absorta en estos pensamientos va brincando la lechera y tras un salto


violento derramó el cántaro entero.

¡Pobre lechera! ¡Qué desgracia! Adiós leche, adiós dinero, huevos, pollos,
cochino, vaca y ternero.

¡Qué loca fantasía! ¡Qué castillos construyes en el aire! Modera tu alegría, pues no sea que saltando de
contento se rompa la esperanza. No seas ambiciosa, no quieras mejor o más próspera fortuna, que vivirás
ansiosa sin que pueda saciarte otra cosa.

No anheles impaciente el bien futuro; piensa que ni el presente está seguro.


La lechera

Debate

¿Qué nos cuenta el autor en esta fábula? ¿Qué le pasa a la lechera por querer tener tantas cosas?
Las ranas que pedían rey

El pueblo de las ranas vivía sin rey felizmente, libre e independiente. La


amable libertad reinaba en la inmensa laguna que habitaba. Pero las
ranas quisieron un rey y así lo pidieron a Júpiter.

Al dios le llegó la súplica de las ranas y lanzó a un rey de palo a la laguna. Debió de ser sin duda un buen
pedazo, pues se dio su majestad tal porrazo que el ruido atemorizó al reino entero.

Las asustadas ranas se zambulleron en agua o lodo y quedó todo en un silencio tan profundo que parecía
que no hubiese ranas en el mundo.
Las ranas que pedían rey

Una de ellas asomó la cabeza y, al ver a aquel rey leñoso,


anunció que el monarca era un zoquete. Las otras ranas se
congregaron a observarlo y, tomándolo por juguete, lo
despreciaron y lo ensuciaron con el barro.
Las ranas que pedían rey

Y pidieron otro rey, porque ese no era bueno.

El padre de los dioses, irritado, envía a un tirano malvado que


muerde, traga, castiga, y que obliga a aquellas ranas
miserables a suplicar de nuevo al dios humildemente.

—Sufrid — les responde éste— eternamente. Que así castigo yo a aquel que no examina si su petición
será su ruina.
Las ranas que pedían rey

Debate

¿Qué enseñanza los quiere transmitir el autor? ¿Crees que las ranas necesitaban un rey?
La gallina de los huevos de oro

Érase una gallina que ponía un huevo de oro para su dueño cada día. Pero no
contento con tanta ganancia, aquel rico avaro quiso descubrir de una vez la
mina de oro, para poder conseguir así más tesoro en menos tiempo.

Mató a la gallina, le abrió el vientre de lado a lado, pero después de haberla


registrado, ¿qué sucedió? Que, muerta la gallina, perdió su huevo de oro y no
pudo hallar la mina.

¡Cuántos hay que teniendo lo bastante quieren enriquecerse al instante! Se embarcan en proyectos de tan
rápidos efectos que, en unos pocos meses, cuando se creían ya marqueses contando sus millones, se
vieron en la calle sin calzones.
La gallina de los huevos de oro

Debate

¿Sabes lo que es la avaricia? ¿Qué nos quiere hacer ver el autor con esta fábula?
El cazador y el perro

Mustafá era ya un perro viejo, muy ejercitado en el arte de la


caza, marcado su pellejo por antiguas heridas de colmillos y de
cuernos afilados.

Seguía a un jabalí sin esperanza de poderlo alcanzar, pero


azuzándolo su amo a cada instante, a duras penas Mustafá por fin
lo alcanza.

El cerdoso valiente se resiste y no le deja al perro hincarle su cansado diente; con sus grandes colmillos
lo rechaza y al cabo, bufando, se marcha victorioso.

El cazador, furioso, reniega del can y de su raza.


El cazador y el perro

—Viejo estoy — le responde —, ya lo ves. Pero di: ¿sin


Mustafá tendrías las pieles y cabezas de las fieras en tu
casa, como abrigo y trofeo?

»Te fijas en lo que soy, no en lo que he sido. ¡Oh, suerte desgraciada! Solo tienes presente mi vejez
cansada, mis robustos años has olvidado.

»Pero ¿para qué me mato, si no he de conseguir ya nada? Es ladrar a la luna el ofrecer servicios al ingrato.
El cazador y el perro

Debate

¿Crees que el cazador tiene razón al enfadarse con Mustafá? ¿Qué crees que nos quiere mostrar esta
fábula?

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