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HECHOS
El padre Nixon William Melo, exigió la protección del debido proceso, acceso a la administración de justicia, y derechos
del menor, presuntamente infringidos por la progenitora Yidy Zuleyka Ordóñez Aguirre, pues el Juzgado de Familia de
Soacha, le asignó la custodia de su descendiente en forma compartida con su madre, y determinó que cada quien la
ejercería durante un (1) año completo, iniciando ella en 2017, luego él en 2018 y así sucesivamente; incurriendo en un
desatino al haber dejado de adelantar la coacción que entabló en procura de hacer cumplir una directiva jurisdiccional.
La progenitora, desatendió tal directriz, por lo que en 2018, el padre informó al despacho de tal situación y éste la
requirió para que pusiera el menor a su disposición y fijó el 16 de marzo de ese año, para que hiciera la entrega
respectiva, pero aquélla hizo caso omiso a tal llamamiento, motivo por el que el padre entabló ejecutivo ante el Juzgado
Sexto de Familia por obligación de hacer ante la sede criticada, que «negó el mandamiento de pago», por lo que recurrió
en reposición y subsidiariamente apeló; no obstante, ese estrado mantuvo en pie su postura el 26 de marzo de 2019 y
declaró improcedente la alzada, lo que traduce vía de hecho que debe ser corregida.
La progenitora, se pronunció y expuso que han existido actos de violencia por parte de William Melo hacía su infante,
por lo que instauró una medida de protección y obtuvo una «medida provisional» consiste en exhortar al ofensor para
que cese las agresiones hacía su primogénito.
STC7020-2019
Radicación n.° 11001-22-10-000-2019-00196-01
OCTAVIO AUGUSTO TEJEIRO DUQUE
Magistrado ponente
PETICION
RESPUESTA DE LA PREGUNTA
¿Es procedente la interposición de un proceso ejecutivo por obligación de hacer, para la entrega de un menor, sentencia STC7020 de
2019, Sala de Casación Civil de la CSJ?
R/. No es procedente la interposición de un proceso ejecutivo por obligación de hacer, para la entrega de un menor; ya que ello equivaldría a
cosificar a la persona humana, con lo cual se quebrantaría su dignidad y otros tantos privilegios que son inherentes a su condición natural.
Con mayor razón cuando se trata de un problema que involucra, en estricto sentido, a un sujeto de especial protección constitucional, cuyos
derechos ostentan un carácter prevalente sobre cualquier otro y deben, por tanto, ser respetados por el Estado, la Sociedad y la Familia, que son
los encargados de asegurar su realización y desarrollo integral.
Adicionalmente, no es posible sostener, que para resolver tal conflicto se debe promover un «incidente» ante el funcionario que emitió la
directriz que se busca hacer cumplir, es decir, el que definió lo concerniente a la custodia del infante, toda vez que el precepto 127 del Código
General del Proceso advierte que «solo se tramitaran como incidente los asuntos que la ley expresamente señale (….)», y en este supuesto no
hay una disposición que autorice ventilar esa discrepancia por esa cuerda procesal, lo que deja sin sustento dicho razonamiento.
Lo que si procede, para hacer cumplir la sentencia que reguló la custodia del menor, es el trámite establecido en el precepto 311 del Código
General del Proceso, según el cual «la entrega de incapaces podrá solicitarse en cualquier tiempo, ante el juez o tribunal que lo haya ordenado
(….)», con la advertencia de que «en esta clase de entregas no se atenderán oposiciones».