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Ponencia Representaciones y Discursos de Sicarios
Ponencia Representaciones y Discursos de Sicarios
El texto contiene un acercamiento al sistema judicial de la noción (sicario) y se traslada al contexto socio
espacial donde, desde los medios de comunicación se representa el periodo de violencia que
protagonizaron los sujetos de esta investigación.
Otra mirada introduce la representación que la televisión, el cine y la música reproducen del sicario en
la actualidad.
Finalmente, a partir de los discursos de los sicarios se analizan las re significaciones de una actividad
entendida como trabajo, con disposición agonística y sometimiento de los cuerpos.
Desde el Sistema de Justicia
Desde el Código Penal del Estado de Chihuahua se hace una revisión de la noción
del sicario. El homicidio es el delito que cometen los sicarios (para los mayores de
edad) se encuentra tipificado en el título décimo, en el apartado de delitos contra
la vida y la salud personal, del Código Penal del Estado de Chihuahua.
El artículo 194 especifica que comete el delito de homicidio el que priva de la vida
a otro. En el artículo 210 se encuentran las figuras del delito de homicidio y
lesiones calificadas.
En resumen en México sólo existe el delito de homicidio calificado, los sicarios que
llegan a los tribunales suelen ser juzgados por ese delito con diversas atenuantes.
Desde los Medios de Comunicación –
Noticia-
Desde los Medios Masivos de Comunicación, Ciudad Juárez fue durante tres años la
ciudad más peligrosa del mundo.
Lo que ocurrió entre 2008 y 2012 en esta ciudad signa un periodo único no sólo en
Juárez, sino en todo el país, ya que no existía un registro con el número de víctimas
ni con el alcance mediático que tuvo. De acuerdo al IV Informe de crímenes en
Ciudad Juárez, el Observatorio de Violencia Social y de Género tiene una cifra de
9,794 víctimas en el periodo señalado.
El melodrama es precisamente aquello que da argumento a una escena que logra
entretener; en Juárez se fusionó con aquello que puede entenderse como
espectáculo, la violencia.
Desde la televisión, el cine y la música
Las Industrias Culturales han reproducido con éxito la figura del sicario desde
distintos escenarios.
Para Martín-Barbero (1991) es a través del melodrama que la identidad de la
víctima es al final resuelta de una manera maravillosa y es sólo por el justiciero o
protector, como personaje, que salva a la víctima al mismo tiempo que castiga al
traidor o malo, lo que lo convierte en héroe, discurso que los medios erigieron, al
tratar de situar a los narcotraficantes en ese rol.
La televisión
En las representaciones de los sicarios les une sus narrativas en las que queda de
manifiesto el discurso de violencia en la cotidianidad de sus vidas, en la casa, en el
barrio, en la escuela y el trabajo para los que asisten, el deseo de ser poderosos,
por respeto y dinero también son elementos comunes.
La figura del patrón o el jefe es representada por capos como el “Señor de los
cielos”, Amado Carrillo Fuentes y recientemente por Joaquín Guzmán Loera, “El
Chapo”, “y en Colombia por Pablo Escobar Gaviria y los líderes del hoy “cartel de
Cali”, como esas figuras sinónimo de muchos de éxito a través del dinero, poder y
mujeres que ostentan. Algunos de los anteriores hoy convertidos en personajes de
novela, ofrecidos como hombres inteligentes y nobles con los que la audiencia llega
a identificarse.
El cine
Por ejemplo la cinta “Amores Perros” (2000) es una narrativa que resalta la estética
de la violencia urbana a través de sus personajes. El sicario, “el chivo”.
Diferente a “El infierno” (2010), como una fiel descripción del tipo de violencia que
ocurre en el país y de los escenarios en los que se desenvuelven los sicarios de esta
tesis.
Debe ser pensando como una actividad ilícita que implica la muerte o ejecución de
una persona, conocida o desconocida para el sicario, debido a una componenda.
Es necesario situar el sicariato como un empleo, como una actividad que supone un
intercambio de bienes y servicios para la satisfacción de necesidades.
Sicariato, la disposición agonística
El trabajo del sicario supone una revaloración de la muerte y sometimiento de los
cuerpos a partir de una disposición agonística que involucra la capacidad y el
ejercicio del poder a través del cuerpo, sin reducirse al hecho físico o material por
una componenda, sino fáctico de terminar la vida de alguien como una estrategia
con efectos y disposiciones, que se ejerce, más que de posesión como una forma
de producción social.
El sicario dejó de trabajar de forma solitaria, si algún día lo hizo, para conformar células
de cuatro a ocho o más personas que tienen objetivos diversos, el trabajo del crimen
organizado representa una actividad polifacética, no sólo se es sicario y nada más.
Se hace un recorrido para conocer en dónde se sitúa la noción del sicario desde la
academia y se expone el marco teórico. Desde la aportación de Michel Foucault se
anclan las definiciones de cuerpo y poder en función de la actividad del sicariato. La
identidad y producción de subjetividad a partir de los actos bárbaros que cometen, son
entendidos considerando el concepto de horrorismo.
Capítulo II El espacio tiempo, Juárez 2008-
2012
Se dedica a un recuento cronológico de algunos de los escenarios que reconstruyen
la llamada narcoguerra, el discurso.
Una postura reflexiva sobre los espacios que desde los medios masivos de
comunicación ubicaron a Ciudad Juárez como una de las ciudades más peligrosa del
mundo.
Los conceptos de crimen y delincuencia organizada son expuestos como referencia
y antecedente de la guerra contra el narco, que sirven como marco para entender
la naturaleza de lo que ellos denominan como la empresa que los emplea.
Capítulo III Se busca: los Sicarios
Desde el interaccionismo simbólico se describe la estrategia y el instrumento metodológico.
El trabajo de campo consistió en la realización de entrevistas a profundidad con sicarios,
algunos internos de la Escuela de Mejoramiento Social, menores de edad y otros libres, es
decir, en activo.
Se proponen Ser, Dejar de ser y Someter-eliminar como tres ejes que caracterizan la
actividad del sicariato comprendida desde los informantes.
Conclusiones
Los sicarios matan por dinero, para vivir mejor, para contar con una
estructura que los apoye y que también vierte de sentido sus vidas. Las
nuevas generaciones no están amoldándose a las soluciones ofrecidas,
sino que están buscando las suyas sin importar el costo.