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ESCATOLOGIA

INDIVIDUAL
LA TRANSFORMACIÓN FINAL
CAP. 31 PARRAFO 2 y 3
2. Los santos que se encuentren vivos en el último día no
dormirán, sino que serán transformados, y todos los muertos
serán resucitados con sus mismos cuerpos, y no con otros,
aunque con diferentes cualidades, y éstos se unirán otra vez a
sus almas para siempre.
3. Los cuerpos de los injustos, por el poder de Cristo, serán
resucitados para deshonra; los cuerpos de los justos, por su
Espíritu, para honra, y serán hechos entonces semejantes al
cuerpo glorioso de Cristo.
CAP. 31 PARRAFO 2 y 3
En la Transformación Final, estudiaremos:
1. El Hecho de la Transformación Final: todos los muertos resucitarán
2. El carácter de la Transformación Final: el mismo cuerpo con
cualidades diferentes
3. La permanencia de la Transformación Final: los cuerpos serán
unidos a sus almas para siempre
4. El tiempo de la Transformación Final: en el último día
5. El contraste en la Trasformación Final: la resurrección del justo y el
injusto
El Hecho de la Transformación Final
"Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen,
para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con
Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra
del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la
venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor
mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el
aire, y así estaremos siempre con el Señor." (RVR60 1Ts 4:13-17)
El Hecho de la Transformación Final
"Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden
heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la
incorrupción. He aquí, os digo un misterio: No todos
dormiremos; pero todos seremos transformados, en un
momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta;
porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es
necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto
mortal se vista de inmortalidad." (RVR60 1Co 15:50-53)
El Hecho de la Transformación Final
La Biblia enseña que sólo los santos sobrevivirán físicamente a
la Segunda Venida de Cristo. Sin pasar por la muerte recibirán
el cuerpo y la existencia gloriosos.
La CBF afirma la doctrina de la resurrección general de todos
los hombres.
Las Escrituras afirman con claridad esta doctrina de una
resurrección general de todos los muertos en el último día:
El Hecho de la Transformación Final
"Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán
despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y
confusión perpetua." (RVR60 Dn 12:2)
"No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que
están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno,
saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a
resurrección de condenación." (RVR60 Jn 5:28-29)
"teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que
ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de
injustos." (RVR60 Hch 24:15)
El Hecho de la Transformación Final
Otros pasajes describen el juicio general y sus consecuencias
eternas sugieren con firmeza dicha resurrección general
"Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de
delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se
encontró para ellos." (RVR60 Ap 20:11)
"Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los
santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de
gloria," (RVR60 Mt 25:31)
El Hecho de la Transformación Final
"Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras
para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del
justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus
obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer,
buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los
que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que
obedecen a la injusticia;" (RVR60 Ro 2:5-8)
El carácter de la Transformación Final
En las palabras, “con sus mismos cuerpos, y no con otros, aunque con
diferentes cualidades” la Confesión de Fe intenta resolver una pregunta
importante en la doctrina de la resurrección: ¿Cuál es la relación del
cuerpo resucitado con nuestro cuerpo presente?
La Confesión de Fe responde paradójicamente afirmando dos cosas.
1. Afirma que el cuerpo de resurrección es el mismo cuerpo que
poseemos ahora; es este cuerpo
2. Es este cuerpo con cualidades diferentes a las que posee ahora.
El carácter de la Transformación Final
El cuerpo de resurrección es el mismo cuerpo
Esto significa que el cuerpo que muere y es enterrado debe ser y será
resucitado de entre los muertos. No hay resurrección donde el cuerpo
entregado a la tierra no sale de ella.
La transformación final no es una mera resurrección espiritual.
Cuando Jesús resucitó de entre los muertos, esto significó que el sepulcro y
los lienzos fueron vaciados del cuerpo que contenían:
"Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos
puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no
puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte." (RVR60 Jn 20:6-7)
El carácter de la Transformación Final
La analogía de la semilla
Este mismo hecho se transmite en la analogía de la semilla utilizado por
el apóstol Pablo, la cual personifica la continuidad como la
discontinuidad del cuerpo de resurrección con este cuerpo presente:
"Pero dirá alguno:¿Cómo resucitarán los muertos?¿Con qué cuerpo
vendrán? Necio, lo que tú siembras no se vivifica, si no muere antes. Y
lo que siembras no es el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo,
ya sea de trigo o de otro grano; pero Dios le da el cuerpo como él quiso,
y a cada semilla su propio cuerpo." (RVR60 1Co 15:35-38)
El carácter de la Transformación Final
El ejemplo del cuerpo de Cristo resucitado
El cuerpo de resurrección del creyente, será como el cuerpo de
resurrección de Cristo que era ciertamente físico porque se podía
tocar, palpar y podía alimentarse. La vida de la resurrección es
corpórea y material.
"Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque
un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y
diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y como todavía ellos, de
gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo:¿Tenéis aquí algo de
comer? Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel."
(Lc 24:39-42)
El carácter de la Transformación Final
Tendremos «cuerpos espirituales»
Decir que seremos «espirituales» o «celestiales» no quiere decir que
seremos incorpóreos sino que nuestros cuerpos serán totalmente
dominados y dirigidos por el ES
"Se siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo
animal, y hay cuerpo espiritual." (RVR60 1Co 15:44)
"Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales
también los celestiales." (RVR60 1Co 15:48)
"Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de
Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se
han de discernir espiritualmente." (RVR60 1Co 2:14)
La permanencia de la Transformación final
La Confesión de Fe afirma claramente que el cambio ocasionado por la
resurrección es final y permanente.
Estos cuerpos “serán unidos a sus almas para siempre”. Después de la
transformación final NO existe ninguna otra alteración.
"Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán
despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión
perpetua." (RVR60 Dn 12:2)
"E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna." (RVR60 Mt
25:46)
El Tiempo de la Transformación Final
El párrafo 2 utiliza la frase “en el último día” y afirma que tanto los
justos como los injustos son resucitados “en el último día”. Esta frase
indica por tanto, que la resurrección es general y suceden al mismo
tiempo.
Sólo tres pasajes mencionan juntas la resurrección tanto del justo como
del injusto.
Cada uno de ellos transmite la impresión natural de que la resurrección
de los justos y de los injustos ocurre al mismo tiempo.
El Tiempo de la Transformación Final
"Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán
despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión
perpetua." (RVR60 Dn 12:2)
"No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que
están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán
a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de
condenación." (RVR60 Jn 5:28-29)
"teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha
de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos."
(RVR60 Hch 24:15)
El contraste de la Transformación Final
¿Qué es la primera resurrección? ¿Qué es la segunda resurrección?
Todos resucitarán de entre los muertos, pero no todos compartirán el
mismo destino. El Nuevo Testamento revela el detalle adicional de
resurrecciones separadas para los justos y los injustos.
Apocalipsis 20:4-6 menciona una "primera resurrección" e identifica a
los involucrados como "dichosos y santos (NVI)." La muerte segunda (el
lago de fuego, Apocalipsis 20:14) no tiene poder sobre estas personas.
La primera resurrección, entonces, es la resurrección de todos los
creyentes.
El contraste de la Transformación Final
¿Qué es la primera resurrección? ¿Qué es la segunda resurrección?
Apocalipsis 20:12-13 identifica a aquellos que comprenden la segunda
resurrección como los malvados juzgados por Dios en el juicio del Gran
Trono Blanco antes de ser arrojados al lago de fuego.
La segunda resurrección, entonces, es la resurrección de todos los
incrédulos; la segunda resurrección está conectada a la muerte
segunda.
Se corresponde con la enseñanza de Jesús de la "resurrección de
condenación" (Juan 5:29).
El contraste: La Resurrección del Injusto
Es una resurrección para vergüenza
"Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán
despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión
perpetua." (RVR60 Dn 12:2)
Es una resurrección de condenación más que de vida
"No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que
están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán
a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de
condenación." (RVR60 Jn 5:28-29)
El contraste: La Resurrección del Injusto
La resurrección lleva al hombre cara a cara con el juicio en el sentido de
ira divina y segunda muerte.
La resurrección de los injustos es muy extraña y paradójica. Aunque son
resucitados físicamente, no son resucitados para «vida» sino para
«muerte»
Para los impíos la muerte física NO es una escapatoria a la ira divina.
Incluso si los hombres se redujeran a cenizas, Dios reunirá de las
cenizas para que puedan ser arrastrados a su gran trono blanco.
El contraste: La Resurrección del Justo
La Confesión de Fe contrasta la resurrección del justo con la
del injusto en tres puntos:
1. El cuerpo de resurrección de Cristo es el modelo para el
nuestro
2. El agente de la resurrección de los justos es el Espíritu
3. El carácter de la resurrección del justo es para honra
El contraste: La Resurrección del Justo
El cuerpo de resurrección de Cristo es el modelo para el
nuestro (hechos entonces semejantes al cuerpo glorioso de
Cristo)
La gloria del cuerpo de resurrección consiste, en primer lugar,
en esto: es hecho como el cuerpo glorioso de Cristo
"el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para
que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con
el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas."
(RVR60 Flp 3:21)
El contraste: La Resurrección del Justo
El cuerpo de resurrección de Cristo es el modelo para el nuestro
(hechos entonces semejantes al cuerpo glorioso de Cristo)
"Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los
que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por
un hombre, también por un hombre la resurrección de los
muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en
Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden:
Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida."
(RVR60 1Co 15:20-23)
El contraste: La Resurrección del Justo
El cuerpo de resurrección de Cristo es el modelo para el
nuestro (hechos entonces semejantes al cuerpo glorioso de
Cristo)
"Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros
también seréis manifestados con él en gloria." (RVR60 Col 3:4)
"Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él
se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal
como él es." (RVR60 1Jn 3:2)
El contraste: La Resurrección del Justo
Su instrumento: 'su Espíritu'.
Si bien la Confesión observa en general que los injustos son
resucitados por el poder de Cristo, en claro contraste con esto
afirma que los justos son resucitados por su Espíritu; es un
cuerpo gobernado, habitado y vigorizado por el Espíritu de Dios.
"Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en
un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en
gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor."
(RVR60 2Co 3:18)
El contraste: La Resurrección del Justo
Su instrumento: 'su Espíritu'.
La declaración clásica acerca del papel del ES en la resurrección es
Romanos 8:11
"Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en
vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará
también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en
vosotros." (RVR60 Ro 8:11)
La resurrección de los justos es parte de su salvación, mientras que la
resurrección de los injustos NO tiene nada que ver con su salvación.
El contraste: La Resurrección del Justo
Su carácter: “para honra”
Este punto es el contraste más explícito: los injustos son
resucitados para deshonra, los justos para honra.
Este carácter de “honra” es desarrollado por el apóstol Pablo
en varios contrastes en 1 Corintios 15
La diferencia entre los dos estados es la diferencia entre llevar
corporalmente la imagen de Adán y Cristo (postrer Adán)
El contraste: La Resurrección del Justo
El contraste: La Resurrección del Justo
TERRENAL / CELESTIAL; ANÍMICO / ESPIRITUAL
El término “espiritual” describe el nuevo cuerpo como gobernado por
el ES, al igual que “celestial” contrasta con “terrenal” y “anímico”
Este contraste no enfatiza la posición de Adán después de la caída, sino
del Adán antes de la caída, contrastado con el cuerpo de Cristo tras la
resurrección. Recordemos que Adán era capaz de pecar y caer del favor
divino.
Cuando el postrer Adán cumplió con éxito la voluntad divina, alcanzó
una condición más elevada que Adán no pudo alcanzar.
El contraste: La Resurrección del Justo
TERRENAL / CELESTIAL; ANÍMICO / ESPIRITUAL
"Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la gloria de
los celestiales, y otra la de los terrenales. … Se siembra en deshonra,
resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se
siembra cuerpo animal, resucitará cuerpo espiritual. Hay cuerpo
animal, y hay cuerpo espiritual. Así también está escrito: Fue hecho el
primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu
vivificante." (RVR60 1Co 15:40,43-45)
El contraste: La Resurrección del Justo
CORRUPTIBLE/INCORRUPTIBLE (MORTAL/INMORTAL)
Lo corruptible y lo incorruptible contrastan aquellos que está sujeto a la
decadencia, el marchitamiento, la disolución, el deterioro, la
destrucción y la ruina con lo que no está sujeto a tal decadencia.
La carne se puede corromper. La semilla puede deteriorarse y la hierba
que surge de ella, secarse. La belleza puede decaer. Los alimentos se
corrompen. De la misma manera el cuerpo actual que tenemos se
deteriora, morirá, se pudrirá y se disolverá.
Por su parte el cuerpo de la resurrección NO está sujeto a tal deterioro.
El contraste: La Resurrección del Justo
CORRUPTIBLE/INCORRUPTIBLE (MORTAL/INMORTAL)
"Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción,
resucitará en incorrupción. … Pero esto digo, hermanos: que la carne y la
sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la
incorrupción. … en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados
incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que
esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de
inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto
mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que
está escrita: Sorbida es la muerte en victoria." (RVR60 1Co 15:42,50,52-54)
El contraste: La Resurrección del Justo
DESHONRA / GLORIA
La deshonra y la gloria contrastan un cuerpo caracterizado por la
deshonra y la vergüenza con cuerpo que por su refulgencia, esplendor y
brillantez atestigua el honor y la excelencia de quien lo posee.
Toda deshonra característica de nuestros cuerpos actuales, que están
sujetos al deterioro y la maldición producidas por el pecado, será
abolida para siempre por la gloria del nuevo cuerpo.
El esplendor de este nuevo cuerpo atestiguará la excelencia y virtud del
Hijo de Dios, y reclamará los elogios de quien lo posee.
El contraste: La Resurrección del Justo
DESHONRA / GLORIA
"Y hay cuerpos celestiales, y cuerpos terrenales; pero una es la
gloria de los celestiales, y otra la de los terrenales. Una es la
gloria del sol, otra la gloria de la luna, y otra la gloria de las
estrellas, pues una estrella es diferente de otra en gloria. … Se
siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en
debilidad, resucitará en poder." (RVR60 1Co 15:40-41,43)
El contraste: La Resurrección del Justo
DEBILIDAD / PODER
Contrastan un cuerpo sujeto a la debilidad, la disfunción, la
enfermedad, la dolencia, y la manifestación final de la incapacidad
física, la muerte, con un cuerpo NO sujeto a tales cosas.
Dicho cuerpo poderoso es capaz sin dificultad, obstáculo, o anomalía
de cumplir los deseos santos de sus poseedores. El nuevo cuerpo nunca
experimentará la debilidad, la fatiga, la enfermedad.
El nuevo cuerpo es la señal y el sello de aquella condición en la cual la
comunión con Dios ha sido perfeccionada.

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