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2021
Jorge Luis Borges:
El Libro de Job
[Conferencia en el
Instituto Cultural
Argentino-Israelí de
Buenos Aires, 1965]
El Libro de Job es la obra
más alta de todas las
literaturas humanas, por
encima de Shakespeare, de
Dante, de la Ilíada,
la Odisea y la Eneida.
José Severino Croatto –
El Libro de Job Como Clave Hermenéutica de La Teología
REVISTA BÍBLICA. Año 43 - 1981. Págs. 33-45.
Hugo Assmann
«Si la situación histórica de dependencia y dominación de dos
tercios de la humanidad, con sus treinta millones anuales de
muertos de hambre y desnutrición,
no se convierte en el punto de partida de cualquier teología
cristiana hoy, la teología no podrá situar y concretar
históricamente sus temas fundamentales.
Sus preguntas no serán preguntas reales.
Pasarán al lado del hombre real...
Es necesario salvar a la teología de su cinismo».
en la piedad,
y en la rectitud tu esperanza?
7 Recuerda:
de arcilla,
y tienen sus cimientos en el polvo!
5 He visto que el necio
3
echaba raíces,
pero de repente
he maldecido su
morada.
4
Sus hijos quedarán sin socorro,
caídos en la puerta,
sin que nadie les rescate.
6
Porque la aflicción no nace del polvo
ni la desdicha brota de la tierra.
7
Es el hombre quien engendra la desdicha
como las chispas se elevan a lo alto.
Eso significa que los fracasados,
caídos, hambrientos, sin casa,
tienen su merecido y no deben
protestar gritando (como Job),
sino bendecir a Dios por haber
sido castigados, para así cambiar
y ser bendecidos
La sabiduría consiste por tanto en que
cada hombre se acomode a su suerte,
aceptando el poder y la riqueza (si lo
tiene)
y recibiendo con resignación el castigo
merecido, sin protestar, sin rebelarse,
porque la aflicción de los pobres forma
parte del orden divino (cf. 5, 6‒7).
8 Ciertamente
yo me acercaría a Él (=a Dios)
y encomendaría mi causa a Elohim.
9 Él hace cosas grandes e inescrutables,
y a los afligidos
les ofrece prosperidad.
15 Él libera a los necesitados
de la espada,
les saca de la mano de los malvados.
16 por eso, el débil tiene esperanza,
pero la iniquidad
deberá cerrar su boca.
‒ Según Elifaz,
Dios puede elevar a los oprimidos, si
es que se “arrepienten” de su pecado
y aceptan el “orden sagrado”, de
manera que cambian (son
rehabilitados), pero dentro del mismo
sistema de poder, que continúa.
17 Bienaventurado aquel a quien Eloah corrige.
No desprecies la corrección de Shadai.
18 Porque él hace la herida, pero él la cura;
cada mañana
y a cada instante
lo pongas a prueba?
Salmo 8, 5
(perversión teológica)
¿qué es el hombre
para que pienses en él,
el ser humano
para que lo cuides?
20 Si he pecado, ¿en qué te afecta,
Centinela de los hombres?
¿Por qué convertirme en blanco?
¿Por qué te sirvo de carga?
21 ¿Por qué no olvidas mi ofensa,
pasas por alto mi culpa,
si pronto yaceré en tierra
y no estaré aunque me busques?
TRAYECTORIA necesaria de la JUSTICIA DIVINA (c. 8)
Bildad de Súaj respondió así:
2 ¿Hasta cuándo hablarás de ese modo,
con palabras como viento impetuoso?
3 ¿Puede El torcer el derecho,
retorcer Shaddai la justicia?
4 Si tus HIJOS pecaron contra él,
ya los puso en poder de su delito.
5 Pero si buscas solícito a El
y diriges tu súplica a Shaddai,
6 si eres intachable y recto,
se cubrirán de vergüenza,
la tienda de los malvados
desaparecerá.
Bildad, no dice que Elohim los castigó por sus pecados;
es el propio delito personificado quien se hace cargo (v. 4b).
El pecado, se vuelve contra el propio pecador, destruyéndolo.
«En el pecado está la penitencia».
Prob 26,27:
«El que cava una fosa caerá en ella, al que rueda una piedra se le vendrá
encima».
Eclesiástico:
Quien tira una piedra al aire sobre su cabeza la tira
Quien cava una fosa caerá en ella,
quien tiende una trampa quedará atrapado en ella.
Quien hace el mal lo verá caer sobre sí.... (Si 27,25-27)
Cfr. Qo 10,8-9; Sal 7,16; 9,16.
LA JUSTICIA DIVINA está por encima DEL DERECHO (CC. 9-10)
1 Job respondió así:
2 Es verdad, las cosas son así:
¿cómo puede el hombre ser justo ante El?
3 Si quiere entablar pleito con él,
no le rebatirá ni una vez entre mil.
4 ¿Quién, sabio y fuerte,
le hizo frente y salió indemne?
5 Él desplaza los montes sin que lo adviertan,
cuando los vuelca con su cólera.
6 Él sacude la tierra de su sitio
y hace vacilar sus columnas.
7 Él lo ordena y el sol no resplandece,
maravillas innumerables.
12 Si sujeta una presa, ¿quién se la arrancará?
¿Quién puede decirle: «¿Qué haces?».
13 Eloah no renuncia a su cólera,
a sus pies se postran los aliados de Rahab.
14 ¡Cuánto menos podré yo defenderme,
rebuscar argumentos contra él!
15 Aun teniendo yo razón, no discutiría,
tendría que suplicar a mi acusador.
16 Si se dignase responder a mi llamada,
no creo que escuchase mi voz.
17 ¡Él, capaz de aplastarme con un torbellino,
que multiplica sin motivo mis heridas,
18 que no me deja ni tomar resuello,
su boca me condenaría,
aun siendo inocente,
me declararía culpable.
21 ¿Pero soy inocente?
Ni yo mismo lo sé. ¡Desprecio mi vida!
22 Pero da lo mismo, lo digo en serio:
destruye igual al inocente y al culpable.
23 Si un azote mata de improviso,
se ríe de la angustia del inocente.
24 Deja la tierra en poder del malvado
y tapa los ojos de los magistrados;
¿quién, sino él, lo hace?
Y si resulta que soy culpable,
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