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¡Fuérzalos a Entrar!

Cómo
Ganamos
el Mundo
para
Cristo?

Lucas 14: 15-24


1- Siendo Obediente
al Gran Mandato.
Mateo 28:18-20
“Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. Por tanto, id,
y haced discípulos a todas
las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado;
y he aquí yo estoy con vosotros todos los
días, hasta el fin del mundo. Amén.”
2- Teniendo
la Visión de
Dios.
Juan 4: 35

“¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro


meses para que llegue la siega?
He aquí os digo: Alzad vuestros ojos
y mirad los campos, porque ya están
blancos para la siega.”
Romanos 10: 1

“Hermanos, ciertamente el anhelo


de mi corazón, y mi oración a Dios
por Israel, es para salvación.”

“Hermanos, ciertamente el anhelo


de mi corazón, y mi oración a Dios
por Colombia, es para salvación.”
3- Abriendo mi Boca
con su Palabra.
Jeremías 15: 19
“Por tanto, así dijo Jehová:
Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante
de mí estarás; y si entresacares lo precioso
de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse
ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.”

Salmos 81: 10

“Yo soy Jehová tu Dios,


que te hice subir de la tierra de Egipto;
abre tu boca y yo la llenaré”
4- Uniéndome al
Pequeño Ejército.
Mateo 9: 36-38

“Y al ver las multitudes, tuvo compasión


de ellas; porque estaban desamparadas
y dispersas como ovejas que no tienen
pastor. Entonces dijo a sus discípulos:
A la verdad la mies es mucha, mas los
obreros pocos. Rogad, pues, al Señor
de la mies, que envíe obreros a su
mies.”
5- Convirtiéndome
en un Embajador
de su Reino.
2 Corintios 5: 18-20

“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió


consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio
de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo
reconciliando consigo al mundo, no tomándoles
en cuenta a los hombres sus pecados, y nos
encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo,
como si Dios rogase por medio de nosotros;
os rogamos en nombre de Cristo:
Reconciliaos con Dios.”
6- Librándome del
Juicio de Dios.
Ezequiel 3: 18-19

“Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás;


y tú no le amonestares ni le hablares, para que
el impío sea apercibido de su mal camino
a fin de que viva, el impío morirá por su maldad,
pero su sangre demandaré de tu mano.
Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere
de su impiedad y de su mal camino, él morirá
por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.”
7- Dándole toda
la Gloria a Dios.
Lucas 8: 38-39

“Y el hombre de quien habían salido los demonios


le rogaba que le dejase estar con él; pero Jesús le
despidió, diciendo: Vuélvete a tu casa, y cuenta
cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él
se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes
cosas había hecho Jesús con él.”
Juan 15: 7-8

“Si permanecéis en mí,


y mis palabras permanecen
en vosotros, pedid todo lo
que queréis, y os será hecho.
En esto es glorificado mi Padre,
en que llevéis mucho fruto,
y seáis así mis discípulos.”
Lucas 23: 47

“Cuando el centurión
vio lo que había
acontecido,
dio gloria a Dios,
diciendo:
Verdaderamente
este hombre era justo.”
Jesucristo Murió por amor a ti...

Y con su muerte te dio la Salvación...


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tan extraordinaria?

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