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La prehistoria

El texto bíblico de hoy es…


Preguntas de inicio
Veamos…
Teorías del origen del ser
humano
Evolución
Los actuales seres humanos somos el resultado de un largo proceso
evolutivo que conocemos como proceso de hominización.
Las teorías sobre el largo proceso de hominización están en constante
estudio, pero lo que sí sabemos con certeza es que la evolución no fue
lineal, sino que coexistieron diversas especies de homínidos.
El naturalista inglés Charles Darwin (1809-1882) planteó en su libro El
origen de las especies que los animales que existen en la era actual son
el resultado de modificaciones y adaptación al medioambiente que
sufrieron especies anteriores. Este proceso implica que las nuevas
especies sean más complejas e incorporen nuevas capacidades.
Creacionismo
Producción material y simbólica
en el Paleolítico
Lo que distingue a los humanos del resto de animales es la capacidad
de adaptarse a su entorno, no solo percibiéndolo y analizándolo, sino
utilizando su experiencia para fabricar soluciones que maximicen sus
habilidades.
Creación de
herramientas
Los hombres y las mujeres del Paleolítico se alimentaban de lo que les
ofrecía la naturaleza mediante la caza, la pesca y la recolección. Es
decir, practicaban una economía depredadora.
La recolección de frutos, bayas, raíces o huevos era la base de la
alimentación, pero poco a poco fueron incorporando carne en su dieta,
obtenida principalmente mediante el carroñeo y la caza de animales
pequeños.
El Homo habilis creó y perfeccionó herramientas para cazar, recolectar
y transformar pieles en vestido. Esas herramientas constituyeron una
primitiva actividad fabril de productos terminados que servían de
medios para satisfacer esas necesidades básicas.
La fabricación de armas, como el arco y la flecha o el propulsor de
lanzas, facilitó la caza mayor, que solía organizarse en grupo. La
utilización de arpones y redes posibilitó la pesca.
Entre las materias primas utilizadas para fabricar armas, se
encontraban la piedra, hueso, pieles y astas de animales, madera, fibras
vegetales, conchas, aunque los restos mejor conservados son las
herramientas talladas en piedra.
En este sentido, el Paleolítico es de gran importancia para el desarrollo
de la economía a lo largo de toda la historia, porque fue en ese período
que la evolución de las habilidades manuales y su maximización a
través de herramientas dieron origen a la tecnología.
¿Dónde vivían?
Se asentaban en zonas fértiles y se desplazaban en busca de alimento:
eran nómadas. Vivían en cuevas y, en ocasiones, en campamentos de
cabañas construidas con los materiales propios de la zona (ramas,
barro, huesos y pieles de animales, etc.).
¿Cómo se organizaban?
Se organizaban en clanes y la colaboración de todos los miembros era
básica para la subsistencia. No había una especialización del trabajo,
era una sociedad igualitaria, pero posiblemente algún miembro del
grupo debió de dedicarse a tareas rituales, mientras que otros
destacaban en la caza, en la elaboración de herramientas o en la
creación artística.
Evolución de las herramientas
Paleolítico Inferior
El primero en trabajar la piedra fue el Homo habilis, que utilizó
guijarros tallados por una cara mediante percusión.
El Homo erectus ya tallaba los guijarros por las dos caras, y por eso los
conocemos como bifaces. Eran instrumentos que tenían diferentes
usos: servían para cortar, rascar huesos y madera, afinar pieles de
animales. También se tallaba madera para construir lanzas o cuencos.
Paleolítico Medio
Los neandertales aprendieron a utilizar las lascas que saltaban de los
núcleos de las piedras y así fabricaron instrumentos más especializados,
como rascadores, puntas de flecha, buriles, cuchillos. Trabajaron la
madera y el hueso de forma rudimentaria y empezaron a elaborar
vestidos con pieles de animales para resguardarse del frío.
Paleolítico Superior
El Homo sapiens perfeccionó las técnicas de talla y consiguió piezas
pequeñas y afiladas, denominadas microlitos, que, enmangadas, se
convertían en flechas, cuchillos, hoces, picos, etc.
También tallaba lanzas y cuchillos de madera endurecidos al fuego, y
elaboraba arcos para lanzar flechas más lejos y propulsores para las
lanzas. Para la pesca, fabricaba anzuelos y arpones con huesos y astas.
Perfeccionó el curtido de la piel de los animales, que utilizaba para la
elaboración de vestidos, calzado, abrigo y contenedores. Cosía con
tendones y agujas hechas de hueso. Elaboraba cuerdas y cestos con
esparto, lino o mimbre.
La revolución material y
simbólica del Neolítico
Hace diez mil años, finalizada la última glaciación, en la zona geográfica
conocida como Creciente Fértil sucedieron una serie de cambios en la
vida de la sociedad primitiva que las conocemos como Revolución
Neolítica.
El deshielo e inicio de una especie de era primaveral con tierras
descubiertas y fértiles, el perfeccionamiento de las herramientas, el
conocimiento de los ciclos de los frutos y reproducción animal, del
comportamiento del clima y la domesticación de animales, adelantados
en el Paleolítico, permitieron el surgimiento de la agricultura, la
ganadería y, con estas, el comercio, así como importantes cambios
sociales y tecnológicos.
Origen del Neolítico
Los primeros
indicios de
agricultura y
ganadería se dieron
en Oriente Próximo
hace unos 10 000
años, en una zona
conocida como
Creciente Fértil.
En esta zona, la bonanza del tiempo permitió que grupos humanos se
asentasen temporalmente en campamentos.
Esto facilitó la observación del crecimiento de las plantas silvestres que
más recolectaban y también del comportamiento de los animales que
cazaban con mayor frecuencia.
La necesidad de alimentar a una población cada vez más numerosa
provocó que hombres y mujeres empezasen a cultivar las plantas y a
domesticar los animales. Es decir, transformaron el medio para
asegurarse la subsistencia: de una economía depredadora pasaron a
una economía productora. Fue un proceso lento en que muchas veces
la agricultura y la ganadería solo eran un complemento de la caza y la
recolección.
La expansión del Neolítico
Además de en Oriente Próximo, la agricultura y la ganadería se
desarrollaron de forma autóctona en:
• Asia oriental, en el valle del río Huang He (China) y el valle del río Indo
(la India).
• América, en el altiplano centroamericano (México) y los Andes (Perú).
En todas estas zonas había una población considerable y existían las
especies silvestres de las plantas y animales que después
domesticarían. Pero el cultivo y la domesticación de animales no fueron
simultáneos en todas las zonas.
Por ejemplo, hacia el año 8000 a. C., mientras que en el Creciente Fértil
se desarrollaban estas nuevas formas de vida, en la mayor parte del
planeta los hombres y las mujeres aún vivían en el Paleolítico.
Desde el Creciente Fértil, el Neolítico se difundió a Europa, tanto por el
Mediterráneo como a través de Centroeuropa y la costa atlántica.
El Neolítico americano
En lo que hoy conocemos como América, la Revolución Agrícola se
desarrolló entre el 6000 y el 2500 a. C., y al igual que en el resto de
continentes, el hombre pasó de nómada, cazador y recolector, a
sedentario, agricultor y pastor.
A lo largo de América podemos identificar tres zonas en las que se
desarrolló el Período Neolítico hacia el 3500 antes de Cristo:
• Las tierras altas y semidesérticas de México
• La costa y sierra de Perú
• La selva tropical de las cuencas del Orinoco y Amazonas.
En Norteamérica el proceso fue más tardío.
Sociedad agrícola
¿Dónde vivían?
Los campos y el ganado necesitaban cuidados constantes y, al no tener
que desplazarse continuamente para buscar alimentos, los grupos
humanos se volvieron sedentarios. Construyeron cabañas sólidas para
vivir y para almacenar las cosechas. Estaban cubiertas con un
entramado de ramas y barro, y los muros eran de adobe.
Se formaron poblados cerca de los ríos o de una fuente de agua,
generalmente en lugares defendibles, como en la cima de un
montículo, o protegidos por sistemas defensivos (muros, fosos.). Los
poblados eran pequeños, excepto algunos que crecieron
considerablemente como el de Çatal Huyuk (Anatolia, Turquía) o Jericó
(Palestina).
¿Cómo vivían?
Eran comunidades autosuficientes, pues producían todo lo necesario
para vivir, aunque empezó el trueque o intercambio de productos entre
poblados. El intercambio se reducía a algunos objetos, generalmente
de prestigio, como las piedras semipreciosas para elaborar joyas. Esto
demuestra que practicaban la minería.
¿Cómo se organizaban?
En principio, debían de ser sociedades igualitarias, pues las labores
agrícolas y ganaderas exigían el esfuerzo comunitario. Es probable que
las mujeres fuesen las primeras agricultoras, pues conocían bien las
especies vegetales y sus ciclos gracias a la recolección.
Hacia el final del período aparecieron algunos signos de desigualdad
social. Es decir, diferencias de riqueza entre los miembros de la
comunidad.

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