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UNIVERSIDAD

CATÓLICA DE EL
SALVADOR
DESARROLLO PERSONAL
EVA LUISA ESTRADA
AGENDA
Oración 
Reflexión 
Secuencia de contenido
La libertad   ¿Qué significa ser libre? 
«Yo quiero algo»: la estructura esencial de la libertad
Las condiciones sociales de la libertad
Reflexión
LA LIBERTAD 
 ¿Qué significa ser libre?
¿Qué significa exactamente ser libre?, ¿Cuál es el misterio
humano que se esconde bajo esa palabra tan valorada?

A primera vista no parece sencillo establecerlo ya que la


fenomenología de la libertad es muy amplia.

Libertad sugiere independencia, apertura, autonomía, capacidad


de elección, poder, querer, amor, voluntad. Soy libre cuando elijo
y cuando puedo elegir; soy libre porque mi voluntad lo es; por ser
libre puedo amar y por ser libre soy responsable.
LIBERTAD ES TAMBIÉN:

Apertura ante lo nuevo y falta de constricción:  no estar ligado por


vínculos ni por cadenas materiales, ni espirituales.

¿Qué es pues la libertad?

¿Cuál es lo accesorio y lo esencial en este marco tan amplio de


posibilidades?

¿Cuál es el núcleo que nos puede permitir afirmar que en la libertad está
la centralidad de lo humano?
Una primera aproximación a la idea de la libertad nos da la noción de apertura.

Ser libre es ser abierto y capaz de interaccionar con el mundo de una manera
quasi-infinita, en coherencia con la espiritualidad del hombre. 
Un paso más lo proporciona la idea de elección.
LIBERTAD ES ELEGIR.
Soy libre porque puedo elegir, de entre todas las posibilidades que se me
presentan, la que deseo, la que quiero porque yo, como última instancia absoluta,
lo establezco.
Dejo de ser libre justo cuando no puedo elegir,
cuando alguien me impone sus opciones o me confía
en un espacio cerrado del que no puedo salir.

Aunque parezca sorprendente,  la libertad no


consiste fundamentalmente en elegir.

Identificar libertad con elección supone aceptar


implícitamente que se refiere solo a las acciones y no a
la persona en cuanto tal.
Max Scheler: “libre es originariamente un ATRIBUTO DE LA PERSONA, no de
ciertos actos (como querer) ni del individuo. Las acciones de un hombre nunca
pueden ser más libres que él mismo”.

¿Cuál es entonces el núcleo de la libertad?

Karol Wojtyla lo  ha señalado de modo certero y profundo:

la libertad es, sobre todo y fundamentalmente, AUTODETERMINACIÓN y, más


precisamente, autodeterminación de la persona a través de SUS ACCIONES.
Autodeterminació
n

Capacidad de una perso
na para decidir por sí mis
ma algo.
La libertad es la capacidad que tiene la persona para
disponer de sí misma y de decidir su destino a través de
sus acciones.
Este es el núcleo de la libertad, su estructura esencial.
Por libertad, en primer lugar, elijo un objeto, un “algo” de los muchos que
existen en el mundo. Pero ese algo no queda fuera de mí, sino que repercute
sobre mi “yo” y lo modifica. 
En realidad, soy yo quien me modifico a mí mismo cuando realizo la acción
de querer, cuando pongo en el mundo la acción “YO QUIERO”

Yo quiero algo: la estructura esencial de la libertad


La libertad como dependencia de sí: autodeterminación

significa que la persona es


dueña de sí, independiente
Condiciones de la
Autoposesión  y autónoma, y no está
autodeterminación
radicalmente a disposición
de otro, sino de sí misma. 
Autodominio
 Entendido no en sentido psicológico sino estructural– y ambos, de manera
conjunta, hacen posible la intimidad: yo soy mío, y por serlo y para poder serlo
tengo un espacio propio en el que vivo y habito, y en el que decido de mi
destino.
Según Yepes, la intimidad es «un espacio interior que nadie
puede poseer si uno no quiere, y en el cual yo estoy, de algún
modo, a disposición de mí mismo. Soy independiente, autónomo,
puedo entrar dentro de mí, y ahí nadie puede apresarme, ni
quitarme la libertad. Se trata de un espacio interior inviolable,
que puede definirse entonces como un poseerse en el origen, ser
dueño de uno mismo, y, en consecuencia, de las propias
manifestaciones y acciones»
La tortura consiste en el intento de violar esa intimidad.
Ya lo dijo Cervantes por boca de Don Quijote:
«Bien sé que no hay hechizos en el mundo que
puedan mover y forzar la voluntad, como algunos
simples piensan; que es libre nuestro albedrío, y
no hay yerba ni encanto que le fuerce».
Pero sí que es posible, sin embargo, someter a la
persona a tal grado de violencia que o bien no
sea capaz de resistirla y ceda a los deseos del
torturador o quebrante de tal modo su
estructura psicológica que pierda, desde el punto
de vista ejecutivo, el autodominio y la
responsabilidad.
Características de la autodeterminación
Dominio de la persona sobre sí misma el que hace posible la dimensión
esencial de la libertad: la autodeterminación.

El hombre decide de sí mediante la voluntad, puesto que se posee a sí


mismo.

Una consecuencia de entender la libertad como autodeterminación es


que impide entender la voluntad meramente como una facultad.

La voluntad libre no es solo eso, sino mucho más, es la capacidad que


tiene la persona de autodeterminarse como consecuencia de su
autodominio. Esto es un modo de ser.
La capacidad de autodeterminación humana
es limitada

El hombre no puede rehacerse a su voluntad porque


la naturaleza humana no es modificable: no puedo
volar, no puedo vivir doscientos años, no puedo
dejar de ser hombre.
¿Sera importante el cuerpo para la libertad?
En estos límites no tienen su origen en la libertad,
sino en la corporalidad, que es la que restringe las
posibilidades de mi voluntad.

La corporeidad no es un peso para la libertad sino,


al contrario, el medio imprescindible para que esta
pueda expresarse.
Nado, corro, pienso y vivo
gracias a mii cuerpo, que es,
por tanto, la condición de
posibilidad de mi libertad.

En conclusión, mi libertad es
autodeterminación posibilitada
por mi estructura personal
(corpórea, psíquica y espiritual)
y, al mismo tiempo limitada a
ella.
LA AUTORREALIZACIÓN DE LA
PERSONA A TRAVÉS DE SU
LIBERTAD

Mi libertad afecta mi vida y las condiciones en que


vivo afectan mi libertad.

La cárcel, la drogadicción de alguna manera me


hacen menos libre.
Ser virtuoso facilita mi vida, me hace más libre.
Las decisiones que tomo cada día configuran mi
personalidad y mi proyecto de vida.
Hay que tener en cuenta que no está asegurado el buen uso de la libertad.

Todos tenemos experiencia de las ocasiones en que hemos usado mal de nuestra
libertad.

La persona virtuosa es la que posee la facilidad para obrar bien. en gran medida,
obrar bien quiere decir obrar por lo que la inteligencia me presenta como bueno, por
encima de las inclinaciones sensibles (o pasiones): un aspecto importante de la
libertad moral consiste en la educación de las tendencias naturales.
Al ejercer la libertad nos concebimos como autores de nuestra
propia existencia; somos los protagonistas principales de nuestra
propia biografía que cada día escribimos con nuestras acciones. 

Nuestra vida posee en este sentido un cierto carácter narrativo, y


como en todo relato hay unos actores, unos ayudantes o unos
enemigos que pueden hacernos fracasar. 

La libertad ante todo y sobre todo es elección, de tal manera que


basta la mera elección para ser libre, independientemente del
bien o del mal elegido.
Las elecciones conforman nuestra identidad
personal

Conforman también nuestro ámbito vital


Todas las circunstancias que nos rodean dependen
en cierta medida de las decisiones que tomamos,
que una vez adoptadas condicionan las decisiones
futuras.

Así la libertad crea un carácter narrativo de la


existencia
La esencia del compromiso no es la
limitación de la libertad sino el
posicionamiento vital: cierra unos caminos,
pero abre otros.

Elegir, significa también apostar, correr un


riesgo

De tal manera que estamos ligados a la


felicidad o la frustración en la medida que
me acerco o me alejo de mi proyecto vital
con mis decisiones.
La autorrealización ética 
En la medida que la persona elige el bien es
más feliz y con la repetición de hábitos buenos
se va convirtiendo en alguien virtuoso que en
base al esfuerzo va desarrollando un
perfeccionamiento ético.
Por el contrario, si sus decisiones no son las
que convienen conforme al bien, va
adquiriendo vicios con la consecuente pérdida
de libertad y dominio de sí mismo.
Condiciones sociales de la  libertad.

La sociedad debe permitir


Las constituciones y leyes
el ejercicio de la libertad en
de los sistemas
sus diferentes dimensiones:
democráticos contemplan
expresión, desplazamiento,
el modo de ejercer estos
educación, religiosidad,
derechos de libertad.
etc.
La libertad es una realidad eminentemente personal, pero como no somos
islas perdidas ni náufragos.

¿Cuáles son las condiciones sociales adecuadas para poder decir que soy
realmente libre?

¿Qué sucede cuando mi libertad choca con la del vecino?

¿Se debe admitir cualquier decisión libre por el hecho de proceder de una
persona?
Hay muchos motivos y de mucho calado que
imponen una regulación de la libertad.

1.El mal uso de la libertad.


El problema del 2.Las elecciones personales pueden chocar.
control social 
3.La pluralidad de costumbres y mentalidades.
4.El ejercicio correcto  de la libertad puede
chocar o enfrentarse a otros valores esenciales:
la seguridad, la justicia, la tolerancia, etc.
1.Permisivismo: exceso de libertad social, parte de la
libertad sin embargo esta necesita ser orientada para
facilitar la vida en sociedad.
2.Autoritarismo: Contrario al permisivismo se
Tres posibilidades caracteriza por privilegiar el principio de autoridad
fundamentales de
afrontar la frente al de libertad.
regulación de la Tipos de autoritarismo: Totalitarismo, Paternalismo.
libertad.
1.Sistemas democráticos. Conjugación de libertad y
autoridad, se basa en la igualdad y dignidad de las
personas.
El hombre,  en cuanto que es radicalmente libre, está en sus propias manos.
BIBLIOGRAFÍA.

Burgos, J.M. (2005).


Antropología: una guía para la
existencia. (2da. Edición) Madrid
España. Ediciones Palabra. (20
ejemplares)

                              
         

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