Definición de los Derechos del Hombre, según la Rae. Es el conjunto de los
derechos inherentes a todas las personas derivados de su propia naturaleza, en cuanto el hombre es un ser intrínsecamente social, que le permite el libre desarrollo de su personalidad. Definición Según el Derecho, Conjunto de normas jurídicas que confieren facultades, que imponen deberes y otorgan derechos con el fin de regular los intercambios y, en general, la convivencia social para la prevención de conflictos o su resolución, con base a los criterios de certeza, seguridad, igualdad y justicia. Los derechos del hombre son aquellos que le corresponden por su naturaleza personal y por el simple hecho de serlo, sin distinción de raza, religión o cultura e independiente y anteriormente a las cualidades o cargos que pueda poseer. Son derechos que corresponden a la persona como tal y que siempre debe ser considerado como un fin y no como un medio para conseguir otros fines. A partir de la Revolución Francesa que los proclama, han hecho de ellos un tema frecuentemente invocado y hoy son reconocidos como la base de la convivencia y del respeto entre los hombres y las culturas. Cabe recalcar que esta moderna formulación tiene sus raíces religiosas en el pensamiento Bíblico. Allí se nos presenta al hombre como la imagen de Dios (Gn 1, 27 ), es decir un ser sagrado y digno de todo respeto. Es claro que la noción de los derechos de hombre se halla en la Biblia, el fundamento sobre el cual se consolida la doctrina moderna. El N. Testamento insiste en esos fundamentos religiosos de la dignidad del hombre. En la tradición cristiana se tardó mucho en sacar la enseñanza bíblica. Fue, sobre todo, a través del derecho natural como los teólogos cristianos expresaron un conjunto de derechos que pertenecían al hombre mismo y que eran inalienables. Fue primero en los Estados Unidos luego en Francia con la Revolución Francesa que comenzaron a publicarse listas de derechos inalienables para todo hombre y. En 1948 La Asamblea de la Naciones Unidas hizo una Solemne Declaración de los Derechos del Hombre. Posteriormente el Papa Juan XXIII promulgó la Encíclica Pacem in Terris ( 1963 ),la enseñanza católica sobre los derechos del hombre. El primer derecho que el Papa señala es el derecho a la existencia, con la integridad corporal y los medios necesarios para una vida digna, entre los que enumera el alimento, la vivienda, el vestido, la asistencia médica, el Seguro de vejez, de invalides, el derecho a la educación, a la información,etc Es decir, que todo hombre tiene el derecho a existir y a existir decorosamente a lo largo de toda su vida. Es este un primer derecho universal, que, no se cumple en la mayoría de los hombres de los países del tercer mundo. Esto nos pone de manifiesto en forma aguda, la injusticia de nuestra sociedad, donde se conculcan los derechos tan básicos y sustanciales del hombre. A continuación el Papa habla del derecho a la fama , a la verdad y a la cultura. El hombre tiene el derecho que se le respete su vida en el plano moral y no se le difame. El hombre tiene derecho a buscar la verdad de acuerdo a su conciencia. También a la recta información de los acontecimientos públicos. Y junto a esos derechos a una educación conveniente, de acuerdo a la capacidad de cada uno. Educación que ha de tender a posibilitar el acceso a los más altos niveles de estudio, a fin de que todos estén verdaderamente capacitados. Los bienes del saber y del espíritu son más valiosos aun que los del cuerpo. Mientras la sociedad no logre ofrecer a los ciudadanos estas posibilidades no podrán sentirse en orden justo y respetuoso. Junto a estos derechos espirituales el Papa Juan XXlll coloca el derecho de la veneración de Dios y la práctica de la religión. El Concilio Vaticano II, ha insistido en la libertad religiosa, entendida como el derecho de dar culto a Dios de acuerdo a la fe que profesa. Pasa luego el Papa a la consideración de los derechos familiares. Todo hombre tiene derecho a la elección del estado de su vida y a formar una familia, lo mismo los hombres que las mujeres, con libertad plena y en una situación de igualdad entre los cónyuges. Igualmente tiene derecho todo hombre y mujer a la elección de un estado de celibato y castidad por motivos religiosos o personales. Los derechos económicos son también esenciales y de gran importancia para el hombre. El primer derecho es el de trabajar y junto con él va unido el derecho a la justa retribución que sea capaz de satisfacer las justas necesidades personales y familiares. Especialmente la mujer tiene un derecho de un trabajo que respete su condición y misión maternal. El alcance de los salarios habrá de tener en cuenta los derechos antes indicados. El derecho de intervenir en la vida pública y política pertenece a la condición humana. El hombre no es un objeto que puede ser gobernado a capricho por parte de los gobernantes de una nación. En la medida de lo posible y de las leyes, cada ciudadano ha de tomar parte activa en la política y en la designación de los gobernantes . A la vez, tiene el derecho de mostrar su crítica o su apoyo a las medidas tomadas por la autoridades públicas. A medida que la sociedad se desarrolla más, este derecho ha de irse ampliando, de manera que la democracia sea más real y equitativa. Por último señala la Encíclica el derecho a la seguridad jurídica. Es decir, el derecho a la propia defensa en caso de ser acusado . Una defensa eficaz e igualitaria para todos, de manera que nadie llegue a ser víctima de manejos políticos o de intereses turbios . Sin este derecho, muchos de los otros quedarían prácticamente negados, pues la instancia jurídica es la que ha de determinar salvaguardar en la mayoría de los casos los verdaderos derechos de cada hombre. Si la justicia se corrompe, todos los demás derechos están en peligro, si los gobiernos y los jueces manejan la justicia a su capricho y si los procedimientos judiciales son torpes o amañados los derechos humanos serán nulos. Con todo esto nos damos cuenta que nuestra sociedad concreta de nuestros países subdesarrollados está muy lejos de guardar esos niveles mínimos de derechos del hombre. Las grandes mayorías ni tienen los derechos económicos ni los políticos, ni los culturales, ni los jurídicos. La vida es para muchos de nosotros un caminar en medio de las injusticias y de las privaciones. De aquí la marcha inmensa que nos queda para llegar a un régimen de justicia para todos y en especial para los marginados. La Encíclica Papal, también establece una relación estrecha entre los derechos y los deberes. El derecho de la existencia, va unido al deber de conservarla y la obligación de los otros a respetar la vida ajena. Un desarrollo unilateral de los derechos del hombre, sin poner de relieve las obligaciones, incurre en demagogia, Los derechos humanos son universales y se extienden a cada una de la personas. Por consiguiente, si cada uno no respeta los derechos de los demás, y trata de satisfacer los suyos a costa de los otros, el conflicto se hace patente y el orden social quedará perturbado. Los derechos humanos va inseparablemente unido al respeto de los derechos de los otros. Para terminar, podemos hablar del deber de colaborar con los demás. El hombre es un ser social y la sociedad ha de resultar de la colaboración de todos los individuos. El derecho que tiene el hombre a la existencia y al trabajo, exige de su parte el deber de trabajar y colaborar activamente para el desarrollo social. El que quiere acumular derechos, sin obligaciones se convierte en un parásito social. Por último, debemos de hablar del deber de actuar con responsabilidad. Cada uno ha de contribuir a las diferentes tareas, no porque le son impuestas, sino porque él se da cuenta de la necesidad de esa colaboración y contribuye generosamente a los bienes comunes de la sociedad, sin este estímulo de participar en la tareas sociales, la sociedad queda desintegrada y sin vitalidad para avanzar y alcanzar sus objetivos trazados . GRACIAS