EN LA EXPERIENCIA Uno de los mayores problemas en estas últimas décadas o la forma más fácil de acabar con algo exclusivo o memorable, es simplemente ponerlo de moda.
El turismo no es que esté de moda,
sino que socialmente se ha convertido en una necesidad psicológica, para afrontar el día a día en una sociedad muy competitiva. • Ocurre algo similar con la necesidad de estar en contacto con la Naturaleza, en todas sus manifestaciones, ya que una mayoría de la población, especialmente en los países más desarrollados vive en zonas urbanas, en las que se genera un stress del cual mucha gente necesita escapar, aunque sea a otras zonas urbanas con culturas algo diferentes. Seguro habrán leído y escuchado en estos últimos años que los turistas, visitantes, clientes en general buscan experiencias generadas por el turismo, o más bien por el viaje.
Desde hace una década todos los
destinos y productores turísticos ofrecen distintas experiencias, que se podrían resumir, salvo excepciones, en experiencias, sin apenas diferencias unas de otras la experiencia del turismo enológica, es tomar y degustar unos vinos, quizás en una bodega y quizás alojándose en la misma o en hoteles cercanos, quizás con unas buenas comidas.
Probablemente para mucha gente, turistas, es
apetecible, pero no se puede identificar la experiencia y menos que sea memorable, única y recordable, porque muchos llevan haciendo lo mismo durante años, pero sin titularla como experiencia. Es sabido que lo que se percibe y adquiere de un viaje es la experiencia vivida del mismo, ya sea positiva o negativa.
Y esto implica, aunque se olvide
siempre, la necesidad de involucrar a la comunidad local implicada, ya que sin ella, esa experiencia podrá ser muy negativa, como ha ocurrido en bastantes lugares turísticos. el turismo, el viaje, se basa Todo el proceso de un viaje, en despertar la parte desde que se imagina, se emocional, que es la que diseña, se gestiona, se produce nos permite disfrutar de y se retorna al punto de origen es una fábrica continua de esas experiencias aun sin emociones, ya sean identificar o diseñar. encontradas o provocadas, que en turismo debe saberse manejar, no solo teniéndolo en cuenta sino siendo proactivo y pudiendo ofrecer tipos de emociones en base a la potencialidad que ofrece el sitio natural, cultural, social, etc. • El turismo deberá crear esas emociones capaces de provocar estados de felicidad, versus la búsqueda de experiencias únicas, teniendo en cuenta que cada persona-turista-cliente tiene sus propias expectativas y no serán homogéneas aunque todas tenga un común denominador, que lo debe dar el propio sitio, destino, oferta, etc y en definitiva se trata de poder ofrecer esos momentos de felicidad que todos necesitamos. TURISMO EXPERIENCIAL
El turismo experiencial es aquel turismo que se basa en las emociones y los
sentimientos de los viajeros como eje de las actividades que se lleven a cabo. Este tipo de turismo ha entrado pisando fuerte en diversas áreas. Se trata principalmente de intensificar las experiencias vividas en cada viaje.
Las actividades que se ofrecen en el turismo experiencial tienden a ser poco
convencionales y a convertir cada experiencia en única e inigualable. Este tipo de turismo está enfocado principalmente a sentir cada instante del recorrido del viajero en sus vacaciones. Se trata de dar un nuevo significado a los lugares visitados en la vida del viajero.
El turismo de las emociones deja de
lado el típico turismo de masas donde se visitan los mismos lugares siempre. Ahora la propuesta es adentrarse en el lugar visitado y hacer que el propio viajero forme parte de aquel lugar que visita.
De esta forma, ya no se trata de
visitar un antiguo pueblo aborigen sino de conocer con detalle cómo vivían los aborígenes por ejemplo, ¡Reviviendo su forma de preparar la comida! Los detalles lo son todo en el turismo experiencial. Cada ínfimo pedazo de realidad es lo que marcará la diferencia para hacer sentir al viajero dentro de su propia historia turística.
El viajero pasa a convertirse en el protagonista de
la historia que está conociendo. Esto sobre todo se refleja en aquellas actividades que, lejos de las aglomeraciones de personas, se acercan a las comunidades locales y su forma de vida.
Así, el turista experiencial puede sentir el estilo
de vida de las diferentes culturas que visita, su patrimonio, su arquitectura, su identidad, su gastronomía y todo lo que representa cada pequeña localidad. Lo cierto es que los sectores turísticos apuestan cada vez más por este tipo de turismo para atraer a más público. Las experiencias mientras más personales y en grupos más reducidos mejor aceptación tienen.
Además, este turismo emocional está
cambiando los hábitos de consumo del turismo tal y como lo conocemos.
En la actualidad, se ha convertido en una
apuesta indispensable para fidelizar a los clientes además de captarlos. • Sin embargo, lejos de la competitividad turística, lo primordial dentro de este tipo de viajes es precisamente resaltar el valor de las iniciativas locales frente al turismo industrial. • Así, el principal objetivo de este turismo es preservar la autenticidad local de las comunidades, su tradición y sus culturas y hacer partícipe al viajero en ellas.