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Tema 7

La Prehistoria
Teoría de la evolución

Según esta teoría, el ser humano es una evolución de los primates, una
especie de mamíferos que apareció hace unos 65 millones de años. Hace
más de 5 millones de años, a partir de los primates se diferenciaron
los homínidos, que incluyen al ser humano actual y sus antepasados; y los
grandes simios, como el chimpancé y el gorila.
¿Cómo diferenciamos los homínidos de los
simios?

• El modo de caminar bípedo. Los homínidos dan pasos firmes y grandes


zancadas al caminar, debido a la posición de su cadera y al
ensanchamiento de la pelvis.
El bipedismo y la posición erguida liberaron las manos de la función de
caminar, permitiendo usarlas y fabricar herramientas.
• El pulgar de la mano desarrollado y oponible. Les permitió sujetar y
manipular fácilmente los objetos, incluso los de pequeño tamaño, y
mejorar la elaboración de instrumentos.
• El aumento del tamaño del cerebro y del cráneo. Incrementó su
inteligencia y les posibilitó pensar, hablar y formar sociedades cada vez
más complejas.
Evolución humana y sus
etapas

Proceso de hominización, comenzó en África en una fecha


imprecisa que los prehistoriadores sitúan entre los 4,4 y los
siete millones de años.

Los homínidos son considerados seres humanos


PERIODIZACIÓN DE LA
PREHISTORIA
Ardipithecus
LA EXPANSIÓN
DE LOS
HOMÍNIDOS
MAPA DE LA EXPANSIÓN HUMANA
Cráneos de los diferentes homínidos
¿Quién fue Lucy?
LA VIDA EN EL PALEOLÍTCO (I)

• El Paleolítico abarca desde la aparición de los primeros


homínidos, hace unos 4,4 millones de años, hasta el
descubrimiento de la agricultura y la ganadería, en el 10.000 a. 
C
• Los primeros homínidos habitaron en África y al extenderse por
el resto de la Tierra, tuvieron que adaptarse a la alternancia de
los períodos glaciares. Vivían en un medio adverso.
• Sus esfuerzos se concentraron en conseguir comida
LA VIDA EN EL PALEOLÍTCO (I)

• ¿Cómo conseguían comida?


La economía depredadora: la alimentación era
depredadora, dado que no se reponían los recursos
tomados de la naturaleza. Se basaba en la recolección de
frutos, en la pesca y en la caza de animales, como ciervos,
renos, bisontes, caballos y mamuts. De ellos obtenían
grasa, tendones, pieles para abrigarse, cuero para el
calzado y huesos para elaborar instrumentos.
LA VIDA EN EL PALEOLÍTCO (I)

• La vida nómada
Las personas del Paleolítico eran nómadas, se
desplazaban para buscar comida. Vivían en cuevas o
refugios hechos con pieles de animales o ramas y hojas.
Por eso, a veces, se denomina a los hombres del
paleolítico hombres de las cavernas o cavernícolas.
LA VIDA EN EL PALEOLÍTCO (I)

• Aportaciones tecnológicas e inventos


Hacían herramientas de piedra. Se realizaban mediante la
técnica de la talla. Consistía en golpear una piedra contra
otra para fabricar cantos trabajados, bifaces, puntas de
flecha y cuchillos. Los trozos desprendidos al golpear las
piedras (lascas) se utilizaban como cuchillas, raspadores y
raederas. También se usaron el hueso y el asta para
realizar arpones, anzuelos y agujas.
LA VIDA EN EL
PALEOLÍTCO (I)

• Canto trabajado y bifaz (dos caras


talladas)
LA VIDA EN EL PALEOLÍTCO (I)

• Punta de flecha
LA VIDA EN EL PALEOLÍTCO (I)

• Arpones
LA VIDA EN EL
PALEOLÍTCO (I)

• Lascas
LA VIDA EN EL PALEOLÍTCO (I)

• Aportaciones tecnológicas e inventos


El fuego, descubierto hace unos 1,5 millones de años, fue uno de los principales inventos, ya
que permitió obtener luz y calor, utilizar el interior de las cuevas, asustar a los animales
salvajes, cocinar los alimentos y secar las pieles. Además, favoreció las relaciones sociales,
pues los miembros de la tribu compartían en torno a él sus actividades cotidianas y el reparto
de las tareas.
LA VIDA EN EL PALEOLÍTCO (I)
• ¿Con quién vivían?
En esta época la gente vivía en grupos de 20-30 personas llamadas
hordas o clanes. A veces las hordas se juntaban para hacerse más
grandes, organizándose en tribus.
• ¿Cómo vestían?
Llevaban ropa hecha de pieles de animales, que hacían con agujas
de hueso.
La vida en el Paleolítico (II)
• La sociedad paleolítica estaba formada por tribus, compuestas por unas 20
a 30 personas unidas entre sí por lazos familiares.
• Posiblemente, algunos miembros de la tribu tuvieron más importancia que
los demás, como el guerrero más fuerte, el brujo o la curandera. También
es posible que el trabajo se dividiese en función del sexo.
• Hombres: caza
• Mujeres: recolección, cuidado de los niños
La sociedad
Las creencias y la vida espiritual

• La creencia en el poder de los elementos de la naturaleza. Eran considerados


superiores y, por eso, temidos y adorados: el Sol, la Luna, las estrellas, la
lluvia, el trueno, etc. También creyeron en espíritus, que influían de forma
benéfica o dañina en la vida humana.
• Los rituales mágicos. Buscaban influir en las fuerzas de la naturaleza y en los
espíritus, para que los protegieran de los peligros.
• El culto a los muertos. Se enterraban en determinadas posturas, con un ajuar
funerario integrado por armas, adornos, amuletos y comida. Esto puede indicar
la creencia en otra vida después de la muerte.
El nacimiento del arte

Las primeras manifestaciones artísticas de la humanidad datan del Paleolítico.


Son el arte mobiliar y la pintura rupestre.
• El arte mobiliar está constituido por objetos transportables. Están realizados
en piedra, hueso o marfil, decorados con relieves y grabados, y a veces también
pintados. Entre ellos destacan plaquetas de animales recortados; bastones con
grabados, que podrían ser instrumentos de caza o símbolos de autoridad; armas
(propulsores) y colgantes. También se hicieron venus o estatuillas de mujer con
los atributos femeninos muy desarrollados, que podrían indicar un culto a la
fertilidad.
El nacimiento del arte
El nacimiento del arte: las venus
El nacimiento del arte: pintura rupestre

• La pintura rupestre surgió a finales del Paleolítico, hace unos 40.000 años. Se realizaba sobre
las paredes y el techo del interior de las cuevas, o en abrigos naturales. La pintura representaba
animales (bisontes, caballos, mamuts, ciervos); seres humanos esquemáticos en escenas de
caza, guerra o rituales; y manos, vulvas y símbolos extraños.
• Su significado se desconoce, aunque posiblemente estuvieron relacionadas con rituales
mágicos o religiosos.
• En Europa, el 80 % de los ejemplos se encuentra en Francia (Lascaux) y en la zona
cantábrica y levantina de la península ibérica. Pero existen restos en otros lugares de
Europa (Italia, Rumanía, Rusia), en Asia y en África.
Pintura rupestre: Lascaux

Bestiario de la sala de toros: Lascaux (Francia) 17.000-


16.500 a.C.
Pintura rupestre: Altamira

Cueva del Altamira (Cantabria). Hace 30.000 años


Pintura rupestre: características

• Carácter mágico: ritual


• Pintadas con productos naturales: ocres, marrones, rojos, etc.
• Aprovechaban el relieve de la roca para darle volumen a la figura
• Temas: animales y su entorno
La vida en el Neolítico

• El Neolítico, comienza después de la


llamada “etapa de transición”
Mesolítico 10.000-7.000 a.C., por tanto
el Neolítico comenzará en el 7.000 a.C.
y terminará en el 2.000 a.C. Se solapará
con el principio de la Edad de los
metales.
La vida en el Neolítico: pueblos
agricultores y ganaderos

• Hace unos 10 000 años se inició en la Tierra un período interglaciar (en el


Mesolítico) que supuso el aumento de las temperaturas y un cambio
climático. La humanidad paleolítica se tuvo que adaptar y buscar nuevas
formas de alimentación. Como resultado de esta búsqueda surgieron la
agricultura y la ganadería, iniciándose una nueva etapa de la prehistoria:
el Neolítico.
• Se inició en el llamado Creciente Fértil, una región en forma de media luna
que se extiende desde los ríos Tigris y Éufrates hasta el Nilo.
El creciente fértil
• Desde aquí, la agricultura se
difundió hacia las grandes
llanuras fluviales de Europa,
China e India. En América
apareció de forma
independiente.
La vida en el Neolítico: economía

• La economía productora:  la agricultura nació al observar que las semillas


que caían al suelo originaban con el tiempo una nueva planta, y se basó, sobre
todo, en el cultivo de cereales como trigo y arroz. La ganadería surgió de la
costumbre de encerrar animales (ovejas, cabras, cerdos y bueyes) en cercados
La vida en el Neolítico: vida sedentaria

• Los humanos adoptaron un modo de vida sedentario, ya que debían


permanecer junto a sus campos de cultivo y sus ganados. De este modo
surgieron pequeñas aldeas y poblados situados en las orillas de los ríos,
formados primero por cabañas y, después, por casas de piedra o adobe.
Algunos, se convirtieron en ciudades.
• También surgieron oficios diferentes, pues junto a los agricultores y ganaderos
se establecieron los primeros artesanos. Estos fabricaban útiles que cambiaban
por alimentos a los agricultores.
La vida en el Neolítico: aportaciones e
inventos

• En el Neolítico, las personas aprenden nuevas técnicas, incluyendo:


- Pulido de piedra: hacen las herramientas más suaves y mejores
- Textiles: aprenden a hacer hilo y tejer
- Cerámica: realizan vasijas que no solo sirven para almacenar, sino también para cocinar
- Intercambio: el excedente de comida permitió la aparición de trueques e intercambios,
dándose el comercio
La vida en el Neolítico:

Los inventos principales de este período fueron la cerámica y los tejidos.


• La cerámica se fabricaba a mano con barro y después se cocía en el fuego. Se
utilizó para almacenar y cocinar los alimentos.
• Los tejidos, elaborados con lino o con lana, se tejían en telares rudimentarios.
La vida en el Neolítico: sociedad, creencias y
arte

• La sociedad neolítica asistió a un enorme aumento de la población gracias a la


mejora de la alimentación .Este aumento de habitantes condujo a la aparición
de jefes o dirigentes, que coordinaban la defensa, el uso del agua entre los
agricultores, etc. Estos jefes, con el tiempo, se convirtieron en la autoridad
política y religiosa y acapararon la riqueza y el poder.
• La organización social se hizo, por tanto, más compleja y surgieron varios
grupos sociales diferenciados por su riqueza: jefes, artesanos (tejedores,
alfareros, etc.), y agricultores y ganaderos.
La vida en el Neolítico: creencias

• Enterraban a sus muertos con objetos


personales como joyas y herramientas,
lo que hace pensar que creían en la
vida después de la muerte. Adoraban
así a sus antepasados, a los que
enterraban en grandes necrópolis
(cementerios), que significa “ciudad de
los muertos”.
La vida en el Neolítico: creencias
La vida en el
Neolítico: el arte

• Pinturas rupestres: no tan en el interior


como en la época Paleolítica.
• Esquemática
• Escenas de caza
La vida en la Edad de
los Metales (I)

• La Edad de los Metales se inició, hacia


el 3.000 a.C., con el descubrimiento de
la metalurgia o técnica de trabajo de los
metales, y se prolongó hasta el siglo I
a.C. Durante la misma, hacia el 3500 a. 
C., algunos pueblos descubrieron la
escritura, entrando así en la historia
propiamente dicha. Otros, en cambio, se
mantuvieron en la prehistoria.
La vida en la Edad de los metales (I): trabajo
del metal

• La primera metalurgia conocida fue la del cobre, hacia el 3000 a. C. Surgió en las


sociedades neolíticas y urbanas del Creciente Fértil, aunque debido a la poca dureza de
este metal se usó, sobre todo, para hacer objetos de adorno.
• La búsqueda de metales más resistentes llevó, hacia el 2000 a. C., al empleo
del bronce, una aleación de cobre y estaño. Finalmente, hacia el 1300 a. C., se
descubrió la metalurgia del hierro en algún lugar situado entre el mar Negro y las
montañas de Armenia. El uso del hierro proporcionó una gran superioridad a los
pueblos conocedores de su metalurgia. Por ello, tardó en generalizarse.
La vida en la Edad de los metales (I): otras
actividades económicas

• La agricultura y la ganadería siguieron siendo la base de la economía, y


la artesanía continuó.
• El comercio se desarrolló, debido a la necesidad de obtener metales y de
intercambiarlos por otros productos. Así, desde el Creciente Fértil se
organizaron rutas para buscarlos por Occidente y el centro de Europa,
conocidas como «rutas de los metales».
La vida en la Edad de los metales (I):
técnicas, instrumentos e inventos
• Las técnicas de trabajo del metal se perfeccionaron. Primero se trabajó el metal en frío, golpeándolo con un
martillo. Después se utilizó la forja, en la que el metal se calentaba al fuego mientras se martilleaba. Por
último se usó la fundición, calentando el metal en un horno hasta que se volvía líquido.
• El trabajo del metal proporcionó una gran variedad de instrumentos: útiles agrícolas más resistentes, como
azadas y hoces; armas, como espadas, hachas, lanzas, joyería.
• Los inventos principales del período fueron la rueda, el arado y la vela. La rueda permitió la invención del
carro y del torno de alfarero, que revolucionaron el transporte terrestre y la producción de cerámica.
• El arado, tirado por bueyes o por asnos, permitió remover mejor la tierra y labrar una mayor extensión de
terreno en menos tiempo. La vela posibilitó a los barcos moverse empujados por el viento.
Joyas e instrumentos
La vida en la edad de los metales (II):
transformación social

• Los poblados crecieron y se


convirtieron en pequeñas ciudades.
Algunas de ellas se amurallaron con el
fin de defenderse, pues el interés por
controlar los metales provocó guerras
entre pueblos.
La vida en la edad de los
metales (II): el arte

• Primeras manifestaciones arquitectónicas de la


historia. Se conocen como monumentos
megalíticos, pues están realizados con grandes
piedras o megalitos
• Menhir: recordar almas, culto al sol
• Alineamiento: disposición de menhires
• Crómlech: culto agrario o solar
• Dolmen: enterramiento colectivo
La vida en la edad de los
metales (II): el arte

• Sepulcros de corredor (se hacían con


dólmenes)
La Prehistoria en España
Paleolítico (800 000-5000 a. C.)
• Los primeros testimonios de la presencia humana en España y Andalucía corresponden
al Paleolítico Inferior, caso de los restos del hombre de Orce (Granada), y del Homo antecesor
(pertenecen a un tipo de erectus), encontrado en 1994 en los yacimientos de Atapuerca en el
norte de Burgos. Los restos fósiles del Homo antecessor  son los más antiguos de Europa, pues
datan de hace más de 800 000 años. Vivió de la caza y de la recolección, posiblemente practicó el
canibalismo y fabricó herramientas de piedra.
• En el Paleolítico Superior, el territorio peninsular fue habitado por grupos de neandertales
y sapiens. 
La Prehistoria en España: el
arte

• Las del área cantábrica se realizaron en las


zonas de más difícil acceso de las cuevas
(Altamira, Tito Bustillo) y representan animales
de forma naturalista.
• Las del área levantina se localizan en abrigos
rocosos (Cogull, Valltorta), y representan de
forma esquemática a personas en escenas de
caza, guerra o ritos.
La Prehistoria en España

Neolítico (5000-2500 a. C.)


• El Neolítico llegó a la península ibérica desde el Próximo Oriente a través de
dos rutas: el Mediterráneo y el norte de África.
• Las culturas neolíticas más importantes se localizaron en Cataluña (cultura del
vaso cuadrado) y en Andalucía (cultura andaluza). Su manifestación artística
principal fue la cerámica cardial.
La Prehistoria en España
Edad de los Metales (2500-I milenio a. C.)
• La metalurgia fue introducida en la Península Ibérica por pueblos buscadores de metal procedentes del Mediterráneo oriental.
• La metalurgia del cobre (2500-2000 a. C.) tuvo como foco principal la cultura de Los Millares (Almería). Se caracterizó por los
poblados amurallados y la arquitectura megalítica, que creó dólmenes y grandes sepulcros de corredor denominados popularmente
«cuevas», como las de Menga y El Romeral (Antequera, Málaga).
• La metalurgia del bronce (2000-1000 a. C.) tuvo dos focos destacados. La cultura de El Argar se extendió por Almería y
Granada, y se caracterizó por enterramientos individuales en fosas o tinajas. La cultura de las islas Baleares destacó por sus
originales construcciones megalíticas: las taulas, los talayots y las navetas.
• La metalurgia del hierro (1000 a. C.-s. I a.C.) fue introducida por los pueblos celtas, que entraron por los Pirineos; y por los
pueblos colonizadores fenicios y griegos, procedentes del Mediterráneo oriental. Estos últimos introdujeron la escritura, entrando
así la península ibérica en la historia.
Cronología

• La cronología de la Prehistoria varía entre Europa, España y la Península


Ibérica.
La Prehistoria en la Comunidad de
Madrid: Paleolítico

• Paleolítico inferior. El yacimiento de Áridos en el término municipal de Arganda del Rey corresponde a este
momento; en él se han hallado hachas de mano y otros instrumentos para cortar la carne y remover la tierra.
• Paleolítico medio, a partir del año 100000 a. C., se introduce el uso de puntas de lanza, raederas y cuchillos,
que se han encontrado en las riberas del Henares y del Tajo. El yacimiento de Pinilla del Valle ha confirmado
la presencia del Hombre de Neandertal en la Comunidad de Madrid.
• Paleolítico superior, desde el año 30000 a. C., se multiplican los objetos que emplea el ser humano,
destacando la invención de la aguja.
• La aparición del arte rupestre se aprecia en la cueva del Reguerillo, en Patones, aproximadamente unos 15
000 años a. C.
La Prehistoria en la Comunidad de
Madrid: El Neolítico

• La revolución neolítica llega a la Comunidad de Madrid en el V milenio a.


C. Se da el cultivo de cereales y aparecen cerámicas decoradas con
incisiones.
• Los grupos humanos eran muy reducidos. Algunos habitaban todavía en
grutas, como atestigua la cueva del Aire, en Patones.
• Otros se instalan a la orilla de los ríos, como se aprecia en el yacimiento del
arenero de los Vascos (Villaverde), junto al río Manzanares.
La Prehistoria en la Comunidad de
Madrid: La Edad de los Metales
• La Edad de los Metales comienza en el III milenio antes de nuestra era.
• Con la Edad del Cobre se intensifica el trabajo de la tierra, se domestican animales y se
aprovechan las explotaciones de cobre a cielo abierto. Asentamientos, como los que se
establecen en Villalbilla, Mejorada del Campo y Orusco.
• Durante la Edad del Bronce, a partir del año 2000 a. C., se extiende el uso de este metal
y se han encontrado moldes de fundición en Villalba, Torrelaguna y Patones. En
cerámica se generaliza el vaso campaniforme, como demuestra el yacimiento de
Ciempozuelos (Madrid)

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