Es un documento administrativo que contiene datos de su titular y su
finalidad es posibilitar el acceso de los ciudadanos a las prestaciones de la atención sanitaria que proporciona el Sistema Nacional de Salud (Art. 57). La tarjeta atenderá a los criterios establecidos con carácter general en la Unión Europea, e incluirán, de manera normalizada, los siguientes datos básicos de identificación: o Titular de la tarjeta. o Derecho que le asiste en relación con la prestación farmacéutica que lo corresponde. o Servicio de salud o entidad responsable de la asistencia sanitaria.
Los dispositivos de almacenamiento de la información básica y las
aplicaciones que la traten incorporados a las tarjetas (chips, banda magnética,….) deben permitir que la lectura y comprobación de los datos sea técnicamente posible en todo el territorio del Estado y para todas las Administraciones públicas. El Ministerio de Sanidad y Consumo desarrollará una base de datos que recoja la información básica de asegurados del Sistema Nacional de Salud, de tal manera que los servicios de salud dispongan de un servicio de intercambio de información sobre la población protegida, mantenido y actualizado por los propios integrantes del sistema. Este servicio de intercambio permitirá la depuración de titulares de tarjetas. De la base de datos se podrá así generar el código de identificación personal único. Con forme se vaya disponiendo de sistemas electrónicos de tratamiento de la información clínica, la tarjeta sanitaria individual posibilitara el acceso a dicha información de los profesionales debidamente autorizados, con la finalidad de colaborar a la mejora de la calidad y continuidad asistenciales. La gestión de las tarjetas corresponde a cada comunidad autónoma en su ámbito territorial respectivo, sin perjuicio de la gestión unitaria que corresponda a otras Administraciones públicas en razón de determinados colectivos (por ejemplo, Mutualidades de funcionarios). Tipos de tarjetas sanitarias andaluzas
Tarjeta Sanitaria Europea
INSTITUTO DE INFORMACIÓN SANITARIA
El Art. 58 de la ley 16/03 prevé la creación del Instituto de
Información Sanitaria como órgano, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo, responsable del desarrollo de las actividades necesarias para el funcionamiento del Sistema de información sanitaria. El Instituto de Información Sanitaria se encargara de: - Recabar, elaborar, y distribuir la información que corresponda a las necesidades del Sistema Nacional de Salud, con criterios de transparencia y objetividad de la información generada. - Recabar datos procedentes de otras fuentes, tanto nacionales como internacionales, con el fin de completar la información intrínseca al Sistema Nacional de Salud. - Posibilitar el establecimiento de correlaciones y facilitar la comparabilidad con otros ámbitos. - Velar por la integridad y seguridad de los datos confiados, garantizando su confidencialidad. El Subsistema de Población Protegida (TSI) se considera estratégico y transversal, siendo la llave de las áreas de información primordiales, por lo que deberá evolucionar al ritmo que las necesidades del SNS lo requieran. La Historia Clínica Electrónica posibilitará la recogida normalizada de datos, hoy limitados, que mejorarán sensiblemente el conocimiento del nivel de salud y del funcionamiento del sistema sanitario. El acceso a sus datos relevantes desde el dispositivo asistencial que lo requiera se considera, igualmente, como una apuesta estratégica del Sistema Nacional de Salud. La Receta Electrónica una de cuyas principales prestaciones será estar al servicio de la movilidad de los pacientes y gestión de la prestación, tiene el mismo carácter estratégico. - El Ministerio de Sanidad y Consumo para el desarrollo del SI-SNS trabajará en las siguientes líneas: - Desempeñar un papel de liderazgo en los sistemas de información sanitaria poniendo sus recursos a disposición del proyecto de desarrollo del SI-SNS. - Desarrollar una política de mejora permanente e innovación de los sistemas de información sanitaria a través de la Subdirección General del Instituto de Información Sanitaria. - Obtener una posición de credibilidad técnica y neutralidad en el seno del SNS, favoreciendo la actuación de las Comunidades Autónomas y reforzando los órganos de participación. - Establecer una organización de servicio dinámica de acuerdo con los objetivos del SNS en materia de información y clarificar los procedimientos tanto para la incorporación de datos como para la obtención de información. DERECHO A LA CONFIDENCIALIDAD Y LA INFORMACIÓN AUTONOMÍA DEL PACIENTE El respeto a la autonomía del paciente es uno de los principios fundamentales en los que se basa la ética biomédica. El principio de autonomía tiene en cuenta la libertad y responsabilidad del paciente, que decide lo que es bueno para él, aunque ello no sea compartido por el médico. El principio de autonomía, que es un reconocimiento explicito de la igualdad dignidad de las personas, pone su acento en el respeto a la voluntad del paciente frente a la del médico, ya que en las actuaciones sanitarias el profesional expone su calificación, mientras que el paciente arriesga su vida. En el campo de la investigación médica existen códigos y normas que garantizan la protección de las personas como sujetos de investigación. En España el reconocimiento del derecho de autonomía del paciente ha sido recogido por diferentes normas jurídicas y deontologías. La Ley de autonomía del paciente es una respuesta a la importancia creciente en nuestra sociedad de los derechos de los pacientes como eje básico de las relaciones clínico- asistenciales. También distintas Comunidades Autónomas han promulgado normas jurídicas que regulan la autonomía de las personas para decidir en lo que afecte a su salud, su integridad física o su vida, así como la asunción por otros de las decisiones de representación e instrucciones previas. El paradigma básico de la autonomía es el consentimiento informado. La Ley de autonomía del paciente establece la obligación de recabar el consentimiento libre y voluntario del paciente con carácter previo a cualquier tipo de intervención tras ofrecerle la información adecuada. Esta norma básica concreta las situaciones en que el consentimiento informado se presentara por escrito, así como las excepciones a dicho consentimiento. Finalmente, la ley detalla cuando procede el consentimiento informado por representación, íntimamente ligado a la capacidad del paciente, así como la regulación de las instrucciones previas. LEY DE AUTONOMÍA DEL PACIENTE
La Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la
autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica, es una Ley que regula los derechos y obligaciones de los pacientes y usuarios, de los profesionales, y de los centros y servicios sanitarios, públicos y privados, en materia de autonomía del paciente y de información y documentación clínica. Tiene el carácter de normativa básica por lo que es de aplicación obligatoria en el ámbito del Estado. ESTRUCTURA
La Ley tiene 23 artículos ordenados en 6 Capítulos, 6 Disposiciones
Adicionales, 1 Disposición Transitoria, una Disposición Derogatoria y una Disposición Final: -Capitulo I. Principios generales. Artículo 1: Ámbito de aplicación. Artículo 2: Principios básicos. Artículo 3: Las definiciones legales. -Capitulo II. El derecho de información sanitaria. Artículo 4: Derecho a la información asistencial. Artículo 5: Titular del derecho a la información asistencial. Artículo 6: Derecho a la información epidemiológica. -Capitulo III. Derecho a la intimidad. Artículo 7: El derecho a la intimidad. -Capitulo V. La Historia clínica. Artículo 14: Definición y archivo de la historia clínica. Artículo 15: Contenido de la historia clínica de cada paciente. Artículo 16: Usos de la Historia Clínica. Artículo 17: La conservación de la documentación clínica. Artículo 18: Derechos de acceso a la Historia Clínica. Artículo 19: Derechos relacionados con la custodia de la Historia clínica.
-Capítulo VI. Informe de alta y otra documentación clínica.
Artículo 20: Informe de alta. Artículo 21: El alta del paciente. Artículo 22: Emisión de certificados médicos. Articulo 23: Obligaciones profesionales de información técnica, estadística y administrativa. - Disposición adicional primera: Carácter de legislación básica. - Disposición adicional segunda: Aplicación supletoria. - Disposición adicional tercera: Coordinación de las historias clínicas. - Disposición adicional cuarta: Necesidades asociadas a la discapacidad. -Disposición adicional quinta: Información y documentación sobre medicamentos y productos sanitarios. - Disposición adicional sexta: Régimen sancionador. - Disposición transitoria única: Informe de alta. -Disposición derogatoria única: Derogación general y de preceptos concretos. - Disposición final única: Entrada en vigor. CARACTERÍSTICAS
Presenta estas características:
a) Declara a la organización sanitaria del Sistema Nacional de Salud como garante del derecho a la protección de la salud de la población en condiciones de respeto a la dignidad e intimidad personal y a la libertad individual. b) Garantiza la confidencialidad de la información relacionada con los servicios sanitarios que se prestan y sin ningún tipo de discriminación. c) Aclara la situación jurídica y los derechos y obligaciones de los profesionales sanitarios, de los ciudadanos y de las instituciones sanitarias. d) Da un trato especial al derecho a la autonomía del paciente. Merece mencionar especialmente la regulación sobre instrucciones previas que contempla, de acuerdo con el criterio establecido en el Convenio de Oviedo de 4 de abril de 1997, los deseos del paciente expresado con anterioridad dentro del ámbito del consentimiento informado. e) Concreta los derechos de los usuarios en todo lo referente a la documentación clínica generada en los centros asistenciales. PRINCIPIOS BÁSICOS
La Ley 41/2002, de 14 de noviembre, declara los siguientes principios
básicos: a) La dignidad de la persona humana, el respeto a la autonomía de su voluntad y a su intimidad orientaran toda la actividad encaminada a obtener, utilizar, archivar, custodiar y transmitir la información y la documentación clínica. b) Toda actuación en el ámbito de la sanidad requiere, con carácter general, el previo consentimiento de los pacientes o usuarios. El consentimiento, que debe obtenerse después de que el paciente reciba una información adecuada, se hará por escrito en los supuestos previstos en la Ley. c) El paciente o usuario tiene derecho a decidir libremente, después de recibir la información adecuada, entre las opciones clínicas disponibles. d) Todo paciente o usuario tiene derecho a negarse al tratamiento, excepto en los casos determinados en la Ley. Su negativa al tratamiento constara por escrito. e) Los pacientes o usuarios tienen el deber de facilitar los datos sobre su estado físico o sobre su salud de manera leal y verdadera, así como el de colaborar en su obtención, especialmente cuando sean necesarios por razones de interés público o con motivo de la asistencia sanitaria. f) Todo profesional que interviene en la actividad asistencial está obligado no sólo a la correcta prestación de sus técnicas, sino al cumplimiento de los deberes de información y de documentación clínica, y al respeto de las decisiones adoptadas libre y voluntariamente por el paciente. g) La persona que elabore o tenga acceso a la información y la documentación clínica está obligada a guardar la reserva debida.
Estos principios se desarrollan en el texto legal como derechos y deberes.
DERECHOS Y DEBERES DERECHOS La Ley reconoce los siguientes derechos de los pacientes y usuarios: a) Respecto del derecho a la intimidad (Art. 7): Derecho a que se respete el carácter confidencial de los datos referentes a su salud, y a que nadie pueda acceder a ellos sin previa autorización amparada por la Ley. b) En materia de información sanitaria asistencial (Art. 4): Derecho a conocer, con motivo de cualquier actuación en el ámbito de su salud, toda la información disponible sobre la misma, salvando los supuestos exceptuados por la Ley. c) En materia de información sanitaria epidemiológica (Art. 6): Derecho a conocer los problemas sanitarios de la colectividad cuando impliquen un riesgo para la salud pública o para su salud individual. Derecho a que la información epidemiológica se difunda en términos verdaderos, comprensibles y adecuados para la protección de la salud. d) En materia de información de alta (Art.20): Derecho a recibir (el paciente, familiar o persona vinculada a él, en su caso) del centro o servicio sanitario, una vez finalizado el proceso asistencial, un informe de alta con el siguiente contenido mínimo: los datos del proceso asistencial, un resumen del historial clínica, la actividad asistencial prestada, el diagnóstico y las recomendaciones terapéuticas. e) En materia de información de los servicios del Sistema Nacional de Salud (Art. 12): Derecho a recibir información sobre los servicios y unidades asistenciales disponibles, su calidad y los requisitos de acceso a ellos. Derecho a la información previa a la elección de médico y centro en los términos y condiciones establecidos por los Servicios de Salud. f) En materia de autonomía y consentimiento informado: Derecho a decidir libremente, después de recibir la información adecuada, entre las opciones clínicas disponibles. Derecho a ser advertido sobre la posibilidad de utilizar los procedimientos de pronóstico, diagnóstico y terapéuticos que se le apliquen en un proyecto docente o de investigación, que en ningún caso podrá comportar riesgo adicional para su salud. Derecho a que se respeten los deseos expresados anteriormente en el documento de instrucciones previas. Derecho a negarse al tratamiento, excepto en los casos determinados en la Ley. g) En materia de certificados médicos: Derecho a que se le faciliten los certificados acreditativos de su estado de salud. Estos serán gratuitos cuando así lo establezca una disposición legal o reglamentaria. DEBERES
La Ley establece obligaciones para los pacientes o usuarios, los
profesionales y los centros y servicios sanitarios: Los pacientes y usuarios tienen el deber de facilitar los datos sobre su estado físico o sobre su salud de manera leal y verdadera, así como el de colaborar en su obtención, especialmente cuando sean necesarios por razones de interés público o con motivo de la asistencia sanitaria. Los profesionales sanitarios han de cumplir los siguientes deberes de información y documentación clínica: 1. Realizar correctamente sus técnicas. 2. Respetar las decisiones adoptadas libre y voluntariamente por el paciente. 3. Cooperar en la creación y el mantenimiento de una documentación clínica ordenada y secuencial del proceso asistencial de los pacientes. 4. Guardar la reserva debida quien elabore o tenga acceso a la información y la documentación clínica. Cumplimentar los procesos, registros, informes, estadísticas y demás documentación asistencial o administrativa, que guarden relación con los procesos clínicos en los que intervienen, y los que requieran los centros o servicios de salud competentes y las autoridades sanitarias, comprendidos los relacionados con la investigación médica y la información epidemiológica. Los Centros Sanitarios tienen la obligación de conservar la documentación clínica y custodiar las historias clínicas bajo la responsabilidad de la dirección del centro.