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PRIMER

ENCUENTRO DE
DAMAS
IGLESIA DE
CRISTO EN LA
HABANA VIEJA
LA SUNAMITA
CONFERENCIA
CARIDAD
MARTEL
SUNAMITA: Gentilicio
para los originarios de
Sunem.
“Una mujer importante”
la llama la Escritura.
Nunca se da su nombre
verdadero
Israel del
Villa de Sunem
(probablemente
Antiguo
la actual Solem) Testamento
en el territorio
JE
de Isacar cerca ZR Sunem
EL ◙
de Jezreel GILBOA
(Jos. 19.18),
aquí acamparon
los filisteos
antes de la
batalla de Gilboa JUDA
(1 S. 28.4).
Eliseo pasaba por Sunem, la sunamita descrita como una
mujer importante siempre le ofrecía hospitalidad, ella
consultó con su marido el construir un pequeño aposento
ya que conocía que Eliseo era un varón de Dios. Uno de
esos días vino Eliseo al aposento y le dijo a Giezi, su criado,
que preguntara a la sunamita qué podía hacer por ella .
Giezi le comentó a Eliseo que ella no tenia hijos y su marido
era viejo, por lo que el profeta le anunció que el próximo
año concebiría un hijo.

La mujer creyó que Eliseo se burlaba de ella, pero al año


siguiente ella tuvo un hijo (2 Re 4.8-17)

Al igual que Dios hizo con Sara,


Raquel y Ana, así
milagrosamente permitió a esta
hospitalaria mujer y a su esposo
tener un hijo.
El niño creció, pero un día se quejó a su padre de dolor
de cabeza, un criado lo llevó a la sunamita, muriendo
el niño finalmente en su regazo. Ella fue al aposento
de Eliseo y le dijo a su marido que enviara a un criado
que la acompañara a ver a Eliseo

Cuando el varón de Dios la vio le dijo a su criado Giezi


que la recibiera y preguntara por su esposo e hijo… y
ella le respondió: bien, pero luego se postró a los pies
de Eliseo y le reprochó «¿Pedí yo hijo a mi señor? ¿No
dije yo que no te burlases de mí?»…

… Eliseo instruyó a Giezi que tomara su báculo y lo


pusiera sobre el rostro del niño (Re 4.25-31)
El báculo de Eliseo era símbolo de su oficio
y de la autoridad que Dios le había dado. Al
enviar el báculo delante de él, Eliseo hacía
acto de presencia antes de llegar en
persona (v. 2:8; Ex 4:1–4; 17:8–13).

Al colocar Giezi el báculo sobre la cara del


niño muerto, garantizaba su protección
hasta que el profeta llegara.

Esto le daba a entender a la mujer que


Eliseo, bajo el poder de Dios, y no del
báculo, haría el milagro de resucitar al niño,
lo que se lograría por fe y oración
Giezi hizo lo que el profeta había
mandado pero el niño seguía
muerto, así que Eliseo decidió ir
personalmente a verlo, entró y oró
a Jehová, se tendió
completamente sobre el niño «y el
cuerpo del niño entró en calor»,
luego paseó por la casa y
nuevamente se tendió sobre él, y
el niño estornudó siete veces y
resucitó (2 Re 4.31-37)
Eliseo mandó a la sunamita que se fuera de
su tierra porque vendría hambre por siete
años por voluntad de Dios.

La sunamita obedeció y se fue con su


familia a Filistea, al pasar los siete años
regresó a su tierra, pero tuvo que implorar
al rey para recuperar sus tierras y su casa.

Giezi intercedió por ella y contó a pedido del


rey las maravillas que Eliseo había hecho
con la sunamita, al escuchar la historia el
rey ordenó a un oficial devolverle a la
sunamita sus tierras y casa 2 Re 8.1-6
ENSEÑANZAS
4.24-37 Tanto la conducta de Eliseo como la de la
mujer sunamita, en este relato, ilustran la
importancia de la fe y la perseverancia.

La mujer sunamita preparó una habitación para


comodidad de Eliseo. Ella hizo esto por su bondad y
porque sintió que había una necesidad, no por
motivos egoístas.

¿Cuán sensible es usted a aquellos que pasan por su


hogar, especialmente aquellos que enseñan y
predican la Palabra de Dios? ¿Qué necesidades
especiales tienen ellos que podría satisfacer?

Busque formas en que pueda servir y ayudar.


RESUMEN

La Biblia nos manda que seamos hospitalarios. Esta


virtud cristiana trae grandes bendiciones de Dios para
quienes la practican

LAS ESPERANZAS QUE DIOS OFRECE


SIEMPRE SE HACEN REALIDAD.

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