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La unión del español blanco que llegó a esta parte del Continente, con la mujer
aborigen guaraní, produjo el mestizo paraguayo. Mientras tanto, el hijo del padre
y madre español, nacido aquí, es el que conocemos como el "paraguayo criollo".
El mestizo, desde que empezó sus primeros balbuceos, fue influenciado por la
madre que le hablaba en guaraní, mientras el padre, por supuesto, le hablaba en
castellano. Siempre predominó en ese hijo mestizo el apego hacia el idioma
guaraní, su lengua materna, y el primer conflicto lingüístico con que tropezó ese
niño mestizo paraguayo fue cuando salió de su entorno familiar y tomó contacto
con el entorno social para su alfabetización, la que inicia en lengua castellana.
ÉPOCA DE LA COLONIA
En esta época tuvieron su participación, muy importante por cierto, tanto los
franciscanos como los jesuitas. Pero estos últimos, miembros de la Compañía de Jesús,
fueron los que más contribuyeron para la difusión del idioma guaraní entre los
españoles. Para lograr más fácilmente el objetivo de difundir el mensaje de Cristo
entre los Guaraní, tuvieron que estudiar y aprender el idioma nativo.
En el año 1600, cuando llegaron aquí los primeros jesuitas (Simón Masseta y José
Cataldino), el idioma guaraní era hablado desde las costas del Caribe, gran parte del
Brasil, Uruguay, Paraguay, Corrientes actual, hasta los contrafuertes andinos, a orillas
del Parapití, donde habitaban los Chiriguano.
Cuando Pedro Juan Caballero, Vicente Ignacio Iturbe y otros compañeros tuvieron
el propósito de copar el Cuartel de la Plaza, como primer paso del plan
revolucionario independentista, tomaron contacto en la noche del 14 de mayo de
1811 con el Oficial de Guardia, Mauricio José Troche, y mediante un santo y seña
expresada en guaraní, pudieron entrar al Cuartel.
Este hecho, sencillo pero significativo, nos permite expresar junto con otros
historiadores, que el primer capítulo de la historia del Paraguay independiente,
fue escrito en guaraní.
ÉPOCA DEL DR. JOSÉ G. RODRÍGUEZ
DE FRANCIA
El Dr. José G. Rodríguez de Francia entendió ya entonces que el idioma
guaraní era uno de los más fuertes factores de cohesión social entre los
paraguayos. En su lucha por afianzar nuestra independencia ante los
países vecinos, utilizó el guaraní en cuantas circunstancias le cupo.
Así se sistematizó una prédica permanente contra todo lo que fuera característico
de nuestra nacionalidad. Para ello se creó un periódico con el sugestivo nombre
de "La Regeneración". Lo fundó Juan C. Decoud, exactamente el 1 de octubre de
1869, y la dirección del periódico dejó a cargo de su hijo, Juan José Decoud. En el
primer número de ese periódico, bisemanario, se repetía esa frase que decía que
el guaraní era una espantosa creación de la ignorancia y el retroceso, y que «esta
lacra, así como el nombre de Francisco Solano López, hay que borrar de la mente
de nuestros compatriotas para poder regenerar al pueblo todo».
NACIONALIZACIÓN DEL IDIOMA GUARANÍ
Con la oficialización, se repara la discriminación que desde siempre sufrió el idioma guaraní
frente al castellano, lo que significa que es totalmente legítimo peticionar a las autoridades
nacionales, a partir de esa oficialización, para que se vayan dictando las disposiciones
reglamentarias que aseguren la aplicación y observancia de esas disposiciones constitucionales
relativas al idioma guaraní y a la enseñanza bilingüe en el país, para que el guaraní vaya
ocupando efectivamente el lugar que le corresponde en el Paraguay como vehículo de
comunicación social preferido y de hermandad entre los paraguayos.
EFECTOS DE SU OFICIALIZACIÓN