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Libro de Job

2021
Jorge Luis Borges:
El Libro de Job
[Conferencia en el
Instituto Cultural
Argentino-Israelí de
Buenos Aires, 1965]
El Libro de Job es la obra
más alta de todas las
literaturas humanas, por
encima de Shakespeare, de
Dante, de la Ilíada,
la Odisea y la Eneida. 
José Severino Croatto –
El Libro de Job Como Clave Hermenéutica de La Teología
REVISTA BÍBLICA. Año 43 - 1981. Págs. 33-45.
Hugo Assmann
«Si la situación histórica de dependencia y dominación de dos
tercios de la humanidad, con sus treinta millones anuales de
muertos de hambre y desnutrición,
no se convierte en el punto de partida de cualquier teología
cristiana hoy, la teología no podrá situar y concretar
históricamente sus temas fundamentales.
Sus preguntas no serán preguntas reales.
Pasarán al lado del hombre real...
Es necesario salvar a la teología de su cinismo».

TEOLOGÍA desde la PRAXIS de la LIBERACIÓN (Salamanca 1973) pág.40.


ASPECTO
HISTÓRICO
SIGLO XIX:
Teología de la
“Retribución”.
HOY:
Teología de la “Prosperidad”
El cuento popular
primitivo
El Satán y Yhvh
ponen a prueba a Job (1,1 - 2,10)
1 Érase una vez un hombre llamado Job, que
vivía en el país de Us. Era un hombre íntegro y
recto, temeroso de Elohim y apartado del mal.
2 Tenía siete hijos y tres hijas. 3 Poseía siete mil
ovejas, tres mil camellos y quinientas yuntas de
bueyes, quinientas burras y numerosos siervos.
Era el más rico de toda la gente de Oriente.
4 Sus hijos tenían por costumbre juntarse
para comer en casa de uno de ellos, por turnos; y
mandaban llamar a las tres hermanas para que
comieran con ellos.
5 Una vez acabados estos días de fiesta,
Job los llamaba para purificarlos. Al día
siguiente, de madrugada, ofrecía un holocausto
por cada uno de ellos, pues pensaba que a lo
mejor habían pecado maldiciendo a Elohim en su
interior. Siempre hacía lo mismo.
La APUESTA (1,6-12)
6 Un día en que los hijos de Elohim fueron a presentarse
ante Yhvh, apareció también entre ellos el SATÁN.
7 Dijo entonces Yhvh al Satán:
«¿De dónde vienes?».
El Satán respondió:
«De dar vueltas por la tierra y pasearme por ella».
8 Yhvh replicó al Satán:
«¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie como él en
la tierra: es un hombre íntegro y recto, temeroso de
Elohim y apartado del mal».
9 Respondió el Satán a Yhvh:
«¿Te crees que Job teme a Elohim POR NADA?
10 ¿No ves que lo has RODEADO de PROTECCIÓN,

a él, a su familia y a todas sus posesiones?


Has bendecido sus actividades y sus rebaños se
extienden por el país. 11 Pero trata de poner la mano en
sus posesiones; te APUESTO a que te maldice a la cara».
12 Contestó Yhvh al Satán: «De acuerdo. Métete con sus
posesiones, pero no le pongas la mano encima». Y el
Satán salió de la presencia de Yhvh.
Primera prueba (1,13-22)
13 Un día en que sus hijos e hijas comían y
bebían en casa de su hermano mayor, '“llegó
un mensajero donde Job diciendo: «Estaban los
bueyes arando y las burras pastando al lado,
15 y de pronto han caído sobre ellos los sabeos
y se los han llevado, después de haber matado
a los siervos a filo de espada.
Sólo yo he podido escapar para contártelo».
16Todavía estaba éste hablando,
cuando llegó otro con el siguiente
mensaje: «Ha caído del cielo fuego de
Elohim y ha pegado fuego y
consumido a las ovejas y a los
pastores.
Sólo yo he podido escapar
para contártelo».
"Todavía estaba éste hablando, cuando
llegó otro con el siguiente mensaje:
«Los caldeos, divididos en tres grupos,
se han echado sobre los camellos y se
los han llevado, después de haber
matado a los siervos a filo de espada.
Sólo yo he podido escapar para
contártelo».
18 Todavía estaba éste hablando, cuando llegó
otro con el siguiente mensaje: «Tus hijos e hijas
estaban comiendo y bebiendo en casa del
hermano mayor; 19 de repente, un viento
huracanado del otro lado del desierto ha
embestido contra los cuatro ángulos de la casa,
que se ha derrumbado sobre los jóvenes y han
muerto.
Sólo yo he podido escapar para contártelo».
20 Se levantó Job, rasgó su manto
y se rapó la cabeza; después cayó en tierra
en actitud humillada 21 y dijo:
Desnudo salí del vientre materno
y desnudo volveré a él.
Yhvh me lo ha dado y Yhvh me lo ha quitado.
Bendito sea el nombre de Yhvh.
22 A pesar de todo, Job no pecó

ni imputó nada indigno a Elohim.


Segunda parte de la apuesta (2,1-7a)
21 Un día en que los hijos de Elohim fueron a
presentarse ante Yhvh, apareció también entre ellos el
Satán.
2 Dijo Yhvh al Satán: «¿De dónde vienes?».
Respondió: «De dar vueltas por la tierra y pasearme
por ella».
3 Yhvh replicó al Satán: «¿Te has fijado en mi siervo
Job? No hay nadie como él en la tierra: es un hombre
íntegro y recto, temeroso de Elohim y apartado del
mal.
A PESAR DE TODO, persevera en su integridad; y eso
que me has incitado para que lo destruya sin
motivo».
“Contestó el Satán a Yhvh: «Piel tras piel. El hombre
da por su vida todo lo que tiene. 5 Pero trata de
ponerle la mano encima, dáñalo en sus huesos y en
la carne; te apuesto a que te maldice a la cara».
6 Respondió Yhvh al Satán: «Lo dejo en tus manos,
pero respeta su vida».
7 El Satán salió de la presencia de Yhvh.
Segunda prueba (2,7b-10)
''Entonces hirió a Job con úlceras malignas, desde la
planta del pie hasta la coronilla. 8 Job, sentado en el
POLVO, cogió un CASCOTE para ARRASCARSE con él.
9 Su MUJER le dijo entonces: «¿Aún persistes en tu
integridad? Maldice a Elohim y muérete».
10 Job le respondió: «Hablas como una necia
cualquiera. ¡Resulta que estamos dispuestos a recibir
de Elohim lo bueno y no lo estamos para recibir lo
malo!».
A pesar de todo, Job no pecó con sus labios.
Expedición de sabios (2,11-13)
11 Tres amigos de Job se enteraron de la desgracia que
le había sobrevenido y acudieron desde sus respectivos
países. Eran Elifaz de Temán, Bildad de Súaj y Sofar de
Naamat. Los tres se pusieron de acuerdo para ir a
compartir su pena y consolarlo.
12 Al verlo de lejos, no lo reconocieron. Empezaron
entonces a llorar a gritos, rasgaron sus mantos y
echaron polvo sobre sus cabezas. 13 Se sentaron en el
suelo a su lado durante siete días y siete noches, sin
decirle una sola palabra, viendo su terrible dolor.
42,
7 Después de haber dirigido estas palabras a Job, el Señor dijo a
Elifaz de Temán: «Mi ira se ha encendido contra ti y contra tus dos
amigos, porque no han dicho la verdad acerca de mí, como mi
servidor Job».
8 Ahora consíganse siete toros y siete carneros, y vayan a ver a mi
servidor Job. Ofrecerán un holocausto por ustedes mismos, y mi
servidor Job intercederá por ustedes. Y yo, en atención a él, no les
infligiré ningún castigo humillante, por no haber dicho la verdad
acerca de mí, como mi servidor Job.
9 Entonces Elifaz de Temán, Bildad de Súaj y Sofar de Naamá
fueron a hacer lo que les había dicho el Señor, y el Señor tuvo
consideración con Job.
10 Después, el Señor cambió la suerte de Job,
porque él había intercedido en favor de sus
amigos, y duplicó todo lo que Job tenía.
11 Todos sus hermanos y sus hermanas, lo
mismo que sus antiguos conocidos, fueron a
verlo y celebraron con él un banquete en su
casa. Se compadecieron y lo consolaron por
toda la desgracia que la había enviado el Señor.
Y cada uno de ellos le regló una moneda de
plata y un anillo de oro.
12 El Señor bendijo los últimos años de Job mucho más que los
primeros. El llegó a poseer catorce mil ovejas, seis mil camellos,
mil yuntas de bueyes y mil asnas.
13 Tuvo además siete hijos y tres hijas.
14 A la primera la llamó «Paloma», a la segunda «Canela», y a la
tercera «Sombra para los párpados».
15 En todo el país no había mujeres tan hermosas como las hijas
de Job. Y su padre les dio una parte de herencia entre sus
hermanos.
16 Después de esto, Job vivió todavía ciento cuarenta años, y vio a
sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.
17 Job murió muy anciano y colmado de días.
ASPECTO
LITERARIO
Libro de Job

Prosa Poesía Prosa


(prólogo) (debate) (epílogo)
PRIMER CICLO
de DISCURSOS:
caps. 3-14.
Job maldice el día de su nacimiento (c. 3)
1 Finalmente Job empezó a hablar

y maldijo su día 2 con estas palabras:


3 Muera el día en que nací,

la noche que anunció: «¡Ha sido un niño!».


4 ¡Que ese día se vuelva tinieblas,

que ELOAH, desde lo alto, no lo eche en falta,


que la luz no brille sobre él!
7 ¡Que esa noche sea estéril,

que no se oigan gritos de júbilo!


8 ¡Que la maldigan
los que maldicen los días,
10 por no haberme cerrado
las puertas del vientre
y no haber evitado el sufrimiento
a mis ojos.
11 ¿Por qué no morí antes de nacer
o salí del vientre ya cadáver?
16Como aborto
ignorado, no existiría,
como niño
que no llega
a ver la luz,
20 ¿Por qué dio a luz a un desdichado,
vida a los que viven amargados,
21 que suspiran en vano por la muerte

y la buscan con más ansia que a un tesoro;


24 En vez de pan, me encuentro con sollozos,

derramo suspiros como agua.


25 Me sucede lo que más temía,

me encuentro con lo que más me aterraba.


26 Carezco de paz y tranquilidad,

no descanso, todo es sobresalto.


4 1
Respondió Elifaz de Temán:
2
Si me atrevo a hablar, te molestará,
pero ¿quién podrá refrenarse y no hablar?
3
Mira, has enseñado a muchos
y has fortalecido los brazos inertes;
4
con tus palabras sostenías al que tropezaba
y fortalecías las rodillas decaídas.
5Pero ahora que te toca a ti te quejas;
te ha tocado y te desalientas.
6 ¿Por qué no pones tu confianza

en la piedad,
y en la rectitud tu esperanza?
7 Recuerda:

¿Qué inocente ha perecido?


¿Cuándo han sido destruidos los rectos?
8 Esto he visto:
Los que cultivan iniquidad
y siembran injuria,
eso cosechan.
9 Perecen por el aliento de Eloah;

por el soplo de su ira


son consumidos.
¿Será el mortal
17

más justo que Eloah?


¿Será el varón
más puro que su
Hacedor?
17 ¿Puede un mortal ser justo ante Dios?
¿Es puro un hombre ante su Creador?
18 Si él no se fía de sus propios servidores

y hasta en sus ángeles encuentra errores,


19 ¡cuánto más en los que habitan en casas

de arcilla,
y tienen sus cimientos en el polvo!
5 He visto que el necio
3

echaba raíces,
pero de repente
he maldecido su
morada.
4
Sus hijos quedarán sin socorro,
caídos en la puerta,
sin que nadie les rescate.
6
Porque la aflicción no nace del polvo
ni la desdicha brota de la tierra.
7
Es el hombre quien engendra la desdicha
como las chispas se elevan a lo alto.
Eso significa que los fracasados,
caídos, hambrientos, sin casa,
tienen su merecido y no deben
protestar gritando (como Job),
sino bendecir a Dios por haber
sido castigados, para así cambiar
y ser bendecidos
La sabiduría consiste por tanto en que
cada hombre se acomode a su suerte,
aceptando el poder y la riqueza (si lo
tiene)
y recibiendo con resignación el castigo
merecido, sin protestar, sin rebelarse,
porque la aflicción de los pobres forma
parte del orden divino (cf. 5, 6‒7).
8 Ciertamente
yo me acercaría a Él (=a Dios)
y encomendaría mi causa a Elohim.
9 Él hace cosas grandes e inescrutables,

maravillas que no pueden contarse.


11 Eleva a los humildes

y a los afligidos
les ofrece prosperidad.
15 Él libera a los necesitados
de la espada,
les saca de la mano de los malvados.
16 por eso, el débil tiene esperanza,

pero la iniquidad
deberá cerrar su boca. 
‒ Según Elifaz,
Dios puede elevar a los oprimidos, si
es que se “arrepienten” de su pecado
y aceptan el “orden sagrado”, de
manera que cambian (son
rehabilitados), pero dentro del mismo
sistema de poder, que continúa.
17 Bienaventurado aquel a quien Eloah corrige.
No desprecies la corrección de Shadai.
18 Porque él hace la herida, pero él la cura;

él golpea, pero sus manos sanan.


19 De seis tribulaciones él te rescatará,

y el mal de la séptima no te tocará.


20 En tiempo de hambre te salvará de la muerte,

y del golpe de espada en la guerra.


21 Del azote de la lengua serás protegido

y no temerás cuando venga la destrucción.


EL HOMBRE APLASTADO
SÓLO CONOCE SU MISERIA (CC. 6-7)
1 Job respondió así:
2 Si se pudiera pesar mi aflicción,
todos mis males en una balanza..,
3 pesarían más que la arena del mar;
por eso mis palabras desatinan.
4 Tengo clavadas las flechas de Shaddai,
mi vida absorbe su veneno,
me hacen frente los terrores de Eloah.
11 ¿Me quedan fuerzas para aguantar?,
¿tengo una meta a la que aspirar?
12 ¿Es mi fuerza la de las rocas?,
¿es mi cuerpo de bronce?
13 Ya no sé dónde apoyarme,
estoy aislado, sin ayuda.
7 1 ¿No cumple el hombre
un servicio en la tierra?,
¿no es su vida una vida de mercenario?:
2 como esclavo, suspira por la sombra,
como jornalero, aguarda su soldada.
3 También yo comparto meses baldíos,
noches de agobio me tocan en suerte.
4 Al acostarme pienso:
«¿Cuándo llegará el día?»,
y al levantarme:
«¿Cuándo se hará de noche?».
Me harto de pesadillas hasta el alba.
5 Me cubren la carne gusanos y costras,
la piel se me agrieta y supura.
6 Mis días corren más que la lanzadera,
se consumen sin nada de esperanza.
12 ¿Soy acaso el Mar o el Dragón
para que me pongas un GUARDIÁN?
13 Si pienso: «Mi lecho me consolará,
compartirá mi cama mi llanto»,
14 me aterras entonces con sueños,
me espantas después con visiones.
15 Preferiría morir estrangulado:
¡antes la muerte que mi cuerpo!
16 Me da igual, no he de vivir para siempre;
déjame en paz, mis días son un soplo.
17 ¿Qué es el hombre
para que le des importancia,
para que pongas en él tu interés,
18 para que lo inspecciones

cada mañana
y a cada instante
lo pongas a prueba?
Salmo 8, 5
(perversión teológica)
¿qué es el hombre
para que pienses en él,
el ser humano
para que lo cuides?
20 Si he pecado, ¿en qué te afecta,
Centinela de los hombres?
¿Por qué convertirme en blanco?
¿Por qué te sirvo de carga?
21 ¿Por qué no olvidas mi ofensa,
pasas por alto mi culpa,
si pronto yaceré en tierra
y no estaré aunque me busques?
TRAYECTORIA necesaria de la JUSTICIA DIVINA (c. 8)
Bildad de Súaj respondió así:
2 ¿Hasta cuándo hablarás de ese modo,
con palabras como viento impetuoso?
3 ¿Puede El torcer el derecho,
retorcer Shaddai la justicia?
4 Si tus HIJOS pecaron contra él,
ya los puso en poder de su delito.
5 Pero si buscas solícito a El
y diriges tu súplica a Shaddai,
6 si eres intachable y recto,

de inmediato velará por ti,


te devolverá tus legítimos bienes.
7 Tu pasado será una miseria

comparado con tu espléndido futuro.


8 Pregunta, si no,
a pasadas generaciones,
medita en la experiencia de sus mayores.
9 De ayer somos nosotros, nada sabemos;
nuestra vida en la tierra
pasa como sombra.
10 Pero ellos te instruirán,
te hablarán con máximas sacadas
de la reflexión:
11 ¿Brota el papiro fuera de la
marisma?,
¿crece el junco fuera del agua?
12 Todavía verde, sin ser cortado,

antes que cualquier hierba se agosta.


13 Así acaba quien se olvida de El;

la esperanza del impío fracasa.


20 Pero El no rechaza al honrado,
ni echa una mano al malvado.
21 Todavía puede llenar tu boca de risas,

tus labios de júbilo.


22 Tus enemigos

se cubrirán de vergüenza,
la tienda de los malvados
desaparecerá.
Bildad, no dice que Elohim los castigó por sus pecados;
es el propio delito personificado quien se hace cargo (v. 4b).
El pecado, se vuelve contra el propio pecador, destruyéndolo.
«En el pecado está la penitencia».
Prob 26,27:
«El que cava una fosa caerá en ella, al que rueda una piedra se le vendrá
encima».
Eclesiástico:
Quien tira una piedra al aire sobre su cabeza la tira
Quien cava una fosa caerá en ella,
quien tiende una trampa quedará atrapado en ella.
Quien hace el mal lo verá caer sobre sí.... (Si 27,25-27)
Cfr. Qo 10,8-9; Sal 7,16; 9,16.
LA JUSTICIA DIVINA está por encima DEL DERECHO (CC. 9-10)
1 Job respondió así:
2 Es verdad, las cosas son así:
¿cómo puede el hombre ser justo ante El?
3 Si quiere entablar pleito con él,
no le rebatirá ni una vez entre mil.
4 ¿Quién, sabio y fuerte,
le hizo frente y salió indemne?
5 Él desplaza los montes sin que lo adviertan,
cuando los vuelca con su cólera.
6 Él sacude la tierra de su sitio
y hace vacilar sus columnas.
7 Él lo ordena y el sol no resplandece,

y cierra con un sello las estrellas.


10 Él ha hecho prodigios insondables,

maravillas innumerables.
12 Si sujeta una presa, ¿quién se la arrancará?
¿Quién puede decirle: «¿Qué haces?».
13 Eloah no renuncia a su cólera,
a sus pies se postran los aliados de Rahab.
14 ¡Cuánto menos podré yo defenderme,
rebuscar argumentos contra él!
15 Aun teniendo yo razón, no discutiría,
tendría que suplicar a mi acusador.
16 Si se dignase responder a mi llamada,
no creo que escuchase mi voz.
17 ¡Él, capaz de aplastarme con un torbellino,
que multiplica sin motivo mis heridas,
18 que no me deja ni tomar resuello,

que me tiene saciado de amargura!


19 Si se trata de fuerza, el vigoroso es él;

si de justicia, ¿quién lo emplazará?


20 Aun teniendo yo razón,

su boca me condenaría,
aun siendo inocente,
me declararía culpable.
21 ¿Pero soy inocente?
Ni yo mismo lo sé. ¡Desprecio mi vida!
22 Pero da lo mismo, lo digo en serio:
destruye igual al inocente y al culpable.
23 Si un azote mata de improviso,
se ríe de la angustia del inocente.
24 Deja la tierra en poder del malvado
y tapa los ojos de los magistrados;
¿quién, sino él, lo hace?
Y si resulta que soy culpable,
29

¿a qué fatigarme en vano?


“Aunque me lavase con agua de nieve

y limpiase con sosa mis manos,


31 me restregarías en el lodo

32 hasta que mi ropa me asqueara. 


33 No hay un árbitro entre nosotros
que ponga su mano entre los dos,
34 que aparte su látigo de mi vista
y no me espante su terror.
35 Entonces hablaría sin temerle,
pues no me considero culpable.
10, 2 Diré a Eloah: No me
condenes,
explícame por qué me atacas.
3¿Te parece bien oprimirme,
despreciar la obra de tus manos,
y favorecer los planes del
malvado?
5¿Es tu existencia la de un mortal,
son tus años los de un hombre,
6para que hurgues en mi culpa
e investigues mi pecado,
7aunque sabes que no soy culpable
y que nadie va a arrancarme de tus
manos?
18 ¿Por qué me sacaste del vientre?
Habría muerto sin que nadie lo advirtiese;
19 sería como si no hubiese existido,
conducido del vientre a la tumba.
(“Todo recién nacido está maduro para morir”, J.P. Sartre)
20 ¡Qué breves son los días de mi vida!
Apártate de mí, para que los disfrute un poco,
21 antes de que marche, y ya no vuelva,
al país de tinieblas y de sombras,
22 al país oscuro y en desorden,
donde la claridad parece sombra.
Job 16
Perversión
Teológica
7 Porque ahora, él me ha extenuado
y desolado, todos sus temores
8 me tienen acorralado;
9 Su ira me desgarra y me hostiga,
él rechina sus dientes contra mí.
Mi adversario me atraviesa con la mirada;
10 ellos abrieron sus fauces contra mí,
me golpearon con desprecio las mejillas,
se confabularon todos contra mí.
11 Dios me entrega al poder del injusto,
me arroja en manos de los malvados.
12 Yo estaba tranquilo y él me destrozó,
me tomó por el cuello y me hizo pedazos.
Me puso como blanco ante él,
13 sus flechas vuelan a mi alrededor.
Traspasa mis riñones sin piedad
y derrama por tierra mi hiel.
14 Abre en mí una brecha tras otra,
arremete contra mí como un guerrero.
•2da y 3era ronda de discursos:
Amigos.
•Intervención de Eliú
•Discurso de Dios.
•Epílogo
DISCURSOS
de YHVH
y RESPUSTA de JOB
En lugar de una respuesta explicativa del
sufrimiento y la angus­tia que atenazan la existencia
de Job, el lector se encuentra con teolo­gía de la
creación ("aburridas clases de historia natural”).
Yhvh conduce a Job a un nuevo escenario,
desplazando así el marco de sus reivindicaciones.
¿Cómo puede ofrecerse una respuesta
a un proble­ma moral desde un conjunto de
consideraciones sobre el orden natural?
¿Rehúye Yahvé el debate?
PRIMER
DISCURSO
La sabiduría del creador confunde a Job (38,1 -
40,5)
1 Yhvh respondió a Job desde el torbellino:
2 ¿Quién es éste que empaña designios
hablando sin saber lo que dice?
3 Si eres hombre, cíñete los lomos:
yo te preguntaré y tú me instruirás.
4 ¿Dónde estabas cuando cimenté la tierra?
¡Dilo, si tanto sabes y entiendes!
6 ¿Dónde se asientan sus bases?
¿Quién puso su piedra angular
7 entre el vocerío de los luceros del alba
y las aclamaciones de todos los hijos de
Elohim?
8 ¿Quién cerró el mar con compuertas,
cuando escapaba impetuoso del seno?
12 ¿Alguna vez has mandado a la mañana
o asignado su puesto a la aurora,
13 para que agarre a la tierra por los bordes
y sacuda de ella a los malvados,
14 para que tome forma como arcilla de sello
y quede coloreada como un vestido,
15 para que niegue a los malvados su luz
y quede roto el brazo amenazante?
16 ¿Has entrado hasta las fuentes del mar?,
¿has paseado por el fondo del Abismo?
17 ¿Te han enseñado
las puertas de la Muerte?,
¿has visto las puertas del país de las Sombras?
18 ¿Tienes idea
de las dimensiones de la tierra?
¡Dilo, ya que todo lo sabes!
19 ¿Por dónde habita la luz?,
¿dónde viven las tinieblas?
20 ¿Podrías llevarlas a su tierra,
darías con el camino de su casa?
21 Lo sabrás, ¡pues ya habías nacido
y tienes tantísimos años!
29¿De qué vientre
sale el hielo?,
¿quién pare la escarcha
del cielo?
28 ¿Tiene padre la lluvia?,
¿quién engendra las gotas de rocío, 
27 para que sacien soledades desoladas
y brote verdor en el páramo?
33 ¿Conoces las leyes del cielo?,
¿determinas cómo influyen en la tierra?
34 ¿Lanzas un grito a las nubes
y la masa de aguas te obedece?
35 ¿Tienes de mensajeros a los rayos?,
¿acuden y te dicen: «¡Aquí estamos!»?
37 ¿Quién controla las nubes con sabiduría?,
39 ¿Cazas tú la presa a la leona,
o sacias el hambre de sus crías,
40 cuando están acurrucadas en sus guaridas
o acechan quietas en la maleza?
41 ¿Quién prepara al cuervo su comida
cuando sus crías gritan a El
y vuelan desorientadas por falta de alimento?
39 1 ¿Sabes cuándo paren las íbices?,
¿llevas el control del parto de las ciervas?
2 ¿Sueles contar los meses de su gestación?,
¿sabes el tiempo en que paren?
3 Se acurrucan y expulsan a sus crías,
se desembarazan de sus hijos;
4 medran sus cachorros y crecen en el campo,
después de partir, no vuelven donde ellas.
26 ¿Vuela el halcón
porque tú le enseñas,
cuando despliega sus alas
hacia el Sur?
27 ¿Se cierne a tus órdenes el águila
y hace su nido en los riscos?
40, 1 Yhvh siguió hablando a Job;
2¿Querrá corregir a Shaddai su censor?
¡Que responda el acusador de Eloah!
3 Job respondió a Yhvh:

4 «Me siento pequeño, ¿qué puedo replicarte?


Mejor si me tapo la boca con la mano.
5 Hablé una vez, no responderé;

dos veces, y nada añadiré».


RESPUESTA de JOB (42,1-6)
1 Job respondió a Yhvh:

2 Sé que todo lo puedes,

que eres capaz de cualquier proyecto.


3 Sí, hablé sin entender de maravillas

que me superan y desconozco. 


4 SÓLO DE OÍDAS TE CONOCÍA,

PERO AHORA TE HAN VISTO MIS OJOS.


6 Por eso, me retracto y me arrepiento

echado en el polvo y la ceniza.


Cursos de verano: 2022
1) El libro de JOB
2) El Libro del ECLESIASTÉS
25 de enero y 1º de febrero. Martes 20,00 hs
 
3) El libro de las LAMENTACIONES
22 de febrero y 1º de marzo. Martes 20, 00 hs
 
4) Retiro de PASCUA
15 y 16 de abril.
Pasión y Resurrección
en el evangelio de Juan (Jn. 18-21)
 
ANOTARSE: enviar el nombre completo y el correo electrónico.
COSTO: de cada curso: $ 200.
MACRO CBU. 2850301940094641108678.

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