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PRINCIPIOS

CONSTITUCIONALES
DEL DERECHO DEL
TRABAJO
ANTECEDENTES
 La Constitución de 1886, en su artículo 39, “toda persona
podrá abrazar cualquier oficio u ocupación honesta sin
necesidad de pertenecer a gremio de maestros o doctores.
 Las autoridades inspeccionaran las industrias y profesiones
en lo relativo a la moralidad, salubridad y seguridad pública.
 La ley podrá exigir títulos de idoneidad para el ejercicio de
las profesiones médicas y de sus auxiliares.
 El artículo 44 se refería a la posibilidad de fundar compañías
y otro tipo de asociaciones, y los artículos 46 y 47
consagraban el derecho de asociación.
 Desde la expedición de la Constitución de 1991, el derecho
en general, sufrió una enorme transformación, que se traduce
en una progresiva y vertiginosa constitucionalización del
mismo.
 La carta política, desde su preámbulo, consagro el derecho al
trabajo y su protección, como valor fundante del estado
colombiano.
 A su vez los siguientes artículos, contenidos en el capítulo de
principios constitucionales hicieron lo propio, ya no como
acciones futuras, sino como imperativos de la nueva carta.
PODER VINCULANTE
 El Preámbulo de la Constitución incorpora, mucho más allá de un simple mandato
específico, los fines hacia los cuales tiende el ordenamiento jurídico; los principios que
inspiraron al Constituyente para diseñar de una determinada manera la estructura
fundamental del Estado; la motivación política de toda la normatividad; los valores que
esa Constitución aspira a realizar y que trasciende la pura literalidad de sus artículos. El
Preámbulo da sentido a los preceptos constitucionales y señala al Estado las metas
hacia las cuales debe orientar su acción; el rumbo de las instituciones jurídicas.
 Lejos de ser ajeno a la Constitución, el Preámbulo hace parte integrante de ella. Las
normas pertenecientes a las demás jerarquías del sistema jurídico están sujetas a toda la
Constitución y, si no pueden contravenir los mandatos contenidos en su articulado,
menos aún les está permitida la trasgresión de las bases sobre las cuales se soportan y a
cuyas finalidades apuntan. La preceptiva constitucional ha sido enderezada por el
propio Constituyente a la realización de unos fines, al logro de unos cometidos
superiores ambicionados por la sociedad, que cabalmente son los que plasma el
Preámbulo y que justifican la creación y vigencia de las instituciones.
 VALORES CONSTITUCIONALES. Son fines a los cuales se quiere llegar y, por ello, determinan el
sentido y finalidad de las demás normas del ordenamiento jurídico. Son definitorios a la hora de resolver un
problema de interpretación en el cual está en juego el sentido del derecho, mas no son normas de aplicación
directa que puedan resolver aisladamente un asunto. Características:
 -Pueden tener consagración explícita o no.
 -Sobre ellos se construye el fundamento y la finalidad de la organización política.
 -La relación entre los fines y los medios adecuados para conseguirlos, depende, por lo general, de una
elección que corresponde preferencialmente al legislador. No obstante su carácter programático, su
enunciación no debe ser entendida como la manifestación de un deseo o un querer sin incidencia normativa,
sino como el conjunto de propósitos a través de los cuales se deben mirar las relaciones entre gobernantes y
gobernados.
 -Su condición de valores fundantes les otorga una enorme generalidad y, por ello una textura interpretativa
abierta, dentro del cual caben varias fijaciones del sentido. Corresponde al Legislador, su delimitación. Por
ello sólo tienen una eficacia interpretativa, lo que no impide que la Corte Constitucional pueda o deba valerse
de ellos para resolver una situación específica o para valorar otras normas o instituciones, lo cual sólo será
posible dentro de una interpretación global de los hechos y del derecho y no como normas de aplicación
inmediata suficientes por sí solas para fundamentar la decisión judicial.
 PRINCIPIOS FUNDAMENTALES. (Sentencia de la Corte Constitucional T-406/92.)
Consagran prescripciones jurídicas generales que suponen una delimitación política
reconocida y, por ende, restringen el ámbito de interpretación, por lo cual son normas de
aplicación inmediata, tanto por el legislador como por el juez constitucional. Características :
 -Son normas que establecen un deber ser específico del cual se deriva un espacio de
discrecionalidad legal y judicial.
 -Se refieren a la naturaleza política y organizativa del Estado y de las relaciones entre los
gobernantes y los gobernados.
 -No son ideales o fines jurídicos para el futuro, mas bien expresan normas jurídicas para el
presente, son el inicio del nuevo orden, la mira que jalona el orden del mañana.
 -Son pautas de interpretación ineludible por ser parte de la Constitución misma y están
dotados de fuerza normativa. Sin embargo, no siempre son suficientes por sí solos para
determinar la solución necesaria en un caso concreto, por cuanto siguen teniendo un carácter
general y por lo tanto una textura abierta, lo que, en ocasiones, limita la eficacia directa de
los mismos. Es decir, se trata de una eficacia más o menos directa de los principios y no a un
asunto relacionado con su falta de fuerza normativa. Por ello, en ciertos casos, puede
necesitar de otras normas constitucionales para poder fundamentar la decisión judicial.
 
 VALORES Y PRINCIPIOS CONSTITUCIONALES. Diferencias. Los valores son
normas que establecen fines dirigidos en general a las autoridades creadoras del
derecho y en especial al legislador; los principios son normas que establecen un deber
ser específico del cual se deriva un espacio de discrecionalidad legal y judicial. La
diferencia entre principios y valores no es de naturaleza normativa sino de grado y, por
lo tanto, de eficacia. Los principios, por el hecho de tener una mayor especificidad que
los valores, tienen una mayor eficacia y, por lo tanto, una mayor capacidad para ser
aplicados de manera directa e inmediata. Los valores, en cambio, tienen una eficacia
indirecta, es decir, sólo son aplicables a partir de una concretización casuística y
adecuada de los principios constitucionales. Las normas, como los conceptos, en la
medida en que ganan generalidad aumentan su espacio de influencia pero pierden
concreción y capacidad para iluminar el caso concreto.
 Los valores y principios incluidos en el texto constitucional cumplen la función de
asegurar la permanencia y obligatoriedad del contenido material de la Constitución.
Aquí se refleja la voluntad constituyente de hacer obligatorio el respeto de principios
considerados como universales e inherentes a la persona, cuya obligatoriedad va más
allá de las contingencias propias del ordenamiento jurídico nacional. La referencia a
valores y principios constitucionales y supraconstitucionales, se explica como una
pretensión enérgica de los constituyentes acerca de la validez material de la
Constitución que en opinión de Bachof: "implica un orden de valores que ha sido
considerado por la Constitución como anterior a ella misma (...)" .
DIGNIDAD HUMANA
 Significado. Como se indicó en Sentencia de esta
Corporación, este término equivale al merecimiento de un
trato especial que tiene toda persona por el hecho de ser tal y
así se convierte en la facultad que tiene toda persona de
exigir de los demás un trato acorde con su condición
humana. De esta manera, la dignidad se erige como un
derecho fundamental, de eficacia directa, cuyo
reconocimiento general compromete el fundamento político
del Estado colombiano. T-572/99.
 Al tener como punto de vista el objeto de protección del enunciado
normativo “dignidad humana”, la Sala ha identificado a lo largo de la
jurisprudencia de la Corte, tres lineamientos claros y diferenciables: (i)
La dignidad humana entendida como autonomía o como posibilidad de
diseñar un plan vital y de determinarse según sus características (vivir
como quiera). (ii) La dignidad humana entendida como ciertas
condiciones materiales concretas de existencia (vivir bien). Y (iii) la
dignidad humana entendida como intangibilidad de los bienes no
patrimoniales, integridad física e integridad moral (vivir sin
humillaciones). De otro lado al tener como punto de vista la
funcionalidad, del enunciado normativo “dignidad humana”, la Sala ha
identificado tres lineamientos: (i) la dignidad humana entendida como
principio fundante del ordenamiento jurídico y por tanto del Estado, y
en este sentido la dignidad como valor. (ii) La dignidad humana
entendida como principio constitucional. Y (iii) la dignidad humana
entendida como derecho fundamental autónomo.
PRINCIPIO DEL TRABAJO
 El trabajo, en su triple naturaleza constitucional, es un
valor fundante de nuestro régimen democrático y del Estado
Social de Derecho (CP art. 1), un derecho fundamental (CP
art. 25) de desarrollo legal estatutario (CP art. 53) y una
obligación social.
 El Trabajo, tiene múltiples formas de expresión dentro del ordenamiento
constitucional vigente, pues no es sólo un derecho a través del cual el individuo
obtiene recursos que le permiten sufragar sus necesidades básicas (artículo 25
C.P.), sino que es, además, una obligación social que se traduce en un
mecanismo de incorporación de la persona a la colectividad como sujeto que se
dignifica a través del aporte que hace al desarrollo de una comunidad así como
en un deber que tiene todo trabajador de contribuir solidariamente a la
construcción de una sociedad más participativa en términos tanto políticos como
económicos y, por esta vía, más democrática y plural. Ahora bien, estos
elementos básicos de la noción y las implicaciones del derecho al trabajo tienen
una materialización concreta en el artículo 53 de la Constitución. Esta norma se
ha encargado de señalar un conjunto de principios mínimos fundamentales, a los
cuales no solamente debe ajustarse el estatuto del trabajo que debe expedir el
Congreso –obligación que a 10 años de la expedición de la Carta Política del 91
no se ha cumplido-, sino todo el orden legal, pues constituyen la base valorativa
que ha hecho posible la aplicación de la Constitución en materia laboral; y que
ha permitido a la Corte Constitucional, acercar el texto de la Carta Política a la
realidad reconociendo la necesidad de fundar a la sociedad colombiana “en el
respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que
la integran y en la prevalencia del interés general” (artículo 1 C.P.).
 Ahora bien el derecho al trabajo ha de ser objeto de reglamentación. (art 53 de la
C.P.)
 Al respecto, la Corte constata que el legislador no ha expedido el estatuto del
trabajo en desarrollo del artículo 53 de la Constitución relativo, entre otras
materias, al salario mínimo vital y móvil, proporcional a la cantidad y calidad del
trabajo, ni ha adoptado las reformas a la Ley 4 de 1992, ley marco para la fijación
de los salarios de los servidores públicos, con el fin de desarrollar los principios
constitucionales que rigen esta materia. Mientras tales disposiciones legislativas
no sean expedidas por el Congreso de la República, el significado y los alcances
de los derechos y principios constitucionales sobre este tema se deducen directa y
exclusivamente de la interpretación de la Constitución. Y es que no podría ser de
otra forma dado el carácter normativo de la Carta Política (artículo 4 C.P.) y la
primacía de los derechos inalienables de la persona (artículo 5 C.P). La ausencia
de desarrollo legislativo de los derechos constitucionales no puede significar el
aplazamiento o recorte de los derechos que, por su naturaleza, requieren de la
actuación de las autoridades públicas para asegurar su cumplimiento. Tal es el
caso de los derechos constitucionales de los trabajadores que, por el mandato
constitucional del artículo 53, deben estar contenidos en el estatuto del trabajo, así
como en la ley marco que regule la fijación de los emolumentos de los servidores
públicos. C-1064 de 2001.
 Así, el principio de inmunidad de los derechos sustrae a éstos
de la libre disposición por parte de las mayorías. Si las
autoridades públicas encargadas de ejecutar el mandato
constitucional de expedir el estatuto del trabajo y de
modificar la ley marco de salarios públicos, no lo hacen, ello
no significa que los derechos constitucionales cuya plena
realización depende de ello, se queden escritos. Por el
contrario, debe la Corte, en aplicación del principio de efecto
útil de las normas constitucionales, interpretar el alcance de
los derechos constitucionales. Así lo dijo esta Corte
específicamente en relación con los principios mínimos
fundamentales enunciados en el artículo 53 dentro de los
cuales se destaca el de la remuneración mínima vital y móvil,
proporcional a la cantidad y a la calidad de trabajo
 Estos principios, aunque no se encuentran regulados expresamente por
la Ley, son vinculantes y de especial garantía por parte del Estado.
 La Corte ha dicho:
 "La Constitución es el orden normativo primario protector del derecho
al trabajo, bien sea que se preste independientemente o bajo
condiciones de subordinación, en las modalidades de contrato de
trabajo o bajo una relación laboral, legal, estatutaria o reglamentaria.
La variedad normativa que aquella contiene propende el
establecimiento de relaciones laborales justas, mediante la eliminación
de factores de desequilibrio, que aseguren la vigencia y efectividad del
principio de igualdad, la protección a ciertos sectores de trabajadores
que se encuentran en situaciones de debilidad manifiesta o carecen de
oportunidades para la capacitación laboral, y la consagración de un
sistema contentivo de una protección jurídica concreta del trabajo que
debe ser desarrollado por el legislador..."(C-521/95).
 En cuanto a su protección por vía de tutela, no procede por regla general, a
excepción de las siguientes circunstancias:

1. Se desconoce el núcleo esencial del derecho al trabajo que consiste en toda


acción u omisión que impida el ejercicio de la facultad de desarrollar una labor
remunerada en un espacio y tiempo determinado.

Se desconoce el núcleo esencial del derecho cuando se evidencia un


desconocimiento de las condiciones dignas y justas en las que el trabajador
debe realizar su labor.

Hace parte del núcleo esencial la adecuada remuneración. La remuneración no


puede ser simplemente simbólica. Ha de ser adecuada al esfuerzo que implica
la tarea cumplida por el trabajador, a su preparación, experiencia,
conocimiento y al tiempo durante el cual vincule su potencial de trabajo a los
fines que interesan al patrono. No puede congelarse indefinidamente.
 Sentencia T-047 de 1995.. Ver sentencia T-779 de 1998.
 Sentencia SU-519 de 1997.
2. La vulneración de un derecho conexo que conlleve el ataque
injustificado del núcleo esencial.

No pertenece al núcleo la pretensión incondicional de ejercer


un oficio o cargo específico, en un lugar determinado ni la
permanencia absoluta en un cargo. El retiro del servicio no
implica la prosperidad de la acción de tutela, solamente hay
lugar al estudio del caso, cuando existe debilidad manifiesta
o se trata una trabajadora embarazada.

Ver sentencias C-671 y C-671 de 1999, T-799 y T-888 de 1999.

Sentencia SU- 250 de 1998.


3. Por el incumplimiento o retardo en la obligación de pagar el
salario más la prueba de vulneración al mínimo vital del
trabajador. La situación económica de la empresa no es
óbice para dejar de pagar durante varios meses los salarios
de los empleados. Las acreencias laborales prevalecen
incluso sobre cualquier crédito concordatario.
 Ver sentencias SU-995 de 1999., T-151 de 1998.
 Ver sentencias T-323 de 1996, T-124, T-299 y T-271 de 1997
y T-151 de 1998.
4. El empleador da por terminado el contrato con justa causa
pero faltó en el procedimiento a los principios de buena fe al
no expresar los hechos precisos e individuales que provocan
la justa causa de terminación para que así, la otra parte
tenga la oportunidad de enterarse de los motivos que
originaron el rompimiento de la relación laboral y pueda
hacer uso del derecho a la defensa y controvertir tal decisión
si está en desacuerdo.
 Ver sentencia C-593 de 1998, C-299 de 1998 y T-546 de
2000.
5. Se desconoce el principio fundamental de a trabajo igual
salario igual. Un tratamiento diferente que vulnere este
principio se considera una discriminación, es un trato
diferente sin justificación racional ni razonable.
 Ver entre otras sentencias C-479 de 1992, T-230 de 1994.
Interpretación Legal Vs. Interpretación
Constitucional
 La interpretación legal propia de la justicia ordinaria tiene como objetivo la
resolución de un caso, de una contradicción o disparidad entre trabajador y
empleador. Por ejemplo, frente a un conflicto por aumento salarial su función
es evaluar la validez de aumento bajo las pautas contenidas en el contrato, las
convenciones colectivas y las normas sobre salario mínimo pero no entraría a
hacer consideraciones comparativas entre los diferentes trabajadores para
establecer si existen diferencias que comprometan la igualdad de la
remuneración para trabajo igual. Tampoco entrará a resolver un conflicto entre
la libertad de empresa y aspectos referidos a la efectividad del derecho al
trabajo el cual se relaciona con el derecho a libertad de escoger profesión y
oficio, el derecho al libre desarrollo de la personalidad y el derecho a la
igualdad. Los anteriores no son temas objeto de controversia ante los jueces
laborales porque el conocimiento de los conflictos en la relación ente patronos
y trabajadores se suscribe a la valoración del cumplimiento de las
obligaciones reciprocas que emanan de un contrato de trabajo.
 La interpretación constitucional recae sobre un objeto de
mayor complejidad el derecho al trabajo como uno de los
valores esenciales de nuestra organización política
(Preámbulo), fundamento del Estado social de derecho
(artículo 1º), reconocido como derecho fundamental que
debe ser protegido en todas sus modalidades y asegurar el
derecho de toda persona al desempeño en condiciones dignas
y justas (artículo 25), así como los principios mínimos
fundamentales a los que debe sujetarse el legislador en su
desarrollo (artículo 53) y la obligación del Estado del
desarrollo de políticas de empleo (artículo 334) hacen del
derecho al trabajo un derecho de central importancia para el
respeto de la condición humana y cumplimiento del fin de
las instituciones.
En Materia de Reformas
Laborales
 Si se admitiera que una mera expectativa pudiera impedir el cambio legislativo, llegaríamos
prácticamente a la petrificación del ordenamiento, pues frente a cada nueva regulación, alguna
persona podría objetar que la anterior normatividad le era más favorable y no podía entonces
ser suprimida. Las meras expectativas no representan una barrera contra los cambios
legislativos en materia laboral, incluso si las nuevas regulaciones resultan menos favorables a
los trabajadores.
 La Corte explicó que el principio de favorabilidad en materia laboral previsto por el artículo
53 superior no impide la modificación de la normatividad existente, incluso si la nueva
regulación resulta menos favorable al trabajador, ya que este principio tiene otro sentido, pues
hace referencia al deber de los operadores jurídicos de aplicar, en caso de duda, la fuente
formal de derecho vigente más favorable al trabajador, o la interpretación de esas fuentes que
le sea más favorable (in dubio pro operario).
 El hecho de que las regulaciones acusadas sean menos favorables al trabajador que aquellas
que fueron subrogadas no implica automáticamente su inconstitucionalidad, pues la Carta
autoriza que el Legislador realice esos cambios normativos, siempre y cuando respete
derechos adquiridos.
 C-038 de 2004
 Ahora bien, y conforme a reiterada jurisprudencia de esta
Corte, para determinar cuáles son esos principios
constitucionales mínimos del trabajo que deben ser respetados
por cualquier reforma laboral, es necesario tomar en cuenta
también los tratados internacionales que integran el bloque de
constitucionalidad. En particular, en esta materia tienen mucha
importancia los límites y deberes al Estado impuestos por los
convenios de la OIT ratificados por Colombia, por el PIDESC,
y por el Protocolo de San Salvador, todos los cuales hacen
parte del bloque de constitucionalidad, de conformidad con lo
ordenado por el artículo 93 de la Carta, que establece que los
“derechos y deberes consagrados en esta Carta, se interpretarán
de conformidad con los tratados internacionales sobre derechos
humanos ratificados por Colombia.”
 Además, por vía de bloque de constitucionalidad, han de garantizarse
los convenios de la OIT, que de conformidad con la jurisprudencia
constitucional, hagan parte del ordenamiento interno y los tratados de
derechos humanos firmados y ratificados por Colombia.
 Así lo establecen expresamente los artículos 2 y 25 de la Carta, que
señalan que el Estado debe proteger especialmente el trabajo y que es
deber de las autoridades garantizar la efectividad de los principios,
derechos y deberes consagrados en la Constitución. Igualmente, el
PIDESC y el Protocolo de San Salvador. En efecto, estos tratados
reconocen el derecho al trabajo (arts 6 y 7) y establecen el deber de
los Estados de adoptar las medidas apropiadas, hasta el máximo de
los recursos de que disponga, para lograr progresivamente la plena
efectividad de todos los derechos económicos, sociales y culturales
(art 1 Protocolo y art 2 PIDESC - El Protocolo Facultativo del Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales)
Principio de Igualdad de oportunidades para los
trabajadores
 El principio de igualdad de los trabajadores, cualquiera que sea su
ocupación, arte, oficio o profesión, se encuentra desarrollado por el
Convenio Internacional del Trabajo No. 111, relativo a la discriminación
en materia de empleo y ocupación, y por el Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales de 1966, los cuales hacen
parte del ordenamiento jurídico nacional no sólo porque fueron
aprobados por el Congreso de la República a través de las leyes 22 de
1967 y 74 de 1968, respectivamente, y ratificados ambos en 1969, sino
porque de conformidad con los artículos 53 y 93 de la Carta Política,
esta clase de Convenios y Pactos Internacionales ingresan a la
legislación interna y sirven para interpretar los derechos y deberes
consagrados en aquélla.
 C-355/94. Corte Constitucional.
 El referido Convenio considera que hay discriminación,
cuando se permite cualquier distinción, exclusión o
preferencia basada en motivos de raza, color, religión,
opinión política, ascendencia nacional u origen social, que
tenga por efecto anular o alterar la igualdad de
oportunidades, de trato en el empleo y la ocupación; e
igualmente, obliga a todos sus miembros a formular y llevar
a cabo una política nacional, que promueva, por métodos
adecuados a las condiciones y a las prácticas nacionales, la
igualdad de oportunidades y de trato en materia de empleo y
ocupación, con objeto de eliminar cualquier discriminación a
este respecto.
 El mencionado Pacto, impone a los Estados Partes la
obligación de reconocer a toda persona el derecho de gozar
de condiciones de trabajo equitativas y satisfactorias, y que
le aseguren a todos los trabajadores la igualdad de
oportunidades para ser promovidos dentro de su trabajo a la
categoría superior que les corresponda, sin más
consideraciones que los factores de tiempo de servicio y
capacidad.
 Se entiende por igualdad de oportunidades la misma
disposición en abstracto frente a una eventual situación; es
compartir la expectativa ante el derecho, así luego, por
motivos justos, no se obtengan exactamente las mismas
posiciones, o los mismos objetivos. Como todos los
miembros de la especie humana comparten la identidad
esencial, es lógica consecuencia que se compartan las
mismas oportunidades. Este es uno de los casos en que la
igualdad equivale a la identidad, pero en abstracto, porque en
lo real será la proporcionalidad. C-023 de 1994.
REMUNERACION MINIMA VITAL Y MOVIL,
PROPORCIONAL A LA CANTIDAD Y CALIDAD DE
TRABAJO
 "Para el trabajador, recibir el salario -que debe ser
proporcional a la cantidad y calidad del trabajo, como lo
dispone el artículo 53 de la Constitución- es un derecho
inalienable de la persona y, por ende, el pago del mismo es
una obligación del patrono, que debe cumplir de manera
completa y oportuna, a satisfacción del trabajador y de
conformidad con lo acordado. Los trabajadores, según el
artículo 53 de la Constitución, tienen derecho a una
remuneración mínima vital y móvil, lo cual significa que el
desempeño de sus labores está condicionado al pago
periódico de las sumas que el patrono se obliga a cancelarles.
 “El pago del salario tiene su razón de ser no solamente en el
imperativo de recompensar el esfuerzo realizado en
beneficio de los fines que persigue el patrono, según las
reglas de su vinculación laboral, sino como elemental medio
de subsistencia para el trabajador y su familia. De allí su
carácter esencial en toda relación de trabajo, sea ella
contractual o legal y reglamentaria. Ahora bien, para que
cumpla los enunciados cometidos, en especial si se tienen en
cuenta factores tales como la precariedad de los ingresos del
trabajador, la inflación y la consiguiente pérdida del poder
adquisitivo de la moneda, el pago del salario debe ser
oportuno, es decir, ha de producirse dentro de los términos
estipulados o previstos en el correspondiente régimen
jurídico.
 “La cancelación tardía de los emolumentos debidos al
trabajador lesiona gravemente sus derechos, en particular el
que tiene a trabajar dentro de unas condiciones dignas y
justas (artículo 25 C.P.), y compromete la responsabilidad
del patrono". (Cfr. Corte Constitucional. Sentencia T-063 de
1995).
 Se trata de asegurar al trabajador un ingreso que sea
suficiente, al menos, para subsistir. Por poco que devengue,
el asalariado debe recibir el mínimo, lo cual se constituye en
norma de orden público, imperativa y obligatoria, no
susceptible de pacto en contrario, de renuncia por parte del
trabajador, ni de transacción entre los contratantes.
Mínimo Vital
 El concepto de mínimo vital ha ocupado la atención de la Corte Constitucional en
múltiples oportunidades. En efecto, la sentencia T-011 de 1998, lo definió como
aquellos “requerimientos básicos indispensables para asegurar la digna
subsistencia de la persona y de su familia, no solamente en lo relativo a
alimentación y vestuario sino en lo referente a salud, educación, vivienda,
seguridad social y medio ambiente, en cuanto factores insustituibles para la
preservación de una calidad de vida que, no obstante su modestia, corresponda a
las exigencias más elementales del ser humano”. Luego, la sentencia SU-225 de
1999, dijo que el mínimo vital es una “institución de justicia elemental que se
impone aplicar, como repetidamente lo ha hecho la Corte Constitucional, en
situaciones humanas límites producidas por la extrema pobreza y la indigencia
cuando quiera que frente a las necesidades más elementales y primarias, el Estado
y la sociedad no responden de manera congruente y dejan de notificarse de las
afectaciones más extremas de la dignidad humana”.
 
 “Posteriormente, en reciente sentencia de unificación de
jurisprudencia, la Corte Constitucional sostuvo que el
mínimo vital se identifica con el “mínimo de condiciones
decorosas de vida” del trabajador. Por consiguiente, este
concepto no significa que deba realizarse una valoración
cuantitativa del salario o de los gastos del empleado sino que
se refiere a una consideración cualitativa de los mismos, lo
cual se evalúa en cada caso concreto. De ahí pues, que el
mínimo vital no necesariamente coincide con el concepto de
salario mínimo ni con el estrato que ocupa el individuo ni
con una “valoración numérica de las necesidades biológicas
mínimas por satisfacer para subsistir, sino con la apreciación
material del valor de su trabajo, de las circunstancias
propias de cada individuo, y del respeto por sus particulares
condiciones de vida” (SU.995/99).
Mínimo vital y móvil
 “El Estado y la sociedad en su conjunto, de conformidad con
los principios de la dignidad humana y de la solidaridad
(CP. art.1), deben contribuir a garantizar a toda persona el
mínimo vital para una existencia digna. El Estado social de
derecho exige esforzarse en la construcción de las
condiciones indispensables para asegurar a todos los
habitantes del territorio nacional, una vida digna dentro de
las posibilidades económicas que estén a su alcance”.
 Corte Constitucional Sentencia T-015 de 1995
 Por la economía inflacionaria:
 "[Los incrementos salariales, que en cualquier momento y
de acuerdo con distintos criterios puede fijar el Gobierno]
pueden tornarse útiles o indispensables para atender a las
necesidades de los trabajadores, golpeados por el proceso
inflacionario, o para restablecer condiciones económicas de
equilibrio en áreas de la gestión pública en las que ellas se
hayan roto por diversas razones".
 Corte Constitucional Sentencia T-710 de 1999.

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