Flor: Estructura y morfología, inflorescencias, placentación y
mecanismos de reproducción. La reproducción asexual se produce mediante mitosis y da lugar a descendientes genéticamente idénticos entre sí a su progenitor La reproducción asexual, también conocida como reproducción vegetativa, implica la presencia de un solo progenitor, y la descendencia que resulta es genéticamente idéntica a dicho parental. Los miembros de esta descendencia suelen ser referidos como clones del progenitor. Mediante la reproducción asexual, un vegetal bien adaptado a un medio estable puede producir descendencia rápidamente, la cual gozará de un éxito igual en dicho medio. En la reproducción asexual se produce división celular mediante mitosis, también se pueden reproducir por vástagos, hojas, estacas o cultivo de células. https://www.youtube.com/watch?v=sntKaQXwev8 La reproducción sexual provoca variación genética La reproducción sexual implica la presencia de un progenitor de cada sexo y da lugar a descendientes genéticamente diferentes entre sí a los padres, que presentan una mezcla de genes de cada padre. En este sentido, la reproducción sexual da como resultado nuevas combinaciones genéticas. Aunque la reproducción sexual se da en todos los medios, es especialmente importante para aquellas plantas que viven en ambientes cambiantes, o para los que crecen en diversos ambientes. Como la descendencia originada por reproducción sexual es genéticamente diferente a la progenie, uno o más hijos pueden adaptarse mejor a un medio determinado, dotando así a la especie de una ventaja competitiva. En las Gimnospermas y Angiospermas, el embrión está contenido en una semilla, una estructura que incluye el embrión y una reserva de alimentos, todo agrupado dentro de una testa protectora. El ciclo sexual de una planta presenta fases pluricelulares tanto haploides como diploides Los ciclos vitales sexuales de las plantas difieren sobremanera de los de los animales de mayor tamaño, como los humanos. En los humanos y otros animales grandes, la fase pluricelular es diploide, y las únicas células haploides son espermatozoides u ovocélulas. Los ciclos vitales sexuales de las plantas son más complejos, pues existen dos fases o formas pluricelulares de cada planta. Una fase es la llamada esporófito (del griego, «planta productora de esporas») y está constituido por células diploides. La otra fase es la llamada gametófito (del griego, «planta que produce gametos») y consiste en células haploides. Los ciclos sexuales vitales de las plantas implican una alternancia de generaciones, en la que estas dos fases adultas se alternan en la producción o generación de la otra. Un ciclo vital sexual típico de una planta comprende cinco pasos: 1. Algunas células de un esporófito pluricelular diploide experimentan una meiosis, para producir esporas haploides. 2. La espora experimenta una mitosis, para producir un gametófito pluricelular haploide. 3. Una o más células del gametófito experimentan una mitosis para producir espermatozoides u ovocélulas haploides. 4. El espermatozoide y la ovocélula se combinan mediante fecundación, para producir un zigoto diploide. 5. El zigoto experimenta una mitosis para producir un esporófito pluricelular diploide. En las plantas, la meiosis sólo produce esporas haploides, mientras que en los animales sólo produce gametos. En las Angiospermas, algunos meristemos apicales producen flores Las Angiospermas son conocidas por sus flores características, que contienen semillas encerradas. Los meristemos apicales que se convierten en reproductores, producen flores masculinas, femeninas o bisexuales, dependiendo de la especie. El viento, los insectos, los pájaros y algunos mamíferos, como los murciélagos, transfieren los granos de polen hacia las partes femeninas de las flores. Los polinizadores son atraídos hacia las flores por los colores, el néctar azucarado y otros elementos atrayentes, y transportan involuntariamente polen de una planta a otra. Como ya sabemos, las flores aparecieron en el desarrollo evolutivo de los vegetales hace relativamente poco tiempo, originándose a partir de modificaciones de los meristemos apicales y de las hojas que éstos producen. Las señales producidas en las hojas y transmitidas al meristemo apical inician la formación de una flor. Los cambios estacionales, particularmente la duración de las noches, controlan la producción de estas señales desde las hojas. Se desconoce cuál es la identidad de dichas señales. Cuando la señal inducidora llega desde las hojas, el meristemo apical comienza a alargarse y acaba produciendo partes de la flor a partir de primordios que, de otra manera, se habrían convertido en hojas. Todas las partes de la flor son hojas modificadas. Como veremos, algunas de estas hojas modificadas son esporofilos Una flor puede comprender hasta cuatro tipos de hojas modificadas Puesto que las Angiospermas incluyen cerca de 258.000 especies, y han existido desde hace más de 140 millones de años, existe gran variabilidad en la estructura floral de las especies vivas. Antes de estudiar las múltiples variaciones de la estructura floral, examinaremos los componentes típicos de una flor. Una flor común se asienta sobre un tallo conocido como pedúnculo. En la parte superior de éste aparece una punta hinchada denominada receptáculo, que sostiene las partes de la flor. Un receptáculo puede llevar hasta cuatro tipos de hojas modificadas: sépalos, pétalos, estambres y carpelos. Los sépalos y los pétalos son estériles, mientras que los estambres y los carpelos son los esporofilos, es decir, las hojas modificadas fértiles y reproductoras. Los sépalos (del latín sepalum, «cobertura») protege el capullo de la flor antes de que se abra. Suelen ser de color verde y es la parte que primero se forma en el receptáculo, además de la más inferior. El conjunto de sépalos recibe el nombre de cáliz, y puede aparecer soldado. Los pétalos (de latín petalum, «extenderse») son las coloridas hojas modificadas que se encargan de atraer a los polinizadores. Los pétalos se forman después que el cáliz, por dentro o por encima de éste, en el receptáculo. El conjunto de pétalos se denomina corola y también puede aparecer soldado. El cáliz y la corola, que comprenden los dos tipos de hojas modificadas estériles, reciben el nombre de perianto, que significa «alrededor de la flor». Los estambres son las partes productoras de polen, o «masculinas», de una flor. El conjunto de estambres se denomina androceo (del griego, «la casa del hombre»). Los estambres son los terceros en formarse, y lo hacen en el interior o por encima del perianto. Cada estambre posee un filamento largo con una antera, compuesta por dos lóbulos y cuatro sacos polínicos. Los granos de polen (los gametófitos masculinos) se forman en el interior de estos sacos. Los carpelos (del griego karpos, «fruto») son la parte portadora de óvulos, o «femenina», de la flor, conocidos en conjunto con el nombre de gineceo (del griego, «la casa de la mujer»). Los carpelos son los últimos en formarse, y lo hacen en el interior o por encima del androceo. El gineceo puede consistir en uno o más carpelos, y éstos pueden estar separados o soldados. En ocasiones, se utiliza el término pistilo para referirse a un sólo carpelo, que es conocido con el nombre de pistilo simple o carpelo simple, o a un grupo de carpelos soldados, conocidos como carpelo compuesto o pistilo compuesto. Cada carpelo o grupo de carpelos soldados (pistilo) comprende un estigma, un estilo y un ovario. El estigma, localizado en la parte superior del carpelo, presta una superficie adherente para el polen. https://mmegias.webs.uvigo.es/2-organos-v/o-imagenes-grandes/flor5.php#n La posición del ovario en una flor puede variar La localización del ovario con respecto a las otras partes de la flor puede ser útil para la clasificación de la misma. • Si los estambres, sépalos y pétalos soldados se unen al receptáculo por debajo del ovario, se dice que el perianto o androceo es hipógino (del griego hipo, «debajo»), y el ovario se denomina ovario súpero. Si los estambres, sépalos y pétalos soldados se unen por encima del ovario, se dice que el perianto o androceo es epígino (del griego epi, «encima»). Como el ovario se sitúa por debajo de estas partes, se denomina ovario ínfero. El perianto o androceo es perígino (del griego peri, «alrededor »), cuando las partes se unen a medio camino del ovario, éste se denomina entonces ovario semi-ínfero. El estilo es la sección media que conecta el estigma al ovario y puede ser largo o corto. El ovario contiene uno o más óvulos, y termina por hincharse para convertirse en parte o en la totalidad del fruto. Granos de Polen (palinología) En el citoplasma de la célula vegetativa del polen hay abundantes orgánulos y reservas: RE (retículo endoplasmático), dictiosomas, plástidos con almidón que se gasta en la formación del tubo polínico, lípidos, proteínas, vitaminas. Los granos de polen de especies que deben formar tubos polínicos muy largos generalmente tienen lípidos como sustancia de reserva; los que son polinizados por animales tienen azúcares o aceites; los que son llevados por el viento tienen frecuentemente almidón. En las plantas con flores ocurre un proceso único de doble fecundación Un grano de polen depositado en el estigma germina para producir un tubo polínico que crece en sentido descendente a través del estilo hasta el ovario. Al penetrar en el gametófito femenino, la célula espermática fertiliza la ovocélula que luego se convierte en el zigoto. Tras la fecundación, el óvulo se convierte en una semilla. Una segunda célula espermática del grano de polen se combina con dos o más núcleos de los producidos por el gametófito femenino para formar un núcleo endospérmico poliploide, que se divide para producir alimentos para el embrión en desarrollo. Esta doble fecundación es una de las características que definen a las plantas con flores. En dichas plantas, la mayoría de los núcleos endospérmicos son de tipo 3n y sólo pueden dividirse por mitosis. Reproducción sexual en las plantas con flores Como en todas las plantas, el ciclo vital sexual de las plantas con flores implica la alternancia de generaciones entre esporófitos y gametófitos. Como sucede con todos los ciclos vitales, las etapas clave de la reproducción son la meiosis y la fecundación, y el crecimiento se da por mitosis. Comenzando por la parte superior derecha, podemos ver cómo un estambre produce unos granos de polen, o microgametófitos. Cada estambre posee una antera, la cual suele contener cuatro microsporangios, también conocidos como sacos polínicos. Dentro de cada microsporangio, cada microsporocito (célula madre de las micrósporas) experimenta meiosis y produce cuatro micrósporas haploides. Cada micróspora crece entonces hasta convertirse en un grano de polen inmaduro, que consta de una célula del tubo, que producirá el tubo polínico, y una célula generativa, que producirá dos células espermáticas. Antes de ser liberado de la antera, cada grano de polen desarrolla una pared externa protectora, denominada exina, y una pared interna, denominada intina. La pared externa está hecha de un polímero resistente conocido como esporopolenina, que se encuentra en todas las esporas de plantas. En cada especie Angiosperma, la pared externa del grano de polen presenta un modelo característico; razón por la que los científicos pueden analizar los granos de polen para identificar una especie vegetal causante de una alergia particular o para determinar si una especie concreta está asociada a ciertos restos arqueológicos. El desarrollo final del grano de polen maduro lleva consigo el crecimiento del tubo polínico, que se produce después de que el grano de polen sea depositado en el estigma receptivo de una flor. Ahora nos centraremos en el desarrollo del megagametófito. En una planta con flores, los megasporangios forman parte de los óvulos y se encuentran en el interior del ovario, que contiene uno o múltiples óvulos. Cada óvulo está formado por un megasporangio, también denominado nucela, que se encuentra rodeado por uno o dos tegumentos. Los tegumentos se juntan en el micrópilo, la abertura por la que penetrará el tubo polínico. Dentro de cada megasporangio, un megasporocito (célula madre de las megásporas) experimenta meiosis y forma cuatro megásporas haploides. Tres de las megásporas suelen desintegrarse, y la más lejana al micrópilo es la que sobrevive para convertirse en el megagametófito. En aproximadamente dos tercios de las especies de Angiospermas, el megagametófito en desarrollo produce ocho núcleos. Cuatro núcleos se agrupan en cada extremo, y a continuación un núcleo de cada extremo migra hacia el centro. Los dos núcleos que se mueven hacia el centro se conocen como núcleos polares. Los tres núcleos restantes en cada extremo forman células, mientras que una gran célula central contiene los núcleos polares. En cada extremo cerca del micrópilo, la célula del centro es la ovocélula, flanqueada por dos células de corta vida, denominadas sinérgidas, que tomarán parte en el proceso de fecundación. Las tres células del extremo opuesto, conocidas como antípodas, carecen de función conocida. El megagametófito maduro, que está formado por 8 núcleos en 7 células, también se conoce como saco embrionario, pues el embrión se desarrollará dentro de él tras la fecundación. En la mayoría de las especies de Angiospermas, el megagametófito se ha desarrollado completamente antes de la polinización. El estigma de una flor común puede recibir polen de diversos individuos e incluso de diversas especies. Con todo, varias proteínas y otras moléculas aseguran que sólo germine el polen de las plantas «adecuadas ». La superficie del estigma contiene iones de calcio, necesarios para la germinación del polen, así como hormonas que estimulan el crecimiento del tubo polínico. Después de que el grano de polen entra en contacto con el estigma, el tubo celular se alarga y produce un tubo polínico, que suele crecer durante un período que dura desde unas horas hasta unos pocos días. En contrapartida, en la mayoría de las Gimnospermas, como los pinos, el proceso tarda más de un año en completarse. El tubo crece a través del llamado tejido de transmisión del estilo y hacia el interior de una de las sinérgidas, que puede producir sustancias que atraen al tubo polínico en crecimiento. Las dos células espermáticas pasan a través del tubo polínico hacia el interior de la sinérgida. A continuación, tiene lugar una singular doble fecundación. Una célula espermática se mueve desde la sinérgida y fecunda a la ovocélula adyacente, dando lugar a un zigoto que se convertirá en el embrión. La segunda célula espermática se combina con los dos núcleos polares situados en el centro del saco embrionario, formando el núcleo triploide del endosperma. Este núcleo triploide se divide mediante mitosis, lo que da origen al endosperma que alimentará al embrión en desarrollo. En el desarrollo del endosperma de algunas especies, tiene lugar un período de división nuclear antes de la citocinesis. En otras especies, las divisiones nucleares y celulares se producen al mismo tiempo. En unas pocas Angiospermas, las células del megasporangio se dividen y producen un tejido nutritivo diploide, conocido como perispermo. En cualquier caso, en las Dicotiledóneas, el tejido resultante es digerido y absorbido por el embrión a medida que aumenta de tamaño dentro del saco embrionario. En las Monocotiledóneas, el endosperma no se utiliza durante la formación del embrión, sino que sirve de suministro de alimento a la plántula germinante. Los granos de cereales son importantes como alimento debido a su endosperma rico en almidón. Sólo las Angiospermas presentan una forma de doble fecundación que produce un embrión y endosperma. Otro tipo de doble fecundación tiene lugar en los dos géneros de Gimnospermas más parecidos a las Angiospermas, Ephedra y Gnetum. En estas Gimnospermas, la segunda fecundación produce embriones adicionales en lugar de endosperma.