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SACRIFICIO DE LA MISA
La Misa, por lo tanto, es el Sacrificio de la Nueva Ley, en el cual se ofrece
Jesucristo y se inmola incruentamente por toda la Iglesia, bajo las especies del
pan y del vino, por ministerio del Sacerdote, para reconocer el supremo dominio
de Dios y aplicarnos a nosotros las satisfacciones y méritos de su Pasión.
Representa, pues, la Misa, renueva y continúa, sin disminuirlo ni aumentarlo, el
sacrificio del Calvario, cuyos frutos nos está continuamente aplicando. “Es, dice
Pío XII, como el compendio y centro de la religión cristiana y el punto más alto
de la Sagrada Liturgia”
Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que la Misa es el compendio de
Catequesis, porque está todas las partes incluidas en ella.
ANTEMISA Ó MISA DE
CATECÚMENOS
Invocación de la Trinidad
Salmo JUDICA ME: el salmista, desterrado de Jerusalén, desea
acercarse al Santuario. Se introdujo en el siglo XII. No se dice
en misa de difuntos, porque expresa cierta alegría y en tiempo
de Pasión porque ya lo dice el introito.
Confesión: profundamente inclinado por el peso de los
pecados. “El estar inclinados nos ayuda siempre a vivir en
compunción de los pecados” (Dom Columba)
AUFER A NOBIS: pide a Dios la pureza para acercarse al
Santuario.
ORAMUS TE: Pedimos por los santos y sus méritos que Dios
perdone todo pecado delito.
INTROITO: Cantico que hacia el pueblo, pero ahora solo
queda una parte de esa antífona. Algunos lo toman del salmo,
los mas nuevos toman de poesías, como la Sancta Parens del
poeta Sedulio.
Gloria Patri: la introdujo el Papa San Dámaso para finalizar la
antífona y los salmos que se rezan en el Divino Oficio. Es la
doxología breve a la Trinidad. No se dice en tiempo de Pasión y
de difuntos.